Partida Rol por web

La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

Chon Delor: Palacio de la Discordia.

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29/12/2015, 14:27
Pelagatos.
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Por fin habíamos llegado.

El camino se había hecho largo y pesado, sobretodo con Rastrojo al lado. Tras la intervención de Campaña el viaje se había hecho algo más agradable, pues Rastrojo parecía haber perdido las ganas de ser... bueno, de ser cómo era. Irritante. Insoportable. Otros muchos "íes".

Desde el carro de los heridos no había podido ser realmente partícipe de la bienvenida. Me había tenido que limitar a lo que escuchaba y lo que podía ver levantando la lona (pues la otra opción era sentarme junto a Rastrojo, y eso no iba a hacerlo). Me sentí frustrado teniendo que viajar así, pero la vida parecía tener un humor cínico, negro e incomprensible para mí y se divertía viéndome humillado cada vez que me atrevía a sonreír. 

Cuándo por fin llegamos y el carro se detuvo, Rastrojo fue el primero en salir, arrastrándose, pero yo preferí esperar. Estaba agarrotado y no quería tener que salir arrastrándome igual que él. Miré mis cosas y me pregunté si iban a acomodarnos a todos los heridos juntos una vez más, en el equivalente a la tienda de los heridos, o si dormiríamos en habitaciones separadas tal y cómo hicimos la última vez que estuvimos allí.

Me estiré cómo pude en mi sitio y me levanté aún en la oscuridad de la esquina del carromato, ayudándome de mi espada. Debía de tener un aspecto horrible. Respiré hondo un par de veces antes de salir, poco a poco, intentando mantenerme erguido y evitar parecer alguien lastimero.

Al salir del carro respiré hondo una vez más, notando al instante la diferencia en el ambiente. Me gustaba mucho más esto que el calor sofocante y el olor a polvo y tierra.

Di media vuelta al carro llegando hasta el lugar dónde Khadesa estaba, esperando.

- Prima. - Le saludé con una cabezada. Si aún estaba ahí sentada es que no habrán aún dicho a dónde debíamos ir. Busqué a Matagatos con la mirada, viento que Analista le entregaba algo. Esperé paciente a que nos informasen de cómo proceder.

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29/12/2015, 18:40
Lombriz.
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AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA 25.

Y, flanqueados por los reclutas que les miraban con la cautela y admiración con que él había mirado también a la gente un momento, pasó mientras recordaba sus propias escenas en aquellas ropas y aquel tiempo. Donde se ganó su nombre y la incomprensión del Sargento Gulg, sin duda alguna por la incapacidad de los Oscuros de poder pensar como un habitante de la sabana. Se quedó por allí tras bajar, parado, como una estatua de ocasional movimiento, ajeno a todo. La lombriz.

- "¡Ja! Mientras la Infantería se pasea, la Caballería cabalga, gloriosa, hacia la victoria." 

Al cabo de un rato, mientras había habido conversaciones, Lombriz despertó. Habló como lo había hecho Korvald.

-Cabalgas dentro de un castillo mientras la infantería hemos estado sacrificando nuestras vidas y dolores por toda la Compañía, rechazando el asedio -dijo el K´Hlata- Hermanos. Héroes. Tienes algo que decir.

Llegar y recibir insultos no era algo que Lombriz fuera a hacer, incluso aunque hubiera reaccionado como dos días después de que todo pasara. Y si nadie respondía, tendría que ser él: eran soldados, con honor.

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29/12/2015, 19:08
Compañía: Infantería: Machete.
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- "La Infantería ha luchado y sangrado... y también ha matado a muchos." - La impaciencia y rivalidad hacia la Caballería se hace patente en el tono y gesto amargo de Machete.

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29/12/2015, 19:09
Compañía: Caballería: Palomita.
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Palomita habla con timidez, como renuente a intervenir.

- "Han habido victorias... Portaestandarte mató al Último Inmortal... al menos tres veces. Pero lo cierto es que no sabemos si todavía puede regresar... Por suerte, sus guerreros fueron destruidos... hasta el último hombre." -

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29/12/2015, 19:11
Compañía: Caballería: Vainilla.
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- "Palomita es siempre demasiado humilde. Ella personalmente mató a muchos de esos... Fantasmas Irredentos, que tanto temor insuflaban en los corazones de las desconsoladas campesinas chondelorianas." - Dice en tono jocoso, pero también de admiración hacia su amiga Palomita.

