Partida Rol por web

Antes de que todos podáis terminar de esconderos, el comunicador de Ray recibe una llamada. Por lo visto, Ayuz y Nina han dejado inconsciente a otro de los investigadores y en breve se unirán a vosotros. Una vez que ha cortado la comunicación, el comando os habla.

-Parece que al final Ayuz y Nina nos van a ayudar con la emboscada. Ya les he dado los códigos de acceso al camarote así que tened cuidado, no queremos confundirlas con los investigadores y dispararles por accidente.

- De acuerdo Ray, en un momento estamos allí, tened cuidado con las armas no queremos ningún disgusto.

Afirmo yo también aunque no pueden verme mientras digo por el comunicador tocaremos un poco a la puerta antes de entrar para que sepáis que somos nosotras. Enseguida estamos allí. Antes de salir me aseguro de que hemos validado bien el cilindro de datos y luego acompaño a Nina a la otra habitación.

 Una vez que he seleccionado unas bebidas adecuadas, me dispongo a darme la vuelta, para ofrecerle la suya a mi acompañante, haciendo como si no me hubiera dado cuenta de nada. Al parecer no soy el único espía en este lugar, pero la cuestión es saber para quien trabaja. Con una sonrisa le ofrecí su copa:

 - Espero que sea de tu gusto.

Luego de unos pocos minutos de espera y de que Ayuz y Nina se cercioraran de que nadie las viera entrar, todos os reuniís en el camarote de los investigadores. Inmediatamente, Ray toma la palabra.

-Como os dije por el comunicador, el plan es sencillo: emboscar a los investigadores. Para eso, nos esconderemos en las habitaciones laterales y esperaremos a que lleguen. Además, Gor se ocultará aquí, en la sala común, y nos dirá cual es el momento adecuado para atacar. Tened en cuenta que el éxito de la emboscada dependerá de que todos ataquemos al mismo tiempo y de que no les demos la oportunidad de reaccionar así que estad atentos a cualquier posible ruido, la mayoría de nosotros entraremos a ciegas y no podemos perder tiempo intentando localizar a los objetivos -os explica el comando- También os aviso que parece que el líder de los investigadores y su segunda al mando tienen varios asuntos que tratar, por lo que es muy probable que tengamos que esperar un par de horas.

Acto seguido, Ray se gira hacia vuestro compañero bothan.

-Gor, a ti te toca dar la orden de atacar así que ni bien veas que los investigadores se acercan a la mesa que hay en el centro de la sala, utiliza tu comunicador para avisarnos. No hace falta que hables ya que eso delataría tu posición, con la sola llamada será suficiente -finalmente, el comando se dirige hacia el resto de vosotros- Poned los comunicadores en modo silencio, lo último que queremos es que estos suenen antes de que podamos atacar. Y si tenéis alguna duda o sugerencia, este es el momento, si no es hora de que formemos grupos y ocupemos nuestros lugares.

Una vez que has terminado de servir las bebidas, te giras hacia la zeltron e inmediatamente te percatas que está de pie junto a uno de los armarios y que en sus manos lleva el mismo pad de datos que tú habías encontrado hace unos escasos minutos. Aun así, disimulando lo mejor que puedes y fingiendo naturalidad, le entregas a Veexa una de las copas que llevas.

-Vamos a averiguarlo… -te responde la zeltron con una sonrisa mientras que con una mano enciende el pad y con la otra le da un sorbo a su copa- Mmm, hubiese preferido algo un poco más fuerte pero aún así es una buena opción para empezar, incluso por tu elección me atrevería a decir que eres un hombre que aprecia la cautela -te dice para, después de darle otro sorbo, entregarte la copa- ¿La puedes sostener por mí? Tengo que terminar con esto.

Mientras tú agarras nuevamente la copa, Veexa comienza a rebuscar en el pad de datos hasta que finalmente parece encontrar lo que buscaba.

-Piedras gerinianas… si, claro -murmura entre dientes la zeltron y tú no puedes evitar percibir un ligero tono de molestia en su voz- No son más que vendedores de equipo…

Inmediatamente, la mujer de piel rojiza apaga el pad de datos y lo vuelve a guardar donde lo había encontrado. Acto seguido, regresa junto a ti y agarra su copa.

-Como te había prometido, ahora soy toda tuya -te dice Veexa con una pícara sonrisa mientras vuelve a darle otro sorbo a su bebida- Aunque hasta el momento nuestro tiempo juntos no ha sido mucho, estoy empezando a hacerme una idea de como eres. Por eso, te propongo un juego: Te haré una única pregunta y luego te diré como creo que eres. Si no acierto, responderé honestamente a todo lo que quieras saber, pero si acierto… pues ya se me ocurrirá algo -agrega lanzándote una miradita acompañada con una suave y encantadora risa- Bien, me toca ¿Qué hiciste mientras me esperabas?

A pesar de que tienes más que claro que es lo que hiciste, el problema radica en que es lo que le responderás: ¿le dirás la verdad? ¿le mentirás? ¿o intentarás maquillar un poco la verdad y omitir ciertas cosas? Sin embargo, mientras piensas que decir, te das cuenta que la zeltron no te mira con ojos inquisitivos, como quien esperara descubrir a un traidor o un espía, sino con curiosidad. Puede que sea impresión tuya, pero te da la sensación de que no es como los demás investigadores.

- Bueno yo me colocaré junto a Gor detrás del otro armario, no se me da mal esconderme, y con mi capa puedo parecer un manta tirada, pero tened cuidado los demás cuando disparéis, no queremos disgustos innecesarios.

Nina estaba deseando terminar con este asunto, esperaba que los viejos no tardaran mucho, era hora de descansar un rato y luego compartir cama con Ayuz, una mas amplia que la de su nave.

