Partida Rol por web

Ser Galbart : -Jajaja muy cierto Lady Lenia, no gritan, en todo caso el rumor del aire entre sus hojas-rió animado, Lenia tenía buen sentido del humor y se adaptaba a la situación, era de agradecer-Estad segura de eso, se lo diré a vuestro padre, aunque creedme que no a todo el mundo le impresionaría tanto como a vos, saber apreciar la belleza de la naturaleza no es gusto de todos, prefieren otras disciplinas-

 Lenia escuchó atentamente y sonrió cuando Ser Galbart rió animado, al final se había dado cuenta de que le había pre-juzgado y el hombre no parecía tan salvaje o malo como había pensado en el inicio. Le hizo ilusión la idea de que hablara con su padre para ir a visitar Bosqueespeso, a Lenia le encantaba viajar. - Mis hermanas podrían decir que soy algo impresionable - hizo un gesto con la mano como si quisiera quitarle importancia al asunto. - La naturaleza no es para todos, del mismo modo que no lo es el baile o la guerra - opinó.

Ser Galbart : -Sin duda, pocos seres humanos son de fiar, los intereses ocultos y las falsedades les dominan, el poder corrompe con facilidad, quizás los norteños tenemos esa ventaja, el frío que nos rodea, mantiene a mucho indeseable alejado-volvió a reir.

Lenia soltó una pequeña carcajada, le había hecho gracia imaginar a los norteños rodeados de su frío y con indeseables congelados. Quiso opinar sobre que le parecían los seres humanos, los intereses ocultos y el poder que corrompía pero no lo vio muy apropiado, porque su madre siempre decía que las señoritas no hablaban de esas cosas y Astrid aún no había regañado su falta de tacto con las preguntas, no quería jugarse a que su hermana pudiera regañarla ahora. 

Ser Galbart -Bueno, yo no me tacharía de romántico en verdad-dijo halagado-creo que al vivir en un lugar apartado rodeado de bosque, hace pensar y valorar las cosas que son realmente importantes y pienso que el amor es un pilar importante para el crecimiento de la persona, la completa en cierta forma y si me permitís el atrevimiento os diré que vosotras deberíais elegir el marido y no nosotros sin obligación alguna-

- Hay muchos tipos de romanticismo Ser Galbart, si bien es cierto a que a las mujeres nos gusta el romanticismo de flores, paseos y alagos ... existen otros tipos de detalles románticos, que vos penséis que el amor es un pilar importante en el crecimiento de una persona, es uno de esos detalles, a pesar de vivir rodeados de frío ... tenéis un corazón cálido, eso es algo que las mujeres apreciamos - aseguró. Ante su "atrevimiento" por decirle que ellas deberían elegir marido, asintió - Estoy conforme con esa forma de pensar, aunque no se cuanta libertad tenemos para poder ser fiel a nuestros ideales - dijo Lenia pensativa. Si bien era cierto que ella esperaba enamorarse ... ¿cuanto aceptaría su padre el verdadero amor? al fin y al cabo, esa fiesta era para lo que era y no había invitado a gente sin poder.

Ser Galbart -Ojalá tuviésemos todos la libertad de expresar lo que pensamos y sentimos Lady Lenia, demasiadas ataduras nos rodean y aprisonan

- Demasiadas Ser Galbart, pero es parte de las reglas del juego - sonrió la muchacha - Una vez alguien me dijo que la vida es como un juego de estrategia ... una vez aprendes las reglas, puedes jugar con inteligencia y tratar de disfrutar del juego o puedes quejarte, pero no dejar de jugar y posiblemente, perder - Lenia se encogió de hombros sutilmente - Yo prefiero divertirme, aprender y tratar de ganar - La muchacha puso cara de inocente. - Opino que la libertad de expresión, de sentimiento y de pensamiento ... es posible, solo hay que saber como enfocarlo, aunque claro, suelo llevarme alguna reprimenda por expresar demasiado lo que quiero, pienso y siento - arrugó la nariz haciendo una mueca divertida.

Ser Galbart -En efecto, pero a lo largo de la historia, siempre ha existido una especie de horrible certeza del ser humano y es que destruyendo, se siente más poderoso y superior a los demás, es insensible a esa belleza

- Como dama ... tengo una educación diferente, me gusta preservar las cosas que pueden enseñar a futuras generaciones, incluso a uno mismo en otro tiempo ... pero creo que a los caballeros os enseñan el poder mediante la destrucción - Lenia se perdió en sus pensamientos unos segundos.

Ser Galbart : -Desde luego que no, soy consciente de que mi indumentaria y aspecto, pueda intimidar e incluso parecer un salvaje ante algunos ojos. Yo sólo soy peligroso cuando es necesario, que por suerte no ha sido necesario desde hace unos cuantos años.

- Oh - Lenia reaccionó - Supongo que es parte del encanto norteño Ser Galbart, a mi misma me habéis intimidado, si puedo seros sincera, pero solo hay que intercambiar unas palabras con vos para darse cuenta de que en realidad, a veces, bajo la piel del lobo, solo hay un ... - Lenia se calló, ¿cachorro? ¿cordero? no creo que ninguna de esas dos apreciaciones le hiciera gracia al norteño, quizás hería su hombría si delante de Ser Bernard y Ser Tyler le dejaba de animal indefenso - Quiero decir ... sois un caballero amable, apreciáis la naturaleza ... - intentó rectificar poniéndose colorada. - Sin duda prefiero no veros como un lobo enfadado - apartó el rostro intentando no mostrar la verguenza que empezaba a sentir, ¿como podía haber metido la pata de aquella manera?

Ser Galbart : -Desde luego que el amor es parte necesaria e importante, pero no quiero una mujer endeble ni sumisa, necesito a mi lado una mujer, con carácter e intensa en todas sus facetas, inteligente y culta, yo, aunque no lo parezca hasta puedo mantener conversaciones interesantes e inteligentes-

- No encontraréis sumisión ni fragilidad en ninguna de las hermanas Vaelys - dijo Lenia tragando saliva - Respeto y saber estar si, pero dudo que sumisión pueda ir de la mano de alguna de nosotras - sonrió de forma traviesa. Se giró para mirarle cuando dijo que aunque no lo pareciera, podía mantener conversaciones interesantes e inteligentes - Estoy comprobándolo Ser Galbart, y Astrid también, aunque esté mas pensativa, como podéis ver, yo soy la hermana charlatana, lamento si resulto ... irritante - se disculpó.

Ser Tyler -Así pues es usted Galbart Glover, señor de Bosquespeso. He oído hablar de vuestras tierras, aunque jamás he tenido el honor de visitarlas.-

Ser Tyler entró en la conversación y Lenia soltó un pequeño suspiró, porque de ese modo podía dejar de hablar un rato y recuperar su garganta dolorida. Sonrió al caballero como agradecimiento por intervenir y escuchó la conversación entre ambos.

Miró a Ser Bernard, que al igual que Astrid, estaban callados. ¿En que estarían pensando?.

Ser Tyler : - He oído hablar de vuestra fortaleza. Una edificación con muchos años de historia y una muralla verde. Yo soy Tyler Risefeller, quizás hayáis oído hablar de nuestros vinos, probablemente hayáis tomado alguno.

Lenia sabía que la familia Risefeller tenía buenos vinos, su padre tenía varios, pero Lenia nunca había probado uno, igual esta noche se las ingeniaba para poder probar uno, la curiosidad dibujó en su rostro una sonrisa traviesa.

Ser Tyler :  Hay amantes que se quieren más cuánto más se pelean por ejemplo.

Lenia hizo un gesto confuso, ¿podías querer a alguien mientras más peleabas con el? pudiera ser, la pasión era ... confusa y no todos los hombres ni mujeres amaban igual. Ella tenía muy claro un ideal amoroso, el de sus padres, pero sabía que ni ella era su madre, ni su futuro marido sería como su padre.

