Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

Planta Principal > Recibidor

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11/03/2018, 19:34
(1) Tabitha Vaelys

-Entiendo. Os agradezco vuestras palabras, William.

La joven asintió a las palabras del sirviente, mordiéndose el labio mientras se preguntaba qué habría sucedido. Tenía la sensación de algo grave había sucedido, no sólo con Lenia.

-Ser Lance -dijo, aproximándose al joven y rubio caballero. ¡Era tan fornido y atractivo, tan rubio y tan Lannister!-. ¿Me haríais el favor de acompañarme a la torre de los cuervos? Si mi madre iba en esa dirección, lo más probable es que se haya dirigido a la capilla, tal y como pidió Sloth.

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11/03/2018, 20:01
(0) Ser Lance Dayne

- No se preocupe, por cierto su nombre es... siga con su cometido, no le quiero ralentizar en sus quehaceres. Le dijo el caballero mostrándole una sonrisa amigable, viendo que a continuación se dirigía a la segunda hija de los vaelys se mantuvo a la espera. Guardando la compostura y la modestia propio de un caballero sin interrumpir la conversación llevada a cabo entre el sirviente y la segunda heredera. 

El caballero se encontraba igual de perdido que Tabitha al expresar la dama su desorientación y desconocimiento hacia donde se había dirigido su familia. Esperó con paciencia a que el sirviente les diera la respuesta a sus incertidumbres, y algo comentó aunque Ser Lance supo que se guardaba información para sí, de repente sintió la dulce voz de Tabitha que le hablaba, Ser Lance la miró con una sonrisa como si hubiera salido de su ensimismamiento, - por supuesto, están ocurriendo hechos extraños en su castillo, lady Tabitha, y no sería correcto que una mujer como vos anduviera sola por estos lares, que aunque son los dominios de su familia, extraños sucesos hacen que tenga que estar protegida. Será para mí un honor y un deber acompañarla milady. Le dijo el caballero llevando la mano derecha al pecho y haciendo una inclinación como reverencia, igual que los gestos que se hacían cuando se le otorgaba la misión de un señor. Eran expresiones que presentaban la dignidad y el prestigio de acogerlas y llevarlas a cabo con su vida si fuera necesario.

Notas de juego

[Ser Lance Dayne] se mueve junto a Tabitha del [Recibidor][La torre de los Cuervos]

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11/03/2018, 20:25
William, el sirviente (PNJ)

Soy William, señor. Tras responder a los señores, el criado prosiguió su camino hasta el gran comedor.

Notas de juego

William sale hacia el gran comedor 

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03/05/2018, 01:55
- Nueva Ubicación -

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03/05/2018, 02:36
- Narrador -

En la sala te parece oler un fuerte y desagradable olor a cuadra.

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03/05/2018, 02:37
- Narrador -

En la sala te parece oler un fuerte y desagradable olor a cuadra.

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03/05/2018, 02:37
- Narrador -

En la sala te parece oler un fuerte y desagradable olor a cuadra.

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03/05/2018, 02:37
- Narrador -

En la sala te parece oler un fuerte y desagradable olor a cuadra. Sin duda ese olor había acompañado todo el camino, lo que indicaba que su procedencia era Lady Tabitha.

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03/05/2018, 02:41
- Narrador -

Nada más llegar al Recibidor y delante de unos cuantos invitados, Tabitha sintió una terrible arcada que le inundó todo el cuerpo. El pequeño Targaryen que llevaba en su interior parecía querer llamar su atención en ese momento. Provocando cierto malestar y palidez en su rostro. ¿Le habría pasado algo a su padre y su hijo quería advertirle?

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03/05/2018, 02:53
- Narrador -

En la sala te parece oler un fuerte y desagradable olor a cuadra. Sin duda ese olor había acompañado todo el camino, lo que indicaba que su procedencia era Lady Tabitha.

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03/05/2018, 12:21
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

Al entrar al amplio recibidor Edric se encontró con otros huéspedes, con el castellano y con Tabitha Vaelys. El fuerte olor a mierda de caballo le hizo poner mala cara.

- Buenas tardes caballeros. Tabitha. - saludó serio, con un gesto de cabeza a los hombres y tocándose el corazón inclinando ligeramente el cuerpo hacia adelante cuando saludó a la muchacha. - Pensaba que me había perdido - dijo mientras se adentraba en la sala esperando prudentemente en el centro.

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03/05/2018, 14:55
(0) Oberyn Nymeros Martell

El dorniense se sintió tentado de cubrirse la nariz con una mano para reprimir aquel nausebundo hedor que le había acompañado desde la capilla, y que ahora tenía más que claro que se trataba del olor corporal de uno de los presentes. Aunque por educación, prefirió no hacer más comentarios al respecto.

