Partida Rol por web

Observo lo que hacen las otras gladiadoras sin dejar el palum en ningún momento. De todos modos he detenido mi ejercicio para mirar atentamente lo que sucede.

Enfrentarse a tus guardias solo puede conducir a que hagan lo que dije antes que seguramente harían a alguna de nosotras. De momento intentaré mantener el perfil bajo, a ver si no me caen a mí los latigazos; no me apetece que me vuelvan a abrir las heridas de la espalda.

Al ver caer al suelo a Livia y a Soenya interponerse entre ella y los guardias, Alina se llevo ambas manos a la boca, con gesto de  espanto. Temía que la cosa pasara a mayores y todas terminaran como los hombres castigados. Seguro que ella no aguantaría algo así.

Ambas notan sin problema que las estan vigilando a todas, el jefe de guardia esta algo escondido pero aun asi lo vieron. Tal vez esta es una prueba para ustedes simplemente para las que estan interviniendo.

"Hicimos lo que debemos y lo que corresponde." dijo  el hombre acercandose y haciendo como a livia, tratando de empujar a la germana.

Su compañero mientras tomaba el mango de su espada, estando listo por si la rubia se ponia violenta.

La germana vio como el guardia estiraba el brazo y simplemente se movió ligeramente en un perfecto juego de pies para evitar que aquella sucia mano se posara sobre ella y la empujara. 

Su expresión era la misma, fría e intimidante, y en ningún momento había dejado de proteger a Livia con su propio cuerpo por si decidían ir a por la romana.

- Creo que deberían dejar de desobedecer órdenes e intentar tocar o dañar las mercancías y propiedades de la Domina y el Ludus, ¿no creen? Y así, nosotras podremos continuar con nuestro entrenamiento. 

Trago saliva y me acerco a Soenya, mientras mantengo la vista en el guardia que está ante ellas. No me gusta enfrentarme a los romanos, pero en esta situación...

Soenya digo en alto, sin disimular, os están observando. El jefe de guardias se esconde bien, pero no como un guepardo en la sabana. Y creo haber visto más guardias alrededor. Quizá sería mejor dejar todo así.

Livia escupe al suelo, cerca de la sandalia del romano y se pone casi a la altura de Soenya, siendo su gesto, no de cobardía sino de respeto por la posición adelantada de la germana, ya que pasar por delante de ella hubiera significado que no apreciaba su apoyo, al menos en este momento convenía que las vieran unidas. 

Esto es Roma y en Roma eres lo que aparentas.

La gladiadora exhibe una pose altanera y clava su mirada en los guardias.

-Al menos eso sí sería hacer nuestro trabajo, ya que es el circo lo que mantiene Roma unida y en pie, no vuestra paliza al compañero atado. Tal vez si le hubierais golpeado antes de que hiciera lo que se ha hecho ni él ni vosotros estaríais en este lio. 

Sin dirigirles mayores miradas a los guardias, Livia escucha las palabras de Brinda y asiente con la cabeza, las chicas se habían estado fijando en lo que ocurría alrededor y eso era de agradecer. Tal vez lo mejor fuera dejarlo así, al menos por ahora. La romana se acerca a Soenya y le susurra algo al oído.

-​​​​​​-Nosotras no podemos hacer más, germana, un poco de rebeldía y mostrar los dientes está bien, nadie te castigará por esto. Pero creo que debes ir ya a buscar a alguien y que esté al corriente de la situación...creo que deberías ser tú pero no sé si te conviene quedarte sola. Tal vez pueda ir yo a buscar a Verina, con suerte no andará muy lejos...pero algo debemos hacer y no es volver al entrenamiento sin más...

- Lo sé, estoy intentando mantenerlos a raya... Coge a Alina y ve a buscar a Verina, aunque sería mejor el doctore... Si ocurre algo mejor tener a Brinda cerca, es más fuerte y Alina tiene aspecto más inofensivo. Sabes que está buscándome principalmente a mi... Ir y tener cuidado... 

-Cualquiera de los dos es mejor que nadie...no te dejes provocar, mantén el control, quieren verte perderlo...no les des esa satisfacción. 

Tras un par de susurros, Livia aprieta el brazo de la germana con un gesto de apoyo y su mirada se clava en Alina.

-Eh, escita...ven conmigo, vamos a dar un paseo.- le dice en un tono que, no siendo desagradable, tampoco da mucho lugar a réplica.

Si la pelirroja hace caso y se pone en marcha, Livia palma su hombro y caminan hacia el interior de la casa.

El guardia las miro mal a ambas mujeres e incluso pudieron sentir que apesar del susurro este les escucho lo que dijieron o al menos algo.

"Ya se escapan de nosotros?" pregunto el guardia provocando. "Pense que las gladiadoras eran valientes." comento riendo con el otro seguro de su impunidad.

A pesar de eso tanto Livia como Alina siguieron para salir de ahi. Nadie les impidio el paso dejando que se fueran de ahi. Tal vez habia otro blanco.

