Partida Rol por web

-¡Jodo!- Keigo, que estaba a lo suyo con el grupo que le había tocado, solo se fija en lo que está pasando cuando Urahara sale de clase con la profesora siniestra amiga de los vampiros. Desde ese momento hacia atrás, su subconsciente se encarga del resto y reconstruye la escena, paso a paso, hasta el tremendo puñetazo del australiano. - ¿Es cosa mía o Ura le acaba de partir la cara a uno de los europeos estos? - Pregunta con una ceja alzada a cualquier que le estuviera prestando atención. No es que no se lo creyera o que la reconstrucción mental no hubiera sido suficiente, es que siempre le había gustado enterarse de todo y escuchar varias veces la misma historia, aunque la hubiera vivido de primera mano.

La profesora Petrova está sumergida en su libro hasta que escucha a Keigo y de rebote ve a Bunzo caerse en el suelo desangrándose... suspira.

- Craciun, acompaña al chico a la enfermería. - dice en el mismo tono de voz que usa para hablar... os mira a todos con los ojos entrecerrados - ¿Ya habéis elegido presidentes? Decídmelo.

Cuando todos lo habéis dicho, la profesora se gira para coger la tiza y apuntarlo en la pizarra:

Cita:

Tose levemente y os vuelve a mirar.

- Bien, ahora escribiréis una redacción hablando de vosotros mismos. Es un trabajo individual, así que en silencio... sin embargo, se valorará el grupo. Podéis empezar.

Andrei Sarbu, del grupo 1, se levanta tranquilamente... y se larga de la clase sin decir nada y con las manos en los bolsillos, dejando su redacción encima de la mesa.

Noa se levantó de la silla, recta. Parecía tensa...tenía una venita palpinante en su sien. Como si por alguna razón estubiese conteniéndose. Tomó aire tensa y miró a la profesora transilvana, intentando hacer uan sonrisa ambale...sin éxito alguno. Un rictus afloraba en su rostro.

Profesora, necesitaría ir al baño un momento... Cuando ésta tras mirarla unos instantes asintió, se apartó de su silla y miró a Reira. No tardo...

Tras esto caminó hacia fuera de la clase, con el cuerpo en tensión.

Justo cuando entran Bunzo y Razva de nuevo al aula, suena el timbre de final de clase... la profesora levanta la mirada de sus apuntes y os mira.

- Bien, las clases han terminado por hoy, tenéis libre hasta la hora de comer que es entre las 13.00 y 14.30, todos coméis aquí en el instituto así que mejor no os perdáis. Antes de salir dejarme aquí todas las redacciones... - mira a los recién llegados - vosotros la tendréis que hacer para mañana, al igual que los otros tres - haciendo referencia a Ura, Gheorghina y Nikolai - que alguien se lo diga.

Coge sus cosas y hace ademán de irse, pero antes se gira.

- A las 15.00 tenéis que estar enfrente de la puerta principal del instituto.

Justo cuando ha acabado de hablar entran la profesora Honda, Urahara y Noa.

Noa entró con aspecto un poco apagado, pero más relajada. Había oído la profesora al entrar en clase, así que se dirigió a su mesa y cogió la redacción, mirando a sus compañeros. ¿A alguien le apetece hacer algo...? De reojo miró a Ura, incómoda por algo. Aun así no duro mucho ya que se acercó a la mesa de la profesora para dejar la redacción y se giró hacia los japoneses para saber su opinion.

Haak escuchaba a la profesora dar instrucciones pero todo pasó a segundo plano cuando volvió Noa. Se levantó y dejó la redacción en la mesa y después se acercó a Noa.

- Estás bien, preciosa? - La pregunta susurrando mientras la coge de la mano con suavidad. Luego desvió un momento la mirada para ver que tal estaba Ura y Bunzo, saludándolos con la cabeza, aunque prestando algo mas de atención al australiano. - Salimos a recorrer el instituto?

Miaka se levanta de golpe, roja como un tomate pero sonriendo de oreja a oreja feliz de la vida... nada le importaba ya, absolutamente nada solo una cosa...

Mira a Keigo y lo coge de la mano tirando de él.

