Partida Rol por web

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Las palabras de Astrid agradaron a Galbart y sonrió complacido, él deseaba que su mujer fuera fuerte y con carácter, sabiendo que las hijas tenían tales aptitudes, podían ser excelentes candidatas a ser la esposa del Señor de Bosquespeso aunque eso no dependía de él y un pequeño sentimiendo germinaba en su interior. Empezaba a sentirse como un ganadero pujando por las mejores reses, las hijas Vaelys y sensaciones encontradas chocaban en esa celebración, podría encontrar una esposa, pero ¿a que precio? ¿a la desdicha de la fémina? ¿Galbart se dejaría guiar por el corazón o por la necesidad de descendencia?. Apartó tales pensamientos y atendió a Astrid.

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Galbart asintió a sus palabras y visto su interés, fuera o no real, le permitía darse un poco más a conocer.

-El culto de los Antiguos Dioses dista mucho de la Fe de los Siete Lady Astrid, su relación con la vida y la naturaleza es muy estrecha. Se dice que los Antiguos Dioses viven en los árboles y toda alma humana, al morir, va a reunirse con ellos siendo uno con la naturaleza y la tierra-se detuvo un momento y recordó el rostro del árbol corazón que vió antes de partir-Los árboles corazón son venerados por mucha gente con gran ferbor aún hoy día, las oraciones e incluso casamientos se realizan delante de ellos. Pero no con unos textos sagrados o evangelización alguna, sino como un legado, una tradición que pasa de generación en generación.-

Ser Tyler : Pues sí, pero si no os importa me reservaré de cual se trata para mí. Si llegado el momento las cosas surgen todo será desvelado. Y si no, al menos mi corazón no estará tan herido ni avergonzado como para no poder mirarle a los ojos nunca más -

Lenia hizo una mueca de "fastidio" porque ahora sentía curiosidad por saber de que hermana podía tratarse, entrecerró los ojos como si quisiera analizar las distintas posibilidades y una sonrisa divertida se formó en sus labios - Oh claro, no tenéis que desvelar las cartas tan pronto, en eso se basa la mayor parte de las estrategias, en tener secretos y saber cuando dejar de ocultarnos - Lenia ladeo la cabeza con cara de inocente, adoraba cuando su padre le hablaba sobre estrategias, que luego ella trataba de aplicar a su vida real.

- De todos modos, si vos, Ser Tyler, esta noche declaráis vuestro amor por alguna de las hijas del Lord ... dudo que os rechacen - dejo caer.

Ser Tyler : -He estado en ambas situaciones. Cuándo mi hermano mayor vivía yo disponía de alguna libertad más. Cuándo él cayó en la guerra... bueno, entonces además de la tristeza mi vida dio un giro, pues pasé a ser el heredero. Es cierto que  se tienen más responsabilidades, más deberes a diario. Sin embargo, siempre hay algún momento para evadirse, y si me lo permites, siempre hay que escuchar al corazón y a la razón. Normalmente las respuestas acertadas se obtienen cuando se consulta a las dos partes -

- Vuestro hermano era un hombre encantador - aseguró Lenia - Mi hermana estaba enamorada de el - miró a Astrid hablando con Ser Galbart - Fue un golpe duro y posiblemente es a la que más le cueste hoy la situación de estar rodeada de futuros maridos, si es ella vuestra carta ganadora - insinuó Lenia - Paciencia, os parecéis a vuestro hermano, creo que los Risefeller tenéis una genética parecida - sonrió mirando a Bernard, que en realidad no se parecía mucho a Tyler, pero ambos eran apuestos. 

-El amor es libertad. Cuando dos personas se aman no importa lo que dicte el mundo, en su intimidad, en sus momentos, pueden hacer lo que realmente les llene sin miedo alguno a juicios. Parte del encanto de cada persona es ese, que podemos sorprendernos. Como en todo lo que está vivo lo ideal es descubrir cosas a diario el uno del otro y compartirlas. Si un esposo no comparte ninguna afición con su esposa ¿Acaso no les faltará algo sólido para que su amor de fruto? Por mi parte no veo problema en estas cosas. Cada una tenéis vuestro carácter, y cada una vuestras aficiones. Como yo y mi hermano. Y sin embargo, también tenemos muchas cosas en común.

- Habláis de amor, como se hablan en los libros, como algo bonito más que algo político, creo que por inercia las mujeres pensamos en el amor como algo "bonito" porque es lo que leemos y crecemos con la idea de encontrar un caballero que nos cuide, nos mime y nos haga vivir una vida de enseño - Lenia suspiró y miró a la lejanía.

Ser Tyler : Tened por seguro, Lady Lenia, que aquel que se convierta en vuestro compañero de travesuras será un hombre afortunado.-

Lenia alzó una ceja y miró a Ser Tyler - Oh, creerme que puede parecer eso pero no será así - rió divertida - Mi madre siempre dice que a pesar de ser tranquila, soy como ...un río, escucharlo da paz, beber de el quita la sed, a veces puede ser una bendición ... pero soy brava y ciertamente algo salvaje, está mal que lo diga porque quizás debería hacer como Alyra y mostrar que soy la mejor opción, pero me gusta ser como soy - se encogió de hombros - Si algún hombre esta noche decide que yo puedo ser parte de su vida, debe tener claro que va a tener que tener paciencia - sonrió con dulzura e inocencia.

