Partida Rol por web

Las Sombras de la Mente

Capítulo I: Asesinato en Surrey Docks

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13/11/2018, 04:29
Doctor Jekyll

El doctor Jekyll trató de atender a todo al mismo tiempo sin demasiado éxito. Entendió con un segundo de retraso a qué se refería el grandullón con su pregunta sobre lo de los perros y ya llegó tarde a los siguientes comentarios. Al ver que una vez más había perdido respiró secretamente aliviado y forzó una sonrisa mientras todos reían. Sin embargo, se sintió un poco fuera de lugar cuando el ganador de aquella mano empezó a cantar.

Eso no fue lo que peor. Henry Jekyll sintió algo revolverse en su interior al ver cómo el tipo tomaba por la cintura a Adler. Y de verdad quiso hacer algo, pero se sabía tan impotente, tan incapaz, que estaba convencido de que cualquier intento por defenderse a sí mismo o a la mujer sería infructuoso. Notó el sudor frío en sus sienes, y cuando iba a apartar la mirada un susurro le hizo mantenerla fija sobre el tipo. Su expresión se volvió ligeramente diferente, hasta el punto de formar una sonrisa desafiante.

—Pues como uses la lengua para todo tan bien como para hablar, va a disfrutar de lo lindo —dijo con un tono claramente cínico y sarcástico... Antes de palidecer por completo al darse cuenta de lo que acababa de hacer. En ese momento miró a Adler, sin saber si debía disculparse con el hombre, si sería mejor pedir ayuda o directamente intentar pagar porque les dejaran en paz con lo que le quedaba encima.

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15/11/2018, 23:02
Mina Harker

Las dos mujeres procedieron a ocultarse de la vista cuando el marino salio para obedecer la comanda de Mina. Esta según parecía había surtido efecto y el marino, aunque poco elocuente, había alcanzado a confundir a los recién llegados pero quizá con demasiada efectividad. El jaleo que provenía de abajo no auguraba nada bueno para las mujeres, los muelles podrían estar desiertos a esas horas pero con semejante alboroto pronto terminarían por despertar a todo el navío, si que había alguien más allí.

-será mejor que salgamos de aquí cuanto antes – susurró saliendo al encuentro de Marian, barriendo a su alrededor en busca de algo que le sirviera para ocultar y portar los documentos*

El aura siniestra que había acompañado a Mina desde que habían subido a bordo no terminaba de abandonarla pero al dirigirse de nuevo a su compañera parecía haberse reducido lo suficiente para no desear alejarse de ella.

-si nos viera alguien deberíamos volver a la cuartada original y decir que el francés nos invito a subir para...pasarlo bien – añadió con cierto desagrado de solo pensarlo -será mejor que actuemos cuanto antes y salgamos de aquí para buscar a los demás

Dicho lo cuál, Mina se asomo al umbral de la puerta con extrema cautela y se asomo para comprobar que el camino estuviera despejado y salir de allí.

Notas de juego

*No es que ponga mucho empeño, si no ve nada adecuado los llevara tal cuál. Salvo que Marian tenga otra cosa en mente y tengamos tiempo para hacerlo.

Por lo demás salvo que Marian quiera decir o proponer o hacer otra cosa, Mina saldra y pondra rumbo a fuera con cautela y parandose en casa rincón a comprobar que no haya nada, más por darle tiempo a Marian que por precaución.

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15/11/2018, 23:56
Marian Halcombe

Marian asintió al plan de Mina, añadiendo una rápida plegaria silenciosa a cualquiera que estuviera escuchando. Aunque sospechaba que la divinidad no sentía mucho afecto por los miembros de su pequeño grupo.

Cuando Mina había mandado al hombre a hacer de señuelo, había tenido esperanzas en que apartara la atención de los hombres que venían de ellas, lo suficiente para poder escapar. Pero no había contado con que haría tan bien su cometido que atraería al resto de la tripulación del barco. Necesitaban escapar antes de que eso ocurriera.

Poniéndose detrás de Mina, intentó seguirla lo más silenciosa y rápidamente posible, casi conteniendo la respiración cuando Mina se asomó por la puerta, sin saber qué era lo que iban a encontrar al otro lado.

