Partida Rol por web

Todavía no me has dicho quién fue la que te lo contó. Podría estar bien saberlo por si puedo sonsacarle alguna cosa le digo casi más pensando para mí que para él.

Sin embargo sus palabras parecen hacerme reaccionar y me sonrío mientras le miro desde esa posición. ¿Acaso quieres esto? le digo con tono juguetón mientras acaricio con mi mejilla su rabo dejando que recorra toda mi cara.

No, yo creo que prefieres esto digo abriendo la boca y dejando que entre todo lo que pueda de golpe, sin ningún lametón ni nada por el estilo previo. La verdad es que yo misma me sentía excitada así que me lanzo de inmediato necesitando desfogar mis propios deseos.

"Espero que no planees hacerle algo por estar conmigo." comento medio en broma antes de continuar. "Nessa. La sirvienta rubia." respondio finalmente.

Lo sientes latir con ganas contra tu cara, ya saliendo parte de su pre-semen. Cuando Dagna estuvo a responder tu pregunta, se silencia automaticamente dejando salir un suspiro de placer cuando le comes su miembro rapidamente. "Si, prefiero esto..." dice ni bien recupera la voz, acariciandote el pelo con sus manos.

De a poco empieza a moverse un poco ayudandote a que le des placer moviendo su cadera sin salir de tu boca pero metiendose mas adentro con cada embestida. "Asi o quieto?" pregunta.

Me río y niego con la cabeza. Evidentemente no, tan solo quiero buscar algunas respuestas más.[/b]

Una vez de rodillas y con su miembro en la boca y garganta, Dagda empieza a moverse lo que ayuda a que las mamadas sean más profundas.

Muévete le digo sacando su rabo por un momento para contestarle. Incluso si quieres puedes follarme la boca. Siempre me ha gustado que me lo hagan si lo hacen bien. Y sé que tú lo haces bien.

Con el miembro fuera y escuchando lo que decias. "Eres la primera que me dice eso, no te fallare."  respondio entusiasmado. Entonces te tomo de la cabeza con ambas manos acercando tu cadera aun mas a ti mientras te bajaba tu cabeza para que estuvieras entre sus poiernas debajo de él.

Entonces metio su miembro dentro tuyo con lentitus en principio esperando que lo tomes con tu boca, ni bien tuvo la mitad fue para tu interior con todo con una sola embestida. Buscando tu mirada antes de continuar. Luego subio su cadera sacando mucho de su miembro pero no enteramente y volvio a bajar. Pronto empezo a entrar y salir en to boca, embistiendote en un angulo de iba de arriba a abajo hacia ti.

Lo que empezo tranquilo fue aumentando con su ritmo y follandote con ganas tu boca mientras sujetaba tu cabeza.

Me coloco como quiere y, cuando siento mi boca y garganta invadida por su miembro, simplemente le miro con un brillo en los ojos. Mientras sigo mirándolo una mano baja entre mis piernas para acariciarme yo misma mientras dejo que utilice mi boca a su antojo.

La verdad es que había oído hablar de ello y lo probé un par de veces, pero los hombres de mi tribu la tenían grande hasta hacer que la de Dagna fuese normal tirando a pequeña. Por lo tanto las veces que lo intente me sentí asfixiar y tuvimos que parar.

Esta vez, con algo más pequeño, noto que puedo coger mejor el aire (aunque cuando acelera cada vez me cuesta un poco más) así que se vuelve todavía más placentero que las otras veces. Normalmente mantengo los ojos cerrados porque en ocasiones me lloriquean pero de vez en cuando los abro para buscar su mirada y que vea en mi cara lasciva lo que disfruto de esto. De hecho empiezo a sentir cómo mi sexo escurre jugos de amor.

Dagda embiste con fuerza contra mi boca, dejándome sentir toda la dimensión de su miembro y como sus testículos golpean en mi barbilla una y otra vez. Esa sensación de ser usada, de ser solo algo para que el consiga placer, me genera una sensación agradable. Pero no es algo que hiciera con cualquiera, necesito alguien que me guste para hacerlo.

Empiezo a introducir primero uno y luego dos dedos en mi sexo, masturbándome a velocidad tan creciente como sus movimientos. Entonces pide que me acueste, lo que termina en sacar su un miembro de mi boca dejándome dar un par de respiraciones anhelantes mientras me voy tumbando. Lo último que digo antes de recibir otra vez su miembro son varios jadeos fruto de mis dedos y de sentir su polla recorriendo mi cara.

