Partida Rol por web

No. No dijo a Eric No quiero entrar ahí dentro. Biza parecía decepcionada con las pocas luces de su cuñado. Me refería  a otra cosa. Otra muy diferente. la joven hechicera parecida evadida en algun pensamiento. Obviamente daba vueltas a algo allí dentro.

Eric creo que tengo una idea. Un plan. ¿Puedo confiar en ti? Porque en ese plan eres parte muy importante

La joyera te mira con gesto extrañado.

- ¡Claro que confío en ti! - exclama. - Pero, ¿qué estás tramando?

Termina su copa y su sirviente vuelve, sudoroso. Trae dos vestidos, uno negro de cuello alto que deja toda la espalda descubierta para ti y otro rojo, mucho más provocativo para su señora. Pasáis a un baño próximo para cambiaros de ropa y retocaros el maquillaje mientras tu compañera espera que le cuentes tus planes.

-No tramo nada. Al menos no todavía, querida Zorya. Dijo con la mejor sonrisa que pudo componer.

Ilsa se asea cuidadosamente antes de ponerse el vestido de Zorya (que le parece de gusto exquisito). Se podría decir que es el primer momento de calma desde que los acontecimientos se precipitaron. Ahora siente por primera vez el lazo con la Naturaleza. No quiere (y tampoco sabría cómo) contar esas nuevas emociones a Zorya, así que sale y se aproxima a una ventana a observar atentamente su entorno. Su padre siempre le había enseñado que las emociones eran como monstruos incontrolables que solo la razón podía atar. Pero de algún modo, ahora podía comprenderlas mejor, gracias a esa capacidad para verlas como algo exterior a sí: podía contemplarlas como un fenómeno natural lo que de algún modo, creía, le daría fortaleza. Si aprendía a utilizar con sutileza esa recién adquirida habilidad, podría resultarle extraordinariamente provechosa.

'Conócete a ti mismo'. Pensó para sí.

Eric te mira con seriedad y asiente, solemne.

- Claro que puedes confiar en mi - dice con voz seria. - No sólo eres parte de mi familia, sino que ahora pertenecemos también a la misma sociedad... 

Por un momento su rostro parece pensativo. Sabes que le gustaría continuar las negociaciones de la fusión de Gorgonae y los Soles Azules, pero sin embargo te ha acompañado hasta aquí siguiendo una simple corazonada, dejando en manos de su lugarteniente Balder y de Zorya y Kiba los detalles de la reunión. Tal y como le dijiste a Rowan y a Zorya, realmente piensas que tu cuñado es un hombre de honor y un aliado en quien depositar tu confianza. Visto lo visto en esta ciudad, ese tipo de aliados escasean.

- ¿Cuál es tu plan, Biza? - pregunta finalmente.

Quiero que hables con tus superiores. No te resultará dificil hacerles ver que algo terrible está pasando en la capital. comenzó a explicarse

El asesinato de Rowan, el ataque a la casa de Ilsa, Jezzabel, Alex.... todos esos casos tiene un factor en común. Un dindavara. Creo que un mercenario está haciendo el trabajo sucio. Si lo atrapamos tendremos una pieza importante del puzzle.

Vamos a tenderle una trampa. Lo que necesito que hagas es que desde la guardia hagas correr el rumor de que Rhenar se ha recuperado del ataque y que ha comenzado a recordar lo que sucedió. Si mi plan funciona el dindavara intentará matar a Rhenar y nosotros le estaremos esperando.

El soleado día de verano que había esta mañana se había nublado casi por completo, dando paso a un día gris y pesado. Sin embargo, ahora parece que las nubes empiezan a aclarar y poco a poco los rayos de sol se cuelan entre ellas iluminando algunas zonas de la ciudad.

