OZ - En construcción

25 años. Nadie conoce su verdadero nombre. Todo tiene un precio.
Es curioso y observador, posee un humor ácido y cierto porte de dignidad.
Músico. Se dice que apareció un día de la nada y ahora vive en la Ciudad Olvidada.

Paradigma: Todo es una ilusión. Instrumentos preferidos: música, violín, cello, silbido...
Las hebras de la realidad conforman una melodía en la que se entrelazan formas, sabores, colores y notas. 
El mago es más que aquel capaz de leer la partitura. El Mago es el Compositor.

Recuerdo con mucha nitidez el día en que todo comenzó. El día en que «viajé». Mucha gente cree que la violencia, los gritos, las jeringuillas, son algo propio de las clases bajas, de aquellos que viven en los suburbios, que se hacinan como animales. Pero es mucho peor cuando la madre que te golpea es una importante abogada y el padre que vacía botellas hasta la inconsciencia es el hermano del fiscal del estado. La indefensión, el miedo, la certeza de que quienes te hunden son precisamente los que deberían salvarte... eso lo cambia todo.

Pero empezaré por el principio, por Oxford. 

Me di cuenta bien pronto de que había algo distinto en mí. De que la gente «normal» no se veía invadida por torrentes de colores cada vez que se encendía un tocadiscos. Sinestesia, así lo llamaron los médicos que me trataron desde niño. El Don, lo llamaba mi abuela, que compartía mi condición. Ella era la única que comprendía a qué me refería cuando decía que una melodía era naranja o que un ritmo acelerado emitía destellos fosforescentes. Y fue ella también quien sugirió que debía ir al conservatorio. 

Aprendí a tocar todos los púrpuras del cello y todas las gamas de rojos y azules que brotaban del violín. La armonía teórica siempre se me antojó como intentar atrapar las partículas del aire, pero aún así también tuve que aprenderla. Sin embargo, cuando de verdad me sentía en mi elemento era cuando las cuerdas vibraban bajo mi arco. 

La cosa empeoró poco después de morir mi abuela. Yo tenía unos trece años cuando mi padre descubrió que mi madre tenía una aventura, con un alto cargo de la policía, nada menos. Si hubiera sido un fontanero, sin duda mi padre se habría encargado de hundirle la vida, pero no fue así. Empezaron los gritos, las discusiones, los portazos. Me convertí en un arma arrojadiza entre los dos, sin entender cómo había llegado a ocupar esa posición. Mi madre pasó de gritarle a los conductores en los atascos a partirme el labio si me retrasaba al salir del colegio. Mi padre siempre había bebido bastante, pero empezó a encerrarse en su estudio con llave para aislarse del mundo entero. Luego llegaron los golpes y las miradas perdidas, sumergidas en la dulzura del caballo. 

En apenas un par de años la familia perfecta se había ido a la mierda. Estoy seguro de que la gente ya empezaba a notar algo. Que la fachada de gente bien, de padres con pasta e hijo educado en los mejores colegios, se estaba desmoronando. Aún así, nadie diría nunca nada. No se señala a quien está por encima.

El día en que todo comenzó yo estaba en mi cuarto. Tenía los ojos cerrados y acariciaba las cuerdas con las yemas de los dedos, encontrando su rugosidad como si se tratase de una vieja compañera. Una nebulosa de un granate aterciopelados llenaba mi mente y ahogaba los gritos que llegaban desde otros lugares de la casa. Es increíble lo grande que era esa casa y lo difícil que resultaba dejar de escuchar los gritos. 

La pelea era por el divorcio, como todas las del último año. Y yo trataba de no escuchar, pero me latía el pómulo y me sabía la boca a sangre. Los gritos se mezclaban con el granate y mis dedos acariciaban las cuerdas, una vez. Otra. Otra. Bum. Bum. Los graves. La sangre. Las cuerdas. El dolor palpitante. Bum. Bum. El zumbido empezó a llenarlo todo, a mi alrededor el aire se iba cargando con electricidad estática. No pensaba, no razonaba. Sólo sabía que quería estar lejos, lo más lejos que se pudiera estar. Y no dejaba de tocar, envuelto en una marea granate que sabía a sangre. Bum. Bum. Mis dedos pulsando las cuerdas. Y, de pronto, llegó el chirrido. 

Fue como si todo se acelerase hasta el colapso. Como si la misma realidad se resquebrajase con la última nota. Un fogonazo blanco y luminoso invadió mi mente de golpe y un sonido como el de un flash al cargarse silenció todos los demás durante varios segundos. 

Noté frío en el rostro y, de repente, el mundo se llenó de ruido. Ya no había gritos, pero había coches circulando, sirenas, el pitido para invidentes de un semáforo. 

Abrí los ojos despacio, para encontrarme sentado en mi silla, con el cello entre mis piernas, en medio de una acera de Manhattan. 

