Partida Rol por web

La romana no dio crédito al intento de Drust, lanza una mirada acerada girando la cara hacia él para espetarle con odio:

-¿Categoría? Sucio extranjero, ¿acaso te piensas que tu sangre vale lo mismo que la de aquellos que provenimos del mismísimo Eneas? Tenemos la bondad de permitirte besar el suelo del Imperio y osas creerte un igual? Tu ambición es desmedida, enfadas a los dioses, soy su parca y te llevaré a la muerte por su voluntad.- le escupe en la cara y acto seguido le propina una coz en la entrepierna con el objetivo de que la libere de su agarre.

Una vez que lo ha conseguido se fija en que la situación ha degenerado en gran medida a su alrededor, pero ahora eso quizás carecía de importancia, sus ojos violentos estaban fijos en Drust, en su pretensión, en su ambición y en el castigo que había de darle.

-Como líder de los esclavos de este ludus, en nombre de los dioses y de la autoridad que la casa Donicus me ha conferido, esclavo Drust, te sentencio a muerte.

La situación se había vuelto peligrosa. Los guardias habían acabado por enfrentarse entre si, cómo cuando las celdas. Y de nuevo estaba luchando por su vida, cómo si fuera un gladiador o como lo que era un guerrero de Marte y no uno cualquiera.

Las palabras de Brinda y las de Livia en mitad de aquel caos me hacen pensar en todo lo que he pasado hasta aquí, las visiones de Marte, sus palabras toda la gente que murio,la primera vez que pise este ludus.
El asesinato de camila,la rebelión, La muerte de Gallio frente aquella gladiadora enviada por faustus.El nombramiento como doctore,el escandalo en la primera fiesta con Livia,los entrenamientos en la arena con Brinda venciendo en las pruebas.

La primera charla con Elia y como había protegido al niño Manius como si fuera su madre,el tonto de Mario con su sentido del humor y su intento de  secuestro.

Memmia la prima de la domina,y su hermano Faustus,si ese hijo de puta que había conspirado para eliminar a Camila,para matar a Gallio,Mario y todos los que le hacían sombra.
Ese tenia que pagar, y Marte lo había dicho no quería solo palabras también sangre.

Me lance sobre el guardia para apresarlo
 

El jefe de guardias vio como el sacerdote se le lanzo encima y por un momento estuvieron enfrancado en un forcejeo que afectaba algunos de los mas cercanos. Aunque estos decididan apartarse y seguir con sus deseos.

Pero la pelea siguio sin que pudiera escaparse el jefe de guardias que miro con rabia al sacerdote. Queriendo soltarse pero nunca consiguiendo la suficiente fuerza para aprovechar el arma que tenia.

Miro a Mars rezando internamente a Marte para que le proteja pero no me atrevo a desobedecer al emperador. Ya sé cómo se las gasta, así que no me apetece.

Sus palabras me hacen volver a mirarle mientras sigo tumbada encima de la leona con mi pierna entre las suyas y su pierna entre las mías. Al jefe de guardias no le daría ni agua, mi señor. Por lo demás no tendría inconveniente con ninguno.

Después ya me concentro en Yaslen y busco sus labios para besarla antes de ir bajando a su cuello y poco a poco recorriendo su cuerpo con pequeños besos, buscando en principio los pechos donde me entretendré un buen rato.

El forcejeo había sido un primer paso para acabar con la lucha rápidamente estrujaria aquel tipo como si fuese una ramita .

Te dije que está noche sería tu muerte jefe de guardias te di la oportunidad. Pero me has hecho ir a la guerra y no puedes ganar

-Hay que llevarse a Caligula de aquí - aceptando la sugerencia de Servius. -¿Que propones? - 

"No se, que esta muy peligroso aqui con las peleas o que podria tener amantes para él solo." respondio en prisa. "Esperabas que vos ayudes en eso. Como haces ahora..." dice mientras la besa y con sus piernas abre las de ella delicadamente y empieza a dejar sentir su miembro entre las piernas de ella. Aun no se mete pero se empieza a mover como si la embistiera pero solo se encuentra frotando los sexos de ambos. Por el momento.

El forcejeo entre ambos era una pelea interesante para que lo viera el sacerdote habia acertado al tomarlo de las manos dejandolos a ambos en una mejor oportunidad. Por lo que luego cuando tuvo que dañarlo el guardia no podia usar su arma sino que usaba patadas y su cabeza como hizo mars para emprincipio dañar una de sus piernas antes de ellos dejarlo medio tonto con un cabezaso.

