Partida Rol por web

Y no quedó ninguno: Diez Negritos

01A. Preparativos para un viaje...

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12/11/2010, 02:04
Director

Charles Hawthorne va a emprender un viaje de placer a la Isla del Negro...

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12/11/2010, 02:04
Director

 

Carta recibida el 24 de Abril de 1920

Mi querido Charles,

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Nunca creí que te vendrías a vivir a Inglaterra, pero desde que supe de tu actual paradero, hace escasos días, no pude evitar el sentir que debíamos de volver a vernos. ¡Tantas horas de juego en aquellos magníficos jardines de Edimburgo, en el solar de detrás de la Iglesia! No sabía que te habías hecho sacerdote, mi querido amigo, pero he de reconocer que no me siento extrañado. Tu vocación era bien conocida desde la infancia, cuando nosotros nos pasábamos horas jugando sin pensar en nada de relevancia, mientras que tú ya indagabas en los misterios de la lectura profunda.

¿Es mucho pedir que te acuerdes de mí? ¡Tanto tiempo ha pasado desde nuestra tierna infancia! Pero aún así, no puedo evitar sentir la esperanza de que recuerdes a un inocente y alocado muchacho que apenas destacaba por nada, pero que te admiraba profundamente por poseer tantos conocimientos que yo jamás había soñado con alcanzar... Yo no era más que uno del montón, no como Joseph, como Henry o como tú, que siempre destacasteis por encima del resto, pero aún así, aspiro a creer que la bondad de mi corazón no pasase desapercibida para alguien que sabe apreciar lo bueno que hay en la gente.

Es por eso que me siento casi obligado a pedirte, a rogarte o suplicarte, que te pases un fin de semana en una casita que he adquirido recientemente, en una isla del Sur de Inglaterra. Se llama la Isla del Negro. El primer fin de semana de Mayo voy a inaugurar la casa, y había pensado reunir a varios viejos amigos. Sería para mí un auténtico honor que accedieses a pasar ese fin de semana en mi casa de la isla, donde podremos deleitarnos en vívidas conversaciones en las que podremos rememorar aquellos felices días de la infancia.

Sinceramente tuyo,

U.N. Owen

 

Notas de juego

Vas a emprender el viaje a la Isla del Negro. Puedes narrarme lo que quieras, pero te pido 2 cosas:

1) dime qué medio de locomoción vas a utilizar para llegar hasta la costa.

2) dime qué metes en la maleta que vas a preparar para llevar.

Puedes narrar todo lo que quieras, tus impresiones sobre la carta, lo que piensas de quien te la ha enviado (alguien a quien no recuerdas, pero que menciona hechos y nombres que son totalmente verídicos), lo que haces hasta que llegue el día de partir de viaje...

Es un mero post introductorio.

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13/11/2010, 16:21
Charles Hawthorne
Sólo para el director

 

Me hallaba sentado en mi despacho cuando uno de los monaguillos me acercó un sobre que contenía una carta. Acaba de llegar esto para usted.- Me dijo y me tendió el sobre. No reconocí la letra. Comencé a leerla con suma atención recostado en mi silla. Leí el texto dos veces intentado recordar, pero no conseguía que aflorasen en mi mente recuerdos del hombre que me la había enviado.

Owen... Owen... Qué curioso. Recuerdo a Henry y a Joseph, pero no consigo recordar a ningún Owen. Y, sin embargo, está claro que mantuvimos una estrecha amistad en la infancia puesto que menciona a los demás, mis libros y las horas pasadas en aquel jardín. ¡Incluso sabe de mi tarslado a Inglaterra! Hacía tan solo unos meses que, agobiado por la situación que se vivía en Edimburgo, había solicitado un traslado (en principio temporal) a la Iglesia Anglicana Tradicional de Inglaterra. Incluso aquí era un miembro muy respetado de la comunidad religiosa dentro de su iglesia.