¡¡¡Vamos!!! ¡¡¡Vamos!!! ¡¡¡Corre!!!

Aunque Keigo pesa algo más que la chica... por lo que lo único que consigue es mover su cuerpo como si de una pieza se tratara.

Bunzo entra al aula con los brazos colgándole a los lados. Muestra una expresión de vacío interno, como si le faltara algo. Algo muy importante.
Podría decirse que solo era una mas de las clásicas expresiones de Bunzo.

Le reconforta saber que la clase a terminado y no será necesario volver al grupo a intentar hacer sociales con gente que no conoce.

Oyó la propuesta/pregunta de Noa, se moría de ganas de salir a descubrir Transilvania. A fin de cuentas, hacía ya 3 días que estaban ahí, y solo habían visto los sofocantes muros del instituto. Pero, a su vez, comprendía que alguien normal no se desesperaría por conocer un ciudad antigua y aburrida; alguien normal intentaría socializar con sus compañeros, no salir a cazar vampiros; alguien normal saldría a recorrer y no a "investigar"; alguien normal no andaría descalzo con este frío...
...Alguien normal... ¿alguien normal? ¿realmente quisiera convertirme en alguien normal? O sea, ¿qué clase de ventajas tendría convirtiéndome al "normalismo"? La gente normal no vuela, no lanza rayos por los ojos, ni siquiera mueve objetos con la mente...
Bunzo autocrítico(*)- Pero si son propensos a conseguir pareja y ser aceptados socialmente.
Bunzo a secas(**)- Maldición! Otro sermón sobre los beneficios de la normalidad. Odio estos diálogos internos.
Ba- Búrlate todo lo que quieras, pero luego no te quejes.
B- Yo no me quejo.
Ba- ¿Qué!? Te la pasas quejándote de que las chicas no te quieren, que las personas no te aceptan. ¿Porque crees que sea?¿¡Por tu cabello!?
B-Hey!, no te metas con lo clásico... aunque... talvez sea por eso.
Ba- ¡NO! Es porque eres raro. Sino mira a tu alrededor, tus compañeros. ¿¡Crees que alguno de ellos estaría en pareja si fuera raro!? ¡NO! Si están en pareja es porque saben comportarse dentro de los parámetros de un mundo real, porque son reales. Míralos!
B- ... ... ... Perdón, pero ¿por normal te refieres al australiano cabrón homosexual, o al finlandés parado junto al vikingo ancestral(#)?
Ba- ... ... ...
B- Touché! ¡He logrado dejarte sin palabras!
Ba- Eso jamas! Aún puedo criticar tus calcetines...
B- ¡Vete al diablo! Te la pasas promocionando la vida "normal" como si fuera una panacea y solo son placebos. Llevo una vida plana.Digo, plena. Rodeado de buenas personas, buen cine, grandes escritores y monstruos fenomenales; en una era, seguramente, cercana a las invasiones extraterrestres, a los colapsos en el sistema capitalista, una era elegida por muchas antiguas civilizaciones como límite para la destrucción total del mundo como lo conocemos, una era de crisis y caos, un mundo perfec...
Ba- ¡Detente! ¡Espera! ¡Basta!
B-¡NO! Tú detente! Tú espera! Tú basta!... Has logrado desatar mi ira. Durante años limitaste mis acciones, mis pensamientos, mi forma de actuar. Me convenciste de cosas absurdas, de abandonar mis principios, olvidé casi por completo a aquellos a los que consideraste irreales, dejé de lado mis gustos que considerabas "ridículos". Pero esto se acabó. Debí hacer caso a las palabras de mi abuelo, y desprenderme de ti hace rato, y ahora por fin me he decidido. Abandona mi ser, no quiero volver a sentir el mas mínimo sentimiento de autocrítica. Estas desterrado de mí.
...
...
...
¿Funcionó?

Mira a sus compañeros de reojo. De seguro ellos sabrán acompañar al nuevo y libre Bunzo Kuroda.

