Partida Rol por web

- Me alegro que mi robo, hubiera echo sonreir a alguien como tu, Kay, la verdad...si era como esto, o como yo creci, te compadezco. Yo creci en un horfanato..con monjas y todo eso....una putada la verdad...

Sigue fumando, viendo que a gente de alli le molestaba el humo. Le importaba mas bien poco.

- Parece que tu padre era un señor estricto no? o quizas pasaba rdirectamente de ti? no quiero ofender con mis preguntas Kay, solo conocerte un poco mejor. Mi "padre adoptivo" el unicoq ue consiguio aguantarme, era un ex militar asqueroso, seguia a rajatabla las normas, y parecia un puto cuartel militar la casa.

Vuelve a mirar a Kay. Hablando en sususrros, una conversacion "privada" entre ellos dos.

La verdad era que aunque estaba allí encerrada y odiaba tener que esperar al menos Alex se las apañaba para tenerme entretenida. Al menos, ya tenía con quién hablar de algo que no fuera de lo puta que es la vida, así que de lo malo malo suponía que no estaba ni tan mal.

- Ya he escuchado esta canción, es un temazo! - Dije sin hacer mucho caso de lo que hacía el resto.

Eso sí, volví a levantar la cabeza para ver como entraba otro muchacho, pero con tanta gente como había ya allí dentro, la verdad es que no tenía que ser fácil entrar por aquella puerta de nuevo.

- ¿ Crees que nos joderán mucho en este sitio? ¿ Has estado alguna vez en un reformatorio?

A pesar de todo, había cosas que seguían preocupándome un poco.

Sonrio a Erika, y me encanta que le guste el tema. Entra otro chico, y gira la cabeza para mirarlo, cosa que la pone muy cerca mia, y me obliga a girarla tambien para observar...

Luego me hace saber su preocupación...

-No sé, pero no te preocupes, yo te protegeré, aunque sé que sabes protegerte a tí misma muy bien...- La digo guiñandola un ojo por su historia, y lo remato con una dulce sonrisa.

Sin duda me acababa de salir una especie de caballero andante o algo así y me giré para observarlo mientras negaba con la cabeza.

- No necesito alguien que me proteja. Llevo casi 17 años buscándome la vida sola..

No me gustaba la idea de tener que depender de nadie, ya que nunca lo había hecho, pero sabía que las palabras del muchacho no iban a malas, sino que lo que trataba de decirme era que no estaba sola ahí dentro. Suspiré después de haber abierto mi bocaza antes de tiempo, como siempre y luego simplemente se lo agradecí.

- Gracias Alex. Si necesitas que le parta las piernas a alguien de tu parte me lo dices.. aunque soy especialista en hacer que los tíos se agarren sus pelotas.. - Recordé la patada que le había metido a aquel gilipollas esa misma mañana en la casa de acogida.

No se... Quizas, la verdad no lo había escuchado nunca. Pero no suena mal. Digo encogiéndome de hombros. Miro a la ventana cuando propone que nos acerquemos. Uff. Hace frio, pero bah, ya tengo la chaqueta puesta... Por mi vale, pero, ¿no tendrás frío? Le digo mirando lo que lleva puesto. Además, allí no hay sillas, tendremos que sentarnos en el suelo.

No debería estar aquí... No debería estar aquí... No levanté la mirada, me repetía continuamente que ese no era mi lugar... Yo no era como ellos.

Escuchaba sus conversaciones, había estado mucho tiempo rodeada de gente de esa calaña. Y aquí me encontraba...  Otra vez rodeada de ellos. Recordé a mi madre, siempre había tenido una sonrisa para todo el mundo. Estuvo muchos años trabajando en un centro psiquiátrico, cuidando a pobres enfermos mentales. Ella siempre había compadecido a esas personas por estar encerradas como pájaros en su jaula. Y aquí estaba yo... Encerrada. ¿A quién le importaba?

Suspiré profundamente y me llevé las manos a los oídos... No quería escuchar nada. Quería desaparecer...

Escuchando con atención pregunto un poco. ¿hace cuanto están en esta ratonera?.  Miro a las personas que estan ahi. Y estre otras, soy David.

Me siento al lado de una muchacha  (Laia), la chica que como yo parece sentirse fuera de lugar.

Mira a Leo, interesada con su historia.
Era raro en ella, que se interesase por algo que no fuera la literatura, su hermana o formas de "destruir".

