Partida Rol por web

London by Night: Crimson Nights

[Prólogo] Facing Off What Nobody Wants Beyond the Couch (Jackson Moore, Maggie Smith, Mortimer Vane)

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04/06/2019, 00:24
Maggie Smith

La joven investigadora guardo silenció en el trayecto que les llevo al Ye Olde Chsesire Cheese, mecida por el traqueteo del vehículo e inmersa en sus pensamientos del mismo modo que sus compañeros. Una vez en el restaurante fueron atendidos con prontitud; así pues mientras esperaban sus pedidos y el Señor Moore se veía absorbido por la lectura de los informes, Mortimer Vane escogió atajar el asunto que había llevado a su amiga a meter sus nariz en aquel asunto.

-no puedo afirmar que no los tenga – contesto con soltura en un tono que no interrumpiera la lectura del agente – en su estado de alteración no pude obtener demasiada información pero la joven aseguro haber sido asaltada hacía unos días – hizo una pausa recordando los detalles, que no eran muchos – un hombre trato de arrastrarla a un callejón, cuando su amiga acudió en su ayuda y este juro que iba a degollarla a ella y a todas las que eran como ella – llegados a ese punto dudo si hacer inciso en la profesión de su clienta o dejarla al margen por el momento, aunque quizá había desvelado lo suficiente para la despierta mente de su amigo – de ahí que al no regresar esta noche se temió lo peor y estaba en lo cierto, su amiga la señorita Mary Ann Nichols, fue la victima hallada esta mañana en Whitechapel

Habiendo satisfecho, esperaba, la curiosidad de Mortimer se permitió estudiarlo con especial interés reflejándose en sus ojos el alivio al ver que parecía haber recuperado el color aunque sin duda necesitaba un buen descanso y la comida que estaba esperando.

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04/06/2019, 20:37
Jackson Moore

Finalmente se decide por ir a comer algo y relegar en un segundo plano el visitar al soldado del calabozo. Lo entiendo, dada las palabras de la señorita Smith y los supuestos miedos de su cliente. Por otro lado, desconozco el por qué de que Mortimer sea tan directo, y quizá sincero, al decir que no volverá a ver en un tiempo al susodicho prisionero, pero lo cierto es que ese no es mi caso, y no me preocupa tanto como el hecho de que haya una mujer muerta que pueda significar, si llegamos al fondo del asunto, una mejoría en mi carrera como futuro inspector y, sobretodo, que no haya otras víctimas; no siento que mi carrera sea lo primero.

El camino hasta el Ye Olde Cheshire Cheese se me hace ameno, corto más bien, aprovechando el silencio para dar un primer vistazo a los informes que rápidamente absorben toda mi atención. Ni siquiera me doy cuenta de que llegamos a nuestro destino, y bajo del carro sin despegar los ojos del papel, sólo por el hecho de que mis dos acompañantes lo hacen también. Podrían haber bajado de nuevo en la puerta de comisaría, que yo hubiera bajado tras ellos igualmente sin percatarme de nada.

Sea como fuere, tomamos asiento, y mientras ellos hablan en una conversación de la que no sólo soy partícipe sino que tampoco sigo, yo continúo con mi lectura. Sólo al final, y quizá por el hecho de que haya acabado mi lectura, presto atención.

- ¿Y su cliente no ha avisado a la policía? -Pregunto entonces, mientras cierro la carpeta del forense y pongo mis manos casi cruzadas sobre la portada.

Entiendo que se busque ayuda allí donde la haya, y por motivos diversos tales como pueden ser los amigos o conocidos, pero también creo que hay situaciones en los que ir directamente a la policía sería necesario. Salvo, claro está, que se crea que no vamos a ser de ayuda. Quizá sea este el caso, aún no lo sé. 

- Da igual. Le seré franco, señorita Smith -Prosigo con mi perorata, sin apenas dar tiempo a que respondan, mientras muevo los dedos sobre los informes-. Ya que el detective Abberline ha sido claro en cuanto a que necesitamos apoyo externo, quizá ambos podamos sernos de ayuda. Confío en que aquí el doctor sepa sepa mantener el secreto ante un caso que está aún abierto, pero incluso puede ayudar si lo desea. Después de todo, el señor Abberline ha dado carta blanca en buscar candidatos, y he visto que la comisaría no le es algo ajeno.

Doy un poco de tiempo, para que entiendan que no me voy a andar demasiado por las ramas, y continúo. 

- Lo que tengo entre manos es un antiguo informe del forense. Se trata de una víctima a la que asesinaron brutalmente. Demasiado diría yo como para que haya una conexión directa con la actual víctima, aunque quizá fuera la primera, o fuera algo más pasional. El texto es bastante explícito, porque el forense es un tipo muy... peculiar, dejémoslo ahí -Podría ponerle bastantes adjetivos, pero peculiar sin duda que le va a la perfección. No hay demasiada gente como él, estoy seguro-. Siendo sincero, señorita, en un primer momento pensé en hacerle un resumen, pero me veo en la tesitura de compartirlo en su totalidad, si, de igual manera, usted comparte información conmigo. Digamos que trabajaríamos en la misma dirección. Después de todo, parece que su cliente puede ser de gran ayuda en esclarecer el caso, y ambos podemos ayudarnos. 

