Partida Rol por web

The House of YES: Amenazas

2.0 ¡Peligro! Obras.

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23/04/2020, 17:41
Diabolique

Amo este pequeño rincón de la ciudad. El Samurai Mama parece un paso más adelantado en el camino hacia la inevitable decadencia de todo, pero lo hace a conciencia, elegante, un rejunte de desperdicios lavados y pintados. Antes de entrar me tomo 15 fotos de las que seleccionaré una para Instagram, elijo posar junto a las rejas de la ventana de entrada. #Diabolique #DragTime @SamuraiMama

La reina nunca se sienta con el vulgo, aunque los tablones compartidos me den ternura no los prefiero. Desde mi mesa puedo observar todo lo que ocurre en el local y, sobre todo, quién entra y quién sale. Así que con un ojo en el móvil y otro en a puerta, elijo la mejor foto y espero a Brian. Cuando él llega enderezo aún más la postura y ofrezco una de esas muecas mil veces ensayadas que me vuelven interesante, íntima y distante a la vez. El viste a la moda, como siempre, y tiene esa sonrisa de vendedor inmobiliario. Brian es muchas de las cosas que detesto y eso me encanta. Yuppie, materialista y arrogante. También divertido, atrevido y con una gracia única para faltar el respeto a las instituciones más conservadoras.

Dejo llegar su cumplido con una sonrisa que parece decir “lo sé”. – He tenido una mañana… ruidosa, francamente necesito que me hagan reír. – Le digo mientras le acerco mi móvil – ¿Esta foto o la anterior?

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29/04/2020, 20:32
Director

– Ninguna de las dos jajaja- contestó Brian. – Es broma – se justificó ante la mueca de desaprobación que recibió por parte de su amiga – estás estupenda en ambas, pero déjame que yo te saque una –

Pasaron un rato jugando con el móvil hasta que estuvieron satisfechos, Diabolique probaba diversas poses, y Brian le hacía las fotos mientras algunos de los comensales del local los miraban divertidos. El juego hizo que la reina se olvidara un poco de su “mañana ruidosa” y del propósito que los había llevado a citarse, a lo que siguió una comida relajada de la que ambos disfrutaron, bromeando y riéndose, inventando historias escabrosas sobre la gente que los rodeaba… La personalidad algo Snob de Brian casaba a la perfección con el humor mordaz de Diabolique cuando se trataba de despellejar al personal.

Con el café llego la conversación seria – Bueno – dijo Brian, sacando una carpeta papel de su maletín de cuero y deslizándola sobre la mesa para ponerla frente a Diabolique. – Como ves esta mañana he estado haciendo los deberes –  

Esperó a ver su reacción cuando esta abriera la carpeta y viera las infografías del proyecto…

–  Se lo que piensas, en un principio parece que va a quedar horrible en vuestro barrio, ¿un edificio tan alto rodeado de viejos almacenes? Se verá desde todas partes… pero si te fijas en la arquitectura lo cierto es que está bastante bien integrado. Eso sí, va a convertirse en un nuevo Landmark que atraerá a la gente como un faro… ¿pero qué gente? ¡Pues gente con pasta! ¡Va a ser un hotel de 5 estrellas! La Torre del Arte se va a llamar... Lo está haciendo una pequeña constructora de NY, y están contando con trabajadores y proveedores locales para los materiales, eso beneficia al barrio. He leído que cuando esté terminado quieren contar también con artistas de la zona para exposiciones y eventos… – hizo una pausa, dándose cuenta de que estaba intentando venderle el proyecto, deformación profesional, pensó…

–  Pero si lo que te preocupa es que la zona acabe convirtiéndose en otro aburrido sector residencial… no creo que eso suceda. Seguirá siendo una zona de marcha como es ahora, con sus restaurantes y locales nocturnos… ¡Pero con los nuevos clientes podréis poner reservados VIP y vender botellas a 500$!. Por no hablar del pastón que podéis sacar en cocaína… ¡ya sabes cómo somos los yupies! –  bromeó entre risas.

–  Eso sí, los planes para el Waterfront* ya son otra cosa… a eso si que le están echando el ojo los grandes inversores como BlackStone. Quieren construir rascacielos de apartamentos de lujo, y ya están comprando los terrenos desde que el ayuntamiento recalificó la zona… pero de eso no hay ningún proyecto en marcha porque aún no están cerradas algunas peticiones para que los edificios que quedan ahí sean conservados como bienes históricos. Te hablo del Greenpoint Terminal Market, la Domino Sugar Factory o los antiguos depósitos de la Bayside Fuel Terminal. Ahí tendremos la lucha de siempre; los inversores por un lado que querrán destruirlos para sacar la pasta más gansa posible, y la opinión pública que busca el apoyo de la MAR la LPC** para conservarlos. Si te soy sincero de momento los inversores tienen las de ganar, no hay mucho movimiento para conservar esas antiguallas la verdad… con las leyendas urbanas que circulan por ahí no me extraña. Veamos cuantos de esos edificios se conservan al final, pero lo veo chungo…–  entonces su expresión cambió, se había acordado de algo importante.

