Partida Rol por web

Entender que el comportamiento de algunos mandos del Domo 12 no era la tónica en la Space Force fue un bálsamo para la innumita. Había llegado a pensar que Frank era una raya en la arena en aquel nuevo mundo del que había entrado a formar parte pero, escuchar a aquella mujer hablar, le transmitía serenidad y control, control sobre qué hacer y cómo hacerlo dentro de un margen de humanidad y justicia que muchas veces había echado en falta.

La humanidad no debe temer a la humanidad.

Ojalá aquella mujer hubiera estado en el nivel nueve y hubiera podido parar al brigada. Pero no se podía volver atrás para salvar a René, solo esperar que ahora nadie más muriera en circunstancias parecidas.

Escuchó con atención lo que Eylo tenía que contar de la anomalía de Eidolon mientras observaba discretamente como la capitán Thyndall reaccionaba a aquellas informaciones. Hablar de asterianos y de anomalías a la vez podían ser demasiadas novedades para la mujer pero pareció aceptar que no era todo tan simple como quizás parecía ser, que había cosas que podían estar relacionadas y el estudio conjunto dejar al descubierto más detalles en profundidad. Por la forma de comportarse ante esas nuevas noticias, aceptarlas y querer hacer partícipes tanto a Eylo como a Jim del estudio de aquella parte del problema y lo relacionado con el idiomas asteriano, Daya supo que era un mando dispuesto a escuchar y a implicarlos en lo que considerase que podían ser útiles. Otro punto para ella.

Tarde o temprano iba a ser uno de los temas a tratar. Harold. Escucharlo hablar intentando defenderse de las acusaciones fue duro para Daya aunque sabía que el polígrafo había dicho que mentía. Pero ¿y si el aparato había dado una lectura equivocada? Tuvo que repetirse una y otra vez todo lo que sabía, en las preguntas en las que había fallado Harold, cómo las había contestado y cuales no, para decirse a sí misma que fuera objetiva con aquello. No podía dejar que el tiempo suavizara lo sucedido y, si Harold era asteriano tal y como habían deducido en el PEC, tendría que estar a buen recaudo para evitar más muertes. Cuando el cabo Wulftang lo cacheó y mostró a todos aquel extraño objeto que portaba, la innumita arrugó el entrecejo y esperó a que alguien más cayera en la cuenta de un detalle que a ella se le había antojado evidente pero, la sonrisa que en ese momento desplegó el tecnólogo y sus comentarios hicieron que el alma se le cayera a los pies. Miró a Narel y vio como Becky atendía a la orden del Teniente Lionel incapaz ella misma de moverse de su silla. Intentó empatizar con la eridiana pero aquello era tan grande que no podía en aquel momento. No solo había tenido que pasar por lo que había pasado en el PEC sino que ahora Harold le soltaba aquello. Y Daya tenía pocas dudas de que sus palabras eran falsas, lo había dicho con una convicción abrumadora. La innumita miró alrededor, al resto de sus compañeras. Keira, Sue, Jim, Yum, Vera, Becky, Milena, Lesly. Eliminó de su personal ecuación a ciertos rostros pero había otros que permanecieron: Keira, Sue y Becky. Alvin. Por todas las estrellas. Odiaba aquella situación de duda y sospecha continua. Sue no tendría problemas para contar con quien había tenido relaciones, Keira no quería hablar con nadie y ella no la había visto relacionarse con casi nadie aparte de con Duncan en las últimas semanas… Su cabeza eliminaba nombres de la lista y solo le quedaba uno y otro de rebote. Becky y Alvin.

De repente, Eylo avanzó hacia Harold. Ella abrió los ojos en un gesto de sorpresa y vio como le golpeaba con todas sus fuerzas. Era la primera vez que veía a Eylo de esa forma pero ¿qué decirle? Aquella reacción era la más lógica desde su punto de vista, bastante había aguantado ya el eridiano y acababan de tocar de nuevo a una de las personas que más quería del domo.

Conforme Harold desapareció por la puerta de la cabaña, Daya habló-No quiero sembrar más alarma, pero esa última frase de Harold tendríamos que tenerla en cuenta-no quiso mirar a ninguna de sus compañeras para no alarmar ni señalar a nadie. Miró a la capitana Thyndall-Pero sugiero que si alguna de las presentes tenemos dudas de nuestro estado-se incluyó para no quedarse a un lado, aunque sabía que en su caso era imposible-podamos recibir asistencia médica para un reconocimiento preliminar lo antes posible. Si sus palabras son ciertas y se demuestra… podremos saber también si alguien más de los restantes es un potencial asteriano-Se esforzó por no mirar a nadie, era un tema demasiado delicado. Y encima, tenían aquel objeto en aquella habitación-Respecto a eso… -dijo señalando el objeto cuando Eylo pidió echarle un vistazo-Creo que al no saber qué es, deberíamos tratarlo con cuidado. Puede ser un dispositivo de escucha por ejemplo y estar grabando y emitiendo nuestra conversación. Si es un geolocalizador o algo más potente, quizás tendríamos que tener en cuenta una posible visita. Durante estos días ha tenido la oportunidad de transmitir nuestra posición…-era una posibilidad, había que tenerla en cuenta.

Siguieron conversando y escuchar que los tenían considerados como un desastre fuera del Domo le dolió, pero lo entendió al mismo tiempo. No era culpa de ellos, pero por lo menos los actuales mandos que estaban con ellos allí y quizás el alto mando, se habían dado cuenta de que no era solamente por culpa de los reclutas. Pero, aún así, saber que el Teniente había muerto y que no se había nada del brigada ni de sus dos compañeros la desalentó. Después de tantos días había esperado saber que habían conseguido llegar a cualquier otro disco o habían alcanzado el hangar y cogido una Eagle. Eylo propuso que su antigua tripulación peinara la zona en busca de supervivientes y ella solo pudo asentir al respecto, era una gran idea. Por los que pudieran aún estar sobreviviendo de alguna forma en aquella parte del espacio profundo. Y aquello le llevaba a Eris y a Maia. Más a Maia que era a quien más conocía.

-No lo eches solo sobre tu espalda, Eylo-le comentó a su líder, entendiendo lo que se debía estar sintiendo-También pueden contar conmigo si podemos hacer algo para localizar a la joven…-pero era Maia quien más le preocupaba-Respecto a la pequeña… yo no sé lo que es estar en un orfanato de la Space Force, pero sé que a esa niña lo que le hace falta es cariño-miró a Eylo y a Billy, ellos sí podían conocer lo que era un lugar así-Cuando todo se aclare sobre nosotros, ¿podrían permitirnos hacerle una visita? Entiendo que es imposible que esté con nosotros ahora…

Se le pasó por la cabeza pedir que Maia fuera llevada con su familia a Innum. Estaría bien allí con todos sus hermanos y sus padres, le enseñarían lo que era una familia y tendrían mucha paciencia con ella. El problema es que la pequeña no los conocía y eso implicaba sacarla fuera de la Space Force, allí había unos recursos, una formación y una perspectiva de futuro que no existía en Innum. Ella no era quien para decidir eso, aun tenía una madre en algún lugar del Universo que volvería a por ella tarde o temprano.

La capitán Thyndall pasó entonces a responder sus preguntas. Iban a ser investigados. No tenía problema con eso, pero sus padres y amigos no entenderían a qué venía todo aquello. Auguraba mucho desconcierto y preocupaciones. Esperaba poder resolver todos los miedos de los suyos pronto, porque no tenía duda de lo que ella era en verdad. Solo quería que todo se aclarara rápido. Daya escuchó lo que temía sobre el Domo 12, la capitán fue directa a confirmar que las órdenes eran las de cerrar el Domo pero le sorprendió lo que habían resuelto hacer con ellos. Intentó que su rostro no reflejara la sorpresa al escuchar que ciertos mandos habían pedido que se reubicaran algunos de ellos en el quince. La sorpresa ni todo lo que sintió en su interior en ese momento. Solamente bajó la mirada y siguió escuchando lo que allí se hablaba.

Y, como si todo lo que había sido dicho allí fuera poco, la opción dada por la capitán Thyndall hizo que no solo Keira levantara la mano para abandonar. Daya fue viendo como mano tras mano se levantaban más. Cerró los ojos y respiró hondo. El Domo estaba herido de muerte, eran demasiado pocos para formar un Domo íntegro y completo, el Teniente West iba a tener un gran trabajo por delante si quería levantar aquello. Se acercó a cada uno de los que habían pedido irse y los abrazó en silencio pero con una sonrisa siempre en sus labios. Podían ser asterianos o no, eso lo diría el futuro, pero ahora solo eran compañeros que se alejaban de su vida para empezar un nuevo camino.

-Que las estrellas guíen tu camino, ha sido un placer conocerte-les fue deseando a unos y a otros hasta que llegó a Narel a quien miró en profundidad antes de abrazarla fuertemente-Puedes con esto y con más. Haz lo que consideres oportuno pero, sea como sea, cuídate. Si necesitas algo, avisa. Y nunca, nunca, olvides que eres una gran mujer. Muchas gracias por todo lo que nos has cuidado aquí, Narel.

Se acercó entonces a la última, a Keira, y la abrazó también fuerte aunque sabía que las cosas habían cambiado mucho entre ellas, aunque planeaba sobre ella la duda de ser asteriana. Pero aquello último no cambiaba nada-Para mí siempre serás esa chica alegre que me habló de cremas y belleza al llegar aquí intentando que nos sintiéramos bien y nos fuéramos conociendo. Has descubierto que este no es tu mundo. Muy buena suerte, Keira. Sabes dónde encontrarme si me necesitas.

Se retiró del grupo que partía con el corazón en un puño, sobre todo por Narel, no le gustaban las despedidas y, aunque aquella tenia cierto tinte de positividad para las personas que se iban, era mucho tiempo juntos para pensar que no habían estado a gusto, que no querían seguir formando parte de aquello pero ¿cómo negarles esa respuesta después de lo que acababan de vivir? Quizás era ella la que estaba equivocada al pensar que estaba haciendo lo correcto, quizás tenía que unirse a ellos ahora que tenía la oportunidad y volver a Innum o irse con su hermano a Natgrew. No era correr, era tenerle aprecio a su vida. Aquella vez habían salido con vida del PEC por los pelos pero no sabía que podía ocurrir mañana. ¿Y si ya iba hacia aquella cabaña un grupo de asterianos con sus skullreps por ejemplo? ¿Y si iban de nuevo a un domo y recibían otro ataque allí? ¿Cuánto le duraría la suerte? Daya sintió que le faltaba el aire, que no tenía respuestas para aquellas preguntas, que si seguía preguntándose cosas se iría a esa cárcel sin más. Pero sabía que no quería hacerlo. No quería dejar atrás todo lo que había conseguido y ahora sabía que le gustaba aquel mundo, le gustaba tener la oportunidad de ayudar y ahora parecía que los mandos eran de otra forma de ser. Quizás ahora empezara de verdad su formación.

Se acercó lentamente a la capitán Thyndall y al Teniente West que estaba junto a ella. Sería mejor si podía tener la mente ocupada. Parecía que había pensado lo mismo Duncan que ya estaba hablando con ambos. Esperó a que terminara, escuchando con atención sus peticiones. Estaban hechas impecablemente, solo quedaba que no le negasen nada si realmente querían que se obtuvieran resultados confiables y rápidamente.

Cuando Duncan terminó, le llegó su turno-Con su permiso, capitán, teniente. Me gustaría tener la oportunidad de hablar con Harold antes de que partieran hacia la prisión. Creo que es importante conocerlos más, saber sus razones para atacarnos, para hacer lo que hicieron. He intentado hablar con Zack estos días pero no ha consentido entablar conversación, quizás Harold esté dispuesto a contarnos algo. No perdemos nada intentándolo. También me gustaría tener la oportunidad de estudiar el sistema de Tarvos. Información en los archivos de la Space Force, desapariciones en esa zona, rutas comerciales que pasen por ella… evidentemente cuando todo sobre mi persona se aclare, no lo pido ahora. Cada cosa a su tiempo. Pero sabiendo donde podemos buscar alguna pista sobre ellos, me gustaría intentar ayudar en lo que pudiera dentro de mis posibilidades… ¿Creen que sería factible que se decidiera a enviar una misión tripulada al sistema para encontrarlos e intentar un acercamiento? -con esta pregunta su mirada fue hacia al teniente que parecía compartir su punto de vista-Le diría que me encantaría formar parte de eso, pero sé que ahora estoy muy lejos de poder ocupar un puesto en esa misión, si es que se realiza.

Había otra cosa que le preocupaba ahora que sabía que tantos de sus compañeros se alejaban de la Space Force-Capitán, antes ha comentado que pensaban dividirnos entre los domos 15 y 19 mientras se organizaban en el nuestro. ¿Saben ya el destino de cada uno de nosotros? No creo que dividirnos sea lo mejor en estos momentos, pero entiendo que somos demasiados para que un solo domo nos acepte, aunque sea de forma temporal. Avisé al domo 15 de lo que estaba sucediendo en el 12 conforme empezó el ataque. Quería advertirles para que tuvieran cuidado con sus propios reclutas, podemos tener más infiltrados en otros domos. ¿Sabe si se piensa hacer algo al respecto en los domos? Es complicado hasta que no sepamos cómo detectar a los asterianos, lo sé, pero…siempre es mejor estar sobre aviso.

Einar no mostró especial alivio ante la ausencia de castigo debido a las extraordinarias circunstancias puesto que básicamente quería decir que si había un culpable de algún hecho grave, iba a quedar irresoluto a medio plazo, y eso era peligroso para todos.

Pero nada estaba en su mano en aquel momento, por lo que lo mejor que podía hacer era tratar deasimilar toda aquella nueva información que no paraban de volcarle encima, estudiarla, analizarla y tratar de sacar conclusiones lógicas.

Quizá el no haber estado presente el momento que se desveló todo el asunto de los asterianos y su infiltración activa entre los reclutas fue un factor de peso en su ausencia de especial estupor tras la revelación de que Harold, entre otros era alienígena. Él había vivido aquel evento en cierto modo desde la distancia y la falta de emociones más viscerales, había podido tratar de digerirlo más como un espectador que como una parte activa del embrollo, por lo que fue tomado más por sorpresa casi por el arranque agresivo de Eylo que por el desenmascaramiento de su compañero, si bien su indignación y asco probablemente fuesen similares a las del lider de los reclutas.

Si embargo, si que aprovechó para  acercarse por si era necesario contener cualquier reacción violenta del prisionero y ya de paso tratar de echar un vistazo a aquel extraño dispositivo que había portado encima.

-En los laboratorios de ingeniería donde trabajaban mis padres pude ver muchos prototipos y tecnología de lo más puntera...-dijo con todo su interés puesto en aquel poliedro metálico, tratando de encontrar la lógica de su concepción con el breve vistazo que pudo darle. -Pero si hay una premisa absoluta a la hora de manipular material técnico desconocido es "evitar manipularlo". Recomiendo precaución en su manipulación- No revestía peligro únicamente  en el caso de que fuese un comunicador o un emisor de algún tipo. Los actos terroristas eran una constante abudante en la larga historia humana, y si había una costante en ellos era en la ausencia de escrúpulos hacia vidas agenas e incluso própias en los comandos terroristas. Aquello bien podía ser un dispositivo de inmolación.-¿Disponen en su transporte de algún recipiente de segurdiad a prueba de radiación y explosiones?-preguntó a sus mandos a modo de recomendación, si bien al darse cuenta de que debido a que estaba prestando más atención a aquello que al protocolo militar casi estaba tuteando a una Capitana se puso rígido de golpe, en rictus serio y apurado.

-¡Señora! ¡Este recluta considera que el artefacto podría revestir peligro biológico o explosivo, asi como ser un receptor de algún tipo de información por lo que considera oportuno que se tenga en cuenta la opción de aislarlo en una caja de vacio de seguridad de nivel 3 o superior para su transperte, Señora!

Aún en posición de firme, no pudo evitar desviar la mirada hacia el prisionero adoptando un gesto de asco ante el comentario altivo del mismo.

-Solo sois un grupo terrorista, como tantos otros a los que se ha enfrentado la humanidad a lo largo de su existencia, ¿y sabes que...? Seguimos aquí... -dijo casi escupiendo las palabras.

¿Para que golpearle? el dolor físico desaparecía con rapidez, los hechos perduraban para siempre. No valía la pena malgasar más energía de la necesaria con ese tipo de escoria.

Tras la revelación, la Capitana siguió exponiendo la situación. Algunos compañeros desaparecidos en acción, el Teniente caido en combate... la situación era realmente trágica, pero si permitían que la tribulación por la pérdida se hiciese presa de ellos iban a perder un valioso tiempo. Einar fue incapaz de darse cuenta de su propio cinismo al pretender que las pérdidas recien comunicadas fuesen pasadas por alto cuando él aún iba a arrastrar la de Sarah durante, quizá, el resto de su vida.