Pensaba callar y esperar sus respuestas, pero tengo una duda que ya le realicé al doctor, y que después de ver el informe vuelve a asaltar mi mente. 

- Por cierto -Añado, bajando un poco el tono de voz-, siento ser tan directo pero, ¿Su cliente hace la calle?  

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07/06/2019, 19:24
Narrador

El informe que te entrega Moore tiene la siguiente información.

El informe recibido de manos del forense es un archivo perfectamente anotado, hasta el punto de la enfermedad. A penas tiene pérdida y las diferentes secciones están perfectamente diferenciadas unas de otras. El sugerido habla de una mujer, Martha Tabram, asesinada este mismo año, hace unos meses, de manera brutal e implacable. Apuñalada con ensañamiento casi cuartenta veces. 

-Nueve heridas en la garganta.

-Cinco en el pulmón izquierdo.

-Dos en el pulmón derecho. 

-Una en el corazón.

-Cinco en el hígado. 

-Dos en el brazo.

-Seis en el estómago. 

-También el bajo vientre y los genitales recibieron heridas.

La ocupación de esta mujer era vendedora, pero se sabe que actuaba como meretriz por las noches, aunque con una particularidad, gustaba de juntarse con militares. De hecho, es una cita constante, pues no se le conoce otra pareja, aunque no está descartado, por otra parte.

No te hubiera llamado la atención si no hubieras leído la nota del forense, al final del ensañamiento, y es que tras el examen superficial realizado a Mary Ann Nichols, en uno de sus costados tenía también una cantidad de puñaladas excesivas, realizadas tras el degollamiento. Tras haber comparado las notas con el análisis hecho por el forense de Tabram, ha acabado relacionando el tipo de arma en los dos asesinatos, y puede que no sea la misma mano la que empuñaba el arma, pero sin duda alguna se utilizo una herramienta similiar en cada caso.

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09/06/2019, 20:58
Maggie Smith

La reacción a su escueta explicación no tardo en llegar, aunque no del interlocutor esperado. Sí el buen Doctor tenía pensado replicar a su amiga las palabras debieron morir en sus labios pues fue el agente Jackson Moore quien se pronunció primero. Claro que ella tampoco obtuvo tiempo para contestar antes que este continuara con su perorata; el cansancio que se reflejaba en el hombre lo afectaba de manera curiosa, pensó mientras estudiaba sus gestos y palabras en su precipitado discurso. En lugar de sumirlo en un estado letárgico parecía haberlo acelerado; o quizá fuera el efecto logrado por la lectura del informe, que le tendió junto una clara invitación para trabajar conjuntamente en ese equipo de investigación sugerido por Abberline. La presteza y elocuencia con la que les había sorprendido hizo que alzara una de sus perfiladas cejas pajizas en signo inquisitivo.

-temo que se haya contestado ya usted mismo a ambas preguntas solo con la segunda mi buen señor Moore – sonriendo con clara condescendencia para acto seguido posar su mirada sobre el informe, añadiendo una ultimas palabras mirando bajo el velo de sus pestañas al joven agente – desgraciadamente una meretriz no suele recibir las atenciones de la policía como podría hacerlo cualquier otra dama, más en estos caóticos tiempo ¿no cree?...de haberlo hecho esa noche habría recibido el mismo despreció que demostraron sus compañeros en la escena del crimen, cuando asustada y acongojada por la muerte de su amiga trato de hacerse escuchar por aquellos presentes... si éxito – había comenzado a ojear la paginas del informe, hablando distraídamente pero consciente de sus palabras – aterrorizada ante la idea que el asesino pudiera estar en las inmediaciones tal vez deleitándose con su obra pensó con desagrado ante la posibilidad – no le quedo otra que huir y recluirse hasta encontrar ayuda

Con las últimas palabras su voz fue desapareciendo hasta que se quedo sumida ante la lectura que tenía ante ella. Su rostro pronto era el reflejo de la concentración, en alguna ocasión arrugando la nariz de modo encantador que remarcaba su aparente juventud, algo que contrastaba con su sobria y serena expresión.

-por lo que veo el señor Phillips ha concluido que los crímenes han sido cometidos por el mismo arma – enunció haciendo participe a Mortimer del descubrimiento del forense – el primer crimen parece ser más pasional – remarco mostrando al Doctor el párrafo en el que se mencionaba las preferencias en cuando acompañantes por parte de la meretriz – el ensañamiento así lo demuestra – no quiso señalar en voz alta ciertos pensamientos pero estaba claro que la “mutilación” en vientre y genitales, así como otras puñaladas eran brutalmente innecesarias tras la muerte de la mujer por otras heridas – si sus acompañantes solían ser militares...¿crees usted que alguno podría encontrarse bajo...?¿cuál fue el término que utilizó...?ah, sí ¿una neurosis traumática? - pregunto al Doctor Vane dejando el informe frente a él – crea cuando le digo señor Moore que no tiene porque dudar de la discreción del Doctor Vane, puedo arriesgarme a decir que puede contar con la colaboración de ambos para llevar a ese depravado asesino de mujeres ante la justicia – quizá fuera algo prematuro por su parte calificar al criminal pero se dejo llevar ligeramente por la preocupación al darse cuenta que su madre seguía en paradero desconocido y quien sabía si podría estar en peligro o no con ese criminal suelto

