Partida Rol por web

claymore(2)

Frontera del Norte

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22/09/2009, 20:18
Catalina

- Aún no lo entiendes Andrea...pero no hay tiempo...para dar explicaciones...- Le susurró con una sonrisa que atravesaba su rostro, golpeado por la rojiza luz del sol, que hacía brillar la sangre que manaba de su cuerpo, una piel arrancada, músculo desgarrado que se volvía pálida y gélida cubierta al regenerarse, impoluta, radiante...Su uniforme estaba destrozado, y el blanco se teñía de aquel carmesí oscuro, dos regueros de sangre recorrían su brazo izquierdo, cayendo las delgadas gotas, como lágrimas de sangre, de las yemas de sus sus dedos mientras hablaba con la número treinta...

- Cuando esto acabe...tendremos tiempo para hablar. - Le sonrió, dedicandole una mirada comprensiva, maternal, escondidos sus ojos plateados tras los párpados de largas y negras pestañas. Su forma, su silueta, se recuperaba, y aunque gimió al borde de gritar cuando se arrancó aquella flecha que atravesaba su pierna, centró sus capacidades curativas en ella. Ya podría caminar...la sangre llegaba, a atravesar su semblante, que se tornó serio de súbito, mientras asentía mirando al frente. Dando un paso adelante, para colocarse junto a Lilith, ofreciendole su perfil, imponente y frio como un témpano de hielo a la número treinta. Entonces alzó la voz, para todas, y una a una nombró las virtudes y las responsabilidades.

 - Lilith...golpearemos juntas. Tu te encargarás de acabar con ellos de forma rápida, demostrando que son débiles, tu fuerza de voluntad, tu velocidad, será la clave para abrirnos pasos en la batalla y poder sobrevivir.

  Hemos de luchar juntas, es la única forma de sobrevivir.

 Lilith sabía que Catalina podía decir mucho más, aceptaba que la número veinticuatro era una superior, y ella daba las órdenes, Catalina sólo recordaba a las demás que debían seguirlas, a las dos, porque Lilith estaría luchando, matando, mutilando y no hablando para guiar a las demás, ella las inspiraría con una orgía de sangre y muerte, no con motivadoras palabras.

 La miró, y asintió, mas no la ayudó a caminar, aún cuando se apoyaban mutuamente. Luego miró hacia la posición de Alice.

- Alice, la contundente, de las nuestras eres la de menor rango, pero posiblemente puedas demostrar que eso, no importa en absoluto cuando se trata de dar cuentas de esos Yoma. No he tenido el honor de participar en una cacería contigo, pero si estás con nosotras, hoy podremos aunar fuerzas no para sobrevivir, sino para dar cuenta de aquellos que nos han hecho sangrar. Necesitaremos de tu fuerza para traspasar las armaduras de los que se resistan a los golpes normales, cuento contigo para que nos demuestres de que estás hecha.

 Miró a aquella que tanto se parecía a Undine, buscando con sus pupílas negras las de Alice, con severidad y lealtad, no la aburriría con tontas órdenes, pero la necesitarían para constituir la fuerza de ataque junto a Lilith.

 Luego, sin mirarla...habló para la treinta, con el tempestuoso tono de un huracán y la misma calma del ojo de la tormenta:

- Andrea. Regenera tu brazo. Hoy nadie va a rendirse a la muerte, tienes razón. Cuento contigo para que lidies en primera línea con el enemigo, siempre tuviste buena percepción del poder yoma. Quiero que determines si Galena está cerca, o si hay alguna otra guerrera que pueda unirse a nuestro frente de ataque.

  Cuando entremos en combate, tu y yo nos concentraremos en proteger a las demás, y llamar la atención de nuestros oponentes. Sé que te has hecho más fuerte...no necesitaremos que liberes tu poder para derrotar a la mayoría de enemigos, dejale eso a las demás, sólo centrate en advertirnos de sus movimientos y hacer que centren sus ataques en ti.

 Yo misma la protegería si no era capaz de esquivar uno de sus ataques, eso...si Lilith, Alice y Galena no daban cuenta de ellos antes de que pudiesen darse cuenta de lo que les había golpeado...

 Catalina dirigió su mirada al horizonte, a la lucha entre Teresa e Ishley. Podría durar meses, era un combate apocalíptico, tenían que ganar estrategicamente aquella batalla, no por superioridad en fuerza o número. Su silencio se convirtió en uno reflexivo, casi incómodo, analizando la situación...su atención se centró en el león de ojos plateados, pero no únicamente en él...su mente trabajaba en muchas posibilidades, pensando antes de actuar.

- Si detectas algún punto débil...sólo dilo.

esperó a que las guerreras se colocasen junto a Lilith y a ella, esperando que aceptasen luchar junto a aquellas dos guerreras, y dandoles tiempo para regenerarse. Andrea tenía que regenerar todo un brazo...y le había pedido localizar a Galena, aún así, Catalina hizo lo propio, dos ojos...veían más que uno.

Notas de juego

22-4= 18 de yoki (en regenerarme)

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22/09/2009, 22:47
Catalina
Sólo para el director

En lo que echo un vistazo me fijo en un camino apropiado para descender de allí sin cruzarme con ishley o con ragnar, mientras trato, como le he dicho a andrea, de localizar a todas las claymore que estén cerca, m´ças que nada por Galena y Galatea, si tengo que tirar algo, dimelo.

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23/09/2009, 00:11
Galena
Sólo para el director

Galena tuvo que hacer un esfuerzo considerable para ponerse en pié. Al hacerlo se tambaleó pero no llegó a caerse gracias a que su propio flujo de yoki estaba comenzando a sanar las dolorosas secuelas de una caída tan tremenda. Todo su uniforme estaba lelno de arañazos y sentía cómo la sangre le corría por la cara... ¿sangre?.

"Flora..."

