Partida Rol por web

Levanto una ceja tras la pregunta de Nihal mientras muevo la mano despachando a M1 y cerrando la puerta de mi camarote tras de mi.

- Otra vez lanzando acusaciones chico, solo fue una maniobra para salvaguardar la seguridad de mi tripulación y mi nave, la seguí para ver que iba a hacer en realidad... Y si te soy sincero lo de entrar en un... ¿que era aquello? ¿una mina? Debía de serlo ya que los gases tóxicos casi me hacen perder la cabeza.

Estiro un poco mi espalda intentando suavizar una punzada que aún arrastro tras salir de aquel agujero.

- Ya has dicho que no sabias que es lo que te dio tu madre antes de que saliéramos corriendo hacia el bosque, pero me gustaría saber que demonios era aquel lugar, lo que vi... y sentí allí abajo... No fue real ¿Verdad?

Pro primera vez se me podía ver un poco nervioso, casi temblando, los recuerdos de aquel lugar me fuerza a buscar con la mano una de las paredes de mi camarote y apoyarme en ella con el brazo, lo que me trae amargos recuerdos...

Trató de ayudar a su hermano a colocarse lo mejor posible en la silla, sin hacerse más daño. Y luego escuchó la pregunta de Nihal y la respuesta de Nico, a la cual enarcó una ceja. -No era una mina y si viste algo no fue por gas, era la Fuerza. Es oscura y fuerte en ese lugar. -Respondió mirando su hermano, el cual parecía saber más que cualquiera de ellos de aquel sitio.

Los ojos de Nihal se entrecerraron ligeramente al escuchar las palabras de Nico. Su respuesta seguía pareciéndole… demasiado simple, como si realmente estuviera ocultando algo. ¿Sería realmente verdad? ¿O tenía otras intenciones cuando entró a las ruinas? Era imposible saberlo.

-Syraan tiene razón, no era ninguna mina. –Comenzó a hablar el joven, con su mente retrocediendo al momento en el que se había adentrado en la oscuridad de la escalinata. –Ese sitio… es algo parecido a un templo. Antiguo… muy antiguo. Tanto que no tengo ni idea de quién o para qué se construyó.

-La Fuerza es muy poderosa allí. Pero hay algo en ella… oscuro. –Dudó por un momento. –Como si lo que quiera que haya allí fuese… inteligente. Y saca lo peor que llevas dentro. Todo tu dolor… tu ira… tu odio. Hasta que te ahogas en esos sentimientos, y dejas de ser tú mismo.

-Mientras bajaba esa escalera, vi a mi madre muerta en los escalones, como si tú la hubieras matado. –Susurró con voz grave. Era evidente que recordar lo sucedido en el templo le resultaba difícil, casi doloroso. –Las ruinas me engañaron para que creyera que era real. En ese momento, logré contenerme. Pero luego, cuando me atacaste mientras intentaba sacarte fuera… ya no fui capaz. Y despertó algo que no sabía que tenía dentro.

Nihal levantó la mano hasta la altura de su cara, con los ojos fijos en ella. Como si mirar las líneas de su mano le sirviera para buscar una explicación a lo que había sucedido. Al monstruo en el que se había convertido en esos momentos.

-Casi te mato. –Dijo, con la voz temblando. –Y lo peor era que en ese momento… disfrutaba con ello. Me sentía invencible… dominar la Fuerza era un juego de niños para mí. Si mi madre no hubiera aparecido para despertarme, hubiera ido a por Amaini. Y quién sabe qué hubiera hecho después.

-Así que, a tu pregunta, sí y no. Lo que viste, lo que sentiste, lo llevas dentro. Es la parte de ti mismo que la voluntad de las ruinas usó para controlarte. Pero puedes elegir si es eso en lo que quieres convertirte, o luchar contra ello para ser algo mejor que eso.

Hubo una nueva pausa, mientras Nihal ordenaba sus pensamientos para responder también a las otras preguntas.

-Sé que mi madre lo había usado ese lugar para guardar lo que la Orden Gris buscaba… Tal vez la oscuridad de las ruinas fuese como un escudo para que no pudiera localizarse… y una seguridad adicional ante cualquier ladròn.

Hizo una pausa, en la que se mordió el labio inferior, como si estuviera dándole vueltas a algo importante. Por un momento su mirada saltó entre su hermana y el capitán, antes de quedarse fija en éste.

-Nico, ¿cómo podría conseguir una nave pequeña para volver a Iodarka? –Preguntó finalmente. Aunque sus palabras fueron inesperadas, se veía claramente que lo estaba diciendo completamente en serio. –Yo… quiero recuperar el cuerpo de nuestra madre. No quiero que quede allí, en la jungla.

