Partida Rol por web

[Sombras de Esteren] Loch Varn

1 - Las Ruinas

Cargando editor
22/02/2016, 13:57
Arven

Arven se sintió en aquel momento demasiado confusa. Estaba segura de seguir a Yldiane, pero de repente desapareció, y su voz sonó entre la bruma. Luego ocurrió lo del incidente con el muro, y la joven ayudó al resto a reponerse del percance. Liam parecía haberse llevado la peor parte

A decir verdad, estaba tan confundida que desenvainó su espada y aprestó su escudo con fuerza.

-¿Yldiane? ¿eres tú? ¿que está ocurriendo?-

Lanzó una mirada al grupo magullado, para que estuviesen alerta. Solo por si acaso.

Cargando editor
22/02/2016, 14:01
Narrador

Ean apunta a la figura y su voz hace que Mòr se vuelva hacia vosotros.

- Yldiane, ¿eres tú? ¿Eres tú de verdad? - exclamo, con una voz serena y templada como la primavera .- Hace un momento estábamos siguiendo a otra Yldiane. Si realmente eres tú, aquí está pasando algo verdaderamente extraño. Muéstrate… por favor. - Y añado - ¿Está Ean contigo?

Sin embargo, el hombre al que increpa Ean, en vez de mirar hacia atrás, también se gira y os apunta con su arma:

- ¿Quién eres realmente? ¿A dónde pretendes llevarnos? ¡Responde, porque no pienso dar un paso más sin saberlo! - Demanda con su silueta aún parcialmente oculta por la niebla.

La última en reaccionar tiene voz de mujer y se arma con espada y escudo, poniéndose en posición defensiva, mientras pregunta desconcertada: - ¿Yldiane? ¿eres tú? ¿que está ocurriendo?

Cargando editor
22/02/2016, 14:04
Narrador

Liam permanece en silencio, pensativo, totalmente confundido por los extraños efectos que causa esta niebla, en nada parecida a ningún fenómeno metereológico con el que se haya encontrado alguna vez. Durante un momento se plantea que pueda haber alguna sustancia alucinógena en el aire, pero sin tiempo y el equipo adecuado para hacer pruebas, su teoría a penas es una mera conjetura.

El resto del grupo reacciona de forma más activa a la voz que parece ser de Yldiane. Mòr reprime sus ganas de armarse y responde hacia la niebla con un tono tranquilizador, mientras que Arven, desconcertada, se pone en posición de guardia con su espada y escudo. Urvan, por su parte, se mantiene firme, increpando una respuesta a las brumas.

Durante un segundo todo permanece en silencio hasta que dos siluetas se empiezan a formar entre la niebla.

- ¡Eh, tú! - Dice una voz masculina en dirección a Urvan. - ¡Mira, un mono con tres cabezas detrás de ti! - añade para vuestro total desconcierto mientras levanta una ballesta apuntando al adepto.

Cargando editor
22/02/2016, 14:24
Yldiane

Pongo la mano en el brazo de Ean y lo detengo en el último instante.

¡Espera! ¡Podría ser Urvan! —le digo, al escucharlos a todos; me acerco un poco más, como me han pedido— Mòr, soy yo, sí... ¿cómo que la otra Yldiane? 

Luego me vuelvo hacia el de la ballesta y me pongo delante, levantando las manos en tono conciliador. 

—Soy Yldiane —repito, con voz calmada; voy a continuar hablando, pero entonces escucho otra voz, esta vez me tranquiliza un poco escucharla porque creo reconocerla claramente— ¿Arven? Claro que soy yo. No sé qué está ocurriendo, pero yo acabo de llegar. Quien hayáis visto, a quien hayáis seguido, no era yo. Y sí, Ean está conmigo. Estábamos en las ruinas como dijimos. Escuchamos gritar a Liam y fuimos a buscaros corriendo. Ya no estabais, así que os hemos buscado. ¿Qué os ha pasado? ¿Estáis bien?

Cargando editor
23/02/2016, 23:18
Mòr

Al ver las dos figuras que empiezan a dibujarse, me invade un hálito de tensa esperanza… que se ve interrumpida rápidamente cuando una de ellas, cuya voz me recuerda a la de Ean, lanza un grito de advertencia y levanta su ballesta en dirección a Urvan. Levanto las manos instintivamente, sin tener tiempo para preguntarme lo que está sucediendo. Afortunadamente, Yldiane evita justo a tiempo que se produzca un lamentable accidente.