Se llevó una mano a la mejilla separándola sorprendida de encontrar lágrimas en ella, sin embargo emitio un gruñido y secó el resto con un seco movimiento de antebrazo. Comenzó a andar todo lo deprisa que podía por la pendiente que subía de nuevo al altiplano mientras con una mano se agarraba un costado como si aquello la fuera a ayudarla a respirar mejor.

"Es... esperame hermana, por favor... ¡por favor!"

Sin embargo, ahora que el mareo comenzaba a desaparecer de su cabeza, algo más terrorífico aun la invadía... un yoki inmenso, titánico, una auténtica montaña de energía yoma que emanaba de la parte de arriba del todo del altiplano que la hizo soltar un respingo. Nunca había percibido algo como aquello.

"Que demonios es eso..."

El parecer había otro yoki también desmesuradamente grande que se enfrentaba al primero, la ventiocho jamás había sentido algo como eso ¿estaría luchando la número 1?, entonces el otro Yoki...

"¡¡Ishley!!"

Los pasos de Galena aceleraron imbuidos con una energía nacida de la inquietud más desesperada y del hecho de que la regeneración de su naturaleza defensiva hacía efecto de forma rápida.

"Dioses... es... es monstruoso... ¿esto es el poder de un Abisal? ¿cómo demonios ha aparecido tan derepente? ¡Que ha pasado con las demás!"

Cuanto más subía más la atenazaba la horrible sensación de que pese a no querer ver lo qu eprobablemente la esperaba, tenía qu ehacerlo.
Y así fue...

Cuando Galena rebasó el borde de la cuesta, su rostro palideció perdiendo todo el color y sus ojos plateados se agrandaron al mismo tiempo que sus pupilas se volvían tan pequeñas como dos cabezas de alfiler. No había palabras para describi aquella escena... sangre, muerte, no había nada, no habí anadie... el suelo se había vuelto rojo, encharcado por completo y allá dodne miraba sólo veía guerreras caídas. su respiración comenzó a acelerarse, mientras sus ojos buscaba desesperadamente entre aquella carnicería un resquicio de vida.

"¿Q... qué... clase de... broma pesada es esta...?"

Entonces vió a alguien caminando, una Cazadora herida de forma horrible que trataba de liberar a otras que habían quedado empaladas por unas extrañas ¿flechas? gigantes. Era la número 30, estaba embadurnada de sangre y había perdido un brazo.

"¡Andrea!..."

El corazón le dió un vuelco en ese instante, y sintió como si se le hubiera parado en el mometo en el que finalmente confirmo la peor de todas sus pesadillas. Todas sus certezas, todo su mundo, su hermana Flora... estaba tirada en el suelo en medio de la dantesca escena con varias de aquellas espantosas flechas clavadas.
Galena sintió como todo su cuepro comenzaba a temblar descontroladamente, como un sudor frío y más helado aunque la nieve de las montañas le atenazaba el espinazo y como parecía faltarle hasta la respiración.

N... no.. No—masculló con un hilillo de voz que pronto fue ganando en volumen—no... ¡no, no NO, ¡¡¡NO!!!
 

Notas de juego

Otros 4 de yoki para curar cuatro pupas. Paso de Herida (-2) X a Lastimada (-1) X

Yoki: (19/27)

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23/09/2009, 01:07
Galena

El alarido de Galena rasgó el aire gélido del amanecer como una más de las saetas de Ishley resonando de forma espeluznante entre las paredes de los acantilados.

¡¡NO!!!

La número 28 se encontraba de pie, jadeante y medio encorvada en la pendiente de subida. Tenía el uniforme desgarrado y embadurnado de tierra por todas partes, estaba cubierta de arañazos y sangraba por la comisura del labio y por un corte que manaba un sinuoso reguero desde encima de una de sus cejas tiñendo toda la mejilla hasta la mandíbula.

Sus ojos plateados permanecían clavados en un punto determinado del altiplano y su rostro se había vuelto casi tan pálido como su blanca melena crispado en una expresión indescriptible, irreconocible, desgarrada y totalmente fuera de sí.

F... Flora—masculló comenzando a renquear hacia el centro de la explanada—¡Flora...! ¡¡FLORA!!

Echó a correr sacando energías de donde no parecía haberlas recorriendo la tortuosa distancia y tropezó prácticamente cayéndose al lado de la número 7

¡HERMANA!

Tosió atragantándose por la caída y aquello la hizo escupir sangre pero le dió igual. Agarró con ambos brazos a su gemela, contra ella, tratando de darle la vuelta para ver su cara y a la vez no causar más daño con aquellas malditas saetas negras.

Hermana... hermana contéstame—imploró entre jadeos con una voz que casi no era la suya—contéstame, maldita sea... ¡FLORA!

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23/09/2009, 01:16
Andrea

- Aún no lo entiendes Andrea...pero no hay tiempo...para dar explicaciones...

¿Que no entiendo? ¿Qué hay que entender...? Hay que sobrevivir, reunir todas las supervivientes que podamos y resurgir de las cenizas... es lo único que hay que entender...

- Cuando esto acabe...tendremos tiempo para hablar

Esto acaba de comenzar... Se dijo desanimada la número treinta

Entonces, Catalina comenzó a trazar un plan para aprovechar los mejores puntos de todo el mundo. Andrea asintió y escuchó mientras comenzaba a regenerar su brazo lentamente. Aunque la herida del riñón era más dolorosa, si se agotaba regenerándola en primer lugar, regenerar el brazo después podría acarrear problemas de autocontrol, ante un gasto tan grande y repentino.
El hueso y los músculos comenzaban a aparecer del hombro destrozado, lentamente, y el rostro de esfuerzo y concentración de la número treinta, pero eso no la desvió de la conversación.

Lo haré, probablemente sea la más adecuada para esquivar a los que nos encontremos por el camino. -Paró un segundo para tomar aire y seguir regenerando- Pero hemos de darnos prisa, la diferencia de yokis entre Ishley y Teresa es grande... ojalá me equivoque, pero no creo que pueda aspirar a más que a darnos tiempo suficiente. No noto a Galatea, pero no deja de ser curioso que fuese a la única que viera, y en cuanto a Galena...