Como era de suponer, los hechos sí hicieron mella profunda en la tropa, y cuando Thyndall ofreció un abandono del servicio pactado y sin consecuencias, varios fueron los que se acogieron sin dudar demasiado. Y en verdad no se les podía culpar, si bien aquello no evitó un pequeño pinchazo de tristeza al ver algunas de las manos que se alzaron, especialmente la de Keira, de la que no hacía tanto que había acabado comprendiendo sus intenciones y con quien había dejado una conversación pendiente para disculparse por cualquier malentendido.

-No hay motivo para la vergüenza ni espacio para el deshonor...-empezó diciendo a los que habían decidido abandonar.

-El simple hecho de haber llegado hasta aquí ya demuestra de lo que estáis hechos. Todos vosotros pertenecéis a lo mejor que puede ofrecer nuestra especia, a su orgullo, y esto no cambia nada-Dijo absolutamente convencido de sus palabras.

-Llevaos con vosotros el espíritu del Domo 12. contagiad con él a los que os rodeen, ayudadnos así desde donde os encontréis. Puede que vengan malos tiempos, y es por eso que se necesitará gente como vosotros allí fuera. No os olvidéis de donde venís- Dijo antes de realizar el último saludo militar que iba a dirigir a aquellas personas, por lo que se esmeró en que fuese el más perfecto que estuviese a su disposición.

Una vez realizadas las despedidas, era el momento de tratar de avanzar. de buscar ser útil desde su aparente posición inútil, de tratar de formar parte del inmenso engranaje militar que debía ser la humanidad para hacer frente a aquella nueva amenaza.

-¡Señora! Comprendo nuestra situación y el justificado celo que se mantiene ante todos los aquí presentes pero...-se dió unos segundos para buscar la mejor manera de hacer su solicitud-Mi especialidad es la Cartografía Estelar y la Astronavegación, por lo que creo que podría ser de utilidad mientras nos encontramos aislados aquí si pudiese estudiar la región del sistema de Tarvos junto a la recluta Banerjee... repasar las cartas estelar ya existentes... ¡cualquier cosa que crea que pudiese ser de utilidad, Señora!-La sola idea de encontrarse aislado ante un evento bélico de tal magnitud empezaba a convertirse en una preocupación de lo más real.

Fue una sensación desagradable escuchar tanto de Eylo como de Einar aquello de que todos éramos sospechosos, como si tuviéramos la culpa de que entre las filas del domo 12 hubiera terroristas infiltrados ¿O era una forma de apoyar al grupo? ¿Apoyar en qué? No entendía muy bien porqué extendían la sombra de la duda sobre todos. Por suerte la capitana Adara Thyndall se encargó de reconocer que no estábamos acusados de nada, que no éramos delincuentes y que aquella entrevista no era ningún interrogatorio sino la forma habitual de proceder de la SF para recabar pruebas en la investigación que aclarase lo ocurrido en el PEC.

Sentí alivio por la forma de proceder de aquella mujer, igual tenía razón Vera en que todo era distinto cuando una mujer estaba al mando, para bien. Miré a la capitana, parecía mucho más sensata que todos los oficiales que habíamos tenido, incluso cuando trató el tema de la muerte de René, no pude por menos que simpatizar con ella. Recordar a René hizo que inclinase la mirada al suelo, sentía un poco de pena por aquel final, aunque no entendía muy bien cómo había acabado relacionado con un grupo insurgente de su planeta, al parecer el pastor era una especie de yihadista y tras negarse a revelar a la célula terrorista de Natgrew, el brigada Lee Joe lo había eliminado.

El asunto que había tratado Eylo sobre la anomalía había centrado la atención de la capitana, ésta se había interesado e iba a permitir a Eylo que formara parte de una especie de comisión de investigación. De pronto escuché mi nombre, me sorprendí porque mi comentario sobre que podía reproducir cualquier sonido había sido tenido en cuenta y aunque tendría que esperar para llevarlo a cabo, iba a participar junto con Eylo de aquella reunión para probar los dispositivos tecnológicos. Me sentí protagonista, me habían escogido a mí y aunque no tenía mucha idea sobre aquello de la anomalía, estaba segura de que iba a ser de ayuda de igual modo, algo se me ocurriría. Los chakras y demás energías me ayudarían.

La capitana ordenó detener a Harold ante las dudas que su testimonio ante el detector de mentiras había causado. Fue cuando aquel cadete con el que apenas había intercambiado palabra saltó a la defensiva rechazando la culpabilidad, incluso se permitió extender la sombra de la duda sobre el resto. Estaba nervioso, demasiado. Lo miré extrañada, aquella forma de comportarse me resultó sospechosa, levanté una ceja porque mi instinto estaba detectando algo - cuando el río suena, piedras trae - dicho y hecho, cuando el soldado le puso las esposas y lo cacheó encontró un objeto extraño, no parecía de manufactura humana. Para más inri su actitud cambió, dejó a las claras que se trataba de otro asteriano, mofándose y burlándose de todos nosotros. No sólo quedó ahí sino que reveló de manera despectiva y jocosa que Narel estaba embarazada de Buck, que esperaba un asteriano jr y que sus compatriotas vendrían a por ella. Tras escuchar aquella información, instintivamente miré a la cadete, no me podía creer que hubiera cometido el error de tener sexo sin preservativo, era una auténtica ingenua e irresponsable - no jodas, Narel. No puede ser verdad ¿O sí? - mi cara era un poema, abrí la boca cuando su rostro reflejaba la verdad - qué fuerte - Era increíble lo imprudente que había sido, y no estaba pensando en Buck sino ya me parecía sorprendente que en plena formación no hubiera realizado sexo seguro ¿Acaso pretendía ser madre en la SF? - Duke repartió cajas, maldita sea - miré a Duncan, había pedido los condones precisamente para evitar estas situaciones, era increíble la ingenuidad de aquella mujer - yo misma repartí cajas de condones - me parecía inaudito que no los hubiese utilizado. Vi como Becky arropó a Narel, tratando de calmarla. Yo seguía sorprendida por aquella revelación; en aquel momento Eylo, movido por la ira aplacó a Harold de un puñetazo. Cerré un ojo, aparté la cara y puse las manos en señal de rechazo - uhgh - El eridiano no perdía los nervios así como así, por lo que noté claramente que sentía algo por su compatriota. Aún así la violencia no era el camino, la capitana Thyndall hacía pocos minutos había señalado que no se podía tener una actuación matonil en la Space Force y ahí estaba Eylo demostrando que el instinto niega la razón.

Antes del impacto, Harold había comentado que no sólo había sido Narel. Aquello no hacía sino empeorar - joder ni que os hubierais dedicado a inflar globitos - no salía de una y venía otra. Qué gente tan irresponsable. Me crucé de brazos y torcí el gesto, sin duda aquellas revelaciones no las había tomado a bien. La gente era una inconsecuente. Me giré hacia Vera sin duda ella lo entendía muy bien - Es que es la leche, ahora resulta que estos cretinos han embarazado a nuestras compañeras - Además es que eran feos, tanto Buck, como Zack, Benedict y Harold no eran guapos, ni siquiera marchosos, tampoco divertidos como Duke. Igual había sido un impulso, pero vaya, menudo problemón ahora. No podía hacer otra cosa que darle la razón a Vera, estaba segura que el chico les había pedido sin y ellas habían accedido simplemente para complacerles, sin asumir el riesgo de comerte un embarazo no deseado o enfermedades de transmisión sexual. Esta gente parecía que había nacido ayer.

 - Al menos los asterianos tienen apariencia humana, imagínate que fueran deformes y con tentáculos, bufff - podría haber sido peor claro, aunque vete a saber, ahora surgía la incertidumbre de si el feto alienígena se comportaba como el humano o no - por suerte los adelantos científicos controlarán ese embarazo, así que, no debes de preocuparte, Narel - aunque era probable que la tuvieran en un laboratorio encerrada para ver cómo evolucionaba todo. Miré hacia una pared vacía ¿Y si las energías del universo se estuvieran vengando de Narel? Igual los sentimientos de Noor habían generado una polaridad negativa y todo era fruto de energías oscuras. Tendría que reflexionar aquello. Me acerqué a tranquilizar y arropar a Narel - tranquila, todo va a salir bien, igual ni siquiera estás embarazada. No sabemos la tasa de fertilidad de los asterianos, igual nos estamos preocupando por algo que no llega a producirse nunca. Igual Dekenverz era impotente o estéril - la abracé, aunque la noté ida. 

En aquel caos de interacciones, el teniente Lionel West intervino para preguntar qué era todo aquello de "la órbita de Tarvos, la princesa imperial" y demás datos que habían aportado los asterianos para justificar su actividad terrorista contra la humanidad. A mí todo aquella me sonaba a película, me parecía increíble que aquellos alienígenas hubieran recorrido media galaxia para perpetrar una venganza por un hecho del que nadie tenía conocimiento. 

Tanto las intervenciones de Dayaa como las de Billy habían sido para optar por la vía diplomática como forma de resolución de conflictos. No sé en qué mundo vivían, pero me pareció muy ingenuo todo - si vis pacen, para bellum - te masacran, llevan el terror a todos los lugares del universo en los que hay presencia humana a través de aquellas bestias llamadas "Skullreps",  causan multitud de muertos y pretendían convencer de que lo mejor era una respuesta pacífica ¿En serio? - Toneladas de diplomacia es lo que van a obtener - bombas y más bombas. Nos habían declarado la guerra, por mucho pacifismo que destilaran en el interior de la cabaña, todos sabíamos que era muy difícil escapar al conflicto. Todos los anuncios publicitarios de reclutamiento de la Space Force se centraban en combatir al enemigo, ahora que ese enemigo había cometido un acto terrorista aún mayor, me pareció bastante absurdo que apostaran por un cambio de estrategia para ser pacíficos. La mayor parte de los que estaban allí se habían alistado por venganza, ahora resulta que no, eran hijos de la caridad con disfraces del ejército - perdón pero es que, no lo veo realista. Permiso para hablar. Entiendo vuestra postura... - me giré hacia Daya y Billy, quizás había más que pensasen así - Pero mirad, de igual manera que ante una provocación Eylo ha reaccionado con violencia, ante un atentado terrorista lo habitual es reaccionar de manera contundente. Ahora bien, si fuéramos capaces de separar dentro de los asterianos a quienes han perpetrado el ataque, si fuéramos capaces de extirpar ese cáncer... entonces sí - era casi una acción quirúrgica, ir a por los verdaderos culpables - necesitaríamos convencer a los asterianos para que ellos mismos nos identifiquen a los responsables - Creer que unos seres alienígenas con los que hay rencillas históricas nos iban a ayudar a resolver un problema nuestro con gente de su pueblo era complicado - Pero me resulta complicado de asumir que una raza alienígena (nosotros) sea capaz de exigir a otra que facilite la identificación de una facción hostil de su raza que nos ha hecho daño. Ese razonamiento precisamente fue el que desembocó en la ejecución de René, el no colaborar para identificar a los insurgentes... ¿Qué os hace pensar que los asterianos se comportarán de manera diferente? - Por la información que habíamos logrado de Buck, daba la sensación de que él y otros formaban parte de una facción belicosa, pero tampoco conocíamos al resto, igual se aprovechaban de las circunstancias - igual toman nuestra diplomacia como debilidad y por lo visto su tecnología es mucho más avanzada que la nuestra, salvo que encontremos algo para defendernos, incluso les sería fácil conquistarnos - traté de exponer mi valoración de una forma pausada y relajada, no era el tipo de argumentos en los que me desenvolvía pero precisamente por haber visto multitud de películas y también por competir en torneos, conocía cómo se comportaba la gente ante situaciones de riesgo y de debilidad, sabía cómo era la naturaleza humana y que hubiera un plan preconcebido no implicaba que sobre el terreno, se llevara a cabo, y eso contando que de nuestro propio movimiento no surgieran facciones con otras intenciones - cuando competía, no había espacio para la ingenuidad, si quería ganar la carrera tenía que asumir que todo lo malo me iba a suceder, así nada me sorprendería y podría vencer porque lo había previsto todo - ¿Yo dando lecciones? Miré a Lesly, sin duda había obrado el milagro, había argumentado sin ningún tipo de conflicto interior procurando ayudar de una manera sensata y equilibrada.

Otra cosa que me sorprendió fue que Eylo Yilmaz tuviera grabaciones de Zack dando órdenes a los skulls - ¿Y no me las has enseñado? - ¡¡Grabaciones de Zack hablando en código a los skulls!! - Si pudiera escuchar lo que dice, ese sonido... ¡¡EYLO!! - no me lo podía creer, aquel tipo era un desalmado, no me había dejado ver las imágenes o al menos escuchar lo que les decía - yo reproduzco sonidos... ¿Son imágenes o hay sonido? - no necesitaba más, si pudiera escuchar lo que decía Zack... Demonios!! Porqué me había tocado alguien tan insensible como jefe? Tenía la solución ahí y no me la quería mostrar. Increíble.

No se sabía nada del brigada Lee Joe, tampoco de Buck, ni de Benedict, por tanto, se desconocía el paradero de John Stealer y Anne Durrell que se habían quedado para apresar a los asterianos. Aquello pesaría sobre la conciencia de quien había dictado la orden de reducirlos, seguramente los habrían encerrado en la prisión y no habrían tenido tiempo para proceder a la evacuación o simplemente se quedaron allí, en el nivel 9.

El universo era un equilibrio de fuerzas, el Yin y el Yang, en comparativa "el grupo fuerte" del domo 12 había volado en pedazos, tanto Kurik como Noor, Durrell y Stealer habían desaparecido, ya sólo quedábamos Donner y yo, echándole imaginación. También se habían marchado René y Sarah. No sabría decir qué consecuencia se podía extraer de todo aquello pero igual Lesly podría orientarme; más tarde cuando tuviera la oportunidad, hablaría con ella.

La capitana Thyndall nos informó de que había recibido órdenes para disolver el domo 12, que a los supervivientes nos iban a distribuir entre el domo 15 y el 19. Se daba la circunstancia de que el padre de Billy mandaba en el 15, seguramente eso acabaría condicionándolo todo. Esperaba que me tocase con Vera y más conocidos, no estaba para nada entusiasmada con un cambio de aires y mucho menos con gente desconocida. No quería repetir malas experiencias.

Ante las circunstancias actuales, se dio la oportunidad a los reclutas para que quien quisiera abandonase la SF, descubriendo un poco atónita que había unos cuantos que tomarían tal decisión. La decisión de Keira era un secreto a voces, no se encontraba y había estado apartándose del resto siempre que había podido, aislándose junto a Duke y Sue. También Narel decidió irse, seguramente las últimas revelaciones acabar por decidir su marcha. El entorno de Harold también, quizás había malestar o simplemente no se habían cumplido las expectativas pero el hecho es que tanto Carl como Emory y Jean arrojaban la toalla - oye, antes de iros, tenéis que contar dónde estuvisteis, sé que lleváis días dedicándoos a cartografíar la zona y está muy bien, pero el hecho de que os hubiera acompañado Harold hace que tengamos que revisar por donde habéis estado y rastrear que el asteriano no haya dejado algo - no es que desconfiara de ellos, pero Harold podría haber ocultado algo sin que los demás se hubieran apercibido, no se podía dejar nada al descuido.

Por supuesto que me apenó que aquellos compañeros abandonasen, pero también había que aceptar las decisiones de los demás. Me despedí de ellos, abrazándolos y deseándoles un futuro próspero, bromeando en cuanto a qué se dedicaría Carl y si iba a presumir que había estado en combate para ligar chicas en una discoteca. También me despedí de Keira, aunque habíamos sufrido un distanciamiento, de corazón le deseé que fuera feliz y que nos escribiera cuando pudiéramos volver a tener contacto con el exterior. Le pedí a Sharmon que nos hiciera una foto a todos antes de que se fueran, quería tener un recuerdo de los integrantes del domo 12.

Nos informaron de que el teniente Townhall había muerto en el PEC tratando de reestablecer las comunicaciones, que sus hijas habían acabado en un orfanato a la espera de que regresara su madre de una misión. Si bien las últimas informaciones apuntaban a que la hija mayor, Maia se había fugado. Miré hacia Billy y Grey, seguramente lo estarían pasando mal al conocer aquello, sobretodo Billy que era quien había trabado mayor amistad con las hijas de Townhall.

Daya preguntó acerca de poder mantener las comunicaciones con el exterior, sin duda pretendía mandar un mensaje a alguien. Iba a intervenir tachando aquella ocurrencia de imprudente, pues no sabíamos si todos los asterianos estaban detenidos e identificados o si alguno más aún estaba entre nosotros pero fue la capitana quien denegó tal solicitud. Aquella mujer tenía mi simpatía.

