Partida Rol por web

London by Night: Crimson Nights

[Prólogo] Face Off (Maggie Smith)

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26/02/2019, 15:01
Narrador

31 de Agosto de 1888

No había sido nada fácil. La sensación de vivir en una época a la que no perteneces te ha acompañado durante toda tu vida, pese a todos tus intentos por sacártela de encima. Durante mucho tiempo has estado tratando de encontrar el camino tras los consejos y palabras de tus familiares cercanos, pero esa anacronía seguía instaurada en ti. ¿Cómo podía prosperar una mujer en un mundo de hombres? No es una pregunta que tenga una respuesta, obviamente una mujer por sí sola no puede prosperar cuando todo trabajo está destinado a aquellos cuya naturaleza les ha dotado de atributos sexuales externos. Menos aún cuando estos desprecian y ridiculizan la simple idea de ser sustituidos por una mujer. Incluso las leyes que deberían ser extensibles a todo el mundo les protegen en ese aspecto. Pero no todo estaba perdido, desde hace un tiempo, una voz cada vez más alta, y una voluntad cada vez más fuerte, se hacía escuchar todos los días, y puño en alto, trasladaban la intención de convertir a la mujer en una ciudadana de pleno e igual derecho que un hombre. Y pese a que se escuchaban voces tratando de hacerlas callar, estas mismas mujeres se hacían respetar con la fuerza y vehemencia de conseguir el objetivo de su lucha. El voto. Dignidad. Igualdad.

Algo que asustaba a los hombres que trataban de callar este alzamiento, pero que otros, convencidos, no dudaban en tratar de ayudar e impulsar. 

Ya se podía encontrar a mujeres trabajando, de manera indirecta, en puestos que muchos ridiculizaban, pero que representaban la antesala a la introducción de la mujer de lleno en el mercado laboral. Otras, como tú, se veían obligadas a adoptar un punto de vista creativo para hacerse un hueco. Adoptar el nombre y la vida de un hombre para poder trabajar como lo haría él mismo no era algo que en un principio te gustara, pero al ver que tu puesta en escena era tan convincente que nadie sospechaba de tu pequeño juego, no tardaste en restarle toda la importancia que en un princpio podías llegar a darle. Bajo esta manta de protección habías empezado a trabajar como detective privado, y debido a la inmigración de rusos y judíos, la falta de recursos más básicos para atender a la población cada vez mayor de la ciudad, atrajo todo tipo de crímenes, desbordando a una policía cada vez más sobrepasada y, desgraciadamente, haciéndote completamente necesaria. Las estanterías pronto empezaron a llenarse de libros que considerabas necesarios para tus investigaciones, tanto textos legales, como mapas o incluso escritos, de la misma forma que los casos se te amontonaban hasta el punto de tener que negar algunos de ellos. Muchas veces, los casos de hurtos se solucionaban por sí solos, o la propia policía conseguía solucionarlo, otros se encallaban en el caos de una ciudad que se colapsaba. ¿Cómo encontrar al culpable de algo cuando es muy probable que, con aquellos a los que tratas de sacar información hayan cometido al menos un delito, por mera supervivencia? Una vez pasado el tiempo máximo que le puedes dedicar a los casos menores, pasas a deshecharlos comunicando la mala noticia a tu contractor y teniendo esa sensación de pérdida de tiempo y tristeza que te invade cada vez que das una noticia como esta. 

A día de hoy, entre casos de desapariciones y pequeños robos de joyas familiares que has podido aceptar, llegas a tu despacho para ejercer la doble vida que a día de hoy te ves obligada a llevar, siendo tanto el detective, como la secretaria que lo asiste. Esta madrugada has despertado por el sonido de la campana policial, avisando de que un desastre ha ocurrido. Pese a que la gente se ha arupado por multitudes has sido incapaz de descubrir qué ha podido pasar entre todas las hipótesis e ideas al vuelo que se lanzaban entre cada multitud que se agolpaba para discutir algo que no sabían. 

Ya en tu despacho, estableciendo las pautas de tu día, viendo que los casos que llevas entre manos son lo suficientemente antiguos como para poder darles carpetazo a todos y buscar algo nuevo que te pueda llamar la atención, escuchas el sonido de unos golpes en la puerta. Sin esperar demasiado tiempo, esta se abre descubriendo a una mujer, con gesto compungido y ropas demasiado estravagantes, identificándola rápidamente como una prosituta, se queda en el quicio de la puerta, con esta a medio abrir.

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26/02/2019, 15:33
Alice Meadows

La mujer desprende un fuerte olor a tabaco y almizcle, propio del sudor seco. Su rostro está marcado por dos líneas negras que surcan sus mejillas perdiéndose en el curva de su mandíbula. Lleva un cigarro casi consumido en la boca, sin filtro, y el color rojo carmesí de su pintalabios se ha transferido a lo que queda del cilindro. El tono pálido de su piel junto con el tembleque de la mano que ha quedado libre mientras se retira el cigarrillo de la boca, muestra el estado de estres en el que se encuentra. Sin mover ni un milímetro un sólo músculo de su rostro, echa un vistazo al interior, al no ver a nadie más que a ti, fija su mirada en la tuya y comienza a hablar, tartamudeando.