¡¡NO!!! F... Flora ¡Flora...! ¡¡FLORA!!

Giró la cabeza para mirar a Galena, y se permitió una breve pausa para suspirar hacia el cielo rojizo.
Gracias.... gracias a los cielos...

...ahí la tenemos...

Miró de nuevo a Catalina, y con el brazo bueno le pasó el pequeño petate donde llevaba algunas cosas, entre ellas algo de equipo de primeros auxilios.
Mira en mi petate, tengo un mapa de la región. Hemos de buscar un paso seguro para ir al Oeste... Cuando acabemos de regenerarnos estaremos muy cansadas para aguantar demasiados combates. Cuantos más evitemos, mejor.

Tomó aire, hizo otro esfuerzo respecto a su brazo, y mientras seguían apareciendo tejidos, miró a Alice y a Lilith
¿Alguna de las dos puede comprobar a Galatea? Es posible que no esté muerta. La saeta no la hirió, la detuvo con el claymore y "solo" la despeñó. Si podemos rescatarla, tanto mejor.

Andrea no solía tener en cuenta los números, si no que trataba a sus compañeras como un equipo, contando con que se ayudarían las unas a las otras.
Miró a Galena, y en su rostro de esfuerzo apareció una expresión de pena e incertidumbre
Nana... tú no... tú no...

Apretó los dientes y habló con voz baja mientras hacía otro esfuerzo con el brazo. Apenas habia llegado al codo, aún le llevaria un rato.
Voy a separar... a las gemelas. O puede que Galena haga una locura.

Sin esperar respuesta, fue caminando hacia Galena
¡Galena...! ¡Hemos de irnos...! ¡Teresa no aguantará eternamente!

Andrea y había notado que no había Yoki en Flora, y aunque sabía que eso no bastaria para alejar a Galena de su hermana, para eso estaba acercándose... para apoyarla y ayudarla a pensar en sí misma... ya que por Flora había poco que hacer.
Una pérdida como aquella era dolorosa... Andrea sería de las que más podrían ponerse en la piel de Galena... pero Galena debía seguir adelante.

Notas de juego

Posteo con permiso de la jefa, que conste en acta :P
Así enseño el mapa y si lo usamos desde este post, no perdemos tiempo "real" tontamente en "si", "si", "si" pa' que venga yo y diga: "Tengo mapa!" xD

Malherida X (-2)
Yoki 13/25

Empiezo a regenerar el brazo

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23/09/2009, 02:32
Flora

Flora tenía un total de siente flechas clavadas en su cuerpo, sin duda una cantidad tan ironica como mortal, su vientre estaba destrozado por dos, por la parte superior de su hombro izquierdo había otra que había ensartado su corazón, el resto se dirtribuian por su pecho y extremidades. Sin embargo, cuando Galena llegó a ella y la colocó boca arriba, aun conservaba la consciencia, aunque sus heridas eran mas que fatales, sus ojos se mantenían muy abiertos y de su boca salía mucha sangre mientras hacía el esfuerzo por respirar, miró a los ojos de su hermana y de pronto todo el horror y la agonía pareció quedar a un lado, su expresión de alguna forma se relajó, aliviada, pues su ultimo deseo, se había cumplido, que era ver a su hermana sana y salva.

Todos los musculos de su cuerpo dejaron de luchar por tensarse, solo hizo un esfuerzo por exhalar sangre y poder utilizar su ultimo aliento para hablar, mientras su mano derecha, ensangrentada, acarició el rostro de Galena y terminó apoyada en su nuca, sujetandola con las escasas fuerzas que le quedaban.

-Her... mana... es...tas... bien... debes... escucharme...

Volvió a salir sangre de su boca y su corazón ensartado poco a poco dejaría de latir, pero su ferrea voluntad la hizo aguantar lo suficiente para decir aquello que no había sido capaz de decirle nunca.

-Solo.... tendreis... una... oportunidad... debeis... esconderos y... esperar a que... se enfrenten, debeis seguir con el plan... es la unica forma que hay.... de acabar.... con ambos, sino... este continente... morirá....

Brotaron lagrimas mezcladas con sangre de sus ojos...

-Galena... siempre fuiste mas fuerte que yo.... tu fuiste la numero 3... tu desarrollaste... el cortavientos... aquel dia... perdiste los recuerdos... por... salvarme, esa es... la verdad... y me alegro de... haberte podido devolver el favor... se que podras hacerlo hermana... se que podrás... yo... te esperaré toda la eternidad... algun dia... volveremos a jugar juntas, con Elisa y su hermana... entre los arboles del patio...

Su corazón se detuvo finalmente, y exhaló su ultima frase.

-Vencerás... sé que lo harás... hasta siempre... hermana.

Su brazo cayó muerto, pero sus ojos no se cerraron, se quedaron admirando el rostro de Galena, pues aquella visión era la mejor que Flora hubiese deseado para morir, la de su hermana, sana y salva, a la que le devía tanto, a la que amaba tanto, aquello sin duda hizo que partiese en paz.

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23/09/2009, 03:39
Director

Notas de juego

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23/09/2009, 15:55
Catalina

  La número veintiseis asintió a Alice para que accediera si lo veía pertinente a echar un vistazo, mientras la treinta y Catalina observaban un mapa tomado de la bolsa de Andrea. Abierto, lo observaba con detenimiento intentando orientarse, situando el ejercito yoma y la posición de Teresa e Ishley, levantando la mirada unos centímetros tan solo para comprobar el relieve reflejado con detalle en el mismo...

  Las palabras de Flora y Andrea no caían en saco roto, sino que Catalina las escuchaba con detenimiento mientras buscaba una ruta segura, Lilith podría ver también el mapa si le interesaba, aunque tendría que explicarle lo que tenía en mente, era la de mayor rango, aún cuando Flora subsistía y nos daba la opción de "huir", no era una buena forma de ofrecer algo a ciertas guerreras, Catalina, Lilith y Alice no aceptarían "huir" para salvar la vida, sin más, pudiendo luchar y morir con gloria, llevandose cuantos más yomas fueran posibles por delante.