Yldiane.

Esta vez, mis ojos reconocen el rostro que emerge de la niebla. Escudriño precavido sus facciones, como si fuera la primera vez que las veo, pero estoy convencido de que es ella. La joven parece igual de desconcertada que yo cuando le digo lo que acabamos de vivir.

Sí… —empiezo a responder a Yldiane, una vez que la situación está bajo control—. Aunque a Liam casi lo aplasta un muro de roca. Tiene las piernas lastimadas. Era una trampa… —Lanzo algo parecido a un gruñido de disgusto, dándome cuenta del sinsentido de lo que estoy a punto de narrar—. Veréis, llevábamos un rato esperándoos, cuando de pronto apareciste tú… o bueno, alguien con tu aspecto y con tu voz. Quienquiera que fuese, era idéntica a ti. Nos dijiste que te siguiésemos, que nos diéramos prisa. Después de que la tierra se estremeciera, el camino estaba muy accidentado, pero a ti no parecía importarte… No dejabas de correr, de darnos prisa. —Se me hace realmente extraño referirme a la mujer a la que hemos estado siguiendo como si fuese la misma que tengo ahora delante, pero no se me ocurre otra forma de explicarlo. Señalo hacia el muro derruido que casi nos mata—. Y de repente, esa pared ha caído sobre nosotros. Urvan se ha llevado un golpe tremendo, y a Liam le han quedado las piernas atrapadas hasta que hemos conseguido sacarlo. Tú no nos has esperado, y te has ido corriendo por allí… —Hago un gesto vago con mi mano hacia mis espaldas. Aparto la mirada y me froto la nuca, nervioso—. Y solo unos momentos más tarde, apareces justo por el otro lado, acompañada por Ean. Ha sido muy extraño. Es decir, de algún modo sé que esa Yldiane no eras tú…

Me quedo momentáneamente bloqueado, sin saber qué más añadir al respecto. Obviamente estamos en mitad de algo antinatural y peligroso, y a decir verdad, dudo que Yldiane o Ean tengan muchas más respuestas que el resto de nosotros.

Por cierto, hace un momento me he acordado de algo. Una fogata… Un campamento. Creo que hemos estado allí antes. Tal vez sería buena idea volver… Aunque no recuerdo dónde estaba. —Me encojo de hombros, con una expresión aparentemente despreocupada, aunque mis ojos miran al suelo—. En fin. ¿Vosotros qué habéis encontrado?

Notas de juego

Tal vez resulte un poco extraño que Mòr, suponiéndose una persona tímida, hable tanto de repente. Sin embargo, yo mismo soy una persona con algunos problemas de timidez, y cuando me pongo nervioso hablo por los codos, intelectualizando mi discurso a saco y poblándolo de detalles nimios mientras hago gestos embarazosos como frotarme la nuca, girar la cabeza a un lado y a otro, etcétera. Principalmente, he decidido soltar esta miniparrafada para dejar establecido lo que sabemos y para dejar de divagar y adoptar un papel más proactivo, algo que se agradece de verdad en toda partida por web. Eso, y que además estoy acostumbrado a ser «el de los resúmenes» en todas mis partidas XD. Sin embargo, si a pesar de todo lo expuesto, Bran considera que no estoy actuando conforme a la personalidad de Mòr, estoy dispuesto a modificar lo que sea necesario ;).

Cargando editor
25/02/2016, 14:44
Ean

Suelta el grito de advertencia, levanta la ballesta rápidamente...y entonces Yldiane le pone la mano en la ballesta y se la baja. Este la mira atónito, mientras ella avanza como si nada y se pone ha hablar con ellos. Joder pequeña! Que coño haces? No te cruces cuando voy a disparar...nunca... Pero entonces se fija bien...es Urvan el de la ballesta? Recoge la espada del suelo y se acerca al grupo. Escucha al grandullón hablar como pocas veces lo ha hecho...o eso creía, porqué no lo recordaba. Debe de estar nervioso dice mientras empieza a contar a sus compañeros.

-tres..cuatro... Perdona Urvan, pero antes he contado cinco personas, y tu silueta estaba apuntando al resto con una ballesta...puedo saber porqué les apuntabas? y...no había una quinta persona?-Ean observa con atención cada recodo que hay entre sus camaradas, sin dejar la ballesta. Vamos ni que sea una broma y salga ahora un puto payaso diciendo sorpresa! Es tu aniversario! Que le enchufo la flecha en la puta nariz roja...