–  Ah! por cierto, ya se me olvidaba, resulta que le semana que viene hay un congreso justo para presentar posibles proyectos para el futuro del Riverside de Williamsburg, ¿qué coincidencia que sea justo cuando te preocupas por las obras de tu barrio, ¿no? Te diría que me acompañases, pero ya sabes que nunca mezclo el placer y los negocios… Tal vez ese amigo tuyo pueda conseguiros invitaciones, ¿cómo se llamaba? Sí, ese que era escritor…

 

 

Notas de juego

*Waterfront: la zona que da al río

** MAR: Municipal Arts Society

    LAC: Landmarks Preservation Commission

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01/05/2020, 17:36
Diabolique

Una de las cosas más adorables de Brian es su capacidad para no hacerte pensar en nada. Te mete con gracia en su mundo en el que todo se mide con dinero y buen gusto, del que se compra con dinero, claro. Ese aire de self-made snob que huele a Aqcua de Gio y tiene un Philippe Patek que es su orgullo, para ver la hora en el móvil.

Cuando veo la carpeta que me ofrece la expresión se me tuerce en una mueca. ¿Quién es el hijoputa que diseña estos edificios? El colmo del mal gusto. Y el plan no es para nada mejor. El punto de vista de Brian casi que me convence, una buena manera de hacer muchos billetes. El negocio inmobiliario es un monstruo que todo lo devorará. De todas formas tomo notas mentales de todo para comentarlo a la pequeña familia de HoY. Seguramente el buen Wheeler nos ayudará para asistir al famoso congreso. Personalmente todo esto sólo me parece un paso más hacia la decadencia a la que todo está condenado. Lo que fue bello será horrible, lo que era excepción será cruelmente asimilado por la regla. A mis colegas seguramente les interesará más todo esto.

- Nada es casualidad, querido. Ya deberías saberlo a estas alturas.- Digo sonriente. – Qué contentos van a estar los judíos con la re valorización de la zona. – Digo irónica y luego me dedico a contar el encuentro de esta mañana con los jóvenes artistas y a despotricar un poco en pose contra estandarización de las expresiones culturales. Antes de irnos pido un café, luego acompaño a Brian hasta cerca de su oficina tomada de su brazo y practicando nuestro segundo pasatiempos favorito, desollar a los transeúntes con comentarios sobre su apariencia.

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11/09/2020, 23:52
Director

Las plantas no tardaron en hacer su efecto, habían escuchado los susurros de su cuidadora y habían respondido a su llamada potenciando sus cualidades, felices de entregar partes de si mismas a aquella voz que les había dado la vida, cargadas con el propósito de sanar a través de esas manos que las mimaban con sus caricias. Caricias que, junto a la voz de la sanadora entonando su melodía y aquel espacio acogedor que los cobijaba, hicieron que tanto Red como Blue se sumieran en un sueño muy profundo…

No fue un sueño vacío como Red habría esperado, pues ambos, con sus corazones y respiración sincronizados, cada cual a su ritmo pero entonando una dulce melodía, estaban soñando juntos…

Caminaban de la mano por el jardín de Vesper, que en el sueño se había transformado en un vergel de extrañas plantas y flores de colores imposibles y aromas desconocidos, coronados por árboles frondosos que al tocar el cielo formaban una bóveda esmeralda. Los rayos de un sol de otro mundo se colaban por los huecos entre las hojas, acariciando su piel con ternura. El ambiente era refrescante, llenando de vigor sus almas agotadas.

Al salir al jardín se encontraron en aquel desierto de arenas blancas. Un momento de temor cruzó la mente de Red, pero tal como vino se fue, al sentir la mano de su compañera apretando la suya. No quedaba rastro de la sensación de sentirse observado que lo aterraba. Ni siquiera pensó en ello, simplemente lo supo, el ojo mecánico había desaparecido.

Ante ellos se extendía la planicie, no estaba vacía, ni ellos se encontraban solos. Las estructuras que habían vislumbrado cuando el loco de Alix les había mostrado aquel mundo se erguían aquí y allá, y entre ellas podían vislumbrar a gente que andaba en bicicleta o se desplazaba a bordo de vehículos imposibles, medio ocultos por una tormenta de arena que les confería cierta apariencia fantasmagórica. Entonces empezaron a encenderse las luces de colores que adornaban los edificios y esculturas al esconderse el sol tras el horizonte, en un ocaso que duró un segundo y que fue eterno al mismo tiempo, desplegando una paleta de rosas, naranjas, y violáceos en el firmamento. Y aquel mundo extraño se convirtió en una fiesta, una cuidad efímera que había brotado en el desierto bailaba al son de una miríada de músicas, y pudieron sentir en cada poro la Magia desatada.

