Partida Rol por web

Kumi cerró los ojos y apoyó la cabeza en la pared que sustentaba su cuerpo ahora. Su pierna derecha apoyada sobre la punta de sus dedos se movia nerviosa intentando decidir rápido.

- Yo también he cogido la mochila de primeros auxilios - abrió los ojos mientras volvia a mirar hacia fuera - pero puedo cambiarla por la de carne y pescado... - seguro que se arrepentia de aquello pero ya habia tomado una decisión - yo no voy a hacerte daño, pero que sepas que siempre estoy alerta. Si intentas algún truco no te será fácil... - arrugó el entrecejo mientras colocaba la mochila que habia cogido y la cambiaba.

Saber que no iba a matarla y, sobre todo, que no estaba sola, hizo que Gretchen apoyara una mano en su pecho y soltara aire de sus pulmones, sintiendo un gran alivio mientras soltaba una ligera risa nerviosa e incontrolable.

- Lo siento. Debo reconocer que estaba muerta de miedo.- Se permitió bromear un poco, aunque luego se mordiera el interior de la mejilla mientras terminaban de pactar la alianza.- Creo que podemos pescar si nos mantenemos cerca del río.- Se giró para mirar el amplio recorrido que tenía el río, aunque no se había parado a comprobar si habría peces. Era mejor intentar eso que arriesgarse con bayas que posiblemente serían venenosas.

Se arrodilló mientras dejaba la mochila a su lado, sacando el mapa que había conseguido y extendiéndolo con cuidado para que Kumi pudiera verlo.

- Sólo había un mapa dentro, así pude hacerme una idea de cómo es esta arena.- Señaló los bordes con las casillas oscurecidas, haciendo un amplio círculo.- Estuve cerca de los bordes, pude ver cómo caían. Por suerte encontré el camino.- Levantó la mirada del mapa para sonreír a la chica, quitándole hierro al asunto de que estuvo a punto de morir hace escasas horas.- Vi unas luces, dos para ser exactas, pero no sé qué significan. Creo que son almacenes abiertos, para que los localicen. En cualquier caso estamos aquí.- Apuntó con el índice una casilla*.- Creo que cada hora cae una fila completa, por eso necesitaba cruzar el puente. Estamos cerca del borde.- Esperó a que la chica pudiera ver bien el mapa, guardando unos segundos de silencio por si quería cogerlo antes de levantarse y guardarlo.- Mi idea era seguir el curso del río, aparte de para pescar y servir como sustento, esperaba encontrar…- Iba a decir su nombre pero no estaba segura, corrigiéndose de inmediato.- otros tributos.- Volvió a colocarse la mochila, enganchándola en ambos hombros- Kumi… sé que no soy la única que no quiere formar parte de todo esto.- Extendió los brazos, señalando a la arena, los juegos, y al Capitolio en general.- No todos quieren luchar.

Hiroshi se emocionó al ver la cantidad de cosas que había allí, no podía creerse que el anterior tributo hubiera dejado tantas cosas atrás hasta que leyó el cartel y comprendió. 

Varias opciones se le pasaron por la cabeza. La primera de ellas era la de quedarse allí y esperar a que el resto de tributos apareciera para ir matándolos antes de que tuvieran armas. La segunda fue la de coger varias cosas y marcharse de allí, pero la última fue la que decidió poner en práctica. Tomó un arco con seis flechas, una mochila de primeros auxilios y por último uno de los mapas. Estaba lleno de curiosidad por ver si se trataba de la arena en la que se hallaban aunque decidió no perder el tiempo todavía por si alguien más venía.

Después de coger cada cosa salió corriendo para buscar un sitio donde poder esconderse y empezar a disparar sus flechas al que quisiese salir de allí. 

Los ojos de Kumi inspeccionaron a Gretchen con intesidad, mezclando curiosidad con cautela.