 Lenia miró de manera itermitente a Ser Tyler y Ser Galbart, eran tan distintos ... y a la vez tan interesantes. Mientras que Tyler le proporcionaba una sensación de seguridad y confianza inmensa, Ser Galbart despertaba en la muchacha una curiosidad que su madre tacharía de insana. Eran el día y la noche.

Tyler era brillante, era cálido, seguro, amable ... Galbart era frío, pero curioso porque a pesar de ser frío, no era de hielo.

Lenia se percató de que los miraba demasiado fijamente, se mordió el labio y miró al frente. Se dijo a si misma que debía ser respetuosa y no ser tan curiosa, que la curiosidad mataba a los gatos ... o eso había oido.

Lenia escuchó atentamente y sonrió cuando Ser Galbart rió animado, al final se había dado cuenta de que le había pre-juzgado y el hombre no parecía tan salvaje o malo como había pensado en el inicio. Le hizo ilusión la idea de que hablara con su padre para ir a visitar Bosqueespeso, a Lenia le encantaba viajar. - Mis hermanas podrían decir que soy algo impresionable - hizo un gesto con la mano como si quisiera quitarle importancia al asunto. - La naturaleza no es para todos, del mismo modo que no lo es el baile o la guerra - opinó.

Galbart miró con curiosidad a Lenia, entraba en la conversación más de lo esperado por una muchacha tan joven y más atrevida de lo que debería ser, pero Galbart agradecía eso, seguir el estricto protocolo le costaba y agradecía un poco de rebeldía por parte de la muchacha, dentro de sus posibilidades-Bueno, impresionable, sensible, sinónimos que pueden ir acompañados de la mano perfectamente Lady Lenia, en cuanto al baile...hago lo que puedo, aunque en hombres de mi tamaño se llega a ver un poco patoso-rió divertido-en cuanto a la guerra, ojalá nunca hubiese existido, si alguien gusta de ella, es una persona falta de juicio sin duda-respondió ensombreciendo el gesto un segundo.

- Hay muchos tipos de romanticismo Ser Galbart, si bien es cierto a que a las mujeres nos gusta el romanticismo de flores, paseos y alagos ... existen otros tipos de detalles románticos, que vos penséis que el amor es un pilar importante en el crecimiento de una persona, es uno de esos detalles, a pesar de vivir rodeados de frío ... tenéis un corazón cálido, eso es algo que las mujeres apreciamos - aseguró. Ante su "atrevimiento" por decirle que ellas deberían elegir marido, asintió - Estoy conforme con esa forma de pensar, aunque no se cuanta libertad tenemos para poder ser fiel a nuestros ideales -

-Eso no os lo discutiré, el amor y el romanticismo se puede presentar de muchas maneras diferentes y no siempre con objetos físicos, por mi parte diré que en Bosquespeso las flores no son habituales como ofrenda, ya que las tenemos demasiado vistas como para halagar a una mujer con ellas, pero tampoco penseís que tiramos una pieza de caza a los pies de la dama para conquistarla-rió con ganas, se sentía animado y Lenia le facilitaba las cosas para seguir la charla-Las diferentes costumbres siempre encierran limitaciones en uno u otro sentido, nuestros deseos no siempre pueden ajustarse a lo que realmente se nos obliga a hacer-respondió manteniedo una sonrisa afable.

- Demasiadas Ser Galbart, pero es parte de las reglas del juego - sonrió la muchacha - Una vez alguien me dijo que la vida es como un juego de estrategia ... una vez aprendes las reglas, puedes jugar con inteligencia y tratar de disfrutar del juego o puedes quejarte, pero no dejar de jugar y posiblemente, perder - Lenia se encogió de hombros sutilmente - Yo prefiero divertirme, aprender y tratar de ganar - La muchacha puso cara de inocente. - Opino que la libertad de expresión, de sentimiento y de pensamiento ... es posible, solo hay que saber como enfocarlo, aunque claro, suelo llevarme alguna reprimenda por expresar demasiado lo que quiero, pienso y siento - arrugó la nariz haciendo una mueca divertida.

El norteño volvió a quedar impresionado por la joven muchacha, albergaba más conocimiento y sentido común que muchos hombres, la educación que había recibido sin duda era exquisita y digna de alabanza. Con la libertad que se expresaba, no le estrañaba que recibiera reprimendas, pensó divertido-Gran dicho y muy cierto, aunque se juegue y se pierda, el disfrute está asegurado, además luego permite aprender de los errores cometidos para luego conseguir el éxito.Y coincido con vos totalmente pienso que la libertad de expresión y sentimiento es una de las pocas cosas con las que podemos disfrutar los seres humanos y nadie más posee. Que nos sintamos en parte reprimidos por ciertas normas sociales, es algo que limita a la propia persona, aunque desde luego, dentro de ciertos límites, tampoco hay que enesmistarse con cada persona que se os cruce en el camino.-sonrió de nuevo con todo divertido observando su gracioso gesto con la nariz.

Como dama ... tengo una educación diferente, me gusta preservar las cosas que pueden enseñar a futuras generaciones, incluso a uno mismo en otro tiempo ... pero creo que a los caballeros os enseñan el poder mediante la destrucción -

Galbart quedó pensativo frunciendo el ceño ante las últimas palabras de Lenia-Es cierto que hay muchas maneras de destrucción tanto por la guerra, como intrigas políticas o traiciones incluso familiares, todo por conseguir o mantener el poder. Pero ¿qué se consigue con el poder? termina por oscurecer el alma y al final siempre termina volviéndose contra uno mismo de una u otra manera, por desgracia he presenciado tales efectos y me cuido de que en Bosquespeso eso no ocurra. Si, imparto justicia cuando es necesario, pero hay que ser justo y equitativo-sentenció con tono grave.

Oh - Lenia reaccionó - Supongo que es parte del encanto norteño Ser Galbart, a mi misma me habéis intimidado, si puedo seros sincera, pero solo hay que intercambiar unas palabras con vos para darse cuenta de que en realidad, a veces, bajo la piel del lobo, solo hay un ... - Lenia se calló, ¿cachorro? ¿cordero? no creo que ninguna de esas dos apreciaciones le hiciera gracia al norteño, quizás hería su hombría si delante de Ser Bernard y Ser Tyler le dejaba de animal indefenso - Quiero decir ... sois un caballero amable, apreciáis la naturaleza ... - intentó rectificar poniéndose colorada. - Sin duda prefiero no veros como un lobo enfadado - apartó el rostro intentando no mostrar la verguenza que empezaba a sentir.

Galbart se acercó un par de pasos a Lenia y la miró abriendo los ojos como platos para luego soltar una sonora y gran carcaja sin poder contenerla, la pobre muchacha estaba azorada y nerviosa, por lo que había dicho-Jajaja no sufráis Lady Lenia por favor, si no encontrábais la palabra, podéis decir lobezno, creo que sería más adecuado-dijo apagando la risa mirándola comprensivo.

No encontraréis sumisión ni fragilidad en ninguna de las hermanas Vaelys - dijo Lenia tragando saliva - Respeto y saber estar si, pero dudo que sumisión pueda ir de la mano de alguna de nosotras - sonrió de forma traviesa. Se giró para mirarle cuando dijo que aunque no lo pareciera, podía mantener conversaciones interesantes e inteligentes - Estoy comprobándolo Ser Galbart, y Astrid también, aunque esté mas pensativa, como podéis ver, yo soy la hermana charlatana, lamento si resulto ... irritante - se disculpó.

A decir verdad, me parecéis todo lo contrario a irritante, en mi largo viaje hasta aquí, las conversaciones con mi escudero no eran muy variadas a dcir verdad y éstas charlas me resultan refrescantes-respondió sonriente de nuevo, el ambiente era distendido y Galbart se encontraba mucho más cómodo ahora, quizás el frío norteño, no les pareciese tan frío ahora y viesen que era un hombre como cualquier otro noble.