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10/06/2019, 02:23
Mortimer Vane

Dos finas arruguitas fruncieron el espacio entre mis cejas al escuchar las explicaciones de Maggie sobre su cliente. Si era tal y como lo describía el estado de temor en que debía encontrarse esa mujer era el esperable para la situación. La pregunta con la que el agente pareció volver a la realidad me hizo enarcar ligeramente una ceja, pues el motivo para esa conducta me saltaba a la vista. Claro que el señor Moore no parecía haber pasado una buena noche, también era lo esperable que necesitase remarcar lo obvio. Me mordí la punta de la lengua al darme cuenta de que estaba analizando al agente como si fuese un sujeto de estudio y mientras ellos hablaban, me froté las sienes con dos dedos por un momento.

Aunque tal vez pareciese que no, les estaba escuchando con atención y en cuanto tuve el informe ante mí mis ojos empezaron a recorrer las líneas para hacerme al menos una idea general del asunto que se trataba. 

La discreción es lo que me da de comer —bromeé con una media sonrisa, sin levantar la vista de los documentos. Era un chiste interno que tal vez sólo me hiciese gracia a mí, así que agregué algo más—. Pero si prefiere considerarlo así, piense que el detective Abberline no me pediría ayuda si no confiase en mi discreción. 

Guardé silencio después, concentrándome en lo que estaba leyendo para que las letras no bailasen ante mis ojos. Cuanto más oía de aquel caso, más intrigante me parecía. 

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10/06/2019, 19:09
Jackson Moore

Aunque en un principio no parecía tener relación entre las diferentes víctimas, que la amiga de la reciente víctima sea prostituta refuerza mi idea preliminar de que todas ellas tienen ese nexo de unión. Esto, además, es la clave de que la policía no fuera la primera opción ante la idea de la cliente de Smith de ser asesinada, como esta última me confirma. 

Intento responder, continuar con la conversación, pero en ese momento un dolor punzante proveniente del costillar impide que articule palabra, más allá de un quejido mudo. Me esfuerzo por aparentar normalidad, por no mostrar debilidad, pero sin duda el gesto de dolor de mi rostro habrá calado en los dos contertulios de mirada inquisitiva que tengo delante. 

Toso, tapándome la boca, y luego carraspeo. Afirmo con la cabeza en señal afirmativa ante las palabras de Mortimer, lo cual quiere indicar que acepto por tanto compartir con él la información, pero me centro en responder a la jóven. 

- ¿Se refiere a estrés postraumático a causa de la guerra? -Le respondo a Smith, siguiendo en mi línea de intentar mostrar el menor síntoma posible del día de perros que llevo. 

Pese a mis conocimientos en medicina no llegué a ser médico de combate, pero lo que durante mis años en el frente ví, sin duda me acompaña a día de hoy, para bien o para mal. Muchos hombres quedaban aterrorizados, inmóviles, lloraban como críos, como lo que muchos eran, y un sin fin de síntomas hasta llegar a la locura. 

- Podría ser posible -Añado tras unos segundos dubitativo-. Se necesita una gran fuerza de voluntad y un gran coraje para que las pesadillas que te acosan no te arruinen la vida, o te perturben el día a día. Algunas personas quedaron muy traumatizadas. En mi caso, la cabeza es el menor de los problemas, doy gracias a Dios por ello, pero no puedo decir lo mismo del resto de veteranos. 

Para los regalos que podía haberme traído de África, una ligera cojera y unas pocas cicatrices eran un mal menor.

- Propongo el siguiente curso de acción, si no tenéis objeción -Añado posteriormente-. La víctima, Mary Ann Nichols, se hospedaba en la casa de huéspedes nº18. Creo que debiera ser nuestra siguiente visita. Aunque también me gustaría ver a su cliente, señorita Smith, quizá podamos dejarlo, si le parece bien, para justo después.

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10/06/2019, 22:53
Maggie Smith

No quiso incomodar al señor Moore cuando hizo alarde de su entereza y estoicismo ante el dolor que aparentaba sufrir, así pues simplemente asintió a su pregunta.*

-usted esta al mando señor Moore -aclaro con sencillez cuando por fin aparecieron con sus respectivos almuerzos - claro que si no es molestias y aunque dejemos la charla para más tarde, si me gustaría – continúo colocando la servilleta sobre su regazo – pasar por la oficina del Doctor Ragostin para comprobar como se encuentra la señorita Meadow y llevarle algo de comer

Notas de juego

*utilice el termino de neurosis traumática porque supuestamente es la primera definición que se le dio al estrés postraumático en 1889, estamos en el 88, así que quise darle un poco de realismo

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11/06/2019, 10:13
Narrador

El informe que te entrega Moore tiene la siguiente información.