Te quedas pensando cómo puede el día nublado emular tu estado de ánimo y si el hecho de que empiece a clarear implica un cambio en tus sentimientos o una pérdida de efectividad del hechizo al pasar el tiempo. Agitas la cabeza, desechando esos pensamientos rápidamente, pues sabes que, en ocasiones, los misterios de la magia son insondables y tratar de desvelarlos sólo lleva a cambiar tu tiempo por un agudo dolor de cabeza.

Te vuelves hacia Zorya, que te mira con expresión preocupada. Sin embargo no llega a decir nada, pues la puerta se abre y una de las Górgonas entra en la habitación.

- Kiba Carkenna ha regresado - le dice el hombre a Zorya, desnudándola con la mirada. - Viene acompañada por uno de los Soles Azules, el señor Balder.

Zorya se vuelve hacia ti y te hace un gesto con la cabeza, cediéndote el honor (y la responsabilidad) de recibir a otro representante de la compañía con la que os vais a unir.

Eric asiente ante tu propuesta.

- Podría funcionar. Sin embargo... - parece dudar un momento - hasta ahora todos lo que sabemos es que ese asesino, o quien quiera que  le haya contratado, parece estar mucho mejor informado que nosotros. No me sorprendería que tuvieran espías en el hospital y consiguiese desmentir el rumor de la mejoría de Rhenar incluso antes de intentar comprobarlo por si mismo.

Te mira y sonríe.

- Pero tenemos un cebo mucho mejor para esa trampa. Alguien que está fuera del alcance de ese dindavara y con quien parece tener alguna cuenta personal pendiente: Diana. Tal vez la centauro pueda ser de alguna utilidad pese a que se niegue a contarnos nada más. La guardia, o las propias Górgonas, podrían extender el rumor de que vamos a liberarla. Sería mucho más creíble que la mejoría de Rhenar y, si no me equivoco, un objetivo mucho más suculento para el asesino...

¿Balder? Interesante coincidencia. A medida que Ilsa se acerca hacia la reunión se va temiendo que la asociación no va a ser tan sencilla como se pudiera prever. Así que comienza a concentrarse en las posibles amenazas que pudieran destruir la alianza. Lo cierto es que Biza se postula como una dificultad manifiesta. La enemistad con su hermana y la excesiva cercanía con Eric no auguran nada bueno. Las apariencias lo son todo en este tipo de asuntos, y una disputa conyugal en los negocios, a veces, es más letal que una mala gestión.

Sin Rowan, Ilsa se sentía perdida. ¿Ahora quién es la cabeza de la Gorgona? Guardó la carta dentro de la caja y la cerró. Se sentía muy reticente a soltar semejante artefacto. Prefería quedárselo a la vista donde fuese la reunión.

Mientras pensaba esto aún tuvo tiempo de ver su espalda reflejada un instante en el espejo, antes de salir. Las alas estaban hechas un pequeño desastre, pero no había tiempo para acicalarse.

Ay, cómo echo de menos a mi Irina... ni siquiera he tenido tiempo de ir a verla.

Mmmm. No se Eric sabía que a Biza no le gustaba dar la razón a nadie así por las buenas así que no le extrañó que la hechicera se hiciera de rogar. Se rascó el pelo. Luego puso alguna mueca. Todo un teatrillo de poses estudiadas con las que fingía estar sopesando las posibilidades

Es posible que funcione. por su boca asomaba la bandera blanca de la rendición. Usar a Diana era una gran idea. Podriamos intentarlo con la centauro

La mirada del soldado brilla en señal de reconocimiento.

- Maestra Svetlana... Eric me dijo que era miembro de nuestros aliados, pero desconocía su posición entre las Górgonas - dice con una ligera reverencia a modo de saludo. - Mis hombres siguen vigilando a su compañero, pero hasta el momento no ha sufrido ninguna mejoría.

Os acompaña hasta una de las salas de reuniones del piso franco de vuestra sociedad y Zorya os sirve varias bebidas a todos los presentes.