  Otra cosa llamó aún más su atención, y oteó la escena de reojo, casi con molestia.

 ...¿Elisa...?....

 Entonces vio con claridad como su yoki desaparecía, apagandose lentamente...Igual que se cerraban, descendiendo, los párpados de piel blanca y pestañas oscuras de Catalina sobre sus ojos. Inspiró por las fosas nasales, de forma sutil, olía a sangre...un hedor en aquella orgía de demonios destructores...Andrea advertía que la número uno no sería capaz de derrotar a Ishley, y posiblemente Undine muriese o...habría muerto ya...

  Tsk...

 - Nuestro objetivo principal es el demonio de pelo largo. - Advirtió, con cierta molestia, pero manteniendo una calma gélida que chocaba contra la marea de caos que rodeaba al grupo de claymores. Como si todo aquello no lograse alterar su estado de ánimo en absoluto. Inamovible e inmensurable.

 -...Es complicado encontrarla. No podremos ganar esta batalla, pero podemos sorprender a Riful si llegamos a tiempo, y comprobar el estado del cuartel de la organización. Es una oportunidad que no tendremos en otra ocasión.

 Aunque lo que verían allí, sólo lo sabían con cierta certeza tres personas.

Dibujó con su índice rozando con la yema de su dedo y su impoluta uña el mapa, atravesando casi en perpendicular la frontera norte, entre Ishley y el ejercito Yoma, para que la número veinticuatro pudiese ver con claridad cual eran los movimientos más apropiados para ganar tiempo. Luego miró a Andrea y asintió al ver como regeneraba, poco a poco su brazo, si lo hacían correctamente no tendrían porque acabar con su reserva de yoki.

  - Descenderemos por aquí, mientras Ishley da cuenta de la número uno, pasaremos cerca del ejercito yoma, son demasiados, aunque de momento estarán centrados en Ragnar, el antiguo número dos. El descenso puede ser complicado, y si Galatea sigue con vida, seguirá nuestros mismas reglas de actuación, si Alice no la encuentra podemos encontrarnos con ella derante o tras el descenso, si sigue viva podrá encontrarnos. - Algo mucho más sencillo que el hecho de que ellas la encontrasen a ella, Andrea se preocupaba por la número tres, debería tener en cuenta...por quien se está preocupando realmente.

 - Es probable que nos encontremos con enemigos, por eso cada una debe ser consciente de su razón de ser dentro del grupo, no podemos dejar que se delate nuestra posición bajo ningún concepto. Es decir, todo lo que nos vea, debe morir...

 De forma sutil...levantó su mentón y buscó con su mirada de párpados a media altura a la número veinticuatro, buscando su apoyo en aquella contienda. Si realmente deseaba ver muerta al demonio de pelo largo, aquella sería su oportunidad, y podrían dar cuenta de Ishley más adelante...pero ahora, sería morir en vano, porque si no eran capaces de derrotarle en poco tiempo, todo un ejercito de yomas las aplastaría, sendas opciones estaban muy fuera de sus posibilidades, aunque aquello pudiese pesarles. Ella tenía la última palabra...ella estaba al mando.

  De reojo, precisa, penetrante pero también afable, la vista de Catalina se desvió unos instantes sobre Andrea, que se adelantaba a su consejo y avanzaba hacia Galena. Todas deberían dejar atrás lo que las unía a este lugar si querían sobrevivir. Ishley podía derrotarlas de un solo golpe...si lo deseaba.

En cuanto la veinticuatro accediese o negase, Catalina se pondría en marcha...no había mucho tiempo.

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23/09/2009, 16:31
Galena

Galena sostenía firmemente a Flora contra si misma mientras le daba la vuelta mirando con espanto las horribles saetas negras.

"¿Q... que coño son estas cosas...? ¿de dónde han salido...?"

En ese momento escuchó la voz de su hermana y aquello fue como una bocanada de aire que le permitió seguir respirando... el rostro de Flora estaba embadurnado de sangre, pero sus ojos la miraban, el mero hecho de verla parecía darle tranquilidad pero no pintaba nada bien. Flora era una guerrera ofensiva y el corazón de Galena se encogió al ver el modo en el que la habían ensartado las siete enormes flechas, y ella no podía hacer nada. Le habría dado su propia capacidad regenerativa, le habría dado hasta la última gota e su yoki, he habría dado la misma vida... pero no podía...

Flora...—gimió lastimosamente con un hilillo de voz notando como empezaban a picarle los ojos por algún motivo.

Su cuerpo comenzó a temblar presa de una dolorosa y desgarradora desesperación que parecía tratar de arrancarle a pedazos el alma, pero en ese momento la mano de su gemela se deslizó acariciándole la cara y ella la sujetó con la suya propia mientras los temblores se detenían en ese preciso instante. Los gestos y las palabras de la número 7 parecían obrar auténticos milagros sobre su hermana.
 

Flora:

Her... mana... es...tas... bien... debes... escucharme...

 

Galena asintió tragando saliva incapaz de vocalizar palabra alguna mientras miraba directamente a los ojos de Flora.
 

Flora:

Solo.... tendreis... una... oportunidad... debeis... esconderos y... esperar a que... se enfrenten, debeis seguir con el plan... es la unica forma que hay.... de acabar.... con ambos, sino... este continente... morirá....

 
Las lágrimas de su hermana hicieron que la ventiocho la apretase más contra sí para calmarla mientras asentía más anérgicamente todavía dandole a entender su firme determinación de hacer aquello ya fuera Ishley, Riful, o 100 Abisales juntos los que trataran de impedírselo... y como siempre, Flora entendería a la perfección su gesto sin necesidad de pronunciar palabra alguna.
De nuevo aquella era la Flora de siempre, la que nunca se rendía, la que siempre miraba hacia delante, la que siempre estaba con ella por muy negro que se pusiera todo... la que le había salvado la vida.