Ser Benard -Lo cierto es que me gustaría conocer a todas las hijas un poco más. Para responder a vuestra pregunta, me gusta la acción. Quiero una vida entretenida y por ello me imagino con una mujer con carácter. Alguien que en lugar de poner la otra mejilla, devuelva la bofetada con más fuerza. Y si es capaz de hacerme reír, sería de ensueño- Sonrió. -Qué opináis?

Lenia sonrió ante la respuesta de Ser Bernard - Oh entonces no tendrás problemas con cualquiera de nosotras, somos chicas de caracter, Mira es la más pequeña y puede parecer la más tranquila pero promete - dijo Lenia soltando una pequeña carcajada - Alyra ... bueno, ella siempre está de mal humor, es sarcástica y sin duda eso a algunos hombres les parece interesante - se encogió de hombros - Tabitha es ... la mejor de mis hermanas, sin duda - se notó sin ningún tipo de miramiento que Lenia quería a Tabitha más que a ninguna de sus otras hermanas - Es divertida, apasionada y llena de energía, ella no dudaría en devolver una bofetada - dijo con los ojos brillantes. 

- Astrid ... - miro a su hermana - Es otro cantar - murmuró.

- El que elija a Tabitha si que tendrá suerte de verdad - suspiró con cariño - Pero me dará pena separarme de ella - bajó la mirada.

Lenia, que iba hablando unos pasos por delante con Ser Tyler y Bernard, se giró un segundo para mirar a su hermana Astrid y Ser Galbart.

Ser Galbart : Sin duda os gustaría Lady Lenia, los bosques del Lobo que rodean Bosquespeso son magníficos poseen una belleza casi sobrenatural, allí todavía sobreviven los árboles arcianos. Si os gusta la naturaleza supongo que conoceréis la historia de sus rostros tallados y la relación con los Dioses verdad?-

- Algo escuché, pero diría que nunca he visto un árbol con rostro - musitó pensativa. Escuchó la conversación con disimulo mientras seguía su camino camino unos pasos por delante con los hermanos Risefeller.

- De todos modos, si vos, Ser Tyler, esta noche declaráis vuestro amor por alguna de las hijas del Lord ... dudo que os rechacen -

Sonrió ante el comentario. Lenia le atribuía más virtudes de las que él disponía, personalmente Tyler dudaba de poseer tanto encanto. 

 - Vuestro hermano era un hombre encantador - aseguró Lenia - Mi hermana estaba enamorada de el - miró a Astrid hablando con Ser Galbart - Fue un golpe duro y posiblemente es a la que más le cueste hoy la situación de estar rodeada de futuros maridos, si es ella vuestra carta ganadora - insinuó Lenia - Paciencia, os parecéis a vuestro hermano, creo que los Risefeller tenéis una genética parecida - sonrió mirando a Bernard, que en realidad no se parecía mucho a Tyler, pero ambos eran apuestos.  

-Fue un duro golpe para todos. Él también estaba perdidamente enamorado de Astrid. Hubiesen sido una pareja gloriosa- Comentó sin poder evitar cierta nostalgia y pesar en sus palabras. Recordar a Richard siempre le producía un sabor agridulce en el corazón. 

 - Habláis de amor, como se hablan en los libros, como algo bonito más que algo político, creo que por inercia las mujeres pensamos en el amor como algo "bonito" porque es lo que leemos y crecemos con la idea de encontrar un caballero que nos cuide, nos mime y nos haga vivir una vida de enseño - 

 Una sonrisa volvió a dibujarse en su rostro.

-Es al contrario querida Lenia. Los libros hablan del amor, tratan de reflejar lo que es y describirlo para que todos puedan atisbar un poco de lo que significa. Por desgracia muchos no lo encuentran, por eso tiende a confundirse con asuntos políticos, pero la política es conveniencia no amor. El amor es sublime, y quien lo alcanza es verdaderamente afortunado-

- Si algún hombre esta noche decide que yo puedo ser parte de su vida, debe tener claro que va a tener que tener paciencia - sonrió con dulzura e inocencia.

A Tyler se le escapó de forma espontánea una fresca carcajada. 

- Creedme, también a vos os tocará tener paciencia. Los hombres somos simples, pero testarudos. No me importaría tener toda la paciencia del mundo, siempre y cuando se aceptasen también mis defectos-

Cuando hablaron sobre qué hija escogería Bernard o cual haría buena pareja con él, le pareció muy muy divertido, no podía dejar de sonreir ámpliamente, mirando de vez en cuando a su hermano. Le costaba imaginarlo en plan romántico, desde luego verle enamorado debía ser una gran cosa.

Caminaban por el jardín tranquilamente, hablando entre ellos al parecer confidencias. De vez en cuando observaba como iban Astrid y Galbart. Esperaba que el norteño fuese un caballero.

Astrid parecía satisfecha. Había hecho que el hombre se mostrara interesado por todas las hermanas Vaelys, además de hablar sin preocupación de un tema que podía dominar. Así no se sentiría tan incómodo y le ayudaría a relajarse antes.