- ¡VAAAAAMOOOOOOOS! - Keigo se levanta un segundo mas tarde que Miaka porque aún estaba añadiendo un par de frases a su redacción. De hecho... se había pasado tanto tiempo entretenido en otras cosas que apenas había escrito nada. Lo que debería haber sido una larga redacción se había quedado en una muy cortita y sintetizada en la que podían leerse varias veces los nombres de sus amigos y otras muchas veces mas el de Miaka.

Se echa la mochila al hombro, coge con el mismo gesto la de Miaka, que también se echa sobre el hombro y lleva en un suspiro las dos redacciones, la suya y la de la chica, a la mesa de la profesora. Y como si fuera un huracán mas que un adolescente, agarra a Miaka de la cintura, la levanta en volandas, y sale disparado hacia la puerta de la clase con una sonrisa tan grande que se le veían hasta las muelas.
- ¡¡EL PUEBLO NOS ESPERA!! ¡¡SEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEH!!.

Miaka y Keigo desaparecen como si de un huracán se tratara, dejando incluso una nube de polvo detrás de ellos...

Por otro lado, Hana mira a Noa y se encoge de hombros.

Hay un montón de sitios que visitar aquí... si os apetece podemos ir a visitras tiendas al paseo de aquí al lado, lo llenan de paraditas y demás tonterías.

El día anterior ya habíais visitado este sitio, pero no era difícil ver que al ser domingo había muchas menos tiendas de las que deben haber hoy, que es lunes.

Natasha termina la redacción, y levanta la vista del papel. Observa como los alumnos van volviendo al aula. Se mantiene en silencio, observando a cada uno de ellos según van entrando. Con el bolígrafo empieza a jugar, dando suaves y repetitivos golpecitos en la mesa, sin darse cuenta de que puede llegar a ser molesto. Poco a poco sus compañeros empiezan a abandonar la clase. Con un suspiro se levanta del asiento y guardando la libreta y el bolígrafo se cuelga la mochila del hombro. Se acerca hacia la mesa de la profesora dejando su redacción. Por un momento cruzan la mirada y Natasha la retira rápidamente, esta profesora tiene algo que le pone los pelos de punta. Ummhh... Ahora hay bastante tiempo libre... Le comentaré a Hana si quiere dar un paseo. Se gira con intención de abordar a su nueva compañera, con la que ha tenido quizás algo más de trato. Y en ese momento se percata de como se ofrece con los nuevos de ir a mirar tiendas. Sin llegar a abrir la boca, Natasha vuelve a dar media vuelta, y abandona el aula, silenciosamente sin llamar demasiado la atención.

Urahara volvía con el rostro absolútamente sosegado después de estar en el baño con ella... Hacía mucho que no se calmaba tanto con una mujer, y no pudo evitar recordar a Mori. Sabía que lo que había hecho podía levantarle un terrible dolor de cabeza (si no una depresión) a Ren, pero aquello no le sacaba de su estado de calma, aunque sí que pensaba en las últimas palabras que le habían dedicado... Tenía que hablar con Haakon, quien después de todo era su amigo, pero debía elegir las palabras con cuidado... Quién sabe cuándo puede uno recibir una hostia invisible de esas que flotan en torno al finlandés.

En fin, lo que no te mata... Es una mierda y no merece la pena.

El australiano "homosexual cabrón" se había quedado nuevo después de zurrarle a Nikolai y entregarse a ciertas sensaciones que creía extintas...

Mirando a Noa primero ante la pregunta y a Haakon después, devolvió la vista hacia la otra angloparlante del colectivo, mirándola a los ojos.

Estás muy equivocada con lo que sientes...

Sonrió entonces, mirando a Ren.

- ¿Nos damos una vuelta con Haakon y Noa? ¿Os parece? -le preguntó a la parejita.

Dan se levanta con pesadez y deja la redacción encima de la mesa. Luego se acerca al grupo de gente. No le apetecía ir de parejitas por el pueblo, pero algo tendría que hacer... Se le ocurría ir a entrenar, pero ya lo había hecho esa mañana y lo volvería a hacer por la tarde y tampoco tenía a nadie con quién hacerlo.

Yo también puedo hacerlos de guía turístico. Dice simpático y guiñando un ojo a las chicas de la sala, sin ser para nada creído.