El ambiente se llena de una fuerte carga emocional entre los dos hermanos. Lev rememora ciertos recuerdos suyos, semejantes a lo que les ocurre, pero su casco impide mostrar que esté afligido.

Observa cómo trasladan al herido a la cabina del capitán, dispuesto a prestar ayuda si Nihal no puede llegar por si solo.

Escuchó con atención el relato de su hermano por fin sabía algo de lo que pasaba en aquel templo, pero a su vez arrojaba nuevas preguntas. No entendía por qué su madre no pudo explicarles todo eso, quería pensar que la hubieran ayudado en su cometido.

-No deberíamos volver al planeta, mamá y papá lo entenderían. -Dijo con una profunda tristeza. Ella también quería recuperar el cuerpo de su padre, y abandonarlo de nuevo no la gustaba, pero sabía que sería inútil y algo que ambos les desaconsejarían hacer.

-Nihal, ¿Quién es Amaini? ¿Y cómo era lo que protegía mamá, qué era? -Tenía demasiadas preguntas y le hubiera gustado postergarlas pero, tener lo que aun quedaba del día para estar tranquila, pero sabía que debía preguntar debía comprender lo que había pasado.

Nihal escuchó a su hermana mientras ella opinaba acerca de no regresar al que había sido su hogar. Comprendía sus motivos, por supuesto, pero no podía evitar verse atraído por Iodarka como si de un oscuro imán se tratara. Una enorme parte de él mismo, la que había perdido, estaba aún en ese planeta. De modo que, antes de contestar, aguardó a lo que Nico tuviera que decir.

-Amaini es... la aprendiza de la Orden Gris. La twi'lek. -Respondió a la segunda pregunta. -Ella también estaba en el templo. Y... lo que protegía... no lo sé. Me entregó un saco con la reliquia, pero no llegué a abrirlo. Sólo sé que debe ser una poderosa reliquia de la Fuerza. Mamá me pidió que huyera con él, que lo pusiera a salvo de los Grises, y es lo que intenté. Pero Nero me cortó el paso, y decidí enfrentarme a él.

Hizo una dolorosa pausa antes de añadir.

-Ya ves cuál fue el resultado. Pero la próxima vez que nos veamos no será así. Eso puede darlo por hecho.

El grupo continuaba deliberando en la nave. Dividido en dos grupos. Nihal, Syraan y el capitán hablaban en el camarote de este último, con la puerta cerrada. El resto esperaba fuera, con M1 y Red en la cabina esperando el momento de saltar. Llevaban ya un buen rato esperando antes de hacer su siguiente movimiento.

El capitán llevaba un rato hablando con los dos hermanos en su camarote, en privado, manteniendo la puerta cerrada. Al despertarse Nihal, el capitán se había apresurado mucho a llevárselo a un lugar privado para hablar. Los demás de momento esperabais, sin demasiado que hacer tras abandonar la búsqueda del transmisor.

Hacía ya algunos minutos que habíais entrado en el camarote del capitán. De momento nadie os había interrumpido, pero estábais seguros de que acabarían impacientandose si esperábais mucho más tiempo.

Fui a intervenir cuando la hermana se me adelanto quedándome perplejo por unos instantes para después añadir.

- Estoy...¿De acuerdo con tu hermana? -Hago una mueca de sorpresa- Volver a esa roca solo te traerá problemas, por otro lado parecían conocerse mutuamente aquel "líder" y tu madre... No estoy seguro pero apostaría que si no la ha capturado le ha dado digno entierro allí en esas ruinas.

Me vuelvo hacia la puerta e intento escuchar algo del esteriór.

- Pospondremos esta charla, pero que conste que el rollo ese supersticioso de la fuerza no hay quien se lo trague.

Abro la puerta y salgo pitando hacia la cabina, pero a medio camino me arrepiento y vuelvo corriendo a mi camarote para esperar ver a los hermanos salir y después cerrar.

- Disculpad mis modales, las prisas, DESPUÉS de vosotros.

Les indico la salida y permanezco en la puerta. 

¿Tu conoces a Nico, sabes que hace?

- No señorita, cuando el capitán se encierra en su camarote nadie sabe que hace, pero imagino que al igual que el resto de humanos, aprovechará para activar sus funciones de descanso. - respondió a la pregunta de Kara antes de ser interrumpidos por el repentino grito proveniente de la enfermería.

Junto con su compañera de infructuosa búsqueda acudió corriendo hacia la fuente del grito.