-Per... perdoneme, madam... -Traga saliva con cierta dificultad. -¿Se... se encuentra el señor... en la... en la oficina?

Se abraza a sí misma, mirándote, mientras espera tu respuesta.

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17/03/2019, 22:40
Maggie Smith

Nubes grises, preñadas de oscuros augurios cubrían los cielos de Londres en su plenitud, en aquella húmeda y calurosa mañana de agosto. Estas parecían devorar toda luz que trataba de alcanzar las abarrotadas calles de la vibrante y decadente urbe que parecía no dormir nunca. Al menos aquella madrugada parecía haber permanecido alerta con la policía en acto de servició no muy lejos de allí. No sabría decir que exactamente pero algo hacía sentir inquieta a Enola aquella mañana. Un incomodo hormigueo en la parte baja de la nuca la acompañó desde que había abandonado su modesto hogar en Canonbury Square, haciendo que se volviera a mira atrás en varias ocasiones hasta llegar a la oficina de Dr. Ragostinen Clerkenwell. Quizá fuera únicamente producto del agobiante caos y ruido de las bulliciosas calles de la ciudad.

Se disponía a estudiar la prensa del día con una taza de té, en busca del origen del jaleo nocturno del que tanto se especulaba cuando una inesperada visita se gano su atención.

-Pase por favor – indicó la voz suave y melodiosa de la mujer, modulada para parecer dócil y sumisa. Un arte que había ido perfeccionando con el paso del tiempo – Miss Smith, soy la pupila y secretaria del Doctor Ragostin ¿en que puedo ayudarla Miss...- se presentó con la etiqueta que correspondía, levantándose tras su escritorio e invitando a la joven a que tomara asiento con un grácil gesto de la mano.

No le hizo falta un examen profundo para del primer vistazo comprender cual era la profesión de su visita. El denso y llamativo maquillaje, tratando de ocultar su notable palidez; su vestimenta compuesta por aquel apretado corsé y falda de volantes, exhibiendo mucho más de lo que cualquier noble consideraría apropiado, aun tapándose con un amplio chal. Tiempo atrás se habría escandalizado por el aspecto de aquella mujer pero de eso hacía mucho tiempo.

-¿puedo ofrecerle algo de beber? - pregunto depositando un pequeño recipiente de cristal frente a ella para que lo usar como cenicero; por su puesto su primer pensamiento fue ofrecerle un té caliente pero dejo en su mano escoger algo un poco más fuerte – dígame ¿que la ha traído aquí?

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20/03/2019, 10:17
Alice Meadows

La mujer asiente con la cabeza aunque titubea un poco antes de dar el primer paso que la introduzca en el interior de la oficina. Con algo de recato, intenta colocarse bien su vestimenta, con escaso resultado, manteniendo la mirada agachada. Cierra la puerta tras de sí, antes de buscar un sitio en el que sentarse. Trata por todos los medios de ser formal, pero se siente ligeramente intimidada y avergonzada, haciendo de su andar hacia uno de los asientos disponibles un claro ejemplo de lo difícil que es para ella estar en este lugar, en este momento. Se sienta, con las piernas cerradas y las manos apoyadas en su regazo, entrelazadas. No tarda en empezar a jugar con lo primero que tiene a mano, sin levantar la mirada. 

-Meadows, señorita. Me llamo Alice Meadows. -Sonríe forzándose, mientras una gota resbala por su mejilla. -Si... no es demasiada... molestia... -Traga saliva, atreviéndose a levantar la mirada. -Agradecería... un vaso de agua... por... por favor.

No es alguien acostumbrada al trato gentil por parte de nadie, eso se puede notar con suma facilidad, aunque el trato cercano la ha ayudado a sentirse algo más cómoda. Durante la espera por el vaso de agua, mantiene la mirada baja, mientras juega con sus dedos con algo de su ropa. Al darle el vaso con el líquido en el interior, esta te lo agradece con un movimiento de cabeza y se lo lleva a los labios con delicadeza, que contrarresta con su forma de beberse el contenido, vaciándolo de un trago largo y sonoro. Deja el vaso en la mesita, también con suma delicadeza y te mira. Se muerde el labio inferior, apartando la mirada y vuelve a bajar la mirada. 

-No sabía a quién podía acudir... -Dice, empezando a hablar. -Creo que estoy en peligro... He ido a la pocía pero... no van a hacer nada... -Traga saliva. -Y ya... ya no me queda otra... -Se encoge de hombros, volvieldo a aparecer lágrimas en sus ojos. 

Toma aire llenando sus pulmones y dejando que salga tras un largo suspiro. Sin ningún tipo de decoro se seca las lágrimas con el dorso de la mano y deja de jugar con los que sea que tiene entre manos en este momento. Se arma de valor para empezar a hablar contigo. Rebusca en una especie de cartera que tiene, vaciándola en tu mesa. Claramente, la cantidad de peniques que puedes observar, es bastante inferior a lo que suelen pagarte por tus casos. 