Dejando definitivamente el tema de las peleas de lado, al menos de momento, me siento cada vez más excitada con mi joven y guapa leona. Además, quizá por tratarse de una esclava y no de una patricia, me siento más cómoda. Supongo que no tardará demasiado alguno en venir a romper nuestra pareja, o puede que sí dado que los demás parece que están ocupados, pero mientras pueda voy a disfrutar de este caramelito que me han regalado.

Con pequeños besitos por su abdomen abandono definitivamente los pechos bajando cada vez más, colandome cada vez más entre sus piernas. Miro hacia arriba buscando sus ojos y una complicidad en ellos mientras me aproximo a su monte de Venus hasta que finalmente doy un beso directamente sobre su clítoris.

Después continuo besando por los muslos lentamente recorriendo primero uno y luego el otro antes de volver a subir y ahora sí llegar a su sexo el cual me apodero con la boca. Mi lengua empieza a moverse y titilar en los sitios correctos para aumentar su excitación, hasta que decido concentrarme en el clítoris mientras meto un dedo dentro de ella, doblándolo hacia arriba para buscar su punto G.

El forcejeo seguía con aquel supuesto romano. Se le venía la noche y no lo sabía.

Eso era una caricia? Yo que tú intentaría irme corriendo antes de que arranque tu sucio corazón y se lo entregue a los dioses.

El tipo gruñia por mas golpes que le daba mars, pero a pesar de eso escuchaba sus palabras y al aprecer deseaba realizarla. Por lo que trata de liberarse una vez mas agitando sus manos con fuerza esperando que la confianza de mars sea su perdicion.

Mantuve el forcejeo y lo lleve a un nivel superior no iba a dejar que un gusano así ni siquiera soñara con ganar. 

Reza a tus ancestros porque te voy a enviar con ellos. Enviaré tu alma sobre tu escudo para que ingreses con el en los campos Elíseos. En tu nombre derramó su sangre y envío su alma hasta tu lanza mi dios Marte. Pienso en silencio 

Empiezo a concentrarme en ese punto que me indica pero sin descuidar el resto, notando su sabor en mi boca y en mis labios.

Yo también me abstraigo de todo lo que sucede a mi alrededor y me concentro solamente en la tarea que estoy realizando y los suspiros que suelta mi amante que para mí son el mejor de los regalos. Ni siquiera puedo percibir los sonidos de la lucha, o si los percibo están tan atenuados tiene les presto atención, concentrada como estoy en dar placer a Yaslen.

Sin dejar de penetrarla con el dedo y a la vez jugar con la lengua, subo la otra mano acariciando todo su cuerpo hasta llegar a uno de sus pechos el cual empiezo a amasar y termino por pellizcar el pezón. La verdad es que podría estarme aquí durante horas, pues me siento sorprendentemente bien escuchándola gemir.

-¿Quieres que me lleve a Caligula? Ni lo sueñes, es un loco peligroso- llevo una mano hasta mi sexo y empiezo a acariciarlo, jugando también con el de Servius

"Entonces no hay nada que hacer Elia. Reinara por toda la fiesta y luego encontraremos un momento donde asesinarlo." expreso el hombre aceptando tu mano ahi abajo y llevando las suyas hacia tu cadera y tus pechos tocandolos y masajeandolos.

Con eso al parecer concluido se acerco aun mas con su sexo a ti, con un claro deseo de cogerte en ese momento como habia ordenado el Emperador. Pero tambien por el deseo que se veia en los ojos de este, por lo que corrio tu mano de tu sexo y puso la punta del suyo ahi. "Entonces disfrutemos mientras se matan."

La romana enarbola su espada, la cuál aún conservaba desde el sacrificio y toma con fuerza la empuñadura, preparada para llevar la venganza de los dioses sobre este esclavo traidor. 

Livia cuenta con la ventaja de estar armada frente a su rival, lanza varias acometidas firmes y bien conducidas, esperando que el dios de la guerra derramase su bendición sobre ella y le permitiese alzarse con la victoria.

En este momento no había nada más que ella y su enemigo, y su corazón resonando como tambores de guerra en sus tímpanos, éste era su momento vital, esta noche si hilo de vida podía cortarse o volverse resplandeciente como el oro...pero ya nada sería igual.

La esclava logra ganar los primeros embates a su contrincante, es obvio de Drust la subestima, Livia aprieta los dientes, acorrala al esclavo, preparándose para rematarlo, pero baja la guardia y el hombre logra encajarle un contraataque que hace perder el equilibrio a la romana, por lo que debe retroceder y darle espacio para no darle la oportunidad de que la agarre. Drust se da por vencedor con ese gesto dubitativo de la lider y se abalanza antes de que Livia pueda recuperar del todo el equilibrio pero logra interponer la espada entre ambos y su acero encuentra alojamiento entre las costillas del esclavo, perforándole con dureza en su torso.