-Tienes razón gigantón, yo también creo haber visto en un recuerdo una fogata...Pero si hemos de buscarla que nos guíe Yldiane, sin ella vuestro querido Ean estaría totalmente perdido...y os hubiera disparado...- Mira de reojo a Yldiane.

Cargando editor
25/02/2016, 14:46
Urvan

Soy incapaz de ocultar mi asombro cuando el arquero me acusa de apuntar a mis compañeros con mi ballesta, sobre todo teniendo en cuenta que esta no ha abandonado su lugar en mi cinto desde que nos separamos.

—¿Qué? ¿A quién dices que apuntaba? Un momento, ¿cinco personas? Yo…

Una exposición de lo más coherente, sin duda. Afortunadamente, Mòr interviene, haciendo un resumen muy acertado de lo que acaba de ocurrirnos. Si yo mismo no lo hubiera vivido, habría pensado que sus palabras no son más que los desvaríos de un loco. Ojalá lo fuesen.

—¿Una fogata? —exclamo esperanzado cuando mis compañeros la mencionan—. Sí, yo también la he recordado… Y un campamento. Aunque no sabría decir si era realmente un recuerdo, o una visión introducida en mi mente por este lugar. —Hago una pausa, sopesando las implicaciones de las palabras de Mòr, antes de continuar—. ¿Todos lo habéis visto? Porque en ese caso, tal vez sí sea cierto que nuestro campamento está cerca… Y si llegamos allí, puede que encontremos alguna pista que nos ayude a entender mejor nuestra situación.

Si llegamos allí. Mis palabras no podrían ser un reflejo más claro de mi estado anímico. Después de todo, un hombre ha muerto en mis brazos, el hombro izquierdo me palpita con un dolor insoportable, y no han parado de suceder cosas que amenazan con devorar mi cordura.

El Uno ha abandonado este lugar.

Cargando editor
27/02/2016, 12:23
Narrador

La mención de la hoguera y del campamento despierta en vosotros un vago recuerdo, acompañado por la certeza de que estáis hablando del mismo lugar y una idea aproximada de la dirección en la que se encuentra. Os mirais ligeramente esperanzados por primera vez desde que os encontrasteis en medio de la niebla y, sin necesidad de intercambiar más palabras os ponéis en movimiento hacia allí.

Por costumbre, Yldiane lidera la marcha. A penas avanza unos metros, el resto del grupo, salvo Ean se quedan parados mirándose entre ellos, pues se dirige exactamente en la misma dirección que la figura a la que anteriormente estaban siguiendo. Sin embargo, no tenéis ninguna alternativa ni siquiera una leve noción de dónde puede haber algo que no sean ruinas y niebla, así que aferráis vuestras armas con fuerza y, preparandoos para un nuevo ataque, seguís adelante, sin separaros más que unos pocos pasos.

Al cabo de unos minutos caminando sin ninguna otra amenaza más que el terreno inestable de las ruinas, veis una cierta claridad entre la niebla. Bajais el ritmo ligeramente para aproximaros con cuidado hasta que descubrís que, tal y como recordábais, unos metros más adelante hay una hoguera encendida en lo que parece un campamento improvisado entre varios muros que parecen más sólidos que los demás.

Casi suspirais aliviados al ver el fuego, pero os parais de golpe cuando una silueta se cruza por delante de las llamas, proyectando su sombra hacia vosotros. Aguantáis la respiración, tratando de recordar si teníais más compañía cuando llegasteis a este lugar, pero nada acude a vuestra memoria. Sin embargo, en los segundos que permanecéis quietos, una segunda figura se mueve alrededor de la hoguera.

Notas de juego

Dependiendo de qué queráis hacer, haced las tiradas correspondientes de sigilo, percepción, proezas...

Cargando editor
28/02/2016, 12:59
Liam

Liam se sentía cansado, confundido y dolorido. Desde luego las cosas desde que había recuperado la conciencia no podrían haber sido más caóticas, por no mencionar el riesgo. Quizás no recordara su anterior vida, pero estaba seguro por sus reacciones fisiológicas que no estaba acostumbrado a toda esa emoción de la mala. Pero después estaba ese baile de sombras en la niebla. La esquiva y equivoca figura de la grácil Yliane guiándolos hacía allí para aparecer un momento más tarde allá ¿Por que solo ella? ¿Y a que respondía ese fenómeno? Preguntas con escasas pistas y aun menos opciones. Preguntas que bien podía tomar en seria consideración tras revisar sus heridas junto a la hoguera. - O no...- Musitó Liam en voz baja cuando aparecieron las nuevas "sombras". Liam respiró hondo, reflexionó durante medio minuto sobre la situación. Era un periodo extremadamente corto para una reflexión de este calibre en su opinión, pero un vistazo hacía la espada que tanto disgusto le había traído le convenció. El joven se apartó varios codos en angulo de sus compañeros. Si atraía disparos mejor no estar cerca de ellos. - Hola, vengo sin hostilidad ni un arma empuñada ¿Quienes sois?

