Partida Rol por web

Mientras estaba aun revisando los cadaveres, Yanami se me acerco advirtiendome que me apurara yo simplemente asenti y apure un poco mas mi busqueda.

Al final habia conseguido dos libros parecidos al otro que ya tenia en mi posesion, ademas del aquel magnifico estoque asi que me diriji con Yanami hacia donde Edmun mientras me preocupaba un poco que el estoque llama la atencion luego de salir del cementerio.

Al escuchar que los "Inquisidores" que quedaban eran en realidad cazadores de brujas y que los angeles caidos eran tambien parte del tratado quede un mostre una expresion un poco confundida sin embargo rapidamente la cambie por mi expresion normal ya que no queria mostrar ninguna señal de mi inexperiencia ante los cazadores.

Luego en el transcurso de la conversacion me di cuenta que todavia habia un asunto que quedaba por discutir mas no dije nada y me mantuve observando a la chica de cabello rosado y la conversacion entre el cazador y Edmun...

Estuve asi hasta que Duncan dijo nombro que deberiamos hacer con la espada de lo inquisidora, por lo que mire por un momento a los cazadores y le respondi a Duncan mientras alzaba la mano:

- Deberia quedarsela Yanami, todo los demas tienen armas y con su estilo de pelea le servira bastante... -

Al darme cuenta de que nadie habia hablado sobre el tema que teniamos pendiente decidi tomar la iniciativa y dije: - Edmun, Cazadores... - Dije mientras tomaba una pequeña pausa y los miraba a cada uno de ellos para luego continuar:

- Aun tenemos un "Asunto" que necesitamos discutir ¿Cual faccion  y de que forma se encargara de la testigo? Dije mientras miraba a la humana que tenia un aura igual que la de Yanami, por lo que sabia que tenia un Sacred Gear sin embargo no conocia los procedimientos a seguir en una situacion asi...

El comentario del joven hizo que automáticamente mirara a Gabriel y Erika. Todavía estaba sentado en el suelo, cansado y con muy pocas ganas de levantarme o iniciar otra disputa. -Que quiere decir con "encargarse"?- pregunté a mis dos "mentores. Rogué con todas mis fuerzas que la respuesta no fuera la que estaba pensando, que no la iban a matar. Es cierto que no la conocía, pero después de todo, si ella era como yo... no quería terminar igual.

Gabriel y Erika, si bien frios y rigídos, tambien se habían demostrado como personas bastante sensatas... no iban a hacer nada raro, o al menos eso pensaba. Pero y el resto? Miré a Sumire con cara de desconcierto -Donde nos metimos?-
 

Al parecer eran cazadores más razonables de lo que pensaba, asi que me pude relajar un poco y permitirme bajar la guardia asi que me estire un poco para disminuir la tensión del cuerpo.

-Con gusto me quedo el arma, a menos que alguien más quiera, en cuyo caso, podemos discutirlo- decía al tiempo que tronaba mis nudillos dejando en claro el tipo de discusión si querían el arma.

Dejando el tema del arma de lado empezaron a hablar de la chica capturada, quien al parecer tenía un Sacred Gear, y al ver como reacciono ante todo me dio la impresión de que era alguien nuevo en el ambiente de demonios, ángeles, caídos y todo esas cosas.

-Parece ser que no sabe lo que pasa, si es asi implica que necesitara instrucción, si no hay un procedimiento a seguir y Edmun cree poder, creo que podríamos incluirla en nuestro grupo de entrenamiento- y de paso si conseguimos confianza mutua Max podría tener un nuevo prospecto para sus piezas.

Erika se acomodó al lado de Gabriel al ver que los chicos estaban bien. Habían enfrentado al ángel caído con una tremenda valentía, y no habían dudado de su deber. Se sintió un poco orgullosa por que el entrenamiento había dado fruto, talv ez eso impulsó la idea que le surgía lentamente al ver a Alexia. Miró a Gabriel, y le dijo tranquilamente

Creo que podemos darle instrucción, al menos Jake y Erika pueden ayudarla a entender la situación, al haber pasado por la misma situación no hace mucho.

Dice tranquilamente, luego se acerca a Alexia y Duncan

Hola, soy Erika; estás bien? Espero te hayan explicado un poco la situación; por ahora estas a salvo con nosotros.

Dice esbozando una leve sonrisa.