El informe recibido de manos del forense es un archivo perfectamente anotado, hasta el punto de la enfermedad. A penas tiene pérdida y las diferentes secciones están perfectamente diferenciadas unas de otras. El sugerido habla de una mujer, Martha Tabram, asesinada este mismo año, hace unos meses, de manera brutal e implacable. Apuñalada con ensañamiento casi cuartenta veces. 

-Nueve heridas en la garganta.

-Cinco en el pulmón izquierdo.

-Dos en el pulmón derecho. 

-Una en el corazón.

-Cinco en el hígado. 

-Dos en el brazo.

-Seis en el estómago. 

-También el bajo vientre y los genitales recibieron heridas.

La ocupación de esta mujer era vendedora, pero se sabe que actuaba como meretriz por las noches, aunque con una particularidad, gustaba de juntarse con militares. De hecho, es una cita constante, pues no se le conoce otra pareja, aunque no está descartado, por otra parte.

No te hubiera llamado la atención si no hubieras leído la nota del forense, al final del ensañamiento, y es que tras el examen superficial realizado a Mary Ann Nichols, en uno de sus costados tenía también una cantidad de puñaladas excesivas, realizadas tras el degollamiento. Tras haber comparado las notas con el análisis hecho por el forense de Tabram, ha acabado relacionando el tipo de arma en los dos asesinatos, y puede que no sea la misma mano la que empuñaba el arma, pero sin duda alguna se utilizo una herramienta similiar en cada caso.

Notas de juego

Perdona, se me pasó ponerte en copia... no se porqué. 

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12/06/2019, 01:14
Mortimer Vane

Mi mente registró el gesto de dolor del agente y por un momento mis ojos lo recorrieron rápidamente. No dije nada en aquel momento, tras ese instante de observación mi mirada regresó al informe y no tardé en abstraerme de lo que me rodeaba. 

En cuanto empecé a leer la sombra de una tenue sonrisa revoloteó en la comisura derecha de mis labios. No necesitaba ir al final para saber qué doctor había firmado el documento, su estilo puntilloso y detallado era inconfundible. Ciertamente no era para los estómagos delicados, pero a mí me resultaba grato conocer cada detalle con la misma precisión quirúrgica con que el forense aplicaba el bisturí. 

Al terminar alcé la mirada para encontrarme con que ya nos habían servido el almuerzo. Cogí un emparedado y empecé a comer mientras rumiaba lo que acababa de leer. Aún volví a repasar algunos puntos del informe antes de cerrarlo y devolvérselo al agente Moore. Luego bebí un sorbo de mi té mientras aún estaba bastante caliente y me limpié los labios con la servilleta antes de hablar.

Me parece bien. Al itinerario que proponen, me refiero —aclaré, con un ligero ademán hacia mis interlocutores—. No creo que la policía pasara nada serio por alto, pero quizá encontremos algún indicio que les pasara desapercibido.

Mi mirada se centró entonces en el señor Moore. 

—Si lo desea puedo echarle un vistazo en algún momento —ofrecí, con tono profesional y aséptico, bajando los ojos a su torso y subiéndolos después de nuevo a su rostro—. Sospecho que va a necesitar estar en la mejor forma posible para afrontar el día.

Notas de juego

De hecho, como curiosidad, el término «estrés postraumático» es muy reciente, de 1980. Hace cuatro días, vaya. La misma palabra «estrés» es del siglo XX, acuñada en 1930. 

No es relevante, pero a mí me gusta leer estas cosas, así que por si a vosotros también y os interesa leer más sobre el tema: os dejo un link. Si no os atrae, ignoradme y listo XD.

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14/06/2019, 19:50
Narrador

La carta no es extensa, tampoco hay un aplio surtido de bebidas, pero el ambiente que se respira en aquel lugar era agradable, si no fuera por el informe de dos personas muertas encima de la mesa, se podría confundir con el reencuentro de tres viejas amistades que han pasado los últimos años lejos los unos de los otros. La cerveza (la lager, sobretodo) corre por las mesas como si se tratase de agua, y los platos, hondos y grandes, salen repletos de patatas fritas o puré de patata. La carne, regada con gravy, sale cortada en finas lochas amontonadas a un lado del plato. Una guarnición de brocoli, zanahorias y coles coronan todos, y cada uno de los platos que salen de la cocina. Los vuestros no son una excepción. Si es del gusto de alguno, en el centro de la mesa dejan un amplio bol lleno de ensala de col y queso fresca, que es bastante más sabrosa de la que hayáis podido saborear, debido al queso propio que usan para ella.

El color de la cara de Vane parece volver a medida que introduce algo de comida en el cuerpo, y la fina película de sudor que se había instaurado en su frente desaparece poco a poco, arrancando el aspecto febril que le ha acompañado hasta el momento. Al contrario de otros restaurantes, la carne no se ha hecho hasta dejarla seca, lo que le da una untuosidad única al plato que estáis degustando, un plato que, por otra parte, no es diferente a lo que ponen en cualquier otro restaurante de cualquier parte de Londres. Ese cambio en el punto de la carne, en sí mismo, ya es de agradecer. Si alguno opta por el pescado, el fish and chips que sirven es el único de la zona cocinado en grasa de ternera, es decir, el único que sigue la receta tradicional, de ahí que las patatas fritas, las de todos, tenga un aroma y un sabor fuera de lo común. Tras terminar de comer, y de aceptar la oferta del detective Abberline de formar un grupo de investigación, os encamináis hacia el despacho del señor Ragostín, el jefe de Maggie.

