Partida Rol por web

- Que no es de fiar lo saben hasta las moscas del lugar, pero se nos ha escapado el pez gordo, pero esperemos que hayan acabado los secuestros de los pobres niños. Ese montón de carne podrida andante no se hace en un momento ¿Ya estaban ahí o los hicisteis para nosotros?. Tenemos que saber quien es el traidor.

Asintió a Caidus; el guardia que se había elevado a la posición de capitán y que, tras morir y resucitar, había acabado hecho pedazos. Como olvidarlo. Empero, el mago le había dado una nueva pregunta, y aprovechó para puntualizar también la de Balthor.

—Mi amigo se refiere a la horda de ghouls que poblaba el pasadizo secreto. De paso, dinos también que es ese tatuaje y que efectos tiene.

Mientras Caidus hacía beber el antídoto al maltrecho arcanista, Agatosh continuó con el interrogatorio. Aunque Zalgrán intentará mostrarse reservado e ignorante, algunas de todas sus preguntas podrían ser respondidas. Por ultimo, no importo el temple o las bravuconerías del corpulento guerrero, los vigilantes inspiraban el suficiente terror como para forzarle a tomarse las cosas en serio y cooperar de buen grado. 

—Los niños eran traídos a través del túnel por un hombre encapuchado. Este mismo, cuando yo terminaba de sangrarlos, aparecía y se llevaba los cadáveres, además de la sangre almacenada— explicó a regañadientes—. Ese túnel conecta directamente con un ala aislada de la catedral de Norul. Fue construido por mi familia hace generaciones, para tener un lugar seguro al que huir en caso de ataque. Y no, no tengo idea de como llegaron esas criaturas a los túneles. Imagino que procederán de los accesos secundarios procedentes de otras familias nobiliarias que se unieron al proyecto. 

» Nalen´Dag es un viejo muy predecible. Sabíamos que intentaría utilizarme para así alejar a mi hermano de la escuela de magia y poder alterar los permisos del Sanctorium. En respuesta nosotros utilizamos a ese bufón para atraeros hasta una trampa y daros una buena tunda— escupió entre dientes tras unos instantes de pausa—. En cuanto al tatuaje me lo hizo una mujer de buen ver, después de hacerme beber de una copa llena de sangre. Tampoco es que me guste, pero es lo que hay.

Instantes después de que Gregory terminara de hablar, el archimago abrió los ojos y con gran pesadez comenzó a levantarse. Sonrió de manera leve al ver a los vigilantes a su alrededor y realizó una inclinación de cabeza a modo de agradecimiento. 

—El otro grupo ha tenido éxito en la desvinculación. Siento de nuevo el control de Arcanum— musitó con voz temblorosa—. Shandal no podrá volver a entrar. He cerrado el transportador que hay en la entrada de la torre. 

» Quizás deberíamos juntarnos con los demás y llevarnos a Zalgrán con nosotros— sugirió poco después—. Además, en mis aposentos tengo distintos remedios para el mal que me acosa. 

A pesar de que el archimago se mostraba con mejor aspecto, lo cierto es que el veneno había hecho estragos en su cuerpo. Su respiración no era tan profunda y liviana como debía ser. Además, sus manos presentaban un temblor casi imperceptible.

Por fin llegaron a su destino no sin dificultades, pero al menos los magos echaron una mano como habían prometido. Una vez en el centro de la torre descubrieron un mecanismo de lo más curioso, como arcanista Cylina estaba completamente fascinada con aquello y sin duda hacía falta una magia increíble para haberlo construido. Mientras contemplaban y manipulaban el volumen dorado, Abelgos expuso en voz alta la misma duda que rondaba su mente ¿como evitar que Shandal lo volviera a cambiar?

—Bueno, parece que lo importante son los libros en sí, no el orden en que están. A veces la mejor forma de engañar a los que usamos magia es de la manera más mundana, podemos simplemente camuflarlo, encontrar un libro aquí si no sabes cuál es puede ser un suplicio—. Obviamente no terminaban de fiarse de que todos los magos que los habían acompañado tuviesen buenas intenciones, así que mientras hablaba de camuflar el libro entre los demás, ella buscaba un lugar donde realmente esconderlo.