- Si he entendido bien las indicaciones de Kiba - dice señalando a la mujer con un gesto familiar. Recuerdas que la hermana de Biza ha acompañado a su marido a las reuniones de los Soles Azules de la misma forma en la que Eric iba a las de Gorgonae, así que es de esperar que Balder la conozca bien, - las Górgonas han decidido unirse a los Soles Azules. Es un momento que habíamos esperado durante los últimos meses y Eric ha dejado instrucciones precisas para que sepamos cómo actuar en este momento, aunque aún hay varias cosas que debemos aclarar.

Da un sorbo a su bebida, tal vez para aclararse la garganta.

- Pero, antes de nada, ¿dónde está Eric? Habría esperado que él estuviese en representación de los Soles, igual que el Consejero Rowan por parte de las Górgonas...

Bienvenido Balder. Vuestra diligencia es encomiable y os agradecemos vuestra labor. Como sabéis las circunstancias son difíciles en estos momentos. Eric está en estos momentos en una misión y nos ha transmitido su confianza en vos para aclarar los pormenores de nuestra asociación. Respecto a Rowan... Ilsa se detiene sin saber muy bien qué decir. Hemos recibido hoy la luctuosa noticia de su fallecimiento. Ilsa había aprendido hace mucho tiempo a esconder los sentimientos con las palabras adecuadas. No obstante, a pesar de la tristeza del momento, la fuerza de los acontecimientos nos obliga a seguir adelante, así que si no tenéis inconveniente, tanto la dama Zorya como yo misma ejerceremos como interlocutores de las Gorgonas. Sentémonos.

El soldado asiente.

- De acuerdo... Necesitaremos algo de tiempo para extender el rumor de que vamos a liberar a Diana, pero podremos tenderle la trampa mañana a primera hora.

Se queda pensativo un momento, repasando mentalmente la lista de gente a la que puede confiarle la tarea de extender esos rumores de forma que parezcan suficientemente verosímiles como para tender la trampa al dindavara. Al cabo de un momento se vuelve hacia ti.

- Tendremos que buscar un lugar que nos resulte conveniente para la emboscada y preparar lo que sea que necesitemos para llevarla a cabo... ¿Alguna idea?

Comienza a caminar de vuelta hacia la mansión de las Górgonas, en los Barrios Medios. Al fin y al cabo, la fusión de las dos compañías debe estarse produciendo allí y es probable que pueda encontrarse con alguno de sus hombres en vuestro cuartel general.

El soldado inclina la cabeza.

- Lamento vuestra pérdida. El Consejero sería un gran apoyo para nuestra sociedad, pero imagino que vosotras tendríais un trato más personal con él.

Se inclina ligeramente sobre la mesa y carraspea.

- Bien, pese a todo, debemos continuar con el tema que nos concierne. La fusión. Desde hace tiempo nuestras dos compañías se conocen y han sido aliadas debido a sus objetivos comunes. El difunto señor Carkenna quiso sellar la alianza con un matrimonio entre su hija - señala a Kiba sentada a su lado - y uno de los miembros más prominentes de los Soles Azules, Eric. Ahora, tras varios meses tanteándonos unos a otros, tanto las Górgonas como los Soles están en situación de convertirse en uno solo. Si mi información es correcta, Gorgonae tiene más recursos que los Soles Azules, pero nuestro grupo es más numeroso y nuestra gente está más entrenada para el combate.

Zorya asiente. - Sin embargo, las Górgonas contamos con fundiciones para poder equipar a nuestros miembros en caso de que fuéramos atacados.

Balder se queda pensativo un momento.

- ¿Podrían esas fundiciones armar a nuestros soldados? Si es así, podríamos contar con una pequeña fuerza militar en la nueva compañía. - Zorya asiente, generando una sonrisa aprobatoria en el soldado. - Por otro lado, los Soles contamos con varios campos de cultivo. Eso hace que nuestra economía tenga cierta influencia estacional, pero propongo mantenerlos para el bien común.