Pero no con unos textos sagrados o evangelización alguna, sino como un legado, una tradición que pasa de generación en generación.-

Un legado... ¿A qué se refiere? No se si se refiere a algo físico, como puede ser un collar, un anillo o una espada, o es algo más espiritual.

- Algo escuché, pero diría que nunca he visto un árbol con rostro -

-Es algo casí sobrenatural Lady Lenia-dijo Galbart mirándola ya un poco adelantada, con una ligera sonrisa-tallados con gran detalle por los Hijos del Bosque, no diría que son bellos, pues la propia naturaleza de su madera les confiere cierto aire fantasmal, para la gente no acostumbrada, puede llegar a asustarles, pero también parecen árboles vivos, a los que vos podéis hablar y ellos podrían responder-.

Un legado... ¿A qué se refiere? No se si se refiere a algo físico, como puede ser un collar, un anillo o una espada, o es algo más espiritual.

Galbart siguió la conversación con Astrid, animado y alegre de compartir parte de su historia antigua norteña, al parecer allí poco conocida, quizás hablando más sobre las gentes del Norte, se darían cuenta de que no sólo el aspecto externo importa sino que puede engañar y mucho.

Es algo espiritual Lady Astrid,  no carece en absoluto de devoción, la Fe de los Antiguos Dioses, no sólo es dirigir plegarias a los espíritus de los árboles corazón, ni presentar nuestros respetos o ruegos hacia ellos. A todo ello van unidas unas costumbres profundamente arraigadas en nuestra vida cotidiana.

Así que al igual que los Antiguos Dioses siguen siendo venerados por las nuevas generaciones, también son transmitidas esas costumbres, por ejemplo, castigamos con dureza el esclavismo y por contra, existe nuestra Ley de la Hospitalidad por la cual, toda persona que reciba cobijo, independientemente de su nivel social, el anfitrión lo tendrá bajo su total protección.-Galbart se detuvo un instante y prosiguió-pero perdonadme si hablo demasiado, no quiero aburriros.-respondió con cortesía.

Ser Tyler : -Fue un duro golpe para todos. Él también estaba perdidamente enamorado de Astrid. Hubiesen sido una pareja gloriosa-

Lenia asintió - Así es ... envidio a mi hermana por haber experimentado algo tan maravilloso y lamento que terminara de ese modo, ojalá yo algún día pueda mirar a alguien del modo en que ella miraba a vuestro hermano - dijo Lenia clavando sus ojos gris oscuro en los de Ser Tyler. 

Ser Tyler : -Es al contrario querida Lenia. Los libros hablan del amor, tratan de reflejar lo que es y describirlo para que todos puedan atisbar un poco de lo que significa. Por desgracia muchos no lo encuentran, por eso tiende a confundirse con asuntos políticos, pero la política es conveniencia no amor. El amor es sublime, y quien lo alcanza es verdaderamente afortunado-

- Sin duda opino como vos, el amor debe de ser una experiencia maravillosa, aunque yo poco se de ello aún ... algún caballero hay que me acelera el corazón - dijo con sutileza haciendo una ligera caida de ojos y mostrando una sonrisa tímida - Pero el amor es algo que se forja ... aunque el enamoramiento en si, es algo extraordinario - alzó la mirada levemente para volver a mirarle a los ojos y soltando un pequeño suspiro mirar al frente. 

Tyler le resultaba atractivo, ¿a quien no? tenía el mentón mas bonito que ella había visto jamás y una voz ..., notó como sus mejillas se ruborizaban y carraspeando, tragó saliva y trató de mantener la compostura.

Ser Tyler : - Creedme, también a vos os tocará tener paciencia. Los hombres somos simples, pero testarudos. No me importaría tener toda la paciencia del mundo, siempre y cuando se aceptasen también mis defectos-

 - Soy posiblemente la hermana con mas paciencia - aseguró - Oh Ser Tyler no tenéis tales defectos, a no ser que el exceso de encanto se considere uno - volvió a clavar sus ojos en los del caballero durante apenas unos segundos y a desviar la mirada nuevamente.

Ser Bernard estaba callado, bastante callado.

Lenia apartó la mirada de Ser Tyler para mirar a Ser Galbart que iba hablando con su hermana delante.

-Es algo casí sobrenatural Lady Lenia-dijo Galbart mirándola ya un poco adelantada, con una ligera sonrisa-tallados con gran detalle por los Hijos del Bosque, no diría que son bellos, pues la propia naturaleza de su madera les confiere cierto aire fantasmal, para la gente no acostumbrada, puede llegar a asustarles, pero también parecen árboles vivos, a los que vos podéis hablar y ellos podrían responder-.

- Ahora sin duda me encantaría poder verlo - afirmó la muchacha - Los árboles son casi mágicos ... árboles con rostros debe ser una combinación maravillosa, aunque no me gustaría verla sola y de noche - sonrió - Pero quizás al atardecer en buena compañía debería ser una experiencia digna de recordar ... ¿escuchan y responden? eso si me pone mas nerviosa - hizo una mueca de ligero susto - Entonces mejor al medio día, no me gustaría tener la sensación de hablar con los árboles antes de dormir, pues eso podría causarme pesadillas - dijo con una sonrisa divertida. 