¿P... or qué?—musitó con un inusual tono ahogado que sólo Andrea pudo oir ya que era quien se encontraba más cerca de las dos—¿Por qué... lo hiciste hermana?... ¿por qué me...?

Se le cortó la voz y tuvo que tragar saliva para poder continuar aunque cuando lo hizo tartamudeaba más todavía de una forma en la que la treinta jamás había oido hasta ahora ni mucho menos imagiando posible.

Tú... tú siempre... tú eres el genio de las dos... eres... eres la número 7... ¿por qué...? ¡por qué no te salvaste tú!
 

 Flora:

Galena... siempre fuiste mas fuerte que yo.... tu fuiste la numero 3... tu desarrollaste... el cortavientos... aquel dia... perdiste los recuerdos... por... salvarme, esa es... la verdad... y me alegro de... haberte podido devolver el favor... se que podras hacerlo hermana... se que podrás... yo... te esperaré toda la eternidad... algun dia... volveremos a jugar juntas, con Elisa y su hermana... entre los arboles del patio...

Los ojos plateados de Galena se abrieron de par en par mientras sus pupilas se volvían diminutas como cabezas de alfiler al mismo tiempo que el único recuerdo ue conservaba se volvía al fin totalmente real como una nota de color en aquel lienzo en blanco que era su pasado.

"No te has olvidado..."

En ese preciso instante las palabras de Irene cuando se la había encontrado en el bosque de Pieta atravesaron su cabeza como una descarga de rayos cobrando un significado que la dejó sin aliento.

"Yo... antes de aquello... yo era..."
 

Soy Irene, la numero 2, dime, ¿Aun usas el Cortavientos?

 
Ahora encajaba...

Recuerdo que soliamos practicar bastante tu y yo, aunque para ti significase mas una "competición".

Ahora tenía sentido...


Ya se que eres Galena...

Ahora lo entendía...

La número 28 sacudió la cabeza volviendo a la realidad, a mirar directamente a los ojos de su hermana de una forma capaz de eliminar cualquier sentimiento de culpa que pudiera tener.

M... Me da igual...—murmuró—me da igual el rango... no es la razón por la que te he admirado siempre... no es esa la razón por la que siempre he querido ser como tu... ni la razón por la que estoy orgullosa de ti... es... es... —terminó abrazando contra su pecho a Flora con la suficiente firmeza como para no hacerle daño pero dar a la vez la sensación de que era imposible separarlas, era el primer abrazo que voluntariamente le daba a alguien después de muchísimo tiempo con aquella intensidad, y al igual que con otras cosas, la causante del milagro no podía haber sido otra persona—...la razón es porque eres mi gemela... porque yo también te quiero, hermana.

 

Flora:

Vencerás... sé que lo harás... hasta siempre... hermana.

 
En ese momento la mano de Flora la soltó cayendo inerte a un lado y Galena tuvo la sensación de que el corazón dejaba de latirle a ella también.

N... no... ¡no... NO!—gimió sin soltarla—no me dejes sola... hermana... no... ¡Flora! ¡¡FLORA!!

Su voz terminó quebrándose con un ahogado sollozo traidor... y por sus mejillas corrieron sendas lágrimas cristalinas, algo que Andrea tampoco habría creido capaz de ver nunca. Galena no parecía tener fuerzas ni para respirar, sin emabrgo, el alarido que escapó de sus pulmones resonó como un trueno cuando levantó la cabeza gritando al cielo de una forma tan desgarradora y espeluznante que helaba la sangre en las venas. Como si una de las flechas negras de Ishley la hubiera empalado a ella también.

 

—¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!

 

El eco se propagó entre las laderas del barranco y finalmente la número 28 se derrumbó, la fría número 28, la serena Galena, la firme Galena que jamás había mostrado sentimiento alguno... se derrumbó agarrándose con fuerza a lo único que tenía en el mundo como si lo necesitara para seguir viviendo, apoyando la mejilla manchada con la sangre de Flora en la cabeza de ésta y enterrando parcialmente el rostro en su cabello.

De su garganta escapaban gemidos ahogados y amortiguados por el hecho de estar encogida, por su cara corrían las lágrimas, lentamente... como si cada una de ellas se recreara en el dolor insoportable que estaba provocando. No parecía haberse dado cuenta siquiera de la presencia de Andrea, aunque la número 30 tuvo la certeza, de que separarlas en aquel momento sería lo mismo que si le atravesara el pecho a Galena para arrancarle el corazón.
 

 

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23/09/2009, 17:34
Galena

Galena permanecía agachada junto a Flora, definitivamente algo estaba diciendo... pero su voz había perdido tanta fuerza que al parecer sólo Andrea estaba lo suficientemente cerca para oirla. La número 28 aferraba con fuerza el maltrecho cuerpo de su hermana, como si hablase con ella y tras unos largos instantes... el alarido que escapó de sus pulmones resonó como un trueno cuando levantó la cabeza gritando al cielo de una forma tan desgarradora y espeluznante como rebosante de rabia que helaba la sangre en las venas. Como si una de las flechas negras de Ishley la hubiera empalado a ella también.

—¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!

Tras aquello pareció derrumbarse, agazapándose aun más sin soltar a su gemela como si estuviese realmente herida, se quedó así... aparentemente sin decir nada más.

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23/09/2009, 17:58
Andrea

Andrea esperaba no tener que volver a llorar, se había propuesto no volver a hacerlo... pero la escena era dura y cruel, su amiga estaba sufriendo... sufriendo la pérdida de toda su familia, en unas circunstancias horribles...

Debía ser como revivir el momento en que tus padres mueren, y quedas sola... como ese trágico momento en la vida de toda 'Claymore' en que no te queda nada. Vivir por segunda vez la peor parte de sentir y vivir, lo peor de sentir la humanidad, por duplicado... incluso estaba llorando... la Cazadora más inexpresiva que había conocido... lloraba

Dos regueros de lágrimas afloraron a las mejillas de Andrea, empatizando con el dolor de su amiga.
A pesar del dolor que sufría en su costado derecho, se puso de rodillas junto a su amiga, y siguió regenerando el brazo mientras la abrazaba con cierta fuerza, escapándosele un sollozo.