-Me temo que no son buenas tardes, Ser Edric -dijo Oberyn, con desgana, tras la trágica noticia que había recibido. Prefirió no ser él quien le indicara a Colina lo que había sucedido-. ¿Dónde os encontrabais? Tenía entendido que Lady Myriah os había pedido a todos que acudiérais al Gran Comedor.

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03/05/2018, 18:03
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

Edric se acercó al principe Oberyn para no tener que gritar. 

- He subido a mis aposentos para cambiarme de ropa debido a que estaban chorreando por culpa de la lluvia y cuando he bajado en el Comedor no había ningún invitado. - le dijo apocadamente y añadió acercándose aún más al dorniense. - ¿Qué ha pasado? 

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03/05/2018, 18:13
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

La Vívora Roja había sido de los pocos que se había dignado a saludarlo a pesar de su estrecha relación con Lord Rhys en todo lo que llevaba de día. Edric era muy reservado pero agradecía en ese día alguien con quien poder charlar. 

- ¿Se sabe ya de dónde viene este olor a boñiga de caballo? - le preguntó susurrantemente por si era ya una información conocida.

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06/05/2018, 21:19
(2) Alester Marbrand

Un buen grupo de personas se encontró en el recibidor del castillo y el caballero de Marcacenia las saludó a todas con un gesto de la cabeza. Apareció acompañando a una debilitada Lady Tabitha, aunque esperaba que empezara a recuperarse cuanto antes.

Alester reconoció el fuerte olor que, tras ese día, ya relacionaba con la Fortaleza de Sangre. Era asombroso cómo aquella pestilencia se había hecho dueña de los dominios de la casa Vaelys. Solo que, en esta ocasión, Alester fue capaz de reconocer algo más: la procedencia de dicho olor. Se sintió asombrado, aunque no dijo nada al respecto. Simplemente arrugó la nariz, pues aún acostumbrado a las cuadras y a los caballos, no dejaba de ser desagradable.

Entonces, se quedó pensando. Todo parecía carecer de sentido. Al menos, según lo que había escuchado y sus propias suposiciones. Alester era consciente de que los rumores podrían ser falsos, al menos parte de ellos, y no podía evitar sentirse frustrado por la amalgama de noticias que había ido recibiendo, a cada cual más inverosímil.

Pero ¿realmente era tan inverosímil? Tras lo que había vivido ese día, no podía pensar así. Nada era increíble o imposible.

Se llevó a la muchacha a un lado, mientras dejaba que el príncipe contara lo que tuviera que contar a Colina. Su intención había sido la de conversar con ella y le daba igual que la sala apestara a cuadra, ahora que no estaba Lady Vaelys y estaban en un lugar más amplio, pensaba aprovechar la oportunidad.

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06/05/2018, 21:20
(2) Alester Marbrand

Alester volvió a arrugar la nariz. Sin duda, quien estuviera detrás de aquel sabotaje no tenía pensado parar en ningún momento. Mirándolo desde el lado positivo, no parecía que, a pesar de todo, esa persona tuviera demasiada suerte con sus acciones, pues la fiesta no iba a detenerse, al menos por ahora.

- Mi señora, no quiero andarme con rodeos –dijo el caballero, agarrando aún a la joven, aunque enfrentado a ella, cara a cara-. Y, si lo que he escuchado de vos es cierto, no creo que seáis una joven que quiera permanecer quieta y callada tras lo ocurrido, sino que querréis llegar hasta el fondo del asunto. Como yo –añadió. Aunque uno pudiera pensar que no tenía lógica que un extraño quisiera aclarar esos sucesos, su voz transmitía la máxima convicción-. Imagino que a vos ya se os habrá pasado por la cabeza, pero está claro que ninguno de los desastres que han atacado hoy a esta casa es fortuito. La identidad de la mano negra que acecha a vuestra familia, por ahora, permanece oculta, pero tengo mis teorías, algunas más probables que otras.

Lanzó una mirada de desconfianza al grupo, sin estar claro a quién se dirigía, y se alejó unos pasos más, arrastrando con él a la dama, para evitar que cualquiera de los presentes pudiera escucharlos. Al fin y al cabo, en esas condiciones, ¿en quién podían confiar?

- Y, aunque vuestra madre haya hablado de… -Hizo una breve pausa para buscar la mejor forma de expresarlo- …de la tragedia acontecida a Fiona como un triste accidente, dudo que alguien crea esa versión. No tras todo lo demás que ha ocurrido. Hay alguien detrás –Negó con la cabeza, pues aún se preguntaba quién querría acabar con la vida a una criada. ¿Qué ganaba nadie con ello? Los ataques a las hijas de Lord Rhys podían tener más sentido, pues ellas, como herederas, eran susceptibles de tener enemigos. Pero ¿un miembro del servicio?