Al sentir la descarga en el brazo, Red mira a Chispa con sorpresa y se queja de inmediato.

-¡Eyyy! No seas así conmigo. Yo ne me he portado mal contigo -se quejó la mujer-. Además que sepas que me ha dolido más el hecho de que no confíes en mí. ¿Cuándo he contado a alguien lo que tú y yo hablamos? -preguntó Red enojada con el pequeño droide.

-De todas formas respeto que no quieras hablar de tu antiguo dueño y de tu relación con Kai, pero yo no hablaría mucho de ella o si no la gente te hará más preguntas...y puede que no sea tan amable como yo. Es solo un consejo de amiga

Dicho esto se levantó de su lado y se salió de la cabina para buscar a los demás y comentarles que ya tenían los cálculos de astrogración al planeta Kiy'Adora.

Red salió de la cabina y buscó a los demás. Entonces se dio cuenta de que Nihal, Syraan y Nico se habían metido en la habitación de éste último para tratar unos asuntos. Eso le molestó mucho a Red, a quien nuevamente su socio había dejado a parte de otro trato. Aun así, la cara de la mujer seguía siendo una máscara fría y sin sentimientos.

-Chispa a calculado el salto a Kiy'Adora, pero creo que tú querías ir antes a tu planeta...como acordamos ¿no? -preguntó Red mirando a Kara directamente.

Tampoco el capitán parecía dispuesto a ayudarle a regresar a Iodarka. Los dos pensaban que era un riesgo inaceptable. Pero él… no lo creía así. No sólo por ver una última vez a sus padres antes de que la jungla engullera sus restos, sino porque, una vez saqueadas las ruinas y su contenido, dudaba que ese planeta tuviera algún interés para los que habían destruido su vida.

Y por supuesto, había algo más. En la jungla, junto a su madre, podría estar la espada de luz azul que ella había sostenido. Una espada con la que algún día debería hacer que el Gris sufriera el mismo destino que su Orden había reservado para Kai.

Pero al parecer el tiempo de las respuestas había acabado. Poniéndose en pie con dificultad, Nihal vio cómo Nico salía corriendo del camarote sólo para volver a él y esperar a que salieran. ¿Era educación, o es que el mercenario guardaba allí algo que quisiera ocultar? Mientras abandonaba el lugar, no pudo evitar mirar a su alrededor por si encontraba allí algo inusual.

El ruido intermitente de metal golpeando el suelo de chapa de la nave anunció la llegada de los ausentes. Unos segundos después, Nihal apareció en la puerta de la enfermería, sujetándose pesadamente en un par de muletas improvisadas con la ayuda de Syraan.

-Si Syraan cree que debemos ir a Kiy’Adora, entonces deberíamos ir. –Anunció al llegar, dejando claro que había escuchado la última frase de Red. El muchacho parecía incapaz de apoyar su pierna herida, pero al menos su voz ya no era el hálito de un moribundo. –Pero sí me gustaría saber antes de nada qué tipo de lugar es ese… y qué nos espera allí.

Calló durante unos momentos, mirando al resto de los reunidos, antes de añadir.

-Mientras soñaba, he visto un lugar. Pero jamás he oído hablar de algo así. –Murmuró, dubitativo. No estaba seguro de poder confiar en todos sus nuevos compañeros, pero tampoco tenía elección. Ni él ni Syraan sabían apenas nada del mundo fuera de Iodarka. –Un lugar lleno de luz. Una plataforma flotando en el aire. Un halo de luz. ¿Alguno de vosotros… conoce un lugar así?

Parecía que el capitán quería jugar sucio actuando a espaldas de Kara, aquello no hizo gracia a la noble al fin y al cabo su trato era con ella y nada tenía que tratar con sus invitados... si quería cobrar más le valía meterse en sus asuntos y mantener el trato.

M1, me temo que mis orejas no son los suficientemente grandes... pero tu si que puedes escuchar lo que estan diciendo en la habitación... saca tus antenas y escucha

Si nico quería jugar sucio, jugarían...

Kara escucho a Red, una buena noticia después de todo. Pero antes de dar un paso en falso Kara quería asegurarse

Ahora que estamo fuera de peligro o al menos de momento, me gustaría mandar un mensaje a mi madre para informarle de lo que ha pasado. Quizá ella sepa algo del planeta y si debemos hacer escala allí o volver a casa.