- No te quedes fuera. Este punto es demasiado visible y si se acercara otro tributo te veria enseguida - le dijo con seriedad. Luego escuchó lo que le iba diciendo del mapa y ella alzó el suyo, que era igual, o al menos parecia igual dada la corta distancia que las separaba.

Los grandes ojos de Kumi se abrieron con sorpresa de repente - ¡¿Cómo dices?! - se llevó las manos a la cabeza enterrando los dedos en su cabello mientras comenzaba a caminar como un animal enjaluado dentro del almacen. - Nos están cercando para que al final acabemos matandonos queramos o no - su voz reflejaba frialdad pero por dentro temblaba de miedo

- ¿Qué hacemos Gretchen? -

Agradecida por la preocupación que mostraba Kumi, acortó las distancias cruzando el puente con cuidado y metiéndose en el almacén, apoyando la mano en una de las paredes aunque procurando no tocar ninguna mochila, arma o mapa, sólo por si acaso.

Lo que no esperaba era la sorpresa que mostró la joven. Desde sus distritos había visto otros juegos y recordaba que el Capitolio siempre hacía de lo suyo para “animar” a las masas con tal de que no se aburrieran, buscando la continua lucha entre los participantes. Que el círculo se encogiera era algo que suponía, pero no tan pronto.

- Por eso quiero buscar a los otros tributos.- Era raro de entender, ni siquiera ella lo comprendía del todo, pero tal vez con otra persona que escuchara sus rarezas encontrarían la solución. Igualmente quería tranquilizarla, apoyando ambas manos en los hombros de Kumi mientras la miraba fijamente a los ojos, intentando traspasar esa confianza que ni ella tenía.- ¿Recuerdas el centro de entrenamiento? Allí hablé con uno de los tributos, Drew, distrito 6.- Bajó el volumen, como si fuera a contarle un terrible secreto.- Él tampoco quiere formar parte de esto, tiene… otros planes. Ahora mismo imagino que estará buscándome, al igual que yo le busco.- La soltó, dejándola libre mientras se cruzaba de brazos.- No sé si está vivo, pero imagino que el tributo del 8 tampoco querrá.- Recordar a Tweedie hizo que sintiera un escalofrío, sobre todo recordar cómo la miraban los patrocinadores en la fiesta.- Sólo es una niña…

Tragó saliva y respiró hondo, ahora necesitando ella un poco de calma en ese pequeño habitáculo.

- Tal vez haya más gente que opinen igual. ¿Pudiste hablar con alguien en la fiesta?

Avanzando tan rápido como podía a través de las ramas, pronto dio con una selección de árboles frutales. Aquello le abrió el apetito, sin embargo no tenía nada a la mano para poder llevar alguna en las manos. Miró alrededor, usualmente los árboles frutales tenían panales cerca, o nidos de animales que podían o no ser peligrosos. Cuando estuvo segura, intentó meter algunas frutas en sus bolsillos, aunque si lo veía muy difícil se limitaría a tomar una y tratar de memorizar la ubicación para regresar allí más adelante, si tenía oportunidad.

Se giró entonces en la dirección en la que se había encendido la tercera luz. Evaluó cual de las dos se encontraba más cerca y en qué dirección, también si no habría problemas en intentar cruzar hasta ellas, antes de lanzarse en la dirección de la que estuviera más cercana.

Cuando sintió las manos de la chica sobre su hombro se apartó dando un paso hacia atrás en un gesto rápido y seco. Instintivo. Carraspeó para saltar ese momento incómodo y miró hacia la puerta abierta, como si pudiera ver más allá de la estructura en la que estaban resguardadas

- Y si fuera así...¿qué más da? No podemos impedir que esto pase - clavó sus oscuros ojos en ella mientras abría los brazos abatida. - Perdí a mi hermano en unos juegos. Fue los últimos que vi, pero en ese momento tuve claro que no hay nada que podamos hacer los tributos por evitar convertirnos en... monstruos - suspiró recolocandose la mochila

- Pero imagino que podremos seguir juntas alargando el final al máximo, porque imagino que ese chico no tendria un plan ¿no? - se notaba en la voz que lo creia bastante improbable. Y si le habia dicho que lo tenia seguramente seria mentira. Eran todos unos mentirosos y buscaban solo una cosa. No te podias fiar de ellos.

