Partida Rol por web

Tras ver que se encontraban hablando de las serpientes hice un pequeño gesto con la cabeza, aceptando el saludo de los tres. Estaba claro que el rezhazo hacia Slytherin era causa común a todos los presentes.

- ¿Cómo ha quedado lo del castigo? - Pregunté a Kalinka, esperando que no hubieran sido muy duros con ella. Me costaba no pensar en la reunión que tendría lugar esta noche, y saber que ella era de la misma casa de Alice hacía que me preguntase si sabría algo. Sin embargo había prometido no decir nada a nadie que no fuera Tracy, de modo que simplemente esperé su respuesta con una impaciencia que nada tenía que ver con la conversación.

Kalinka hace un gesto con la mano como quitandole importancia, sin embargo tanto Justin como el hufflepuff se miran con complicidad. El alto y fortachon te contesta con una sonrisa.

- Le va a tocar estar una semana poniendose el delantal para preparar los desayunos -dice socarron al tiempo que le acerca un plato a Kalinka invitandola a llenarlo.

La rubia ni corta ni perezosa lo agarra con una sonrisa y en menos de un segundo lo rompe en la crisma del hufflepuff.

- Ahi lo tiene, el señorrrr.

A todo esto Justin lo mira con los ojos bien abiertos y comienza a reirse de tal manera que acaba cayendose de espaldas. La escena no pasa desapercibida a los mas cercanos que miran con algo de recelo a aquel curioso grupo interhogares. Pedro se queda un poco conmocionado, pero pronto sonrie a la rusa a sabiendas de que nunca le haria verdadero daño. Repara el plato con un hechizo sencillo y luego congela la copa para acercarla a fuente de su futuro chichon.

- Jejeje, si sigues asi nunca conseguiras marido, ciudadana. -apunta el español, luego se gira hacia Ingo- por cierto mi nombre es Pedro Gomez, encantado.

Kalinka le espeta a modo de respuesta.

- Todo esto es de la maldita serpiente esa, el tiene toda la culpa. Encima mi padre me ha amenazado con reenviarme al Instituto de Tecnomancia de Vladivostok. ¡A Vladivostok! ¿A que? ¿A aprender la manera de montar sirenas? Porfavor...

Cuando el chico de Hufflepuff respondió a mi pregunta lo miré extrañado. Me sentía aliviado de que no le hubieran impuesto un castigo físico, como solían hacer, pero algo como eso parecía más bien extraño. De eso solían ocuparse los elfos domésticos, y por lo que tenía entendido no solían permitir a nadie entrar en las cocinas.

Sin embargo, antes de que pudiera decir nada, mis ojos se abrieron con sorpresa al ver cómo Kalinka rompía un plato en la cabeza del chico. Y ya cuando acto seguido mi compañero de Casa se cayó de espaldas al suelo me sentí tan fuera de lugar que sólo podía pensar en alguna excusa para marcharme. Quizá era que yo tenía el día tonto, con todo lo de Alice, pero la verdad es que no terminaba de entender el comportamiento de este trío.

- Encantado también, Pedro. - Le dije con educación, tratando de no parecer descortés. Sin embargo, las palabras de la chica acto seguido llamaron mi atención.

- ¿Cómo se ha enterado tu padre? - Pregunté, recordando al hombre que gritaba desde la carta que le había llegado esta mañana.

Kalinka se rie ante tu pregunta.

- ¿Yo que se? Lechuzas, polvos flu, vete tu a saber -remueve un poco la compota que tiene en el plato con aire distraido- la cosa es que se ha enterado, ains... no me molesta cocinar, pero aun no me he enterado del castigo de las dos viboras.

- Por cierto ¿Sabeis algo de Dracons? No le he visto esta mañana al sobrevolar el castillo con la profesora Brunhilda -apunta Justin levantandose- aunque bueno, tenia otra cosas en las que fijarme

Dice acompañando de dos codazos suaves a Ingo.