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16/11/2018, 02:36
Irene Adler

Un leve encogimiento de hombros con cara de circunstancias fue toda la respuesta que Irene dio en un primer momento a la protesta del español por la marcha que había anunciado en voz alta. Después prestó atención al juego, vigilando con una sonrisa que el doctor no se alzase en cabeza mientras pensaba en mil cosas a la vez. 

El nuevo intento de propasarse del rubio no la pilló desprevenida y cuando él trató de acercarla a él Irene aprovechó ese movimiento para librarse de su brazo con desenvoltura. Alzó una ceja y parecía estar a punto de reñir de nuevo al caballero como si fuese un niño de pecho demasiado travieso cuando Jekyll habló. 

Por un momento lo contempló en silencio, sencillamente desconcertada. Ni siquiera sabía si le impresionaba más el tono que había usado el apocado doctor, o si eran sus palabras, ácidas y cínicas, las que la habían dejado a ella muda. Pero como fuese, supo que alguien debía reaccionar de inmediato, antes de que los ánimos pudieran caldearse por esa intervención. Así que tras ese primer instante de estupor, Irene liberó una risa argentina, como si aquello fuese poco más que un chiste. Y lo cierto era que en su fuero interno la mujer se sentía complacida y divertida por comprobar que al final el doctor sí que tenía algo de sangre en las venas. 

—Oh, Henry, es usted tan gracioso —dijo, palmeando su hombro para después volver a poner su mirada en la mesa, como si nada hubiera pasado, intentando que los hombres se centrasen en el juego y no en su acompañante—. ¿Y bien? ¿A quién le toca? 

- Tiradas (1)
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17/11/2018, 04:05
Narración

Durante unos instantes, un tenso silencio sacudió a la mesa. La mirada de Fernando se centró en el doctor y aunque había un lenguaje de distancia, estaba claro que al español no le había gustado nada la expresión. Las miradas se cruzaron y la mesa quedó en un incómodo silencio.

Irene interviene, rápidamente recordándole a todos del juego, y el inglés parece respaldarla, mientras dice algunas palabras en español. Fernando se sienta, no sin antes lanzarle otra mirada gélida a Jekyll. Se sientan y comienza otra ronda de apuestas. La fortuna (o más bien, la ausencia de la misma) parece sonreirle al doctor, pues es el primero en ser eliminado. Diego le da un par de palmadas en la espalda, al tiempo que dice "mala suerte", mientras que Fernando le dedica un resoplido burlón. Los demás parecen indiferentes o están demasiado enfrascados en el juego como para importarles que el recién llegado sea el primero en salir del mismo.

-Mejor estar con alguien con suerte- le dice Fernando sugestivamente a Irene, mirando de reojo a Jekyll todavía, con un gesto malicioso que parecía deletrear problemas a todas luces.

- Tiradas (7)
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17/11/2018, 04:19
Narración

Desde que declaraste tus intenciones de partir, los "Jacks" han estado intercambiando miradas de reojo entre sí. El delgaducho ha mirado en varias ocasiones hacia vuestra dirección y hacia atrás, hacia el barista. Y el desafortunado comentario de Jekyll no ha pasado para nada desapercibida. Pudiste percibir que el otro británico de la mesa parecía estar alerta y ahora que el doctor había quedado eliminado, sigue observandoos con más atención que antes.

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17/11/2018, 04:21
Narración

Desde que Irene declaró sus intenciones de partir, los "Jacks" han estado intercambiando miradas de reojo entre sí. El delgaducho ha mirado en varias ocasiones hacia vuestra dirección y hacia atrás, hacia el barista. Y tu comentario en respuesta a Fernando no ha pasado para nada desapercibido. Pudiste percibir que el otro británico de la mesa parecía estar alerta y ahora que has quedado eliminado del juego, sigue observandoos con más atención que antes.

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17/11/2018, 04:24
Narración

Marian esconde entre su vestido los documentos rápidamente. Una mirada rápida y al amparo de las sombras, nadie notaría que llevase allí nada en particular. Serviría por el momento, pero definitivamente no era ese vuestro mayor problema. Es la misma Mina quien decide tomar la iniciativa y acercarse hacia la puerta.