Ellos también bailaban, pero ya no en aquel desierto, sino en el HoY, como tantas otras noches. Y así siguieron soñando, hasta que otra música se coló en sus fantasías. Despertaron a oscuras, y poco a poco fueron tomando consciencia de que otra noche había dado comienzo en aquel singular club de Brooklyn, y que, como criaturas nocturnas, se habían pasado durmiendo todo el día.

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12/09/2020, 14:17
Vesper Blue Proctor

Lo último que recordaba era que estaba haciendo dormir a Redmond, fue por eso que encontrarse allí, en aquel pequeño paraíso, la tomó por sorpresa. Miró al mago y alzó una ceja, traviesa, al tiempo que sonreía de lado… No se había esperado aquel efecto, pero le intrigaba al mismo nivel que le fascinaba, no solo el estar allí, claro, sino el estar allí -donde quiera que fuera- juntos.

Reconoció su propio jardín pero este fue mutando a uno compuesto de plantas más peculiares, se entretuvo observándolas mientras trataba de recordar dónde las había visto antes… a algunas de ellas… ¡El manuscrito Voynich! Se detuvo a acariciar una flor que ostentaba opulentos y aterciopelados pétalos del color del ocaso en su corona, que albergaba un destello dorado en sus estambres y su estigma le hacía recordar al báculo de un mago.

Al principio sus pasos fueron dubitativos, cuidadosos, mientras iba a la par de su compañero; quizás acostumbrada a los reveses de la vida Blue solía ser precavida en extremo y fue solo cuando vio la bóveda de árboles y flores que se sintió… extrañamente en casa. Hasta le pareció ver el roble en el que su madre solía columpiarla y la garganta se le cerró un poco; tragó fuerte, el sonido de la brisa entre las ramas se escuchaba igual, lleno de voces susurrantes que recitaban poesías antiguas.

Cuando fui hecho
de las flores del almezo

del agua de la novena ola,
estaba hechizado por Math
antes de hacerme inmortal.
Estaba hechizado por Gwydion,
gran encantador de los britones,
de Eurys, de Euron,
de Euron, de Medron,
en millares de secretos
soy tan docto como Math…
[...]
Conozco la ciencia de las estrellas,
de las estrellas antes que [fuera hecha] la tierra,
de que nací,
cuántos mundos existen.

Qué curioso aquel cielo que se vislumbraba entre las hojas de los altos árboles que coronaban su vergel, un azul que parecía atravesado por una aurora boreal diurna, o eso parecía adivinarse. Se deleitó con los colores y aromas que los envolvían, pronto se dejó llevar y se mostró tan relajada como entusiasta, hasta daba pequeños saltos de cuándo en cuándo.

Hasta que llegaron a la arena y la visión del desierto de esculturas de Alix volvió a su mente.

Como si aquel fuera un hito de demarcación buscó la mirada de Red y asió su mano con más fuerza, entrelazó sus dedos con los de él sin ocultar el alerta que aquello disparó en su interior por un instante, solo para buscar con su intuición algún peligro -su mirada inspeccionando el horizonte-, pero no lo encontró. Solo entonces sonrió y tiró de él, deleitada, tiró de él hacia ella no solo para llevarlo, para alentarlo, sino para disfrutar de la cálida y exuberante sensación de su presencia junto a ella, de esa instantánea vivificación, de la electricidad que la recorría cuando él estaba cerca.

Blue se preguntó mientras caminaban qué era aquel lugar, entre la fascinación y el desconcierto. Se lo preguntó al ver las esculturas y la gente paseando, el crepúsculo imposible y los edificios con sus miles de luces como llamitas en la ladera de una montaña preparada para la ceremonia.

Sintió la vibración en el aire, en los tambores que resonaban, en la música que se extendía llena de la energía que impulsaba todas las cosas, porque la Magia es la fuerza de voluntad del universo, el anhelo de las estrellas y los miles de dobleces del destino, el polvo primigenio y fantástico del que estaban hechos todos en el todo.

Se abrazó a su compañero estrechándolo contra sí con esa desinhibición que solo dan los sueños, danzó en círculos como siempre danzaban atrayéndose y alejándose, todas las veces que habían bailado vinieron a ella. En su eterna cadencia, todas las danzas eran la danza.

Finalmente, sintió que los ojos materiales se abrían disipando el encanto y muda de maravilla Vesper vio en la intensa penumbra a Red durmiendo todavía en sus brazos, sonrió y, sin quererlo, los ojos se le humedecieron de emoción…

Soy la p*** ama de las pociones, pensó.

Notas de juego

Qué bueno volver!! :-D

PD: si no conocen el video, mírenlo, es increíble como todo lo que hace Tom Yorke.