Zorya confirma la propuesta de Balder. Conociendo la habilidad para la economía de la maestra Blenn, parece evidente que ese desequilibrio en la economía de los Soles Azules será globalmente beneficioso para la nueva compañía.

- Bien, entiendo que las instalaciones de ambas sociedades pasarán a pertenecer al nuevo grupo.

Zorya interviene nuevamente. - En nuestro caso, Gorgonae disfruta del usufructo de esta casa. Por supuesto seguirá siendo un lugar de reunión para todos una vez estemos juntos. Pese a que esté escriturada a mi nombre, está todo dispuesto para que siga siendo propiedad de alguno de los miembros de la compañía si algo me ocurriese. - Mira a Ilsa. Tras la muerte de Rowan no está de más tomar este tipo de precauciones.

- Entonces - añade Balder - tan solo queda presentar a todos los miembros, poner las cuentas en común y... buscar un nuevo nombre. Una vez nos juntemos no seremos Górgonas y Soles, sino algo distinto.

-Agradezco vuestras palabras, Balder -dice Ilia con sinceridad. Creo que ya está todo hablado, salvo la cuestión del nombre. Si les parece, propongo un animal mitológico caracterizado por poseer varias cabezas, algo apropiado dada la fusión que se ha producido, conocido como Cerberus. Como bien saben, su misión es proteger las puertas del Hades. Si bien nuestro propósito no es tan siniestro, por su carácter de guardián protector parece acomodarse a nuestra recién instituida compañía. ¿Os parece apropiado?

Eric te mira, esperando una respuesta.

- ¿Y bien? ¿Dónde quieres preparar la emboscada? - insiste. - Diana está en la cárcel de una de nuestras casas en los Barrios Medios, aunque tal vez prefieras prepararlo todo en la Periferia para tener menos interferencias externas. - La Periferia. Barrios marginales habitados por gentes sin gremio y extranjeros, por los que la guardia a penas se molesta en pasar. Podría ser un buen lugar para una emboscada, pero quién sabe qué tipo de gente se pasea por allí. Si os sale mal, tal vez sean los que vayan a vigilar a la centauro quienes sean a su vez emboscados por un grupo de ladrones. Tal vez los Barrios Medios sean un lugar más seguro.

- ¿Necesitarás ayuda? Podría contar con varios de mis hombres para tenerlo todo listo, aunque tal vez prefieras trabajar por tu cuenta...

El soldado se queda un momento en silencio, pensativo.

- Cerberus... - sonríe. - Tienes buen ojo para los nombres, maestra. Aunque dados los últimos acontecimientos de la ciudad, yo no descartaría que nuestro propósito sea menos siniestro que el del guardián del inframundo.

Levanta su copa. - ¡Por Cerberus! - brinda.

Apura su copa de un trago y espera que hagáis lo mismo.

- ¡Bien! Tal y como me había dicho Eric, la reunión ha sido bastante fácil y provechosa, espero que para todos... - Zorya asiente. Ciertamente, ¡ojalá todo fuera siempre tan sencillo! - Tendremos que preparar una reunión lo antes posible con todos los miembros. ¿Podríais organizar a vuestra gente para esta misma noche? Yo estoy impaciente por presentarle la nueva sociedad a los Soles... a los antiguos Soles...

Ilsa se siente reconfortada, en efecto, aunque la idea de reunirse esta misma noche le resulta extremadamente demoledora.

-Considero que hoy ha de ser jornada de luto. Nuestro máximo valedor ha muerto, y hay que guardarle el debido respeto. Aunque hayamos cumplido su voluntad, las Gorgonas se encuentran personalmente afectadas por tanta muerte estos últimos días. Yo aún he de acudir al hospital a visitar a mi sirviente herido en combate y de paso a revisar el estado de Rhenar. Si no es absolutamente imprescindible, preferiría dejarlo para mañana por la noche, si os parece bien, por supuesto. Ya habiendo despedido a nuestros muertos, podremos celebrar el acontecimiento como se merece.