La misma ofreció a Duncan el quedarse a investigar en el domo 15 o irse a un laboratorio más preparado en compañía de varios ayudantes, los que él quisiera. Entrecerré los ojos pensando qué opción escogería el médico, supuse que no me escogería ni aunque tuviera un maletín lleno de dinero y mucho menos a Vera. Últimamente nuestra relación se había enfriado y no era el mismo que al principio.

Tomó la palabra el médico, empezó con justificaciones varias y me dio la sensación de que quería poner distancia con la gente del domo, vamos que, no quería tenerlos cerca. Seguramente su posicionamiento en el juicio de Billy y luego con todo lo sucedido con Noor había agrietado las relaciones con los demás y aprovechando que le daban la oportunidad para poner tierra de por medio con todos, tomaba la decisión de irse a un laboratorio bajo la excusa de que el resto "estaba contaminado" y también "que no podía asegurar que nadie del 12 no estuviera comprometido", vaya, exactamente lo mismo - bueno, eso lo dirás por ti. Que yo sepa tanto Grey como yo, somos ajenas a esa sombra de sospecha, te recuerdo que fuimos nosotras quienes identificamos a Buck y que gracias a la confirmación de esa sospecha, acabaron cayendo todos los demás - era realmente absurdo que nos identificasen como sospechosas porque habíamos sido nosotras quienes poco menos que habíamos resuelto sino el caso, sí que lo habíamos dirigido hacia los culpables. Como para que ahora vinieran a soltar perlas como que "éramos sospechosas" - pero oye, me parece bien que tengas tus reservas, seguro que ese laboratorio tiene toda la tecnología que se requiere para identificar a los asterianos... o justamente ése sea el error que esté cometiendo la SF - al igual que antes cuando expuse las sombras que aparecían con respecto a la opción por la vía diplomático-pacífica, di mi valoración sobre una teoría que me rondaba la cabeza tras recordar las palabras de los asterianos - Me explico: Tanto Buck como Harold y creo recordar que los otros asterianos también afirmaron que nuestra tecnología era patética, señal de que la suya es mucho más avanzada. Por tanto, insistir por esa vía creo que es un error - no los habíamos detectado porque nuestra tecnología no era tan competente, vamos que, ésa no era la vía - lo que digo es que igual tenemos que recurrir a otros medios de prueba... más rústicos, antiguos - quizás el problema era la tecnología, nos empeñábamos en acudir a un campo donde el enemigo nos sacaba ventaja. Quizás acudir a otros medios más "arcaicos" nos podría dar la solución - no te estoy diciendo que tenga razón pero, con Buck acerté y tengo una corazonada con esto - a la hora de señalar a Buck había sentido "algo" no había sido algo científico ni fruto de un análisis empírico, igual eran los chakras. 

Si algo me llamaba la atención era sobretodo el objeto que le habían encontrado a Harold en el bolsillo. Me dirigí hacia Carl y sus amigos antes de que se marchasen - ¿Vísteis de dónde lo sacó, se lo habíais visto antes? - antes les había preguntado dónde habían estado y era importante saberlo por si el asteriano había hecho algo o dejado algo - ya sólo faltaba que fuera un localizador, aunque igual es la forma que tiene de comunicarse con su gente, estoy segura que de igual modo que cuando estaban en el PEC tenían un plan de huida, también tendrían otro plan de rescate en el caso de que no pudieran salir - igual alguien vendría a rescatarlos. Tal y como Harold había citado a Buck, daba la sensación de que fuera una persona carismática, alguien importante en la organización - igual es una especie de baliza y estaba esperando un transporte para escapar - No era descabellado pensar que alguien pudiera venir a recogerlo. Harold tenía información de interés para su facción, por tanto, les interesaba contactar - y si lo es, deberíamos de prepararnos para interceptar lo que sea que venga...

Las energías fluían, me sentía genial, además en aquel lugar se respiraba aire puro. No sólo eso sino que también notaba que formaba parte del grupo, estaba empezando a cogerle el truco a la gente, al final tampoco tenía que cambiar mucho, ni ser alguien distinta. Tan sólo tenía que concentrarme y equilibrar el Yin y el Yang. Y tampoco había que obsesionarse por caer bien a todo el mundo, de hecho había cadetes con los que no simpatizaba, otros con quienes no había cruzado palabra alguna y la vida fluía de igual manera.

Más tarde, conversación con Grey

La distancia marcada por el reencuentro entre Dunne y Eylo había socavado un poco el ánimo del segundo. El eridiano asumía la realidad en la que se encontraban, además de que, habitualmente, era él quien se mostraba más distante frente a los demás cuando las cosas eran distintas. Pero suficientes cosas en la cabeza tenía encima como para no poder hablar con Dunne a solas, aunque fuera unos minutos.

La abordó después de la conversación con Thyndall, en el perímetro de la zona de la cabaña después de que la capitán le encomendara la tarea de supervisar las hipotéticas defensas o situación de los alrededores. La pareja fue cobijada por la cacofonía de una fauna invisible, esencialmente pájaros de toda índole, y algún que otro crujir de arbustos. Todos aquellos sonidos ponían un poco nervioso a Eylo, su banda sonora eran los quejidos de tuberías, el rechinar de los metales y el zumbido de la maquinaria. Ni siquiera el silencio era igual.

—¿Así es Natgrew? —la interpeló con una leve sonrisa, cansada. No pretendía sorprenderla, era difícil hacerlo —. Te he echado de menos.

Se quedó un poco dubitativo, pues no sabía cómo seguir a continuación. Se decidió a dar el paso, abrazarla, tras asegurarse de que no hubiera nadie por los alrededores. Besarla si se terciaba. Entre los pocos placeres y bálsamos de los que podía disfrutar, aquel era el más preciado para el eridiano.

—No tuvimos tiempo para hablar tranquilos.. ni creo que ahora tampoco lo vayamos a tener —puso una mueca de frustración—. Estuve muy preocupado por ti.. Entiendo porque lo hiciste, lo entiendo. De veras.. no quería que creyeras que.. no confiaba en ti. Estaban pasando tantas cosas a la vez. Hubo un momento que creí que todo me superaría, que me ahogaría, pero bueno.. —se permitió sonreír enlazando su mirada a la de Dunne, necesitándola —. Si algo tenemos en común es la tozudez.

En aquel cruce de miradas, acarició su mejilla deslizándola lentamente a su cuello hasta tocar la cadena del colgante. Durante unos segundos, los ojos de Eylo se perdieron en la bala que guardaba las cenizas de sus padres. Ese pensamiento le llevó a recordar el episodio del Eagle, donde vivió en las carnes de Ícaro el accidente con Dunne. No había vuelto a pensar en ello, pero hacerlo también le recordó a los sueños que tuvo, cómo estos le conminaban a cuidarla. Ahora, con todas las revelaciones de los asterianos, para el eridiano adquirió una dimensión aun más grande inexplicable. Sentía tener numerosas piezas de un rompecabezas, pero aun no sabía las reglas por las cuales debía empezar a unir las piezas.

—Todo está yendo muy deprisa —suspiró —. Creo que estamos al borde de algo importante, algo que lo cambiará todo, incluso más que la revelación de los infiltrados. Creo que hay una parte de los asterianos que quieren la paz, pero se mantienen al margen por.. algo. No lo sé. He estado pensando, demasiado quizá.. puede que.. —verbalizar aquello era infinitamente distinto que pensarlo. De repente se sintió un niño de nuevo, soñando con descubrir una gran civilización, conocer sus secretos y sus gentes. Una parte de él se negaba a creer que la humanidad estaba condenada a guerrear eternamente contra los alienígenas, otra auguraba que aquella guerra no iba a ver final. Había demasiada sangre, rencor y odio acumulados, pero tener la esperanza de que podía haber algo más era un acicate para Eylo, para continuar —. Necesito que me hagas un favor —respiró hondo —. No tomes riesgos innecesarios. Más de los que ya tomas, ¿de acuerdo? Te quiero, y ya he.. perdido a Narel.. no quiero perderte a ti también. Por favor. Sé que seguirás cumpliendo con tu deber, siendo una heroína a tu modo, pero.. permíteme ser un poco egoísta, y no te precipites en tomar decisiones.

La mirada de Dunne era centelleante, había una explicación que le debía. Eylo suspiró un poco, pretendiendo aclarar algunos puntos.

—No ha pasado ni pasará nada con la brigada Arkest. Superé su.. examen psicológico —por llamarlo de algún modo —. Y recurrí a ella para conseguir la autopsia de Noor, quizá ella imaginó algo más o simplemente quería cizañear. No lo sé. Pero no ha pasado nada entre ella y yo —recordó la mirada que lanzó la sargento cuando escuchó a la psicóloga, si las miradas mataran.. la de Dunne habría bastado sola para cargarse el PEC y no los asterianos.

—Hay algo más.. —dudó por unos segundos —. Si no sabes en quien confiar.. sobre quien puede ser asteriano o no. Eugene Brezos, creo que es cabo, y tampoco sé el PEC al que está asignada —puso una mueca un tanto apurado —. Fuimos buenos amigos en el orfanato. Es mejor peleando que yo, tiene un carácter de mil demonios, pero te caería bien. Dile que vas de mi parte, no he tenido oportunidad de buscarla con todo lo que está pasando, y ahora necesitamos gente en la que poder confiar.

Recordar a Eugene le causó una punzada de nostalgia. Su mejor amiga en el orfanato militar, separados cuando ella se alistó y él se negó a hacerlo. Le pesaba la mirada de decepción que le entregó cuando se separaron, eso les distanció, aunque siempre habían mantenido un contacto más o menos regular cuando había oportunidad. Eugene era una mujer parecida a Dunne en cuanto a iniciativa y pasión, también en su propensión a meterse en líos, pero la disciplina de hierro de Kawalski enderezó esos comportamientos. A menudo era ella quien debía sacar a Eylo de los apuros en los que se metía, pero hacían un buen tándem, se entendían y había una confianza plena. En un ambiente de desconfianza y sospecha, recurrir a antiguas, y demostradas, amistades era una necesidad. Y Eugene, para Eylo, era alguien libre de la mácula de ser un espía asteriana, habían crecido juntos.

—Me puedes contar.. ¿cómo está la cosa? —preguntó finalmente —. Tu opinión.. quizá nos trasladan a otro PEC, pero.. la verdad.. no sé que pasará. Quiero seguir adelante, sigo comprometido en lo que dije, pero todo ha cambiado tanto.. no lo sé. No sé si estoy preparado para todo esto..

La noticia de que iban a rebuscar en el pasado de los reclutas para demostrar así la veracidad de sus orígenes humanos le pareció a Einar una idea bastante acertada y sencilla de llevar a cabo y no pudo evitar sonreir aliviado, hasta que su vista se cruzó con el preocupaod rostro de Yum, lo que le causó al piloto un instantáneo nudo en la garganta.

De golpe fue consciente de lo que aquello podía implicar para aquella por la que su corazón latía, ya fuese o no de manera correspondida, pues aquello le resultaba lo de menos a aquellas alturas.

Yum, según su propio relato confiado a Einar,  había sido poco más que mano de obra esclava liberada de su cautiverio de forma aparentemente extraoficial por una Solado Espacial, por lo que aquello dejaba a su pasado prácticamente en tábula rasa.

Andersen tragó saliva, mientras no apartaba la vista ni un instante de aquellos ojos rasgados. Creía entender la preocupación que debería estar asaltando a su compañera, por lo que su prioridad aquel momento era la de tratar de transmitirle calma. Por eso, trató de sonreirle y fue a situarse a su lado, posando con suavidad sus manos sobre los hombros y poder así susurrarle.

-Será suficiente con que informes del nombre de la Soldado que te ayudó. Darán con ella y podrá corroborar tu historia...

De normal, la mente del Gunpeiano trabajaba de forma lógica y metódica, pero cuando se trataba de Yum, el lado más visceral del piloto tomaba el mando y entorpecía los procesos lógicos puesto que de no ser así, simplemente habría puesto en una balanza la información de la que disponía y habría llegado a una conclusión lo más lógica posible, que en este caso debería haberse tratado de , cuanto menos, desconfiar de la recluta Ziam ya solo fuese por su pasado dificil de rastrear. Per se trataba de Yum y  con eso la lógica pasaba a un segundo plano para el recluta, puesto que creía con todo su ser en su compañera.

-Incluso todo esto puede ser bueno para tratar de localizar a tu hija. La Comandancia no escatimará esfuerzos en comprobar nuestros pasados, y eso les llevará a la pequeña. Estoy seguro-añadió en tono confiado.

Entendía que Daya quisiera tranquilizar a su numerosa familia. Aunque por otro lado estaba seguro que la información al respecto de la explosión del PEC todavía no sería de dominio público. Entre otras cosas porque los supervivientes han sido pocos y además por el hecho de que están controlando mucho la información que sale, como han hecho con los reclutas del Domo. 

Pudieron averiguar por medio de la capitán, que al menos el capitán de telecomunicaciones se quedó en el PEC intentando restablecer las comunicaciones, algo básico e indispensable. Aunque parece que no pudo conseguirlo finalmente. Desde siempre, las comunicaciones han sido algo básico e indispensable, sobre todo en la guerra, por eso el daño realizado al PEC es tan importante. A continuación vino la reacción de Harold. Mucho se le había aguantado. William tenía claro que era culpable y responsable. Cuando preguntó:

- ¿Acaso he demostrado odio contra vosotros en algún momento? ¿Lo he hecho? - 

La respuesta de Thompson no se hizo esperar - Peor, has buscado sembrar enfrentamiento y promover que haya caos y poco entendimiento - Afirmó con convicción mirándolo fijamente, con claro desprecio, pero lo que sucedió desde luego es algo que no se esperaba sobre todo cuando Eylo reaccionó de manera tan visceral. Miró a Narel con gran pesar, acercándose para transmitirle ánimos. Tenía intención de hablar con ella más tarde, en privado, pues es un tema que seguro que le violentaba hablarlo en público. El hecho de tenerlos incomunicados era algo bastante esperable, sobre todo dada la situación. Al menos, se tranquilizó al saber que su hermano y su padre seguían con vida, sin embargo la noticia de la muerte de Townhall fue un trago duro de asimilar. Había llegado a apreciar a aquel hombre. Tenía sus defectos evidentemente, pero era un buen hombre que se preocupaba por la gente y que quería a sus hijas. Desde luego no era el final que merecía. Y ahora Eris, estaba desaparecida, aunque tenía una idea bastante clara de a donde había podido ir. Finalmente ofrecían una salida para aquellos que no quisieran seguir en el ejército. Primero fue Keira, algo que por otro lado no sería de extrañar, dado lo ocurrido, luego Carl, Jean y Emory, para finalmente levantarse Narel. Se acercó para despedirse de todos, deseándoles suerte, para hablar más en privado con Narel - Siempre estaré para cuando me necesites. No sé si es cierto lo que ha dicho Harold, pero lo sea o no, eso no cambia nada. Será tu decisión y pase lo que pase, tendrás apoyo y ayuda. En cuanto pueda, me pondré en contacto contigo... Y quiero que sepas que entiendo porque lo haces - Le dijo para después abrazarla. 

Cuando Yilmaz mencionó a Eris y su intención de localizarla, Billy intervino - Tengo una idea de donde puede haber ido... tenía ciertas ideas romantizadas sobre una incipiente rebelión en Natgrew a manos de un hombre conocido como "El Libertador" es muy posible que haya ido a unirse a ellos. De hecho el recluta Caracci tenía información al respecto que decidió no compartir - Comentó a los mandos actuales - Me gané la confianza de la hija de Townhall, cuando la localicé tratando de escapar del PEC y lo evité, podría tratar de encontrarla, abrirle los ojos y traerla de vuelta... aunque para ello debería ir allí. Pero podría ser por medio del Domo 19, ya que su hermana mayor se encuentra allí y fue la que inicialmente impulsó esas ideas en Eris - Entendía la gravedad de lo que contaba, así que trató de calmar un poco los ánimos con el siguiente comentario - En realidad, parece más un acto de exacerbada rebeldía que una creencia en firme, por parte de ambas. Me gustaría ir a Natgrew, ya sea yendo primero al 19 o directamente, para tratar de localizarla y traerla... además, estoy convencido que podría obtener mucha información que ayudase a desarticular la célula rebelde... - 

Escuchaba al resto de sus compañeros con calma, haciendo sólo un pequeño apunte a lo comentado por Jim - Disculpa, no quiero decir de tratar a ese grupo con diplomacia, sólo quiero aclarar, que estos ataques no los hemos sufrido por parte de su civilización, si no de una pequeña parte de la misma y que llegado el caso, atacar indiscriminadamente sería un grave error. De hecho, por lo poco que sabemos sobre su civilización, casi seguro que serían más aliados que enemigos ante la situación actual. Respecto a los análisis no tengo problema en que empiecen cuanto antes. Desde luego que mis antecedentes familiares no son difíciles de seguir para la Space Force, pero mejor pecar de precavidos que de confiados - 

Mes 3. Día 1. Hora 11.00 a.m. Cabaña del lago

La capitán Thyndall anotó la aportación de Eylo sobre dónde podía conseguir más información sobre la Anomalía que el líder mencionaba, la estación Arecibo del sistema Eridani tenía antecedentes cotejados y recogidos desde hacía décadas, datos que podían dar luz sobre las cuestiones que en este preciso instante, comenzaban a destaparse.