- ¿Vos habéis hablado con ellos Ser Galbart? - quiso saber la muchacha

Era vierto que la mayoría de hermanas podría tener su carácter. Pensó en todas ellas y en sus posibilidades. -No dudo que sois todas prometedoras y con carácter. No puedo esperar a la fiesta.- De veras tenía ganas de que llegase el momento. No tenía​ ninguna duda de que habría acción. Quería ver como reaccionaban todos a situaciones adversas.

Ser Bernard estaba bastante callado ante la conversación de Tyler y Lenia. Hablaban mucho de amor. A él le gustaban más otro tipo de conversaciones. Batallas, bromas e historias habrían sido temas más cómodos para él. Se dedicó a mirar los jardines mientras tanto.

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Galbart sonrió divertido ante las palabras de Lenia, no de ella, por su lógica ignorancia sino para transmitirla tranquilidad.

-Oh, en absoluto debéis temerlos Lady Lenia son totalmente inofensivos, mucha razón hay en vuestras palabras, en un plácido atardecer de verano con los rayos de Sol atravesando sus copas rojas ofrecen un espectáculo visual único e inimitable y un paseo entre esa belleza con buena compañía es mucho más hermoso-dijo sonriendo, recordando con auténtico afecto el bosque lleno de Arcianos.

-No os preocupéis, no hablan, Lady Lenia, simplemente escuchan tus plegarias, tus peticiones, aceptan tus ofrendas y son testigos de grandes verdades y eventos. De hecho, los matrimonios se ofician ante ellos como forma de respeto y creencia de que jamás se puede mentir delante de un Arciano, de ahí que las parejas que realmente se quieren confiesan su verdadero amor ante ellos..-

Ser Bernard -No dudo que sois todas prometedoras y con carácter. No puedo esperar a la fiesta.-

Lenia sonrió y pensó que Ser Bernard era muy correcto, ¿quizás algo tímido? ideal para Tabitha ... no dejaba de pensar que era ideal para su hermana y se le ocurría que quizás ... pudiera hacer de casamentera. - Sin duda, cada una tenemos algo único, ¿os gustan las historias de aventuras Ser Bernard? - preguntó con cierta inocencia aunque ella sabía el porqué, dependiendo de la respuesta del caballero, empezaría a tejer su plan.

Ser Galbart -Oh, en absoluto debéis temerlos Lady Lenia son totalmente inofensivos, mucha razón hay en vuestras palabras, en un plácido atardecer de verano con los rayos de Sol atravesando sus copas rojas ofrecen un espectáculo visual único e inimitable y un paseo entre esa belleza con buena compañía es mucho más hermoso

- Si vos decís que no debo temerlos, no lo haré - dijo la muchacha con amabilidad - Pero puede que si algún día los veo, me impresione, intentaré recordar que no son peligrosos y que poseen cierta belleza - Lenia observó y analizó a Ser Galbart. Al principio le había parecido un hombre rudo e intimidante, pero se estaba esforzando por ser agradable, si bien era cierto que tenía algo "salvaje", era bastante correcto.

Ser Galbart -No os preocupéis, no hablan, Lady Lenia, simplemente escuchan tus plegarias, tus peticiones, aceptan tus ofrendas y son testigos de grandes verdades y eventos. De hecho, los matrimonios se ofician ante ellos como forma de respeto y creencia de que jamás se puede mentir delante de un Arciano, de ahí que las parejas que realmente se quieren confiesan su verdadero amor ante ellos..-

- Oh, entonces, ¿son como confidentes naturales? - se interesó. Lenia sonrió cuando Ser Galbart habló sobre los matrimonios, le pareció algo romántico y ella, era una romántica de las grandes. Por un instante su imaginación voló, se vio vestida de novia, con un precioso vestido, en un enorme jardín lleno de flores hermosas, caminando hacia su futuro marido al que no veía el rostro aún ... y bajó la mirada sonrojada al pensar en que quizás, ese momento estaba más cerca de lo que había pensado. 

- Ser Galbart - Lenia sabía que era casi seguro que se llevara una reprimenda de Astrid, que era bastante más correcta que ella, pero Lenia era impulsiva y pocas veces podía callarse las cosas, por eso prefería a Tabitha, porque alentaba esa impulsividad - Si a lo largo de su estancia en esta fortaleza, encontrara a una dama con la que querer casarse ... ¿le gustaría jurar su amor ante esos árboles? - pudiera ser que su pregunta fuera estúpida, pero no lo era para Lenia, si Ser Galbart le decía que si, una de dos, o mentía muy bien y quería hacer creer que se iba a enamorar de verdad, o en el fondo esperaba enamorarse de verdad de alguna de sus hermanas ... si decía que no, sabía que posiblemente el hombre fuera sincero, pues el amor de verdad no surge en una noche.

Lenia miró a Ser Tyler - ¿vos habéis oido hablar de los árboles con rostro Ser Tyler? - quiso saber Lenia.