La puerta del despacho está cerrada con llave, y es una puerta de madera acristalada translúcida, decorada con las letras Dr. Ragostín. Una figura se mueve en el interior, de un lado a otro, seríais incapaces de decir a quién puede perternecer aquella figura, al abrir la puerta se desvela el misterio, y se peude ver a una mujer, vestida con cierto atrevimiento, llamativa y sugerente. Está recogiendo lo que ve que puede estar fuera de su sitio, de buena fe, pero algo perdida por la habitación. 

Notas de juego

Maggie, te dejo que hagas los honores y detalles el lugar donde vives y la decoración como a ti te plazca. 

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14/06/2019, 20:39
Alice Meadows

Al escuchar la puerta, la mujer da un respingo. Abre mucho los ojos y camina hacia atrás hasta golpearse con una de las estanterías del piso, abraza los libros que estaba moviendo como si fueran un escudo que la fuera a proteger de un ataque inesperado. Cuando ve llegar a la señorita Smith se relaja, pero acto seguido, un rictus de tensión se le dibuja en el rostro mientras os mira de arriba a abajo, a los dos caballeros que han entrado tras la señorita Smith. 

-Buenas... señorita Smith. -Se fuerza a sonreír. Gira la cabeza para mirar a los ojos a las dos personas que han entrado en el lugar junto con su anfitriona, pero no se despega de la estantería con la que se ha golpeado. -Buenas tardes... caballeros. -Traga saliva algo nerviosa. -¿Desean... un vaso de... agua? -Mira de nuevo a Maggie, esperando su aprovación.

Espera, en aquella posición tan forzada, a conocer los motivos por los que habéis llegado hasta allí. 

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15/06/2019, 23:24
Maggie Smith

La oficina del Dr. Ragnall Ragostin se encontraba en el epicentro de Clerkenwell, a un par de manzanas del bullicioso mercado de Exmouth con sus puestos de comida, donde la vida de almacenes y fábricas industriales competía entremezclándose con las de modestos estudios de ladrillo rojo, en los que distintos profesionales ofrecían sus modestos servicios al proletariado.

Encabezando es ascenso al segundo piso del edificio se encontraba la señorita Smith, quien se detuvo un instante ante la puerta sosteniendo la llave frente a la cerradura, como si estudiara los movimientos del interior extrañada. Finalmente la abrió con seguridad, y ocupando todo el umbral de la puerta se quedo observando a la joven que se encontraba en su interior aparentemente ordenando a su paso.

-¡oh por todos los cielos!...-exclamó ante la sorpresa – señorita Meadows....no es necesario que haga nada de eso, por favor...- dijo acercándose a ella precipitadamente

Mientras los hombres que la acompañaban la seguían al interior. Al Doctor Vane no le era desconocido el lugar de trabajo de la señorita Smith al contrario que para el señor Moore, ante el cual se encontraba una recepción sencilla ocupada principalmente por el escritorio, claramente perteneciente a la joven secretaria del Doctor Ragostin. La decoración era austera, a un lado de lado de la puerta se encontraban dos sillas a modo de “sala de espera”, aunque nunca habían tenido tanta gente como para hacer esperar a nadie. Junto a estas una planta de hojas grandes que pretendía dar un aspecto acogedor con sus resplandecientes hojas verdes. La pieza central era el escritorio de la señorita Smith, en el cual había una maquina de escribir, una lampara de estudio cuya tulipa de cristal estaba formado por un mosaico de distintas formas y colores, además del habitual material de oficina que alguien se había esmerado en ordenar. Tras este tan solo había una estantería, contra la que la sugerente joven cliente de la investigadora había chocado, y un archivador de madera.

-agradezco su buen hacer y buena voluntad pero usted es mi invitada – al llegar junto a la joven, posando su mano en la espalda de esta, la invito a dejar lo que estuviera haciendo y seguirla hacía la estancia que era el despacho propiamente dicho del Doctor Ragostin y donde llevo a cabo las presentaciones – caballeros esta es la señorita Alice Meadows, nuestra clienta – permaneció junto a la nerviosa joven como apoyo, mientras ambos hombros la saludaban, cada uno a su estilo – señorita Meadows estos son el Doctor Vane – señalo con un gesto de la mano a Mortimer y seguidamente al Jackson – y este es el señor Moore agente de la policía metropolitana, es quien esta a cargo de la investigación de...lo sucedido la señorita Nichols

La nueva estancia era más amplia que la anterior y gozaba de dos buenos ventanales que proporcionaban algo de luminosidad a la habitación de por si bastante oscura. Se podría decir que la modestia, pues no destacaba por ningún lujo salvo el papel bermellón que decoraba las paredes, todo lo que alcanzaba a la vista tenía un propósito e irradiaba masculinidad en cada detalle.