Quien faltaba o se habia escondido aparecio. Acercandose a las dos gladiadoras que quedaban. Este se mostraba molesto y vio a los guardias con una mirada que les dejo claro que mejor se apartaban. Eso terminaron haciendo ambos hombres.

Luego ya cerca de ambas, dio una mirada identica a Brinda. "Vete negra. No es tu problema." le ordeno rapido antes de ver a la rubia.

"Asi que piensas que esto se termina? Este hombre es tu amante cierto?" pregunto aunque no parecia importarle tu respuesta. "Acaso no te importa que ha tenido que ir la estupida de la romana a rescatarlo. Me da pena eso, pero es algo que tuve que ver venir. Tambien te escapaste de tu aldea cuando vinimos." comento el hombre sin dudarlo.

Cuando salieron se encontraron con guardias que las miraron pero no las detuvieron dejandoles meterse en el ludus. La busqueda de Verina no fue tan facil para Livia ya que no la encontraba cerca, ni nadie de los que pudieran detener eso. Tu mente iba a verina, a Doctore o a la domina o domine. Pero no los encontrabas por lugares cercanos.

Acaso estaba perdiendo el tiempo o simplemente debia seguir buscando.

Miró con calma a aquel demonio que se acercó hasta ella con aquellas palabras y la germana no pudo sino sonreír ante éstas.

- Si piensas hacerle eso a todos mis amantes dejarás a los dómines sin gladiadores y esclavos... Bueno, es una romana de las que te agradan, orgullosa, como todos vosotros... Además, no salió en defensa del gladiador sino del guardia. Como buena romana desprecia a los extranjeros, así pues... ¿Podría haber salido en defensa de Spurius, si, podría pero eso hubiera significado mi castigo y el quedar a tu merced... Va a tener que esforzarse más Herius...

Río cuando dijo lo de la aldea.

- No era mi aldea, mi aldea estaba mucho más lejos de donde me encontraste... Pero eso, a los romanos os da lo mismo, ¿no?

Livia se exaspera un poco y acelera el paso, con cuidado de no despegarse de Alina, pero algo nerviosa por no encontrar a nadie en las cercanías.

-No pensaba recurrir a tanto pero...si Verina ni el Doctore están por aquí, debemos ir a la parte noble de la casa, allí encontraremos a alguno de los domines o tal vez a la sacerdotisa de mercurio. Esto elevará este asunto a instancias más altas, quizás demasiadas, pero no debemos tolerar...esto. No voy a estar indefensa ante ese...-contiene un insulto quizás demasiado audible para esta parte del ludus por lo que calla y sigue caminando- No te preocupes Alina, todo saldrá bien. No te separes.- la toma de la mano para infundirle valor y confianza.

A pesar de las palabras del guardia, no me aparto. Es cierto que me quedo un poco más atrás, pero prefiero escuchar lo que dice tanto uno como otro.

Es cierto que no es de mi incumbencia, pero también es cierto que Soenya es la encargada de enseñarme. Al final el guardia solo es el encargado de asegurarse de que cumplimos las normas, y castigar si no lo hacemos, pero no es quién dicta cómo entrenamos.

Cuando Livia la llamó en un tono tajante, Alina pareció desconcertada y vaciló, mirando a Soenya. 

Finalmente decidió seguir a la romana. Aunque no sabía qué quería de ella.

Livia la llevó a recorrer el lugar. Aparentemente estaban buscando a los Domini. 

La tranquilizó, asegurándole que todo saldría bien y que no se separara de ella.

Alina asintió, intentando disimular su nerviosismo.

—Yo querer ayudar —dijo tras coger algo de valor—. Pero no saber qué poder yo hacer. No conocer a los Domini y no hablar bien idioma.   

-Podrás ayudar, Alina, cuando encontremos a alguien yo contaré lo que ha pasado ahí fuera y, cuando te pregunten a ti, solo tienes que explicar, lo mejor que puedas, lo que tú has visto también. No puedes hacer nada mal cuando se trata de decir la verdad.- la tranquiliza girándose a ella con una suave sonrisa.

Te escucho cuando le comentaste de tus amantes y sonrio. "Asi que estas disfrutando de ellos, aunque me imagino menos que con los soldados romanos." comento provocativo. 

Parecio dejar atras el comentario sobre livia y se concentro en ti, sin importarle que brianda se habia quedado ahi en el lugar. "No me estaba esforzando barbara. Tu sabes como soy cuando lo hago..." le dijo con frialdad. "Ya estas a mi merced. Ya cuando las demas se fueron."

Nego con la cabeza ante tu coreccion. "Tu aldea fue destruida tambien. Como no hacerlo si es el lugar donde sacan sus suministros, ademas la dejaron terriblemente desprotegida." le comento pareciendo pensativo. "Estuve investigando. Tenemos un soldado que habla germano, me dijo que tu aldea se llamaba Narhavanni* en tu lengua. Ya igual no importa, habra otra aldea ahi con nombre romano. Tal vez el mio." le devolvio con una precision adecuada para tratar de hacerla enojar. Sin dejarse provocar el.