-No se si será suficiente... pero es todo lo que tengo... -Dice compungida. -No se... si se habrá enterado... hoy han asesinado a otra mujer en Whitechapel. -Espera unos segundos para continuar. -La mujer... bueno... era mi amiga... me protegía... vivía conmigo en la casa de huespedes 17... en Thrawl Street. -Vuelve a tragar saliva mientras intenta mantener el coraje para seguir hablando. -Hace unos días... un señor... me abordó por la noche... no se muy bien lo que quería... pero intentó arrastrarme hasta un callejón sin apenas decirme nada. Mary salió en mi ayuda... -Rompe a llorar. -Pobre Mary Ann... ¡Ay, dios mío...! Pobre Polly... -Se seca las lágrimas.

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26/03/2019, 00:41
Maggie Smith

Observar en silencio apreciando cada titubeo, tic o leve gesto, aquellos diminutos detalles que desvelan aspectos insospechados de cada individuo, ese era uno de los tantos dones que su madre había concedido a Enola. La joven que tenía ahora delante era un libro abierto, en jugueteo de sus dedos entre los pliegues de su falda, la mirada huidiza, cohibida por la situación a la par que sumisa, sumergida en una vorágine de pensamientos, aquella mujer exudaba nerviosismos – casi literalmente – por cada poro de su piel.

Sirvió el vaso de agua acompañado de una compasiva mirada, tratando de infundirle algo de su serenidad y calidez. Presto atención a sus palabras apuradas, tratando de desvelar aquello que había más allá, aunque sus palabras eran tan solo una amalgama de precipitado caos. Abandonó su asiento tras el escritorio para tomar asiento en la silla junto a Alice, tendiéndole un pañuelo impecable bordado e inclinándose ligeramente hacía ella, sin perder un ápice de elegancia y sencillez en su postura.

-Señorita Meadows – pronunció con voz aterciopelada en perfecta calma – guarde su dinero – cubrió sus manos temblorosas con la suya – estese tranquila, aquí esta a salvo – dios sabia que la policía podía ser una panda de arrogantes, hipócritas y misóginos que no tomarían en serió a una mujer de esa clase – salvo para hacer uso de sus servicios -

Trato de sacar en claro lo poco que podía del relato apresurado que había captado su atención con el asunto de los asesinatos de Whitechapel, estos tenían a toda la ciudad alterada.

-nadie va a hacerle daño...voy a necesitar que sea más precisa y que no escatime en detalles si quiere que pueda ayudarla pero antes dígame ¿tiene donde hospedarse? - si era cierto que su vida corría peligro no podía seguir con su rutina habitual, eso era lo primero que le dictaba su lógica y desde luego no podía regresar a la casa de huéspedes 17 en Thrawl St. Irguiéndose, sentada al borde de la silla, colocó sus manos sobre el regado con los dedos entrelazados – espero que no le moleste si le hago algunas pregunta ¿cree que el hombre que trato de arrastrarla al callejón podría tener algo que ver en el crimen contra su amiga? De ser así ¿podría usted describirlo? Cuando más detalle mejor, se que es difícil pero puede serme útil...pero sobre todo ¿que la hace pensar que esta usted en peligro? - era cierto que las víctimas hasta ahora habían sido todas mujeres de la calle pero de ahí a pensar que ella sería la siguiente era mucho aventurar

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26/03/2019, 23:45
Alice Meadows

La mujer rompe a llorar en cuanto te escucha que guarde el dinero, se ve que no es una persona acostumbrada a este tipo de amabilidad. Intenta mirarte a los ojos, pero no puede, baja la mirada continuamente, secándose las lágrimas con el dorso de las manos, tratando de recuperar la compostura. El vaso de agua la ayuda a poder contenerse un poco, tu tono y tu cercanía hacia ella la reconfortan visiblemente. Acaba por respirar profundamente, levantando la mirada al techo, acaba por tragar saliva y asiente con la cabeza en tu dirección, agradecida. Se queda pensando un momento en tus preguntas, volviendo a bajar la mirada, volviendo a jugar con los pliegues de su falda. 

-Sólo tengo la casa de huéspedes... -Se encoge de hombros. -Quizá... con una conocida de otra casa de huéspedes... pero no creo que pueda ser. -Te mira a los ojos durante un instante. -Pero ya hay demasiada gente ahí metida... -Contesta tímidamente. 

Tus preguntas sobre lo sucedido aquel día aún le afecta demasiado. Rápidamente se pone más pálida y el labio le dibuja una línea recta. Comienza a respirar algo más deprisa, mientras que sus ojos se pierden en algún lugar del suelo entre sus rodillas y tus pies. Mientras recuerda lo sucedido puedes notar cómo se le desencaja el rostro. Balbucea algunas palabras, perdida aún en sus pensamientos, incluso tiembla en algún momento. Da un leve respingo al volver en sí, y te mira cómo si no reconociera dónde está. Cierra los ojos y traga saliva de nuevo. 

-Ha tenido que ser él... lo dijo... dijo que la iba a degollar. Lo digo, tiene que creer que lo dijo... -Asiente efusivamente, agarrándote de las manos con desesperación. -Lo dijo, a ella y... a todas las que eran como ella... -Se le vuelve a quebrar la voz. -Que lo sabía... todo... y que pagaríamos por ello...

