Partida Rol por web

-¿Qué jurar protegerme ni qué ocho cuartos?- dijo Nikola, observando su sorprendente transformación, echando un vistazo a sus brazos y piernas, pues ahora estaba cubierta de una extraña armadura- Sea o no sea diosa, yo no necesito que me defienda nadie- en esto era completamente opuesta a Atenea. Nikola llevaba toda la vida siendo entrenada para el combate, así que lo de necesitar que la protegiesen se le tornaba en una idea ridícula- Bien, bien, centrémonos. Hay que... Ehm... Bueno... Esto...- de pronto se sintió como si todos esperaran que diera órdenes, como si fuera la máxima autoridad- Esto... A ver, para comenzar, Cerbero, baja al inframundo, con Geki, y no permitas bajo ningún concepto que dañen a Jabu del Unicornio. Tres aliados abajo nos vendrán mejor que dos.

Luego miró al resto...

-¿Cómo vamos a bajar? ¿Buscamos a Cáncer o vamos a través del Monte Oráculo. Nunca he estado allí, os puedo llevar si está cerca del Olimpo, pero no he estado allí nunca. ¿Preferís ir en dos grupos, quizás, por si acaso? Uno al Monte y otro a por Cáncer... Si tan solo supiésemos dónde está Máscara de Muerte... ¿Y dónde ha ido Ikki? ¡Le necesitamos! Yo ehm...

Aún no estaba preparada para asumir el mando, no era más que un guerrero más, una mujer preparada para luchar, no una líder.

-Cerbero, parte de inmediato. Nosotros nos las apañaremos para decidir cómo ir. Nos mantendremos en contacto, caballero.

Tras la conexion psiquica con Cancer ya sabia donde encontrarlo... Sin pensarlo dos veces salgo del santuario en direccion al continente perdido de Jamir. Tengo que llegar a Deathmask antes de que alguno de nuestros enemigos lo haga antes que yo....

Tambien espero que las fuerzas del inframundo no hayan llegado a corromper a los sobrevivientes de la batalla con Poseidon, sino el caballero de Cancer estara en grave peligro.

Geki esta listo para partir, pero entonces, algo mas debia acontecer. De repente, Cerbero comenzo a discutir y en cierta forma agredir a Nikola, solo para luego ver que esta en pos de frustacion frente a su aparente derrota, desperta los poderes de un semi dios. Ante dicha presencia, el Santo del Oso se quedo duro. Nunca antes habia presenciado tal poder, a no ser claro de parte de Athena. Algunos Caballeros de Oro enseguida le dieron su respeto y palabra, pero Geki, solo podia estar duro y con la boca levemente abierta. Se sentia un tonto, pero si lo era, por suerte la nueva deidad no se comportaba como tal. Y cuando se refiero a Cerbero y Geki para que se apresuraran a bajar al Inframundo, pudo por fin salir de su ensimismamiento.

"¡Asi sera!". Fue todo lo que llego a decir. Pero su corazon y mente estaban mas listos que nunca.

Mu observó la escena sin actuar. El recordaba el extraño cosmos que irradiaba la espada de Nikola, y cómo había empezado a fluir a través de ella cuando Niké, el báculo de la victoria, la golpeó como un rayo. Aún no acababa de decidirse acerca de si ese último signo de Atenea había sido una guía o una advertencia, pero el ver a la diosa reencarnada ante él pareció dejar clara la respuesta.

Supongo que eso contesta a mi pregunta- murmuró, ligeramente molesto por no haberse dado cuenta.

Sea como sea, parece que a lo que Niké le sobra de energía y fuerza, le falta en estrategia y capacidad de comprender el campo de batalla y decidir el curso a seguir. Es lógico. Niké es una diosa, pero aún y así solo es parte de un todo mayor.

"Atenea" es algo más que una mujer o una diosa, Mu- oía decir a su maestro, Shion. Es paz y es guerra, por eso porta su escudo y su cetro. Y es toda la batalla. Cuando luches por ella, has de ser como ella. Cetro, escudo y casco. Debes tener tus ojos puestos en Niké, en la victoria. Que ella sea tu apoyo y tu fuerza, y le alas a tu corazón y fuego a tus puños. Pero debes, también, ver más allá de la victoria. Entender que la victoria en sí sólo es tiranía y orgullo, si no sirve, como el escudo, para proteger lo que amas y lo que te hace humano primero, y caballero después. Y sin la comprensión, sin la capacidad de ver y pensar, entender aquello por lo que luchas, por qué es importante luchar y cómo y, más que como, cuando debes hacerlo, es facil caer en el error, en formas de pensar egoístas, convertido en el campeón de un mundo hecho de deseos sordos y percepciones falsas.
 