- Llevo un tiempo intentando comunicarme con vuestro Maestre. Es un hombre inteligente, con ojos y oídos en toda la Fortaleza y con el conocimiento suficiente como para, al menos, poder solucionar los problemas que os han sobrevenido a todas –Por desgracia, desde su breve encuentro esa misma mañana, no había vuelto a ver a Caelus, lo cual le había resultado de lo más extraño-. Vos no sabréis dónde podría encontrarse, ¿verdad?

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07/05/2018, 17:24
(0) Oberyn Nymeros Martell

El dorniense no se sentía capaz de explicarle a Ser Edric lo sucedido y, por otra parte, tampoco consideraba que él fuera la persona más apropiada para informarle de lo ocurrido, dado que ni siquiera conocía los detalles. Para colmo, la pregunta que Colina acababa de dirigirle acto seguido, entre susurros, le pareció incómoda y fuera de lugar, ya que no consideraba que un caballero debiera airear el motivo por el que aquel hedor tan insoportable envolvía todo el recibidor.

-Una desagradable tragedia, eso es lo que ha pasado -respondió Oberyn, escuetamente-. Lamento no poder deciros más al respecto -Dirigió una rápida mirada a la afectada Lady Tabitha, preguntándose qué estaría pasando por la cabeza de la joven en aquellos instantes.

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07/05/2018, 20:52
(1) Tabitha Vaelys

La joven permaneció aferrada al brazo de Alester, caminando lentamente y con cuidado. Se sentía completamente frágil, estaba a punto de romperse en mil pedazos, pero a la par se mantenía fuerte o al menos intentaba serlo. Era demasiado para ella, no solo por la muerte de su mejor amiga, Fiona... si no por todo lo demás que guardaba para sí. Y lo peor de todo era aquella incertidumbre, no saber en quien confiar, ni quien estaba haciéndole todo aquello a su familia y a ella misma.

Observó los gestos de los hombres, los cuales iban reaccionando por aquel terrible hedor que residía en La Casa Vaelys y no parecía querer salir de ella. Inclinó su cabeza a modo de reverencia para saludar a todos los presentes y se dejó llevar a un lado por Alester sin decir palabra alguna.

Sabía que tenía que decirles algo, ayudarles a comprender. Pero no sabía bien como y menos aún que decirles. Primero debía calmarse y centrarse un poco. Miró a todos los presentes antes de atender a las palabras de Alester comenzó a pronunciar en voz baja.

Una fuerte arcada la sobrevino, dejándola completamente pálida y sin fuerzas, al poco de responder a las palabras de Alester.

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07/05/2018, 21:03
(1) Tabitha Vaelys

- Habéis oído bien... perdonadme, no recuerdo su nombre y eso le hace jugar con ventaja, caballero. - Respondió tratando de recuperar fuerzas y sonreir, a pesar de ver como había arrugado la nariz y saber perfectamente porqué ocurría aquello.

Era cierto. A Tabitha se le hacía un tanto difícil el creer que alguien, un desconocido, quisiera averiguar que estaba ocurriendo en su casa. Pero a la par sabía que la curiosidad humana no tenía límites y ahora que Fiona no estaba, necesitaría más ojos y oídos que nunca.

- Supongo que a estas alturas, ya sabrá que este asqueroso olor proviene de mí y forma parte de este sabotaje. - Miró unos instantes al resto de hombres. - Y por el buen nombre de esta Casa y familia, deberé pronunciarme ante ellos al respecto. - Tarde o temprano todos lo sabrían. Mejor por mi boca que por comentarios ajenos.

Los ojos de Tabitha se abrieron enormemente cuando Alester preguntó por el Maestre. - No, no... no se donde está y... - Ocultó su rostro de los demás unos instantes. No sabía si podía confiar en Alester o no, pero por alguien debía comenzar. - ... no confío en él. Tengo mis motivos para pensar que ha sido el mismo quien ha enmudecido a mis hermanas y me ha apestado de esta manera. - En ese instante pensó en Alyra y Astrid, casi no las había visto en todo el día y ambas parecían estar bien. Debía comprobarlo y asegurarse del estado de Alyra y ver si Astrid sufría también algun extraño síntoma. De lo contrarío tendría una nueva sospechosa a la vista.

- En cuanto a investigar la muer... la caída de la doncella. - Susurró tratando de olvidar de quien hablaba realmente, haciendo el hecho más impersonal. - Está prohibida la entrada en la torre a casi todo el mundo. Solo unos pocos tenemos acceso a los dormitorios que allí se albergan. Pero la situación es especial y, quizás pueda convencer a padre para... - Y entonces una fuerte arcada se apoderó de Tabitha.