- Tiradas (1)

Motivo: Relaciones

Tirada: 1d10

Resultado: 9(+3)=12

Notas de juego

No se si es necesario pero tiro relaciones para sonar más amigable xD

Cargando editor
29/02/2016, 18:51
Ean

Después de hablar un poco sobre lo sucedido, se ponen en marcha en busca de la hoguera. Ean se fija en que el resto de sus compañeros se quedan sorprendidos de la dirección que toman, pero él a aprendido rápidamente que si de alguien se puede fiar en medio de esta niebla es de Yldiane, así que las sigue sin dudarlo. Finalmente divisan la hoguera...y sombras, un par de ellas.

Ean se dispone ha hablar sobre como proseguir, pero Liam se adelanta al grupo, acercándose y hablando con las figuras. Mierda Liam! Rápidamente Ean se posiciona entre unas rocas, ballesta en mano, si ve que alguna de esas sombras intenta algo con Liam...bueno, se encontrara con una nueva extensión en su cuerpo no deseada.

Cargando editor
29/02/2016, 22:07
Arven

Arven seguía en actitud protectora, con el escudo y espada en la mano. Aquello la estaba confundiendo demasiado. No recordaba nada, y a cada paso que daban, algo nuevo y extraño ocurría.

¿Brujería? quien iba a saberlo....

Antes de acercarse a la hoguera, intentó echar un vistazo exhaustivo, por si tengía que cargar contra algo...

 

- Tiradas (2)

Motivo: ver

Tirada: 1d10

Resultado: 10(+5)=15

Motivo: posible critico

Tirada: 1d10

Resultado: 2

Notas de juego

tirada= 15

Cargando editor
01/03/2016, 21:57
Mòr

Sigo a Yldiane sin hacer ninguna pregunta. De hecho, no pronuncio palabra alguna durante todo el camino. Mi mente empieza a vagar por un mar de posibilidades acerca de la experiencia que mis amigos y yo estamos viviendo, aunque, por una vez, renuncio a toda esperanza de encontrar explicación alguna, reflexionando únicamente de forma vaga e imprecisa sobre lo extraño de todo esto.

Cuando al final llegamos al lugar en el que se encuentra la fogata que todos nosotros hemos visto en nuestro recuerdo, no puedo evitar sorprenderme cuando veo al menos un par de siluetas junto al fuego. Desconozco de quiénes puede tratarse. Sin embargo, antes de que logre susurrar a los demás que no hagan nada y que permanezcan alerta, me sobresalta la voz de Liam, que se acerca a los por ahora desconocidos, provocando la tensión del resto de nosotros. Instintivamente me agacho, como si quisiera encoger la enormidad de mi cuerpo y hacerlo menos visible entre la espesa niebla, al tiempo que permanezco alerta por si alguien fuese a tocarle un pelo a Liam.

- Tiradas (1)

Motivo: Sigilo

Tirada: 1d10

Resultado: 4(+4)=8

Notas de juego

Tiro Sigilo. Un miserable 8.

Cargando editor
01/03/2016, 22:17
Urvan

La niebla se disipa alrededor de la cálida luz de la hoguera, retrocediendo como los tentáculos de una bestia marina que acabase de ser arponeada. Es una visión reconfortante, pero el alivio no dura mucho: dos figuras deambulan por el campamento, y su identidad es tan imposible de identificar como sus intenciones.

Mi mente empieza a barajar las alternativas que tenemos y las posibles consecuencias. Nunca se me ha dado bien improvisar en situaciones tensas como esta, lo que por desgracia suele significar que a menudo tardo demasiado en tomar una decisión... como en este caso. Antes de darme cuenta, Liam se ha alejado del grupo, dirigiéndose a los desconocidos y llamando su atención.

Adiós a la planificación.

Con apenas unas fracciones de segundo para pensar, decido que lo mejor es que los dos individuos del campamento no se crean en superioridad numérica.