La cuestión de quien se encargaría de cuidar a la chica no era algo que yo debiera decidir, por lo que preferí no meterme. Siempre y cuando la chica estuviera bien, no me importaba quien se hiciera cargo de ella. Sin embargo, la rudeza del pelirrojo por la posesión del arma sí me hizo gracia. 

Esperé pacientemente mientras hablaban. La chica era una novata con un sacred gear como nos había pasado a Jake y a mi, así que entendía la necesidad de un entrenamiento. Erika sería una magnífica entrenadora, si viniera con nosotros. 

Cuando terminaron de hablar, le dediqué una media sonrisa a Yanami - ey, pelirrojo, yo también quiero esa arma - la verdad el arma no me interesaba mucho, seguro que no me serviría de mucho, pero pensé en tomarle el pelo para aligerar tensiones.

Seguíamos vivos... La frase podría parecer de lo más simple pero dado nuestro estado, nuestras heridas y falta de fuerzas, había sido todo un milagro... o quizás no tanto. La confirmación de una muerte cierta si no actuaba hizo que yo mismo, por primera vez, arrebatase una vida, quedándome el vano consuelo de que, enemigos o no, había sido rápida e indolora... si bien yo lo había sentido todo con total claridad. No tenía mi sacred gear en la mano por lo que la emoción del combate no podía ayudarme a endulzar éste momento de forma alguna.

Otro consuelo fue haber podido liberar a la chica que iba a ser sacrificada, usada o lo que fuera por esa loca de alas negras, esforzándome en calmarla y mantenerla segura usando mi chaqueta, mis brazos y mis palabras.

No teniendo ganas de estar con más tonterías, mucho menos en el tema de armas, entregué la susodicha a Edmun y que él se encargase, mientras yo me retiraba un poco con la nerviosa chica, no sin antes intercambiar unas palabras con éste: "Deberíamos irnos cuanto antes, Edmun...".

Edmun también miró de manera rara cuando Max habló sobre que se hacía con ‘’la testigo’’. Incluso ella lo miró con cierto recelo. Si la mujer antes se había asustado por que la secuestraran, ahora estaba preocupada por lo que podía suceder, y por eso Edmun intervino inmediatamente, hablando;

-No hay nada que deba suceder. Solamente le explicaremos lo que sucede, pero ella seguirá su vida normalmente, así como también nosotros. –

Dijo Edmun, mirando a Max con seriedad. Gabriel por su parte hizo un gesto mientras comenzaba a revisar el teléfono de Angela. Ya había dicho Edmun la verdad, por lo que él no tenía nada que añadir. Hitsagaya en tanto tomó la espada que era de la antigua inquisidora, guardándosela para sí. Con respecto a lo que dijo la mujer pareció comenzar a pensárselo.

Gabriel asintió con la cabeza ante las palabras de Erika, aunque le comentó;

-Depende de la mujer si viene con nosotros o no. –

Dijo, mirándola. Alexia por su parte ya había comprendido más o menos el asunto. Aun le quedaba mucho por aprender sobre que eran las grandes razas, pero miró a Duncan, que fue la primera persona que le habló y la rescató. Le sonrió de manera inocente y le dijo;

-No, me iré con ellos…prefiero que ellos me protejan. –

Dijo, con desición. Luego de eso Alexia y Duncan se acercaron a Edmun, y finalmente no quedaba nada pendiente entre ellos. Gabriel marcó un número y solo dijo;

-Aquí el ex inquisidor Gabriel Harris. Se informa de la muerte de dos Inquisidores en combate a manos de ángeles caídos en el cementerio general de New York. Enviar a limpiar la zona, el enemigo fue eliminado. –

Luego de eso cortó y tiró el teléfono sobre el cadáver de Ángela. Luego miró a Edmun y le dijo;

-Con esto puedes decirle al resto de los demonios que el asunto está zanjado. Espero que si nos cruzamos de nuevo no sea en enemistad. –

Dijo Gabriel mirando a Edmun. Edmun hizo una pequeña reverencia, y los miró a todo en caso de que quedara algo que conversar. Los temas estaban zanjados…solo quedaba volver cada uno a su hogar.

La chica se iría con nosotros, eso era perfecto, ya solo me quedaba por zanjar el problema de que si había surgido alguien que quería la espada, lo cual me sorprendió, no pensaba que alguien se lanzara después de tan  complicada batalla.

