Partida Rol por web

Mientras habláis Stellos sale de la habitación y vuelve con la teniente.

-Tengo mi lanzadera a vuestra disposición, el general me ha dicho que os lleve a ver al Director de los Astilleros Kuat, así que si me acomañan...-

 - Perfecto, corto.- Dijo escuetamente Lia a su maestra. Intuía que su maestra estaría inmersa en problemas más acuciantes. Pero no estaba de más pensar primero en ella que en todo lo demás. 

Lia, se encogió de hombros y, cambiando el comunicador a la frecuencia de Ruidosa y sus compañeros, se comunicó con los demás. Mientras cacheo a Nadia para saber si lleva algún arma y comunicador consigo.

 Lia abre la comunicación con su equipo. Necesitaba saber en qué situación se encontraban y si podía contar con ellos para la fuga.- Chicos, Ruidosa ¿estáis ocupados? Necesito saber si puedo contar con vosotros para salir de un turboascensor, en la sección norte de la celestial.- Dicho esto, esperó a que les contestaran, ya fuese sus compañeros o su contacto, Ruidosa.

No sabía si podía ayudarles, pero necesitaba saberlo cuanto antes, para, en caso negativo, buscarse otra forma  escape. 

Tus compañeros arriba deben estar en problemas o en combate o largándose y no te responden, sin embargo la nave que viste antes ha entrado en la cúpula del celestial y sentiste a Danko en ella. Debían de ser el grupo de apoyo que venía.

De ruidosa consigues un comunicado interrumpido por algún tipo de bloqueo; "Las fuerz...-estática-nos han encontrad-estática-volar la nave-estática-refuerzos en camino-estática-huye con ell-estática.-

Después de haber contactado con los demás, intentó agilizar los trámites del plan B de fuga. 

Lia miró a Nadia seriamente, se acercó y puso una mano sobre su hombro. La otra mano aferró el sable de luz. Era una advertencia de lo que podía suceder si no cooperaba. Luego, sin apartar los ojos de los de ella, le obligó a mirarla a ella a los ojos.- !Mirame!.- Ordenó. Una vez que consiguió que centrara su atención sobre Lia, le habló.- Nadia, estamos en apuros. No solo yo. Tú también. De hecho todos. La celestial, el planeta, va a desaparecer.- Lia dejó pasar un segundo para que Nadia captase la premura y el peligro que estaban corriendo.- Necesito saber si los droides asesinos siguen tus órdenes.- Lia hizo otra pausa, luego continuó.- ¿Puedes contactar con tu nave o con los droides? ¡¡Contesta!!.- gritó Lia, empujándole con su mano aferrada sobre su hombro, para que entendiera que no bromeaba y que era urgente. Realmente, no estaba para bromas en ese momento.

-Los... los droides asesinos los programa la Junta Directiva de mi corporacion para que en el caso de un secuestro traten de matarme... si no ven a las Mistryl conmigo asumirán lo peor e iran a por todas... tienen variedad de dispositivos de camuflaje... y lanzamisiles...- se estremece con el miedo pero empieza a tranquilizarse y a pensar.- aquí no tengo nave, solo un aerodeslizador, mi nave está en el Astropuerto del planeta y allí hay más Mistryl que emplea mi casa....-

Mierda, piensa Lia al oir las palabras de Nadia. Se suponía algo así, con lo que no se sintió tan derrotada. Piensa Lia, la cosa está fea y no disponemos de mucho tiempo. Lia miró nuevamente a Nadia y le sonrio.- Chica, estamos las dos en esto. Seguro que tú no quieres que los droides te maten y yo no quiero ni que me maten ni que te maten... así que debemos pensar en alguna salida.- Dijo Lia soltando su "presa" del hombro. Dió un paso atrás, para que nadia estuviese más tranquila y segura y le preguntó.- Arriba no podemos subir, pues, a pesar de la nave que ha entrado por la cúpula, supongo que será una batalla campal. Solo nos queda la opción de bajar al angar.- Dijo la Twi´Lek.- Ahí abajo, ¿hay varias naves, o solo está la tuya?.- Preguntó Lia pensando en un plan alternativo, al tiempo que pretaba el botón de bajar del turboascensor.

-Debería haber alguna más... dependiendo de quien haya logrado escapar y quien no... pero necesitarás la clave de acceso para encenderlos o hacer un puente-

Tras oir la respuesta de Nadia, Lia asintió. Si era cierto la cosa podría salir bien, sino, tendría que "sacar a pasear" su sable de luz. 

No sabía lo que se podía encontrar así que se preparó para cualquier dificultad. Pero sobre todo tenía que preparar a Nadia.- Nadia, ahora soy tu guardiana sombría de Mistryl, así que siquieres seguir viviendo, haz todo lo que yo te diga.- Lia miró directamente a Nadia y continuó.- Lo primero, los droides buscarán reconocer tu cara y tu fisonomía, Y no solo eso, tendrán en su memoria una imagen de cómo ibas vestida. Lo que harás, será coger parte de la ropa de las Mistryl y convertirte en otra... completamente.- Lia miró a Nadia a los ojos.- No solo no debes vestir como Nadia Mernicos, debes de andar como otra persona. Encórbate, anda de puntillas, lo que quieras, pero sé otra. Y sobre todo, que no se te vea la cara.