- Cuando me den los permisos y proceda, usted será el encargado de recopilar de ese sistema solar las informaciones que necesitamos, para poder comprender el motivo de este ataque, así como las posibles medidas de prevención futuras. Lo que le ha sucedido al PEC 12 no puede ocurrir nunca más - Estaba completamente dolida por los hechos, y se notaba que la capitán solo quería un avance real en la defensa de la humanidad, preocupándose por la seguridad del ejército.

Lo que nadie se esperaba era que Yilmaz perdiera finalmente la compostura, acercándose al asteriano y que le propinse un fuerte golpe en la nariz con el fin de hacerle daño, una actitud que la capitán intentó suavizar.

- ¡Yilmaz conténgase! - Ordenó la mujer haciendo un gesto al teniente, el cual se posicionó delante de Eylo, como medida disuasoria de que intentase otra segunda agresión - No actúe de forma visceral, recluta. Un soldado debe mantener la mente clara en todo momento - Indicó la pelirroja a modo de reprimenda, sin hacer mención alguna a sanciones de ningún tipo. No era momento de hacer rodar cabezas, si no de poner remedios a los problemas que ya tenían.

Parecía que Eylo se calmaba, solicitando el artefacto de Harold, un dispositivo curioso que no se parecía a nada de manufactura terráquea - Aquí tiene, cadete. ¿Podrá averiguar lo que es? - Un suspiro antes de dar nuevas explicaciones - La Comandancia no formatea pruebas hasta que las investigaciones se cierran. No será un problema ponerle en contacto con un capitán tecnólogo de otro Domo que pueda colaborar en las investigaciones y que con usted, pueda reunir los datos que nos faltan conocer... - Daya añadió un comentario que debían tomar en cuenta. Quizás el artefacto fuera peligroso o un sistema para poder grabarles, o peor, localizarles, revelando su posición.

En ese preciso instante Andersen tomó la palabra. El piloto tenía unos padres que trabajaban en laboratorios de alta tecnología, y quizás aquel poliedro fuera un artefacto sencillo de discernir su uso, pero lo adecuado era no manipularlo sin medidas de seguridad. A simple vista no podría asegurar qué era, existían muchos dispositivos de distinto uso que podían tener aquella peculiar forma - No tenemos un sistema a prueba de radiación ni explosiones - Aquella aseveración hizo que la pelirroja mirase el aparato con una perspectiva preocupante - Dejaremos esta cosa en la cabaña hasta que enviemos un equipo especialista que pueda manipularlo. No vendrá con nosotros en la nave - Determinó la mujer tras escuchar al piloto, tomándose muy en serio sus palabras y priorizando en seguridad.

El comentario sobre el salvamento especial reclamó de nuevo la atención de la capitán, sobre todo lo que proponía Yilmaz sobre la Rust Walker - Tengo una idea mejor. Haga un equipo de trabajo, seleccione a varios compañeros y diríjanse hacia la zona del siniestro con la nave de salvamento - De todos los presentes quizás quien menos posibilidades tenía de ser asteriano era precisamente Yilmaz, algo que había demostrado por su salvaje reacción contra Harold y es que a veces salirse por la tangente, podía tener cierta dosis de beneficio - Les daré unos comunicadores básicos para que estén directamente en contacto con el teniente al mando, West. Investiguen la zona y averigüen todo lo que puedan respecto al siniestro, y sobre todo, revisen que Joe no se encuentre aún allí con los reclutas desaparecidos.

El comentario sobre las hijas de Townhall llamó la atención de la pelirroja, suspirando levemente. Aquella decisión no había sido demasiado sencilla de decidir, al fin y al cabo, eran las hijas de dos soldados espaciales.

- Tendríamos que intentar localizarlas, es algo que desde luego tengo en mente, pero ya ha visto usted que tenemos muchos frentes abiertos, y lo que más me preocupa ahora mismo es la supervivencia de la humanidad, lamentablemente no puedo destinar muchos recursos en este preciso instante para buscar a la joven. El universo es demasiado grande como para encontrarla, más si se esconde. He hecho lo propio, he mandado su imagen a la Comandancia de todos los planetas y solo espero que alguien la vea y de el aviso para recuperarla - Indicó la mujer con cierto pesar.

Daya se unía a los deseos de encontrar a Eris, indicando que la joven Maia solo necesitaba cariño y que quizás, pudieran retomar el contacto con ella - No tendrán inconveniente en visitarla cuando la situación se calme un poco más. Es muy joven para vivir en una institución de ese tipo, pero siendo hija de quien es, seguro que su padre hubiera deseado la formación militar para ella. Es el mejor futuro posible al que podría optar - Comentó la pelirroja, la cual intentaba aplicar la lógica a la situación, aunque no era precisamente lo que pensaba - Al menos hasta que encontremos a su madre...

La voz de Thompson reclamó la atención de la capitán, indicando que tenía idea de dónde había podido ir la joven muchacha, algo que a Adara pareció gustarle y preocuparle por igual - ¿Una rebelión en Natgrew? Eso es algo que necesitaríamos investigar, y ya no solo para recuperar a Eris Townhall, también para saber qué se está fraguando en ese planeta. No teníamos bastante con los asterianos como para que la humanidad se dedique a aniquilarse por sí sola - Se lamentó, dolida por las consecuencias que dichas acciones podrían provocar - Cadete Thompson, elija compañeros que le acompañen y decida usted qué vía es la más adecuada para proceder con cautela, si por medio del Domo 19, o yendo directamente a Natgrew. Si precisa equipo, ya sea armas, vehículos o trajes, solo tiene que solicitarlo... - Libertad. A William le acababan de abrir las puertas para que pudiese proceder libremente. Era curioso, Thyndall sabía que el joven había estado detenido, pero aún así no lo retenía ni vigilaba de cerca. Pudiera ser que ser hijo de un comandante probase que no era extraterrestre, y que las palabras de Grey con respecto a él, hubiera conseguido que la escala de mando confiara mucho más en los reclutas de lo que Lee Joe jamás lo hizo.

La voz de Duncan, vía comunicador, resonó en la cabaña, planteando hechos que debían ser tenidos en consideración - ¿Cómo han podido los asterianos pasar controles médicos? ¿Son exactamente como nosotros? - Eso dificultaba mucho las cosas - Comprendo. Material de alta tecnología. Pediré permiso para que le lleven a un sitio especial para que continúe con sus investigaciones e intentaré buscar al mejor genista del planeta, aunque es difícil conseguirlo con tan poco tiempo... - La mujer permaneció pensativa, estaba claro que era más sencillo proporcionar el recurso material al humano -  Plantearé la opción de la persona que propone. ¿Oscar Schmidt?... ¿Quién es? ¿Qué sabe de él?... - Suspiró y asintió - Dos médicos para validar los resultados, me parece bien. Aunque debo decirle que depende de mis superiores - Un genetista, un informático y la sargento Grey - No hay inconveniente de que la sargento le acompañe, al menos por mi parte - Miró a Dunne como esperando su conformidad, algo que obtuvo rápidamente, puesto que la mujer de ojos verdes tomó la palabra: "Siempre dispuesta a servir" - Una frase sencilla pero que implicaba su compromiso para con los presentes.

- Tiene permiso para tomar muestras biológicas a todos los presentes, incluyendo la cadena de mando. No albergo dudas sobre mis acompañantes, pero hay que cundir con el ejemplo. Tiene permiso para hacerse con el botiquín de la nave y poder recoger tanta prueba precise Puede comenzar ya si lo desea... - Anunció la mujer al doctor, dándole una libertad amplia y libre de condicionantes.

Hubo un comentario de Daya que fue tomado muy en serio por Thyndall. Quizás más reclutas de las presentes estaban embarazadas - La Space Force os dotará de pruebas para poder conocer vuestro estado y pondrá a disposición de los reclutas las medidas necesarias para su bienestar - Las miró con pesadumbre - Esto no es una orden, ni seré yo quien les diga lo que deben hacer con sus cuerpos, pero sí debo indicar que una cadete no puede estar embarazada. Se tendría que dar de baja obligatoriamente. Y como bien ha dicho Banerjee, si alguien lo estuviera, quizás podamos llegar a señalar a más asterianos - Era un comentario muy lógico y quizás una alternativa más para dilucidar si había o no más traidores allí.

La petición de Banerjee sobre hablar con Harold obtuvo un asentimiento de cabeza - Podrá hacerlo, recluta, pero siempre y cuando el teniente West y el cabo Wulftang estén delante. Por cuestión de seguridad. Sobre la idea de mandar una tripulación de misión, es algo que considero viable siempre y cuando ustedes puedan darme los datos necesarios para poder presentar un informe en Comandancia. Si no tengo argumentos sólidos donde se asegure una línea de investigación, la respuesta será claramente negativa - Miró por unos instantes a Eylo antes de añadir un comentario - Quizás Yilmaz precise una piloto que le acompañe en su nueva misión con la Rust Walker, ya que tiene usted tantas ganas de formar parte activa de esta misión. O quizás Andersen y usted consideren mejor ir al observatorio de la Comandancia para estudiar las cartas estelares y poder analizar la región de Tarvos para una futura exploración espacial... En sus manos dejo la opción de hacer una u otra cosa - Miró a Foster - A lo mejor en ese tiempo pueda usted servir como apoyo mientras interpreta el sonido grabado por Yilmaz. O quizás prefiera hacerlo en uno de los Domos.

El destino de dividir a los reclutas entre los Domos 15 y 19 era una de las opciones que se barajaba - Aún no tenemos claro quiénes irían a cada uno de los Domos, depende en parte de las necesidades de los mismos. Los superiores nos han hecho constar de que precisan un médico y un piloto en el 15, al menos por el momento. Se está estudiando el caso y, aunque a mí tampoco me agrada la idea de separarles, tengo las manos atadas ante este tema - Seguridad, a Daya le preocupaba cómo de seguro era el futuro a partir de ese momento - No podemos descartar infiltrados en ningún Domo, precisamos de la labor de McCarthy con urgencia.

Jim Foster tomaba la palabra y se posicionaba en contra de la especie que había atacado sin perdón a la humanidad, o al menos con los confabuladores terroristas - Llegado el momento deberemos negociar. Cuando tengamos la información. Es o eso o entrar en guerra abierta contra una especie de la cual desconocemos todo, incluso su estilo de vida - Comentó Adara Thyndall - Lo primero es limpiar nuestras filas de infiltrados, luego investigar la zona por donde habitan, posteriormente se  contactaría con ellos y al final tocaría lo inevitable, mandar agentes de inteligencia para que extraigan información de manera continuada de su sociedad... Esto puede llevarnos años o siglos... - Suspiro y asentimiento ante las palabras de la conductora - Si son tecnológicamente avanzados podrían llegar incluso a conquistarnos. Tenemos esa premisa por delante y es una posibilidad ante la que debemos estar preparados.

Foster había atado cabos sobre las acciones de los reclutas exploradores, aquellos que habían estado junto a Harold durante estos días - Mandaremos un equipo de exploración a la zona para asegurar el perímetro de la cabaña - Aseguró Thyndall, no dejando ninguna cuestión sin resolución

Jim aseguraba que quizás el problema con los asterianos era el exceso de tecnología, un pensamiento muy lógico, pues siempre iban a estar por delante de la humanidad en dispositivos y sistemas, pero ¿y si ellos recurrían a mecanismo más rústicos? El caso y la dificultad era pensar en qué. Y todas las posibilidades que daba la imaginación podría ser una buena vía de propuesta. O quizás no.

Mes 3. Día 1. Hora 11.15 a.m. Cabaña del lago

La joven estaba siendo arropada por Becky, pero pareció sentirse mejor cuando Yilmaz se acercó a ella. Había renunciado a la Space Force. Varios de los presentes habían actuado de igual manera, pero quizás su situación personal fuera la que más ampollas levantaba en sus compañeros.

- No creo ser una imagen en la cual alguien se deba mirar - Dijo la bonita eridiana cuando su coterráneo se dirigió a ella para despedirse, abrazándole con mucha ternura, quebrándose un poco por dentro cuando él hizo notar la carga afectiva de su voz - No sé separarme de ti, Eylo - Susurraba - Ojalá todo hubiera sido distinto entre nosotros. Yo también te quiero... Yo... Te quiero... - Terminó por decir de manera muy significativa, algo que quizás Yilmaz no contemplase, para él siempre había sido como su hermana pequeña pero, ¿Cómo le veía ella? Estaba claro por su mirada que el término de amistad, se había quedado corto. No obstante, fue correcta y se separó sin hacer más comentario al respecto. Sus ojos verdes se posaron momentáneamente en Grey, para después fijarlos en otros compañeros.

La mirada verde de la eridiana quedó clavada en los ojos de Banerjee, antes de recibir sus palabras de ánimo y un abrazo - Gracias a ti por las veces que has sacado todo adelante, Daya. Yo solo quiero pedirte que... - Suspiró levemente - Que cuides de él. De Eylo. De Billy... Y también cuídate tú...

Otro de los abrazos más sentidos fue el dedicado a Thompson. Narel quería mucho a Billy, ambos compartieron conversaciones en el pasado y tenían una manera de ver la vida muy parecida, se entendían y se deseaban lo mejor.

- Lo sé, Billy - Dijo la eridiaba con calma - Hablaremos.. Ya sabes que puedes contar conmigo. Y no quiero perderte como amigo. Nada más podamos te daré mi número de comunicador - Hizo referencia a los dispositivos civiles que, a pesar que no eran tan avanzados como los del ejército, al menos realizaban su función, hacer que las personas continuaran en contacto.

La tristeza de su voz era muy marcada, quizás porque la muchacha sabía que había cometido un error de adolescente. Dotter siempre había sido prudente en sus acciones, pero no tenía planificado mantener relación alguna con Buck Smith. Ella siempre había estado enamorada de Yilmaz, desde el principio en que sus miradas se cruzaron. Había soportado que la cuidase como una hermana y que besara a Grey en algunas ocasiones. Se había esforzado por ser amiga de Dunne para intentar que se le pasara aquel enamoramiento, pero sin éxito. Comenzó a prestar atención a las atenciones de Buck como medida de quitarse un clavo con otro, aún así, él la había rechazado en el Domo, y lo que menos esperaba en el PEC era que el recluta se le insinuara abiertamente. No había estado preparada, habiendo sido manipulada en sus sentimientos. La gran realidad de Narel es que sabía prever muchas cosas, pero no las que directamente le concernían, lo que comúnmente se decía: "haz lo que digo, pero no lo que hago"

Los comentarios de Foster eran hirientes. Narel sabía que había cometido un fallo, pero no era necesario que se lo recordaran a cada instante, y menos que dijera que los asterianos podían tener tentáculos. De hecho, nadie sabía realmente si su apariencia real era la que mostraban y Dotter estaba seriamente preocupada por el hecho de pensar que si estaba embarazada, su futuro hijo fuese normal o tuviera alguna marca que le diferenciara del resto. Aquello era devastador para alguien como ella, los eridianos creían en la comunidad y la joven muchacha no se planteaba inicialmente abortar, saliera lo que saliese de sus entrañas. Pocos podrían empatizar pero su problema era uno de los peores que se le podía haber planteado.

- No te me acerques... - Dijo Dotter a la conductora, quitándose de su zona de acción - Posiblemente sea la única idiota a la que podría haberle pasado esto, pero no necesito que nadie meta el dedo en la llaga. Tengo el resto de mi vida por delante para arrepentirme, sin que nadie me diga qué hice mal - Y es que las frases dichas con anterioridad habían destruido la poca tranquilidad que le quedaba. No sabía si estaba embarazada, pero la seguridad de Harold provocó una amargura en su persona como nunca antes había sentido.

Mes 3. Día 1. Hora 11.30 a.m. Cabaña del lago

La rubia mujer se dejó abrazar por Duncan, apretándole contra sí con mucho cariño. Él había sido su salvador cuando casi se le escapaba la vida y mejor aún, la persona que le ayudó a estar mentalmente bien, siempre dándole consejos sobre cómo proceder. Pero ahora lo tenía claro. 