Tyler sonrió animado cuando Ser Galbart elogió sus vinos. Gustaba de cuidar bien el negocio y la marca Risefeller era emblema de su casa. Por esta convicción ponía todo su corazón y esfuerzo en que cada vez fuese mejor, tenían que llegar a ser los mejores vinos ya no de Poniente, del mundo.

El norteño parecía un hombre inteligente y agradable. Se mostraba cercano y dialogaba relajado, aparentemente espontáneo.

- Estoy de acuerdo Ser, cada gran reflejo de cualquier cultura destruido supone una pérdida para la humanidad.- lo creía firmemente, pero también era consciente de que pretender conservarlo todo era una utopía, pues el espacio era finito, el mismo para todas las generaciones. Era inevitable que lo nuevo terminase por crecer sobre lo antiguo.

La joven Lenia continuó hablando sobre lo que significaba el amor y soñando con tierras lejanas. Tyler escuchaba el diálogo entre ambos sonriente. Pese a la rebeldía que Lenia proclamaba tener Tyler la consideraba una joven dulce e inocente, una dama a la que le queda más por vivir de lo que tiene vivido y, por tanto, mucho por aprender. Ser Galbart ya era otra cosa. Sin embargo Tyler creía que era bueno que se hubiesen conocido, quizás pudiese salir algo productivo de todo aquello.

Mientras Lenia y Galbart jugaban sus cartas paseando por el jardín Tyler miró a Astrid sin poder evitar preguntarse qué tenía que decirle. Aflojó un poco el paso para, poco a poco quedar a su altura y brindarle la oportunidad. Si de Alguna de las hijas Vaelys podía hablarse de fuerza, esa era sin duda Astrid, y sin embargo ella nunca se jactaba.

Ser Galbart : -Bueno, impresionable, sensible, sinónimos que pueden ir acompañados de la mano perfectamente Lady Lenia, en cuanto al baile...hago lo que puedo, aunque en hombres de mi tamaño se llega a ver un poco patoso-rió divertido-en cuanto a la guerra, ojalá nunca hubiese existido, si alguien gusta de ella, es una persona falta de juicio sin duda

 Lenia sonrió al imaginar a Ser Galbart bailar, cierto era que ella podía ver que Ser Tyler lo haría de forma fluida, pero se preguntaba como bailaría Ser Galbart - Con suerte esta noche podré apreciar vuestra torpeza Ser Galbart - comentó divertida. - La guerra es desagradable pero ... algunos caballeros y señores creen que sin guerra no podría haber paz, como sin oscuridad, no podría existir la luz - murmuró pensativa.

Ser Galbart -Eso no os lo discutiré, el amor y el romanticismo se puede presentar de muchas maneras diferentes y no siempre con objetos físicos, por mi parte diré que en Bosquespeso las flores no son habituales como ofrenda, ya que las tenemos demasiado vistas como para halagar a una mujer con ellas, pero tampoco penseís que tiramos una pieza de caza a los pies de la dama para conquistarla-rió con ganas, se sentía animado y Lenia le facilitaba las cosas para seguir la charla-Las diferentes costumbres siempre encierran limitaciones en uno u otro sentido, nuestros deseos no siempre pueden ajustarse a lo que realmente se nos obliga a hacer-respondió manteniedo una sonrisa afable.

- ¿Tenéis muchas flores en Bosquespeso? oh eso debe de ser precioso - admiró la muchacha emocionada, le encantaban las flores, pero en la naturaleza, odiaba verlas en jarrones porque se morían. Rió ante la idea de tirar una pieza de caza a los pies de una dama - Bueno, hay muchas clases de dama, igual a algunas les gusta que las cortejen con piezas de caza - bromeó - Aunque adelanto que yo no soy de esas - aseguró. 

Ser Galbart : Gran dicho y muy cierto, aunque se juegue y se pierda, el disfrute está asegurado, además luego permite aprender de los errores cometidos para luego conseguir el éxito.Y coincido con vos totalmente pienso que la libertad de expresión y sentimiento es una de las pocas cosas con las que podemos disfrutar los seres humanos y nadie más posee. Que nos sintamos en parte reprimidos por ciertas normas sociales, es algo que limita a la propia persona, aunque desde luego, dentro de ciertos límites, tampoco hay que enesmistarse con cada persona que se os cruce en el camino.-

Lenia carraspeó, agradecería poder tener algo de agua con lo que refrescar su garganta, sabía que debía mantener silencio pero estaba siendo una charla tan agradable que le costaba callarse y Ser Galbart tenía facilidad para hacerla hablar. Se fijó en como Ser Tyler iba retrasando el paso hasta quedarse junto a Astrid y Lenia arrugó el ceño un poco confusa, ¿en que momento habían cambiado las tornas?. Miró a Ser Galbart y trató de no darle importancia. 

- A veces se pierde, cierto, pero como decís, es de las derrotas de donde se aprende en realidad, analizar que se hizo mal o que se podría haber hecho mejor es ... la verdadera razón del juego, mas allá de ganar - comentó pensativa. - No todos pensarán como uno mismo, la diversidad es fascinante, si todo el mundo pensara igual, sería aburrido, previsible y ... - arrugó la nariz nuevamente.

Es cierto que hay muchas maneras de destrucción tanto por la guerra, como intrigas políticas o traiciones incluso familiares, todo por conseguir o mantener el poder. Pero ¿qué se consigue con el poder? termina por oscurecer el alma y al final siempre termina volviéndose contra uno mismo de una u otra manera, por desgracia he presenciado tales efectos y me cuido de que en Bosquespeso eso no ocurra. Si, imparto justicia cuando es necesario, pero hay que ser justo y equitativo

- Pero el poder también es importante, debe haber poder, aunque hay que saber dominarlo, como el fuego ... el fuego puede ser una herramienta complicada, porque da calor, pero quema ... y sirve para cocinar, para calentar el hogar, aunque también para destruir ... el poder es parecido, creo - intentó opinar - El fuego en una vela, ilumina, en una chimenea, calienta, en las manos equivocadas ... puede ser peligroso, el poder sin duda es igual, en manos de un señor justo ... hará que un territorio crezca, en manos de un hombre equivocado, creará destrucción - negó. Ella admiraba a su padre, porque lo consideraba un hombre justo, honrado y que sabía controlar el fuego del poder. - Mi madre siempre dice que las mujeres somos en cierta medida, como ... esas herramientas que se usan para controlar el fuego ... una mujer bien instruida, ayuda a que el fuego de su señor esté calmado, puede reavivarlo a veces, para que caliente más ... pero una mujer mal instruida, terminará por apagar el fuego o en su defecto, descontrolarlo - Lenia no sabía porque le contaba eso a Ser Galbart, igual porque con el sentía que no tenía que ser una señorita "perfecta y callada". - Yo intentaré ser una buena señorita - aseguró.

Ser Galbart : Jajaja no sufráis Lady Lenia por favor, si no encontrábais la palabra, podéis decir lobezno, creo que sería más adecuado

- Lobezno - Lenia se llevó la mano a los labios pensativa, entrecerró los ojos y sonrió - Si, me gusta esa palabra - rió - Aunque se os queda un poco pequeña - Lenia admiró, con tanto disimulo como pudo, el tamaño de Ser Galbart, juraría que nunca había visto a un hombre tan grande, aunque quizás las pieles le hacían mas grande de lo que era. 

Volvió a mirar a Ser Tyler que ya había quedado a una distancia perfecta para hablar con su hermana sin que Lenia pudiera meterse en la conversación, así que volvió a mirar a Ser Galbart, pues ahora el era su compañero de paseo.