La excitación va en aumento por su parte y por la mía, sintiendo pequeñas corrientes de placer recorrerme potenciadas por la relativa falta de aire.

Siento como Dagda corre cuando yo todavía estaba lejos de hacerlo, pero tampoco es que me importe. Siento su caliente semen bajar por mi garganta mientras su miembro atora completamente mi vía respiratoria, y dejo hacer hasta que termine y saque su verga para que pueda recuperar el aliento. Intentaré que no se escape nada de mi boca mientras tanto.

Aunque cuando termina no puedo evitar preguntarme si con esto se acabará o tendrá fuerzas para seguir divirtiéndonos. Aunque creo que el pensamiento viene más de lo que he estado haciendo que de algo real.

Siento como Dagda introduze tres dedos en mi sexo, forzando las paredes más de lo que mis propios dedos hicieron y haciendo que acaricie mi punto G con cada movimiento. Al mismo tiempo otro de sus dedos se dedica a mimar a mi clítoris.

Un gemido sale de mis labios mientras arqueo un poco la espalda, lo que puedo, buscando más de sus dedos. Escucho su pregunta y afirmo. Sí, me muero de ganas de que me la metas hasta el fondo, que me regales varios orgasmos hasta que te corras digo intentando poner una voz sensual. Aunque por lo empapado de mi coñito seguro que ya lo sabía.

Le beso con la misma pasión que pone él mientras muevo mis caderas cada vez más rápido buscando todavía más de sus dedos que me están matando de gusto. Bajo una mano para buscar su polla y así poder masturbarle y darle un poco del placer que me da mientras con el otro brazo le sujeto con fuerza.

Me parece que, o me empieza a follar ya, o voy a perder el control y voy a ser yo la que me lance sobre él para metérmelo hasta el fondo. Porque me está volviendo loca y quiero que me lo haga ya.

Cuando veo que acerca sus dedos empapados de mi propia esencia, los cojo para llevarlos a mi boca y limpiarselos con la lengua y la boca, probando mi propio sabor.

Mientras tanto veo como se coloca entre mis piernas claramente esperando iniciar la acción, cosa a la que estoy más que dispuesta. Bien pronto siento como se adentra en mi interior de golpe, llegando hasta el fondo gracias a lo empapada que estoy. Un grito de placer sale de mis labios cuando siento como su pubis golpea el mío.

Le sonrío ante sus palabras y afirmo. Eso es porque me tenías muy... cachonda... digo viendo interrumpida mi frase cuando retrocede sus caderas para volver a embestir. Eso da inicio a un polvo en el que mantengo las piernas todo lo abiertas que puedo buscando que entre hasta acariciar todos mis interiores mientras permanezco en el suelo, impidiendo que pueda ir a ninguna parte (como si quisiera). Ohhhh... Dioses... digo entre gemidos.

Lanzo un nuevo y profundo gemido de placer cuando empieza a jugar con mis pezones, llegando a un estremecimiento que me recorre entera cuando los pellizca. Además te los siento todavía poco mojados de mi propia saliva, la cual todavía tiene mi propio sabor.

Busco los labios de Dagna y afirmo. Sobre todo Venus comento casi de pasada entre dos de sus embestidas que se hacen tan intensas que puedo escuchar los golpes de sus testículos contra mi pubis cada vez que entra. Todo un conjunto que sube mi temperatura corporal varios grados.

Ooohhh... Dagda... digo entre gemidos mientras termino por rodearle con mis piernas, impidiendo así que se aleje en ningún momento aunque dudo que lo hiciera. La verdad es que con sus palabras eleva me animo y mi autoestima bastantes rangos.

Sigo compartiendo sus besos y sus caricias mientras siento como las sensaciones se van agolpando en la parte baja de mi abdomen. Mientras muevo yo también mis caderas, buscando aún más profundidad e intensidad.

Mi cuerpo se tensa mientras mis labios abandonan los suyos para gemir más alto. Ooohhh... Me voy a correr... No pares, por favor... digo sujetándole con fuerza, casi clavando mis uñas en su espalda. No me puedo creer lo mucho que disfruto con este hombre estando solo, casi al nivel de Zared.