Partida Rol por web

JUEVES 11, NOCHE, CENA

Will se quedó un instante en pausa, como si las palabras de Nil sobre Selena hubiesen rozado algún rincón de su cerebro, aunque no lo suficiente como para moverle mucho más allá de un leve encogimiento de hombros.

—¿Y por qué no le rastrean el móvil, o algo? —preguntó con ese tono medio escéptico, medio aburrido que usaba cuando no quería parecer interesado— Sé que son mayores, pero... ¿tan analógicos?

No es que le importase realmente. No le perdía el sueño. Pero tampoco era tan cabrón como para reírse de algo tan jodidamente delicado. Se giró entonces hacia CD, con una lentitud casi performativa, y le dedicó una media sonrisa torcida mientras asentía.

—¿Príncipe encantador otra vez? ¿Has ido por ahí coleccionando corazones, tío? Joder, vas a tener que pasarme la receta... Y en cuanto a lo otro —añadió con un gesto vago de la mano—, eso que dices que no podemos ayudarte... tú verás. Solo supéralo, sea lo que sea. Nadie lo va a hacer por ti.

Luego se llevó una mano al pelo, despeinándolo aún más, como si acabara de despertarse de una fiesta que nunca terminó, y negó suavemente mirando a Alix.

—Me llevó el domingo... y fue un poco intenso. No sé. Se movía como si el sitio fuera suyo, como si llevara ahí toda la vida. Hay cosas que simplemente huelen raro desde el principio. Ya sabes lo que dicen: quien se acuesta con críos, se levanta meado.

Dicho eso, volvió a hundirse en su tazón de hema humeante, como si el calor del líquido fuera lo único real en medio del caos del día.

JUEVES 11, NOCHE, CENA

Min no se apresuraba a hablar. Nunca lo hacía. Escuchaba las voces cruzarse a su alrededor como si fuesen líneas de tinta aún húmeda en una carta ajena. Asentía de vez en cuando, con ese gesto que no era del todo aprobación, sino una manera sutil de decir sigo aquí.

Tenía el cuenco de hema entre las manos, todavía tibio. Lo sostenía con una calma casi ceremonial, y comía sin prisa, como si la cena tuviera algo de ritual íntimo que no debía acelerarse.

Cuando las voces bajaron lo suficiente y percibió un hueco entre palabras ajenas, habló. No alzó la voz. Su tono era neutro, apenas más alto que un pensamiento en voz alta.

—No he escuchado nada de la pelea, lo siento —dijo, dejando la cuchara apoyada con cuidado en el borde—. ¿Sabemos al menos algo de qué alumno ha sido afectado?

Alzó la mirada hacia Jordan. Luego, hacia Peyton. No los interpelaba, los observaba. Su gesto era sereno, más cercano a la aceptación que a la inquietud, como si ya supiera que las respuestas rara vez llegaban completas.

Suspiró. No por cansancio ni por decepción, sino con esa cadencia leve de quien ya ha aprendido a pensar en frío.

—No hay gran cosa en nuestra habitación —añadió, con un breve gesto hacia Drake—. Que registren si quieren.

Guardó una pausa, no para generar efecto, sino porque así funcionaba su mente: seleccionando con cuidado cada palabra antes de entregarla.

—Si aceptáis un consejo, tomad fotos de lo que hay en vuestra habitación cada vez que salgáis. Por si os colocan algo.

Lo dijo sin dramatismo. Sin mirar alrededor buscando reacción. Como quien no necesita convencer a nadie porque ya ha convivido con la sospecha.

JUEVES 11, NOCHE, CENA

Nadie me hablaba ¿Sería por respeto a mi "pérdida" o sospechaban de mí por esas desapariciones? A saber, seguramente jamás me lo dirían...

Aún así estaba bastante ausente. Aún recuperándome de la desaparición de Selena, estaba en una semi burbuja de gilipollez, debía espabilar pero ni hambre tenía. Aún así escuché al director, la desaparición del profesor y de Selena...la paliza a ese estudiante cuyo nombre desconocíamos..

Todo aquello llegó a mi cerebro y con el plato de Hema sin casi tocar me encogí de hombros. Mirando a los que me rodeaban.

-En la habitación de Row y mía poco van a encontrar... ésto parece que se ha convertido en una puta cárcel ¿No os parece?-pregunté ligeramente distraído.

JUEVES 11, NOCHE, CENA

- Eso me han dicho que me llaman... - Se encogió de hombros. - Y no, tampoco es que vaya por ahí... - Hizo una pausa buscando las palabras adecuadas. - Comos se dice, "de flor en flor"... - Negó con la cabeza. - Sólo soy yo mismo y a veces... - Chasqueó la lengua. - A veces pasan cosas... - Concluyó.

Le dio un par de vueltas al cuenco con Hema que tenía delante, mirando concentrado su contenido sin llegar a mirarlo realmente. Estaba concentrado en algo, lejos de allí, aunque sólo por unos instantes.

- Y lo de que me deje ayudar... - Miró fijamente a William. - No es algo que nadie pueda ayudar. De hecho, se trata de algo que no depende de mi. Algo que yo no puedo controlar y que mucho menos lo podéis hacer vosotros. Pero... - Sonrió. - Gracias por ofrecer vuestra ayuda.