—¡Espera, Liam! ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me dejes tan atrás…? Oh, hola —digo a los desconocidos en un tono que pretende aparentar sorpresa—. Buenos días tengáis, y que el Uno os ayude y os guíe en este traicionero lugar. ¿Tendríais a bien compartir un momento de descanso con estos agotados viajeros?

Mientras hablo, miro distraídamente a mi alrededor, en busca de más siluetas en la niebla. 

- Tiradas (3)

Motivo: Relación

Tirada: 1d10

Resultado: 1(+8)=9

Motivo: Pifia Relación

Tirada: 1d10

Resultado: 9

Motivo: Percepción

Tirada: 1d10

Resultado: 7(+3)=10

Notas de juego

Y cómo no, un 1 en la tirada estrella. He tenido en cuenta la penalización por heridas

Cargando editor
02/03/2016, 10:43
Luchador #1

Te paras un momento y entornas los ojos, tratando de perforar la niebla con la mirada. Cuando te acostumbras a la luz de la hoguera, que olscila con fuerza generando una sensación aún más fantasmagórica a las ruinas, puedes distinguir tres figuras a su alrededor.

Al fondo del campamento, un hombre espera sentado mirando las llamas, sin moverse prácticamente nada. Las dos figuras que has visto caminar corresponden a sendos guerreros armados con espadas largas. Uno de ellos no se separa demasiado de un escudo y parece nervioso, mirando hacia la niebla una y otra vez, pero sin prestarle demasiada atención. El otro tiene una actitud completamente diferente, mucho más serena y confiada; se acerca con tranquilidad al uno de los muros y escudriña la niebla.

Incluso antes de que Liam y Urvan se acerquen a ellos, jurarías que el hombre os ha visto. Se vuelve hacia sus compañeros y les dice algo rápidamente, pero no alcanzas a entenderlo. Sin hacer ningún amago de llevar la mano a la empuñadura de la espada que pende de su cadera, mira cómo Mòr se agazapa intentando moverse en sigilo, sin que su inmensa figura pase desapercibida a la aguda mirada del guerrero.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Tirada: 1d10

Resultado: 3(+9)=12

Cargando editor
02/03/2016, 11:12
Narrador

Os acercáis al campamento y veis como uno de los guerreros que está más adelantado se gira hacia el otro y dice dos sencillas palabras. - Están aquí.

Pero no os mira a vosotros cuando avanzáis, sino al resto del grupo que se ha quedado un poco más atrás. El otro hombre, sin embargo, sí se centra en vosotros y al veros no hace ningún amago de desenfundar su arma o lanzarse a por el escudo del que no se ha separado más de un par de pasos.

Sin embargo, no es ninguno de ellos quien se dirige a vosotros. Al fondo del campamento, un anciano se levanta y, con una voz potente, os habla ignorando completamente vuestras preguntas y presentaciones.

Cargando editor
02/03/2016, 11:18
Anciano

Algo se mueve en el fondo del campamento, una tercera persona que no habíais visto y que, de hecho, aún permanece oculta entre la niebla para la mayoría de vosotros. Sin embargo, su voz grave parece cortar las brumas y llega claramente a vuestros oídos cuando se dirige a Liam y Urvan.

- Al fin... ¿La habéis encontrado? - dice ignorando completamente las preguntas de los dos que se han acercado.

Cargando editor
02/03/2016, 11:25
Narrador

Las palabras surgidas de entre la niebla os hacen mirar de nuevo hacia el campamento. No podéis ver a quien las ha pronunciado, pero en el extremo de uno de los muros entre los que se mantiene el improvisado refugio uno de los hombres que paseaba frente al fuego os mira directamente a vosotros, ignorando a vuestros compañeros que se acercan. Sin embargo, su gesto parece tranquilo y la espada que porta descansa inerte en su cadera.

Pero no es el hecho de que ese hombre os haya visto lo que más os preocupa. Las pregunta que os han formulado os incomoda, tubándoos en lo más profundo de vuestro ser. ¿La habéis encontrado? ¿De qué está hablando? ¿Qué estábais buscando en estas ruinas? Sentís una presión en el pecho, dificultando vuestra respiración y tardáis un momento en daros cuenta de que no es algo físico. Todo el agobio que habéis sentido ante la pérdida de vuestra memoria se concentra en vuestra incapacidad para contestar esa pregunta.

Sin embargo, esa pregunta también conlleva un atisbo de esperanza, pues probablemente quien la ha formulado sepa qué estáis haciendo aquí y tal vez os pueda explicar quiénes sois y por qué estáis aquí.