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-Sin duda os impresionarían Lady Lenia, pero para bien, mis palabras no hacen absoluta justicia a lo que realmente uno siente cuando está ante ellos, por su puesto tanto vos como todos los presentes seréis bienvenidos en Bosquespeso y yo mismo os acompañaría-dijo mirándolos a todos alternativamente.

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Galbart volvió a centrar su atención en Lenia, le sorprendía que una muchacha como ella tuviese tal inquietud en saber más sobre los árboles corazón, su impetuosa curiosidad y querer saber más le recordaba a él mismo cuando era joven y eso le gustó.-En cierto modo así es, en efecto, los espíritus de los Antiguos Dioses moran en su interior y son testigos de todo lo que ante ellos acontece al igual que lo que vos les queráis confesar, eso sí tienen la gran ventaja de que jamás delatarán vuestros más intimos secretos-dijo con una pequeña risa ahogada, desconocía si la chanza caería en gracia ante los presentes, pero así era él.

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La pregunta de Lenia consiguió que Galbart la mirase con gran sorpresa, era directa y no se andaba con rodeos, observó un momento el horizonte del verde y colorido jardín para luego recuperar el contacto con Lenia-Mirad Lady Lenia, mi objetivo de estar aquí es precisamente ese, no busco una mujer que sólo me dé descendencia para perpeturar mi sangre, busco a una dama que me ame, como yo la amaré a ella y compartir el resto de mis días a su lado. Os voy a ser muy sincero ¿que yo encuentre aquí a una dama con la que quiera casarme? es posible y es mi deseo, pero ella también debe de querer casarse conmigo, jamás os obligaría a ninguna a venir conmigo por mi propio interés, si he de volver sólo a Bosquespeso, así lo haré.-Se mantuvo firme y en silencio durante unos sengundos dejando poso en sus palabras, posiblemente estaba siendo impulsivo y demasiado directo, lo ignoraba y descubrió que tampoco le importaba en exceso.

-El amor sin duda es caprichoso y no atiende a razones, enamorarse en tan poco tiempo es una tarea casi imposible y más aún aquí-miró disimuladamente a los hermanos-sólo podemos confiar en nuestros instintos y que la elección sea la correcta y en respuesta a vuestra pregunta Lady Lenia, cuando yo encuentre el amor verdadero, ése es mi deseo, llevar a la dama antes el Árbol Corazón y confensarlo ante él-

Caminaba tranquilo, con las manos a la espalda, escuchando y observando.

Galbart había llegado irrumpiendo en el comedor, impaciente, suponía que por conocer a la familia Vaelys y sobretodo a sus hijas. Ese había sido un punto en contra en opinión de Tyler. Sin embargo las damas habían reaccionado invitándole a la mesa, un modo acertado de solucionar el problema de aquella intromisión inesperada. De ese modo habían demostrado ser buenos anfitriones y evitado perder a uno de los invitados ganando, seguramente, una enemistad en el norte. Sin embargo algunos Vaelys, entre ellos Rhys, habían optado por una descarada repulsión hacia aquel hombre. Habría sido mejor invitarle directamente a pasear, de este modo se hubiesen ahorrado aquel momento tan desagradable. Por otro lado, pese al ímpetu en su llegada, Galbart había mantenido las formas aún cuando otros dejaron de lado la cordialidad, punto a favor de Galbart, equilibrando así la balanza.

Tyler le observaba, siempre sonriente y amistoso. No conocía a aquel hombre, y llegado este punto no sabía qué pensar. Y ahí estaba, paseando tan formal, hablando de tierras lejanas y una cultura que hacía soñar a las damas con fantasías claramente idealizadas. Y Tyler no podía evitar preguntarse ¿Qué hace aquí realmente? Era obvio que no era amigo de Lord Rhys ni de la familia. Al parecer siquiera se conocían ni tenían conocimiento de su existencia hasta que apareció. ¿Cómo era entonces que estaba en la fortaleza dispuesto para la fiesta? ¿Acaso Lord y Lady Vaelys había enviado cuervos a discreción sin pensar a quien llegarían? ¿Mejor cantidad que calidad? Dudaba de que así fuese, de otro modo, si era eso ¿Tan desesperados estaban por casar a sus jóvenes hijas? Algo no era lo que parecía. ¿Acaso era Galbart un invitado non grato? Ya lo descubriría, aunque inesperado no significaba forzosamente inoportuno.

Sonrió a Lenia, que le hizo salir de sus divagaciones con una pregunta.

- He oído hablar. Sin embargo, a pesar de que he viajado alguna vez al norte, jamás he visto ninguno. Por lo que tengo entendido ya solo se encuentran en el norte, pero aún allí no son muy abundantes. Quizás Ser Galbart tendría a bien mostrarnos a todos uno de aquellos árboles mágicos- dijo sonriente mientras volvía su mirada de Lenia para el caballero.

-Y dígame Ser Galbart. ¿Dónde exactamente se sitúan sus tierras?-
En la pregunta de Tyler había varias respuestas que esperaba recibir, por un lado en que tierras dominaba la familia del norteño, el nivel de importancia de su casa y, a ser posible, si Galbart era el señor, el heredero o ninguno de los dos.