El lugar estaba dividido en dos zonas bastante claras, una junto a la chimenea con dos cómodos sillones y una mesa de café en el centro. Y la otra en la que se veía junto a la ventana una mesa de comedor pequeña y un diván que solía hacer las veces de cama para el buen Doctor en esas largas noches en las que el trabajo no tiene fin. Frente a este una puerta que suponían daba al cuarto de baño.

-¡oh! Casi se me olvida – se aparto de la joven meretriz para tomar el paquete que Mortimer se había ofrecido a portar por ella* - gracias...tenga señorita Meadow – se dirigió a de nuevo a ella guiándola a la mesa junto a la ventana – he supuesto que le gustaría comer algo, le vendrá bien para reponer fuerzas

Notas de juego

Ambas fotos pertenecen al museo de Sherlock Holmes, aqui en Londres. El "auténtico" 221 de Baker St

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16/06/2019, 16:53
Jackson Moore

El apetito ha ido apareciendo y desapareciendo durante toda la mañana, pero sin duda ha llegado a su punto álgido a medida que veía los deliciosos platos pasar a mi alrededor. Ese síntoma de salivar tontamente era sin duda sinónimo de apetito, y no pude evitar solicitar la carne con gravy y el bol de col como acompañamiento, y comenzar a degustar el plato a carrillos llenos, sin pensar en la moderación. 

La etiqueta no era uno de mis puntos fuertes, y sin duda el día que arrastraba tampoco me hizo pensar si mis formas eran las adecuadas para el lugar, o para mis acompañantes, pero ya hacía tiempo que no me ofendían las miradas inquisitivas que pudieran arrojarme los posibles clientes escandalizados.

Respiré hondo al terminar de comer, y me recline momentáneamente en la silla con las manos sobre la cintura. Estaba agotado, y dolorido, pero la comida me había venido estupendamente y me encontraba con fuerzas renovadas. 

Sea como fuere, después nos dirigimos al despacho del señor Ragostín, donde la señorita Meadows parece totalmente descolocada al vernos entrar. Por deformación profesional echo un rápido vistazo alrededor mientras Maggie habla. Me parece un lugar un tanto hortera, y demasiado cargado para mi gusto, aunque claro está que yo vivo en un pequeño local prácticamente vacío y no todo el mundo tiene los mismos gustos. 

Cuando la señorita Smith le tiende la comida a su asustadiza clienta, yo agacho la cabeza en señal de saludo:

- Señorta Meadows -Me presento con gesto cansado pero afable, aunque sin hacer caso a ofrecimiento de agua-. Soy el agente Moore, y siento su pérdida. 

Comenzaría a decir inspector, pero no tengo claro si el inspector Reid o el detective Abberline me han promocionado aún. Por otro lado, tampoco soy demasiado empático, pero creo que es lo menos que puedo decirle a alguien que ha perdido a un ser cercano y que teme incluso por su propia vida. 

- Trabajo con la señorita Smith y con el señor Vane para desenmascarar al asesino de su amiga. ¿Tendría la amabilidad de responder a unas preguntas? 

De ser afirmativo, me gustaría preguntar cualquier detalle que pudiera darnos, sobretodo centrándonos en clientes recientes que hayan sido militares, también en el hombre que las amenazó, dónde vio a su amiga por última vez, si sabe de su último cliente, o si conocía a Martha Tabram o alguno de sus pseudónimos. En caso negativo, espero que Maggie o el señor Vane tengan la vista de saber que necesitamos toda información posible, cuanto antes.  

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18/06/2019, 21:05
Alice Meadows

La señorita Meadows acompaña a la señorita Smith a una mesa y donde es ofrecida la comida que ha traído portando el señor Vane. Visiblemente más calmada, el silencio invade la estancia durante unos momentos, segundos valiosos que usa la meretriz para secarse unas lágrimas nacientes, agradeciendo con voz queda, la generosidad demostrada por su anfitriona. Pese a que el olor de la comida arranca el aullar de su estómago, esta permanece inmovil, sentada con las piernas jutas y las manos frotándose los muslos, cuando no mantiene entre sus dedos uno de los pliegues de su falda, esperando a conocer el motivo de la visita de los acompañantes de la señorita Smith. Agradece, con la mirada baja y asintiendo en silencio, las condolencias ofrecidas por Moore. A continuación, escucha con atención las preguntas que este le hace. 

-No... no sabría decir si había algún soldado. -Comienza, con cierto nerviosismo... -Nosotras... -Dice con voz dubitativa moviendo los pliegues de su falda de forma nerviosa. -Nosotras no éramos... de esas... -Traga saliva, paseando la mirada entre vosotros. -No nos movíamos por la London Tower... -Respira profundamente, antes de continuar. -Nosotras... trabajábamos a la salida... de los pubs... o en su interior si el dueño... nos dejaba incitar a que nos invitaran a algo... -Es entonces, cuando preguntas sobre el hombre que la amenazó que se queda blanca. Vuelve a instaurarse un silencio en la estancia, sólo que la vista de la mujer, con el gesto de puro pavor que se le ha instaurado en el rostro, lo convierte en bastante incómodo. -Era fuerte... no le pude ver bien... no... -Se frota las manos, y las vuelve a pasar por sus muslos. -Me abordó... yo estaba de espaldas a él... y tiraba de mi... hacia uno de esos callejones oscuros... -Solloza mientras lo cuenta, y vuelve a secarse las lágrimas. -Yo gritaba de miedo... pero la única que vino a socorrerme fue Polly... -Empieza a llorar, conteniéndose las lágrimas. -¡Ay... mi Polly! Pobre Polly... 