PD2: El extracto es del libro La diosa blanca de Robert Graves, y este a su vez viene del poema del Câd Goddeu o Batalla de los árboles.

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12/09/2020, 16:42
Redmond Fox

Caminaban juntos por un jardín, embriagados por los olores que emanaban de flores ultraterrenas. Él se dejaba guiar a través de la selva primigenia por su Eva particular. ¿Llegarían hasta el Árbol del Conocimiento? ¿Aprenderían a distinguir entre el Bien y el Mal? El saber traía consigo la expulsión del Paraíso, pero ya había quedado claro que sus almas preferían conocer a ignorar. Nada se logra sin esfuerzo y sacrificio.

La panoplia sobre sus cabezas dejaba pasar rayos de luz que se curvaban antes de derramarse sobre sus rostros, como un líquido claro, una suerte de néctar solar. Red sintió una brisa que acariciaba su piel, aunque no soplaba ningún viento terrenal. Era refrescante, un bálsamo destilado a partir del sueño de una fría mañana de primavera.

Llegaron con sus manos aún unidas a un desierto que Red ya había recorrido antes. La punzada de miedo que sintió, por un breve momento, desapareció casi de inmediato al notar la mano de Vesper agarrando la suya y sosteniéndola con fuerza. Se sintió acompañado y lo suficientemente seguro como para atreverse a mirar al cielo. Aunque ya antes de hacerlo supo que en esta ocasión no lo vigilaban. Suspiró, y el desierto le devolvió el eco de su aliento, magnificado, retumbante; un sonido que hizo que los granos de arena se levantaran del suelo un instante, para volver a caer con languidez, como copos de nieve dorada, resistiendo con travesura el influjo de la gravedad.

Caminaban junto a gigantes de luz y paquidermos de patas dalinianas, y mientras lo hacían, dejaron de estar en el desierto y se encontraron en una Ciudad habitada por seres despiertos. La transición se produjo al llegar el ocaso, un atardecer glorioso y conmovedor: el sol se fue poniendo en el horizonte, haciéndose cada vez más pequeño, como un Big Bang inverso en el que toda la materia y la energía se fuera concentrando en un punto único de luz que encerrara toda la potencialidad del Ser. 

Las figuras a su alrededor bailaban al son de la música y Red sonrió primero y después se echó a reír, y atrajo a Blue hacia él, y gozó de su presencia en este lugar más allá de todos los lugares, en esta ciudad crepuscular donde no eran extraños, sino habitantes de pleno derecho. Porque los muros y las calles, las luces y las amplias avenidas, los árboles y los bancos, los parques y los edificios, parecían estar construidos a partir de los recuerdos del hogar de cada uno de sus habitantes. Hogar; sintió que ese era el nombre de la Ciudad.

La risa cantarina de Blue se unía a la suya y estaban bailando otra vez, de nuevo en la House of Yes. De nuevo su canción, que no era externa, sino que surgía del interior de ambos. 

Bailaron eternamente, y el tiempo bailó con ellos.

Al fin, notó cómo sus ojos se abrían. Pasó un largo instante antes de darse cuenta de que estaba otra vez despierto. De nuevo en la Realidad, donde su voluntad no era suprema. Allí donde las almas se ponían a prueba, donde las decisiones tenían consecuencias.

Estaba aún en la cama de la bruja, y Blue estaba a su lado. Le observaba, desde la penumbra de la habitación, envuelta en sombras refrescantes, y sonreía. Le devolvió la sonrisa. Se inclinó hacia ella y la besó en los labios. Un simple toque, tierno, breve. - Diosa de brazos níveos, tu hechizo ha funcionado. Forjaré un trípode de bronce y lo ofreceré en tu templo como agradecimiento a tu bendición... - Su tono de voz era travieso y satisfecho.

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14/09/2020, 05:56
Vesper Blue Proctor

Mantuvo los ojos entornados, casi cerrados, cuando la besó para espiarlo de cerca y sonrió contra su boca que la había herido tan suavemente. Se rió ante su ocurrencia sintiendo en su pecho que los males se alejaban por un instante, que nada podía corromper aquel momento de tregua y amable paz en un mundo tan agitado y hostil.

-Mago, alquimista y ¡Herrero! Qué más puedo pedir -exclamó abriendo los ojos azules maravillada -Para eso deberías bajar a tu fragua y no sé si voy a dejarte, a lo mejor deberías forjarlo aquí mismo -levantó la mano y se la pasó con cuidado por el cabello despeinado que describía unos graciosos picos como un mar enfurecido, luego cuando no se lo esperaba movió los dedos despeinándolo un poco más y apartó la mano rápido juguetona conteniendo una risa.

Su rostro cobró cierta seriedad circunspecta de pronto para inmediatamente luego esbozar una sonrisa tímida, algo casi impensado en ella -No soy ninguna diosa, pero como axis mundi me sentaré en él a dar profecías y lo usaré para guardar mis talismanes -declaró con solemnidad -Seguro a la diosa le agrada y a mí… también.