Cuando Galbart les invitó a todos a sus tierras Tyler sonrió. Quizás algún día, nunca se sabía.

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Ser Tyler intervino en la conversación, amistosa y educadamente, comparado con la hostilidad que encontró en el castillo por parte de casi todos, ahora Galbart se sentía más aliviado y cómodo en esa compañia cordial.

-Así es, Ser Tyler el Norte es el último reducto de los Arcianos, antiguamente crecían silvestres practicamente en cualquier terreno, pero fueron talados o quemados, salvo algunos que ahora sobrevivan en tierras nobles, son muy apreciados aunque ya queden pocos-dijo con cierto tono de tristeza, los árboles corazón son una marca de identidad de su pueblo, son parte de su cultura y la base de su religión, y aún así estaban casi extintos.-

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Galbart miró a Tyler, estaba claro que quería saber su procedencia y estatus, no invitaban a cualquiera a una celebración como ésta y obviamente le extrañaría sobremanera, ver a un norteño cubierto de pieles en el castillo Vaelis.

[B]-Mi hogar, Bosquespeso es una de las casas nobles del Norte, se encuentra en lo más profundo del Bosque de los Lobos, al norte de la Punta de Dragón Marino en Poniente. Y yo soy el Señor de Bosquespeso-dijo con una tenue sonrisa de orgullo y agradecida por su interés.

Poco a poco, los pasos se habían ido acomodando y volvían a ser un grupo de cinco. Astrid había pasado a estar callada, del mismo modo que Ser Bernard, mientras que Ser Galbart y Ser Tyler satisfacían las dudas de Lenia, quien adoraba preguntar y saber cosas.

"El conocimiento te da poder" había oído en más de una ocasión y Lenia así lo creía.

Ser Galbart -Sin duda os impresionarían Lady Lenia, pero para bien, mis palabras no hacen absoluta justicia a lo que realmente uno siente cuando está ante ellos, por su puesto tanto vos como todos los presentes seréis bienvenidos en Bosquespeso y yo mismo os acompañaría-

- Está claro que me impresionaría, ¿a quien no le impresionaría ver un árbol con rostro? menos mal, que voy avisada de que no muerden, ni gritan - dijo soltando una pequeña carcajada. - Oh, pues podéis comentarlo con mi padre, sin duda Bosqueespeso debe ser hermoso - aseguró, por alguna razón creía que así sería, quizás salgo salvaje, como el señor de esas tierras, pero hermoso. 

Ser Galbart : En cierto modo así es, en efecto, los espíritus de los Antiguos Dioses moran en su interior y son testigos de todo lo que ante ellos acontece al igual que lo que vos les queráis confesar, eso sí tienen la gran ventaja de que jamás delatarán vuestros más intimos secretos

- Eso es positivo, una nunca sabe en quien puede confiar, a veces hasta tu propia sombra puede traicionarte, pero nunca he oido de un árbol traidor - Lenia puso cara de pensativa, no, nunca había oido a nadie decir que un árbol podía traicionar.

 Ser Galbart : Mirad Lady Lenia, mi objetivo de estar aquí es precisamente ese, no busco una mujer que sólo me dé descendencia para perpeturar mi sangre, busco a una dama que me ame, como yo la amaré a ella y compartir el resto de mis días a su lado. Os voy a ser muy sincero ¿que yo encuentre aquí a una dama con la que quiera casarme? es posible y es mi deseo, pero ella también debe de querer casarse conmigo, jamás os obligaría a ninguna a venir conmigo por mi propio interés, si he de volver sólo a Bosquespeso, así lo haré.-

- Sois muy romántico Ser Galbart  - Lenia esbozó una sonrisa, le gustaba que los hombres fueran sinceros y no "tipos duros" con los temas de amorío. - Las hermanas Vaelys somos un poco difíciles a veces y sobre todo, cabezonas, eso lo hemos heredado de nuestra madre, creo - bromeó - Dudo que pudiera llevarse alguna a la fuerza ... además, somos como una piña, si dañas a una, dañas a todas - eso era cierto, ella podía querer más o menos a alguna de sus hermanas pero nunca dejaría que ninguna sufriera si ella podía evitarlo. - ¿Verdad Astrid? - quiso que su hermana pudiera participar también en la conversación.

- Es agradable saber que aun teniendo ciertas obligaciones, también poseemos la libertad de elegir - Lenia alzó el mentón orgullosa, esperaba que fuera cierto y Ser Galbart no se encaprichara de alguna para luego querer "negociar" el matrimonio con ella.

Ser Galbart : El amor sin duda es caprichoso y no atiende a razones, enamorarse en tan poco tiempo es una tarea casi imposible y más aún aquí-miró disimuladamente a los hermanos-sólo podemos confiar en nuestros instintos y que la elección sea la correcta y en respuesta a vuestra pregunta Lady Lenia, cuando yo encuentre el amor verdadero, ése es mi deseo, llevar a la dama antes el Árbol Corazón y confensarlo ante él-

- El amor es un sentimiento extraño, confuso y a veces enloquecedor - puntualizó Lenia - Como decís, enamorarse en tan poco tiempo es algo imposible, pero si algo he aprendido a mi corta edad es que a veces el amor se manifiesta en detalles, detalles que suman - Lenia miró con cierta timidez a Ser Tyler y sonrió - El instinto, junto con esos detalles ... determinan si puede existir inicio de amor - dejó de mirar al mayor de los hermanos Risefeller y miró al horizonte.