Estuvo junto a ella unos segundos, hasta que habló, casi en un susurro.
Es... un buen final para una guerrera noble... junto a sus compañeras, salvando a su hermana, y en el campo de batalla más grande que ha visto el Mundo... Pensó en los demás, y el Continente, en la Humanidad, en sus últimos suspiros... Seguro que desde el Descanso Eterno está satisfecha... No merece menos que el Cielo...

Apretó un poco más a su compañera, a pesar del daño que le hacía, y la acarició la cabeza unos instantes, empezando a levantarse, y dando un suave tironcito a Galena.

Vamos, Galena Cortavientos... es hora de irnos...

Miró a su amiga a los ojos, triste, pero con una expresión de dureza y ánimo en el rostro. Al verla, Galena podía estar segura de que Andrea siempre estaría con ella, aunque pareciese poco más que un cuerpo apenas vivo... su ánimo y su apoyo lo tendría Galena siempre que lo necesitara... aunque no lo pidiese.

- Tiradas (2)

Tirada: 7d10
Motivo: Empatía de niña buena
Dificultad: 6+
Resultados: 9, 1, 5, 7, 10, 5, 2
Exitos: 3

Tirada: 1d10
Motivo: Empatía de niña buena (Rep10)
Dificultad: 6+
Resultado: 5 (Fracaso)

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23/09/2009, 19:39
Andrea

Andrea no podía manejar el mapa, asi que agradeció que Catalina lo desplegase para todas.

 -...Es complicado encontrarla. No podremos ganar esta batalla, pero podemos sorprender a Riful si llegamos a tiempo, y comprobar el estado del cuartel de la organización. Es una oportunidad que no tendremos en otra ocasión.

Andrea calló ante las palabras de Catalina, y la miró a los ojos. Entre ellas hubo una muda y breve conversación... un entendimiento. Andrea bajó la mirada, pero asintió con una energía que no le salía del corazón.

Nos llevará dias... pero es una buena forma de llevarnos a todas allí, juntas... confiar en que llegaremos a tiempo.

El resto de órdenes le parecieron bien, y no tardó en ir a consolar a su amiga, que se la veía lógicamente destrozada mientras abrazaba a su hermana.

Andrea, a pesar de sus heridas, se arrodilló a la izquierda de Galena, abrazándola con el brazo derecho, mientras todavía regeneraba el izquierdo... algo le dijo por lo bajo, unas palabras de ánimo, y mientras se levantaba, le dijo algo más... ya no tan por lo bajo.

Vamos, Galena Cortavientos... es hora de irnos...

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23/09/2009, 23:33
Lilith

Permanezco en silencio, con la mirada perdida en el horizonte, escuchándo las palabras de mis compañeras, y por primera vez en mucho tiempo, seria, con mi infantil y siempre jovial rostro retorcido en una mueca amarga.

-Estoy de acuerdo con Catalina, en marcha.

Niego con la cabeza, y dejo caer el peso de la espada sobre la hombrera metálica. El demonio del pelo largo... ¿Es posible que podamos acabar con él?... Empiezo a caminar abriendo la marcha, hacia el cuartel general de la organización, no me importaba ni lo más mínimo que todos los que había allí estuvieran muertos, tan queda esperar que esa maldita abisal exponga su punto débil, todo el mundo tiene uno. Y peleando juntas, será más fácil encontrarlo. Muchos ojos ven mejor que dos.

Notas de juego

30-4=26  Malherido X

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24/09/2009, 15:18
Catalina
Sólo para el director

en mi turno y cuando pueda gasdto otros 4 de yoki para quedarme en magullado X tendría 14 de yoki en ese caso.

Sigo a lilith, echando un vistazo mientras bajamos por el sitio seguro.

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24/09/2009, 16:16
Galena

 

Galena se mantenía inmersa en aquel espantoso torbellino de dolor que laceraba su espíritu y su alma desgarrándola a pedazos sin piedad alguna. Aferraba desesperadamente a su hermana con los ojos cerrados, tenía la sensación de que iba a morirse allí mismo, de que su corazón no podía dar el siguiente latido, de que que se ahogaba, de que era incapaz de soportar aquello...
Muchas veces se había sentido sóla, amargada, incluso deprimida... y siempre había sido la manode Flora la que se había metido en medio de aquel huracán oscuro que la envolvía para sacarla tirando de ella hacia afuera donde hacía sol, pero ahora... esa mano no tiraba de ella.
Todo su mundo había desaparecido en un instante, no le quedaba nada, estaba definitivamente sóla en medio de aquella horrible y dolorosa oscuridad, pero en ese instante le pareció escuchar algo, alguien le estaba hablando... aunque no podía oirla bien, alguien más le estaba hablando.

Fue entonces cuando el brazo de Andrea se metió en medio de aquella pesadilla y la rodeó, aquel contacto la hizo soltar un sofocado respingo cogiendo aire por la boca para tratar de respirar ya que sin darse cuenta había contenido el aliento.
 

Andrea:

Vamos, Galena Cortavientos... es hora de irnos...

La mención de aquellas palabras juntas pareció ayudarla a ubicarse de nuevo dentro de la realidad, Galena logró abrir los ojos y los dirigió de soslayo hacia la persona que de pronto había aparecido a su lado y le hablaba. Pero su expresión era la de alguien que hubiese visto la cosa más aterradora de toda existencia conocida, estaba pálida, sus pupilas se habían vuelto muy pequeñas mirando sin ver a Andrea con unos ojos que, aun brillando por las lágrimas permanecían muy abiertos como si no pudieran reconocerla. De pronto aquella guerrera que siempre infundía seguridad a la número 30 parecía la persona más indefensa del mundo.

A... —logró tartamudear con un hilillo de voz que a penas le salía de la garganta—An... drea...