Antes de meditarlo mucho se dejó llevar por la emoción que la embargaba y lo abrazó con fuerza estrechándolo contra sí, en contraste con la delicadeza demostrada por el brujo, pero hundiendo su rostro en el hueco de su cuello en busca de refugio. Luego se alejó.

Hizo una breve pausa y lo observó aspirando el aire lentamente, disfrutando de su cercanía, solo para luego agregar -Mis plantas y yo estamos a tu servicio, cuando tú nos necesites -se mordió el labio inferior apenas, saboreando la sensación de victoria de que su pócima hubiera surtido el efecto deseado y de que Red hubiera logrado descansar, quiso decirle cuán feliz la hacía todo aquello pero las palabras para expresar lo que sentía se le hacían poca cosa.

Un pensamiento la asaltó de pronto, uno que tenía la forma de un deja vú pero que en realidad era el recuerdo de una alarma mental para no olvidarse de algo importante -¿Qué has soñado? -inquirió de pronto -Yo he soñado contigo, con nosotros. Íbamos por un vergel y una arboleda de verdes hojas... -hizo un gesto instintivo y miró hacia su jardín.

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14/09/2020, 17:52
Redmond Fox

- En las viejas historias, los herreros eran todos brujos. - Su sonrisa no se apagó, y miró a su alrededor, moviendo el brazo. - Pero creo que este no es un lugar donde las cosas se fabrican, sino un lugar donde las cosas crecen. - Su tono era divertido. Meneó la cabeza con lentitud. - Son magias distintas. - The Maker & The Grower - Seguiré forjando en mi infernal cueva, cual cíclope fabricante de rayos para los dioses. Tú podrás quedarte aquí, alimentando a tus plantas con rayos de sol y de luna. - El tono de Red era ronroneante, relajado. 

Vesper le agradeció el ofrecimiento del trípode, y luego lo abrazó, algo que llenó al mago de una mezcla de sentimientos. Ternura. Excitación. Sorpresa. Conexión. 

Conexión...

Asintió al escuchar que ella y sus plantas estaban a su servicio. Oh, poder dormir, poder soñar y estar en paz. ¿Era posible? ¿Sería tan sencillo como dejarse mecer en sus brazos? ¿Sueños en la Casa de la Bruja?

De nuevo, la conexión entre ambos se hizo palpable cuando Blue le preguntó por su sueño. Al describirlo, Red asintió, mientras apartaba un cabello de la cara de ella. - ... y llegábamos a un desierto de figuras fantasmagóricas, y a una ciudad donde nos sentíamos aceptados.

Se quedaron en silencio un instante, mirándose a los ojos. Allí había un misterio. - ¿Un sueño consciente y sincronizado? ¿Una visión del futuro? Esa ciudad era para mí como un hogar. Me dio la impresión de que sus constructores habían usado recuerdos hermosos como materia prima para construirla, en lugar de ladrillos y cemento...

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15/09/2020, 16:23
Vesper Blue Proctor

Le gustó que se tomara la molestia de explicarle lo de los magos de la antigüedad, viéndolo así tenía sentido… También le complació que Redmond reconociera en ella a una cultivadora de sueños y realidades, después de todo de eso se trataba cuando regabas los campos de la mente y el tiempo. No reprimió la sonrisa, sino la amplió, cuando le mencionó su forja en el inframundo -en el subsuelo- y, por un instante, se lo imaginó con los ojos tapados por un velo y el tercer ojo abriéndose lentamente, una gema de brillo púrpura intenso de la que salían los rayos.

Al perderse su vista en su jardín las palabras de Red la trajeron de nuevo a la habitación, sacándola de ese aire de ensoñación que parecía haber permanecido como un velo finísimo sobre la realidad, la mano de él corriéndole el cabello terminó de realizar el trabajo al centrar su atención; sopesó cuánto le decía asintiendo con gravedad, le emocionaba haber tenido un sueño compartido o una visión, le entusiasmaba y le daba un respingo de alerta, si no hubiera sido por el aire de seguridad que inspiraba el lugar y la Magia que había sentido vibrar por su cuerpo al estar allí hubiera sentido miedo -Se sentía como un hogar, como un lugar de pertenencia, sí -se llevó los dedos índice y mayor a los labios y se dio unos toquecitos, pensativa.

-Definitivamente no era sólida, sino de energía-, le dio una mirada de lado pensando en aquel lugar, en el desierto que habían cruzado primero... -Menudo lío hubieras armado en el desierto aquel si estornudabas -bromeó al recordar cómo habían reaccionado los granos de arena al suspiro de él, deseándole quitar seriedad a la idea formándose en su cabeza: no estaba segura si no haber visto a nadie más de House of Yes allí era bueno o no. -Deberíamos intentar volver, si es posible, para investigar más… -deslizó en una tentativa.