- Deberias tratarla con el respeto que merece, es una maestra -le reprende Pedro.

- ¡Oh! ¡Vamos! Sera que no esta para mirarla...

- Porfavor caballeros, se que el precio de la almeja es un tema interesantisimo pero ¿podriamos dejarlo de lado un rato? -dice Kalinka

- ¿Te has puesto celosa? -pregunta Justin con una sonrisa traviesa.

- No, imbesil, pero a mi tambien me interesa saber que ha ocurrido con Dracons ¿sabes algo Ingo?

Escuché la respuesta de la chica con atención, ignorando casi por completo las palabras posteriores de mi compañero de Casa hasta que él mismo me dio unos codazos. No me sorprendió la forma que tenía de hablar de la profesora: después de conocer a Larry, cualquier cosa era poca. Sin embargo sí lo hizo que Kalinka se refiriese a todo eso como el precio de la almeja sin ningún tipo de pudor. Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro ante la expresión, sonrojándome levemente. No estaba acostumbrado a eso ni de coña.

- Qué va. - Respondí entonces, encogiéndome un poco de hombros. - Aunque puede que esté castigado. Si se ha encargado Slughorn de los castigos de los dos probablemente fueran diferentes según lo influyentes que sean sus familias, ya sabéis. - Comenté haciendo un gesto con la mano. - Puede que Dracons esté en las mazmorras.

Justin niega con la cabeza.

- No... no creo que esa rata este en las mazmorras, es el capitan del equipo de quidditch. Por poco influyente que sea su familia el se esta haciendo un nombrecillo en el mundo del quidditch y Slughorne es lo suficientemente listo como para pensar que eso redundara en el en un futuro. Me encataria que estuviera ahi, pero seguro que no.

Hace una pausa y junta la cabeza.

- ¿Sabeis? He oido rumores, habladurias sobretodo, que dicen que se enfrento a un basilisco y que logro huir por los pelos y ahora esta en San Mungo. -os mira serio- como digo, son solo habladurias y es dificil que alguien que se enfrente a un basilisco pueda salir vivo... pero...

Ante la explicación de Justin simplemente hice un gesto con la mano, descartándola.

- Valiente tontería. - Dije sin valorar siquiera que fuera una opción. - Nadie que se enfrente a un basilisco puede huir por los pelos. Su mirada petrifica. - Argumenté. - Y más si no sabe que es un basilisco: no va a evitar mirarlo. Además, si eso fuera cierto, probablemente habría bastantes víctimas más.

- Yo tengo dos opciones: o Lestrange y él terminaron la pelea en privado, o está castigado. Por mucho que sea capitán del equipo de Quidditch Slughorn preferirá tener contenta a una familia como los Lestrange. - Comenté, antes de estirar la mano para coger algo de comer. - ¿Quién te ha contado eso, Justin? - Pregunté para picarle, con un tono que dejaba claro que pensaba que le habían tomado el pelo.

El joven tuerce el gesto de manera que deja claro su descontento cuando le preguntas quien.

- Ya sabes... gente, se oye por la sala comun, conversaciones...

La rubia interrumpe las cavilaciones, dando un par de toques a su plato y señalando con los ojos a un grupo cercano que estaba a lo suyo, pero dando a entender que no lo hablaran en alto.

Deja el plato a un lado y se levanta.

- Bueno, caballerrrros, me voy a clase, nos vemos luego.

Hace un leve asentimiento de cabeza y se marcha dejandote con Pedro y con Justin, los cuales se apresuran a decir que tambien se van.

Me extrañó la respuesta evasiva de Justin. Mucho. Pero más aún me extrañó que Kalinka indicase que no hablásemos de ello en alto. Ni que estuviéramos haciendo algo secreto o malo. Y cuando lo siguiente que hicieron los tres fue marcharse la cosa me pareció aún más rara, pero no dije nada. En lugar de eso me puse en pie también.

- Espera, voy contigo. - Dije al Gryffindor antes de empezar a andar a su lado.