- Yo siempre estaré contigo de una manera u otra, Duncan. Daré tu nombre a los cuerpos de seguridad de las empresas Lartrem y cuando quieras venir a verme, mis puertas siempre estarán abiertas para ti. Necesites lo que necesites, solo ven a pedirlo que si está en mi mano, lo tendrás - Y es que quizás no fuera la mejor soldado espacial, pero sí alguien agradecida y comprometida con sus amigos - Cuídate, por favor. No dejes que te pase nada... - Se preocupó, pues ya sabía que la labor de un soldado tenía sus riesgos.

La despedida de Daya pudo arrancar de los labios de Keira una suave sonrisa - Al final mi padre tenía razón. No todas valemos para el ejército. Tenía que haberle hecho caso mucho antes - Suspiro - Muchas gracias, Daya. Espero que consigas tus sueños - No tenía el sentimiento de afecto de antaño, y es que entre ambas había un claro distanciamiento.

La charla de Einar ante los que abandonaban pretendía ser motivadora, y así se lo tomaron todos aquellos que decidieron regresar a sus vidas de civiles. Todos menos Keira. La rubia muchacha frunció el ceño cuando escuchó hablar al piloto, como si cada una de sus palabras fueran puñales que no partieran del corazón. Y es que del amor al odio, solo había un paso.

Mes 3. Día 1. Hora 11.45 a.m. Cabaña del lago

El hecho de que Eylo le hubiera pedido hablar y haber conseguido el permiso de la capitán, para Dunne Grey había sido el éxito de la semana. La mujer no dudó en caminar por la espesura de la arboleda, un bosque tupido que para ella tenía muchísimo significado, le recordaba a su planeta natal

La pregunta de Yilmaz le hizo sonreír cuando cuestionó si así era su planeta vernáculo, claramente para ella un paraíso y quizás para él, un lugar tóxico lleno de peligros - Tiene más vegetación y mucha más agua. Es más bonito. Más verde. Se respira mejor - No cabía duda de que amaba su planeta, aunque más al hombre que tenía delante, pues nada más asegurar de que nadie podía verles, se lanzó a sus brazos, apretándole contra sí con mucha fuerza, como si hubiera temido perderle en algún instante - Y yo a ti, Eylo... No te puedes hacer idea de cuánto... - O quizás sí por la calidad de su abrazo y la presión de su cuerpo contra el suyo.

Dunne Grey había pasado de ser una perfecta sargento, fría, comedida y distante a un hervidero de pasión. Mientras Yilmaz dudaba en sus afectos, la muchacha buscó su boca como la del sediento que ansía beber del manantial, saboreando con sus labios la esencia masculina que emanaba de su aliento

- Nunca hay tiempo para nada - Miró hacia atrás asegurando intimidad - Por eso hay que aprovechar el momento - Más besos y por la ansiedad de ella, se estimaba una libido a cotas tan elevadas como las más inalcanzables cordilleras - Sé que confías en mí - No ayudaba a pensar que Dunne estuviera mordisqueando su cuello, solamente paraba para indicar algunas palabras y frases sueltas - En el PEC quise que te fueras con Quest, con ella ibas a estar más seguro que con nadie. Es muy buena disparando - Suspiró mientras mantenía aquel abrazo imperecedero - Yo siento no haberte consultado, pero me niego a perderte. Y tampoco podía dejar a las hijas de Townhall, él cuidó de mí y me ayudó cuando no tenía salidas. Quiero a sus hijas y aunque no tengo mucha madera de madre, preferiría cuidarlas yo antes de que estén encerradas en un orfanato militar - Dijo con un suspiro - Aunque ahora mismo no es momento... No lo es..

Las caricias de Yilmaz y sus besos eran un deleite para la mujer. Curioso, ambos solían mantener la compostura pero cuando estaban solos, ambos cuerpos se negaban a separarse.

- Yo también lo creo. El ataque skull, los infiltrados y la destrucción del PEC. La revolución de Natgrew. Todo es extraño, peligroso... - Se calló cuando él le pidió un favor, escuchándole activamente - Te doy mi palabra de que mis acciones serán más medidas, y solo faltaré a esta promesa si la vida de una de las personas a las que quiero se viese comprometida - Exceso de sinceridad - Yo no podría vivir perdiéndote, Eylo...

Más besos y una caricia furtiva hacia la entrepierna de su pareja, estaba claro que Grey no estaba dispuesta a marcharse de allí sin compartir algo muy íntimo con él. Había ansiado este encuentro y no pensaba desaprovechar la oportunidad.

- En Comandancia fui a buscar a Alice Arkest - Sonrisa divertida - Le pedí explicaciones al respecto y remarqué claramente que eres mío - Le volvió a besar con ímpetu - Siempre y cuando tú quieras seguir siéndolo - Con la cantidad de besos que le daba no le daba opción a poder negarse, casi ni a respirar - Quiso un poco de las dos cosas, cizañear y tontear contigo. Pero no creo que vuelva a molestarte. La conozco demasiado bien y he sabido darle en su punto de inflexión... Perdió a todos sus maridos en combate. Sabe lo que es amar... Eso lo respeta... De todas formas aunque ella hubiera dicho que sí se acostó contigo, me basta tu palabra para creerte a ti... Tú vas por delante de todo Eylo... Siempre... - Un suspiro de calma moral, era tan sencillo sentirse bien a su lado.

La información sobre Eugene Brezos recibió una afirmación de cabeza por parte de Grey - La buscaré e intentaré que entre en nuestro escuadrón. Adara Thyndall me va a tener muy atada de manos en algunas cosas, es una mujer bastante legal, pero confía en las personas que tiene bajo su mando. Puede ser una buena Comandante. He escuchado que está propuesta para el resurgir del 12, si es así y hacemos méritos, podéis conseguir ser Soldados Espaciales y tú y yo estar juntos en el mismo PEC... Sería un sueño Eylo, debemos cumplir las misiones que se nos asignan de la mejor de las maneras... Hay expectativas, amor. Vamos a luchar por conseguirlo - Determinación, el brillo de la mirada de Dunne determinaba que ella no se rendiría fácilmente.

Grey continuaba sus caricias, cada vez más atrevidas y que buscaban un encuentro carnal antes de regresar a la nave. No le cabía la menor duda a Yilmaz puesto que la mujer sacó de su bolsillo un preservativo y lo enseñó a su pareja mientras se desabrochaba la camisola militar.

- Aunque sea rápido no puedo estar ni un minuto más sin sentirte. Prometo no gemir.... Mucho.... - Mirada divertida. ¿Se atrevería el serio eridiano a seguirle el juego?

Mes 3. Día 1. Hora 11.45 a.m. Cabaña del lago

Yum había vivido el horror durante todos aquellos días, manteniéndose siempre callada y prudente. Su actitud no fue distinta, incluso en el momento en el que la capitán Thyndall determinó que iba a investigar a todos los reclutas para poder eliminar la posibilidad de que éstos pudiesen ser asterianos. No obstante, el miedo se hizo presa de ella. Había sido esclava y no aparecía su nombre en registro alguno. ¿Iba a ser condenada?

Los ojos de Ziam buscaron los de Andersen, el hombre en quien más confiaba, recibiendo su sonrisa y contacto como si de una bendición se tratase.

- Pero, ¿y si aún así consideran que soy una extraterrestre? - Preguntó nerviosa - No sabemos cuánto tiempo llevan los asterianos entre nosotros y quizás me encierren en la cárcel hasta que puedan comprobar mi verdadera procedencia. Yo nunca existí para los demás, no hay registro de mi nacimiento hasta que la Soldado lo hizo por mí. Si ella habla y dice la verdad, me encerrarán... Quizás debería huir... - Le miraba con duda en sus ojos, la posibilidad de escapar se le estaba cruzando por la mente - Hay mucho caos ahora mismo, si me atrevo a hacerlo quizás no me atrapen porque con todo este caos no seré una prioridad... ¿Me ayudarás? - Aquella pregunta casi era una súplica.

La idea de que la Space Force en esos momentos dedicara sus energías en buscar a la hija de Ziam era algo complicado, puesto que en caso de no tener referentes de ella, lo práctico en cualquier caso sería apartarla de los demás, encerrándole en una cárcel de alta seguridad. Y es que la humanidad estaba pasando por uno de sus peores momentos y no podían darle libertad a quien no aseguraban, tenía un limpio expediente.

La capitana reconvino el acto hostil de Yilmaz pidiéndole que actuara como un soldado espacial, pero sin mencionar castigos. No estaban para castigos, ya llevaban mucho encima, y no podía decir que no se lo hubiera ganado, oh, se lo había ganado con creces pero aun así no dejaba de ser irónico que le tuvieran que reprender por lo que el había reprendido unos días atrás a Ruiz. Le gustaba la forma de gestionar de la capitana, lo tenía todo muy claro, objetivos, gestión de personas y modos que eran aceptables o no, aquello se parecía mucho más a lo que se publicitaba sobre la Space Force, aunque para algunos, como Keira, aquel cambio llegaba tarde.

Se encargó al líder de averiguar que demonios era el icosaedro, si podía de primeras, porque no iban a llevárselo por si era algún tipo de bomba. Si no parecía que lo enviarían a inspeccionar los restos del PEC en busca de supervivientes, aunque casi un mes después de la explosión, entre el tiempo que habían tardado en llegar a la Tierra, el tiempo encerrados en la cabaña y el de vuelta, difícilmente encontrarían alguien con vida. Si no habían muerto por falta de oxígeno habrían muerto por falta de agua en 7 días. No dijo nada, no le iban a escuchar, pero la información que obtuvieran podría ser igualmente importante. Había algo que le daba vueltas a la cabeza desde que estaban en el disco camino a casa, algo de lo que no se podía librar y no sabía si era por prejuicios o por intuición: Y si el brigada Lee estuviera involucrado? Y si la orden de evacuar se había producido para poder evacuar con total tranquilidad a Buck?. Era todo demasiado extraño pero no veía posible que alguien como John no lo hubiera conseguido, y unos enclenques como Einar, Jim y él sí, no tenía lógica ninguna. Había visto rara la actuación del brigada cuando Buck había saltado a por él, demasiado rara. El brigada era fuerte y estaba entrenado, y no dudaba en disparar y no tenía en cuenta las víctimas colaterales, así que ¿por qué no había disparado?. Negó con la cabeza para él mismo, no tenía pruebas, pero la presencia o ausencia de cadáveres lo pondría todo en su sitio.

La desaparición de la niña y la vida de la pequeña en un orfanato hizo que se estremeciera. No sería como el suyo pero aquel no era hogar para una niña. Si su madre no estaba debería estar con ellos, era de la familia, pero dada la situación tendría que esperar un poco. William, quien estaba más cercano a ellas, marchaba a Natgrew para obtener información sobre la rebelión, que igual podía no tener nada que ver con los asterianos pero, y si era otra manera de desestabilizar a la humanidad?. No estaba de más investigar y en eso William era bueno. Asintió imperceptiblemente, estaba la capitana repartiendo tareas entre ellos como si realmente fueran útiles, como si no fueran la vergüenza de la Space Force y por una vez hacía que no se sintiera tan desgraciado, como si hubiera una pequeña esperanza en ellos como domo.

Le tocó su turno y cuando le preguntó como habían pasado los controles empezó a escribir
- Lo desconozco, en los controles rutinarios presentaban patrones compatibles con un humano de su sexo y edad, aunque no descarto que hayan podido hackear sus resultados manipulando el ordenador. En caso de que no se haya manipulado nada, desgraciadamente, cuando se hace un control se buscan solo ciertos valores de bioquímica en sangre para la detección de enfermedades, por ejemplo una presencia elevada de glóbulos blancos puede dar una pista de la presencia de una infección o un déficit de hierro la presencia de anemia, pero solo se hacen chequeos extensivos en caso de que las analíticas den algún resultado alterado que no sea justificable. Sabiendo que debemos buscar diferencias analizaremos todos los marcadores, vitaminas, factores de coagulación, metales pesados, en cualquiera puede estar la clave. En caso de no aparecer en un examen bioquímico habrá que recurrir al perfil genético, es un proceso más lento, pero si hay alguna diferencia la encontraremos. La humanidad ha secuenciado ya el genoma de todas las especies del planeta, lo que incluye nuestros antepasados primates, por lo que encontrar genes que no están presentes en ninguno de nuestros antepasados será el vector principal de investigación. - La miró, dudando de si le estaba entendiendo o no y cuando le preguntó si podían ser idénticos a los humanos le recorrió un escalofrío por la espalda. Era una posibilidad y como tal debía considerarse - Es posible. Tratamos de una raza alienígena con un nivel de desarrollo tecnológico superior al nuestro. Es posible que sean capaces de clonar humanos y transferir sus consciencias de alguna manera, o que su fisionomía sea idéntica a la nuestra, aunque estadísticamente es poco probable, lo único que podemos hacer es buscar y cruzar los dedos. - Asintió cuando dijo que comprendía y que iba a ser complicado darle lo que pedía - Gracias señora, sé que no es fácil. El doctor Schmidt es el gurú a nivel de genética de los homínidos, no lo conozco en persona, solo he leído alguno de sus artículos y es brillante. No puedo darle referencias más que a título académico. Entiendo que todo dependerá de sus superiores, pero si no es posible conseguir un genetista al menos tendrán que darme un médico. El capitán Kepborn del domo 15 es de mi confianza, aunque creo que no es su especialidad, y si no es conseguible he trabajado con anterioridad con la recluta Heather Mosley, la conozco desde hace más de 12 años y la posibilidad de que esté comprometida es baja. - Asintió cuando repitió lo que necesitaba y miró a la sargento. Podía negarse, él no era nadie para ordenarle que hiciera, creía firmemente que podía ser capaz de ayudar, así que esperó a que respondiera y asintió, soltando el aire que había contenido en sus pulmones mientras respondía. Le dedicó un asentimiento de cabeza y siguió hablando con la capitán -  Así se hará capitana, revisaré el botiquín y comenzaré de inmediato, con su permiso. - Volvió a mirar a Grey, él también serviría, las muertes del PEC 12 no podían quedar impunes, no les podían dar oportunidad de que les golpearan otra vez de aquella manera.

Duncan se marchó a paso ligero en dirección a la nave para coger el maletín, rezando porque estuviera mejor equipado que la starliner que los llevó a Protect. No tardó mucho en volver y la capitana hablaba de embarazos. No podía hacer nada con lo que tenía en el botiquín pero si que podía saberlo analizando la sangre. - Señora, una prueba de sangre lo puede aclarar, pero no tengo el instrumental. Las pruebas de orina normalmente tardan 2 semanas en dar positivo, así que le haré llegar los resultados a través de la sargento Grey. Eso es fácilmente detectable.

 La capitán dio oportunidades a los compañeros de buscar respuestas en las cartas estelares, en los domos, pero remarcó que su tarea era urgente. Se extrañó al saber que necesitaban un médico en el quince, ¿Donde estaba Frank?, pero no podía cubrir esa baja, no por el momento. La mención a la diplomacia y a una posible conquista le hizo estremecerse de nuevo. Aquello era muy serio. Jim abogaba por métodos más rústicos, aunque no sabía a que se refería: ¿Abrirles la cabeza?, ¿Hacerles una incisión en Y y echar un vistacito?. Duncan negó, la miró y escribió - Muchos de aquí han probado que no son asterianos, pero también muchos nos hemos sorprendido al descubrirlos en quienes menos esperábamos. No es cuestión de confianza, es cuestión de evidencia científica. Esto es demasiado grave para tener que recurrir a la fe, necesitamos algo que pruebe la inocencia de las personas con una alta fiabilidad para que lo del PEC 12 no vuelva a pasar jamás. Somos sospechosos y debemos quitarnos ese peso de encima, ni siquiera yo diré que no soy asteriano, mi sangre se analizará por el otro médico para descartarme. Como dice la capitán todos pasaremos por ello. Capitán, los mandos serán los primeros, organice usted las guardias para custodiar a los prisioneros y al domo 12 mientras preparo el material y busco un lugar donde hacer las extracciones, y, por si acaso, convendría que alguien armado estuviera presente durante las extracciones.

