Partida Rol por web

La Decisión de Dumbledore

Clase de CCM

Cargando editor
03/06/2014, 14:35
Alice Battletower

Hice una mueca con la boca al escuchar a Alister, que dejaba bastante claro que no, que los profesores no estaban al tanto. - Bueno... En realidad, sólo lo sabe un profesor, pero no pueden saberlo los demás. Ni creo que el que lo sabe pueda hablar a nuestro favor si nos pillan. Así que es muy importante que no nos descubran de camino. - Suspiré. Era difícil explicar que algo era importante, sin poder decir por qué lo era. Al final todo resultaba una cuestión de confianza. Yo confiaba en Dumbledore y si él decía que podía confiar en los de la lista, pues eso haría. - Sé que todo esto es raro y que os estoy pidiendo que os arriesguéis a recibir un castigo si nos pillan deambulando de noche... Os lo explicaré todo allí, de verdad. Y podréis decidir si queréis seguir en ello o no. 

Sonreí a Alister y ladeé un poco la cabeza pensativa, calculando cuántos faltaban y cómo podía acercarme a ellos. - Creo que lo tengo controlado, pero muchas gracias. Lo tendré en cuenta si veo que no llego a avisar a los que faltan. - Al ver que llegábamos al edificio del colegio cuchicheé algo más. - Si eso os aviso en la comida. - Y ante la posibilidad de que alguien más pudiera escucharnos ahora que habíamos llegado empecé a disimular como si estuviéramos hablando de cualquier otra cosa. 

Notas de juego

Sí, por mi parte podemos cambiar cuando queráis ^^

Cargando editor
04/06/2014, 00:05
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Escuché con calma la respuesta de Tracy, valorando sus palabras según iban tomando forma. Era en momentos como este cuando más agradecía tener alguien con quien contar.

Durante su discurso volví a darme la vuelta, comenzando a caminar de nuevo hacia adelante antes de tropezar con cualquier cosa. Sin pararme a pensarlo, de manera natural, le devolví la sonrisa cuando hizo referencia a los líos en que nos habíamos metido. La verdad es que costaba pensar en alguien mejor para eso y, aún más, para salir de ellos.

Cuando terminó, dejando su pregunta a medias, esperé unos instantes, mientras en mi mente terminaban de hilarse algunas cosas.

- No lo sé. - Le respondí, con un tono que dejaba un pero... más que implícito. Un pero que tardó aún unos segundos en tomar forma. - Pero esta mañana, cuando fui a hablar con Kalinka a la mesa de Ravenclaw, el profesor Dumbledore fue a buscar a Alice para hablar en su despacho con una excusa tan mala como las que ella ha puesto. - Expliqué, frunciendo un poco el ceño.

- Así que supongo que es posible que esté pasando algo y los profesores no nos hayan dicho nada. - Valoré en voz alta, llevando durante un instante la vista al frente antes de volver a buscar sus pupilas. - No estabas cuando la clase empezó, pero Kettleburn montó una canción con los scouts que estaban ahí haciendo guardia. Sin embargo, está claro que no vinieron sólo para eso. - Aventuré antes de emitir un suspiro. - ¿Crees que es por la guerra?

Cargando editor
04/06/2014, 03:31
Tracy Canterbury

Tracy puso los ojos en blanco cuando escuchó lo de Dumbledore. No se acostumbraba a los profesores, y a los adultos en general, tratándolos como si fueran estúpidos e irracionalmente frágiles. ¿Por qué tanta vuelta y tanta excusa? Si el profesor quería hablar con alguien, sólo valía decirlo de una vez por todas. Sin embargo, el hecho que se hubiera excusado en vez de simplemente llamarla por mera autoridad, así como el hecho de haberla llamado frente a otras personas en vez de esperar a cruzarla por algún pasillo, le sugería que lo que había de haberle querido decir era... importante. Grave, quizás, por la excusa utilizada para no llamar la atención ni alarmar a nadie. Urgente, por el sitio y el momento que había elegido para acercarse. Y aquello, junto a lo de Kettleburn...

Las cejas de Tracy habían vuelto a fruncirse. ¿Los Scout? Y su mirada, abierta a Ingo, se estrechó y oscureció repentinamente cuando el Gryffindor habló de la guerra.

¿La guerra? ¿Llegando a Hogwarts? - dijo, repitió tanto para él como para sí misma, despacio, mientras sentía la rigidez en sus hombros.

Hizo una pausa mirando a los ojos a Ingo, valorando las implicaciones. Ya no quedaba ni un recuerdo de la sonrisa o de la gracia anterior en su rostro lleno de pecas, y menos en sus ojos

Espero que no – respondió, finalmente, sus ojos azules transformados en dos noches – Espero que no, Ingo, porque sabes qué significaría si lo fuera… si hubiesen llegado hasta aquí, o si se sospechase que podrían haber llegado – ella lo tenía muy claro. Sus padres y sus tíos habían sido muy claros – Sabes la importancia que tiene Hogwarts, y que este debe ser uno de los sitios más protegidos del Reino Unido, uno de más seguros. Un verdadero bastión, diría mi padre. Sería… Merlín, sería demasiado grave.