- Oye, - Empecé luego, esperando que fuésemos hacia la Sala Común. - yo no había oído nada en ningún lado. ¿De verdad valoras esa posibilidad? - Pregunté, refiriéndome al asunto del basilisco. Se mirase como se mirase era algo increíble, pero por algún lado tenía que tirarle de la lengua para ver si me enteraba un poco de qué pasaba con esos tres.

Camino a la sala comun.

- No, la verdad -se para un momento mirandote- pero sobre todo, tu viniendo de donde vienes y estando la situacion como esta deberias de saber que preguntar quien dice o hace, no es de recibo.

Adopta entonces un tono mas amable.

- Mira, la verdad no le doy credito a esa historia, pero no es oportuno indagar quien la dijo. No te digo que tenga motivos para dudar de ti. Pero Ingo, de momento tampoco los tengo para lo contrario. Y hablar mas de la cuenta con quien debes o no debes puede ser peligroso. ¿Imaginas que pasaria si alguna de esas serpientes me escuchara hablar sobre esa historia? Podrian acusarme de intentar difamar a la casa Slytherin o vete tu a saber que maquinaciones podrian tener.

Enarca una ceja de una manera ya mas amistosa.

- ¿Entiendes entonces por que no te he contestado?

No, resonó fuerte en mi cabeza. Claro que no.

No entendía por qué no me había contestado, por supuesto que no lo hacía. Podía entender otros motivos, como que se estuviera haciendo el interesante o que no quisiera dejar mal a quien había dicho una chorrada así una vez analizada. Pero que un compañero de mi Casa me dijera que no tenía motivos para confiar en mí... Eso no lo entendía. Y la excusa posterior, la del peligro por hablar de esa historia... Quizá fuera porque con sus dudas sobre mí me había cerrado en banda, pero tampoco lo comprendía. La historia ya estaba contada, decir después - o ahora - de dónde venía no cambiaba nada.

Pero era evidente que el chico no quería contar más, y tampoco quería enemistarme con él. De modo que simplemente asentí con la cabeza, forzando un poco una sonrisa, antes de responder.

- Claro, tío. - Le dije, escondiendo mi frustración. No por que me lo dijera o no, que al fin y al cabo era una chorrada, sino porque un Gryffindor no confiase en mí con la lealtad que yo tenía hacia mi Casa. - Bueno, te dejo, que tengo que mirar una cosa en la biblioteca. - Me despedí, dándole una palmada en la espalda, antes de echar a andar hacia otro lugar.

Es mitad de semana cuando, aprovechando uno de los momentos libres, viendo que Elizabeth esta sola y que no hay nadie en los alrededores, me acerco a ella con aire despreocupado pero sin quitar ojo para asegurarme que no nos oyen.

- Buenas tardes Elizabethh - otra vez vuelvo a alargar su nombre sin saber por qué, me siento a su lado y continúo en un tono aún mas bajo - Han descubierto que van a utilizar a un niño para hacer algo el día del partido, creen que será de nuestra casa y me han pedido que intente averiguar quién será el 'afortunado' para vigilarlo entre todos. Le pido su ayuda, pues no sé cómo hacerlo, y seguro que trabajando los dos juntos lo encontramos a tiempo. ¡Ah! y ya tienen un modo de comunicación seguro, seguramente deberá darles unos mechones de su pelo o algún objeto preciado.

No añado la otra opción pues es impensable que se avenga a dar sangre, aunque sólo sea una gota.