 Duncan buscó dentro de la casa el mejor lugar para ejercer su labor y no viendo ninguno mejor se decantó por la mesa de la cocina. La limpió con esmero y junto los botiquines, el suyo rescatado del PEC y el de la nave en la que había venido la capitana: 10 jeringuillas con sus agujas, pocos tubos de muestras, pero sí suficiente algodón y gasas para empaparlos y poder analizar a posteriori. Una visita al baño le dio de suficientes bastoncillos de las orejas para poder impregnar de saliva y buscó bolsas para el congelador para poder etiquetar. El procedimiento sería sencillo, llamar a un paciente, pincharles y poner la sangre en una gasa y un algodón y finalmente hacer un frotis en la boca para coger saliva. Todo lo metería dentro de una bolsa de congelador, la cerraría, etiquetaría y llamaría al siguiente. Tenía el problema de que habían más brazos que jeringuillas, pero estaba resuelto. Una vez hubiera pinchado a 7 personas desinfectaría el material, pondría las agujas en el horno envueltas en varios paños y limpiaría las jeringuillas. Era lento, pero era seguro, eran de las cosas que se estudiaban en historia de la medicina y que se te quedaban en la cabeza por el nivel de barbarie que implicaban. En su hospital habría tirado las agujas y hubiera cogido otras, pero allí no había, así que tendría que ir en plan rústico, como había dicho Jim. El caso de los asterianos era distinto, sabía que el método de desinfección era el adecuado para los humanos, pero la sangre asteriana podía ser tóxica, así que reservó tres agujas y jeringuillas para ellos, dos para los asterianos y una para Narel, si estaba embarazada su sangre era la más importante, puesto que había transmisión de ADN fetal en el torrente sanguíneo, así que separar a partir de esa sangre el ADN asteriano sería más fácil, y de paso podría averiguar si Narel tenía algo de lo que preocuparse.

 Los mandos fueron primero: la capitana Thyndell, el teniente West, Corlett, Wulftang, Sharmon... le faltaba alguien. Se sonrió, aquello no era la primera vez que le pasaba. Grey estaba intentando escaquearse. No le gustaban las agujas, lo sabía a ciencia cierta pero no tenía tiempo de jugar a los médicos con ella. Le pidió que abriera la boca y le hizo el frotis, y a continuación le pidió que le mostrara un dedo.

 - Aquí te será más cómodo, un pinchazo y ya estará. - Le pinchó con la punta de la aguja y limpió la gota de sangre con el algodón. Asintió - Ya está - La mujer se iba a marchar después del mal trago pero antes de hacerlo Duncan le escribió - Sargento, no le tengo manía, ni voy a por usted, aunque lo que ha hecho podría haberme hundido la carrera o algo peor, sé que no soy su persona favorita, pero le agradezco que participe en la investigación. Tengo confianza en que serviremos lo mejor posible por el bien de la humanidad. - Le dedicó un saludo militar e hizo la primera pausa para esterilizar equipo.

Aprovechó el momento para despedirse de Keira en un abrazo cálido que le hizo sonreír. Se dejó apretar con una sonrisa, aquello parecería su día de suerte si no fuera porque se iba uno de sus apoyos allí, y si no estuviera preocupado por su seguridad. Sonrió y le escribió - Más te vale, si no contaré a todo el mundo lo del lamborghini - Rompió a reír mientras le hacía una carantoña - Y yo que pensaba darte un puesto en mi fundación.. pero eso se te queda muy pequeño. Solo quiero que te cuides, te llamaré para asegurarme que estés bien, y quiero que seas feliz, que ayudes como puedas a la gente, y que sonrías, pronto todo estará olvidado... aunque espero que no te olvides de mi. - Sonrió divertido antes de darle un golpecito - Y quien sabe, tal vez cuando sea soldado espacial me des una vuelta en el lambho... - rió, algo que llevaba días sin hacer y la volvió a abrazar - Me cuidaré, no te preocupes, pero trabajaré muy duro para que podáis marcharos a casa, lo prometo.

Volvió a su labor, pidió que pasara a la cocina Vera y mientras la atendía solo le pidió una cosa - Cuida bien de Jim, que no se meta en problemas. - No esperaba muestras de simpatía de ella, pero siendo por Jim estaba seguro que le pondría interés. Alvin, Becky, Milena y su guardia pretoriana, todos fueron pasando por la mesa de la cocina tras alguna pausa de esterilización. A todos les agradecía su colaboración y si le preguntaban por sus impresiones prometía trabajar mucho para obtener resultados. Cuando pasó Eylo lo trató con aire marcial, sabía que no le soportaba, así que simplemente le pidió - Cuide de todos señor. A William le deseó buena suerte en Natgrew, A Jim suerte con el lenguaje Skullrep y cuando le llegó el turno a Daya metió la mano en su maletín y sacó su fonendoscopio. Se lo dio y le escribió - Mientras esté fuera y no haya relevo eres lo más parecido al médico del 12, cuídamelo, y buena suerte, sé que lo harás bien.

Habían pasado ya todos por su mesa, tiró las jeringuillas y las agujas usadas y llamó a Narel. Esperaba hostilidad, no podía culparla, en el crimen de Noor había atravesado muchas lineas rojas con ella. No merecía su perdón, pero aun así le dijo - Me equivoqué contigo y lo lamento mucho, sinceramente creí que tenías que ver en el asesinato y fuiste una víctima, como lo fue Noor. Me equivoque, y siento el daño que te pudiera hacer. Tu sangre será la primera que revisaré para comprobar si estás en estado y prometo que estudiaré todo lo que pueda para darte información para que puedas decidir que haces con el niño. Por favor, no hagas caso en esto a Jim, su anatomía es casi humana así que lo más seguro es que a todos los efectos sea un chico normal. Mucha suerte en tu vida fuera....sé feliz

Duncan era una persona honesta y aunque no esperaba el perdón no por ello dejaría de admitir su culpa. No lo hacía por él sino por ella, porque todas las victimas de injusticias merecían al menos eso, que reconocieran su culpa, dejando el perdón a su voluntad. Suspiró mientras metía la sangre de Noor en los tubos para conservarla mejor. Aquellos tubos, si estaba embarazada, podían tener la llave de descubrir los asterianos.

Tiró la jeringuilla y le tocó el turno a los asterianos. Pidió a su custodia que los custodiaran por si se ponían agresivos y les pinchó, sacando tubo tras tubo, ignorando sus protestas. Si se ponían agresivos pedirían que los agarraran, que los ataran si hacía falta, pero de allí se iban a ir sin parte de su sangre y con una muestra de saliva tomada. Acalló sus protestas con - Un par de pinchazos no compensan todo el sufrimiento que habéis causado, si en el universo hubiera justicia tendrías que morir mil veces cada uno para compensarlo.

Aprovecharía para hacer un examen superficial, a lo rústico como diría Jim, palpando su cuerpo en la búsqueda de huesos y órganos. Sabía que era improbable que encontrara nada pero lo siguió buscando, contando dientes, tocando el pelo por si fuera sintético o buscando bultos o decoloraciones en la piel que fueran sospechosas. Nada. Lo rústico no había funcionado.

Cuando se llevaron a Duke no dejó mucho hueco a la despedida menos con Sue, a la que se abrazó con fuerza pidiéndole que se cuidara. Sus intentos de darle un beso, por la despedida, fueron respondidos con una carcajada de Duncan y le dio un beso sonoro en los labios, nada sexual, en plan amigos a los que se la ido la mano con el vino. Lo llevaron a un centro de investigación perdido de la mano de dios, claramente un sitio dedicado por los militares a probar cosas lejos de ojos curiosos, y se presentó al equipo repartiendo las tareas.

Grey tenía que asegurarse de que el sitio era seguro, que no había cámaras, micrófonos o elementos de espionaje. Su informático fue asignado a restaurar las copias de seguridad de su comunicador y buscar alteraciones en las mismas mientras que el otro médico y él se encargaban de hacer los análisis bioquímicos de las muestras que no eran de asterianos y comenzaban la secuenciación de genoma. Esos ADNS, junto al suyo, al del médico que le ayudara y el informático constituirían un banco de pruebas para tener en cuenta que niveles podían ser considerados normales para un humano, un banco de pruebas a  nivel genético por contar con ADN de distintos planetas, y a partir de ahí empezarían con los asterianos. Solo hubo una excepción, la sangre de Narel fue la primera, buscando en ella muestras de GCH, la hormona que se segregaba al torrente sanguíneo una semana después del embarazo. Si estaba embarazada las pruebas lo dirían, y en cuanto supiera esa información le pediría a Grey que la enviara. Ella era espía, así que sabría como hacer para que no localizaran la transmisión o que esta se hiciera de forma segura.

Un escalofrío recorrió el espinazo del piloto ante la irreflexiva petición de la muchacha por la que ya hacía tiempo que suspiraba. Y no fue tanto por la locura que le estaba pidiendo si no más bien por darse cuenta de que estaba dispuesto a ayudarla. A eso y a cualquier cosa que le pidiese, por encima de cualquier norma, de su seguridad y de la propia Space Force; y eso le aterrorizó por un momento.

Casi pudo sentir como su corazón se detenía de golpe y la cabeza le empezaba a dar vueltas. Había algo de lógica en el argumento de Yum... ¿Escapar antes de que la capturasen? Aprovechando la situación de Caos... podría funcionar, pero...

El muchacho aplanó los labios y cerró los ojos alzando el mentón y aspirando una gran bocanada de aire, tratando de serenarse, tratando de que su parte más racional empezase a trabajar pese a que Yum estuviese en el foco de su mente.

-Espera...-suplicó, mientras trataba de ordenar las ideas que empezaban a agolparse de forma casi dolorosa en su cabeza.

¿De veras aquella era una buena opción? o mejor dicho ¿Era su única opción...?

Su mente estaba acostumbrada a trabajar con eficiencia y rapidez, trazando líneas de acción de manera constante y desechando las peores desde la lógica, quedándose finalmente con la idea más adecuada; y lo cierto es que jamás se había forzado a hacerlo en tan poco tiempo, pero la ocasión así lo requería, puesto que en juego estaba la vida de Yum Ziam, lo que en resumidas cuentas era como decir su propia vida.

Una vez hubo llegado a una conclusiónvolvió a abrir los ojos. Aquellos ojos azul eléctrico que ahora bailaban algo nerviosos pero que trataban de transmitir confianza y seguridad.

Inclinando su luenga silueta volvió a apoyar ambas manos en los hombros de ella, con suavidad, y buscó dejar sus miradas en línea recta, sin obstáculos ni diferencia de alturas, para, tras humedecerse los labios con la lengua, tratar de buscar su voz más tranquilizadora.

-Pensemoslo bien. Escapar ahora sería reconocer ante el alto mando tu implicación. Estamos en un paraje aislado y salvaje, lo pudimos ver desde el transporte...-Por ahora solo estaba tratando de analizar la situación en voz alta para que ella tratase de unirse a su línea de pensamiento.

-Disponiendo de naves con sensores básicos de reconocimiento sería muy facil localizar a un fugitivo en las inmediaciones y, dado los acontecimientos, dudo que prefiriesen dejarlo correr-Hasta ahora lo malo. Narrado en voz más o menos serena, tratando de que no hubiese tono reprochador en sus palabras.

-Y de conseguirlo, te convertirías en una fugitiva, eso complicaría en sobremanera el ayudarnos-se incluyó de forma plénamente consciente-a encontrar a  tu hija.

Sus manos se deslizaron desde los hombros, por los brazos, hasta las manos de Yum, las cuales cogió con las suyas.

-Tú no has hecho nada malo para tener que huir. Comprendo lo complicado de la situación, pero por eso mismo debemos pensar bien antes de tomar cualquier decisión- Con los pulgares acariciaba el dorso de las manos de la oriental, tratando de mitigar en algo los nervios más que justificados de la mujer.

-La Capitana Thyndall parece una persona razonable. Por como se ha expresado hasta ahora yo creo que será capaz de comprender tu situación y de gestionarla en consecuencia, puesto que tú eres la víctima de todo esto. Y lo has sido ya durante demasiado tiempo-Hablaba desde el fondo de su ser. No estaba tratando de buscar excusas o subterfugios si no más bien simplemente expresaba lo que pensaba sin cortafuegos. No quería guardarse nada con Yum.

-Yo creo que la mejor opción es que hablemos los dos con ella- no quería dejarla sola ante algo como aquello- Le expliquemos en la situación que te encuentras y que te presentes voluntaria a demostrar tu humanidad ayudando en la investigación del Doctor MacCarthy. Es lógico pensar que tengan reservas hacia tu relato, pero es un relato factible. Y dudo que los asterianos hayan usado jústamente el mismo método que tú para reescribir su pasado. Habrá una disonancia clara, ya sea en fecha o en métodos... Y junto con eso, tu hoja de servicio hasta ahora es intachable. No hay sospecha sobre ti. Estoy seguro de que cualquier compañero opinará como yo-No pudo evitar acunar una de las mejillas de Yum con su mano

-La fuerza espacial no puede permitirse bajas en sus fuerzas y menos aún bajas especializadas como lo eres tú. Como no puede perder la oportunidad de tener un voluntario para la investigación de MacCarthy... En otras circunstancias no estaría tan seguro, pero MacCarthy me parece absolútamente de fiar. Con él estarías a salvo. Y él podría seguir en contacto conmigo por si necesitas algo mientras estés allí... Mientas yo ofreceré todos los recursos de mi madre en Gunpe para aclarar tu pasado de cara a los superiores. Puede funcionar. Tiene que hacerlo...

Había tenido poco tiempo para pensar, pero el resultado había sido bueno. Al menos lo suficientemente bueno como para poder presentar una alternativa viable a una fuga que veía abocado a un terrible fracaso

-Pero...-acabó añadiendo-Si aún así sigues pidiéndome que te ayude a escapar... por supuesto que lo haré-acabó diciendo con la resolución tiñendo sus palabras.

Si la historia de Yum era cierta, y al menos para Einar lo era de manera absoluta, la muchacha había sufrido ya demasiado. Le había tocado vivir una vida terroríficamente dura, injusta y dificil de concebir para cualquiera que se creyese el relato de que la Comandancia velaba por todos. El joven Andersen había sido así a su llegada, pero un relato tan pueril es dificil de mantener cuando uno se enfrentaba de bruces con la cruda realidad y lo cierto era que la Comandancia había fallado por completo a Yum Ziam y ya era hora de que empezase a resarcir aquello, o eso  pensaba el piloto.

-¡Capitana Thyndall!-reclamó su atención de la forma esperable en Einar, como mandan los manuales, y esperando en posición de "descansen" hasta que le fuera dada la palabra por parte de su superior.

-Considero que donde seré de mayor utilidad dadas las circunstancias será en una instalación en la que pueda disponer de cartas de astronavegación de la zona y ordenadores de computación cuántica para realizar simulaciones de ruta. ¡Si bien iré a donde usted considere que sea necesaria mi presencia, Señora!

Dijo en tono serio y resoluto, si bien aún tenía cosas que añadir.

-Me presento voluntario para pilotar en el traslado de cualquiera de las misiones. Pero me gustaría solicitar un despacho privado con los mandos en cuanto sea posible, Señora.

La capitana había demostrado ser una persona razonable y dispuesta a escuchar, por lo que esperaba que no hubiese demasiados inconvenientes para ello.

Por otro lado, no tardó en presentarse ante el Doctor MacCarthy para la revisión y la toma de muestras. Cuanto antes pasase ese trámite, antes iba a poder dedicarse a otros menesteres, si bien durante la rápida consulta, Einar se aseguró de disponer de la dirección del comunicador de Duke por si era necesario mantenerse en contacto si acababan separados por las misiones asiganadas, así como desearle toda la suerte del mundo en su investigación.

-Mi especialidad técnica está enfocada hacia la industria aeroespacial, pero si puedo ayudar en algo, cualquier cosa, espero que cuente conmigo, Doctor-le ofreció antes de estrecharle la mano con fuerza al abandonar la improvisada consulta.

El ambiente parecía tenso. Cada cual se estaba preparando para sus particulares misiones que iban a provocar que lo que quedaba del Domo 12 se esparciese por la galaxia, y se sorprendió al darse cuenta del poco vínculo que había establecido con la mayoría de reclutas.

Probablemente fuese culpa de su caracter cortante y seco en primera instancia, por lo que no podía culpar al resto, si bien lo lamentaba en parte, al ver los lazos de camaradería que se habían ido formando entre varios de ellos.

Él únicamente había logrado aquel tipo de vínculo con Daya, y estaba seguro que había sido gracias a compartir profesión, pero no por ello la apreciaba menos. La bonita piloto destilaba bondad y buenas intenciones, además de haber demostrado ser una piloto impresionante y digna de admirar, por lo que trató de pasar un rato con ella, para hablar sobre las travesías que iban a realizar cada uno por su lado y, ya de paso, desearle toda la suerte del mundo.

La capitana nos estaba escuchando, varios de nosotros le estábamos planteando nuestras valoraciones y ella las estaba atendiendo. Así era el teniente Townhall aunque esperaba que ella tuviera más suerte. Lejos quedaba mi proyecto de construir un mech, y eso que había contado con el visto bueno del teniente pero, habían ocurrido tantas cosas desde aquella conversación, que se me hacía difícil plantearle el tema, aunque quién sabe, igual esa podía ser nuestra arma secreta - antes de que nos fuéramos al PEC, estábamos construyendo un mech, bueno, diseñándolo... apostaría a que si lo acabásemos, tendríamos un arma de destrucción que los asterianos no serían capaces de prever - un mech era una especie de mezcla entre tecnología y fuerza rústica, estaba segura que si acabásemos el proyecto podríamos utilizarlo para contrarrestar otras fuerzas.