Luego lo miró a los ojos, en la semi penumbra parecían brillar como brasas encendidas que ardían suavemente, los rubíes del infierno. -A lo mejor deberíamos bajar...

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15/09/2020, 19:30
Redmond Fox

Soltó una pequeña risa al escuchar el chiste de Blue sobre qué podría haber pasado al estornudar en ese silencio. Luego, se quedó pensativo. - Me pregunto qué era. No sé mucho sobre otros mundos. He escuchado de magos que son capaces de entrar en el Otro Lado, y que te cuentan cosas fantásticas. - Negó ligeramente con la cabeza. - Pero no sé mucho sobre eso. Podríamos preguntar a alguien... - Hizo un sonido quedo, una especie de asentimiento, como si se respondiera a sí mismo. Sí, deberían informarse más.

- Escucha, ya debe ser... - miró por las cortinas de la habitación de Vesper y no vio entrar mucha luz; ¿era tan tarde? - joder, debe ser tardísimo, ¿hemos dormido todo el día? - La bruja había dicho que quizá deberían bajar. - ¿No se supone que teníamos que hablar con las jefas? ¿O lo he soñado? 

Red se sentó en la cama y miró a la mujer. Sonrió. - En serio, Blue, muchas gracias. Hacía mucho, mucho tiempo que no dormía bien. - La sonrisa cambió sutilmente. Se hizo más canalla. - Quizá me podrías invitar otro día. A tomar algo. 

 

Notas de juego

Yo creo que por aquí podríamos ir cerrando, no, ¿Queen?

Lo de tomar algo lo dejamos para... otra noche.

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15/09/2020, 21:03
Vesper Blue Proctor

Era encantador verlo reflexionar y darle vueltas a las cosas -Yo tampoco estoy segura de qué "lugar" podría ser -tenía algunas ideas, pero podía estar totalmente equivocada -Podríamos preguntarles a las jefas, sí, a ver qué saben ellas sobre eso... Si han oído algo al respecto.

Dio un respingo y lo miró alarmada -Sí, teníamos que hablar... por la tarde -hizo el ademán de buscar su móvil con la mirada, había quedado en la mesa junto a las tazas de té -No sé qué hora es yo tampoco, pero si ya hay música... -se pasó la mano por la frente -Si hubiera pasado algo grave nos hubieran despertado, a lo mejor las jefas no llegaron -asumió sin darle muchas vueltas al asunto.

Sonrió satisfecha cuando volvió a agradecerle -Lo hice porque quise, gracias a ti por confiar en mí -sintió que se estaba poniendo blanda y desvió la mirada, se estiró y giró hasta el otro lado de la cama riéndose, se paró y fue directo a correr las cortinas, se giró de pronto -Las cervezas -sostuvo igualando la sonrisa de él -Claro, no hay problema, será mi placer -su mirada relampagueó -Ahora, si me disculpas... Tengo que darme una ducha -ladeó la cabeza hacia la puerta y amplió la sonrisa.

Notas de juego

Sí, cerremos :-)

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17/09/2020, 19:17
Director

Una nueva noche había empezado en el House of Yes. A esa hora no había mucha gente y, como solía ocurrir siempre, los primeros en llegar se iban colocando cerca de las barras o en las mesas, mirando hacia la pista de baile vacía, aun con cierta timidez, esperando a que los primeros valientes se atrevieran a conquistar aquel espacio ahora virgen, que en poco tiempo se llenaría de cuerpos retorciéndose al son de las melodías que les regalaba el DJ.

No les costó encontrase con Helena, Kate y Beat. Las dos primeras habían llegado por la tarde, hacía ya unas horas. No habían fijado un momento para la reunión, sólo sabían lo que les había dicho Beat, que tenían que hablar...

Tras unos minutos intercambiando saludos, y escuchando las experiencias de las jefas con los artistas de San Francisco que habían ido a visitar, se dirigieron todos juntos a una de las salas, en el piso superior.

No habían tenido noticias de Alix desde la noche anterior, pensaron que Eve seguiría dormida, y Diabolique tampoco estaba ni había rastro de su barra. No le dieron demasiada importancia a esto último, pues quién sabe dónde habría ido a parar aquella vez aquel espacio singular que cada noche aparecía en un sitio distinto. Sin embargo, Kate y Helena sí que preguntaron por Alix y Eve.

-De eso os quería hablar- fue la única respuesta de Beat. Lo dijo con una sonrisa en los labios, sin el más mínimo asomo de la preocupación que había suscitado su mensaje de la mañana en el grupo.

Se trataba de una sala pequeña, aledaña a la oficina de Helena y Kate, que dominando la pista de baile permitía observar lo que ocurría debajo, a través de unas discretas ventanas circulares que parecían espejos si los mirabas desde el exterior. Era una sala de reuniones un tanto informal, con una gran mesa baja de madera en el centro y varios cómodos sofás a su alrededor. Tenían una nevera, máquina de café y las paredes estaban carteles de eventos pasados.