Ser Galbart : A decir verdad, me parecéis todo lo contrario a irritante, en mi largo viaje hasta aquí, las conversaciones con mi escudero no eran muy variadas a dcir verdad y éstas charlas me resultan refrescantes

- Cuidado con su sinceridad Ser Galbart, yo tengo mucha conversación y mi entorno a veces muy poca, podría hacer de su estancia aquí una insufrible charla sobre temas variados - sonrió divertida - Además, parecéis de esos hombres dispuestos a satisfacer curiosidades y creerme que soy muy curiosa, me pregunto ... - Lenia le miró a los ojos, con valor, pues hasta ahora no lo había hecho directamente, pero quería demostrar que ya no le temía - Olvidarlo, era una tontería - dijo a los pocos segundos retirando la mirada. 

 Lenia sonrió al imaginar a Ser Galbart bailar, cierto era que ella podía ver que Ser Tyler lo haría de forma fluida, pero se preguntaba como bailaría Ser Galbart - Con suerte esta noche podré apreciar vuestra torpeza Ser Galbart - comentó divertida. - La guerra es desagradable pero ... algunos caballeros y señores creen que sin guerra no podría haber paz, como sin oscuridad, no podría existir la luz - murmuró pensativa.

Galbart sonrió-Bueno.. cuando me retire éstas gruesas pieles de encima y me ponga ropa más apropiada para el evento seré un poco más ligero, espero no defraudaros, no me gustaría quedar en ridículo delante de todos y quedar como el torpe Ser Galbart-puso un gesto de desagrado divertido-Si...no niego que la guerra en ocasiones pueda ser necesaria, pero al final quienes terminan siempre perdiendo son los hombres y sus pobres familias.

- ¿Tenéis muchas flores en Bosquespeso? oh eso debe de ser precioso - admiró la muchacha emocionada, le encantaban las flores, pero en la naturaleza, odiaba verlas en jarrones porque se morían. Rió ante la idea de tirar una pieza de caza a los pies de una dama - Bueno, hay muchas clases de dama, igual a algunas les gusta que las cortejen con piezas de caza - bromeó - Aunque adelanto que yo no soy de esas - aseguró. 

¡Por supuesto! grandes extensiones y de gran variedad de colores, cuando están en flor es una maravilla para la vista, pero permanecen salvajes, se convierten en un caótico arcoiris de color y fragancias. Aunque no podemos encargarnos de tal cantidad, sólo lo que permanece dentro del castillo por su puesto-volvió a mostrar otro gesto sonriente-no lo dudo, hay modos de cortejo muy variopintos, aunque en cuanto a la caza, prefiero cocinarla yo-pensó que quizás ese detalle debería de habérselo ahorrado, un noble cocinando no debería de dar buena imagen de caballero.

- A veces se pierde, cierto, pero como decís, es de las derrotas de donde se aprende en realidad, analizar que se hizo mal o que se podría haber hecho mejor es ... la verdadera razón del juego, mas allá de ganar - comentó pensativa. - No todos pensarán como uno mismo, la diversidad es fascinante, si todo el mundo pensara igual, sería aburrido, previsible y ... - arrugó la nariz nuevamente.

Y sin ninguna sorpresa que ofrecer, mortalmente tedioso-terminó la frase de Lenia-la incertidumbre y curiosidad por conocer y descubrir nos define Lady Lenia y así es como enriquecemos la vida, compartiendo experiencias y conocimientos-mostró una media sonrisa.

- Pero el poder también es importante, debe haber poder, aunque hay que saber dominarlo, como el fuego ... el fuego puede ser una herramienta complicada, porque da calor, pero quema ... y sirve para cocinar, para calentar el hogar, aunque también para destruir ... el poder es parecido, creo - intentó opinar - El fuego en una vela, ilumina, en una chimenea, calienta, en las manos equivocadas ... puede ser peligroso, el poder sin duda es igual, en manos de un señor justo ... hará que un territorio crezca, en manos de un hombre equivocado, creará destrucción - negó. Ella admiraba a su padre, porque lo consideraba un hombre justo, honrado y que sabía controlar el fuego del poder. - Mi madre siempre dice que las mujeres somos en cierta medida, como ... esas herramientas que se usan para controlar el fuego ... una mujer bien instruida, ayuda a que el fuego de su señor esté calmado, puede reavivarlo a veces, para que caliente más ... pero una mujer mal instruida, terminará por apagar el fuego o en su defecto, descontrolarlo - Lenia no sabía porque le contaba eso a Ser Galbart, igual porque con el sentía que no tenía que ser una señorita "perfecta y callada". - Yo intentaré ser una buena señorita - aseguró.

Es muy importante desde lueg,o sino el caos reinaría y no habría civilación alguna, no habríamos conseguido llegar hasta donde estamos, de ahí lo necesario del temple y rectitud para manter la perspectiva necesaria de no caer en la tentación-asintió ante Lenia-vuestra madre es muy sabia y dice bien, todo hombre necesita una mujer que la complemente y más aún, que le equilibre. Los hombre solemos pecar por exceso o por defecto de muchas cosas-sonrió ante las buenas intenciones de Lenia-desde luego que lo seréis, lo demostráis sobradamente ahora mismo-comentó con un gesto afirmativo.

- Lobezno - Lenia se llevó la mano a los labios pensativa, entrecerró los ojos y sonrió - Si, me gusta esa palabra - rió - Aunque se os queda un poco pequeña -

El gesto de Lenía hizo reir al norteño-Bueno, ahora no lo soy desde luego-dijo mirándose a si mismo-pero así empecé, como cualquier cría, en mi caso un niño escuchimizado y poco agraciado.

- Cuidado con su sinceridad Ser Galbart, yo tengo mucha conversación y mi entorno a veces muy poca, podría hacer de su estancia aquí una insufrible charla sobre temas variados - sonrió divertida - Además, parecéis de esos hombres dispuestos a satisfacer curiosidades y creerme que soy muy curiosa, me pregunto ... - Lenia le miró a los ojos, con valor, pues hasta ahora no lo había hecho directamente, pero quería demostrar que ya no le temía - Olvidarlo, era una tontería - dijo a los pocos segundos retirando la mirada. 

No os preocupéis, soy amante de la buena conversación y me sentiría honrado de mantener más charlas con vos y responderé encantado, de hecho quizás yo haya sido el insufrible..-dijo mirando a Tyler que se había alejado de ellos para ir con Astrid-creo que os he acaparado-indicó con el mentón a la pareja. Tras la última frase de Lenia, Galbart puso un gesto de extrañeza y sorpresa al ver su directa mirada hacia él-¿os pasa algo Lady Lenia? no tengáis miedo en preguntar os lo ruego y dudo mucho que sea una tontería-dijo el norteño concuriosidad.

Lenia aceleró un poco el paso para dejar intimidad a ser Tyler y su hermana, de modo que su conversación con Galbart pasó a ser también un poco mas privada.

Lenia aceleró un poco el paso, sus piernas eran pequeñas comparadas con las de Ser Galbart, quien en apenas dos pasos la alcanzaría, vio que Astrid y Ser Tyler hablaban en un ambiente mas privado, por lo que ella también aprovechó. 

Bueno.. cuando me retire éstas gruesas pieles de encima y me ponga ropa más apropiada para el evento seré un poco más ligero, espero no defraudaros, no me gustaría quedar en ridículo delante de todos y quedar como el torpe Ser Galbart-puso un gesto de desagrado divertido-Si...no niego que la guerra en ocasiones pueda ser necesaria, pero al final quienes terminan siempre perdiendo son los hombres y sus pobres familias.

Lenia observó a Ser Galbart intentando imaginarle sin las pieles y vestido más como los hermanos Risefeller y rió con ello - Vos sois ... curioso Ser Galbart, la verdad es que ... del mismo modo que a algunos caballeros les queda bien la ropa tan ... - Lenia entrecerró los ojos intentando buscar la palabra exacta - Tan ... - mordió su labio inferior - ¿Caballerescas? - se encogió de hombros - Os sientan bien las pieles - rió - Solo espero que no os esteis asando de calor, aquí la temperatura suele ser agradable y esas pieles tienen pinta de ser gruesas - dijo algo preocupada.