Cargando editor
02/03/2016, 11:41
Narrador

Según te mueves hacia un lado escuchas una voz que viene desde el campamento. Te vuelves hacia allí y ves cómo uno de los hombres que habíais avistado te sigue con su mirada a pesar de tu esfuerzo en mantenerte entre las rocas, buscando una posición de tiro segura. A pesar de haber visto tu ballesta, el hombre parece tranquilo, como si estuviera seguro de que no le fueras a disparar, y no hace ningún amago de sacar su arma o ponerse a cubierto.

Sin embargo, no es el guerrero que te observa lo que más te preocupa, pues no parece tener ninguna intención ofensiva contra vosotros, al contrario que los que encontrasteis no hace demasiado. Es la pregunta del otro hombre que no terminas de ver lo que más te turba. Durante un momento tratas de buscar una respuesta, por si sus palabras evocan algo en tu memoria. Piensas en cómo has llegado hasta aquí y qué se supone que estabais buscando, pero tu mente parece quedarse completamente en blanco.

Maldices una vez más toda esta situación, pero algo te hace pararte a pensar. Si ese hombre os está preguntando si la habéis encontrado, es más que probable que al menos sepa qué habíais salido a buscar.

Cargando editor
02/03/2016, 12:07
Narrador

Escuchas al anciano y se te hace un nudo en el estómago. Nadie ha contestado tu pregunta, pero parece evidente que sois bien aceptados en ese campamento. De hecho, la pregunta del hombre implica directamente que os conocen y que saben el motivo por el que estáis aquí.

Sin embargo, el no poder encontrar una respuesta te produce un profundo desasosiego. ¿Qué podéis estar buscando en este lugar olvidado por el Uno? No estás seguro si habéis encontrado lo que se supone que debíais encontrar o, si por el contrario seguís completamente perdidos. ¿O acaso este campamento es una nueva ilusión causada por las nieblas? Tal vez lo que tengas que encontrar es tu fe y todo esto sea una prueba de tu dios, igual que probó a Soustraine antes de otorgarle su don. Durante un instante recuerdas a un oficial de tu orden, enviándote fuera de Gwindre en un peregrinaje. ¿Es acaso esto lo que tenías que encontrar? Pero, si todo se reduce a una prueba del Creador, ¿qué hacen aquí todos estos paganos? ¿Son acaso parte de tu prueba? ¿Debes promulgar la Palabra entre ellos como mandan los preceptos de tu iglesia?

Te das cuenta de que te has quedado parado, sorprendido de cómo una sencilla pregunta puede generar tantas otras... y ninguna respuesta.

Cargando editor
02/03/2016, 12:30
Narrador

Te paras al escuchar al anciano, planteándote todas las implicaciones que tiene su pregunta. En primer lugar tratas de buscar una respuesta, pero nada acude a tu memoria que pueda ayudarte a contestar su pregunta. Rápidamente, descartas realizar una introspección más profunda, pues ya has comprobado que tus recuerdos aparecen de forma completamente aleatoria en vez de estar sometidos a tu voluntad.

Así pues, intentas analizar la situación, ignorando la sensación de irrealidad que esta bruma te lleva produciendo desde el momento en el que os pusisteis a cubierto de vuestros asaltantes. Los tres hombres os han visto y, a pesar de ir armados, no han hecho ningún amago de defenderse de vosotros: eso implica que no os consideran una amenaza y que, probablemente, os conozcan. Sin embargo, no se han molestado en responderte, ni tampoco a Urvan, lo cual sólo puede significar que la pregunta realizada es más importante que las vuestras... o no. También podría... ¡No! Descartas buscar más teorías por el momento, pues aún siguen quedando preguntas abiertas.

"¿La habéis encontrado?". No tienes ni idea de qué podíais buscar, pero es algo femenino... ¿O alguien? Miras atrás, hacia Arven e Yldiane y descartas la idea de poder estar buscándolas a ellas. Pero ¿cómo vas a saber si has encontrado algo que no sabías que estabas buscando? La paradoja te hace quedarte pasmado, buscando una salida al acertijo mental que pueda suponer.

Pero rápidamente rompes con ese hilo de pensamiento, pues parece evidente que quien ha realizado esa pregunta tiene al menos parte de la respuesta. Tal vez no para su propia pregunta, pero sí para las muchas cuestiones que te has estado planteando desde que empezó todo esto.