Sales del puente por el lado oeste. Allí divisas un gran árbol en el que poder acomodarte sin mayor problema. Has podido echar un vistazo al mapa que has obtenido en el almacén.

Sales del puente por el lado norte. En el silencio de la Arena escuchas un rumor de pasos. Parece que otro tributo anda cerca.

Te desplazas hacia el suroeste. Los ruidos de pasos aumentan. En el silencio de la Arena oyes al menos los pasos de dos tributos aunque, de momento, no logras ver a ninguno.

Continúas hacia el sur. Sigues oyendo los pasos del tributo que viste anteriormente.

Te diriges hacia el noroeste dejando siempre el río a la izquierda. Atraviesas la zona de árboles frutales y comienzas a oir un ruido de pasos que rápidamente queda eclipsado por un fuerte zumbido.
 

Stupp decidió que era hora de huir de allí pues se oían pasos como de dos tributos, aquellas instalaciones artificiales eran lo peor para ser sigiloso a veces.

Tenía un arco y podía correr en caso de peligro.

- Lo siento.

Se disculpó tanto por la muerte de su hermano como por el hecho de haber intentado un acercamiento, olvidando momentáneamente dónde se encontraban. Gretchen estaba confusa e intentaba por todos los medios no sucumbir a la desesperación, sintiendo frío en su interior a pesar de llevar un traje climatizado.

- Drew tiene un plan. Creo. No lo sé.- Empezaba a dudar pero quería confiar en que era cierto, al menos era lo único que la mantenía en pie en vez de rendirse a esperar su muerte.- Confío en él, y estoy segura de que con ayuda podría funcionar.- Se sonrojó levemente, fue algo tan fugaz que apenas podría darse cuenta si no estaba muy atenta.- En cualquier caso debemos movernos. El tiempo pasa y la zona límite se está acercando. No quiero estar cerca cuando los bloques empiecen a caer.- Una tenue sonrisa dibujó su rostro antes de buscar la salida del sur.- ¿Seguimos entonces el río? Todo el cauce. Así tendremos un flanco cubierto si viene alguien.

Me abalanzo sigiloso, escondido entre arbustos y árboles, en dirección a donde se escuchaban los pasos. Mantenía el arco en mano, preparado para actuar al más mínimo indicio de peligro y/o detección de algún posible enemigo.

Intentando ocultarme ante sus ojos no tenía ganas de encontrarme con nadie... No ahora.

Asintió con gravedad a lo dicho por Gretchen - Me parece buena idea. Así también tendremos el agua a mano - Afianzó su mochila al hombro antes de asomarse con cautela por la puerta sur pero alerta a los ruidos que pudiera hacer la rubia. No podia relajarse pues como habia dicho antes. No la conocia de nada.

- No creas todo lo que te dice un hombre - dijo de repente sin mirarla antes de salir al exterior*

Si tu mochila es parecida a la mía, tendrías que tener también una cantimplora dentro. Te aconsejo rellenarla.- Miró al río al tiempo que salía, manteniendo el río a su izquierda y siguiendo su curso.- ¿Cuántos tributos quedaremos? Creo que conté cuatro cañonazos, puede que cinco.- Había perdido la cuenta entre tanta soledad y huida, y todavía quedaba tiempo para la noche.- En cualquier caso he visto otros juegos. Las primeras horas son las más crudas, las que caen por luchar en el centro o causas naturales. No sé qué planea el Capitolio, pero esta vez hubo pocas bajas.- Ese era uno de los puntos que le hacían creer que más gente querría unirse a la causa y no luchar.- En cualquier caso, tengamos cuidado Kumi.