Ser Tyler - He oído hablar. Sin embargo, a pesar de que he viajado alguna vez al norte, jamás he visto ninguno. Por lo que tengo entendido ya solo se encuentran en el norte, pero aún allí no son muy abundantes. Quizás Ser Galbart tendría a bien mostrarnos a todos uno de aquellos árboles mágicos-

Lenia se perdió en sus pensamientos durante unos segundos, ¿que esperaba ella de aquella fiesta? ¿encontraría lo que quería? ¿que era lo que quería? bien era cierto que como una muchacha joven, creía en el amor y la sola idea de ser cortejada por un apuesto caballero, la hacía feliz, pero sus hermanas parecían no estar tan contentas con la idea de ser tratadas como "Ganado" ... pero Lenia no se sentía como ganado, ¿porque ella pensaba tan diferente a sus hermanas a veces?. 

Ser Tyler : -Y dígame Ser Galbart. ¿Dónde exactamente se sitúan sus tierras?-

La voz de Ser Tyler le devolvió a la realidad, pestañeó un par de veces y se interesó por saber donde estaban las tierras de Ser Galbart, al norte, eso lo sabía ... porque el parecía un norteño de los buenos. Lenia, interesada en ser casamentera de Tabitha con Bernard, también pensó en serlo del resto de sus hermanas, ¿con quien podría emparejar a Ser Galbart? miró a Astrid, ¿A Astrid le gustaría? ¿o a Alyra? descartó inmediatamente a Mira, era muy pequeña para un hombre tan grande.

Alyra ... pobre Ser Galbart si le tocaba de esposa Alyra, sonrió ante la idea. Astrid era una buena opción.

- ¿Te gustaría ver los árboles con rostro Astrid? - preguntó a su hermana. 

Ser Galbart -Así es, Ser Tyler el Norte es el último reducto de los Arcianos, antiguamente crecían silvestres practicamente en cualquier terreno, pero fueron talados o quemados, salvo algunos que ahora sobrevivan en tierras nobles, son muy apreciados aunque ya queden pocos-

- ¿Que clase de salvajes harían eso? talados, quemados ... son árboles al fin y al cabo, no entiendo quien disfruta destruyendo la naturaleza - contestó Lenia con cierta indignación. Ella adoraba la naturaleza.

Ser Galbart -Mi hogar, Bosquespeso es una de las casas nobles del Norte, se encuentra en lo más profundo del Bosque de los Lobos, al norte de la Punta de Dragón Marino en Poniente. Y yo soy el Señor de Bosquespeso

 - Bosque de los lobos, suena peligroso - puntualizó Lenia y volvió a analizar a Ser Galbart, quien parecía rudo, pese a sus buenos modales - ¿Sois peligroso como los lobos? - bromeó - No parecéis peligroso - Un poco si, pero no iba a admitirlo, Ser Tyler y Ser Bernard no parecían peligrosos, pero podían serlo si la situación lo requería, Ser Galbart seguro que también.

- Como señor, buscareis entonces cualidades para vuestra "señora", ¿cierto? imagino que mas allá del amor, no es lo mismo ser la esposa de un señor, que no - Lenia carraspeó, llevaba tiempo hablando y empezaba a notar la garganta molesta de nuevo. - ¿Que buscáis exactamente en una mujer? - Lenia miró a Ser Galbart, quería saber si Astrid se aproximaba a lo que el necesitaba, pero de reojo volvió a mirar a Ser Tyler, ¿que buscaría el? ¿Una compañera de vida? ¿Una mujer que despertara su interes cada día? sabía que cada hombre buscaba algo diferente. ¿Que hombre buscaría lo que era ella en realidad?.

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-Jajaja muy cierto Lady Lenia, no gritan, en todo caso el rumor del aire entre sus hojas-rió animado, Lenia tenía buen sentido del humor y se adaptaba a la situación, era de agradecer-Estad segura de eso, se lo diré a vuestro padre, aunque creedme que no a todo el mundo le impresionaría tanto como a vos, saber apreciar la belleza de la naturaleza no es gusto de todos, prefieren otras disciplinas-

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-Sin duda, pocos seres humanos son de fiar, los intereses ocultos y las falsedades les dominan, el poder corrompe con facilidad, quizás los norteños tenemos esa ventaja, el frío que nos rodea, mantiene a mucho indeseable alejado-volvió a reir.

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-Bueno, yo no me tacharía de romántico en verdad-dijo halagado-creo que al vivir en un lugar apartado rodeado de bosque, hace pensar y valorar las cosas que son realmente importantes y pienso que el amor es un pilar importante para el crecimiento de la persona, la completa en cierta forma y si me permitís el atrevimiento os diré que vosotras deberíais elegir el marido y no nosotros sin obligación alguna-

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Galbart no perdió el detalle de su mirada hacia Tyler y sonrió disimuladamente-Ojalá tuviésemos todos la libertad de expresar lo que pensamos y sentimos Lady Lenia, demasiadas ataduras nos rodean y aprisonan-respondió con seguridad.