—Busquemos donde esconderlo—. Le susurró al odio a Aerin mientras fingía acomodarse en el aire para no perder el equilibrio.

Tras una mirada de complicidad con Vicnan, Ildyra tomó una postura menos agresiva.

-Desde hace varias lunas investigamos la desaparición de gente de la ciudad. En principio mujeres jovenes, de tez blanca y cabello rojo. Entrar en demasiados detalles no es necesario pero... Ildyra continuó explicando por encima, sin dar explicaciones importantes sobre las atolondradas investigaciones de la Hermandad en la ciudad.

-Y por ello, las pistas y pruebas, aunque no definitivas, y los hechos en las otros lugares nos lleva a pensar que a esta ciudad le queda poco tiempo, por lo que debimos arriesgarnos.

-Lamento decir que si no sois vos, hay algo maligno bajo sus narices. Con aquello, terminó su relato, y esperó tensa y alerta, siguiendo la mirada de su compañero hacia la oscuridad.

-Tal vez los aposentos de Hana tengan alguna pista, aunque supusimos que ya habrían limpiado de pistas el lugar.

Sin bajar la guardia, Vicnan asintió.

- Hay magia funcionando en este lugar, seguro para ocultar sus intenciones. Me temo que nuestros actos fueron necesarios -

—Espera un momento, acabemos primero aquí —respondió a Nalen'Dag.

Que el archimago se hubiera recuperado, aunque fuera levemente, y saber que la torre volvía a estar en sus manos (lo que significaba que el otro grupo había tenido éxito) eran todas buenas noticias, que paliaban en parte el fracaso de no haber capturado, o matado, a Shandall; el hechicero seguía siendo un peligro a tener en cuenta, pero tener a Zalgrán prisionero podía llevarle a cometer un error. Si tenían suerte. Si no, bueno, a más tardar tendrían que enfrentarse a él cuando fueran a por el vampiro. Y mientras tanto, el más bruto de los Gregory, a pesar de que ciertamente no era demasiado lo que sabía, aún podía ser de utilidad.

—Esa mujer, ¿podrías describirla? —Miró de reojo a Alya; puede que con que pensara en ella valiera, mientras fuera la psiónica quien se encargara de sonsacarle las cosas. Volvió a enfocar al bárbaro—. Y respecto a los túneles, has mencionado a otras familias nobles. Es la segunda vez que lo haces. ¿Quiénes se han unido al "proyecto"? ¿Y en qué consiste exactamente?

Pues ya con el archimago recuperado lo mejor sería salir de la zona, el jaleo que habían montado era de los buenos. Encima la confesión de Zalgran no era muy alentadora.

- ¡Malditos ricachones depravados! Hay que incendiar este barrio entero.

Encima el otro grupo tuvo éxito en su misión, su debut oficial y le tocaba presentarse como el que no completo los objetivos, no estaba saliendo el día muy bien, estaba deseando darle a Zalgran un montón de puñetazos hasta convertirlo en masa para cocido.

Por suerte el fornido humano se mantuvo firme, no debía quedar como un desobediente rabioso antes sus compañeros.

Miro la biblioteca, buscando algún tipo de códice o algo interesante de la torre. Sobretodo, algún mecanismo de escape adicional. Más que nada, para que Shandal no haga otra visita a la torre... y si lo hace tener localizado otro hueco en sus defensas. 

- ¿Esconderlo? No hace falta, ahora quien controla el acceso es Nalen Dag. Sólo tenemos que salir de aquí, Shandal no debería de poder entrar.

Cuando Ildyra tomó una actitud menos agresiva y comenzó las explicaciones, el hombre se acercó al sacerdote y le ayudó a levantarse. Tras esto se colocó a su lado con la espalda completamente recta, mientras que su mirada danzaba entre ambos vigilantes. 

—Ahora comprendo mejor vuestras palabras y vuestros actos previos— masculló el anciano con voz quebradiza—. Si lo que decís es cierto, el vástago en cuestión debe de estar aprovechándose de mis feligreses aquejados por la pobreza y el hambre. 