Pero eso quizás explicaría lo de Kettleburn, lo que había hecho, ¿verdad? Tracy se dio cuenta tarde que había dejado paulatinamente de caminar. Sus cejas continuaban fruncidas y bajo ellas echó un vistazo a su alrededor, hacia el castillo a la distancia. Trataba de pensar como pensarían ellos, mientras sentía la rabia crecer en su garganta. ¿Por qué sería Hogwarts? ¿Por qué alguien…?

- Y justamente por eso sería un lugar para comenzar, si alguien quisiera dar un golpe de gracia. Un verdadero golpe de efecto – dijo suavemente, para sí y para Ingo. Lo miró a los ojos - ¿No crees?

Mierda, tendría que avisar de eso a su padre. Sus labios se habían hecho una línea, cargada de seriedad, una que fue reemplazada por un suspiro, y una determinación profunda

- Si algo está pasando, dudo que los profesores nos involucren. Dumbledore quizás sea la excepción, pero hasta saberlo esta noche en la reunión supongo que nos toca hacer lo nuestro – Tracy movió la cabeza, evaluando si su amigo estaría a la labor de meterse en ello – Luego hablaré con los demás scouts a ver qué dicen sobre las guardias. Quizás pasó algo en el Bosque Prohibido que no me haya enterado, quizás es lo que Kettleburn tenía en mente hace un rato – ella pertenecía al club scout, como Ingo sabía – ¿Te parece? La sola idea me ha alarmado, la verdad - agregó, innecesariamente, como si intentara justificar por qué no podía tomárselo a la ligera.

Cargando editor
06/06/2014, 00:13
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Cuando Tracy repitió a modo de pregunta lo que yo mismo acababa de decir sonó aún más terrible de lo que había imaginado. Un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal, erizando la piel de mis hombros y espalda de un modo imperceptible, pero haciéndome aún más consciente de lo grave que podía ser aquello. Y esa sensación, ese frío inquieto y terrible fue instalándose por dentro de epidermis en mis brazos y piernas, amenazando con atenazarme el pecho conforme ella hablaba de la importancia de Hogwarts como lugar seguro.

Para ese momento mis pasos ya se habían detenido del todo y mis labios estaban ligeramente apretados. Mi mente volvía una y otra vez a buscar alguna otra explicación de manera incansable, sin que ninguna nueva vuelta trajese otras ideas. No llegué a responder cuando me preguntó si también creía que era un buen lugar para un golpe de efecto. Claro que lo creía, por muy poco que quisiera hacerlo. Pero tenía que haber alguna otra explicación. Ninguno de los profesores nos había dicho nada, salvo... ¿A Alice? ¿Por qué ella? Pensándolo bien, no me encajaba en absoluto.

- Pregúntales sobre las guardias, pero no les digas nada ni de Alice, ni de Dumbledore, ni de la reunión de esta noche. He prometido a Alice que sólo hablaría de ello contigo. - Le informé antes de emitir un suspiro. - A lo mejor son dos cosas que no tienen nada que ver una con la otra. - Valoré en voz alta. Aunque que ambas sucediesen el mismo día por la mañana parecía todo menos casualidad.

- También podemos buscar a Alice antes de la comida y sonsacarle más entre los dos. - Propuse, como la única salida viable y fiable que se me ocurría al mismo tiempo.

Cargando editor
06/06/2014, 14:08
Tracy Canterbury

Tracy se dio cuenta tarde de la reacción de Ingo frente a sus propias palabras. Cuando lo hizo, el Gryffindor pudo ver un destello de fuerte empatía en sus ojos y una evaluación atenta, silenciosa, de lo que podía pasar a continuación con él. Ella sabía que su boca femenina hablaba sin nunca adornar la verdad de ningún modo, y sin mentir. Así le gustaba que la trataran, a fin de cuentas, y eso ofrecía a los demás, junto con todo lo que tenía y lo que no. Sobre todo, a los que contaban con su afecto, como Ingo. También sabía que eso le hacía ser demasiado descarnada, demasiado falta de tacto, demasiado brusca e incómoda para el resto. Pero no había culpa en su mirada, ni disculpa, ni arrepentimiento. Respetaba a Ingo absolutamente y aquello significaba compartirle todo, incluso lo que pareciera doloroso o aterrador.

Además, sabía que Ingo podía con ello. Él era fuerte, y podía con ello, como su familia y él habían podido y podían con todo lo que les había sucedido. Y en los ojos de la Gryffindor se coló un destello de orgullo, uno dirigido a su acompañante, que se escondió muy bien detrás de la seriedad con la que asintió como si no hubiera otra cosa en el mundo.

Por supuesto, así lo haré. No pensaba decirle a nadie de esto - confirmó, mirando por un momento hacia la linde del bosque - Aunque no creo que sea casualidad... Mi padre dice que la casualidad es una ilusión, un engaño a los sentidos. Sólo es que aún no sabemos la conexión entre ambas cosas - agregó, y sus ojos sonrieron ante el parafraseo, aunque no su boca - Pero mejor no decir nada de esto por ahora. Sobre todo si es algo... sensible. Quizás sea la mejor estrategia hacer como que no sabemos nada.