Pero estábamos en aquel lugar donde era difícil imaginar que pudiéramos seguir trabajando en el proyecto Mech-Warrior, salvo que acabásemos haciendo una especie de marioneta gigante con poleas como Pinocho y que llevase un hacha. Aunque en un principio la idea me pareció disparatada, tenía un pase - también hay otros modelos más rústicos que podrían servirnos para confrontar a los skulls - por no mentar las catapultas, que seguro eran efectivas si acertaban en el blanco.

El tiempo corría y las acciones emergían, una tras otra, a Eylo le había ofrecido investigar la famosa anomalía y para ello, no dudaba en ponerle en contacto con un tecnólogo. También para que investigase acerca del objeto alienígena que se le había encontrado a Harold. Además Eylo podría seleccionar cadetes para su misión.

Pero también la capitana dio la opción de investigar la zona del siniestro del PEC, mandar allí una nave salvamento y que ponerse en comunicación con el teniente al mando, un tal West para coordinar las labores de búsqueda de supervivientes o análisis de los restos.

De igual modo, tras escuchar la argumentación de William, se le abrió la oportunidad de viajar a Natgrew para buscar y encontrar a la hija del teniente Townhall, quien al parecer podría unirse a un grupo de insurgentes que preparaban acciones terroristas contra la SF. Tentada estuve de comentarle a Billy que conocía el planeta, no tanto como quisiera, pero sí que había estado en varios bares y locales de ocio; además que había cruzado el planeta con motivo de varias carreras que disputé en aquel planeta. Incluso "en otra vida" había trabajado para una empresa de deforestación de la masa boscosa de Natgrew, aunque de aquella época no tenía un buen recuerdo de los natgrewianos. 

También Duncan había planteado su petición y la capitana no sólo lo había escuchado sino aceptado también su plan, previéndole de medios para que pudiera investigar las diferencias entre los asterianos y los humanos. Empezaría en la misma cabaña por medio de un análisis de sangre para verificar algunas sospechas que se traía. Por supuesto, me sentí interesada cuando tomó la palabra pero no tardé ni cinco segundos en agenciarme una silla para sentarme cerca de la ventana y que todo aquel discurso encriptado de médicos y tratamientos no me afectase. Lo cierto es que no me enteré de gran cosa, demasiadas palabras técnicas y procedimientos que me sonaron a chino. Con lo único que me quedé es que nos iban a pinchar para sacar muestras biológicas - oye ¿No crees que el hecho de que falten agujas puede implicar un riesgo de contagio? - lo último que esperaba es que alguien me contagiase alguna enfermedad por haber compartido la aguja - al menos, podrías hervirlas - aunque igual lavándolas con jabón era suficiente.

Dicho y hecho, al poco ya estaba en una habitación pinchando a la gente. Fui detrás de Vera, sé que algo le dijo pero como iba después no me enteré, ya se lo preguntaría. La verdad es que el tema de las agujas no me gustaba mucho pero tampoco me atemorizaba - ¿Tienes tiritas? - el sujetar el algodón era un poco molesto, más rápido colocar un apósito y olvidarte - las tiritas no manchan la ropa, ya sabes - debería de saberlo, lo había conocido en la oficina de reclutamiento con una bata toda ensangrentada.

Hubo más planes, por ejemplo Dayaa le planteó a la capitana que pudiera interrogar a Harold, no negándose ésta pero sí imponiendo que al menos estuvieran presentes dos soldados para evitar cualquier tipo de reacción hostil. Aparte también daba la opción de acudir al observatorio de la comandancia para estudiar cartas estelares y averiguar la posición de Tarvos, el lugar de donde procedían los asterianos. Sin duda aquel plan apuntaba a ser el más aburrido de todos y tras escuchar la intervención de Einar, parecía que todos los compañeros del domo 12 iban eligiendo misión.

En un momento dado, la capitana se me quedó mirando y me dio la opción de servir como apoyo, a la vez que podía interpretar el sonido grabado por Yilmaz. Aquello estaba bien, al fin podía servir de ayuda. Asentí mostrando mi conformidad - igual podría contar también con Vera y Becky - ésta última era especialista en comportamiento de especies, así que, igual estudiando el vídeo encontrábamos no sólo una orden sino también gestos por parte de Zack que pudieran explicar el comportamiento de los skulls - ¿Qué tipo de apoyo? - igual era ir detrás con un tanque, aquello me animó bastante. Si bien desconocía a quién le iba a prestar el apoyo o si recalaría en un domo para llevar a cabo la investigación - necesitaría un equipo de sonido y otro de vídeo, tengo que estudiar la forma en que lo reproduce, copiar no sólo el sonido sino también los gestos - estaba segura de que había algo más, recordando ni Zack, ni Buck, tampoco los otros cuando los skulls nos habían atacado, ninguno había necesitado disparar contra los bichos y no habían gritado, así que, aquel lenguaje secreto escondía alguna clave y estaba dispuesta a averiguarla.

Las despedidas fueron lo formal que permitieron las circunstancias, sin duda Narel estaba muy afectada. Por mucho que los demás tratasen de calmarla, ella sabía que podía llevar a un alienito dentro. Viendo que se había tomado mal mi comentario, tampoco me acerqué - joder, tía, qué sensible estás - vaya cómo se había transformado, de ser una mentirosa consumada a una desequilibrada en apenas dos días. Para que lugo pusieran el grito en el cielo por no ser una tan empática como otras.

Y eso que Duncan insistió en que los asterianos tenían apariencia humana ¿Realmente era así o sólo una ficción? No sabía qué tipo de relación tenían con los skulls pero había contacto ¿Y si fueran parientes? Ya lo investigaría. Luego se dedicó a echar por tierra mi valoración - ¿Evidencia científica? - seguía con los palabras raras, aquellas expresiones no me acababan de encajar - ¿qué dices de la fe? - ¿Había sido una crítica? - lo que digo es que si presumen de ciencia, evidentemente por ahí no los vas a coger, vas a tener que acudir a otros métodos. No todo es ciencia, hay más caminos - sin duda no era un canalizador de chakras, igual les había ofendido y todo. Me di cuenta que Duncan tenía mucha fe en la ciencia pero le faltaba perspectiva.

De primeras parecía que la capitán estaba deseando ponerse manos a la obra, o quizás tener a los miembros del Domo ocupados para que no la siguieran liando, que sería muy posiblemente la información que hubiera llegado hasta ella. Al menos le habían dado la posibilidad de investigar y tratar de rescatar a Eris. Se imaginaba que estaría muy confundida, incluso si no lo sabía. Además que el hecho de poder obtener información sobre una rebelión en ciernes, sería un punto importante. 

Estuvieron solicitando material para otras misiones que parecían de suma importancia. En realidad, él parecía que podía ayudar poco en esos temas. Un gran enemigo del que sabían poco, parecía el punto débil de William. Un enemigo conocido, una misión encubierta. Desde luego eso era mucho más interesante para él. 

Ante el comentario de Dotter, Thompson intervino hablándole con calma - No has hecho mal, te dejaste llevar por tu corazón y eso no es malo. La maldad está en él que se aprovechó, pero no tienes nada de lo que arrepentirte. Siempre has actuado con buen corazón, a pesar de los palos que eso suponga en la vida, pero es importante que eso no cambie - Afirmó convencido con una sonrisa calma. Recordaba una conversación que habían tenido, sobre lo de comportarse como un idiota y que él siempre preferiría ser un idiota aunque le engañaran. - Cuídate mucho. Hablaremos pronto - 

Estuvo meditando durante un tiempo cual sería la mejor manera de proceder. Entendía que sería un punto importante el acceder a través del Domo 19, pues podrían ser "reclutados" allí. Sin embargo, veía más conveniente acudir directamente a la fuente. En Natgrew alguien como él llamaría la atención sin duda y tendría bien preparada la historia que necesitaba. - Creo que lo mejor sería ir directamente a la fuente... - admitió pensativo - Necesitaría... un buen explorador, alguien que no llegue a infiltrarse pero que pueda estar al alcance de recibir mensajes por transmisiones de radio de onda corta. Una manera de informar que no pueda ser rastreada y que sirva de enlace con el mando. Y alguien que pueda servirme de coartada una vez dentro. Alguien de mente ágil y que sepa moverse sin llamar la atención y llevar a cabo planes improvisados para una eventual distracción... Alguno de estos dos, estaría bien que supiera pilotar, en caso de necesitar una huida rápida - Se enfrentaban a fin de cuentas a algo desconocido, además debería ser capaz de llamar la atención lo suficiente como para ser valorado, pero no tanto como para que le quisieran investigar demasiado - También sería conveniente que el hecho de que mi juicio quede postergado no sea algo público por ahora... Sería una coartada estupenda a la hora de tener un motivo que me lleve allí - 

Mes 3. Día 1. Hora 11.00 a.m. Cabaña del lago

Eylo no hizo ademán alguno de proseguir con la tunda que le había propinado a Harold, asumió la bronca que le pudo caer de la capitán con estoicismo. No le faltaba razón, pero era eso o acabar estallando por otro lado, y desde luego prefería que, al menos, quien se llevara algo de dolor fuera uno de ellos.

—Sí, señora —respondió a Thyndall en posición firmes, tenía le mente muy clara cuando atizó a Harold, su caos mental iba por otros derroteros. Con el aparato que había caído en el suelo, Eylo lo examinó sin pulsar o rozar nada en particular. Apenas un examen preliminar, muchos pusieron voz a su propia cautela, que era mejor no manejar aquel aparato sin seguridad por delante. El escaso contacto que tuvo con él, lo dedicó a múltiples hipótesis nacidas de su propia experiencia y conocimiento en asuntos técnicos.

Escuchó el resto de intervenciones, concordaba con lo expuesto por Daya mostrando algún ocasional asentimiento, aunque torció un poco el morro al escuchar la despedida de Einar. Le resultó un poco fría, impersonal, pero entendió que, bueno, era su manera de despedirse. Que Duncan pidiera a Grey para su labor no dejó indiferente al eridiano, pero no mostró ninguna emoción salvo una furtiva mirada a la sargento. Si el médico decía de necesitarla, no lo iba a discutir. La nota discordante se la llevó Jim una vez más, primero con sus desagradables chismorreos acerca de lo sucedido con Narel. Eso le molestó enormemente, pero era lo normal. Eylo había aprendido hace tiempo que a Jim solo le importa Jim, y los sentimientos ajenos le importaban un comino o, en su defecto, era incapaz de comprenderlos. No dijo nada, se mantuvo impertérrito, haber arreado a Harold le había renovado la dosis de paciencia.

—No me pongas como ejemplo de tus teorías, Jim, porque está claro que no me conoces para nada —la cortó en seco, mirándola sin disimular enojo —. He reaccionado como he reaccionado, porque llevo soportando muchas cosas de mucha gente con escasa o nula colaboración, y, a pesar de los rumores, soy humano y tengo límites a mi paciencia—respiró hondo, no alteró ni por un instante su seriedad —. Que llames ingenuidad a la voluntad de buscar una solución pacífica a una guerra que ya dura siglos es sorprendente. La verdadera fuerza está cuando uno es capaz de usar el diálogo antes que las armas. Si los asterianos ven como debilidad la diplomacia, entonces nos subestimarán, porque no creo que la humanidad se rinda sin pelear. Pero mientras haya una oportunidad para buscar la paz, negar esa posibilidad, es lo que nos llevará a la destrucción.

Podía seguir, apuntalando sus palabras, pero lo sintió inútil. A esas alturas quien realmente se hubiera preocupado en conocer o fijarse en Eylo, es que era alguien que solía agotar todas las vías de diálogo. Que en sus palabras residía el corazón de sus principios, y quien pretendiera leer en ellos una soflama vacía de contenido, probablemente no conocerían verdaderamente al eridiano. Si había una sola oportunidad de lograr la paz, aunque fuera con la facción principal de los asterianos, Eylo apostaría por ella. Aunque su intercambio de palabras con Jim no había terminado, cuando saltó de ese modo, como si guarda sombra alguna de confianza hacia él, Eylo alzó una ceja.

—No, no te lo he enseñado —zanjó con tranquilidad recuperada —. ¿Has escuchado lo que he dicho o finges hacerlo? No lo tengo conmigo. Fue confiscado por la Comandancia —quiso añadir más, como que quién se creía ella para pedirle nada, y menos de aquel modo. No lo hizo, a pesar de la aspereza de su tono pudo mantenerse todo lo sereno que pudo ante ella.

Se fueron exponiendo los planes de acción, pero cuando Thyndall le propuso que se hiciera cargo de la operación de salvamento lo tomó absolutamente de improviso. Decir que se quedó un poco pálido seria un eufemismo, puesto que no se esperaba que los acontecimientos lo volvieran a llevar a la Rust. Era acontecimientos sombríos, terribles, pero los azares del destino, o quizá el propio destino, quisieron que durante seis años se dedicara precisamente a esa clase de labores. Eylo miró a la capitán con el corazón un poco acelerado, intentando calmarse entre una vorágine de nervios y emoción.

—Sí, señora. Claro.. lo haré de inmediato —después de haber escuchado las iniciativas e instrucciones del resto de sus compañeros, el eridiano se hizo un croquis mental de las posibilidades. Duncan había hablado de quienes quería, Eylo tomó el relevo hilando también con las posibilidades sobre la mesa.

—Sugeriría a William que se lleve a Alvin, es buen explorador —empezó, aunque lo recondujo a continuación —. Pero le sugiero que se lleve a Elon, Lesly y Milena con él, actúan unidos y coordinados, y va a necesitar esa clase de apoyo con él —después de lo sucedido, quizá no fuera buena idea separar al trío, aunque en algún momento deberían abrirse. Lo harían, pero ahora William iba a necesitar todo el apoyo posible de forma operativa. Lanzó una mirada de cierta complicidad a Milena, haciéndose el loco de que, en parte, esa decisión también iba alimentada de la relación que mantenía con William. Miró entonces a Alvin —. Alvin, quizá los derelictos espaciales no sean campo atraviesa, pero un PEC es enorme y sé que te mueves bien. Te quiero conmigo —prosiguió mirando a Becky —. Cuento contigo también. Necesitaremos alguien con más tacto por si hay supervivientes, habrán pasado mucho tiempo aislados y necesitarán alguien como tú. Pero tranquila —sonrió con complicidad —. No te vas a salvar de un paseo en g0, tómalo como un entrenamiento también.

Respiró hondo, miraba a Becky con cierta preocupación, sabía lo unida que estaba con su madre. Estar con Alvin seguramente le aliviaba la hipotética ansiedad de no poder contactar con ella, quizá el viaje de salvamento la seguía distrayendo. Pero quedaban compañeros.

—Donner —miró al superviviente del grupo de combatientes —. También cuento contigo, vamos a por John y Anne, tu lugar es allí. Yum, su pericia mecánica será ideal en un salvamento, si las cosas se tuercen en el espacio, un mecánico es casi más valioso que un médico —no decía esto para agasajar sin razón a su compañera oriental, y es que Eylo lo creía firmemente. Era más importante mantener de una pieza la nave para llegar a un médico que un médico dentro de una nave haciéndose pedazos. Quedaba una persona con la que contar, quizá la más importante para Eylo en ese momento —. Daya, huelga decirlo, cuento contigo también. El PEC es enorme.. y la Rust solo es una nave, más especializada en pecios abandonados que en salvamento de personas, si la Comandancia puede cedernos una nave hospital equipada, contaría contigo para llevar esa nave. Supongo que tú sabrás elegir mejor lo que necesitas.

Quedaban algunos por mencionar, Einar parecía dispuesto a dedicarse al estudio cartográfico, por lo que no era necesario en esa operación. Con el mismo ritmo, aun acompañado de ese carácter que había ido desarrollando como líder del Domo, prosiguió.

—Jim, puedes acompañar a Einar. Desde el lugar donde estudie los mapas estelares tendrás la equipación para hacer tus estudios y desarrollar tus ideas —miró a la capitán —. Estoy seguro de que la capitán podrá hacerte llegar una copia de la grabación. Dada la naturaleza técnica de tus experimentos, será mejor que los hagas en un ambiente controlado. Vera, supongo que querrás acompañar a Jim en sus investigaciones —respiró con calma, profundamente —. Pero si quieres unirte al equipo de salvamento, queda un hueco —le había dejado la puerta abierta, era una prueba en toda regla para la mujer, para ver qué valoraba más. Si seguir siendo el perrito faldero de Jim o si realmente estaba allí para ser una Soldado Espacial que debía preocuparse por todos sus compañeros.