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29/12/2015, 21:31
[PJ] Compañía: Infantería: Matador.
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- "Sí, esos Fantasmas Irredentos no son tan temibles. También Campaña mató a unos cuantos hace unos días, e incluso le cortó la cabeza a la propia Segadora." -

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29/12/2015, 21:33
Compañía: Caballería: Rampante.
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- "Ya, bueno, Campaña es un tipo fuerte, eso lo sabemos todos. Es de los Hostigadores de Analista, ya se sabe, los Hostigadores son ahora la nueva Infantería, los nuevos Exploradores, los nuevos todo... El arma secreta de Analista para ganar esta guerra. Aunque todavía tienen mucho que aprender para ser como nosotros, la Caballería." - 

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29/12/2015, 22:13
[RIP] Loor.
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Loor respiró, cansada, y por unos instantes pareció pensativa. Luego meneó la cabeza y miró a los cielos, como si se encomendara a fuerzas superiores.

- Mucho orgullo por poca cosa. Al final, todos somos hermanos. Si la caballería no hace su trabajo, la infantería sufre. Si la infantería no hace su trabajo, la caballería termina sin lugar donde poder regresar y es destruida. No se si soy mejor o peor que muchos de mis hermanos de la Compañía Negra. Pero se que el lugar para saber si son mejores o peores es con hechos de armas.

Mira entonces, por orden, a Bastarda, a Korvald y a Rampante.

- No voy a sentirme insultado por ser de la Compañía Negra, y tampoco por ser Hostigadora. ¿Eso supone un problema?

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29/12/2015, 22:59
[RIP] Niño Guerrero, Pelotón de Exploradores.
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El viaje había sido largo, más de lo que el joven explorador había esperado, no obstante el tener que realizar aquellas rutinarias patrullas le hizo más ameno el viaje. Él junto a sus compañeros del pelotón de los exploradores debían vigilar el camino por el que el resto de sus compañeros pasaría. Cuando llegaron a Cho´n Delor Niño Guerrero se mantuvo en un segundo plano cuando llegó con todos sus compañeros. Aguardó silencioso a que el Analista procediera con los hechos más ceremoniosos mientras miraba con curiosidad infantil la estancia en la que se encontraban. La cuál era mucho mayor y más impresionante que los lugares a los que el joven explorador estaba acostumbrado en su corta vida.

Se mantuvo en silencio hasta que escuchó la suave disputa que comenzaba entre los miembros de la caballería y la infantería y durante unos instantes dudó en hablar o no, finalmente movido por la imprudencia seguramente se pronunció y dijo - se sabe que ni las pezuñas de los caballos, ni las botas de los soldados hacen nada sin que los exploradores hayan hecho su trabajo primero. - y tras esas palabras hinchó su pequeño y poco musculoso pecho en señal de orgullo por el pelotón que representaba.

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30/12/2015, 12:06
Guepardo.
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AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA 25. 

Tantos días viajando en carro habían dejado mal cuerpo al jaguar, por eso, cuando puso los pies en tierra, sus piernas agradecieron el poder ser ejercitadas. A pesar del constante traqueteo del carro, lo días de viaje no le habían sentado tan mal como se temía, sin contar a Rastrojo. Cuando el cargante chamán bajó del carro y comenzó a andar a su albedrío, el cazador respiró con cierto alivio. 

Contempló las calles de Chon Delor, sus gentes y el imponente Palacio, ya conocidos por Guepardo. A pesar de que el ambiente no era el sombrío y triste que conoció la primera vez, no pudo evitar sentir un sentimiento lúgubre en el entorno.

"Es la ciudad en sí. Esa sensación tan.. opresiva", pensó.

Caminó con a penas dolores abdominales, señal de su mejoría y le llamó la atención el magnífico animal de Sar Krogan. Finalmente se encaminó hacia el Palacio, tan poco de su gusto. Posiblemente se instalaría en el patio, con la luz de las estrellas sobre su cabeza y cerca del claustro, por si debía refugiarse de la lluvia.

Fue entonces cuando escuchó los diversos comentarios y pullas entre los infantes y la caballería. 

"Debe ser algo normal. La rivalidad entre los diferentes cuerpos de la compañía.", meditó. Se acercó a los dos frentes e hizo causa con los suyos.

- Como bien dice mi hermana hostigadora.. - miró un instante a Loor antes de volverse hacia los jinetes - .. sin el apoyo de la caballería la infantería caería. Del mismo modo ocurriría  que sin esta, la primera caería a su vez - admitió - Ahora bien, a la hora de caer sin duda es la caballería la que más polvo levantará, más ruido hará y más dura será su caída - comentó con cierto humor y sonrisa aviesa.