Llora unos instantes desconsoladamente, las lágrimas caen por sus mejillas hasta regar la falda que cubre sus muslos, de forma continuada y abundante. Aunque hace todo lo posible para parar cuanto antes, el coraje hace que le cueste hasta respirar. Ayudándose de un vaso de agua logra calmarse lo suficiente como para poder volver a contestar. 

-Dijo que la iba a degollar... -Solloza. -A ella y... a todas las que eran como ella. -Vuelve a jugar con los pliegues de su falda. -Dijo algo de que lo sabía... y que pagaríamos por ello. -Se encoge de hombros. -No hace falta ser muy listo para saber lo que somos... No... la verdad que no... -Comenta con pena en la voz. -Estaba muy oscuro... no le vi... bien. Era gordo... con un sombrero... creo que llevaba patillas... o a lo mejor era barba... no lo se... no lo se... -Levanta las cejas, tratando de recordar con más detalle. -Sí que era fuerte... yo apenas pude hacer nada más que ser arrastrada por aquel hombre... -Luego levanta la cabeza, y os mira alternativamente. -Bueno.. quizá... quizá su acento era un poco Cockney... ya sabéis... así como... chulesco... Pero no estoy segura... -Observa a Moore unos segundos, volviendo a poner su cabeza en orden. Hasta que termina negando con la cabeza. -Después de eso... volvimos a "The Frying Pan"... Cuando me calmé me quedé por ahí tratando de encontrar... -Carraspea. -De hacer negocio... Polly hizo lo mismo. Creo que se juntó con Emilly... -Hace una leve pausa y os mira. -Emilly Holland, una amiga. Para dar conversación a unos hombres... pero ya le perdí la pista, la verdad. 

Ante la pregunta de Martha Tabram, dice no conocerla, pero que sí que vio alguna vez molesta a Mary Ann, hablando de una tal Martha, pero que nunca dijo el apellido de esta. Os mira, esperando más preguntas, ahora que está mucho más calmada.

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22/06/2019, 22:52
Jackson Moore

Escucho con atención el relato de la señorita Meadows mientras anoto en mi pequeña libreta de mano aquello que me parece más importante, como es la descripción tanto física como del acento que hace la joven. 

Siento cierto malestar al verla llorar tan desconsoladamente mientras habla, pero estoy tan centrado en tratar de buscar cualquier posible pista en sus palabras que ni siquiera me doy cuenta de que apenas doy muestras de empatía alguna hasta que ya ha terminado.

Por rebajar la tensión, intento evitar ir directo hacia las preguntas, y dejo unos segundos antes de comenzar hablar. 

- Entiendo que esto será duro para usted, señorita, y por ello agradecemos su ayuda y su comprensión. 

Me mantengo unos segundos en silencio, para que se serene un poco más antes de lanzar las nuevas preguntas que tengo en mente, y luego prosigo.  

- ¿Sabría decirme dónde le abordó ese sujeto? ¿Fue cerca de "The Frying Pan"? Si fue cerca de algún pub, o sitio conocido, o simplemente una calle, necesitaría el nombre. Por último, ¿Sabría dónde podemos encontrara Emily? ¿Quizá en la misma hospedería donde se alojaba Polly? Me gustaría poder hablar también con ella. 

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23/06/2019, 19:40
Mortimer Vane

Mortimer entró en el despacho del Doctor Ragostín con un caminar más vivo que el que había llevado rato atrás. El almuerzo había devuelto el color a su tez y parecía haber revitalizado sus ánimos. Sus ojos echaron un vistazo rápido al lugar, comprobando de modo inconsciente qué estaba en el mismo sitio que la última vez que había estado allí y qué  había cambiado, pero enseguida su mirada se centró en la mujer que se encontraba allí. 

No necesitaba ser excesivamente perspicaz para notar que la mujer se sentía asustada ante la presencia masculina. Y no era para menos, así que en un primer momento se mantuvo al margen, dejando que Maggie se encargase de explicar la situación. Asintió levemente con la cabeza cuando Maggie le presentó y después le tendió el paquete con la comida que habían traído para ella. 

Cuando el agente comenzó con el interrogatorio, él continuó en ese discreto segundo plano que había adoptado, con el abrigo colgando de un brazo y el sombrero en la mano. Pero a pesar de la neutralidad en su postura y expresión, el Doctor Vane no se perdía ni uno sólo de los gestos de la mujer y en su mente iba registrando cada uno de ellos. El modo en que enredaba el dedo en la tela de la falda, la forma en que les miraba, cómo perdía el control de sus emociones... En el momento en que comenzó a llorar Mortimer sacó un pañuelo del bolsillo de su chaleco y se lo ofreció. 