Bien, si realmente la quieres…- Con la espada en mano me acerque a la chica y al estar a su lado la deje sobre el suelo marcando una división entre ella y yo.- Ya que a pelea fue dura y posiblemente al igual que nosotros no fue la única de hoy una batalla hecha y derecha no es recomendable pues nos arriesgaríamos realmente.- Y Edmun se enojaría conmigo, cosa que no quería hacer ya tan seguido, menos con cosas cayéndome en la cabeza.

Levante la mano y señale en dirección a una cripta con decoraciones funerarias para que no se confunda.- Esa cripta, la de las decoraciones, simple, quien tome la espada primero se la queda.- tras esto me coloque en posición de carrera esperando que la chica hiciera lo mismo.

Observe la reaccion que obtuve hacia mis palabras y suspire mientras pensaba:

- Quizas debi de haberme explicado mejor... - Acto seguido dije mientras me rascaba la cabeza:

- No me malinterpreten no quise decir "Encargarnos" de ese modo, solo que no podiamos dejarla asi y nada mas; Pero si dices que esta bien, entonces lo esta... - Me habia sorprendido que ni los demonios ni los cazadores tuvieran un plan para estas ocasiones, mas que que simplemente dejarla ir pero en caso de que no nos perjudicara estaba bien.

Mire como la chica de antes decidia venir con nosotros, lo cual me parecia bien pero aun seguia preocupado despues de todo si como humano me dieran a elegir entre irme con cazadores o con demonios, creo que estaria muy claro a quien escogeria asi que mire a Edmun y dije en voz normal: 

- Esta bien si quiere venir con nosotros pero para hacerlo justo ¿Deberiamos decirle lo que somos antes de que se pueda arrepentir no? - Aunque dije eso lo suficientemente en alto para que todos los presentes lo escucharan no solte la palabra demonio si antes tener en cuenta la opinion de Edmun, si aun asi despues de decirle queria venir con nosotros era perfecto, indepentiendemente de si se unia a Duncan o a mi tendriamos a alguien mas que podria ayudarnos mientra seguiamos juntos.

No creí que el chico me tomara en serio, no tenía intenciones de quedarme con la espada, pero una carrera no estaría mal. Al menos, sería un ejercicio más saludable que la que veníamos practicando. Vi como preparaba las cosas y me coloqué a su lado, con una sonrisa.

- De acuerdo, yo tampoco quiero ponerme a pegar con nadie sin una buena razón.

Me puse a su lado y me preparé para correr.

Con todo lo que estaba pasando, estos dos seguían con ganas de algo más -No puedo creerlo...- dije y empecé a reirme a carcajadas. -Cuidado que de la cripta no salga otro Zombie!-.

Después desvié la atención a resto de los sujetos que estaban ahí, el joven de pelo corto y corbata. Parecía tener mi edad o algo así, pero durante la pelea lo vi lanzar magia? -Me llamo, Jake- le dije. -Como es tu nombre?- sabía que había otras facciones pero... quienes eran de que facciones?

Mientras estaba preguntadole su opinion a Edmun, note que el cazador de pelo rubio se me iba acercando para luego preguntarme mi nombre...

Lo mire un poco extrañado y pense un minuto antes de responderle: - ¿Con cual nombre le deberia constestar? - y al decidir mi respuesta le dije:

- Max Gusion... ¿Porque quieres saberlo? - Dije mirandolo un poco desconfiado pero dispuesto a conversar.

-Por qué no?- Contesté riendome -Mi nombre es Jake, Max. Imagine que ya que de cierto modo peleamos lado a lado y que toda está situación es nueva para mi... tal vez lo era para ti o tal vez no.- Mi apariencia no era muy buena, tenía el torso desnudo con pequeños retazos de ropa y la piel quemada, estaba lleno de vendajes y en algunos se veía asomar la sangre. Aun así, en este momento reía.

-Sea como sea, estamos acá todos juntos hablando de que vamos a hacer y me pareció que al menos debíamos saludarnos. Mucho gusto- finalmente encongí los hombros.