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30/12/2015, 18:16
Sabandija.
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AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA 25. 

Sabandija no veía el momento de bajar del carro. Le dolía todo el cuerpo y estaba tan harto del traqueteo que ni siquiera pensaba en dónde finalizaba la larga travesía. Se estiró todo lo que pudo en el agobiante espacio  que compartía junto con los otros heridos y se acercó al extremo del carro para echar un vistazo. Lo que vio le dejó patidifuso y Rastrojo, el único que podría indicarle, ya se iba. Como un ratón asustado volvió a acurrucarse en el seguro pero incómodo carromato a la espera de que lo obligaran a bajar en alguna parte. El único consuelo que tenia era que en aquella ciudad monstruosa, plagada de gente extraña, un tullido como él pasaría completamente desapercibido.

- ¿A-alguno ha estado ya aquí?- Titubeó al hacer la pregunta pero necesitaba algo de información acerca de la oprimente ciudad en la que iba a producirse la ceremonia de jura de sus hermanos.

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30/12/2015, 18:23
Piojillo, Jefe de los Campamenteros.
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AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA: 25. 

El camino había sido duro y la espalda de Piojillo empezaba a resentirse. A penas había tenido tiempo de descansar lo adecuado desde que les atacaron en el campamento. Seguía recordando lo acontecido los días atrás con gran pesadez, aunque un halo de esperanza se cernía sobre él cuando por fin llegaron a su destino: Chon Delor.

Al entrar por las puertas de la ciudad, se maravilló con todo el esplendor de la urbe, que antaño visitó, y pensó que su momento de jurar estaba por fin cerca, cosa que le hizo recordar que aún tenía unas palabras que intercambiar con el cabo Lengua Negra.

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01/01/2016, 01:16
[RIP] Compañía: Caballería: Segundo Guardaespaldas
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- "Todos somos hermanos, desde el centinela más humilde hasta el que protege la vida del mismo Capitán." -

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01/01/2016, 01:17
Compañía: Caballería: Korvald el Oscuro.
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Korvald resopla desagradablemente y con aspavientos, y dice en tono resentido:

- "Algunos somos más hermanos que otros." - Y se aleja hacia la zona designada a la Caballería.

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01/01/2016, 01:19
Compañía: Cabo Rompehuesos.
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En el Patio en el que Guepardo pretendería acampar, está la Cabo Rompehuesos entrenando duramente a unas cuatro docenas de Aspirantes.

La escena parecería familiar, pues todos los recién llegados han pasado por las crueles manos de la Cabo Rompehuesos, como arcilla que se transforma desde el tambaleante Aspirante al esperanzado Recluta de la Compañía de corazón fiero y mirada soñadora.

Hay algo distinto en estos Aspirantes, no parecen los apocados muchachos molidos a palos que cabría esperar. Sí, sin duda todos están más que magullados y físicamente agotados, pero hay algo muy distinto en ellos. Son habitantes de Cho'n Delor y todos tienen la expresión de verdaderos fanáticos. Dementes de negro corazón que abrazan el dolor con gozo y deleite para sus almas perdidas, convencidos de que sirven a una fuerza muy superior a ellos mismos.

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01/01/2016, 01:49
Plumilla.
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AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA 25.

El viaje fue cansado y largo, mas para suerte de Plumilla, ella se ocupó el mayor parte del tiempo de los enfermos en las carretas. Esporádicamente, acompañó a su pelotón a pie para ver cómo iban y estirar un poco las piernas. Durante el camino, entre quehaceres y caminatas, la curandera tuvo mucho tiempo de pensar y ponerse aún más nerviosa. Le aguardaba una importante ceremonia que marcaría un nuevo comienzo para ella dentro de la Compañía Negra, y tanto lo esperaba con ansias como temía por el momento.

Al llegar a Cho'n Delor no pudo hacer otra cosa más que admirar el lugar y sus impresionantes construcciones. Durante toda la trayectoria hasta el palacio de la Discordia la pasó admirando las majestuosas y únicas calles de la ciudad y sus gentes. Con una sonrisa, saludó a varios de los curiosos que se agolpaban en las calles.

Miró con curiosidad la aparición de varios ilustres personajes con los que cruzaron palabras de cortesía. Luego, observó el palacio de la Discordia. Era imponente e infundía respeto y Plumilla se sentía pequeña a su lado. Se sentía intimidada ante su presencia tanto como ante los sujetos que les habían dado la bienvenida. 