-Vaya... Un orfanato... No puedo imaginar cómo se pasa en un sitio así... En ese sentido, pude disfrutar de un hogar desde que nací, no debería quejarme, pero... Bueno... Digamos que de pequeña me esforzaba por hacer lo que él decía, y cómo lo quería... No es un ex-militar ni mucho menos, en ese aspecto, lo tuyo quizás fue peor... Pero.. Mi padre... Sólo creía que estaba bien lo que hacía mi hermana... Y si yo la superaba en algo... Bueno... Era estúpido, pero, me reprendía por salirme de "mi lugar"... Sinceramente, nunca supe qué quería de mí, y yo... Yo... Bueno... Yo quería que me reconociese algo... Pero jamás lo hizo.. Quizás por eso mismo empecé a dejar todo de lado y a seguir un camino no muy bueno... Pero, ni aún así logré que me dijera algo... Sólo se limitó a cerrar los ojos...

Le mira, tras haber bajado aún más el tono en la última frase:

-Quizás yo sólo sea una niña caprichosa que se dedica a jugar con su vida... Creo que tu historia es mil veces más interesante que la mía...

No pudo evitar mirar a los dos que hablaban de música... parecían llevarse bien, quizás se conocían de otra ocasión, y sino... bueno, seguramente era bueno hacer amigos en este lugar, así no estarían solos, como parecía que iban a estar en un principio.

No me importa - le respondió a Iván, sonriendo y levantándose para dirigirse a la ventana. 

No le importaba que hiciera frío, de hecho, agradecería el frío que le llenara los pulmones y se llevara aquella peste. 

Pero no se sentó, solo miró por la ventana el bello paisaje que tenían delante... por un momento ella también pensó que tardaban mucho, pero quién sabe, quizás los estaban observando y no lo sabían.

- No lo creo, ademas dejemos algo de conversacion y secretismo para mas adelante, no me gustaria que te aburrieras de mi tan pronto, Kay, me gsuta habalr contigo, la verdad que nunca habia sido tan abierto con nadie...

O casi nadie

Sus palabras eran bajas, para que solo Kay le escuchase, su ronca voz y su sonrisa, le hacian un chico muy atractivo, a la vez que interesante.

- Quien sabe Kay, quizas esto sea el principio de una gran amistad...o al menos pasaremos este año conociendo a alguien, del cual tenemos tanto en comun.

Le sonrie. Estaba mucho mas calmado que al principio de entrar.

Dale que forma de ignorarlo a uno, da igual.  Escucho musica en mi Mp3.

Oye niña. Me dirijo a la callada ¿y tu porqué estas acá?

Escucho como Erika enseguida salta a la defensiva y enarco una ceja, pero por eso la he dicho que ella se sabe defender bien....

Luego suspira y me lo agradece, pues me parece que ha entendido porque se lo he dicho...

Sonrio... -Vale, trato hecho. Yo pego a los tios y tú a las tias... Nos compenetramos genial, a que si?- Digo guiñandola un ojo en un tono gracioso. La verdad esque soy incapaz de pegar a una tia, asi que Erika me biene de puta madre...

-Sábes? como todo en esta vida hay una estrategia de supervivencia aqui dentro. Me preguntaste y te cuento. Si, he estado en algún reformatorio antes, no mucho, solo por delitos menores... Vandalismo, violencia contra la propiedad pública, etc,... Me he movido por centros sociales, casas okupas y tal... He hecho mucha lucha social y me he enfrentado varias veces a la policia; también he estado en manifas y me he pegado contra skinetos, fachas y hasta contra la misma policia. El caso esque si te he dicho eso, es porque es verdad; y porque juntos no nos tocarán la moral aqui, y que puedes contar conmigo como apoyo y para lo que sea...- La digo bastante más serio, pero sin perder mi sincera sonrisa y la mirada de sus ojos...

Miro a Xènia encogiendome de hombros. Me levanto dirigiéndome junto a ella hasta la ventana. Vuelvo a observar el exterior. Ya ha pasado rato desde la última vez que lo hice, y todavía seguimos aquí. Me paso la mano por el pelo, en un gesto nervioso.

Tia, llevamos rato aquí y no dicen nada... Voy a ver si consigo que el gorila de la puerta me diga algo. Digo mirando a Xènia, esperando ver cual es su reacción.

Las palabras de Alex me dejaron con la boca abierta. Yo era una " broncas " vale, y quizás un poco bruta a parte de un poco... no sabía como definirme, quizás impulsiva y con demasiado caracter, pero este chico no es que me pareciera uno de esos que tuviera un " curriculum " como el de él.