¡Por supuesto! grandes extensiones y de gran variedad de colores, cuando están en flor es una maravilla para la vista, pero permanecen salvajes, se convierten en un caótico arcoiris de color y fragancias. Aunque no podemos encargarnos de tal cantidad, sólo lo que permanece dentro del castillo por su puesto-volvió a mostrar otro gesto sonriente-no lo dudo, hay modos de cortejo muy variopintos, aunque en cuanto a la caza, prefiero cocinarla yo-

Lenia imaginó un enorme campo lleno de flores salvajes, colores, olores y sintió que ahora quería ir allí - Hablaré con mi padre, me encantaría poder ver semejante belleza, si acepta, ¿me lo mostrareis? - preguntó con inocencia. Luego abrió la boca completamente asombrada ante "prefiero cocinarla yo". Pestañeó un par de veces y miró a Ser Galbart a los ojos nuevamente. - ¿Cocinais? - dijo intentando no parecer tan sorprendida pero no podía evitarlo - Eso es ... eso es ... - balbuceó - Tengo que ver eso - dijo al fin, parecía impresionada, para bien -  Nunca he comido nada cocinado por un hombre - sonrió de la forma mas amplia que sus labios permitieron - De hecho, nunca he cocinado tampoco, me gustaría aprender porque ... quien sabe si algún día pudiera servirme, por mucho que se empeñen en decirme que no - se quejó - Ser Galbart, sois ... una caja de sorpresas - Lenia empezó a notar que el interes por Ser Galbart crecía, era un hombre de lo más interesante.

Se puso de puntillas para estar un poco más cerca del señor de Bosquespeso y susurró - Pero deberá ser nuestro secreto, a mi madre no le agradaría saber que me enseñaís esas cosas - dijo con cara de traviesa.

Y sin ninguna sorpresa que ofrecer, mortalmente tedioso-terminó la frase de Lenia-la incertidumbre y curiosidad por conocer y descubrir nos define Lady Lenia y así es como enriquecemos la vida, compartiendo experiencias y conocimientos

- Sin duda las experiencias de las personas enriquecen la vida de otras - aseguró empezando a sentirme embelesada por la de cosas que estaba descubriendo de aquel hombre, que de primeras había temido.

Es muy importante desde lueg,o sino el caos reinaría y no habría civilación alguna, no habríamos conseguido llegar hasta donde estamos, de ahí lo necesario del temple y rectitud para manter la perspectiva necesaria de no caer en la tentación-asintió ante Lenia-vuestra madre es muy sabia y dice bien, todo hombre necesita una mujer que la complemente y más aún, que le equilibre. Los hombre solemos pecar por exceso o por defecto de muchas cosas-sonrió ante las buenas intenciones de Lenia-desde luego que lo seréis, lo demostráis sobradamente ahora mismo-

 - Me ruborizáis - dijo con sus pecosas mejillas coloradas. Lenia mordió su labio inferior y con la cabeza baja, alzó la mirada para mirarle con cierta timidez y una sonrisa suave.

-Bueno, ahora no lo soy desde luego-dijo mirándose a si mismo-pero así empecé, como cualquier cría, en mi caso un niño escuchimizado y poco agraciado.

- Se me hace completamente imposible imaginaros como una cría, escuchiminizada y poco agraciada - continuó con su voz vergonzosa y sus mejillas coloradas. Lenia tenía una imaginación fascinante pero no podía imaginar a ese hombre sin barba, en tamaño reducido o sin ser tan grande. - Pero de ser así, los años os sentaron bien - dijo con voz ahogada. Oh dios, se dio cuenta de que estaba coqueteando con el. ¿Que le pasaba esa mañana?.

Volvió a mirarle y a retirar la mirada.

No os preocupéis, soy amante de la buena conversación y me sentiría honrado de mantener más charlas con vos y responderé encantado, de hecho quizás yo haya sido el insufrible..-dijo mirando a Tyler que se había alejado de ellos para ir con Astrid-creo que os he acaparado-indicó con el mentón a la pareja. Tras la última frase de Lenia, Galbart puso un gesto de extrañeza y sorpresa al ver su directa mirada hacia él-¿os pasa algo Lady Lenia? no tengáis miedo en preguntar os lo ruego y dudo mucho que sea una tontería-dijo el norteño concuriosidad.

- A mi me está gustando también conversar con vos, sois un soplo de aire fresco y vuestro ... vuestra ... forma de ser, quiero decir - otra vez balbuceaba, se tomó dos segundos para ordenar sus pensamientos - Sois de un carácter interesante, odio que todo deba ser tan correcto - admitió. - Para nada habéis sido insufrible, todo lo contrario - sonrió con sinceridad.

- No es nada es que ... me emociono con rapidez y olvido los protocolos - se disculpó llevándose las manos a su larga y rizada melena intentando ocultar su cara en ella con cierta timidez -  No quiero que podáis pensar que no soy correcta - dijo con cierto temor a haberse sobrepasado con la conversación, le miró de reojo.

Bernard asintió a Lenia cuando le preguntó por los temas de conversación. -Me gustan las historias de aventuras, pero especialmente si son reales.- De hecho estaba bastante cómodo escuchando a Galbart. -Me cuesta creer que esos árboles sean lo que decís, pero es bueno conocer la cultura del norte. ¿Habéis estado en el muro? ¿Os habéis enfrentado a salvajes?- Su rostro denotaba interés.

Cita:

Galbart notó que la joven aún se sentía un poco cohibida por su apariencia, cosa totalmente lógica-Gracias por el cumplido, pero soy consciente de que mi actual indumentaria de duro norteño engaña mucho- sonrió mirando las gruesas pieles-Pero no os preocupéis Lady Lenia, estoy acostumbrado a llevarlas en todo tipo de ambientes, es casi como una segunda piel para mí y como decís, la temperatura aquí es muy agradable- comentó para quitarle la preocupación de su rostro.

Cita:

Sería un placer mostrároslo, seríais mi invitada de honor y os enseñaría el bosque corazón-la miró con orgullo por su tierra.

Cita:

El norteño se sintió aliviado, ya que a Lenia pareció impresionada por el detalle, aunque agradeció que los hermanos no oyesen tal confesión, quizás podían utilizarlo en su contra, desconocía que podían tramar entre ellos por muy cordiales que fuesen.

-Si, claro que cocino es una afición que tengo desde muy joven, cocinar mis propias piezas, uno nunca sabe cuando se encontrará sólo y si necesitará alimentarse por sus propios medios y la carne cruda no es precisamente apetitosa y he de decir sin ser un prepotente que se me da bastante bien -sonrió contento de compartir ese pequeño secreto.-Es cierto que una mujer de vuestra posición no necesita saber cocinar, pero os seré sincero, me alegra conocer vuestras inquietudes que pueden ser mundanas para muchos pero nunca se sabe cuando pude ser necesario-Le estaba sorprendiendo cada vez más a Galbart la personalidad de Lenia, ciertamente inocente por su edad, pero esa curiosidad era genuina y le gustaba. Cuando ella se acercó de puntillas, Galbart inclinó su cabeza para facilitárselo y llegó a oler su perfume dulce y fresco-No os preocupéis será nuestro pequeño secreto-le dijo sonriendo con una mirada cómplice.

Cita:

-Siento haberos incomodado con mis palabras,
no era mi intención-dijo ligeramente preocupado al percatarse del rubor de sus mejillas-Quizás he sido demasiado atrevido-

Cita:

-Os lo agradezco, de verdad, pero creedme todos tenemos nuestro pasado y en los norteños es bastante desaliñado- sonrió recordando de nuevo sus años jóvenes corriendo entre los Arcianos.