Escuche a Jake presentarse, parecia que la batalla no lo habia dejado para nada bien, aunque lo mismo se podria decir de mi que dos grandes heridas en mi espalda pero que estaban algo ya cicatrizadas asi como otras heridas menores a lo largo del cuerpo: - Entiendo... El gusto es mio. - Dije mientras hacia un gesto para indicar un apreton de manos:

- Me alegra que no nos hayamos enfrentado hoy y quisiera que no nos tengamos que enfrentar en otra ocasion tampoco. -

Cuando Max habla de enfrentarnos, miro a Gabriel con un gesto dificil de describir. -Vamos, que es lo que les pasa?! Por qué habríamos de enfrentarnos?- Probablemente era porque Jake desconocía todo el trasfondo en profundidad, pero realmente le costaba entender esa forma de pensar. Ni siquiera terminaba de entender por qué el mismo había estado ahí.

-Max, espero que no tengamos que enfrentarnos nunca. Espero, de hecho, no tener que enfrentarme a nadie más...- demasiado iluso.

Edmun miró con interés el juego que le planteaba Hitsagaya a la chica, esta aceptó, y sin problemas, con gran agilidad le ganó a Hitsagaya, que a su vez se caía de bruces contra el piso, nuevamente contra una lápida, pero esta vez sin daños mayores. La chica se río, y de buena manera le entregó igualmente la espada. Luego hablo Max, a lo que la chica se puso nerviosa, pero Duncan la miró directamente a los ojos, y con tono serio le dijo;

-Somos demonios, pero no somos lo que crees, pensamos y actuamos como cualquier otra persona. Yo te protegeré, y te enseñaré sobre los poderes que posees, no te preocupes por nada, siempre estaré contigo. -

Dijo, mirándola con ojos brillantes, a la que ella abrió los ojos como platos y sonrió, abrazándolo mientras le agradecía una y otra vez lo que estaba haciendo por ella. Jake por su parte conversó con Max, para darse cuenta finalmente de la realidad, la Guerra Fría entre las razas era quizás más profunda de lo que él pudiera imaginar, o al menos, pensó, que si él fuera un monstruo tampoco le gustaría encontrarse con un Inquisidor. Edmun hizo una seña y les dijo a los Cazadores;

-Nosotros nos retiramos. Agradezco que hayan venido a resolver este asunto tanto como nosotros, y tal como dijo Max, espero que no nos encontremos nuevamente en un combate, esta vez entre nosotros. –

Dijo, con tono serio, tras lo cual su grupo se juntó y se comenzó alejar. Gabriel sonrió y hizo un gesto de despedida con la mano, a lo cual los miró a todos ustedes y les dijo;

-Andando, vayamos a nuestra tienda, ahí descansaremos un poco y terminaremos  de cuidar las heridas de todos, tenemos mucho que hablar. –

Dijo, mientras todos comenzaban a andar para salir del lugar.

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Epilogo

Había pasado cerca de media hora en la oscura noche, y corría un viento helado por el antiguo cementerio, y alguien comenzó a toser. Un brillo rojo envolvió el cuerpo de Skadhi, a la vez que la sangre iba entrando lentamente a su cuerpo, haciendo que su oscuro corazón volviera a latir. Se levantó, observando la escena y los cadáveres, habían perdido, y ella había perdido a su nana que tanto quería. Miró justo para arriba al momento que una sombra descendía sobre ella y la lanzaba el piso. El ángel caído miró la escena y dijo;

-Ah…mi pequeña Rimmon. Te entrené como una de las mejores y moriste tristemente…lamentablemente los fuertes te han hecho caer, y como es parte de la vida…moriste como una débil. –Observo a la chica nuevamente y le dijo- Quién pensaría que tendrías un sacred gear interesante…creo que terminaré el ritual contigo. -

Dijo, y arrastrándola por el pelo hacia dentro del mausoleo, ella comenzó a gritar, pero sus gritos no dejaron mucho tiempo en ser escuchados.

Después de caminar un largo y silencioso rato llegaron al Dojo de Edmun nuevamente. Alexia había ido conversando todo el camino con Duncan, aprendiendo de su nueva ‘’vida’’, mientras los otros iban en silencio, pensativos por lo que había ocurrido, y el gran número de veces que habían estado cerca de morir. Durante el camino Edmun llamó al contacto del clan Vapula, y les afirmaron que alguien iría a comprobarlos.