Poco a poco se acercaban a su objetivo. Nadia se vestía y Lia se concentraba en su tarea. Cuando el turboascensor llegó al suelo, antes de que se abrieran las puertas, Lia metió la mano dentro del bolso y sacó el sable de luz. Una vez preparada, le dijo a Nadia.- Primero salgo yo y miro lo que hay. Cuando te haga una señal me sigues, sino, permanece aquí dentro.- Lia se preparó y, mientras se abrían las puerta, le dijo.- Nadia, como me la juegues, te mato.

Tras esta "advertencia", se abrieron las puertas. Juasto en ese momento, Lia empuño su sable de luz y se cargó los botones de control, no quería que Nadia se escapara, subiendo con el turboascensor, mientras ella salía. Tras esto, guardó el sable y se asomó. Disimuladamente, vio el panorama que había fuera. Tendrían que ser rápidas y precisas, pero con Nadia de "compañera", sería toda una odisea.

-¿Por-por qué te la iba a jugar? Todo está saliendo según el plan...- dice Nadia vestida con las ropas de una Mistryl.

Fuera Lia se encontró con un enorme hangar sin un alma, se veían a las últimas naves y aerodeslizadores desapareciendo en la distancia a través del campo de fuerza de la salida del hangar.

Pero entre los pocos aerodeslizadores que no habían despegado ves un  bastante grande, y hasta bien armado en un rincón del hangar.

No había nadie a su alrededor.

Al oir las palabras de Nadia (-¿Por-por qué te la iba a jugar? Todo está saliendo según el plan...), la Twi´Lek levanta una ceja y luego le sonríe. Así que era verdad que esperaba que la raptásemos. Mejor, por lo menos cooperará y no dará guerra. Pensó Lia mientras salía a hangar a ver qué encontraba.

Tras una vuelta casi infructuosa, escondida en un rincón, Lia encuentra un aerodeslizador que parecía armado. Ummmm, creo que me quedaré esta joya. Al acercarse, se da cuenta de no hay nadie que la proteja. Por si aaso, Lia toca la escotilla como pidiendo permiso para entrar... por si hubiese alguien dentro*. Luego mira su panel de seguridad. Debía concentrarse nuevamente en la Fuerza, para que le diera el suficiente entendimiento como para abrirla.

Dicho esto se concentró e intentó saltar la seguridad.

Mientras Lia se concentra con bastante éxito en sabotear la puerta del aerodeslizador para que les deje entrar...

La puerta del vehículo se abre... y consigues pleno acceso y el código para activar luego el aerodeslizador desde el asiento del piloto.

Sin embargo tan centrada estás en tu trabajo que no ves ni sientes al droide asesino con camuflaje óptico... ya que ahí no hay nada, que te dispara a bocajarro.

Oyes un disparo aturdidor y un cuerpo que cae dentro del turboascensor... Nadia tampoco está sola.

Lia escucha el clic de un blaster situado a escaos centímetros de ella. El Doride asesino que acompañaba a Nadia, hizo su trabajo. El tiro a quemarropa, no podía fallar, así que esperaba que el disparo le hiceira un tremendo agujero en su preciosa piel. No lo podía consentir. Estaba tan cerca de la salida, que no era hora de morir. Lia recurrió nuevamente al lado oscuro.

Lia sintió como la Fuerza nacía en ella nuevamente y le exigía sumisión. Era tan grande el poder que la necesidad de él era absoluta. Una vez probado se deseaba más y más. No en vano hacía solo unos minútos, la había usado. Era como una droga... pero con conciencia.

Su cuerpo recibió la energía, prestada por el Lado Oscuro de la Fuerza, haciendo de Lia un cuerpo de diamante. Resistió sin problema el disparo del droide asesino, y sin pensarlo dos veces, se giró, con el sable en la mano, en pos de su enemigo.

Envualta por la energía que le proporcionaba el Lado oscuro, no le fue difícil localizar al droide que le amenazaba. Lia rió al descubrirlo y, aferrando su sable de luz con una gracia increible, atacó a su adversario.

Sabía que no se podía jugar con el droide, por mucho que le hubiera gustado, pues había oido como el otro droide, gemelo de este, se encargaba de Nadia. Así que debía acabar con este lo más rápidamente posible.

Con un movimiento, nuevamente digno de un maestro de la Fuerza, Lia abate a su adversario sin contemplaciones. . Tras esto, utiliza la Fuerza en concentrarse. Quería tener la destreza lo más felina y rápida posible, para poder esquivar al droide y poder abatirlo antes de que le diera.

Una vez echo esto, Lia, sin esperar un solo instante, sale de la nave y se oculta. Necesitaba saber dónde estaba el "hermano" del droide que acababa de abatir. Para ello recordó una frase que le dijo Nadia:

Cita:

Lia volvió a sonreir. Lanzamisiles. Bien, eso me valdrá. Pensó Lia mientras usaba uno de sus dispositivos de los brazales, que le permitía localizar explosivos, más concretamente, los de los misiles.

Lia da un tajo brutal que parece cortar el aire... hasta que de donde ha cortado se separan dos mitades de un droide, aunque la Twi´Lek oye el reafirmante sonido del metal cayendo al suelo es un tributo a sus creadores que su armazón exterior todavía se mimetice por el suelo y Lía sólo pueda ver las partes interiores por donde su sable le ha cortado en dos.

Un instante después Lia ya está detrás de unos bidones vacíos de combustible esperando a ver si encuentra al otro... con sus detectores...

El detector de explosivos detecta al droide destruido y sus lanzamisiles, cuando amplías el radio ves que el detector señala hacia tu derecha y tres metros en el aire... donde no hay nada excepto una miniexplosión que ocurre de repente... El detector de Lía empieza a pitar descontrolado...