Parpadeó y su mirada pareció enfocarse finalmente en el rostro de su compañera, pero enseguida se desviaron hacia el brazo que le faltaba y la horrenda herida del costado, fue entonces cuando soltó un gemido y volvió a agachar la cabeza haciendo que sus ojos quedasen ocultos bajo los largos mechones de cabello blanco. Apretó los dientes con tanta fuerza que rechinaron y el tono de su voz se volvió áspero y cavernoso.

Quien... ha sido...—masculló—¿Quien te ha hecho eso...?... ¿QuIEN... hA... heCho... ESTO?

Levantó de nuevo la vista observándola, pero sus ojos habían adquirido un aspecto gélido, agresivo y tan penetrante que no parecían los suyos, aquella mirada era irreconocible. De hecho, puede que hasta casi hubiera asustado a la número 30.
Tras unos inquietantes segundos de feroz escrutinio, aquellos ojos plateados se desviaron hasta el claymore de Flora que permanecía en el suelo a su lado y la mano crispada de Galena se deslizó hasta agarrarlo por la empuñadura.

Nunca...—murumró con voz contenida como si el mero hecho de cogerla le supusiera un tormento—esta espada... nunca se ha rendido....

Su brazo comenzó a temblar mientras acercaba el claymore hasta ella.

...y jamás la pienso rendir—apretó los dientes tragando saliva mientras sendas lágrimas volvían a rodar por sus mejillas.

"Las dos..." pensó "las dos... acabaremos con esos grandísimos hijos de satanás, hermana... ven conmigo"

De pronto levantó la espada, con una sola mano, la hoja brilló trazando un arco silbante cuando la envainó con un seco chasquido metálico a su espalda, en la otra ranura del armazón, junto a su propio claymore.


 

Vencerás... sé que lo harás...

Aquella era única certeza que tenía dentro de todo aquel dantesco caos... y aun consumida por el dolor era la única certeza que necesitaba.
Agarró entonces una de las flechas negras que ensartaban el cuerpo de su hermana, decidida a sacrlas todas.

No pienso dejarla aquí...

Aquello más que una declaración de intenciones casi parecía una orden, pero la verdad es que aunque tuviera que cargar con ella hasta la falda del altiplano, aunque se quedase atrás al principio, Galena quería dejar que Flora al menos descansara en un lugar tranquilo, no en medio de todo aquel horror... y nada la haría cambiar de opinión...
 

 

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24/09/2009, 17:43
Galena

Tras unos inquietantes segundos de silencio en los que Galena permanecía agazapada al parecer sin notar si quiera la presencia de Andrea, su cabeza se giró y sus ojos plateados parecieron posarse sobre el claymore de Flora que permanecía en el suelo a su lado, la mano crispada de la número 28 se deslizó hasta agarrarlo por la empuñadura.

Nunca...—murumró con voz contenida y más alta esta vez, lo suficiente como para que se la oyera o como si el mero hecho de cogerla le supusiera un tormento—esta espada... nunca se ha rendido....

Su brazo comenzó a temblar de tensión mientras acercaba el claymore hasta ella.

...y jamás la pienso rendir—apretó los dientes tragando saliva, su voz se había vuelto un espeluznante susurro cavernoso.

De pronto levantó la espada, con una sola mano, la hoja brilló trazando un arco silbante cuando la envainó con un seco chasquido metálico a su espalda, en la otra ranura del armazón, junto a su propio claymore.


Agarró entonces una de las flechas negras que ensartaban el cuerpo de su hermana, decidida a sacrlas todas.

No pienso dejarla aquí...

Aquella declaración de intenciones quizá fuera para Andrea ya que era quien se encontraba más cerca y ambasle estaban dando la espalda Catalina, Lilith y Alice, pero la verdad es que aunque tuviera que cargar con Flora hasta la falda del altiplano, aunque se quedase atrás al principio, Galena quería dejar que su gemela al menos descansara en un lugar tranquilo, no en medio de todo aquel horror... y nada la haría cambiar de opinión...

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24/09/2009, 21:47
Andrea

Andrea seguía al lado de su amiga, mientras Galena rabiaba... hasta que habló... con una voz cargada de rabia. La mirada podría haber asustado a cualquiera, pero Andrea sabía... o quería pensar, que podía controlarse lo suficiente como para no pagarla con quien no debía

A... An... drea... Quien... ha sido... ¿Quien te ha hecho eso...?... ¿QuIEN... hA... heCho... ESTO?

Andrea mantuvo la mirada a Galena, mientras aún la rodeaba con el brazo.
Poco a poco... no todo de golpe... ya le contaré que fue Alberth...

Ishley... apareció y masacró a todas en un parpadeo. Ni siquiera Teresa salió indemne. No tenemos tiempo que perder, Galena... Teresa puede que no aguante mucho.

Miró a Ishley, buscando a Teresa en algún punto
Y que los Dioses estén con ella... que sí va a necesitarlo... ojalá sobreviva, ojalá podamos encontrarnos y contar con ella... ojalá, ojalá...

Al poco, Galena aseguró que no la dejaría a Flora allí arriba... y Andrea no esperaba poder hacerla cambiar de opinión al respecto, de manera que mientras le sacaba las flechas, Andrea pidió permiso con un gesto a Galena, al acercar despacio la mano al rostro de su hermana, y con delicadeza y respeto, cerró sus ojos, poniendo la mano en la frente de la guerrera número siete.

Ojalá te pudiera haber conocido mejor...
Y tras esas palabras, con la mano en la frente de la guerrera, comenzó a murmurar una oración fúnebre que alguna vez había oído, mientras su brazo izquierdo seguía creciendo, y Galena le sacaba las 'flechas'.

Enseguida se puso en pie, doliéndose de la herida del costado. Habría ayudado a Galena a coger a su hermana, pero bastante tenía con tenerse ella en pie.

Puso su mano en la espalda de Galena, a modo de apoyo moral.
No debemos retrasarnos... no deberías llevarla, pero si es lo que quieres, estoy contigo. En cualquier caso, venga, no hay tiempo que perder.