Su rostro empalideció y sintió como sus fuerzas la abandonaban de nuevo. Su cuerpo tembló y sus ojos se llenaron de lágrimas mas no llegó a vomitar. Pero una sensación de malestar se apoderó de ella y en su mente aparecía la imagen de su padre.

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08/05/2018, 18:40
(2) Alester Marbrand

Sorprendido, Alester esbozó una ligera sonrisa mientras agachaba la cabeza- Ser Alester Marbrand. Perdonadme, señora, la arrogancia de los hombres nos lleva a pensar que todas las mujeres saben quiénes somos –se disculpó. Sabía que se había presentado ante ella, pero lo había hecho junto con una docena más de caballeros. ¿Cómo esperar que recuerde su nombre, precisamente, cuando no habían compartido ninguna otra palabra?

Asintió con la cabeza. Sabía de dónde provenía el olor, aunque no creía necesario que la joven dijera nada al respecto. De sobra era sabido en la Fortaleza que alguien estaba saboteando a las hermanas y hacerle pasar por ese momento de humillación lo consideraba innecesario. Pero eso era decisión de ella, así que no se pronunció al respecto. Lo único que dijo fue:- Todos sabemos el motivo de vuestra condición.

La reacción de Lady Tabitha al preguntar por el maestre no fue la que Alester esperaba. Por lo que había escuchado, su relación era muy cercana. Claro que uno no podía hacer caso a todos los rumores que divulgaban los criados, eso ya le había quedado claro hacía tiempo. No obstante, le extrañaron las acusaciones hacia el anciano- ¿Estáis segura? –le preguntó Alester. No tenía sentido para él e intentó hacérselo ver-. Vos lo conocéis mejor que yo, eso está claro. Pero ¿qué ganaría el maestre con vuestro sufrimiento? Es un hombre viejo, sin posibilidad de heredar. Y lo bastante inteligente como para usar otros métodos de sabotaje, no estos que lo apuntan directamente a él. Martell y yo –añadió, mirando hacia el dorniense-, tenemos muchas diferencias, pero en esto estamos de acuerdo. Creo que deberíais buscar a vuestro enemigo en otra parte. Por ejemplo, un hombre que ya hubiera acordado hace tiempo un matrimonio con alguna de vuestras hermanas, sin que nadie lo sepa, y esperara quitarse a la competencia cuanto antes; o quizás… -Alester giró unos centímetros la cabeza hacia donde se encontraba el resto del grupo- …un bastardo que espera heredar si a las hijas legítimas del Lord tienen un trágico final.

Realmente, Alester no sabía cómo esta última idea podía tener sentido. Colina había llegado al castillo al mismo tiempo que él y todas estas desdichas parecían haber surgido antes, al amanecer. Además, habían permanecido juntos durante todo el almuerzo, hora a la que probablemente había ocurrido la muerte de Fiona. Los tiempos no cuadraban. Así que añadió, negando:

- Pero no me hagáis mucho caso, todo son suposiciones. Lo que sí es cierto es que deberíais cuidaros de cualquiera que no seáis vos misma. En cuanto a vuestras hermanas, hasta donde yo sé, solo Lady Lenia sufre de enmudecimiento, además de debilidad. Lady Alyra… ella tiene una afección en la piel –Y después de mostrar esos síntomas, Alester no había vuelto a saber nada de ellas. No habían aparecido de nuevo, lo cual le llevó a preguntarse si se encontrarían peor. La condición de la joven que tenía delante parecía haberse agudizado-. Lady Astrid y Lady Mira no parecen haber sido afectadas aún. Al menos, he relacionado el tartamudeo de vuestra hermana pequeña a la timidez y agobio de estar rodeada de desconocidos. Pero vos sabréis mejor si es algo normal en ella o si puede deberse también a esta maldición.

Abrió la boca para decir algo más, pero las palabras no llegaron a pronunciarse, pues rápidamente la cerró de nuevo, como si se lo hubiera pensado dos veces. No es momento aún… Callado, dejó que la muchacha hablara.

Escuchó el plan que tenía para investigar el asesinato. Aún no sabía en qué consistía exactamente, pero de inmediato Alester pensó que probablemente no fuera posible. Lady Vaelys había puesto unas normas muy estrictas para entrar en la Torre del Fénix, y eso en condiciones normales. Tras todo lo ocurrido, sería imposible que alguien ajeno a la familia pudiera acceder. Pero no consiguió comentarle todo eso a Lady Tabitha, pues antes de que ella terminara de hablar algo la interrumpió.