Permanecí un momento pensativo. Desde luego aquel hombre me conocía y sería descortés por mi parte no aceptar su petición. De modo que tomé una hoja de papel de debajo de mi montón de libros de Filosofía Medieval y, con mi vieja y querida pluma, que mi padre me había regalado cuando yo tan solo contaba 12 años, redacté una pequeña y cordial nota de respuesta.

 

 

"Estimado Owen:

Acabo de recibir tu carta. Será un verdadero placer ir a visitarte este fin de semana. Siempre es agradable recordar los tiempos pasados junto a un viejo amigo. Me sentí un poco culpable al escribir esta frase puesto que no recordaba quién era Owen, pero pensé que ante todo era mejor ser educado y que, al fin y al cabo, seguramente me acordaría de él en cuanto viese su rostro. Muchas gracias por tu amable invitación. Te veré el fin de semana.

Un saludo.

Charles Hawthorne"

 

Metí la nota en un sobre, escribí la dirección que figuraba en el remite de la carta que acababa de recibir y pedí al mismo monaguillo que se encargase de echarla inmediatamente al correo. Me parecía importante que el anfitrión recibiese una confirmación antes de presentarme en su casa. También le di un poco de dinero para que comprase un billete de tren que me llevase hasta el puerto y un pasaje para el barco que me llevase hasta la Isla del Negro. Lo cierto es que es un nombre muy poco favorecedor para una isla...

Cerré la Suma Teológica  de Santo Tomás en cuya investigación me hallaba inmerso y fui a mi cuarto para preparar mi viaje. Saqué mi vieja maleta de debajo de mi cama y comencé a sacar del armario los útiles para el viaje: un pantalón, una camisa, un par de mudas y de calcetines, una corbata, mi habitual saquito de cuero para el dinero, el neceser con lo necesario para el aseo, mi muy querido rosario, la Cruz de Cristo que siempre llevaba conmigo, mi frasco de agua bendita y, por supuesto, mi Biblia. Tras ordenarlo todo encima de la cama, procedí a meterlo todo en la maleta con sumo cuidado. Entre tanto, el monaguillo llamó a mi puerta. Le hice pasar.

Aquí tiene los billetes y ya he enviado la carta. El encargado de correos me ha asegurado que saldría esta misma tarde.

Tomé los billetes. Muchas gracias, James. Siento las molestias. El joven asintió con la cabeza y salió cerrando la puerta tras de sí. Elegí de mi armario para el viaje el conjunto que habitualmente utilizaba cuando debía visitar en su casa a alguno de mis feligreses. Era una ropa elegante aunque sencilla que dejaba clara cuál era mi profesión sin necesidad de portar los hábitos. Se trataba de un pantalón marrón con un chaleco y una americana a juego, una camisa blanca y una corbata. Metí los pasajes en el bolsillo interior de la chaqueta y lo colgué todo en la silla de mi escritorio. Después, me acosté.

Me desperté temprano pues debía coger el tren de las 8 en punto. Tomé mi escaso equipaje y anduve hasta la estación. Durante el trayecto en el tren miraba por la ventana y veía pasar los edificios y a los ajetreados trabajadores que acudían a sus puestos en las fábricas. No iba solo en aquel vagón de segunda clase, pero apenas estaba atento a los rostros de los presentes. Reconozco que una parte de mí se sentía impaciente por llegar y descubrir quién era ese Owen de mi infancia. Pero por otro lado estaba nervioso pues si no conseguía acordarme de él, ¿cómo quedaría yo ante mi anfitrión?
 

Notas de juego

Los nombres de los libros los voy a poner subrayados en vez de en cursiva para que no se confundan con lo que los personajes piensan, ¿ok?

Puse el post solo para el director porque no sé si lo tienen que leer los demás. Si eso, ya me lo cambias tú, ¿ok?

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20/11/2010, 01:24
Director

Notas de juego

Fin de escena :)