Partida Rol por web

Los investigadores parten a ver qué demonios es el fuego que se ve en la colina, cerca de la casa de Bartley Hodge.

Partis a toda velocidad de la posada. Tomáis el camino de la derecha al llegar a la Iglesia, siguiendo a Alan, quien conoce el acceso a la zona, ya que la cabaña de Bartley Hodge está cerca de allí. Unos minutos más tarde ya os encontráis caminando por un senderito que partía del camino. Está mal segado, aunque es lo suficientemente amplio como para no ir limpiando la vegetación de telarañas a vuestro paso.

Todo el camino parece ir en linea recta. Huele a quemado, es muy desagradable. A lo lejos, a causa de la oscuridad reinante, veis el humo que emana de una hoguera de gran tamaño.

Al cabo de un rato llegáis a una bifurcación del senderito. Alan ya ha estado allí, y sabe cuál conduce a la casa de Hodge, el hombre con cierto retraso mental. El otro camino no sabe a dónde conduce.

Muy bien caballeros, ¿cuál es la senda que debemos de seguir a continuación? Pregunto mientras oteo el sendero con los ojos entrecerrados, tratando de vislumbrar algo en la oscuridad reinante, a la espera de que aquellos que conocen el camino correcto den el primer paso.

Al escuchar la pregunta de mi tío miro instintivamente a los demás ya que poco he transitado el pueblo y mucho menos lo conozco.

Miro a un camino y al otro sin saber cual sera el bueno y cual el que nos conduzca a...ni siquiera puedo aventurarme para saberlo al desconocerlo.

¿ Alan ?

Dando una palmada al susodicho le animo a tomar la palabra, ya que al fin y al cabo es él quien nos iba guiando y quien ha iniciado la carrera, podríamos intuir el camino dirección a las colinas... ¿Pero para qué arriesgarnos estando él con nosotros?

¿ Alan recuerda el camino?

- Si Jason, lo recuerdo perfectamente.- Asiento dando unos pasos hacia el sendero de la izquierda. Me detengo a medio camino por un instante, meto la mano en el bolsillo de la gabardina y me giro hacia el resto del grupo. - Manteneos cerca y en silencio, no sabemos con lo que podemos encontrarnos.- Dicho esto extraigo el revolver del bolsillo y compruebo que está cargado antes de meterlo otra vez en el bolsillo antes de seguir adelante.

Seguís avanzando paso a paso, ascendiendo por el camino, pues poco a poco va avanzando hacia lo alto de la colina. Sin llegar ni de lejos a la parte más alta, el camino se ensancha, dejando lugar a un amplio y hermoso prado.

En el centro del terreno, veis una casa en ruinas. Hacía tiempo que no veíais una choza con un aspecto tan miserable (salvo Alan, que la visitó aquella misma mañana).

Literalmente, se está cayendo a cachos. Os resultaría imposible de creer que alguien pudiese estar viviendo allí, de no ser por el hecho de que veis a Bartley a la puerta de la casucha, mirando a todos lados, como esperando a alguien. Os ve, y esboza una sonrisa de oreja a oreja.

Hay bastante luz, pues la puerta de su casa está abierta, y emana la luz del interior.

Junto a la casucha hay una pila de troncos recién cortados. Un inmenso hacha reposa clavado en uno de ellos.

¿Pero acaso no íbamos camino de las piras montadas por los oriundos del poblado? Pregunto a la vez que me rasco el mentón con la mano derecha ¿a qué se debe que hayamos acabado en esta “chabola”, por utilizar una denominación similar a la de vivienda, si es que una persona puede realmente subsistir en semejantes condiciones infrahumanas?

Asiento levemente dándole la razón a mi tío.

Algo me dice que nos equivocamos en el desvió y debimos tomar el otro...

Aun así avanzo un poco pero rápidamente me paro al pensar diablos no se como tratar a la gente desequilibrada...y podría conseguir llevarme un par de golpes por ello. Con lo que finalmente retrocedo y vuelvo con el grupo.

-Y bien...¿que hacemos?

- Ir directo a las hogueras por el camino no sería prudente, Bartley conoce la zona y puede llevarnos hasta ellas por un camino menos directo que nos permita observar sin ser vistos. La curiosidad no es enemiga de la prudencia. - Susurro.

- Hola Bartley ¿Esperas a alguien?- Pregunto al tiempo que me adelanto sonriente extendiendo la mano para estrechar la suya. Cuando llego hasta el lanzo un vistazo rápido a la puerta de la casucha intentando ver el interior iluminado.