El báculo sin escudo es tiranía. El escudo sin báculo es obstinación condenada al fracaso. El escudo y el báculo sin mente son fuerza ciega que se extingue a cada paso, y la mente sin báculo y escudo es pensamiento sin acción, que nada consigue y a nadie protege. Cuando luches por Atenea debes ser todo lo que es, báculo, escudo y mente. Hazlo así, y algún día serás digno de la piel del Carnero Dorado, si... pero aún más. Serás digno de tu diosa. Y eso, Mu, no hay armadura ni arma que lo valga.

No tengas tanta prisa por cargarte a los hombros todo el peso de la responsibilidad de Atenea, Niké, por mucho que seas su báculo. Ni vosotros- prosigue mirando a sus hermanos de armas- tengáis tanta prisa por arrodillaros a los pies de otra diosa, por más que nuestra señora le haya confiado nuestra custodia. Lo que nos hace caballeros no es nuestra devoción ni nuestro empecinamiento, es nuestra capacidad de sufrir por lo que es justo. El obcecarnos en mantener una jerarquía y en decidir un curso "propio" de acción, el plantearnos quien es amigo, enemigo, o quién o qué debe hacer esto o lo otro ya nos ha costado mucho. La vida de Marin, la de Hebe y las de nuestros compañeros. Quien desee confiar en Cerbero, que lo haga. Ahora más que nunca necesitamos creer en lo que el corazón nos diga que es correcto, porque ya no queda nada en el mundo que nos guíe. Estamos solos con nuestro corazón y nuestros recursos. Que cada cual luche como lo crea conveniente y haga lo que sienta correcto, sea bronce, plata oro... o dios- dijo, lanzándole una mirada llena de intención a Niké. Y que solo las Moiras juzguen quién se equivocó o no.

Yo te seguiré, Niké. Creo en nuestra victoria, aún en este día. Me es imposible pensar de otro modo. Pero no creo que baste con que nos dirijas o nos empujes. Habrás de ser una de nosotros, y nosotros uno contigo. Confiar en tí no porque Saori lo ordene, sino porque creamos an tu promesa de un mundo como creíamos en la de Saori. Y tú confiar en nosotros no porque seamos tus soldados, sino porque somos tu casco y tu escudo. Quizás no pueda llegar a hacerlo, y quizás me llamen traidor o cuestionen mi fe. Me da igual. Alguien tiene que dar el primer paso en una dirección, la que sea, y yo estoy dispuesto a asumir el riesgo. No esperes que doble la rodilla ante tí o que te siga ciegamente. Pero siempre que vayas a la batalla por algo en lo que creas, me tendrás a tu espalda.

Sin decir más, Mu se situa tras la diosa. Ya tienen el báculo. Ahora neceistan escudos y cascos. No cree que cualifique para ser ninguno de ellos, perlo alguien tiene que hacerlo. O al menos, eso se imagina que diría Shion.

Puedo intentar entonctrar a Máscara de Muerte. Aun recuerdo su cosmos después de cierta... diferencia de pareceres que tuvimos. No se si mi mente puede alcanzarle donde esté, tiene sus límites... pero se puede intentar.

Me incorporé con una amplia sonrisa ante las palabras de Mu. Como casi siempre, las palabras del caballero del carnero eran sabias y acertadas. Poco queda ya que decir. Lo único que queda es actuar.  Y lo más rápido posible. Nada más ponerme de pie, me muevo hasta colocarme a la izquierda del caballero del carnero y le hago un leve gesto de asentimiento a mi viejo amigo para darle a entender que estoy completamente de acuerdo con él. Yo también luchare por lo que creo. Yo también seré escudo y espada.

Mientras los caballeros se decidían sobre cómo actuar, Cerbero toca el brazo derecho de Geki, y le insta a seguirle.

-Vayámonos, cada segundo cuenta.