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31/03/2019, 23:06
Maggie Smith

Los estallidos emocionales no eran lo suyo, se sentía incómoda y extraña ante tales reacciones. Durante el tiempo que llevaba desempeñando ese trabajo se había encontrado con situaciones que no comprendía aunque gracias a la buena educación recibida y algunos consejos de Mortimer, había logrado maquillar esa perplejidad y aprendido a usar formulas de cortesía que, aunque molestas, resultaban adecuadas.

-se quedara aquí hasta que se solucione todo – le anunció serena – si el sofá del despacho es lo bastante bueno para el Dr. Ragostin, estoy segura que para usted será adecuado durante una temporadas hasta que logremos esclarecer los hechos o al menos encontrarle un sitió adecuado...acompáñeme si es tan amable – solicito poniéndose en pie y guiándola a despacho del Doctor Ragostin

Se trataba de un despacho de austera decoración pero marcada masculinidad, se podían apreciar una serie de detalles colocados expresamente para aparentar el uso continuo de despacho, aunque la realidad era que solo hacía uso de el cuando tenía que representar el papel de respetado Ragnall ante algún cliente exigente que solo trataría con él.

Abriendo la puerta le cede sitió para que pase a la señorita Meadows y a continuación entra ella. La fricción de la ropa de ambas es lo único que se escucha en el despacho cuando Enola se acerca a encender la lampara de pie que hay junto al sofá/diván al que se refería. Deja a la mujer que se mueva libremente por la estancia, seguramente desorientada por su extraño comportamiento. Pero mientras finge ordenar las pertenencias del buen doctor, su mente esta trabajando sin descanso.

-Bien...- vuelve a dirigirse a ella tras tomar una manta del armario que hay junto a la puerta – será mejor que descanse algo señorita Meadows – le tendió la manta y la invitó con un gesto de la mano a que se acomodara – tras esa puerta de ahí – otro gesto señalando el lugar – tiene un baño para poder asearse, haga uso de lo que crea conveniente y si necesita algo no dude en pedirlo – la miró unos instantes, su mirada se intensifico sobre ella hasta que calló en aquello que la estaba importunando en su cabeza – la creó señorita Meadows, todo lo que me ha dicho pero necesito que descanse y se serene antes de continuar con mis preguntas – tomo un cuaderno, junto con una pluma y se lo tendió – necesito que me anote el nombre completo de las señoritas Mary Ann y...Polly. Y si no es mucha molestia el nombre del encargado o encargada de la casa de huéspedes que ha mencionado.

Espero pacientemente a por los datos mientras trataba de aclarar sus pensamientos, necesitaba leer la prensa que había recogido esa mañana en busca de mas información y debería consultar a su contacto en la policía a ver que podía averiguar que aquella situación. Dudaba que era lo que aquella joven pretendía que hiciera pero el hecho que un asesino de mujeres estuviera suelto no le hacía la menor gracia, quizá un par de ojos más y una brillante mente pudieran arrojar algo de luz al asunto. Necesitaría por supuesto una descripción del hombre mencionado por la señorita Meadow pero en aquel estado de agitación poco sacaría y necesitaba toda la información disponible.

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03/04/2019, 23:55
Alice Meadows

La mujer te mira dubitativa, sin saber muy bien cómo reaccionar ante tu ofrecimiento. Abre la boca para contestar un par de veces, pero finalmente se deja llevar y te sigue hasta la habitación en la que la vas a dejar instalarse. Con las manos juntas, camina por el lugar, mirando todo, cuidando cada paso que da para no tirar nada. Se la ve completamente cohibida, pero la verdad es que su rostro se ha relajado en cuanto ha visto que tu oferta de cobijo era real. Asiente con la cabeza en silencio, cuando le enseñas el sofá, y se permite sonreír por primera vez desde que la viste entrar, se sienta en el sofá, como si lo probase, botando un par de veces, y sus ojos parecen brillar. 

-¿Está... -Traga saliva. -Está segura...? -Se seca las lágrimas de sus ojos con el dorso de la mano. -No quiero... no me gustaría... importunar al... señor... -Termina diciéndote bajando el tono de voz, bastante insegura.

Aunque le gustaría escuchar por tu parte que no hay problema alguno, la ilusión por que esa generosidad pueda darse, no evita que se extrañe cuando dices Mary Ann y Polly, refiriéndote a dos mujeres diferentes. Empieza a negar con la cabeza sin que termines de hablar, incorporándose hacia ti. Parece que el estar aquí, sentada en el sofá contigo, le ha renovado el ánimo. Que aceptes el caso le da un hálito de esperanza que no tenía antes de cruzar la puerta de tu despacho. 

-No... no... Polly es Mary... es... -Se calla durante un segundo, mientras se dibuja la vergüenza en su rostro. -Bueno... ya sabe... no... -Se calla, hasta que finalmente suelta el aire por la boca, desinflándose frente a tus ojos. -No solemos... usar nuestros verdaderos nombres en... la calle. -Se encoge de hombros. -Es como... se hacía llamar. Polly. Ella se llamaba Mary Ann Nichols... -Vuelve a tragar saliva. -Y sí... le diré todo lo que quiera saber... -Traga saliva pero te mira a los ojos. -No sé quién es el gerente... yo pensaba... que te asignaban en el registro... pero el edificio es la casa de Huéspedes nº 18. En la calle Thrawl.