«Ya no estás en Kansas, Dorothy», pensé, en un alarde de cinismo del que me arrepentí al instante siguiente. Pero era cierto. Había «viajado».

Fase Oxford: infancia encorsetada | incomprendido | violencia.

Fase Despertar: estupor inicial | foco en sobrevivir.

Fase Penélope: libertad | conexión | comenzar el viaje hacia la comprensión.

Fase Ciudad Olvidada: autoconocimiento | encontrar su lugar.

Oz es músico en esencia, es lo que le define como persona y como mago, y su forma de entender el mundo es muy sensorial por la sinestesia. Pero mi idea es que en estos diez años se ha tenido que espabilar y buscar la vida a saco. Era un niño bien británico que de repente se vio en la calle sin nada más que él mismo y en la otra punta del mundo. Al principio trataría de repetirlo para volver a casa, sin éxito ninguno, porque además lo haría por inercia y por el susto, pero en su interior no querría regresar. 

Lo primero fue empeñar el cello para tener dinero para sobrevivir, mi idea es que en los primeros años se pasase la vida empeñándolo y desempeñándolo cada vez que tuviera pasta, para volver a empeñarlo después cuando se quedase sin ella. Con el tiempo, después de tantas idas y venidas, aquello se convertiría en un chiste privado entre él y la mujer de la casa de empeños. «¿Ya estás aquí otra vez? La próxima vez que me lo traigas lo venderé, así que ándate con ojo.»

En esos primeros años se patearía comedores sociales y albergues, pero siempre evitando a los de asuntos sociales, porque era menor. De ahí comenzaría a hacer algunos contactos que le encargarían cosas del tipo "lleva esto a tal sitio sin hacer preguntas". Conocería gente entre los homeless de la ciudad y trataría de comprender la magia que le rebulle dentro, pero al principio no se le daría muy bien. 

En esos primeros años habría vendido su música tocando en la calle, su compañía y su tiempo, también su cuerpo en algún momento más desesperado. No es muy potente físicamente, pero es rápido, así que era un buen mensajero. Habría hecho cualquier cosa que le encargasen. «Todo tiene un precio», es su frase. En cuanto a su magia, empezó a ser capaz de hacer pequeños efectos, influir en el estado de ánimo de otros con su música, o cambiar algún pequeño objeto de una mano a la otra. 

Conoció a Penélope alrededor de los 20. Ella había estado tan perdida como él y en cuanto se cruzaron saltaron chispas entre ellos. Una nota vibró en su interior, detectándola como una igual. Al principio se detestaban y desafiaban, pero terminaron haciéndose inseparables. Ella andaba muy metida en el mundo de las drogas, más camella que consumidora. Le enseñaría una parte más nocturna de la ciudad. Fiestas clandestinas, raves, ese tipo de ambientes. Ahí se abriría la mente de Oz, inundada de música, colores, sabores y sensaciones. 

Con la práctica y el tiempo, poco a poco empezó a entender que la realidad era una partitura. Al principio se limitaba a leerla y reproducirla, pero con el paso de los años llegaría a desarrollar la capacidad de alterar las hebras para componer su propia melodía. Empezó a atreverse con efectos más grandes, pero para ese momento ya ni se le pasaba por la cabeza regresar al Reino Unido. Ya no era Sebastian Fitzgerald, eso había quedado muy atrás, era simple y completamente OZ. 

Mi idea era que llevase en la Ciudad Olvidada unos 5 años, tiempo suficiente para haberse convertido en lo que decías en el reclutamiento, uno de los amos del lugar. Y que por esa época hubiera conocido también a Penélope. Pero ahora con el cambio de cábala tengo esa última parte más descolocada.

Lo que te proponía entonces era que se hubieran unido los dos solos para trabajar juntos por su cuenta. Mientras pueda, Oz prefiere ganar dinero con la música, pero no se le caen los anillos si le contratan para alguna otra cosa, conseguir droga, hacer de mensajero/recadero, mover paquetes, hacer de intermediario entre contactos, cosas de ese tipo.

Otra opción que se me ocurre es que haya estado en la Ciudad Olvidada como era mi idea y se cambie al HoY al inicio de la partida o algo así. No sé, todo está sujeto a modificaciones por mi parte, no hay problema.

Te cuento la idea que tengo sobre Penélope como maga. 

Pensaba en ella como una especie de chamana urbana con ánimo oscilante y extremo, pasando de un estado casi depresivo un día a la euforia al siguiente y viceversa. Su paradigma iría en la línea de La Creación es divina y está viva, pero dejando de lado la filosofía religiosa y centrándose más en el enfoque de Gaia como representación viva de la tierra. Con Vida, Espíritu y Fuerzas como esferas y con su magia muy relacionada con drogas, brebajes, vapores que aspirar, etc.