Los dos caballeros se alejan lentamente, sin hacer ruido, mientras los demás determinan cómo proceder ahora. Cerbero quisiera ayudarlos, pero llevarlos al Inframundo significaría que se reconociese su traición a la causa de su ejército, y eso destrozaría sus planes. De todos modos, modos de bajar no les faltan, así que al menos quiere estar seguro de que la ayuda prestada será la suficiente para que sepan cómo hallar la puerta al Reino de los Muertos.

Obervo interesado la conversación entre Cerbero y Nikola.

¿Por qué la increpa Cerbero de esta forma?, ¿acaso piensa que así revelará su verdadera identidad?

Veo como la conversación con Cerbero da sus frutos y Nikola acaba mostrando su verdadera forma.

Así que era esto lo que quería decir.

Después de esto me quedo esperando las reacciones de mis compañeros.

Yo prefiero intentar localizar a máscara de muerte, nos encontraremos abajo.

Cierro los ojos e intento concentrarme para localizar a máscara de muerte.

ES inútil, sigo sin poder percibir su cosmos.

Me acerco a Mu.

Confio en que tú puedas localizarle, yo sigo sin poder hacerlo.

Mi instinto no me había fallado, en Nikola había algo más de lo que parecía.... Y resultaba agradable saber que aún contábamos con el favor de algún Dios en este asunto.

Esta vez concentro mi percepción en ayudarles a encontrar al caballero...

En un instante, tu mente viaja desde el Santuario hacia algo que te resultó poco familiar, pero un lugar del que habías oído hablar.

Nubes, oscuridad, esqueletos...

Cáncer estaba caminando por un estrecho puente, rumbo hacia una torre sin puertas.

Estabas en su mente, y podías escuchar sus pensamientos sin dificultad.

"Sí, aquí, en Jamir... Sorrento debe estar esperándome. No sabía por qué Atenea me había obligado a reunirme con él, pero está claro ahora cuál es el motivo: algo iba a pasarle. ¿Cómo podía saberlo? ¿Cómo no nos lo dijo? Sea lo que sea, he de avisar a Sorrento de que una nueva amenaza está a punto de caer sobre la Tierra. Él debe buscar a Kanon, es lo único que me solicitó Atenea... Que encuentre a Kanon, y que estén alerta. Nunca olvidaré las últimas palabras que Saori me dijo: Es posible que tarde o temprano se desencadene una nueva batalla. Debemos contar con todos los aliados posibles, y es necesario que los supervivientes de Poseidón y mi ejército estén en buenas relaciones. Toda ayuda siempre es poca..."

En ese instante pierdes el contacto con la mente de Máscara de Muerte, pero ya sabes dónde está, hacia dónde se encuentra. Iba en misión oficial hacia Jamir, un lugar apartado, en donde nadie podría saber de esta reunión secreta.

Pese a que nunca había sido mi fuerte, intente ayudar al caballero de Libra encontrando el paradero del caballero de Cáncer. Cerré los ojos y me concentre para expandir mi cosmos todo lo que mi mente llegara a abarcar. Al principio no paso nada, pero poco a poco una imagen comenzó a materializarse en mi mente. Si bien era un lugar en el que nunca había estado, pude reconocerlo perfectamente de la de veces que me lo había descrito Mu en varias de nuestras charlas.

Vuelvo a abrir los ojos y pos la mirada en Dohko al parecer el caballero de Cáncer se encuentra en Jamir siguiendo órdenes de Atenea. Por lo que parece… mi vista pasa de Dohko a Saga, ya que no sabía como reaccionaría el caballero de Géminis a la noticia que debía de dar … por lo que parece Atenea le ordeno que si la situación se volvía complicada fuera a buscar a Kanon y le pidiera su ayuda y la de los generales marinos, y que intercediera para conseguir la ayuda del Señor de los Mares. Ahora mismo dirige a una reunión con el general Sorrento de la Sirena.

Saga se quedó perplejo ante lo que Aldebarán acababa de comunicarles.

¿Kanon y los Generales? ¿Mi hermano?

Incapaz de disimular su sorpresa, Saga esbozó una sonrisa.

Bien, Aldebarán. Si Máscara de Muerte está cumpliendo la misión encomendada por Atenea, no creo que debamos interferir. No perdamos más el tiempo y que Niké nos guíe hacia el Monte Oráculo. Si contamos con la ayuda de mi hermano, no tenemos nada que temer, pues él es uno de los más poderosos Caballeros.