Te mira, esperando que le hagas más preguntas.

Notas de juego

Cometí un error al hablarlo contigo antes. Pero bueno, lo voy a subsanar haciendo que esta mujer viviera antes en el 17, de ahí que se haya equivocado. No ha sido mi error, son cosas del guión. 

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08/04/2019, 23:23
Maggie Smith

-no se preocupe por el buen Doctor – respondió ella tratando de eliminar las dudas de la joven meretriz – su delicada salud lo mantiene estos días en cama, no vendrá por la oficina, yo me encargare de la investigación y le llevarle la información pertinente, de ser necesario; por tanto no hay problema en que permanezca aquí por su seguridad

Quizá eso la tranquilizara o no, estar seguro de aquello le era imposible y no podía hacer más para convencerla del altruismo de su gesto. Sus siguientes palabras la hicieron fruncir el ceño, no por molestia ante su explicación si no ante su confusión, un error negligente por su parte. Debería prestar mas atención y no apurarse.

-mis disculpas por la equivocación – admitió en un tono ambiguo por la amonestación con la que se estaba regañando interiormente – Mary Ann Nichols es Polly – nombre real, esperaba, y nombre de trabajo; bueno algo había matizado para poder comenzar sin cometer nuevos errores – no se preocupe daré con el gerente yo misma...- la observa senada en el diván expectante ante su reacción que, tras unos instantes meditabunda en silencio, se acerca y se agacha frente a ella – señorita Meadows, entienda que necesito precisión en sus respuestas, alguna preguntas serán delicadas y en este estado de nerviosismo no me servirá de nada ¿crees que esta en condiciones de contestar a mis preguntas?

Ambas guardaron silenció por unos interminables minutos hasta que la joven asintió poco convencida y Enola se animo a continuar.

-bien...empezaremos por lo más difícil ¿ha presenciado usted el crimen o visto la escena en que tuvo lugar? Quiero decir, y disculpe que sea tan directa ¿ha visto usted el cuerpo de la víctima? ¿hay algo que le llamara la atención en ella o su entorno? Cualquier cosa, por pequeña que le parezca puede ser importante...- hizo una pausa para dejar que pensara en todo y respondiera a su ritmo, se lo agradeció con una inclinación de cabeza y prosiguió – ha dicho usted que acudió a las autoridades ¿hablo con los responsables de la investigación o con simples agentes? - necesitaba descartar posibilidades y barajar con quien hablar, no solía ser buena idea mezclarse con la policía salvo que fuera estrictamente necesario.

Aquel caso podía no ser algo simple y quizá debiera tocar a varias puertas para obtener más respuestas. El primero que le vino a la mente fue Mortimer, estaba segura que el caso de un asesino en serie de jovenes meretrices llamaría la atención de su viejo amigo, quizá podrían aunar fuerzas e intereses en aquel trabajo.

 

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11/04/2019, 18:21
Alice Meadows

Hace un gesto con la mano para quitarle importancia a tu equivocación, notándose el estado en el que se encuentra con el movimiento involuntario de la mano al estirarla. Pese a que está mucho más relajada y el ambiente la invita a acomodarse, sigue estando un tanto nerviosa. El sonido del tiro de los caballos que se escuchan por fuera la asustan de vez en cuando. Puedes notarlo a medida que hablas con ella. Su vello erizado, su rostro tranquilo escondiendo una mirada enfebrecida, su cuello endurecido tragando saliva. En un estado de hipervigilancia pese a que trate de ocultarlo frente a ti. 

Asiente pausadamente cuando le preguntas si está en condiciones de responder, obviamente no lo está, pero lo más seguro es que no quiera parecer, frente a tus ojos, como una aprovechada ahora que le has ofrecido quedarse en la oficina. Se cruza de piernas, tratando de encontrar una pose digna para encararse contigo, que no logra encontrar del todo, quedándose en una postura un tanto forzada, algo entre la seguridad y la necesidad de un abrazo. 

-Vi... vi la escena. -Traga saliva. -Me preocupé mucho al no verla llegar esa noche... -Le tiembla un poco el labio al hablar. -Al oir las campanas de la policía... ahí ya supe... ahí ya... -Baja la cabeza, llorosa. -Ahí ya supe que le había pasado algo malo. Pero me daba miedo salir... y esperé hasta que salió el sol. -Levanta la mirada, quitándose las lágrimas de los ojos. -Me costó un poco llegar a donde estaba... pero... fue seguir a la gente... y al final llegabas... y cuando la vi... a la pobre Polly... en el suelo, ahí... al lado de aquella casa... -Vuelve a derrumbarse, tardando unos segundos en volver en sí. -Fui a hablar... con uno de esos agentes... que estaban evitando que la gente se acercara... -Se muerde el labio inferior, sorbiendo por la nariz. -Intenté decirle que la conocía, pero me dijo que no me acercara. Y... luego lo intenté con otro... y fue lo mismo... Luego me dio por pensar... que estaría por ahí... el asesino... viendo lo que había hecho... y me entró mucho miedo. -Baja otra vez la mirada. -Y salí corriendo de ahí... -Toma aire, tratando de volver a dejar de llorar. -Ahora que lo dice... lo que me llamó la atención... era que Polly estaba... no se... muy cerca de la puerta de esa vivienda... su sangre... Oh... -Se le vuelve a escapar otra lágrima que recorre su mejilla. -Su sangre... salpicaba la puerta de esa casa. -Y vuelve a romper a llorar. -Es todo... eso es todo... Lo juro...