Ren estaba terminando de firmar la redacción. Parecía que finalmente le había cogido el tranquillo y había conseguido escribir algo decente en el límite del tiempo. - Claro - Dijo mirando un momento a Ura antes de levantarse corriendo a entregar el trabajo. Se reunió con sus compañeros nipones, a los que parecían sumarse alguno de los europeos. Prometía el plan.

Se colocó a un lado del australiano, preguntándole con una vocecita preocupada - ¿Qué te ha dicho Honda? - Aunque la redacción había conseguido distraerle un poco seguía preocupado por si la profesora habría sido dura.

Ante toda la trascendencia que parecía envolver a Ura... Haak sólo podía reaccionar de un modo.

- Eyn? Ah! Claro - Baja un poco la voz para que no se oiga mucho mas allá del grupito. - Que tienes que contarme muchas cosas. - Dice a Ura y luego vuelve a recuperar un tono de voz normal. - ... - Comenzaba a responder a Dan cuando hace el gesto con el ojo.

Es curioso, debe de ser una degeneración ocular con una variante regional muy acusada porque TODOS la tienen por aquí... Claro, que ello genera la apropiada propagación de anti-cuerpos finlandeses.

QUE TE PEGO LECHEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!

Por suerte para la infección ocular-cerebral rumana, hay mucha gente entre medias y aunque las bajas podrían ser algo secundario y fruto de la situación, la inyección de Hostiónfacial 600 mg queda pospuesta.

Porqué siempre hay gente así alrededor!!?? Agh! La próxima... Ajá! Ya se como dejarle dado el primer y único aviso al chulo-mierda-chungo-de-palo-rumano este que se cree cualquier cosa.

Finalmente Haak se echa un paso a un lado, como si se girase para ver bien al resto de gente y deja ver su mano entrelazada con la de Noa. Logra un disimulo mas que aceptable.

Por desgracia para Haak... Escucha como un cuchillo hace una leve muesca en un madero bastante antiguo y una voz clara y grave masculla para sí.

- Y van 37. No te entiendo, nieto. A tu edad ya había matado a mas de 80 personas, sin contar daneses. Y tú no solo no llevas ninguna muerte sino que además se te han escapado 37, contando el chaval este... No te entiendo. Es que ni un danés!!! Jodidos daneses que suerte que tenéis que no esté yo por allí de nuevo... - Y el Ancestro se pierde en sus batallas legendarias.

Reira levanta la mirada de su redacción justo en el momento en que Miaka sale corriendo de clase con Keigo. No puede más que sonreír, alegrándose por su amiga. También observa la cercanía de Ura y Ren, y como el primero ofrece al segundo dar una vuela con Noa y Haak, otra de las parejitas del grupo. Vuelve a sonreir una vez más... hacía tiempo había dejado de intentar entender el comportamiento de Ura... y había empezado a confiar en Ren y su capacidad para encontrar él mismo su felicidad. Así que esta vez tampoco iba a meterse entre ambos. Sobretodo ahora que Ren parecía más tranquilo aunque preocupado.

No podía hacer nada por la felicidad de aquellos más cercanos a ella. Pero seguiría allí cuando la necesitaran, porque siempre iba a estar allí. Sonríe a ambas parejas y se levanta para caminar con calma y elegancia hacia la mesa de la profesora, dejando la redacción sobre las demás y tomándolas todas para ordenarlas con un par de golpes en la mesa. Con la misma calma, vuelve a su pupitre para recoger sus cosas y se queda junto a los demás.

Echaría mucho de menos la sala de música durante su estancia.

Si no os importa... me gustaría acompañaros.

Pronuncia con voz delicada y suave y con una sonrisa en los labios.

Gin termina de escribir y se inclina sobre Tooru colocando un brazo sobre el respaldo de su silla para ver si ha terminado... y cotillear lo que ha escrito en la redacción ya de paso.

Luego acerca sus labios al oído de la pelirroja y susurra algo... que nadie más llega a oír, pero os podéis hacer una idea de lo que es después de ver la sonrisa de picardía que viste el peliplatino* y como no mira a nadie más que su novia. Su novia... todavía algunos no os podéis llegar a creer que haya conseguido una relación estable...