Esperaron unos minutos de cortesía, y justo en el instante en que Beat iba a disponerse a hablar…

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18/09/2020, 18:41
Diabolique

Llevaba cambiada, maquillada y perfumada más de media hora, pero nunca me gustó llegar temprano. Al contrario, una verdadera estrella llega cuando ya todos están allí. Calculo por la hora que debía haber comenzado la reunión así que enciendo el foco más potente de mi camarín, tan brillante que proyecta mi sombra inmensa y poderosa. Mi silueta oscura contra la pared se despereza y me saluda con una reverencia. Me acerco a ella hasta que tenemos el mismo tamaño, entonces acaricio su cuello y la beso dos veces, una por mejilla. Luego susurro en su oído – Recuerda nuestro pacto – Sonrío, sé que no lo olvida. Con porte real y dignidad de pobre honrado atravieso la figura oscura.

Emerjo al otro lado, en ese rincón oscuro de la sala de reunión al que nadie le presta atención en ese preciso instante, mi fragancia llega todos antes que yo. Alguno se sobresalta, otros ya están acostumbrados a sentir mi presencia surgir de las sombras junto a mis voz grabe – Disculpen la demora. – digo con fingida consideración y una sonrisa de actriz consagrada.

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20/09/2020, 14:59
Vesper Blue Proctor

Vesper Blue había puesto unas pastas en el horno y se había pasado toda la ducha cantando, disfrutando del calor del agua y de la resonancia de su voz como si tuviera todo el tiempo del mundo, y quizás lo tenía; o tal vez el segundero del reloj de su habitación se había quedado trabado yendo y viniendo entre el 10 y el 11 por un lapso indeterminado. Lo cierto es que al salir cambiada de su cuarto los brownies ya estaban listos, y luego de entibiarlos bajó con ellos en una bandeja hacia el encuentro de quienes estuvieran en la pista.

No se esperó que fuera tan tarde, se había dejado engañar por la inclinación de los rayos del sol del ocaso. Fue muy tragicómico verla bajar con su camisa blanca de mangas abuchonadas, su pantalón de vestir con tirantes negros, sus botitas acordonadas de tacón y la bandeja de brownies a la pista. Su cara lo dijo todo con sus grandes ojos azules y su boca como una "o".

No se le ocurrió decir que tenían marihuana, temía por su vida con la cantidad de gente que se iba acumulando la son de la música, más bien empezó a retroceder silbando bajito hasta que vio a  Helena, Beat y Kate, respiró aliviada y fue a su encuentro. Los saludó efusivamente y los siguió hasta la oficina.

Dejó los brownies en la mesita y fue hasta la máquina de café, esperando por los demás y preguntándose por aquello tan importante que tenían que decir, una punzada de preocupación le atenazó el estómago cuando notó que Eve no llegaba, ella solía ser muy responsable, gracias a la causalidad las jefecitas lo pusieron en palabras antes que ella.

Fue entonces cuando Diabolique emergió de las sombras y escuchó su voz antes de sentir su halo físico en el ambiente, volteó hacia el lugar del que venían las palabras para toparse con la divina presencia y casi se quema la mano sacando el vasito con café. Suspiró aliviada y le sonrió, -Hola -saludó con voz cantarina y algo de admiración, pensando que cuando fuera grande quería ser así de cool. Luego miró a las dueñas y a Beat con renovado interés -¿Decías?

Notas de juego

Dire, por tu post interpreté que llegaba antes que Diabolique pero tú me dirás.

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20/09/2020, 19:40
Redmond Fox

Había pasado la tarde al final dibujando al carboncillo en el invernadero de Blue. Esquemas de lo que recordaba de la ciudad de sus sueños y luego, cuando se cansó de ello, algo más simbólico (¡más simbólico que una ciudad fabricada con recuerdos!) a partir del contenido del jardín de Vesper. Casi ni se dio cuenta cuando la bruja salió de la ducha y se puso a trastear en la cocina. Solo levantó la vista de su obra cuando olió el inconfundible olor de la marihuana en los pasteles.

Al fin, después de que Blue se vistiera, bajaron juntos a la pista de baile. La chica iba muy guapa, se había cambiado para la ocasión: el seguía con la ropa con la que había dormido en su cueva. No estaba muy arrugada. Llevaba sus dibujos y notas bajo el brazo, luego los bajaría a su estudio. 

En la pista de baile se encontraron con Helena, Kate y Beat. Juntos fueron hasta el despacho de ellas, y Redmond se quedó en un lado, apartado, observando desde una esquina, protegido tras sus gafas de espejo. Cuando Diabolique se materializó de entre las sombras, Red no supo ni de dónde había salido; la especialidad de la Reina de la Noche. Sonrió de medio lado e inclinó la cabeza a modo de saludo. Después, se quedó esperando a que las jefas arrojaran algo de luz sobre lo que podía estar pasando.