Baja a cabeza, hundiendo su cara en sus manos, rompiendo a llorar. Aunque se esfuerza en parar, sólo consigue coger más coraje, lo que le termina dificultando el seguir hablando. Así está durante unos momentos, aunque consigue hacerse calmar bebiendo un poco de agua, a pequeños tragos. Consigue calmarse hasta el punto de respirar de nuevo, más o menos normal. 

Notas de juego

Si quieres hablar con Mortimer, puedes hacerlo por el off.

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17/04/2019, 23:30
Maggie Smith

Quizá otra mujer habría sentido más empatía por la atemorizada mujer pero Enola era más pragmática y no compartía la preocupación, ficticia a sus ojos, por ser la próxima víctima. Aún así trato de esbozar una sonrisa tranquilizadora al volver a dirigirse a ella.

-Señorita Meadows, gracias – le agradeció pausadamente agachándose frente a ella, para que no tuviera que alzar la mirada mientras le hablaba, posando su mano suavemente sobre la muñeca de esta – hizo lo correcto al no salir hasta que el sol se alzo, a partir de aquí me hago cargo yo. Ahora le ruego que no se preocupe por nada y descanse, regresare cuando haya podido recabar algo más de información sobre el asunto y le traeré algo de comer ¿de acuerdo? - su mirada se fijo en la de la joven apretando su muñeca antes de ponerse en pie, tratando de transmitirle animo – si así lo prefiere puedo cerrar la oficina con llave al salir pero aquí nadie la buscara y estará segura...ahora descanse

Tras esas palabras Enola se encamino hacía la puerta del despacho, si no tenía nada más que decirle la cerraría tras de sí proporcionando intimidad a la joven. Sola de nuevo tomo un pequeño cuaderno de piel que se encontraba en el primer cajón del escritorio, sentándose para anotar la información que la señorita Meadows le había proporcionado. Acto seguido tomo los periódicos de la mañana que no había tenido de estudiar* y le dio un vistazo buscando alguna alusión a lo ocurrido, o cualquier cosa que llamara su atención al respecto. Debía estudiar todas sus opciones antes de lanzarse a la calle sin más.

Notas de juego

* ¿te hago una tirada de Investigación + percepción o inteligencia para ver que encuentro en los periodicos? Si hay algo claro

La idea es tras eso que tome su abrigo y decida si va a informarse a la policia o ver a Mortimer. Que tambien espero que me digan algo por el off. Si no ya decidire que hacer.

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23/04/2019, 01:29
Narrador

No tenías mucho con lo que comenzar pero también intuías que si hubiera algún tipo de información que no te ha dado, por el momento, sería por el estado de shock en el que se encuentra. Probablemente, a medida que pase el tiempo, con más información y preguntas precisas que puedas llegar a hacer, todo lo que sea que ahora mismo no recuerda irá aflorando. Nunca es buena idea acosar a alguien en tal estado de fragilidad extrema. Parece que tenías un nuevo caso, uno diferente, pero no por ello ibas a dejarlo pasar, al fin y al cabo, si dabas con el asesino ibas a rescatar a un montón de personas de la crueldad extrema de este ser. Por un segundo se pasa por tu mente la imagen de tu madre, no logras entender por qué, pero en alguna parte de tu subconsciente algo ha hilado este caso con tu madre. 

O puede que sólo sea un aviso para que no lo dejes de lado. 

Decides que vas a poner rumbo a la comisaría, pero no por ello tiene que ser un camino directo. Primero te pasarás a visitar al señor Vane, puede que su perspicacia te ayude a la hora de afrontar este nuevo desafío, después te pasarías por el lugar del crimen y finalmente acabarías en la comisaría. Si fueras a buen paso y tuvieras suerte con los carros, llegarías antes de la hora del almuerzo a la comisaría, pero sabes que ese no va a ser el caso. Sales de tu despacho, cerrando la puerta tras de ti, para mayor seguridad de tu nueva invitada. En el cristal traslúcido, decorándolo, las letras de tu alter ego, el Dr. Ragnall Ragostin, detective privado, anunciando lo que se encontrarán dentro, aunque sólo tú sabes la verdad de esas palabras. Es la maldición de vivir en un mundo de hombres, lo anodino de ser una mujer con inquietudes, que sólo pueden ser resueltas con las triquiñuelas a las que te has acostumbrado diariamente. 

El paseo es agradable, pero toma más de lo normal llegar hasta la casa del Dr. Mortimer Vane. Llamas a su casa y sale una de sus sirvientas a recibirte.

Notas de juego

No hace falta que hagas tirada porque todavía no hay noticia en los periódicos. Mañana podrás hacer una investigación más detallada, pero hasta ahora, todo lo que ha podido salir en los periódicos han sido fábulas y sátiras sobre el "trabajo" de la policía metropolitana. Algo de información sobre la victima y un halo de misterio en torno al vicio del sexo de pago londinense.