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-En efecto, pero a lo largo de la historia, siempre ha existido una especie de horrible certeza del ser humano y es que destruyendo, se siente más poderoso y superior a los demás, es insensible a esa belleza-dijo con pesar.

Cita:

-Jajajaja-no pudo evitar soltar una carcajada-Desde luego que no, soy consciente de que mi indumentaria y aspecto, pueda intimidar e incluso parecer un salvaje ante algunos ojos. Yo sólo soy peligroso cuando es necesario, que por suerte no ha sido necesario desde hace unos cuantos años..-a su mente volvieron retazos de recuerdos violentos y sangrientos en las batallas que libró, pero las descartó al instante, era pasado y allí quedaría.

Cita:

-Desde luego que el amor es parte necesaria e importante, pero no quiero una mujer endeble ni sumisa, necesito a mi lado una mujer, con carácter e intensa en todas sus facetas, inteligente y culta, yo, aunque no lo parezca hasta puedo mantener conversaciones interesantes e inteligentes-dijo con una risa contenida.

Cuando el norteño resolvió sus dudas indicándole cuales eran sus tierras Tyler sonrió levemente y le dedicó una leve inclinación de cabeza.

-Así pues es usted Galbart Glover, señor de Bosquespeso. He oído hablar de vuestras tierras, aunque jamás he tenido el honor de visitarlas.-

No entendía porque Lord Rhys había actuado de ese modo. No habrían invitado a muchos norteños y, en el caso de Ser Glover, llevaba escrita su procedencia a simple vista.

- He oído hablar de vuestra fortaleza. Una edificación con muchos años de historia y una muralla verde. Yo soy Tyler Risefeller, quizás hayáis oído hablar de nuestros vinos, probablemente hayáis tomado alguno.- Dijo orgulloso del producto potencial de su casa.

Cuando hablaron del amor, de lo que se buscaba en un esposo o esposa se limitó a escuchar y sonreír levemente. Desde luego Galbart había venido en busca de su mitad, pero le pareció o muy inocente o muy bárbaro cuando insinuó que los hombres decidían los matrimonios. Realmente en muchas ocasiones era así, pero jamás decidía el futuro esposo, pues era el progenitor quien cerraba el trato. Sin embargo en aquella ocasión estaba seguro de que ellas serían las que llevarían las riendas del asunto. Pues estaba claro que Lord y Lady Vaelys no se decidían por un enlace en concreto, si no que habían invitado a varios caballeros (Seguramente muchos) para que luchasen exibiendo sus virtudes, disfrazando sus defectos y luciendo sus fortunas para conquistar a las damas con todas estas promesas. Ellos deberían desmarcarse del resto para ser escogidos, en ningún caso podrían obligarlas a contraer matrimonio. No sin recurrir al chantaje o la extorsión, claro está.

En cuanto al porque el hombre era capaz de talar los arcianos escuchó lo que decían y después añadió
- En mi opinión hay mucho más que todo eso. El hombre es capaz de destruir sin piedad y de construir con gran dedicación. Somos criaturas complicadas y en nuestra naturaleza caben grandes contrastes, a veces contradicciones incluso, que sin embargo pueden converger en un mismo momento e indivíduo. Hay amantes que se quieren más cuánto más se pelean por ejemplo. A parte está el miedo a lo desconocido y la ambición por demostrar que la única verdad es la propia. De este modo muchas veces el más incapaz destruye lo antiguo para imponer lo nuevo. Arrasa con lo que no armoniza con sus creencias. Extermina lo que se interpone en el camino a su meta. Y, en muchas ocasiones, recurre al miedo para dominar a las masas. Si hay algo más peligroso que la incultura es el temor combinado con una gran ambición. Y al final lo antiguo no tiene porque ser más real que lo nuevo, ni lo nuevo más real que lo antiguo. El mundo va cambiando reflejándonos, pues a fin de cuentas la única verdad es la que cada uno lleva en sus creencias y en su corazón.-

Galbart escuchó con atención a Tyler-Mis tierras no son tan amigables como puedan ser éstas-dijo mirando a su alrededor y asintiendo a sus palabras-Pero sin duda tienen su propia belleza, no faltas de peligros, pero nada que no se pueda atajar con un buen acero-sonrió entre dientes mirando a Lenia y Astrid restando importancia, tampoco quería extenderse mucho en el tema y no atemorizarlas-y en efecto he tenido el placer de beber vuestros vinos, excelentes caldos sin duda-respondió con una leve sonrisa, elogiando su gran calidad.

Volvió a asentir ante la interesante conversación de Tyler, no esperaba un interlocutor tan atento y Galbart agradecía tal atención-Tenéis gran parte de razón, pero yo soy de la opinión de que no debe ser imprescindible tal destrucción de lo antiguo para anteponer lo nuevo ni a la inversa, bien podrían convivir ambas partes, aprovechándose una de otra, de sus propias virtudes, aprendiendo y conviviendo en armonía-respondío animado-pero como vos decís el ser humano es muy complejo, egoista en muchas ocasiones buscando su propio interés-