Un poco más adelante, se generó una pequeña discusión que iba en aumento, al parecer discutiendo por qué grupo era más útil o funcional. Plumilla no creía que discutir quien hacía mejor su trabajo tuviera sentido entre compañeros que debían apoyarse los unos en los otros. Todos cumplían su función y todos los trabajos tenían su importancia. Para ella, una curandera que pasaba gran parte del tiempo curando a los heridos sin pena ni gloria, no había mejor trabajo, pues era casi lo único en lo que era realmente buena.

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01/01/2016, 13:14
[RIP] Belleza, Pelotón de Exploradores.
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AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA 25

El palacio de la Discordia se alzaba ante nuestros ojos imponente, como uno de los refugios más seguros ante cualquier embestida exterior. Entre clamores fuimos recibidos por aquellos que creían que éramos sus salvadores, que ningún mal les acecharía mientras estuviese la Compañía Negra entre sus puertas y el enemigo. Así lo creía yo también.

Sonriente y orgullosa, caminé junto a mis hermanos por las calles de la ciudad de Cho'N Delor, casi por un instante creyéndome la gloria que hacían caer sobre nosotros las pobres gentes que allí habitaban. Los oficiales hablaban entre ellos, y Analista se encargaba de agradecer la bienvenida que nos habían dado. Yo, en absoluto silencio, observaba con la boca abierta el lugar, sin lograr acostumbrarme nunca del todo a estar dentro de una ciudad.

Un poco más relajada, comencé a mirar alrededor para ver donde pensábamos acampar, dispuesta a trenzar mi pelo y escuchar alrededor lo que los demás comentaban, mientras en mi mente sólo había lugar a un pensamiento... "la dádiva... ¿qué pediré?"

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02/01/2016, 00:20
Rastrojo.
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AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).
DÍA 25.

Rastrojo se sacudió las manos del polvo de la sabana, que después de tantos días de viaje ya casi había anidado bajo sus uñas. Aquel lugar le satisfacía. Soñaba con ciudades extendiéndose más allá de donde alcanza la vista, con catres cómodos para todos sus habitantes. Un paraíso idílico en su mente, aunque en la realidad ni siquiera sabía si fuera de los muros de este palacio la gente común disponía de lujos semejantes para dormir.

Miró a su alrededor. Se había formado un grupo de debate interesante sobre qué pelotón es el mejor. Rastrojo lo ha sabido siempre: era, es y será el pelotón de Arqueros. En la práctica, eran el antecedente de la polivalencia de los Hostigadores. Algunos portaban lanzas en lugar de costosos arcos, así que casi funcionaban como una infantería, y eran exploradores sigilosos capaces de tender emboscadas. Y con más antigüedad, el pelotón de Arqueros estaba más experimentado que el de Hostigadores. Rastrojo lo tenía claro: pediría un arco al Señor del Dolor, y así podría pedir el traslado de pelotón. Ser libre del yugo impuesto por Matagatos y su envidioso grupito de odia-chamanes.

A pesar de todo, no tenía pensado unirse a la discusión, y más ahora que el calvo Korvald se retiraba. Rastrojo era consciente del peso que, como chamán que era, sus palabras tenían en los K'Hlata. Si no era para aplastar con argumentos el ego de un jinete Oscuro, no tenía sentido hacer una exposición ante aquellos que le profesaban admiración y a todas luces le iban a dar la razón en todo lo que dijese.

Todo lo demás estaba bastante parado. Los mandos tenían que decidir cómo distribuir sus tropas en el ala que les había sido asignada, hacer inventario, o ir a mamarse colgados de la teta metafórica de Gordo Wem. Unos Seguidores de Campamento maniobraban un carro para quitarlo de enmedio. Otros, más allá, desjuntaban las bestias de tiro para dejar el vehículo justo donde estaba. En otra parte, Pelagatos saludaba a una "prima" Oscura, que aunque estaba con la capucha puesta, y de espaldas a Rastrojo, tenía que ser Khadesa. Porque, reconozcámoslo, Pelagatos no es muy sociable. Concretamente, en el viaje hasta aquí, fue un muermazo. Y alguien con tan pocas dotes sociales a pocas primas va a saludar que no fuese la única Oscura que como una liendre picajosa se encaramaba a sol y a sombra a los huevos del pelotón de Hostigadores.

Bueno, va siendo hora de estrenar este pulcro suelo de piedra...

Rastrojo carraspeó. Como un invocador, realizó espasmos místicos de garganta, atrayendo a los espíritus malignos de la saliva. Hasta se golpeaba el pecho, y con ello el medallón tribal que adornaba su cuello, con una ráfaga de palmadas cortas, para drenar las mucosidades de sus pulmones. Una vez reunido todo aquel poder, lo expulsó en un sonoro y viscoso lapo.