Miró a Catalina y asintió
¡No nos retrasaremos! El camino más seguro nos lleva por el Este... tendremos que dar un buen rodeo cuando crucemos las montañas, id tirando, de todas formas a mi aún me queda un rato para servir en una lucha.
Dijo alzando lo que llevaba regenerado de brazo... poco más de la mitad, y aún en carne viva.

Andrea caminó al lado de Galena, ni un paso atrás ni uno delante...

Notas de juego

Malherida X (-2)
Yoki 13/25

Sigo con el brazo

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24/09/2009, 22:34
Andrea

Andrea habló escuetamente con Galena, mirando en una ocasión a Ishley, y acariciando a Flora o cerrando sus ojos, deteniendo su mano en el rostro unos segundos.

Cuando Galena se levantó con su hermana en brazos, Andrea palmeó a la veintiocho en la espalda y la acompañó, caminando a su lado. Miró al resto que se marchaban, y en especial a Catalina, asintiéndola.

¡No nos retrasaremos! El camino más seguro nos lleva por el Este... tendremos que dar un buen rodeo cuando crucemos las montañas, id tirando, de todas formas a mi aún me queda un rato para servir en una lucha.
Dijo alzando lo que llevaba regenerado de brazo... poco más de la mitad, y aún en carne viva.

Andrea caminó al lado de Galena, ni un paso atrás ni uno delante...

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24/09/2009, 22:43
Galena

Galena clavó aquella irreconocible mirada en la mano de Andrea cuando ésta la acercó a Flora con un gesto casi feroz... por un momento dió la impresión de que fuera a darle un mordiscoo algo así, aunque cuando vió las intenciones de la número 30 se calmó un poco y no hizo nada.

No respondió a su compañera aunque el hecho de que mirase de reojo la zona en la que combatía la número 1 cuando andrea la mencionó delató que la estaba escuchando, ahora conocía su nombre y no se olvidaría de él.

"Teresa..."

Se puso en pié, sosteniendo a su gemela en brazos con firmeza y comenzó a caminar hacia la pendiente que conducía a la salida de aquel macabro lugar, no miró atrás... no quería reconocer más guerreras aunque había una en particular que habría esperado encontrar con vida a parte de Teresa... quizá para preguntarle algo...

El gesto de su cara no cambió, parecía haberse congelado en aquella expresión gélida y amenazadora, ni si quiera se había secado las lágrimas, ni si quiera reaccionó a la palmada de Andrea... como si fuera incapaz de sentir nada, simplemente descendió por la cuesta en absoluto silencio con los ojos fijos al frente hasta llegar abajo mientras la batalla entre la guerrera más poderosa de todos los tiempos y el Abisal del Norte retumbaba a sus espaldas.

Una vez abajo, dejó a Flora descansar a los pies de un árbol, en un pequeño y acogedor claro que había a unos pasos del camino, con aquel rostro tan sereno casi parecía que la número 7 se hubiera echado a dormir un rato antes de continuar... Galena desenvainó su claymore y miró fijamente la corteza del árbol durante unos segundos, entocnes de pronto le sacudió una serie de golpes que hicieron saltar astillas aunque lo estaba haciendo únicamente con el filo... se detuvo y lo volvió a mirar, como si le faltase algo...
Al cabo de otro instante le volvió a dar un par de tajos y finalmente envainó.

Se agachó para abrazar una vez más a su hermana, apoyando la cabeza sobre la suya y susurrándole algo que quedaría entre las dos gemelas... tan solo murmuró una cosa en voz un poco más alta que Andrea pudo oir, como si fueran a volverse a ver al cabo del día.

Descansa hermana... buenas noches...

Acto seguido cerró los ojos y tomó una bocanada de aire. Se giró, se giró y... le costó hacerlo, agachó ligeramente la cabeza ocultando los ojos entre los largos mechones de su flequillo y por algún motivo su mano derecha agarró el emblema en la pechera de su uniforme repitiendo un gesto que no era la primera vez que hacía. No quiso abrir los ojos, no podía hacerlo...
Fue sólo entonces cuando Andrea sintió que la otra mano de Galena agarraba su brazo sano, como si estuviera pidiéndole ayuda, sin hablar, sin decir nada... las piernas comenzaban a temblarle, por primera vez era la ventiocho quien pedía la ayuda de la persona a la que en tantas ocasiones había consolado, necesitaba apoyarse en ella o sería incapaz de salir de allí...
Siguió sin abrir los ojos y sin mediar palabra alguna tan sólo haciendo aquél gesto que necesitaba para poder caminar sin derrumbarse, Andrea no veía el rostro de Galena que al encontrarse ligeramente gacho quedaba escondido tras su cabello pero sí alcanzó a distinguir una nueva lágrima corriendo por su mejilla.

Mirando atrás, la número 30 podía distinguir la marca que había hecho su compañera golpeando el árbol a base de trazos con el filo del claymore, y definitivamente le resultaría fmailiar...


 

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24/09/2009, 23:46
Galena

Galena y Andrea no tardaron en alcanzar a Catalina, Lilith y Alice una vez éstas hubieron bajado del altiplano y caminado un poco por el sendero. Cuando llegaron hasta ellas, parecía que los ojos plateados de la número 28 se hubieran cubierto de escarcha, su mirada se había vuelto fría, penetrante, casi inexpresiva... y su rostro no mostraba nada, ni si quiera la serenidad que había tenido la primera vez que la habían visto, casi resultaba intimidante aunque no miraba a nadie en concreto... o eso parecía.

En la espalda de Galena permanecían ahora los dos claymores, el suyo propio y el de su hermana Flora. Fuera lo que fuera lo que había hecho antes de reunirse con ellas, definitivamente quedaría en el anonimato. Simplemente caminaba junto a Andrea en el más absoluto silencio y fué sólo en el momento de alcanzarlas cuando sus ojos parecieron decir algo observándolas una a una de acuerdo con lo que se proponían.

Era hora de ponerse en marcha.