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23/09/2020, 13:21
Kate

-Joder! - Katie dio un pequeño respingo al ver a Diabolique aparecer desde las sombras - Nunca me acostumbraré a esto… - le susurró al oído a Helena, acurrucándose sobre ella.

-Hola. ¿Decías?

- Pues si esto te flipa mira allí – contestó Helena entre risas, señalando con la mirada hacia Vesper, que se había girado para saludar y se encontraba de espaldas a la pequeña cocina.

Katie se incorporó y miró hacia el lugar donde se encontraba la adivina… -¡La hostia!- contestó.

Donde antes estaban la nevera, el microondas, la máquina de café y la pequeña encimera con fregadero y cajones para guardar los enseres, ahora todos podían ver las cortinas color púrpura coronadas por el mueble de madera de estantes cuadrados en el que, entre otras botellas más selectas, descansaban las bebidas más accesibles de la licorería del barrio… Frente a las cortinas y la estantería estaba la barra, con su frontal de texturas cambiantes como una lámpara de lava. Y sobre ella, el gato dorado de la fortuna, que saludaba a todos balanceando la mano… No había rastro de los sillones, las mesitas y el espacio para bailar. Tampoco estaban l@s Díscubus que solían acompañar Diabolique en aquel íntimo espacio escurridizo…

Hasta su moradora habitual se sorprendió, pues el Apocalipstick; la coqueta barra que había aparecido por primera vez para darle la bienvenida a la Diva el día de su rescate, la había seguido hasta la pequeña sala de reuniones. El espacio se había ensanchado para dejar sitio al nuevo mobiliario, daba la impresión de que siempre hubiera estado allí, pues hasta la iluminación había cambiado imperceptiblemente haciendo que pareciese integrado en la salita.

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23/09/2020, 13:25
Beat

-No sé ni por dónde empezar- contestó Beat.

-Tal vez en este caso sea mejor una imagen que mil palabras, como dice el refrán…- intervino Helena, que se había levantado para acercarse a la barra. Junto al gato había aparecido también un portátil, conectado a un pequeño proyector. Helena lo abrió, y en la pantalla apareció una frase “PLAY ME”.

-Puede que la casa también esté tratando de decirnos algo- sugirió Katie - ¿Tienes algo que pinchar Beat?-

-Lo cierto es que sí, pero no sé si debería hacerlo...- El DJ llevó la mano a su bolsillo, aun conservaba el pequeño disco laser que había grabado la noche anterior, todavía se notaba caliente al tacto. Lo dejó sobre la mesa y cogió una de las galletas de Vesper.

Se tomó un instante para engullirla, mirando a Vesper con gesto de aprobación

-Anoche la fiesta iba de puta madre, Alix nos mostró algo sorprendente, todos lo visteis. Pero al escuchar los siguientes temas que iba a pinchar noté como su beat se aceleraba, se mezcló con los de todos nosotros, nuestros ritmos se acoplaron, y la música cambió a una cacofonía de chirridos, golpes y gritos, después hubo una explosión de la hostia, como si la Luna hubiera volado en pedazos, y al final un insoportable ruido blanco…

- Creo que destruimos el HoY, tal vez incluso Williamsburg, Brooklyn o toda la puta ciudad de NY. Pero lo paré antes de que ocurriera, metí a Alix en un bucle para que se estuviera quieto. Este disco contiene esa parte de la sesión que nunca llegué a pinchar. Solo la ha visto él, lo llevé a la Red Digital y lo cargué allí. Bueno, él y Eve… que estaba con Alix en el reservado donde lo dejé, meditando junto a él. Creo que al verlo así se metió en su mente para tratar de ayudarlo, y se la llevó con él… -

-Vale- dijo Katie – entiendo que lo parases, ¿pero por qué encerrarlos en la Red y hacerles vivirlo?-

Beat le pasó el disco a Katie, esta cerró los ojos y lo mantuvo un instante entre sus manos para sentir su resonancia. Lo volvió a dejar sobre la mesa con gesto de preocupación.

-Ya veo- contestó

-Apesta a Paradoja, ¿verdad?, temía que nos explotara encima y descargarlo en la Red Digital fue la mejor opción que se me ocurrió, me pareció buena idea que Eve lo acompañara-

-No te preocupes, creo que hiciste bien- dijo Helena, tirándole un beso a su amigo desde la barra.

-Si la casa nos ha traído eso pienso que deberíamos pincharlo - añadió Katie, señalando con la mirada el portátil y el proyector- ¿qué pensáis vosotros? También estuvisteis allí- preguntó, dirigiéndose hacia el resto.

Notas de juego

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