De repente un recuerdo acude a mi mente - Tengo excusa para acercarme a Lestrange y por tanto espero que a Riddle -; lo había intentado borrar como si así no fuese a suceder pero ya que no será así, al menos voy a intentar que me beneficie en algo. Me propongo que en todas las horas que compartamos no le quitaré ojo al pelirrojo, y en cuanto tenga un momento libre lo buscaré para estar al tanto de todo lo que haga, todo lo disimuladamente que pueda claro. - Si se dan cuenta, y después de un poco de presión, con decir que mi padre me ha escrito anunciándome un posible acercamiento de nuestras familias y que por eso quiero saber mas de ellos... debería bastar para convencerlos, puedo llegar a ser muy convincente -
 

Como imaginabas, Dietrich se da cuenta de que le observas con cierta asiduidad, pero tras darle tus explicaciones parece aceptar tácitamente que pases más tiempo cerca de él e incluso mantiene algunas charlas contigo. Al lado de Riddle parece olvidar un poco su faceta fascista y se hace más agradable al trato, aunque no mucho. Una de sus charlas, acerca de lo patéticos que son los Weasly y lo contento que debes estar de haber roto el compromiso con ellos, te hace sentir bastante incomodo.

Observas que muchos chicos de cursos inferiores sienten cierta admiración hacia Tom, algo que ya sabías pero a lo que no habías prestado mucha atención. Tratas de averiguar cual puede ser el indicado, pero no te resulta nada fácil; Riddle no trata de distinta manera ninguno de ellos ni tampoco Lestrange. Solo unas pocas palabras si se acercan, algunos ánimos, pero nada que se asemeje a un trato más cercano.

Esforzándote mucho crees llegar a una conclusión; hay tres posibles chicos a los que su admiración por Tom Riddle podría llevarles a hacer un acto tan arriesgado. Kobold Malfoy, Jeremy Clare y Anthony Coot. Si, este ultimo confirmas que es el hermano pequeño del capitán guaperas de Hufflepuff. Ojalá hubiera más tiempo, pero ya solo quedan horas para el partido y no has podido decantarte por ninguno de ellos...

Todos de primero excepto Kobold que es de segundo curso. Salamander y Kobold son primos.

Y sí, el nombre es ridículo, pero no hay cojones a meterse con su familia...todos saben que son como un clan de gitanos ay papa xDD.

Asiento brevemente con la cabeza a modo de saludo cuando veo a Black acercarse hacia mí. A pesar de su aparente despreocupación, puedo notar una cierta seriedad en sus ojos azules que me hacen darme cuenta de que no pretende entablar una simple y cordial conversación.

No me equivocaba, y la revelación de la que me hace partícipe solo sirve para que se me forme un doloroso nudo en la garganta, mientras lucho contra la incredulidad y el asco. Sin embargo, trato de mostrarme impasible, y solo una ligera crispación en los dedos que sujetan el libro que tengo entre las manos demuestra mis auténticos sentimientos. No puedo evitar recordar a Alex cada vez que hablamos de este tema.

-Por supuesto- digo sin molestarme en bajar mi tono de voz para evitar una apariencia sospechosa, como si únicamente estuviéramos hablando de los estudios -Le ayudaré en lo que pueda. Y no se preocupe por eso, yo ya lo he entregado.

Tras estas palabras, añado ahora sí en un susurro -¿Tenemos alguna pista o puede ser cualquiera?

Escucho la contestación de Elizabeth mientras tengo la mitad de mi mente con otros pensamientos, un recuerdo que querría que no se produjese y que se me había olvidado por completo ha vuelto a mi mente; sin poder, ni querer, evitarlo mis labios se tuercen ligeramente hacia abajo y tomo una decisión - Si no hay mas remedio, lo haré; todo sea porque no ocurra -. Vuelvo a prestar toda mi atención justo para escuchar que ya ha dado su prenda, y entonces la chica se acerca un poco para susurrar unas pocas palabras.

- Cualquiera... - contesto con desánimo, tomo aire y añado unas pocas palabras mas - En los ratos libes voy a seguir a Di_Ri y a intentar averiguar si hay alguien en especial que reciba su atención, si averiguo algo antes de la reunión se lo diré.

Esa es mi idea, durante las clases lo tendremos controlado y espero que durante mis optativas ella pueda echarles un ojo, aunque sin arriesgarse, no se me ocurre otra forma de identificar a ese niño.