Cita:

Galbart asintió intentando tranquilizar a Lenia, volvía a ponerse nerviosa y quería evitarlo-Lady Lenia, os voy a confesar una cosa-se acercó el norteño-yo también odio el protocolo- sonrió de nuevo cómplice-En Bosquespeso somos más laxos con el protocolo, somos más cercanos, nuestras costumbres son diferentes-la miró de nuevo ante su repentina duda¿Cómo decís? Se lo estáis diciendo al hombre que interrumpió en vuestro desayuno y se sentó a comer, eso no fué muy correcto-le mostró media sonrisa divertida-conmigo podéis hablar con libertad, hacedlo por favor-dijo con sinceridad.

Cita:

-Os entiendo, puede sonar a historia para niño, pero rigurosamente cierta- contestó comprensivo-Y no, no he llegado a luchar allí pero si fuese necesario, los Glover estarán defendiendo a su gente, aunque deseo que eso no llegue a ocurrir nunca-dijo con orgullo.

Gracias por el cumplido, pero soy consciente de que mi actual indumentaria de duro norteño engaña mucho- sonrió mirando las gruesas pieles-Pero no os preocupéis Lady Lenia, estoy acostumbrado a llevarlas en todo tipo de ambientes, es casi como una segunda piel para mí y como decís, la temperatura aquí es muy agradable- comentó para quitarle la preocupación de su rostro.

Lenia sonrió, Ser Galbart estaba esforzándose en hacer que la muchacha se sintiera cómoda y lo agradecía de veras, asintió y alargó la mano, con la tentación de acariciar una de las pieles, ¿serían suaves? pero se detuvo a medio camino, cambiando la trayectoria por su pelo, jugar con su propio pelo no estaba tan mal.

- Lo es, hoy el día se levantó algo fresco, pero se esta muy bien según el sol calienta - añadió jugando con sus rizos.

Sería un placer mostrároslo, seríais mi invitada de honor y os enseñaría el bosque corazón

En los labios de Lenia se formó una dulce sonrisa, no lo diría en alto, porque no debía hacerlo, pero en sus ojos se vio la satisfacción que le provacaba sentirse "invitada de honor". Estaba acostumbrada a ser la hija del medio ... nunca era tan mayor como Astrid o Tabitha ... ni tan pequeña como Alyra o Mira, sabía cual era su sitio, pero no era un sitio privilegiado, así que sentirse por encima ... le agradó.

- Sería un honor ser su invitada de honor - dijo con una pequeña reverencia cogiendo su vestido y flexionando sus rodillas con gracia.

-Si, claro que cocino es una afición que tengo desde muy joven, cocinar mis propias piezas, uno nunca sabe cuando se encontrará sólo y si necesitará alimentarse por sus propios medios y la carne cruda no es precisamente apetitosa y he de decir sin ser un prepotente que se me da bastante bien -sonrió contento de compartir ese pequeño secreto.-Es cierto que una mujer de vuestra posición no necesita saber cocinar, pero os seré sincero, me alegra conocer vuestras inquietudes que pueden ser mundanas para muchos pero nunca se sabe cuando pude ser necesario-Le estaba sorprendiendo cada vez más a Galbart la personalidad de Lenia, ciertamente inocente por su edad, pero esa curiosidad era genuina y le gustaba. Cuando ella se acercó de puntillas, Galbart inclinó su cabeza para facilitárselo y llegó a oler su perfume dulce y fresco-No os preocupéis será nuestro pequeño secreto-le dijo sonriendo con una mirada cómplice.

Lenia mordió su labio inferior al sentir el rostro de Ser Galbart cerca, el se había acercado para que ella no se pusiera tan de puntillas y ella no lo había esperado, sonrió colorada y asintió - Estamos haciendo política creo - bromeó buscando su mirada con complicidad - Si fuera un hombre, mi padre estaría orgulloso - susurró - Pero he de admitir que me encanta ser mujer - murmuró intentando ocultar una sonrisa y desviando la mirada con cierta inocencia. - Secretos entre Vaelys y Glover - le guiñó un ojo divertida. En realidad, le gustaba tener esa complicidad con Ser Galbart.

-Siento haberos incomodado con mis palabras,no era mi intención-dijo ligeramente preocupado al percatarse del rubor de sus mejillas-Quizás he sido demasiado atrevido-

- Oh, no, lamento si habéis interpretado que me molestó - corrigió - Es solo que ... bueno ... Astrid es la hermana mayor, la guapa y la que siempre se lleva los cumplidos, Tabitha la energética y divertida ... Alyra la fuerte y Mira la adorable, yo ... no estoy acostumbrada a recibir ciertas atenciones - se encogió de hombros y trató de no darle importancia. Luego sonrió abiertamente.

Galbart asintió intentando tranquilizar a Lenia, volvía a ponerse nerviosa y quería evitarlo-Lady Lenia, os voy a confesar una cosa-se acercó el norteño-yo también odio el protocolo- sonrió de nuevo cómplice-En Bosquespeso somos más laxos con el protocolo, somos más cercanos, nuestras costumbres son diferentes-la miró de nuevo ante su repentina duda¿Cómo decís? Se lo estáis diciendo al hombre que interrumpió en vuestro desayuno y se sentó a comer, eso no fué muy correcto-le mostró media sonrisa divertida-conmigo podéis hablar con libertad, hacedlo por favor-dijo con sinceridad.

Cuando Galbart volvió a acercarse, el corazón de Lenia se aceleró, si bien era cierto que pudiera ser que Ser Tyler fuera el tipo de caballero correcto ... Ser Galbart tenía algo salvaje que aceleraba el corazón de la muchacha, era un hombre de lo más interesante. Cuando Ser Galbart confesó odiar el protocolo ella sonrió y se tapó los labios.

- Al final será cierto que los norteños sois ... especiales - confesó en apenas un susurró - Igual yo tengo alma norteña - sus ojos brillaron. Lenia rió cuando Ser Galbart le recordó que había irrumpido en el desayuno - Fue lo mejor del desayuno, la verdad - admitió - Después de tener que esperar a que mi hermana hiciera acto de presencia ... de soportar ese mal olor ... - se tomó unos segundos para olvidar ese olor - Vuestra llegada fue ... bueno, aquí estamos, hablando sobre señores que cocinan y señoritas a las que no le gusta tanto el protocolo - ladeo la cabeza.

Cuando aseguró que con el podía hablar con libertad, Lenia mordió su labio inferior, era un gesto que hacía cuando tenia dudas, acababa de conocerle, ¿porqué debía confiar en el? ¿y porqué no? El no era como el resto, se lo estaba demostrando.

- Está bien - volvió a clavar sus ojos gris oscuro en los de el, iba a ponerle a prueba. - Que opináis de que las damas montemos a caballo como hombres - dijo intentando aguantar la sonrisa. Era un tema con el que había discutido más de una vez con su madre, Lenia adoraba montar a caballo y cuando lo hacía, se ponía pantalones de hombre bajo una falda ligera para, que cuando nadie la viera, pudiera sentarse como los hombres y disfrutar del paseo sin tener que mantener la odiosa postura femenina. 

Lenia alzó la vista y se estremeció ante la pregunta de Ser Bernard, el muro ... su hermana Tabitha le había contado historias de miedo de ese muro - Espero que nunca nadie tenga que hacerlo, que los salvajes y los monstruos sean solo productos de cuentos para niños - se sintió un poco asustada en realidad - Eso es algo que espero no ver nunca - aseguró.

Tyler apretó los dientes por lo que la mandíbula se le marcó. Si él pudiese iría más allá del muro, pero no podía, hacerlo sería una misión suicida. Si algún día a los salvajes se les ocurría cruzarlo y Tyler se enteraba... de buen grado el pondría solución.

Prefirió guardarse sus pensamientos para si mismo, aunque su mirada había dejado de brillar.