Las escaleras abajo se veían libres, pero todavía había voces que se escuchaban desde el exterior, en la cubierta, a través de la puerta abierta de par en par. Al menos los hombres no están allí adentro, pero nada aseguraba que pudiéseis escabulliros sin que nadie lo notase. Aunque con la oscuridad de abajo y con algo de suerte, quizás fuese posible escapar por la pasarela y de vuelta a los muelles. Suponiendo que no hubiesen más hombres cerca al barco.

Un par de expresiones, con cara de insultos, se intercambiaron abajos. Lo que estuviese haciendo vuestro volátil y extraño aliado, probablemente tampoco pudiese distraer demasiado tiempo a los dos hombres. Y las probabilidades descienden si alguien más se suma a la refriega. Es una situación desesperada, y las soluciones son escasas, pero era ahora o nunca, cada instante era valioso; y ambas mujeres empezaban a darse cuenta que estaba en riesgo algo más que el beneplácito de la corona.

Notas de juego

Entiendo que estáis en lo alto de la escalera todavía, y habéis salido a la puerta del puente de mando. Corregidme si me equivoco. 

Estoy además en el deber de recordaros que aunque os habéis escondido, no os habéis tomado la molestia de apagar la lámpara de gas.

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21/11/2018, 22:23
Marian Halcombe

Dándose cuenta de que la lámpara encendida las delataba, Marian dejó que Mina se adelantase mientras ella volvia a apagarla. Se apresuró hasta la luz de una lámpara que ni siquiera permitía leer con comodidad, pero que en la oscuridad de la noche era como un faro que alertaba de su presencia, y una eternidad después (aunque probablemente no fueran en realidad más que unos momentos de retraso) volvió a encaminarse hacia Mina ya entre la oscuridad. Una oscuridad que resultaba reconfortante, a pesar de que la protección que le proporcionaba fuese poco más que ilusoria.

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22/11/2018, 01:52
Irene Adler

Tras la sonrisa despreocupada que lucía en sus labios, lo cierto era que Irene estaba empezando a tensarse un poco. Estaba segura de que iban a salir de allí de una manera o de otra, claro, pero comenzaba a pensar que no iba a ser un movimiento tan limpio como le habría gustado. 

Quizá otra noche —respondió al español, con un tono que hacía parecer que eso era posible y no sólo una excusa y un ligero encogimiento de hombros—. Hoy tengo debilidad por los perdedores. 

Puso su mano sobre el hombro del doctor con esas palabras, dejando claro que hablaba de él. Sus ojos vivaces parecían estar atentos al juego, pero por el rabillo iba captando miradas y movimientos que no le estaban gustando en absoluto. Apretó los dedos sobre Jekyll, esperando que él captase su inquietud con ese gesto, pero después de haber visto su incapacidad social no tenía demasiada esperanza de que lo hiciese en realidad. 

Viendo que el doctor ya había sido eliminado Irene lo miró con cierta lástima. 

—Ay, Henry. Ya no le queda nada más que apostar, ¿no es así? Veamos quién gana esta mano y lléveme a casa.

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22/11/2018, 23:38
Mina Harker

Imbuida por ese sentimiento ominoso que las habilidades que su creador le había traspasado en su sangre, por las que se condenaba y aborrecía a si misma cuando hacía uso de ellas, comenzó su silencioso descenso por las escalera en penumbra. Sintiendo a su espalda como le llegaba el sonido de las ropas de Marian al regresar sigilosamente al interior, sin comprender cuál era su propósito, hasta que, según avanzaba peldaño a peldaño, la lumbre de la lampara de gas se consumió cediendo a la oscuridad.

No le dio importancia, su preocupación era llegar abajo sin ser detectada y poder ver discretamente desde su refugió que estaba sucediendo, solo así sabría como proceder para poder sacar a Marian de allí sin un rasguño. Ella podía apañárselas tranquilamente con los marinos, pensamiento que a ella misma le sorprendió.

Notas de juego

Por si queda duda, Mina sale al pasillo y comienza a descender las escaleras sin esperar a Marian. No hay muchos sitios a donde ir y prefiere tomar la ventaja por si acaso tiene que idicarle que retroceda y se esconda.