- Si te hubiera escuchado la asistenta decir todo eso seguro que me diría que me alejara de ti lo máximo que pudiera, que eres una mala influencia, pero creo que me has convencido y me voy a quedar.. - Reí por mi ocurrencia, ya que a pesar de todo lo que me había soltado, me inspiraba confianza cuando me hablaba y me hacía sentir más segura de mí misma.

Se giró hacia Iván y miró hacia la puerta, por un acto reflejo lo cogió de la chaqueta, pero solo un momento antes de sonrojarse, cosa que no se notó debido al moreno de su piel, y soltarlo. 

Es solo que... bueno, no creo que te digan nada, y quizás te pone en la lista de "graciosillos" o "metomentodos"... quizás nos están vigilando desde alguna parte y no lo sabemos - comentó diciendo sus pensamientos en voz alta... quizás quedaba muy paranoico, pero en la mente de Xènia no le parecía tan raro. 

Dirigió la mirada de nuevo hacia la puerta y con una sonrisa nerviosa volvió a mirar a Iván. 

¿Tú por qué estás aquí? - no pudo evitar preguntarlo en un tono más bajo, pensaba que los demás no tenían porque enterarse de las "penas" de cada uno. 

El director, tras la elocuencia del joven Escobar miró nuevamente a don Francisco. Enarcó una ceja y un gruñido de secreta satisfacción salió de su garganta.

No hacían falta palabras, allí se estaba viendo claramente como los jóvenes se jactaban de sus actos vandálicos. Allí lo que hacía falta era mano dura. Y claro que la iban a tener.

Volvió nuevamente su atención a lo que ocurría tras el espejo.

Kay dedica otra de sus medias sonrisas a Leo:

-Cierto... Estaría bien dejar "algo para luego"...

Escucha lo que dice de que nunca había sido tan abierto con nadie, y no puede evitar pensar en su situación.

-Bueno... Yo tampoco suelo hablar mucho... La mayoría de las personas me parecen planas y sin un ápice de interés... Pero... Igual porque me recuerdas un poco a mi personaje favorito o... Porque has captado mi frecuencia de onda adecuada..-sonríe divertida ante la manera de expresarlo-...Creo que tampoco me desagrada hablar contigo... Es... Curioso...

En cuanto a las últimas palabras del chico, Kay sólo señala:

-Quién sabe lo que nos depara el futuro... Igual mañana descubrimos que ya no podemos vernos ni la cara y... Nos ponemos a luchar por nuestra supervivencia... O... Por tu zippo, a ver quién se lo queda...-Le mira a los ojos, casi con picardía, mientras sonríe. Por supuesto, no pensaba sus últimas frases en serio...

Me sorprende la reacción de Xènia. Me ha cogido la chaqueta, aunque después, al darse cuenta de su reacción la ha soltado. Sonrío abiertamente. Supongo que tienes razón, mejor me estoy quietecito... Le guiño el ojo. Miro a mi alrededor. ¿Y si es verdad, y nos están observando? Uff.... Que mal rollo. Meto las manos en los bolsillos del pantalón. La miro dócilmente.

Bueno, yo... Tan solo le di su merecido a un tío... ¿Y tú?... ¿Por qué estás aquí? Le pregunto sonriendo nuevamente.

Soy un hueso duro de roer Kay, quizas es posible que mañana no podamos ni vernos, pero mi Zippo se queda conmigo

Le dice guiñandole un ojo siguiendole el juego a la joven.

- Pero intentaremos que no sea asi, de acuerdo?

Apaga el cigarrillo con uan de sus enormes botas.

Xènia lo miró un poco curiosa, "un merecido a un tío"... eso sonaba a algo muy complejo, ya que podía abarcar muchas cosas, empezando por qué se lo merecía y terminando en qué consistía este "merecido". Pero mejor no pensar en ello, quizás cuando él le quisiera dar más detalles, ya lo haría... no lo iba a juzgar solo por "eso", aunque sería bastante acertado. 

Soy "Hacker" - respondió mirando de nuevo por la ventana - Nos pillaron intentando meter un virus que habíamos creado unos amigos y yo al Pentágono... y bueno, de aquí tiraron un poco y descubrieron que habíamos estafado bastante dinero al estado... - explicó a grandes rasgos, aunque era eso lo que había pasado, de hecho, el único detalle "olvidado" era la cantidad de dinero.

Se encogió de hombros. Quizás era la única que estaba allí por medios que no fuera la violencia... pero eso no lo sabía.