- Sería un honor ser su invitada de honor - dijo con una pequeña reverencia cogiendo su vestido y flexionando sus rodillas con gracia-
 

-El honor sería mío-se detuvo un instante, haciendo un saludo teatralizado y divertido, para luego seguir caminando a su lado.
 

Estamos haciendo política creo - bromeó buscando su mirada con complicidad - Si fuera un hombre, mi padre estaría orgulloso - susurró - Pero he de admitir que me encanta ser mujer - murmuró intentando ocultar una sonrisa y desviando la mirada con cierta inocencia. - Secretos entre Vaelys y Glover - le guiñó un ojo divertida. En realidad, le gustaba tener esa complicidad con Ser Galbart.

Galbart rió ante la broma de Lenia-Vaya quién me lo iba a decir, ¿intrigas políticas con vos?-cruzó la mirada con Lenia y sonrió-debería de estarlo, aunque no seáis varón, de hecho en ciertos aspectos al ser mujer tenéis libertad de muchas cargas-dijo confidente-Cuando se es varón y sobre todo el primogénito, todas las responsabilidades recaen sobre él, ser el heredero, perpetuar la memoria de los progenitores, desde luego es un verdadero orgullo y honor ser el Señor de Bosquespeso entendedme y no lo cambiaría por nada, pero en alguna ocasión me he encontrado preguntándome, que habría sido de mi vida cómo un simple cazador... desvió la vista un momento y luego la miró de nuevo-Perdonadme creo que divago-puso una pequeña mueca de molestia-los secretos entre nosotros aumentan- cambió radicalmente el gesto por un guiño cómplice.
 

- Oh, no, lamento si habéis interpretado que me molestó - corrigió - Es solo que ... bueno ... Astrid es la hermana mayor, la guapa y la que siempre se lleva los cumplidos, Tabitha la energética y divertida ... Alyra la fuerte y Mira la adorable, yo ... no estoy acostumbrada a recibir ciertas atenciones -

Galbart sonrió, aunque no podía ponerse en su situación-Yo sólo tengo un hermano menor y no me puedo sentir identificado con vuestra situación, pero vos tenéis otras virtudes sin duda, no os menospreciéis por favor-Galbart deseaba animar a Lenia, ella se sentía desplazada y en parte eclipsada por sus hermanas y no lo merecía.

- Al final será cierto que los norteños sois ... especiales - confesó en apenas un susurró - Igual yo tengo alma norteña - sus ojos brillaron. Lenia rió cuando Ser Galbart le recordó que había irrumpido en el desayuno - Fue lo mejor del desayuno, la verdad - admitió - Después de tener que esperar a que mi hermana hiciera acto de presencia ... de soportar ese mal olor ... - se tomó unos segundos para olvidar ese olor - Vuestra llegada fue ... bueno, aquí estamos, hablando sobre señores que cocinan y señoritas a las que no le gusta tanto el protocolo -

Uhmm, dejad que os mire..-Puso un gesto casi cómico examinándola, sujetándose la barbilla-todo es posible, si aguantáis bien el frío, es que tenéis sangre norteña, también ese guiño rebelde nos caracteriza a muchos-dijo siguiéndole el juego, se estaba divirtiendo con ella y hacía bastante tiempo que no lo hacía-aunque os agradezco vuestras palabras, el resto de presentes estaba poco de acuerdo con vos, las palabras y las miradas hacía mi persona fueron claras, pero ésta charla sobre cocina y protocolo con vos ha conseguido relajarme, os estoy muy agradecido-dijo mirándola con una luminosa sonrisa.

- Está bien - volvió a clavar sus ojos gris oscuro en los de el, iba a ponerle a prueba. - Que opináis de que las damas montemos a caballo como hombres -

Galbart la miró impresionado, esperaba otra tipo de pregunta, pero para ella era muy importante, su rostro lo reflejaba así que la miró fíjamente -Lady Lenia, opino que deben montar como más gusten,  personalmente estoy a favor de que lo hagan como los hombres, sólo os diré que en Bosquespeso, las mujeres montan igual que nosotros, es la mejor manera de correr a galope tendido ¿no creéis?-le guiño un ojo-por vuestra pregunto imagino que a vos no se os permite tal libertad..

Vaya quién me lo iba a decir, ¿intrigas políticas con vos?

Lenia sonrió orgullosa - Claro, las mujeres podemos ofrecer muchas intrigas, incluso políticas - bromeó. Realmente le divertía esa conversación y Ser Galbart estaba haciendo que el paseo fuera mucho mas ameno de lo que esperaba.

debería de estarlo, aunque no seáis varón, de hecho en ciertos aspectos al ser mujer tenéis libertad de muchas cargas-dijo confidente-Cuando se es varón y sobre todo el primogénito, todas las responsabilidades recaen sobre él, ser el heredero, perpetuar la memoria de los progenitores, desde luego es un verdadero orgullo y honor ser el Señor de Bosquespeso entendedme y no lo cambiaría por nada, pero en alguna ocasión me he encontrado preguntándome, que habría sido de mi vida cómo un simple cazador... desvió la vista un momento y luego la miró de nuevo-Perdonadme creo que divago-puso una pequeña mueca de molestia-los secretos entre nosotros aumentan-

 - Sin duda lo está, en la medida que corresponde que lo esté y creerme que haré lo que sea necesario para que aún lo esté más - dijo con una extraña firmeza en la voz y decisión en la mirada. Lenia se sorprendió ante la confesión, por lo que Galbart le explicaba, le gustaba cocinar sus piezas y si tuviera otra vida, se plantearía ser cazador, eso hablaba de el, era un alma libre. - Está bien que divaguéis, yo lo hago a menudo - la muchacha intentó que ahora el se sintiera cómodo. - Si yo no fuera lo que soy ... me gustaría ser viajera - dijo con una gran sonrisa - Ser libre ... poder recorrer el mundo, conocer ... culturas, costumbres ... me parece que se puede aprender tanto del mundo - suspiró.

- No conozco mucho mas allá de estas tierras, quizás por eso me muero por conocer otras - admitió.

-Yo sólo tengo un hermano menor y no me puedo sentir identificado con vuestra situación, pero vos tenéis otras virtudes sin duda, no os menospreciéis por favor-

- Lo se, es solo que a veces cuesta verlas - dijo con cierta timidez, respecto a sus otras virtudes. - ¿Como se llama vuestro hermano? - preguntó con esa curiosidad que la caracterizaba, se preguntaba como sería y porqué el no había sido invitado, como Ser Bernard, que aun siendo el hermano menor de Ser Tyler, allí estaba. - ¿Se parece a vos? - Lenia intentó imaginar como sería el hermano menor de Ser Galbart - ¿Y como os lleváis?, perdonar, maldita curiosidad - rió.

Uhmm, dejad que os mire..

Lenia sonrió y se adelantó unos pasos luciendo su vestido y dando una vuelta sobre si misma, intentando andar con firmeza y seguridad.

 todo es posible, si aguantáis bien el frío, es que tenéis sangre norteña, también ese guiño rebelde nos caracteriza a muchos

La muchacha rió divertida - Bueno ... puedo aguantar bien el frío, nunca me he puesto a prueba, pero seguro que las pieles ayudan - dijo emocionada. Bajo sutilmente cuando Galbart nombró la rebeldía, parecía no molestarle que ella tuviera ese toque que a tantos parecía si molestarle.

aunque os agradezco vuestras palabras, el resto de presentes estaba poco de acuerdo con vos, las palabras y las miradas hacía mi persona fueron claras, pero ésta charla sobre cocina y protocolo con vos ha conseguido relajarme, os estoy muy agradecido

- Aquí son todos muy serios, no entienden nuestra esencia - intentó explicar - Pero me alegra que esteis mas relajado, hace que todo sea mas agradable - asintió.

-Lady Lenia, opino que deben montar como más gusten,  personalmente estoy a favor de que lo hagan como los hombres, sólo os diré que en Bosquespeso, las mujeres montan igual que nosotros, es la mejor manera de correr a galope tendido ¿no creéis?-le guiño un ojo-por vuestra pregunto imagino que a vos no se os permite tal libertad..