» Pobres niños— añadió poco después con gran tristeza. Tras esto miro de manera directa a la joven paladina y pregunto—: ¿De verdad sois de la Hermandad de los Vigilantes?

—Lo son sumo sacerdote— confirmo Ayshel—. Ellos me encontraron en su investigación. Ellos están aquí por mi, ya que desde la puerta de Hana he estado escrutando a los miembros de la orden tratando de encontrar cualquier macula, pero no lo encontré. Solos quedaban usted y sus dos guardias.

En aquel momento Vicnan detectó un efecto sobrenatural activo del guardaespaldas varón. Tras examinar su color e intensidad, determinó que aquel efecto pertenecía a la escuela de abjuración, una vertiente mágica dedicada a la protección y la utilidad.

El éxito del otro grupo era amargo, pero un consuelo para Alya. Al menos, no tendrían que volver con sólo un éxito parcial como botín; y con el Arcanum bajo el control del Archimago, tenían una cabeza de puente más sólida y estable que el contacto en la posada.

- Un lugar tremendamente seguro, sin duda. - dijo con sorna en su rostro la Inquisidora, acercándose a la "conversación" entre el alquimista y el prisionero. - Una manada de necrófagos siempre convierte un refugio en algo mucho más acogedor. - Y su sonrisa tomó un cariz más sádico, dejando claro que ella veía otra posibilidad. - Aunque normalmente la gente de esa calaña los utiliza para labores de limpieza. - Incluso alguien tan obtuso y bruto como Zalgrán debería darse cuenta que poner semejante emboscada en los túneles de huida de "aliados" era un seguro para asegurarse eliminar cualquier cabo suelto más que una medida anti-intrusos.

- Por favor, no seas parco en detalles. - añadió a la petición de Agatosh sobre que describiera a la mujer de buen ver. - Dada tu reputación, me extrañaría que no hicieras un examen detallado.

No entiendo eso muy bien, es decir, si nosotros hemos podido con nuestras argucias... ¿Como no iba a poder él? Ya lo hizo cuando se le tendió la trampa a  Nalen Dag. 

Pero bueno, vosotras sois las que las que entendéis de magia. -Tras un encogimiento de hombros me dispuse a salir hasta que me dí cuenta de que no conocía para nada la torre.

-¿La salida?

Mhun, quien había ayudado a ambas brujas en la búsqueda del corazón del sanctorium, se acercó a los demás cuando las dudas comenzaron a sacudir al grupo. De nuevo, con su característica voz aguda, rompió el silencio. 

—Ahora mismo nadie puede entrar o salir de la torre sin el consentimiento de Nalen´dag. A pesar de ello, tal y como dice vuestro compañero, él podría aprovechar la falla que encontramos y entrar aquí. Después de todo él aún tiene la llave— explicó el pequeño roedor—. Sin embargo, conociendo como conozco al archimago, este no permitirá que nadie de confianza salga o entre a la escuela por el momento. 

» ¿Nos marchamos ya?— preguntó con cierta sorpresa—. Veo que no podéis estaros quietos, ¿eh? Bueno, si así lo deseáis, seguidme. 

Tras pronunciar aquellas palabras, cerraron la puerta del sanctorium y se despidieron de los arcanistas, los cuales habían comenzando a marcharse. En silencio y guiados por Mhun, el grupo de Vigilantes ascendió de nuevo la escalera, se adentraron en una de las plantas y cruzaron un pasillo hasta llegar un arco de medio punto cubierto por una bruma violácea.  

Cuando intentaron atravesar el umbral del portal, este les empujó hacia afuera con una fuerza invisible y delicada. ¿El archimago no quería que se marcharan? ¿Por qué?

No podían atravesar el portal, en la parte mas retorcida de la mente del semidrow se formó una idea, terrible como pocas. Temió haber sido utilizado, que Nalen Dag fuese uno de los malos y que hubiesen pasado algo por alto que así lo confirmase. Acalló esa voz a pesar de que ya se le había hecho un nudo en el estómago. Buscó otras ideas menos drámaticas pero ninguna buena le venía a la mente.