-Sssí- dice, apretando firmemente tu mano con su inmensa manaza, sonríe de oreja a oreja- A los criaos del Señó del...-se lleva la mano a la boca- Nu, nu, nu pueo desí na de na, señó. M'arán cosas malas si digo algo.

Os mira como si lo que estuviese diciendo fuera algo muy importante.

-Ya tardan en vení. ¿Venís a hablar con ellos, toos, tamién?

Gira su cabeza hacia lo alto de la colina, tras soltar tu mano.

¿Y por que debiéramos de escondernos de los oriundos del pueblo mister Rowlandson? le pregunto con tono inquisitivo y lo ojos entrecerrados, mirándole fijamente. Por lo que yo se la única actividad que se está llevando a cabo es una hoguera, lo cual no tiene nada de extraordinario en un pequeño pueblo.  ¿Puede explicarme qué es lo que se supone que sucede en esas hogueras para que sea necesario acercarnos de forma encubierta? ¿O es que al igual que “mister” Flemming usted también acostumbra a actuar al margen de la ley?

- Señor Mallard, ya hemos sido testigos de las explosiones de violencia de la gente de este pueblo y sospecho que ellos están tras la misteriosa desaparición de su hermano. El mismo agente Lombard nos ha recomendado cautela, así que sería una gran imprudencia por nuestra parte meternos en la boca del lobo. No se que ocurre en esas hogueras, pero si se que en el sur cuando el Klan se pone a quemar cruces y linchar negros no son demasiado amables con los curiosos, así que ante la posibilidad de que nos encontremos algo parecido deberíamos actuar en un principio como usted dice "de forma encubierta".

Tras decir esto miro nuevamente a Bartley con una gran sonrisa y la mirada mas sincera que logro poner.

- Vaya!! Los criados del señor...? Si no nos dices de que señor hablas no sabremos si es con ellos con quienes queremos hablar. Además no te harán cosas malas por decirnoslo porque si vamos a hablar con ellos es porque sabemos quienes son y por decirnos algo que ya sabemos no pueden echarte la culpa.

Oh si, unas explosiones de violencia que han demostrado ser una reacción desmesurada ante un grupo de completos desconocidos que entran en el pueblo avasallando a preguntas a todos sus habitantes sin siquiera presentarse. Por no hablar del hecho de que uno de ellos no dude en disipar a las multitudes utilizando un revolver. Está demostrado que los barbaros son ellos y no nosotros.

Me cruzo de brazos a la espera de acontecimientos. Tal y como temía, estos hombres también se creen que por vivir en una gran ciudad son moralmente superiores a unos pobres pueblerinos y están por encima del bien y del mal. Si la situación se mantenía igual, finalmente tendría que actuar, por poco que eso me gustara.

De pronto, en medio del bosque, relativamente cerca de donde os encontráis, escucháis un disparo. El sonido se escucha perfectamente a través del silencioso monte. Alguien acaba de accionar un arma de fuego, y lo peor de todo es que no se encuentra muy lejos de donde estáis vosotros.

-¡Pa mi casa!- os dice Bartley, indicándoos que entréis dentro- ¡Amos, amos! ¡Tan pa vení! Y con esto, vendrán má rápido. ¡A mi casa, amos!

Os indica que entréis en su maloliente cabaña.

Doy un respingo al escuchar el sonido del disparo. Los acontecimientos que se estaban sucediendo escapaban completamente a mi entendimiento y a mi conocimiento sobre el comportamiento humano ¿Acaso era cierto que la más profunda y completa de las locuras se había apoderado de todos los que se hallaban en el pueblo en estos momentos?

¿Puede saberse que está sucediendo? ¡No pienso moverme de aquí hasta que no se me informe de la situación! ¡Exijo una explicación! comento indignado cruzando los brazos.

¿A su casa?

Una nube de incertidumbre se posa en la cabeza de Charlie el cual desde hacia poco tiempo esta disfrutando de un Soleado sentimiento de alivio al creer que parecían haber conseguido encontrar la pista de la búsqueda de su padre llegaba a un punto importante.

-Y...¿Por que deberíamos entrar en su casa? ¿Soy al único que le parece una idea pésima?

Mientras digo esto miro entre inquieto de asustado a Bartley sin saber muy bien la reacción que puede tener por mis palabras.

Me sobresalto al escuchar el disparo llevando instintívamente la mano al bolsillo mientras vigilo la espesura.

Un solo disparo! Tal vez Gordon?

- Quedarse en campo abierto cuando hay disparos si que sería una pésima idea. Sea quien sea el que haya disparado está cerca y como a dicho Bartley vendrán pronto- Dicho esto sigo a Bartley al interior. - Confien en mi. No se queden ahí fuera. Quizá encontremos algunas respuestas.-