Syraan ayudaba a caminar a su hermano, estaba acostumbrada a ese cometido por haberlo hecho con su padre y era lo mínimo que podía hacer por él. Una de las razones por la que quería ir Kiy'Adora era por la esperanza de no depender del capitán del carguero, del que quería alejarse lo antes posible. Pero en su cabeza daban vueltas demasiadas cosas, el relato de lo sucedido en el templo, estar por fin fuera de Iodarka, pero sobretodo la muerte de sus padres.

-Yo no sé como es ese sitio, pero si alguien con esa conexión con la Fuerza nos ha ayudado y nos ha pedido que vayamos... Sería bastante estúpido no hacerlo. -Al menos sabía que no quería hacerles daño, porque en ese caso solo tenía que haber esperado y dejar a la orden y sus mercenarios hacer lo que quisieran.

-Ya lo habrá dicho Lev pero no hemos encontrado nada, pero aun hay sitios que revisar como el camarote del capitán. -No iba a decir hacerlo ella en persona, seguramente la tripulación se negaría pero Red si debería poder hacerlo sin mucho problema.

Cuando los tres salieron del cuarto de Nico tras charlar un rato, Red les fue mirando uno a uno hasta llegar a Nico. En él se detuvo un rato y su mirada inexpresiva se volvió fuego por unos segundos. La copiloto estrechó los párpados fulminando a su socio con una mirada llena de ira. luego, como si no hubiera pasado nada, se volvió hacia los hermanos quienes hablaron sobre Kiy’Adora.

-Chispa ha buscado y calculado la ruta de astrogración a Kiy'Adora. Está a dos parsecs de aquí -dijo Red mirando ahora a Nihal-. Es un sistema vacío, sin intereses mineros. Solo hay un planeta en zona de habitabilidad, pero no se conoce vida inteligente y es completamente oceánico. Aun así los datos son viejos, con lo que es posible que la información esté desfasada. Poco más podremos saber...por lo menos en esta nave. Si fueramos a un planeta quizás coniguieramos más información.

-En cuanto al localizador o emisor de señales -empezó a decir esta vez centrando su vista en Syraan-, no estoy segura de que nos lo hayan puesto, aunque alguien ha jurado y perjurado que nos seguían... -comentó y volvió a girarse y fulminar a Nico con otra mirada-. Luego volveré a revisar en el ordenador por si la señal la emite a intervalos o en franjas de espacio tiempo, no os preocupéis...de momento.

Tras esto se volvió para miarar a Kara y ya de paso a los hermanos y por último a Nico, antes de volver a Kara.

-No creo que haya problema en que llames a tu madre para contarle lo que quieras o conseguir información, pero lo de decidir si vamos a tu planeta, como habíamos acordado -recordó y puntualizó la copiloto-, o hacer una escala en Kiy’Adora es algo que tenemos que hablar aquí y ahora. No en un cuarto a solas con este mequetrefe que se le convence rápidamente si se pone un par de créditos encima de la mesa, o se le enseña un poco de carne acompañado de una mirada seductora.

-No.

-El acuerdo era llevarte a tí, a tu guardaespaldas y a tu droide al planeta de donde salimos. Si queréis ir a otro lugar en la galaxia, perfecto, pero con nuevas condiciones. Se paga lo acordado y se vuelve a hacer un nuevo acuerdo.

-No sé lo que habréis hablado con ... éste, pero las cosas son así. Se hacen seriamente o no se hacen.

-Así que o hacemos un nuevo acuerdo o vamos al planeta de donde salimos y donde tenemos que llegar.

La expresión y la entonación de Red no sufrían variación alguna, excepto cuando posaba la vista en Nico a quien le dedicaba un fulminante mirada cargada de ira que duraba apenas un segundo. La mujer lo tenía claro y no quería que el grupo formado cambiara a su antojo los acuerdos sin haber cerrado antes los antiguos.

Extiendo mis manos hacia Red en señal de calma pero no cometo el error de decir esa palabra, todavía me duele la cara de la ultima vez que puse a mi compañera de los nervios... Divertido, si, pero perjudicial para la salud.

- Nadie ha hecho ningún trato y mucho menos a tus espaldas Red, era una charla pendiente, para limar asperezas...Y mucho menos ha enseñado alguien algo de carne. susurro de medio lado-no con el hermano delante- vuelvo ha hablar normal.

- Como bien ha dicho mi compañera el rumbo depende de Kara, pero me gustaría que fuera un lugar civilizado esta vez, me gustaría recibir tratamiento y a Nihal tampoco le vendría mal.

Cruzo los brazos y me posiciono cerca de Red intentado dar una imagen de frente común... Pero manteniendo las distancias sin que se note mucho por si hay algún intento de golpearme por parte de esta.