Partida Rol por web

Mira aún más extrañada a Livia y luego a aquellas imágenes.

- ¿Esto qué es?

Livia alza las cejas y ladea la cabeza, como si no entendiera la pregunta de la germana:

-Esto es...la vida de la gente normal en Roma...en ciudades y pueblos...la vida cotidiana...mira...- va gasta una zona y señala a un hombre montado a caballo, con una lanza y un perro a los pies- esto es una escena de caza...como ves el dibujo está formado de pequeñas piedras... ¿ves? Se pintan a mano...se llaman teselas y se colocan así...haciendo este dibujo. Mira...- se mueve y señala a otra zona del mosaico.- Aquí...se representa un foro...es un mercado. La gente va a comprar...mira como estas mujeres...y estos niños aquí jugando...y allí campesinos segando...

- ¿Y por qué va tan vestido de caza? ¿Qué cazan? ¿Solamente va uno? Pero... ¿No trataban mal a los perros? ¿Necesitan uno para cazar?

Las preguntas acompañaban a una expresión de desconcierto por parte de la germana.

- ¿Mercado? ¿Los niños juegan con cabezas con cuernos en esos mercados? ¿Campesinos?

Mira a Livia muy extrañada.

- Sois muy raros... 

-No...van en partidas de caza... y cazan venados...jabalies, lobos...depende de la zona donde estén, se caza lo que hay. Y  a los perros no les trata mal...no me expresé bien, perdona. Quiero decir que los perros tienen una funcionalidad y se valora su lealtad y lo bien que cumplen su trabajo. Los perros de caza, del ganado y de protección son muy apreciados. Y bueno los niños juegan con palos...y con lo que pillan, no se lo que el dibujante vería ese día...pero lo importante es que se ve una escena familiar...- explica sentándose en el suelo con las piernas cruzadas- Campesinos es la gente que trabaja en el campo. Los que hacen las labores de cultivo y cuidado de la tierra.

- ¿Familiar? ¿Y el padre? Yo solamente veo a dos mujeres, una de ellas muy bien vestida, una anciana y dos hombres que parecen tener menos que la mujer sentada... ¿Qué hacen las mujeres cuando no hay hombres? Nosotras protegemos las aldeas, a los niños y niñas... 

La mira con calma.

- Sois tan diferentes... 

-Claro...aqui en las capitales, las mujeres pueden dedicarse una vida muy ociosa y superflua. Bueno, en realidad no es que puedan, es que deben.- musita pasando los dedos por las teselas con aire distraido-  en ciudades más pequeñas las mujeres y los hombres trabajan por igual aunque en diferentes cosas. Pero por ejemplo lo que recuerdo de mis padres es que mi padre estaba en el puerto y mi madre en el mercado. Al menos cuando yo era pequeña. - carraspea un poco y vuelve a centrarse- En todo caso...en los territorios interiores del imperio no hay enemigos de los que defenderse...¿me explico? Los guardias sólo están para mantener el orden si hubiera disturbios entre los ciudadanos, pero no hay que protegerse de amenazas externas. Los asentamietos froterizos es otra cosa, alli están las legiones y hay pocos ciudadanos. Hasta que no se estabiliza la frontera, no hay negocios ni vida cotidiana allí.

- Pues espero que no se asienten en mis tierras... No las merecen y las destruirían... 

-Supongo que si todos los habitantes de tu pueblo son, al menos, la mitad de combativos que tú, Roma necesitaría gastar demasiado recursos en esa campaña. -​​​​​​-comenta, pensativa- ya la campaña de la Galia fue una empresa arriesgada, tan sólo un estratega como Julio podría haberla llevado a cabo con éxito. Sin embargo no hay otro como él y Calígula...bueno es otro tipo de gobernante.

- A mi me atraparon al bajo demasiado cerca del Rin... Fuimos a cumplir viejos pactos y para evitar que siguieran adentrándose... Al menos espero que no lleguen hasta mis tierras, hasta aquellas que dejé atrás para protegerlas... - La miró con calma - Creo que te gustarían... Bellos paisajes salvajes, ríos, cascadas, profundos bosques en donde el silencio reina... Allí verías lo que es realmente la belleza de la tierra y de la naturaleza... 

-Parece un precioso lugar, pero quizás demasiado frío para mi.- concede la romana riendo suavemente- pero no me imagino como sería vivir de una manera tan...salvaje. Recuerda que yo vivia en una domus con sirvientes...eso de cazar mi comida y beber hasta vomitar creo que no sería lo mío. Suerte que no acabé de esclava en tus tierras, sin duda moriría de frio.- dice Livia, suponiendo que los bárbaros también tenían esclavos, en su cabeza no podía ser de otra forma.