Miró a sus compañeras y al ratón con gesto de no entender nada. Acto seguido se hizo a un lado para que los tres pensaran en como romper aquella barrera, la forma de salir de aquí o dilucidar por que no debían salir aún de la torre mientras el pensaba en solitario como saldría de ese lugar si estuviese solo.

Tiene que haber una salida de emergencia, un portal secreto, un pasadizo oculto. El señor de ninguna torre puede dejar que las cuatro paredes sean su tumba. 

Vicnan levantó una ceja mirando al guardia...

Con el ambiente ya mas calmado Ildyra se relajo un poco mas.

La recuperación del Arcanum era una noticia excelente y un golpe para sus enemigos. Además, ellos habían capturado a Zalgrán, pese a la trampa y la huida de Shandal, con lo que ello significaba. 

—Zalgrán, te han utilizado y engañado y no te das cuenta. Te dejas tatuar por una mujer desconocida un símbolo que quizás te vincule con ese vampiro, y sin saber las intenciones de ese vampiro y el poder que puede ejercer sobre ti. También has confiado en que esos necrófagos vencieran, pero si lo hubieran hecho, ¿cómo sabes que después no te hubieran matado a ti? Además, ¿sabes si tu hermano sabía todo esto? No me extrañaría que el vampiro lo esté utilizando también para sus propios intereses, y sin la torre arcana bajo su control dudo que lo necesite con vida.— Eso, pensando que tu hermano no sea consciente de cómo os utilizan, claro—Su vida puede depender de que nos ayudes a nosotros, Zalgrán. Este juego esta en marcha y no parará hasta que el vampiro sea derrotado.

Que Zalgrán cambiara de bando lo veía improbable, pero si podía facilitarles el trabajo dando la información más completa y rápidamente, sería más fácil que Shandal se alejara del vampiro.

Al intentar cruzar aquel umbral Cylina sintió como era repelida por este, extrañada miró a sus compañeros que parecían estar en la misma situación y seguidamente miró al familiar buscando respuestas.

—¿Qué significa esto, acaso no hemos cumplido ya con nuestra parte?—. Realmente no esperaba una respuesta directa, puesto que si el ratón hubiera sabido que no podían salir no les habría llevado hasta allí, salvo que fuese una trampa. Pero si no era una trampa a lo mejor tenía alguna idea de que estaba pasando.

Conforme el interrogatorio iba pasando y los ánimos se iban enfriando ante la cooperación del preso, Zalgrán comenzó a relajarse, mostrando de nuevo aquello arrogante en algunos momentos de su discurso. 

—Pues no sé. Una mujer de piel como la leche, ojos claros, pelirroja y con un buen par de melones— mientras pronunciaba aquello su mirada se desvió de manera descarada hacia el pecho de Alya, tras lo cual la miró directamente a los ojos—. Tú tampoco estás nada mal preciosa. 

» El proyecto consistía en crear esos túneles, para que las familias nobles pudieran refugiarse en la catedral sin correr como pollos sin cabeza— respondió de manera despectiva—. Solo dije que no se como llegaron allí abajo los necrófagos. Por la entrada de los Grigory al menos no. 

Cuando Caidus habló y expuso sus ideas, el corpulento caballero se irguió orgulloso. Sin duda aquellas palabras había quebrado parcialmente su fé hacia su hermano y el chupasangres; sin embargo ninguna palabra salió de sus labios. Sería un borracho, ordinario y cabronazo, pero no se podía negar su inquebrantable lealtad.

Asintió; poco más iban a poder sacar de Zalgrán, al menos allí, no mediante una conversación. Si querían quebrarle, tendría que ser de otro modo, o bien más sutil, destruyendo lentamente su lealtad hacia su hermano y el vampiro, o mediante una tortura prolongada. Tanto una cosa como la otra, tendría que llevarse a cabo en un sitio más seguro.

—Es hora de ir a la Torre, archimago. Llévanos. Nos reuniremos con el otro grupo y planearemos el siguiente paso juntos, aquí hemos acabado.