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24/11/2018, 04:22
Doctor Jekyll

En cuanto Henry Jekyll se dio cuenta de lo que acababa de decir literalmente palideció. Su piel se tornó más blanca y sintió una mezcla de miedo y preocupación que trató de no demostrar... Pero que sin duda influyó en cómo jugó después. Probablemente el resultado habría sido el mismo de otro modo —después de todo no era muy bueno con eso de los dados—, pero su mirada se tiñó de una especie de urgencia que antes no poseía. Se obligó a sonreír levemente cuando ella habló de él de ese modo mientras de vez en cuando miraba al tal Fernando, esperando que no les diera problemas. Si hubiera sido practicante, probablemente habría rezado en silencio.

Al notar cómo Adler le apretaba el hombro miró alrededor, dudando sobre qué hacer. El doctor no era el hombre más decidido del mundo, por lo que dudó durante varios segundos sobre qué era lo que debía hacer a continuación. Se sintió tentado de intentar distraer a todos, de sumergirlos más en el juego y tratar de ganarse un poco el valor del tal Fernando apostando precisamente a que sería él quien ganase... Cuando se dio cuenta de eso iría en contra de lo que Adler acababa de decir. No iba a cometer el mismo error dos veces en menos de treinta minutos. Así que se limitó a asentir.

—Sí, yo... —Se encogió de hombros con incomodidad—. Lo siento, pero no me queda nada. Supongo que podemos hacer eso e irnos después.

Hasta ahí sólo seguía a la mujer. No perdía de vista, sin embargo, que si se iban sin más estarían peor que como habían llegado, teniendo en cuenta que se irían sin ningún marino y con menos dinero y alguna enemistad. Sin ver muy bien cómo plantear aquello de una forma más o menos discreta decidió hacer su intento.

—Diego, ¿podría acompañarnos? Así aprovechamos para explicar lo del trabajo...

Se arrepintió de inmediato de estar tomando la iniciativa, de estar llamando más la atención. Pero, bien mirado, si en algún momento intentaban darles algunos golpes quizá la promesa de un lucrativo trabajo sirviese para que el tal Diego los defendiera. Desde luego el doctor Jekyll prefería evitar todo tipo de situaciones violentas... Más por el bien de los demás que por el propio.

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25/11/2018, 11:00
Mina Harker
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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25/11/2018, 19:52
Narración

Oscura y amparada por las tinieblas, la silueta de Mina se desvanece escaleras abajo, como si su cuerpo se hubiera transformado en la negrura misma, en una niebla amorfa que sólo es delatada por la delicadeza de sus pasos y la certeza, la muy humana certeza mezclada con esperanza de Marian, de que todavía estuviese allí.

Con la escasa luz que venía del exterior, la forma de su cuerpo envuelto en su vestido se delataban, observando sigilosamente desde la puerta. Los sonidos parecían cambiar lentamente de intensidad, pero al igual que la calma antes de la tormenta, todo aquello sólo parecía augurar más dificultades. ¿Cuánto le tomaría al resto de la tripulación, si es que había, subir a verificar lo que estaba sucediendo? ¿Creerían cualquier excusa que pudiéseis inventar? y lo más importante... ¿les importaría? aquel barco parecía guardar sus propios secretos y de una forma u otra parecíais estar en medio de ellos.

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25/11/2018, 22:07
Narración

Afuera, con la ausencia de luz, era difícil saber lo que sucedía. Pero a medida que te ibas acostumbrando a la oscuridad nuevamente, notas que los sonidos parecen más atenuados. Los dos hombres dicen cosas que no entiendes, en francés, con un tono más tranquilo. El otro no responde, o al menos no crees reconocer su voz, gruñendo de alguna manera. Están los tres muy juntos, a algunos metros de la puerta, sobre una de las barandas del barco. Si tuvieses que asumir, era como si estuviesen forcejeando por algo.

Algunos pasos más se escuchan, pero no sabes si vienen de ellos o de otro lugar. Los ecos son más bien metálicos, y la cadencia es demasiado rápida como para achacarla a ellos, si estaban allí. Por otro lado, estaba todo a oscuras y quizás con el amparo de las sombras pudiesen escabullirse... si las suerte les sonreía y no tenían que esquivar a más que aquellos tres.