				NATURALEZA Artista CONDUCTA Sensualista ESENCIA Buscadora		TRADICIÓN Huérfanos CONCEPTO Músico buscavidas CÁBALA La Ciudad Olvidada
Atributos
FÍSICOS Fuerza •oooo Destreza •••oo Resistencia ••ooo				SOCIALES Carisma ••••o Manipulación •••oo Apariencia •••oo		MENTALES Percepción ••ooo Inteligencia •••oo Astucia •••oo
Habilidades
TALENTOS Alerta •oooo Arte •••oo Atletismo ooooo Callejeo •••oo Consciencia •oooo Empatía ooooo Expresión ••ooo Intimidación ooooo Liderazgo ooooo Pelea ooooo Subterfugio ••ooo Descaro •oooo				TÉCNICAS Armas de Fuego ooooo Artes Marciales ooooo Artesanía •oooo Conducir ooooo Documentación ooooo Etiqueta •••oo Meditación ••ooo Pelea con Armas ooooo Sigilo ••ooo Supervivencia •oooo Tecnología ooooo Técnica secundaria		CONOCIMIENTOS Academicismo •oooo Ciencias ooooo Cosmología ooooo Enigmas ••ooo Esoterismo ooooo Informática •oooo Investigación •oooo Leyes ooooo Medicina ooooo Ocultismo ooooo Política ooooo Conocimiento Secundario
Esferas
Cardinal ooooo Correspondencia * •••oo Entropía ooooo				Espíritu ooooo Fuerzas ••ooo Materia ooooo		Mente ••ooo Tiempo ooooo Vida ooooo
Ventajas
TRASFONDOS   ooooo   ooooo   ooooo   ooooo   ooooo   ooooo   ooooo				ARETÉ • • • o o o o o o o FUERZA DE VOLUNTAD • • • • • o o o o o o o o o o o o o o o		SALUD Magullado   Lastimado (-1)   Lesionado (-1)   Herido (-2)   Malherido (-2)   Tullido (-5)   Incapacitado
OTROS RASGOS   ooooo   ooooo   ooooo   ooooo   ooooo				QUINTAESENCIA o o o o o o o o o o o o o o o o o o o o PARADOJA		RESONANCIA Dinámica ooooo Entrópica ooooo Estática ooooo EXPERIENCIA

Artist
Magick is an art, and Reality is your canvas. Guided by inspiration, you reshape the world in accordance with your vision of the Truth as you see it. Perhaps you’re a literal artist – a dancer, a painter, an author, a performer – who uses artistic media and intentions to focus your Awakened Arts; or maybe you’re a more abstract form of artist, employing artistic principles to guide the reality you create. You could, of course, do both. Regardless of your tools and affiliation, your vision reaches beyond mere physical or metaphysical technique, encompassing a greater Truth. Art, after all, speaks for those who have no voice, and so you speak on their behalf.

Expression is your gift to the world. Through art, you channel feelings and observations into a form that other folks can recognize. Ideally, the things you express resonate with a wider audience, inspiring them to change their world on an even greater scale.

As with many artists, though, you tend to get Stuck in Your Own Head. Your vision can become so self-focused that no one else can understand what you’re trying to express. At worst, this can lead to egotism, disconnection, depression, and insanity. Artists have a long tradition of going bugfuck nuts, and the Path of Artistry runs dangerously close to the Path to Marauderdom.

– Regain Willpower whenever you create a work of art in your chosen medium that communicates a sense of sublime Truth to your intended audience.

Sensualista
Para ti, las sensaciones son una droga. El nervioso subidón de adrenalina, la caricia del amante de esta semana en tu piel, el áspero tirón de un cepillo a través de pelo enredado, incluso la leve quemazón de un corazón roto: persigues esas sensaciones con brillante abandono. Esta compulsión, la elección obvia para un mago Extático, encuentra nuevas expresiones en el Arte de la Magia. Después de todo, lo primero que aprendes en cada Esfera es percepción. Para alguien como tú, ésa es la única razón en el mundo que necesitas para aprender cada Esfera y saborear sus sensaciones.
La receptividad es tu don. Tu devoción a la sensualidad te inspira a desafiarte a ti mismo. Tampoco eres tímido a la hora de compartir y tu goce incluso de los estímulos más dolorosos puede causar que también otras personas quieran explorarlos contigo.
El hedonismo es tu maldición. Esas indulgencias pueden llevarte a hacer cosas estúpidas, descuidadas, egoístas. Tiendes a arrastrar a otra gente contigo, y aunque tú podrías celebrar las agonías resultantes, tus compañeros son menos proclives a apreciarlas… o a ti… tras unos pocos desastres.
– Recuperas Fuerza de Voluntad cuando tienes una oportunidad de deleitarte con alguna poderosa experiencia sensual… especialmente si llegas a compartirla con alguien más (la novedad es la clave, cuando haces lo mismo una y otra vez sólo por un subidón, ese subidón no tarda en convertirse en aburrimiento).