Yo me esconderé en esa habitación, por si alguien quiere acompañarme digo, señalando una de las puertas laterales. Mientras me dirijo hacia allí me tapo completamente con el poncho de camuflaje que tengo buscando pasar lo más desapercibida posible.

La verdad es que estoy nerviosa con toda esta situación, pero espero que salga bien. Me aseguro de tener el Blaster en modo aturdir, preparado en la mano, y espero.

 Pensando que no había nada malo en decir una verdad a medias, sobre todo porque resultaría raro que una persona normal no echaría un vistazo a una habitación extraña estando a solas, respondí:

 - Pues la verdad, curioseé un poco.

 Además, si había alguna cámara y me hubiera grabado, el decirle la verdad serviría para dar por hecho que mis motivos eran bastante inocentes.

Una vez que elegís vuestros escondites, os vais distribuyendo en los diferentes puntos del camarote: Gor y Nina detrás de los armarios que hay en la sala común, Ayuz y Ray en una de las habitaciones de la izquierda, y Blake y Kimbria en otra habitación pero del lado derecho.

A pesar de que Ray ya os había avisado que tendríais que esperar bastante, las horas transcurren sin que suceda nada y con tanta calma y silencio que algunos empezáis a estar acalambrados, inquietos o incluso molestos. Por fortuna y alivio para vosotros, cuando ya han pasado varios minutos de lo que serían la cinco de la tarde, si no estuvierais viajando por el hiperespacio y os encontrarais en un planeta de rotación normal, Gor y Nina escuchan voces que provienen de detrás de la puerta y os alertan para que guardéis silencio. Escasos segundos después, el líder de los investigadores y su segunda ingresan en el camarote.

-¿Lo ves? Te dije que no estaban aquí -dice la rubia del mal carácter con más que obvio cabreo- Tenemos informes que revisar y esos tres idiotas ni siquiera responden a sus comunicadores.

-Relájate, seguro que deben estar en el comedor y que aparecerán en breve -responde el hombre del cabello cano con un sosegado tono de voz- Además, ya llevamos años trabajando con ellos y nunca han faltado a sus obligaciones.

-¿En el comedor? ¿A esta hora? -replica la mujer- Ni que estuviéramos en Tatooine…

Al ver que los investigadores continúan discutiendo y que están a punto de llegar a la mesa que hay en el centro de la sala común, Gor utiliza su comunicador y llama al resto dando así la señal de que es hora de atacar.

Al escuchar tu respuesta, notas como la zeltron te mira con más interés.

-Así que curioseaste un poco… Y por casualidad ¿tu curiosidad te llevó a revisar los armarios? ¿te diste cuenta que los trajes no eran adecuados para esta figura? -te pregunta Veexa, colocando sus manos en la cintura y deslizándolas suavemente hasta las caderas, remarcando así su curvilíneo cuerpo.

Luego de un breve silencio pero antes de que puedas responder, la zeltron lanza una suave y deliciosa carcajada para después continuar hablando.

-Bueno, como has respondido a mi pregunta, es hora de continuar con el juego y de compartir mi opinión de ti, ya me dirás si acierto o no -dice Veexa adoptando una fingida postura pensativa, con un brazo cruzado horizontalmente sobre el pecho y el otro en vertical, apoyando su dedo índice sobre su mejilla- Creo que eres un hombre valiente, pero no temerario sino más bien cauto. No especialmente fuerte, aunque si ágil y rápido, lo que salta a la vista. Alguien de objetivos claros, más inteligente y culto de lo que demuestra, pero que a veces peca de confiado o de ingenuo, como todos he de agregar. Un caballero de buen ver, encantador y más afortunado que hábil con las palabras. Además, se nota que no perteneces al Consorcio…

Ante estas últimas palabras, te quedas inmóvil como si estuvieras congelado en carbonita. Sin embargo, en contra de lo que cabría esperarse, la zeltron no lleva su mano a su blaster sino que desabrocha su atuendo hasta dejar al descubierto sus hombros, acto seguido se gira y te señala una pequeña y casi imperceptible cicatriz que tiene entre la base del cuello y los dos omóplatos.

-¿La ves? Ahí es donde me implantaron un chip de seguimiento -te dice para después volver a girarse hacia ti y abrochar su atuendo- Yo tampoco pertenezco al Consorcio Joruba. De hecho, trabajo para éste ya que así evito cumplir condena en una prisión imperial o peor, en un campo de trabajos forzados… -agrega Veexa con una honestidad tan obvia que terminas por darte cuenta que es la primera vez que te habla con tanta franqueza- Por otra parte, tú no tienes aspecto de ser un “trabajador no-voluntario” como yo. Tampoco de ser un espía empresarial y mucho menos de ser del BSI, así que por el momento dejemos de lado los juegos ¿Quien eres y por qué estás infiltrado en este maldito Consorcio?

Nina salió de detrás del armario como si fuera ha dar una sorpresa a la pareja, aunque seguro que nadie quiere recibir blasterazos, el  disparo le dio de lleno a la jefa borde, sería suficiente para tumbarla?

A medida que pasa el tiempo el aburrimiento se hace patente. Quizás para otros resulte más sencillo, pero a mí realmente me desespera estar quieta durante tanto tiempo. Compruebo el arma, miro la puerta, cambio un escondite por otro y luego vuelvo al anterior porque me parece que es mejor, y en definitiva no soy capaz de estar demasiado quieta, aunque siempre intento no hacer ruido.

Al cabo de lo que me parece una eternidad por fin se escuchan voces. Me quedo quieta en mi escondite mientras los nervios se agolpan en la boca de mi estómago y preparo mi bolter pesado en la función de aturdir y miro fijamente a la puerta.

Los investigadores entran y apunto directamente al del pelo cano apretando el gatillo.