- ¿Esclava? Ah, te refieres a los þræll. Es como los llamamos... Pertenecen a la casta más baja de la sociedad y normalmente no suelen tener aptitudes ni capacidades laborales concretas. Poseen cierta posición social, pero en menor grado que otros. Allí no los obligamos a luchar para diversión de otros, sino que trabajan para ayudar a la sociedad y pueden comprar su libertad sin problemas. Incluso muchos son liberados al hacer actos heroicos como proteger a las aldeas... El trato que dais aquí a los þræll es deleznable... 

-Bra...el...- pronuncia con cuidado Livia, no muy bien pero se le ve intencionalidad de hacerlo correctamente- Aquí los esclavos son herramientas, gente que ha perdido el favor de los dioses...existen para servir y nada más. Pero eso no quita que no puedan vivir bien. Muchos patricios tienen esclavos educados en ciencias, artes, economía...para que puedan llevar una parte de sus negocios o servir para la educación de los niños. Al final un esclavo es...como un trozo de arcilla que moldeas a tu gusto y gana para que te sirva en las funciones que necesitas. Claro que no todos los trozos de arcilla pueden ser estudiosos ni todos pueden ser gladiadores. Tener una vida esclava no significa siempre pasar penurias, depende la casa en la que te compren. Hay muchos esclavos de tras años de servicio recobran su libertad pero desean continuar sirviendo en la casa...como el buen doctore. Eso ha de significar que al menos en esa casa se les trata bien.

- Será a algunos... O algunas... - Dice recordando las malas experiencias y el trato recibido. 

-Yo diría que la mayoría de patricios acomodados tratan bastante bien a sus esclavos. Es verdad que los compran y los venden, pero también les dan comida, techo, un oficio... y a muchos la esclavitud y la posibilidad de ganarse la libertad les parece más atractiva que una muerte sin sentido. Pero eso ya va en cada uno.- admite mirando al techo con las palmas de las manos apoyadas en en el suelo a su espalda.

- Se nota que es tu gente Livia. Yo no podría defender un trato así...

Recuerda el cómo la trajeron, el qué le hicieron y el cómo la cogieron y niega con la cabeza.

- Nunca podrá gustarme esta vida, nunca me gustarán los romanos y nunca me gustará Roma... 

-Si...supongo que lo son, pese a todo- Y soy una de ellos, a pesar de haber sido condenada a esta vida. Ellos me odiarán porque en mi verán el reflejo de lo que sus abyectos actos provocan en muchas ocasiones. Nunca tendré la libertad porque mi vida les recuerda que su mundo no es perfecto. - reflexiona pero su sonrisa es amplia mientras habla.-Que se metan por el culo su mierda de libertad...y que vivan las mujeres como tu, Soenya, ojala vuelvas y patees el culo de esos legionarios de nuevo.-  dice socarrona, alzando una copa de vino invisible, pero sus deseos parecían sinceros.

Ríe ante las palabras de la romana, observando su buen humor. La verdad es que ella envidiaba esa parte de la romana, esa parte en la que se tomaba las cosas de manera tan positiva... 

- Por encontrar el honor y la libertad en un campo de batalla. 

Tras esos momentos de risas suspira ante las palabras relacionadas con los legionarios.

- Solamente hay uno al que le rebanaría el cuello... Bañándome en su sangre mientras se desgarra ante mi y sus tripas quedan esparcidas por el suelo... 

-Entonces...cuando mates a ese cadáver ambulante...- dice guiñándole un ojo, como si confiara plenamente en que sin duda la bárbara lograría cumplir sus amenazas- ¿Que nombre y rango debo grabar en la lápida?

- No tendrá lápida... Enterraré su cuerpo para que se alimenten de él las alimañas y que no encuentre el descanso eterno... 

No parecía querer decir ni un solo nombre o rango, quizás por propia superstición... O quizás, no lo sabía..

-Supongo que hablas de aquí responsable de tu captura...- Livia suspira fuertemente y posa una mano en el hombro de Soenya- Una mujer como tú sólo puede sentir tanto odio por un hombre por una sola razón.- dijo y en su mirada había una comprensión, empatía y vergüenza. Vergüenza por su pueblo y por sus métodos.- Lo siento. Ni me imagino por lo que tuviste que pasar.