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23/04/2019, 14:11
Evie Greenwell

La joven abre la puerta y te recibe con una sonrisa. Quizá no la recuerdas, pero ella a ti sí, de hecho, recuerda a casi todas las amistades que ha ido haciendo a lo largo de los años. Amistades o conocidos, pues el comportamientod del Dr... es bastante peculiar. La chica abre la puerta y baja la cabeza a modo de saludo cortés, con una leve inclinación.

-Buenos días, señorita Smith. ¿Le apetece pasar? -Dice manteniendo la sonrisa en su rostro. -El doctor no se encuentra ahora en la casa, ha salido. Si quiere puede entrar a esperarle dentro. 

La chica se hace a un lado, para dejarte pasar al interior. Al parecer siempre vas a ser bien recibida en aquella casa. 

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23/04/2019, 23:54
Maggie Smith

-Buenos días, señorita Greenwell - la respuesta de Enola iguala la cortesía recibida pasando al interior y comenzando a retirar los guantes de sus manos – muy amable gracias – añade al cruzar el umbral del hogar del buen doctor

No puede ocultar una ligera decepción en su mirada al comunicarle que Mortimer no se encuentra en casa.

-¿de veras? Vaya, lamento oír eso ¿sabría decirme si regresara para la hora del almuerzo? - preguntó interrumpiendo el gesto de sus manos, volviendo a fijar el guante en su lugar mirando a la joven dándole tiempo a que respondiera a su pregunta y una vez recibida esta, quitando importancia a su decepción añadió – ¿sabe que? olvídelo Señorita Greenwell – dejo escapara un suspiro, consciente de lo errático de su comportamiento cuando cambiaba de idea bruscamente – volveré a pasar más tarde y si no ha regresado para entonces aceptare gustosa su invitación para esperarlo

Ya eran dos las decepciones de aquella mañana. La falta de información encontrada en los periódicos no había sorprendido a la joven investigadora pero si había crispado un tanto su animo, pues indicaba que partiría ciega a la hora de ahondar en lo sucedido. Su mejor opción por el momento sería dar un vistazo a la escena del crimen y presentarse en la comisaría, con suerte alguna cara conocida se prestaría a darle algo más de información acerca del crimen.

Se despidió de la joven sirviente de Vane y se dispuso a buscar un coche que la acercara a la dirección proporcionada por su cliente, solicitando que la dejaran a una manzana del lugar del crimen. Era preferible acercarse discretamente que pararse justamente frente al lugar, algo que llamaría la atención y Enola eludía cualquier tipo de atención sobre su persona.

 

 

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29/04/2019, 16:38
Narrador

Te despides educadamente de la señorita Greenwell mientras ella te mira y asiente gracilmente. No te cuesta mucho encontrar un coche libre, pues girando la calle había varios esperando, lo que si que puedes notar es una mueca de desagrado al decirle el lugar de destino. Whitechapel no es el mejor de los sitios para para pedir que te lleven, aunque en este caso, a parte del gesto poco más tienes que aguantar. Tampoco te hubiera extrañado haber tenido que buscar a alguien dispuesto a pasar por allí. Sabes que es bastante tedioso tener que esperar a que el ganado de alguno de esos "inmigrantes indeseables" termine de pasear por las calles o, directamente las aglomeraciones de gente abarrotando las tiendas, pubs, o la calle sin hacer absolutamente nada. La incomodidad del viaje se centra en el sielncio del cochero, para pasar a juramentos directos contra aquellos que le dificultan el paso, que son cada vez más numerosos a medida que te acercas al destino. Pese a la situación, el hombre no pierde las formas para despedirte, pero no espera a que le des nuevas indicaciones si es que las tuvieras. 

Llegar a la zona del crimen es bastante sencillo, la zona ya está despejada y tan pronto como se han llevado el cadáver de allí, los curiosos que se amontomaban se han marchado a realizas sus quehaceres diarios, siendo muchos de estos, la búsqueda de empleo o empezar a emborracharse. Ya no queda reminiscencia alguna de los grupos de personas amontonadas a lo largo de las calles que comentaban, sin llegar a saber a ciencia cierta, lo que había pasado y, por suerte, las calles colindantes a la escena del crimen están más libres de lo que deberían estar. El charco de sangre reseca ya está cubierto con serrín después de haber sido lavado, aunque no veas la sangre, sí que puedes observar el extenso círculo de serrín donde se encontraba el cadáver. Cerca de donde estaba la víctima hay una puerta de una vivienda, a su derecha, en la ventana que da al exterior, un hombre abraza a una mujer dentro de la vivienda. El empleado público de limpieza está recogiendo todo para marcharse de allí.

Notas de juego

Tira Percepción+Investigación, para el entorno. 

Tira Astucia+Investigación, para el lugar del crímen.