Notas de juego

A efectos de juego, intentar escapar tiene un +2 a la tirada por estar a oscuras. 

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25/11/2018, 22:12
Narración

La tensión aumenta. La ronda sigue, pero Fernando, como un predador herido en su orgullo, no quita la mirada de Irene. Diego, por su parte, parece más tranquilo. Pero algunas miradas se han intercambiado de todos lados y repentinamente la escena parece haberse vuelto el centro de atención.

-Ah, pero yo pagar mejor- dice Fernando finalmente sonriendo. -Lo que el pago, yo más- explica en su español, y sonriendo mostrando todos sus dientes. Su mandíbula parece apretarse. Le envía una mirada de desdén a Henry y justamente parece que toda la partida se ha detenido repentinamente. -Nos divertimos más- dice finalmente. El resto de marinos españoles sonríe como si estuviesen recordando un viejo chiste. El único que se mantiene imperturbable y os observa en total mutismo es el inglés delgado. 

Diego replica. -Quiero acabar partida- dice en voz baja. Le quedaban apenas 3 dados, pero todavía tenía posibilidades. Se encoje de hombros. -Si esperan, ok por mí- explica. Pero él también parecía estar algo cohibido y Fernando se había puesto en pie. -Vamos señorita. Le mostraré qué es España- dice el rubio pronunciando el nombre del país en castellano, y de nuevo intenta atraer a Irene tomándola por la cintura con fuerza. El turco aprovecha para bajarse hasta el fondo su licor, los otros parecen a la expectativa, y ahora el barista, Jack, clava su mirada en vosotros.

Notas de juego

De acuerdo a cómo queráis desactivar este pequeño entuerto, tendréis que tirar, claro está.

Mientras tanto, me haré a un lado del bar, presto a gritar ¡pelea!¡pelea!¡pelea!

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28/11/2018, 14:03
Marian Halcombe

Marian siguió la dirección de los pasos de Mina, intentando no delatarse y no delatar a su compañera con el sonido de sus pasos, pero la precaución en inspeccionar el camino ante ella atemperada por saber que Mina iba en cabeza, y sería la primera en encontrar cualquier peligro y cualquier vigilante que pudiera haber. Había visto a Harker usar extrañas habilidades que aún no entendía demasiado bien, pero inquietantes como le resultaban, ella seguía siendo nada más que una mujer humana. Y las personas a las que se enfrentaban no dudarían en usar medios letales para silenciarla si se encontraban a solas con ella.

Y absurdo como era, una pequeña parte de ella temía por lo que Harker pudiese hacerle a los marineros. La culpabilidad de cada uno y el grado de ella era algo que prefería que estuviese en manos de los tribunales, su deseo era salir de allí con el menor derramamiento de sangre posible.

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29/11/2018, 21:34
Mina Harker

Mina afinó el oído tratando de discernir que ocurría en el exterior, sus dedos se aferraban a los bordes de la caja que contenía su tan preciado elixir, algo le decía que iba a necesitarlo más pronto de lo que le habría gustado reconocer. Aunque pudieran escabullirse bajo el amparo de la oscuridad desconocía cuantos hombres podría haber en la cubierta, podría ser especialmente malo para ellas si las encontraban allí más con los documentos en su poder.

Sintiendo la presencia de su compañera tras ella, se giro ahogando un suspiro resignado.

-Marian – susurró palpando en la oscuridad hasta tomar las manos de esta, colocando la caja con el vial entre ellas – proteja esto – continuo apretando sus manos sobre la de ella – escuche atentamente...tratare de distraerlos – mantuvo un tono bajo y sereno, que poco a poco se volvió más lugubre – deme un minuto, luego escabullase, no importa lo que vea, no se detenga y alcance el muelle ¿me oye? Aléjese, me reuniré con usted a la mayor brevedad posible ¿entendido?

No espero una respuesta, la certeza de que Marian protegería la caja le bastaba para hacer lo que se había propuesto, tan solo esperaba que lo que estaba dispuesta hacer por ayudar a la mujer a escapara sirviera para tal propósito.