Ya había superado el linde formado por otros Hostigadores confusos (y la no-hostigadora y muy liante Khadesa), con intención de ir a lo que para él era su celda, dando por hecho que se repetiría la misma distribución de la visita anterior, cuando echó en falta, como parte del mobiliario, la presencia de Sabandija.

¡Sabandija, sal del carro, hombre! Hay un jardín aquí atrás. Quiero enseñarte algo.

Aquello de lo que quería presumir no era más que un triste tiznado negro en la mampostería de la muralla del jardín. Sin embargo, él lo rememoraba con orgullo. Cuando solo era un humilde aprendiz de chamán todopoderoso intentando aprender a controlar sus poderes, lanzó en aquel jardín un rayo de luz, quizás el más potente (y único) que ha lanzado nunca, presionado por Matagatos para que demostrase alguna aptitud mágica. Como Sabandija era Campamentero, en su anterior estancia en el Palacio de la Discordia habría estado instalado en el vestíbulo, y no habría podido visitar el jardín tras las celdas ocupadas por los Hostigadores. Por tanto, de todos sus compañeros de viaje en el carro de los heridos, Sabandija era al que más sentido tenía mostrarle su pequeña hazaña.

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03/01/2016, 10:13
[RIP] Perdida.
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AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍAS 10 A 25.

El camino hacia Cho’n Delor fue hacia el norte, una información importante que tendré en cuenta ya que hacía bastante tiempo que no salía del fuerte y tenía que familiarizarme otra vez con el exterior. Primero cruzamos el Llano de Galdan para después entrar de lleno en el territorio. El camino aunque algo accidentado estaba bien hecho ¿quién construyó estos caminos? Dije para mí aunque los campamenteros que estaban a mi lado llegaron a escucharlo. 

El territorio se convirtió en pantanoso tras un tiempo de viaje con un clima más fresco y húmedo, durante todo el camino fui armada con el escudo y arma, pendiente en la formación a cualquier indicio de emboscada. Los insectos se volvieron más numerosos, aunque al parecer estaban ocupados en posarse en los excrementos que se utilizaban para enriquecer la tierra, que se percibía en los campos cultivados por los agricultores de las aldeas próximas al camino.

Nuestro progreso por el camino hacia el norte estuvo rodeado de buena caza en las colinas y zonas boscosas que aparecieron tras pasar las aldeas y los campos. Sin más contratiempos llegamos a las puertas de las formidables murallas de la ciudad siendo recibidos con honores y aclamación popular. Mi postura militar se mantiene con mi gesto facial inexpresivo mirando hacia el frente siguiendo los pasos de nuestros jefes de pelotón. Mi alerta disminuye llegando a evadirme de todo lo que sucede a mi alrededor, dando una imagen de guerrera disciplinada.

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03/01/2016, 11:18
Sabandija.
Cargando pj

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA 25.

Los gritos de Rastrojo le hicieron dar un respingo. ¿Le llamaba a él? Eso parecía. ¿Qué demonios quería enseñarle? Después de haberle visto ya el culo, ¿qué más tenía que mostrarle en aquel jardín del que hablaba? Por un momento dudó si acudir o no a su llamada. Sin embargo, Rastrojo siempre se había portado bien con él por lo que al final accedió. Sabedor de que, entre los presentes en el carro de los heridos, el chamán no era muy querido, Sabandija disimuló como si la cosa no fuera con él mientras se acercaba al extremo del carro para disponerse a bajar. Sacó la cabeza por entre la lona que los cubría y divisó al chamán que caminaba tan tranquilo entre la multitud. Volvió a meter la cabeza y dubitativo mordióse el labio inferior. Se atusó el pelo enmarañado y sucio pero aún con sus abalorios y bajó del carro para acercarse al chamán.

- Luego nos vemos.- Dijo para despedirse de los que habían sudo sus compañeros en tan larga travesía. Una vez con el chamán se interesó por lo que le había dicho.- ¿Qué pasa Rastrojo?¿Un jardín dices?- Preguntó con timidez. Para el explorador Rastrojo era su guía espiritual y que lo hubiera llamado era muy importante para él. Sabandija miraba de un lado a otro, visiblemente nervioso y agobiado por la situación, su brazo izquierdo colgando inerte a su lado. Echaba de menos a Ojopocho, su Hermano de Capa, quien podría haberle dado sabios consejos.