Saber que Kanon les ayudaría había tranquilizado a Saga, pues era una ayuda muy poderosa. No obstante, cierta preocupación por el desdén de su hermano por la autoridad le preocupaba.

Si nos encontramos, dudo que acate mis órdenes aunque Atenea me haya dejado al cargo del Santuario. Bueno, tal vez a Shaka sí le obedezca... hasta cierto punto.

De nuevo con la expresión seria, se situó ante todos sus compañeros y frente a Nikola.

Sugiero que nos dividamos en dos grupos y vayamos al Monte Oráculo en seguida. De esta forma, si nuestros enemigos nos atacan, será más fácil que al menos alguno de nosotros llegue al Inframundo. Somos seis más Nikola. Sugiero que la mitad de nosotros acuda junto a la diosa y que la otra mitad vaya por otro camino. Creo que yo debería ir junto a ella y que Shaka debe liderar el otro grupo. ¿Estáis de acuerdo?

 Yo no estoy de acuerdo. - opino levantando la mano previamente - Solo los que vayan acompañados de Nike podrán acceder al inframundo, luego dividirse no es una opción. Es más, es factible pensar que el enemigo sabe cuales son los accesos al inframundo, por lo que seguramente nos estará esperando. Si no nos separamos será más fácil hacernos cargo de cualquier obstáculo y movernos más deprisa hacia nuestro objetivo.

No me había parado a pensar en cómo entrar al Monte Olimpo... Tienes razón, Algol. Bien, lo que dices es cierto, deberíamos ir juntos. Si alguien quiere quedarse en el Santuario o prefiere ir en busca de Máscara de Muerte, adelante. Y sino, pongámonos rumbo al Monte. Algol tiene razón, es posible que nuestros enemigos nos estén vigilando. Cuanto más tiempo permanezcamos sin hacer nada, más libertad les estamos dando para que organicen un ataque. Vamos, Caballeros, ha llegado el momento de actuar.

Opino que Algol tiene razón, al menos en su mayor parte. Puede ser difícil coordinar a tanta gente si todos van al mismo lugar, pero el actuar sin control y de forma individual de momento solo ha conseguido que presentemos un frente más débil al enemigo. Se que todos ansiamos probar nuestra lealtad, devoción y sacrificio, pero este no es el momento de querer llevar la guerra en solitario- dice, frunciendo el ceño al pensar en Camus, que solo a los muelles a por Hyoga y encontró la muerte en su lugar, o en Ikki que ha decidido ir por su cuenta y riesgo a librar sguerra de un solo hombre. Es demasiado lo que nos jugamos.

No obstante, yo no iré con vosotros. Creo que alguien debe acudir junto a Máscara de Muerte. Creo en la redención y en el perdón tanto como cualquiera, pero también creo que el perdonar a un enemigo no excluye de mantenerle vigilado. Solo un hombre poco prudente edifica una fortaleza con promesas y esperanzas, en vez de roca sólida. Creo honradamente que necesitamos vigilar a los generales marinos... y a Kanon. Lo siento, Saga, pero creo que tú mejor que nadie puede entender por qué digo esto.

Y lo sabía. Mu había perdido a su maestro a manos de uno de los Gemelos, pero aún y así le era imposible sentir por ellos nada más que lástima. Comparando el cosmos del falso Patriarca con el del Caballero de Oro ante él, no había que ser un genio para darse cuenta de la batalla desgarradora contra sí mismo en la que el Caballero de Géminis vivía toda su vida. La luz de su corazón era fuerte, como sabía cualquiera que hubiese sentido estallar su cosmos en combate, pero eso implicaba que su oscuridad era igual de fuerte. Demasiado profunda y turbulenta para dejarla suelta sin riendas.

Yo terngo un motivo para estar ahí sin despertar sospechas y sin que parezca que estamos enviado una fuerza de choque a la reunión o mostrándonos hostiles.

Además, Jamir es mi hogar,  el último reducto de Lemuria,  y es mi deber protegerlo. No creo que  haya peligro, y espero que así sea, pero ahora mismo fuerzas muy poderosas se acumulan allí. Tengo que asegurarme de que si se descontrolan, haya algo con lo que choquen... y soy el que mejor puede lanzar un mensaje de alerta si hay problemas. Si nadie tiene nada que objetar, partiré de inmediato.

- Olvidamos un detalle.... El caballero se halla en misión secreta. Aldebaran ha olvidado ese detalle.....