 - Creo que empiezo a enamorarme de Bosqueespeso - divagó, hasta que se percató de sus palabras - Quiero decir - intentó corregirlo - Todo parece hecho para mi ... muchas flores, mujeres fuertes y rebeldes, señores con dotes en la cocina, libertad y ... galope en condiciones - ensanchó su sonrisa - Exacto, aquí no se me deja montar como me gustaría, lo que no significa que no lo haga cuando nadie me mira - dijo con cara de traviesa y voz divertida.

Lenia miró durante unos segundos el rostro de Ser Galbart, analizándolo, con cierto disimulo, después sonrió y volvió la vista al frente.

- Espero que vos también empecéis a enamoraros de esta fortaleza, quien sabe si vuestra futura esposa os hará venir a menudo a visitar a la familia - dijo caer sutilmente con cierta diversión en la voz. Lenia ya había pillado la confianza suficiente, aumentada por la naturalidad de ser Galbart y podía empezar a hablar con libertad, claridad y algo que le encantaba, el doble sentido.

Cita:

-Sin duda hay infinidad de culturas y tierras que conocer, pero por desgracia, el ser noble conlleva unas responsabilidades y quedan cerradas ciertas puertas hacia la libertad como la que vos proponéis-respondió entendiendo a la muchacha.

Cita:

-No, os preocupéis, la curiosidad siendo joven es implacable, pero necesaria-dijo sonriendo-Mi hermano se llama Robett y ahora cuida de Bosquespeso hasta mi regreso, físicamente somos bastante parecidos a decir verdad, los aspectos físicos de nuestro padre están muy presentes en nosotros y siendo hermanos, nos llevamos muy bien, siempre nos hemos apoyado el uno en el otro-respondió acordandose de su hermano, esperando que no tuviese muchos problemas en Bosquespeso.

Cita:

Galbart sonrió divertido ante el gesto de Lenia-no lo dudéis serían vuestras más fieles compañeras en las épocas frías-

Cita:

-Sí, habéis sido muy amable en ayudar a relajarme de la tensa situación anterior-comentó con un gsto de agradecimiento.

Cita:

El norteño miró a Lenia con otra amistosa sonrisa, la muchacha y su curiosidad dominante la hacían impulsiva y decidida, pero no sabía si sería lo suficientemente dura como para ser la dama del Señor de Bosquespeso. Era muy joven y aún frágil, desconocía si aguantaría los duros rigores del Norte, de sus gentes y costumbres, era demasiado pronto para saberlo y debía de ir con extremo cuidado, controlar sus emociones y tomar su decisión con la cabeza y no con el corazón.

-Bueno, no todo son maravillas Lady Lenia, también tiene sus partes menos atrayentes que no carecen de importancia, las comodidades son menores, hay que arrimar el hombro cuando se debe y trabajar duro si es necesario, aquí es todo mucho más fácil y accesible por lo que veo-

Cita:

-No os voy a mentir, desde luego esta fortaleza es algo increible-dijo girando la cabeza y parándose un momento admirando la estructura-en cuanto a la futura esposa, para eso he venido aquí, ya lo que ocurra a partir de ahora lo desconozco totalmente-respondió con una sombra de duda en su mirada.

Galbar se removió incómodo bajo sus pieles y aminoró el paso al parecer el esfuerzo del camino llamaba a su puerta-Lady Lenia, creedme que éste paseo está siendo de lo más interesante y entretenido, pero noto que mi cuerpo empieza a resentirse y me pide algo de descanso-dijo con cierto tono de pesar-me gustaría seguir charlando con vos, pero necesito retirarme, asearme y descansar, espero no ofenderos con este desplante, no me lo perdonaría, pero tenéis a Ser Bernard aquí mismo y podréis disfrutar de su compañia mientras yo esté ausente-un tono bajo de disculpa surgió de su voz-aunque luego en el baile nos volveremos a ver sin duda-dijo con una suave sonrisa.

ser noble conlleva unas responsabilidades y quedan cerradas ciertas puertas hacia la libertad como la que vos proponéis

Lenia suspiró, que cierto era eso.

- Os debo dar la razón - murmuró - Ojalá entre nuestros privilegios hubiera alguno más - sonrió con suavidad. 

Mi hermano se llama Robett y ahora cuida de Bosquespeso hasta mi regreso, físicamente somos bastante parecidos a decir verdad, los aspectos físicos de nuestro padre están muy presentes en nosotros y siendo hermanos, nos llevamos muy bien, siempre nos hemos apoyado el uno en el otro

Lenia sintió satisfecha parte de su curiosidad y eso le agradó, observó nuevamente  ser Galbart y se imaginó a un hermano mas joven y parecido, pero no quiso preguntar nada más, de momento.

 no lo dudéis serían vuestras más fieles compañeras en las épocas frías-

- Si algún dia viajo a Bosquespeso, intentaré hacerme con una buena amiga de esas - aseguró y admiró nuevamente las pieles que Ser Galbart vestía y que a Lenia le daba calor solo de mirarlas. 

-Sí, habéis sido muy amable en ayudar a relajarme de la tensa situación anterior-

- Oh, no le deis importancia, vos estáis siendo muy amable ahora - Lenia hizo un gesto con la mano para decir que estaban en paz. 

-Bueno, no todo son maravillas Lady Lenia, también tiene sus partes menos atrayentes que no carecen de importancia, las comodidades son menores, hay que arrimar el hombro cuando se debe y trabajar duro si es necesario, aquí es todo mucho más fácil y accesible por lo que veo-

Lenia pensó por un segundo en la rudeza del norte y se preguntó si ella estaría preparada para tal, estaba acostumbrada a las comodidades de su fortaleza, a ser como una princesa delicada, no hacía esfuerzos físicos, solo debía comportarse, sonreir y seguir el protocolo, pero era algo que le aburría en muchas ocasiones.

- Si, aquí casi todo suele ser mas fácil - confirmó aún pensativa.

me gustaría seguir charlando con vos, pero necesito retirarme, asearme y descansar, espero no ofenderos con este desplante, no me lo perdonaría, pero tenéis a Ser Bernard aquí mismo y podréis disfrutar de su compañia mientras yo esté ausente-un tono bajo de disculpa surgió de su voz-aunque luego en el baile nos volveremos a ver sin duda

- Oh disculpad, he sido una mala anfitriona, acabáis de llegar y aquí estoy yo evitando que descanseis - Lenia sonrió y se detuvo. La verdad es que estaba disfrutando tanto de la conversación que no se percató de la relidad - Por favor, partir a descansar y no dudéis en acudir a cualquiera de los sirvientes si necesita cualquier cosa - sonrió - Si, nos veremos en el baile, sin duda - aseguró con alegría.

- Yo debería ir a cumplir también con mis tareas - sonrió - Ha sido un placer Ser Galbart, espero que descanseis - hizo una reverencia. 

Lenia cesó su paseo con Ser Galbart.

- Oh disculpad, he sido una mala anfitriona, acabáis de llegar y aquí estoy yo evitando que descanseis - Lenia sonrió y se detuvo. La verdad es que estaba disfrutando tanto de la conversación que no se percató de la relidad - Por favor, partir a descansar y no dudéis en acudir a cualquiera de los sirvientes si necesita cualquier cosa - sonrió - Si, nos veremos en el baile, sin duda - aseguró con alegría.

- Yo debería ir a cumplir también con mis tareas - sonrió - Ha sido un placer Ser Galbart, espero que descanseis - hizo una reverencia. 

Lenia miró a su hermana y a los hermanos Risefeller.

- Quizás todos deberíamos volver, supongo que todos tenemos tareas que cumplir el día de hoy - dijo Lenia con cierta amargura, pues estaba disfrutando del paseo.