—También sugeriría alguien de confianza de su elección, capitán, obviamente —apuntilló finalmente.

A continuación se expuso a las donaciones de muestras de Duncan, las formas no terminaron de convencerle, no veía del todo higiénico el método y la urgencia de hacerlo de ese modo. No lo discutió, obedeció sin decir nada hasta verse libre del trámite. Quedaba por ver qué resultados iban a arrojar las investigaciones de Duncan, él mismo tenía sus propias hipótesis, pero siendo un ignorante en temas médicos o genéticos, las teorías de Eylo eran, como mínimo, más peregrinas.

El abrazo con Narel fue sentido para él, pero la respuesta de la eridiana le tomó por sorpresa. Eylo, que solía enorgullecerse de captar las cosas al vuelo, recibió una cura de humildad de su coterránea. Las palabras de la joven hicieron a Eylo titubear, sentirse inseguro y culpable, por no haber sido capaz de ver aquello que, ahora, parecía tan claro como el agua del lago. Procuró sonreír, mostrarse cálido y cercano, sus sentimientos por Grey eran unos, por Narel otros, pero la lacerante pregunta del "y sí" planeó por su mente como una ponzoña.

—Siempre podrás contar conmigo.. Narel. Cuando todo esto pase, cuando las cosas se calmen.. —y quizá este era un sentimiento un poco alocado, irreal —.. vendré a verte, ¿de acuerdo? Te lo prometo. Te lo prometo...

No le pasó desapercibida el intercambio de miradas entre Grey y Narel, reprimió un suspiro mientras se despedía de ella. Aun tendría tiempo para dirigirse fugazmente a Milena que, por azares del destino, estaría cerca de William.

—Vigílalo —le dijo a Milena recuperando un poco de ánimo —. A mi al menos siempre me tenías localizado. Tened cuidado, todos —extendió ese sentimiento tanto a la pareja como a Elon y a Lesly, a quienes saludó marcialmente en señal de respeto y reconocimiento.

Después de las charlas, fue en busca de la caja seis que le había mencionado la sargento Grey, intrigado por lo que pudiera encontrar. Una vez con ello en la mano, quedaba en breve ahora, pues, la tarea más complicada y exigente que podía haberse encontrado de forma inesperada. Contactar con la Rust, con el capitán Kimball, volver a casa...

Mes 3. Día 1. Hora 11.45 a.m. Cabaña del lago

Eylo se sintió aliviado por la vorágine de pasión que la de Natgrew derramó sobre él, por unos momentos temió que algo hubiera cambiado entre ellos. Que después de los innumerables giros que había enfrentado las últimas semanas, ese fuera uno más. Recibió y correpondió la pasión con pasión, siendo víctima del inevitable despertar del deseo después de tantas penurias a dos velas.

—Bueno, Quest y yo estamos en paces —se sonrió un poco, liberado un poco de la humildad para dar cuerda a la charla —. Ella me salvó el pellejo con el subfusil, y yo pude abrir puertas que se nos cerraron. No hicimos mal equipo —bromeó con afán de chincharla un poco, pero sin elevar muchas revoluciones, no fuera que se cortara el rollo. Aunque negó a continuación —. Hiciste lo que debías hacer, Dunne. Estoy orgulloso de ti, hiciste lo correcto. He de.. aceptar donde estamos.. que nos veremos expuestos al peligro y.. a veces.. las cosas no son como nos gustarían. Salió bien, es lo importante.

Escuchó las intenciones de Dunne sobre su velada intención de hacerse cargo de las niñas, comprendía muy bien ese sentimiento, y sintió escalofríos de pensar que Maia podía pasar por aquel infierno incluso más joven de lo que había sido él. Poco a poco los pensamientos de Eylo fueron hilándose en paralelismos, empatizando con las intenciones de la sargento. Apretó suavemente su mano.

—Haremos todo lo posible por ellas, ¿de acuerdo? Quizá Daya pueda ayudar en eso, se le dan bien los críos y su familia.. seguro que cuidarían a Maia de ser necesario —aquello eran hipótesis, castillos en el aire, pero la forma en cómo Daya hablaba de su familia parecía el lugar ideal para alguien como Maia, quizá Eris ya era demasiado mayor, pero también había hueco para ella —. Primero asegurémonos que su madre está bien.

No le discutió la postura a Dunne, la comprendía. Al fin y al cabo, también era la suya, y tampoco iba a cambiar lo que hacia de ella quien era. Él también se arriesgaría por los que quisiera, todo el mundo lo haría, ¿no? No podía censurar el sentimiento más genuino que podía sentir un ser humano: el impulso de proteger a los que quieres. La conversación derivó en el malentendido de Arkest, no negó que respiró aliviado y que la brigada, finalmente, se había resistido a seguir pinchando. A esas alturas no sabía si le caía bien o no, pero sin duda aquella mujer era de armas tomar, pero en esa ocasión no parecía haberse decidido por las armas.. afortunadamente.

—Ella es el tipo de oficial a la que seguiría sin dudas, lo que a mi me gustaría ser alguna vez —admitió recordando la promesa que se hizo, aun en firme —. Sí, hagamos las cosas bien. Haremos bien las cosas, cumpliremos con nuestro deber. No he llegado hasta aquí para quedarme fuera. Sé donde quiero llegar —dijo con determinación, conforme con lo que decía de buscar a Eugene.

Y aunque cuando decía que sabía dónde quería llegar no se refería a lo que Dunne le ofreció postreramente, Eylo la miró a los ojos unos instantes y soltó una risa leve, cómplice, embebida del fuego que lo prendía. La tomó de la cintura con firmeza, besándola a tiempo que buscaban desnudarse mutuamente. Atrapada contra uno de los árboles del bosque, le susurró al oído mientras sus manos se deslizaban por la piel de su cintura.

—Pero hay que disfrutar del viaje.. ¿verdad?

Mes 3. Día 1. Hora 11.00 a.m. Cabaña del lago

Le gustaba aquella mujer, transmitía seguridad. Era lo que todos necesitaban en aquel momento.

Se apartó un poco y se apoyó en la chimenea mientras que la escuchaba dirigirse al resto. No perdía de vista sus gestos y como hablaba, pero miraba también discretamente al resto de compañeros y a los otros mandos, observándoles con discreción pero percibiendo lo mismo en todos. La capitana captaba la atención de todos, todos la respetaban y le prestaban atención, nadie se salía de tono. La mujer ejercía su cargo de una forma tan diferente al resto de sus antiguos mandos que la innumita disfrutaba solo con escucharla y verla allí.

La sorprendió enormemente cuando empezó a tenerlos en cuenta para algo más que su formación. Estaba repartiendo responsabilidades, les estaba dando algo que hacer fuera de aquel planeta, les estaba escuchando a todos. ¿Era una broma? No, no lo era, estaba diciendo todo aquello en serio, estaba confiando en ellos, por muy increíble que pareciera después de lo que había pasado, de las sospechas que recaían sobre cada integrante del Domo 12.

Eylo tenía la oportunidad inicial de ir en busca de supervivientes a la posición del PEC12, de averiguar qué era el objeto que le habían retirado a Harold  y después buscar información sobre los asterianos en su sistema natal. Billy se iba de cabeza a Natgrew a buscar a Eris y a investigar los indicios de rebelión que apuntaban a ese planeta. Duncan iba a tener los mejores instrumentos para intentar descifrar lo que distinguía a humanos de asterianos y poder dar con ellos de una forma rápida y segura, encontrar a los infiltrados. Empezaría allí mismo, con ellos, tomándoles muestras. Los miró a los tres, orgullosa. Tenían toda la confianza de aquella mujer.

De repente se dio cuenta de que la capitana le estaba hablando a ella contestándole a su petición. Le permitía hablar con Harold y consideraba la posibilidad de poder realizar una misión para buscar la civilización asteriana si eran capaces de darle la suficiente información que la avalara y justificara. Y, además, le daba la oportunidad de elegir entre ir con Eylo o con Einar. Pero, aunque pensaba que tenía clara la decisión, la respuesta de la capitana Thyndall a su pregunta, la hizo dudar. En el Domo 15 necesitaban un médico y un piloto. Las casualidades no existían y ella sabía porqué necesitaban en ese domo justamente esos dos perfiles. Se sintió caer un instante pero se esforzó en que su rostro no demostrase nada de lo que sentía por dentro en aquel momento- Gracias por sus comentarios, capitán-se limitó a contestarle, obligando a su voz a sonar normal después de escuchar aquello.

Einar habló en aquel momento dejándole la oportunidad de poder pensar en lo que hacer. Tenía tres caminos delante de ella y podía elegir libremente ir a donde ella considerase que podía ser de utilidad. Pero no era tan fácil la decisión realmente....

Ella había sugerido ir a estudiar la órbita de Tarvos y Einar se había unido a aquella propuesta. El era mucho más bueno que ella en aquella tarea,  lo sabía, podría encontrar algo más rápidamente y mejor que ella, que solo sería un apoyo en las tareas de búsqueda, pero los apoyos también eran importantes, eso también era cierto y Einar lo necesitaría. Pero ir en búsqueda de posibles supervivientes del PEC12 era la respuesta a su cargo de conciencia por haber sellado la compuerta del disco sin saber si dejaba atrás a alguien más, era la posibilidad, remota todo había que decirlo, de que alguien aún después de todos los días que habían pasado, siguiera vivo de alguna forma en mitad de los restos que podían quedar del PEC o bien en alguna nave auxiliar herida de muerte flotando a la deriva. Quizás solamente recuperarían cuerpos, pero incluso así, les darían la posibilidad de que los familiares pudieran llorarlos y despedirse como su cultura les dictase en cada caso. Igual podían descubrir algo por la zona que les ayudase a saber qué había sucedido en el PEC exactamente o alguna pista que les llevase hasta los asterianos y pudiera justificar que la capitana decidiera lanzar la petición de esa misión a Tarvos. La decisión entre ambas opciones era clara para la innumita. En un sitio podía ayudar. En el otro podía ayudar y, a la vez, ayudarse, encontrando paz en aquella cuestión. 

Pero había otro tema que había hecho que no le contestase directamente a Thyndall con su elección y esa era la que le generaba dudas.  La petición del Domo 15. Sabía lo que había detrás de esa petición de personal. Un médico y un piloto. No le habían puesto nombres a esa petición porque hubiera sido demasiado descarado, pero ella los sabía. Había mirado a Duncan cuando la capitana había dicho qué perfiles requerían en el Domo 15, lo estaba mirando ahora mientras ambos hablaban. Duncan no se había percatado del detalle. Había tomado su decisión porque para él estaba clara desde un inicio. Sabia decisión, él necesitaba hacer eso más que nada. Sabía que esa investigación le daría la oportunidad de ayudar al nivel que él quería y necesitaba. Y ya no había reparado en aquel comentario ni se había preguntado el por qué.

Daya caminó hacia la chimenea de nuevo  y se quedó observando el fuego que ardía en ella mientras que los demás hablaban. Había descartado una opción, había decidido otra. Pero no sabía qué hacer con la tercera que era totalmente personal. Tenía algo tan cerca y tan lejos a la vez que no sabía gestionar lo que sentía. Le llevó un buen rato serenarse y ver aquello en perspectiva. No podría perdonarse no ir a buscar supervivientes ni a buscar respuestas en aquella zona del espacio en la que tanto habían pasado. Eso lo tenía claro, así que tendría que dejar que el tiempo siguiera pasando y separándolos poco a poco, eso ya estaba hablado realmente, aunque quizás perdiera la oportunidad de estar en el Domo 15 prefería seguir su corazonada y ser parte de esa operación de salvamento.

Se volvió y se aproximó a la capitana Thyndall a tiempo para escuchar la intervención de Eylo. Cuando le pidió que fuera con él, ella le asintió con una sonrisa-Capitán, acompañaré a Eylo. Entiendo que podemos contar con esa nave de salvamento que comentó antes pero tenía más cosas que pedirle al respecto. Que fuera una nave hospital como ha apuntado Eylo o bastante equipada sanitariamente si no es posible la primera opción. Si encontramos supervivientes necesitaremos además víveres, agua, ropa limpia y de abrigo, entiendo que todo eso ya lo traerá la nave que nos faciliten debido al tipo de misión que vamos a llevar a cabo, pero prefiero remarcarlo. Un médico sería bienvenido y necesario, yo tengo conocimientos sanitarios pero básicos, no tengo conocimientos ni potestad para administrar medicación, por ejemplo, y estaré a cargo de la nave. Además, necesitaría que la nave contara con al menos una lanzadera autónoma acoplada a ella.  Con la lanzadera será más fácil maniobrar en espacios con bastantes restos del PEC a la deriva, hacer trasbordos de personal entre nuestra nave y la Rush y otras situaciones a las que nos podemos enfrentar ahí fuera. Me gustaría disponer también de al menos un par de drones de reconocimiento. Si hay zonas grandes del PEC que se mantienen medianamente estables podrán entrar en ellas y hacer un reconocimiento del interior. Deberán ser especiales, con sensores termográficos de alta resolución y capacidad para gestión autónoma de integridad entre otras características. Conozco un par de modelos que nos pueden resultar muy útiles, no los he manejado directamente pues son solamente de uso militar, pero si una versión inferior de la misma familia que se usa para reconocimiento geográfico.  Tenemos que considerarnos una misión de salvamento autónoma, aunque la Rust pueda venir a ayudarnos-hizo una pequeña pausa, pensativa-En relación a la conversación con Harold, he estado pensando y no creo que quiera hablar conmigo delante de los mandos, Zack no consintió y, pensándolo bien, no creo que Harold sea diferente después de ver cómo se ha comportado. Pero creo que sería interesante que les volvieran a hacer la prueba del polígrafo lo antes posible, aunque no sea cien por cien fiable. Pregúnteles si algún otro PEC corre peligro, PEC por PEC. Domo por domo, si hay asterianos en cada uno de ellos. Pregúnteles si los asterianos estarán aún por la localización del PEC 12, quizás busquen los cuerpos de Buck y Benedict.  Son preguntas concretas y fáciles de formular, si mienten o no nos podrá dar pistas y poner sobre aviso, más aún si cabe, a algún PEC en concreto.

Después de terminar de hablar con la capitana, se acercó a Einar-Voy con Eylo, siento dejarte con la investigación de Tarvos a ti solo si finalmente decides echar una mano ahí, pero tengo que ir a ver si dejamos a alguien con vida atrás, a obtener respuestas. Si necesitas algo de mi parte o una segunda opinión, pide que te pongan en contacto conmigo o que el Teniente West me trasmita tus preguntas. Trabajaremos juntos aunque estemos separados si me necesitas.

Se acercó a Billy y lo miró largamente antes de abrazarlo-Yo no puedo ser el piloto que pides, no cumplo con el resto de cosas que necesitas. Ten cuidado, ¿vale? Trae de vuelta a esa niña y no corras más riesgos de los necesarios…

Entró en la cocina dispuesta a que Duncan le tomara las muestras, cosa que hizo en silencio pero observando lo que hacía el médico con atención, como siempre había hecho con las cosas de la enfermería. Aprendiendo. Cuando él le tendió el fonendoscopio Daya se quedó un instante mirando al instrumento médico antes de cogerlo lentamente de manos del doctor-No voy a estar con todo el doce, nos separamos todos… pero haré lo que pueda con la gente que esté en mi grupo. No te has pensado un segundo en ir a ese lugar secreto a intentar averiguar como diferenciar a los asterianos de nosotros. Sé que lo descubrirás, te van a dar el mejor material y a los mejores compañeros. Insiste en que te manden a ese genetista que has pedido o a otro de igual renombre. Mientras que no des con lo que nos diferencia a ambas especies, cualquiera de nosotros está en peligro, podemos tener más aquí entre nosotros o a donde vayamos…y no van a dudar en volver a matar. Querías ayudar  pero nunca te podías imaginar que iba a ser tan vital tu ayuda-le dijo con una sonrisa, asintiendo lentamente. Tenía un peso bastante grande sobre sus espaldas ahora mismo pero sabía que aquello le estaba insuflando energía y ganas de no tirar la toalla-Cuidaré de quien esté a mi lado-le dijo mostrando el fonendo en sus manos antes de salir de la sala y dejarle paso al siguiente-Ten cuidado vayas a donde vayas, cualquiera que esté a tu lado puede ser uno de ellos. No van a querer que averigües nada… no confíes demasiado en nadie… Cuídate y mucha suerte. Esperamos noticias tuyas pronto.

Al salir buscó con la mirada a alguien en concreto en el salón, pero no encontró a quien buscaba. Salió al porche de la cabaña y la encontró allí, mirando a la nave de transporte-¿Vas a venir o prefieres ir con Einar?-le preguntó a Yum situándose junto a ella-Me alegraría mucho que vinieras pero entiendo que prefieras ir con él.