Se separo de Marian, acercándose al hueco de la puerta entre abierta, reclamando aquel ominoso poder oculto en su interior. Amparada por las sombras de la noche, comenzó a fundirse con la oscuridad que la rodeaba hasta que su silueta comenzó desdibujarse. Un paso, luego otro, avanzando hacía la salida, por un instante Marian pudo ver como, lo que suponía los ojos de Mina, brillaron en un antinatural color rojo. Un instante después fueron apareciendo cientos de puntitos similares, bañando la extraña figura en la que parecía haberse convertido su cuerpo, hasta que sin más toda ella se precipito al exterior de la cubierta, acompañado del inesperado sonido de miles de aleteos.

 

Notas de juego

Ale vamos a probocar algun infarto XD

Tu diras si necesitas algo más Dara

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29/11/2018, 23:14
Marian Halcombe
- Tiradas (1)
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30/11/2018, 01:57
Irene Adler

Los ojos de Irene se movían como quien no quería la cosa por el lugar sin llegar a detenerse en ningún sitio, pero captando intenciones y miradas aquí y allá. La tensión iba aumentando por momentos y la pantomima que había planeado le había resultado interesante al principio pero a esas alturas ya iba perdiendo el brillo. 

Por otro lado, el español era un portento de la naturaleza, un regalo para los ojos de cualquier dama. Pero no parecía tener muy bien amueblada la azotea y si bien Irene podría divertirse a su costa durante un buen rato sin ningún problema, su insistencia empezaba a resultarle aburrida en una noche en la que su compromiso era con la Corona antes que con el ocio. 

Lo estaba mirando con el ceño un poco fruncido cuando el tipo volvió a lanzar su brazo hacia la cintura de Irene. La mujer trató de esquivarlo como había hecho anteriormente, aprovechando su movimiento, pero sus pies giraron hacia el lado contrario y cuando quiso darse cuenta se encontraba justo contra su pecho. Apoyó las manos en él para no caerse y por un momento su mente se distrajo con lo torneados que estaban sus músculos. Volvió a plantearse la idea de distraer al caballero y darle un par de lecciones sobre la disciplina inglesa. Su sonrisa se ladeó con cierta travesura ante esa idea y la presencia de Jekyll fue lo único que la disuadió de ponerla en práctica. 

—Nada impide que nos tomemos unas copas mientras estos caballeros terminan el juego, ¿no es así? —le dijo con un tono autoritario y alzando un poco las cejas. Su cabeza señaló hacia la barra—. Usted invita, Fernando. 

Miró entonces a los hombres que llenaban la bodega y dedicó su sonrisa a los que estaban pendientes de lo que sucedía con ella y el doctor. 

Está emocionante la partida, ¿eh? Es una lástima que Henry ya haya perdido, pero aún queda mucho en juego, ¿verdad, caballeros? Les deseo suerte. 

Y con esa misma sonrisa radiante se movió un poco para tomar al español del brazo y llevárselo a la barra.

···

Durante el siguiente rato se dedicó a incitarle y desafiarle para que bebiese cuanto más mejor, hasta que pasara el punto de la bravuconería para alcanzar el de la ebriedad. Aunque también le pidió al camarero un papel para que Fernando le apuntase el lugar donde se alojaba en Londres. Tal vez decidiese hacerle una visita la noche siguiente. 

Cuando la partida terminase y si había conseguido librarse del español, Irene se reuniría con el doctor y a ser posible con Diego. Antes de marcharse dedicaría unas palabras cómplices en cockney a los Jacks para que les dejasen salir sin ponerles dificultades. Y si todo salía como debía, podrían dirigirse a los muelles en compañía de Diego. 

- Tiradas (6)

Notas de juego

Las dos primeras tiradas están mal, me equivoqué de dado. 

Persuadir: Para Fernando. "déjame un ratito en paz y bebe hasta que te duermas, cansino". 
Persuadir 2: Para los cotillas que miran en general. "qué diver todo, venga, cada uno a lo suyo".
Persuadir 3: Para los Jacks. "nos vamos a ir sin que os pongáis chungos, valeee". 

Agilidad: Para librarse del brazo caer en brazos de Fernando XDDDDD.