Al llegar al Dojo descansaron, comieron algo y se terminaron de revisar las heridas. Todos estaban muy cansados, no necesariamente tanto por heridas del cuerpo, pero si por heridas del alma. Como a la media hora después de que llegaran, llegó un policía que ya habían visto. Bradley del clan Vapula, quién después de saludarlos y observar con interés a la chica, y que le contaran como Duncan la había rescatado, comentando ‘’no sé cómo se rodean de gente con sacred gears’’ para finalmente comenzar a hablar;

-Lo han hecho bien. He venido a informarles que probablemente lleguen más demonios a la ciudad para ayudarnos en lo que sucede en ella. Últimamente hemos visto numerosos y extraños asesinatos, por lo que estamos pensando que quizás el grupo que estamos intentando cazar es más grande de lo que parece. Cabe decir que enviarán un asistente para cada clan, con eso quiero decir, el Gusion y el Amduscias. Lo han hecho muy bien esta noche, esas misiones son las que tendrán que hacer como clanes más adelante, por lo que espero que sigan así. Si tienen cualquier duda pueden hacérmela saber ahora. –

Dijo mirándolos a todos, luego de explicarles como se había dado la situación actual.

Gabriel y Erika caminaron abrazados, mientras Sumire ayudaba a Jake quién se encontraba bastante cansado y adolorido por la gran cantidad de heridas que tenían. Caminaron un rato hasta lograr llegar a su tienda, y allí, terminar de hacer todas las curaciones necesarias. Habían sobrevivido a lo que pocos habían hechos, y ahora podían sentirse victoriosos. Gabriel los miró a todos mientras apoyaba su mano en la de Erika, ya sentados detrás de la tienda diciéndoles;

-Bien, debo decirles que ahora pueden ser libres. Hemos aniquilado a quién los cazaba, y ahora pueden estar bien. Han visto lo oscuro del nuevo mundo, y ya saben cómo funciona, ahora bien, ¿Qué planean hacer Jake y Sumire? Ustedes tienen un gran poder, y nada dice que no los buscarán en otro momento. –

Dijo, Gabriel, mirándolos con seriedad. Había que tomar decisiones, todo su mundo había cambiado, ahora quedaba decidir vivir en este nuevo mundo, o intentar ocultarse en la ilusión del antiguo.

Cuanto agradecía que todo hubiera terminado. En retrospectiva, fueron momentos muy difíciles, pero tambien tuvieron algo distinto... me sentí en control de la situación en un momento. -Gabriel, no se si podríamos haber sobrevivido a aquel lugar de no ser por su ayuda- dije eso mirando a Gabriel y Erika.

Por supuesto que no olvidaba los cuidados de Sumire tanto durante la batalla, como después. En la tienda. -Igualmente para ti, Sumire. Creo que te debo un par de vidas- dije mientras le tomaba la mano. -Tengo pensado pagar esa deuda- Miré a Gabriel -Esto no ha terminado, Gabriel. No solo se trata de cuidarnos, ahora se trata de cazar a aquellos que nos cazan a nosotros. Pero para eso...- Concentré mi voluntad en mis manos, buscando que mi Sacred Gear apareciera, pero nada pasó. Así que hice un gesto -Para eso vamos a tener que entrenar mucho mas de ahora en adelante.-

La verdad es que, hasta cierto punto, simpatizaba bastante con Alexia. Para mí todo esto de los ángeles, los demonios, inquisición... vamos, todo, era nuevo. Vale que ya había pasado un tiempito aclimatándome pero estaba muy lejos de considerarlo normal.

Además, una de las formas que tuve que usar para calmarla fue ponerme en su situación, contándole que yo también era nuevo en este mundillo. También ayudaba mucho tener algo de agradable compañía femenina tan interesada por mí...

"Alexia, ¿recuerdas algo de cuando te secuestraron?", le pregunto al fin. Hasta ahora había evitado cualquier pregunta directa sobre el tema, más preocupado e interesado en tranquilizarla y que se sintiera bien, pero había que hacerlas tarde o temprano.

Afortunadamente para todos, pudimos descansar y recuperarnos lo suficiente antes de que uno de los compañeros de Cassidy se pasase por aquí. La verdad es que la noche había estado movidita como poco, por lo que el 'informe' no fue precisamente breve.

"¿Todos tienen que ver con Ángeles Caídos?", le pregunto, evitando decir la palabra 'asesinato'. "¿Y a qué te refieres con 'Asistente, Bradley?", añado con tantas dudas como interés.

De ésto último me habían comentado algo cuando nos conocimos pero no estaba seguro del todo si tenía una cosa que ver con otra.