Permaneció un momento mirando a Ingo, evaluando, y asintió para él y para sí misma.

- Según lo que averigüemos, quizás podría consultarle a mi padre, o a alguno de mis tíos - le comentó, haciéndole partícipe de sus pensamientos, como siempre. Mejor a su tío William, él entendería mejor lo de Kettleburn - Si te parece, luego conversamos si vale la pena. Ahora la idea de ir a sonsacar a Alice me parece la mejor, si es que la encontramos. Y como siempre, para variar, tenía que ser tu idea - Tracy se acercó a Ingo, fingiendo enojo, y le empujó sin fuerza. Provocadoramente. Era una forma como cualquier otra de tomar contacto y de salir de la inmovilidad en la que estaban ambos.

Cargando editor
10/06/2014, 02:44
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Recibí con tranquilidad la confirmación de discreción por parte de Tracy. Probablemente no habría sido necesario decírselo, pero lo que menos quería era tener problemas con Alice - o peor aún, con sus padres - por adelantarnos a los acontecimientos.

- Tu padre me cae bien. - Asentí con una pequeña sonrisa, como si ese fuera un modo de dar más certeza a las palabras que él había pronunciado y ella repetido. La casualidad es una ilusión, un engaño a los sentidos. Me ponía un poco nervioso la idea de esperar hasta la hora de acostarnos sin saber más, y por eso cuando Tracy aceptó ir a sonsacar a Alice emití un pequeño suspiro de alivio, a pesar de que estaba claro que estaría de acuerdo.

Sin embargo, al recibir su empujón, no me quedé parado. Di un par de pasos hacia atrás, aprovechando la inercia que ella misma me había dado y traté de agarrar su brazo tal y como habíamos practicado tantas veces, esperando conseguir llegar a inmovilizarla rápidamente.

- La de preguntar a los scouts fue tuya. - Le recordé. - Eso es un empate.

Cargando editor
11/06/2014, 14:11
Tracy Canterbury

Por supuesto que te cae bien, decía la sonrisa de Tracy cuando Ingo asintió con aquella pequeña suya. No puede no caerte bien. Es mi padre, agregaba en silencio la relajación de su ceño que nombrarlo había invocado. Mi padre, que es... mi padre, finalizaba la dilatación de sus pupilas, tras las cuales podían verse las trazas del orgullo, la admiración y el respeto, todas aquellas emociones que Tracy guardaba para con aquel hombre y que era tanto, y que representaba tanto para ella. Pero la Gryffindor no dijo nada. No era persona de hacer pronunciamientos ni confesiones, si no de confiar que sus acciones hablaran por sí mismas.

Por eso, cuando Ingo echó mano para coger su brazo, Tracy se lo dejó sorprender sin tener la reacción que tendría frente a cualquier otro. Aquello habla de cariño. Soltó repentinamente una risa, la primera en toda la mañana y la tarde, casi una vergüenza luego de la gravedad de lo que habían hablado. Aquello hablaba de confianza. Y cuando se torció hacia adelante, enganchando su pie con en el tobillo de Ingo y haciendo la fuerza necesaria para desestabilizarlo y obligar que la soltara, aquello hablaba de igualdad y respeto.

- Vale, vale. Esto también es un empate - sugirió, riéndose por lo bajo, antes que cualquiera de los dos quisiera continuar con los movimientos. Ella querría, la verdad - Vamos, intentemos con Alice antes que nada. Luego intentaré con los scouts. Si no tenemos éxito, ya veremos.

Le hizo una seña y le esperó para empezar a caminar hacia el castillo, a paso seguro. Ni un paso adelante suyo, ni un paso atrás. Eso decía todo lo que su silencio, y sus palabras, no.

Cargando editor
12/06/2014, 01:01
Ingo Wunder Zeller-Stewart

En el mismo momento en que Tracy comenzó a inclinarse hacia mí una pequeña sonrisa se formó en mi rostro. Había muchas cosas que ella podría haber hecho y sabía de sobra que resistirme era inútil. Al principio, tiempo atrás, en ocasiones me había sentido frustrado por su habilidad. Yo nunca había entendido el enfrentamiento físico como algo más que rapidez y fuerza, pero ella me había desvelado otro modo de hacer las cosas. Otra manera de ver el peligro que supone el agarre hasta de la articulación más pequeña.

Cuando me desestabilizó permanecí un par de segundos mirándola a los ojos, agarrando aún su brazo para no llegar a caerme. Y al escuchar cómo declaraba el empate recompuse un poco su postura, recuperando el equilibrio y apartándome un par de pasos para colocarme la ropa.

- Lo tendremos. - Respondí con seguridad. Del quidditch había aprendido que convencerte de que vas a conseguir algo es casi tan importante como tener la habilidad necesaria para ello. Luego me encaminé hacia el castillo a su lado, preguntándome aún qué era lo que flotaba realmente en el ambiente y que tan alarmados tenía a los profesores.

Notas de juego

Sigo en Un día extraño.