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01/05/2019, 22:05
Maggie Smith

Era de esperar que el cochero le pusiera mala cara al solicitar que la llevara a Whitechapel, a pocos de ellos les gustaba pasar mas allá de Bishopgate, aunque los más desalmados aprovechaban para sacar benefició de los clientes más incautos. Por suerte no fue su caso, a fin de cuentas había sido prudente en la dirección que le había proporcionado a un par de manzanas de distancia del lugar del crimen.

Exploro la zona como una transeúnte más de las abarrotadas calles de Londres, procurando no llamar la atención y sobre todo examinando las inmediaciones, tomando las precauciones necesarias. Al llegar al lugar de los hechos no le sorprendió encontrarlo desierto y más o menos todo “limpio”, aunque aun había empleados del servició de limpieza trabajando se permitió observar a su alrededor tratando de aclarar su mente y encontrar algo útil. Aunque estaba claro que sin hablar con algún testigo o la policía le sería complicado sacar algo en claro.

- Tiradas (2)

Notas de juego

He puesto la dificultad media que MdT, que creo recordar era 6, si no es asi corrigeme y rectifico tiradas. Voy con un mini post.

editado

con lo que me digas ya me decido por llamar o no a la puerta de la vivienda e indagar un poco

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06/05/2019, 18:31
Mary Ann Nichols

Lo primero que te llama la atención del crimen, es la calle en la que se ha producido. No es un acceso, no es oscura, es una calle abierta por donde podría haber pasado cualquiera. Los gritos de la victima podrían haber sido escuchado por cualquiera de los que allí vivían, y no son pocas las viviendas que se pueden observar a un lado, y al otro de la calle. No está muy lejos del Royal London Hospital, por lo que se le puede considerar una calle de paso. Alguien que planeara un asesinato no escogería esta calle, al menos, no un asesino de inteligencia media. Además, hay muchas puertas de acceso a las casas a la altura de la calle y ventanas de viviendas que dan a salones de estar o cocinas, por lo que la probabilidad de que alguien pudiera ver algo es tan demasiado alta como para haber sido planeado. 

La sangre está muy cerca de una de las puertas de esa calle. De hecho, al acercarte, puedes ver restos de salpicadura a la altura de tu cabeza manchando parte del muro y la propia puerta. Si tuvieras que apostar, dirías que le habían rajado el cuello, pero sin ver el cuerpo, que debería estar en la morgue, dentro de la propia comisaría, es demasiado aventurar. Dada la próximidad del charco de sangre, y viendo las manchas de sangre, se podría llegar a pensar que la víctima estaba accediendo al a vivienda, o llamando a la puerta. Sea como fuere, esto podría explicar que el hombre esté abrazando a la mujer, en la ventana del salón de esa misma vivienda.

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08/05/2019, 23:49
Maggie Smith

El escenario era cuanto menos inusual para un crimen premeditado como la señorita Meadows había querido indicar. Aquello olía a simple crimen pasional, pero le escamaba la aparente precisión con la que el asesino habría degollado a su victima como el reguero de sangre aún visible parecía mostrar ante sus entrenados ojos.

Paseo a de un lado a otro de la calle examinando el lugar desde distintos ángulos, tratando de discernir de donde podrían haber venido víctima y atacante. Así como si había sido una casualidad que la mujer pasara por este preciso lugar o tenía una cita habitual en aquella vivienda. Se paro al otro lado de la calle observando al matrimonio abrazado, tentada de llamar e indagar algo más. Idea que desecho rápidamente, segura que no obtendría nada en claro con tan poca información como tenía. Si procuro fijarse en los rostros de ambos para tenerlo en cuenta para el futuro y se alejo de la zona.

Tras consultar el reloj de la estación decidió poner rumbo a la comisaría para interesarse por el crimen en nombre de su cliente y quien sabe, tal vez obtener algo de información útil antes de acudir a la cita para almorzar con Mortimer. Acudiera este o no.

 

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10/05/2019, 00:34
Narrador

El camino hacia la comisaría no era demasiado largo, pero al menos te daba tiempo para ponerte en situación y ver la escena del crimen en tu cabeza. Aunque tenías poca información hasta el momento, y la escena del crimen te daba pocos detalles, algo se iba formando. Si lo que habías visto, de momento, te parecía inusual... no te podías ni imaginar lo que te podrías encontrar en cuanto tuvieras acceso a más información.

Las piezas estaban sobre la mesa, y aunque habías llegado tarde... casi podías ver el contorno del mismo. 

La comisaría era un edificio antiguo, se le conocía como Scotland Yard porque daba a los jardines del edificio que antiguamente usaban los reyes escoceses en sus visitas a la capital del imperio. Estaban completamente desbordados, los delitos a lo largo de la ciudad se multiplicaban sin descanso teniendo su foco en Whitechapel, distrito en el que se hacinaban todos los inmigrantes que tenian la mala suerte de llegar sin "en busca de un futuro mejor" a la gran urbe. 

La situación de descontrol se te hizo aún más patente cuando, al subir las escaleras para entrar al hall, lo viste prácticamente vacío, a excepción de un puñado de alguaciles que pugnaban entre diferentes casos, detenidos y mesas abarrotadas de informes. Te quedas unos segndos observando la comprometida situación sin saber muy bien qué pensar. 

Notas de juego

Aquí acaba tu andadura por separado. Ahora en breve te abriré una escena conjunta.