—Tómese un momento si lo necesita, señorita Meadows —sugirió, dejando entrever algo de calidez en su tono normalmente neutro. 

Después siguió escuchando, dejando que el agente llevase la voz cantante desgranando preguntas que le parecían de lo más pertinentes. Él se limitó a esperar a que la joven respondiese, atento, como antes, a sus gestos y las inflexiones de su voz. 

- Tiradas (1)
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23/06/2019, 21:46
Narrador

No hay nada que te haga sospechar de la veracidad de la palabra de la señorita Meadows. Estás completamente seguro de que trata de ayudaros pese al horror que siente cada vez que recuerda que podría haber sido ella la que hubiera sufrido tal funesto final. Tanto el cariño que demuestra por su amiga fallecida, como lo relatado, es dicho con total sinceridad por su parte.

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27/06/2019, 02:06
Maggie Smith

En ocasiones era mejor ser una mera observadora y esta era una de ellas, la investigadora paso a un segundo plano observando la conversación entre el señor Moore y la señorita Meadow. Que pese a seguir embargada por el nerviosismo y el miedo parecía encontrarse en mejor disposición para contestar al leve interrogatorio de Moore.

Se encontraba totalmente abstraída en sus pensamientos que no reparo en el llanto desconsolado de la joven hasta que el Doctor Vane le ofreció su pañuelo y unas cálidas palabras. En un acto “piadoso” se acercó al mueble junto a la entrada, que aparentaba ser el escritorio de Ragostin y tomo del primer cajón una botella de brandy, de la cual sirvió una copa que acercó a la señorita Meadow.

-Tenga – ofreció a la mujer y una vez que la tomó entre sus manos, se sentó junto a ella – la ayudara a templar el cuerpo – añadió como excusa educada cuando quería decir aplacar sus nervios

Después imitó a su buen amigo y se mantuvo en silencio a la espera que contestara las cuestiones del agente Moore.

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27/06/2019, 12:08
Alice Meadows

La chica agradece los comentarios del Moore y Vane, asintiendo con nerviosismo con su cabeza. Acepta la copa que le ofrece la señorita Smith, dándole un sorbo pequeño que le arranca una mueca de disgusto por su parte, en un primer momento, pese a que da otro sorbo de seguido, acostumbrándose al fuerte sabor del licor. Su respiración empieza a ser más regular, y las lágrimas dejan de brotar de sus ojos enrojecidos. Hace memoria del momento en el que fue asaltada para poder contestar a las preguntas de Moore, aunque por el gesto asustado en que se torna la expresión de su rostro, podríais asegurar que no está disfrutando del momento, bajo ningún concepto. 

-Nada más salir de "The Frying Pan", a la derecha. -Gesticula la dirección con las manos. -En esa calle, un poco metidos, cerca del acceso a las traseras del pub. -Afirma con vehemencia. -Ahí me trató de llevar, tirando de mi. Polly estaba llegando al pub justo por esa calle. Iba a saludarla justo cuando me cogió por el brazo. 

Para el resto de preguntas, se toma también unos segundos pensando, aunque negando con la cabeza mientras manitiene la mirada perdida en el horizonte, perdida en sus pensamientos. Finalmente parpadea varias veces, negando con más seguridad, paseando la mirada entre vosotros. 

-No, no vivía en la misma hospedería. -Termina confirmando. -Pero tampoco sé en cual estaba. Quizá no estuviera en ninguna, ella tenía familia aquí, en Londres. Pero nunca llegamos a hablar de nuestras cosas. Era más conocida de Polly. -Os mira, aunque continúa para aclarar. -Ya saben... más de su edad. -Da otro sorbo, tras respirar profundamente por la nariz. -¿Puedo hacer algo más por vosotros? Me encuentro un poco cansada.

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30/06/2019, 22:25
Maggie Smith

Tenían poco o nada por lo que empezar, tan solo conjeturas obtenidas de las declaraciones de su atemorizada cliente claro que habían trabajado con menos en otras ocasiones.

-Ya ha hecho bastante señorita Meadow – agradeció cortésmente poniéndose en pie mientras miraba a los dos hombres – debe cuidarse y descansar, disfrute del almuerzo mientras aun este caliente, si tuviéramos más preguntas o cualquier novedad, sabemos donde encontrarla por lo demás le ruego que no se preocupe por nada como ya le dije aquí estará seguro – trato de animarla antes de dirigirse a un armario cercano.

El tiempo de Londres podría ser imprevisible, que al caer la noche el frió era marca distintiva y Maggie era una mujer previsora, así que realizo un intercambio de prendas antes de dirigirse de nuevo a la señorita Meadow tomando un abrigo más grueso que el que había llevado por la mañana. Al hacerlo quien diera un vistazo al interior pudo apreciar únicamente ropa oscura, claramente de caballero.

-y por lo que más quiera, por favor, no se preocupe por nada, aquí es una invitada y no tiene porque hacer ninguna tarea de ninguna clase – añadió con tono admonitorio pero gentil – ahora caballeros, si no tienen nada que añadir – terminó invitando con un gesto de su mano hacia la puerta