Partida Rol por web

...Tsk...

  Apreté los dientes y mis ojos clavaron su mirada plateada en el cuerpo de Andrea, el cuerpo frágil de una guerrera que se veía sumido en una lluvia de apéndices que era casi imposible de seguir con los sentidos de un humano.

  La impotencia...de no poder hacer nada por ella hacía mella en la voluntad de Catalina..

 ...tanto...esfuerzo....

 Andrea...¡esquivalo!

 - ¡Esquivalo!

 Más que una orden era un grito de ánimo, de confianza en ella. La preocupación que sentía Catalina por sus compañeras iba más allá de la simple responsabilidad, si...ya no pertenecían a la organización, no existía tal cosa, pero...de haber sido así, ella estaría al mando de aquel suicidio y...aceptaría las responsabilidades...

  No...quería aceptar la responsabilidad de ver a Andrea muerta.

 Esquivalos...esquiva todos cuantos puedas...

 Leer el flujo de yoki requería de una destreza sin igual ante su rapidez pero aunque sólo fuese a duras penas haría lo posible por ayudarla.

 Vamos...no estás sola. No estás sola.

Andrea se concentró cuando escuchó la amenaza. No fue necesario mirar a Catalina para darse cuenta de que la estaba ayudando, pues pudo ver como el yoki de uno de los tentáculos iba a desviarse.

Tomó aire y esperó la embestida, utilizando sus mejores reflejos de combate. Quería hacer una pequeña oración, pero necesitaba toda su concentración, así que lo dejaría para cuando saliese viva de aquella.

La muerte empezó a llover desde Riful, y los impactos contra el suelo resonaron por encima de la batalla que las rodeaba, levantando polvo y piedras. Entremedio de los ocho apéndices y la polvareda podía verse de vez en cuando un reflejo. Finalmente Andrea saltó hacia atrás y cayó de pie en posición de guardia, tan solo había dibujado un pequeño reguero de sangre al salir de aquél atolladero.

Jadeó un poco sonriente y miró a Riful.
¿Decepcionada entonces? Dijo mirando el corte insignificante... y acto seguido dio un beso reverencial al medallón que colgaba enrrollado de la empuñadura de su claymore.

Luego miró a Catalina y asintió agradecida por el influjo que habia realizado en el yoki del apéndice que desvió. Y de nuevo a Riful
Se llama sacrificio, y solo he visto un yoma capaz de hacer tal cosa. El ser humano es capaz de grandes vilezas, pero también de grandes bondades.
Intentaré que se te recuerden tus méritos como Cazadora.
Miró alrededor.
Pero visto lo que has logrado como monstruo, no prometo nada.

Usando el 30%, hizo un ataque de nuevo, que aunque fue preciso, no iba a ser suficientemente potente.

...Inútil...

 Corrí de nuevo para presentar batalla únicamente atenta a aquella masa de yoki que se presentaba frente a nosotros.

  Si...toma su forma despertada...entonces...

 No era dificil calcular el tiempo que quedaba tras la información de Andrea, y no era mucho tiempo, contrareloj las únicas opciones de las guerreras eran acabar con ella antes. El ataque de Catalina era sencillo y...se había vuelto más lento desde que comenzase a batallar, podía achacarse al cansancio, a su debilidad o al esfuerzo que tenía que hacer para tratar de detener aquel cuerpo monstruoso...sea como fuera vinieron a su cabeza las palabras de muchos yomas, y todas se superpusieron en una...

   ¡¡¡DEBILUCHAA!!!

 Sin traspiés...Riful no necesitaría esquivar aquel ataque, posiblemente ni un Yoma promedio tuviese que hacerlo.

  Catalina se echó hacia atrás, flexionó las piernas y se aferró a la empuñadura de su claymore, clavado en la nieve.

  Observaba a Riful con detenimiento...preparandose para esquivarla si fuera necesario.

  Quizás...tenga que recurrir a..."eso"....antes de tiempo.

A Galena se le heló la sangre en las venas cuando vió semejante maraña de "cabello cortante" salir disparada hacia Andrea. Confiaba en su capacidad de lectura pero no dejaba de ser espeluznante... y sólo soltó el aire qu ehabía tenido contenido cuando la oteadora salió de la humareda, había sufrido un rasguño pero al menos estaba bien.

Se percató un gesto en la cara de Catalina que reconocía muy bien: la sensación de no sentirse nada. Ella misma la había sentido muchas veces, el amargo sabor de la ceniza en la boca. Debía de ser ella quien estaba tratando de bloquear el yoki de Riful y la verdad es que era toda una hazaña haberlo conseguido dos veces.

"Si nos estamos cansando de algo es de lo malos que son tus jodidos chistes"

Soltó un gruñido antes de arremeter de nuevo contra la Abisal.

Los claymores de las guerreras seguían rebotando uno tras otro sin efecto alguno, lo cual comenzaba a ser bastante frustrante, y Riful se aprovecharía de esa frustración.

-¿Que se recuerden mis méritos como cazadora? jajajajaja, pero si he matado cien veces mas yomas como estoy ahora, y posiblemente vosotras no seríais tan peteticas si hicieseis lo mismo. Pero bueno, la verdad es que a pesar de ello he de reconocer que lo has hecho muy bien, no estoy en absoluto decepcionada.

Se sibujó una sonrisa macabra en su rostro.

-Pero he podido comprobar que a pesar de ser buena leyendo el yoki, no eres una guerrera demasiado adaptada al combate, y creo que tu compañera, la de los trucos de magia tampoco. Mhmmm...

Se estaba dicirtiendo, de eso no cabía duda.

-Si la teoría no falla vuestro limite para moveros mas rapido esta mucho mas cerca que el de vuestra amiga de la espada rapida. Asi que si os ataco mas rapido, hay mas probabilidades de no podais esquivarme. ¿me equivoco? jijijiji. Veamos de que eres capaz si tu amiga está ocupada...

Dos de los apendices se retrayeron hasta desaparecer, quedando solo dos mas. Esta vez se movieron a una velocidad tan dificil de apreciar como lo era la espada de la misma Galena, uno a por Andrea, el otro a por Catalina.

  ....

  No le agradaba nada la idea de que Riful tuviese razón, no podía detenerse a controlar los ataques dirigidos hacia Andrea mientras sufría los golpes de aquellos apéndices, Interponiendo su espada trató de resistir los ataques con menor flujo de yoki, uno de ellos no era tan rápido como los demás, cada décima de segundo contaba enfrentandose a un Abisal y saber aprovechar esto a favor era la diferencia entre la vida y la muerte.

  Avanzaba apretando la mandibula aunque no trató de esquivar los zarcillos oscuros que trataban de golpearla aprovechando aquel momento.

  ...Pero...confio en que Andrea puede hacerlo sin mi ayuda...

 Y eso puede que Riful no lo esperase.

 Los pasos hicieron un nuevo recorrido en la nieve, rápidos y tintineantes, tanto como las grebas le permitían avanzar, dio un salto hacia Riful del oeste y colocó su claymore con el filo apuntandola amenazante, dispuesta a caer sobre ella con todo el apoyo de los que no esperaban nada más que su victoria.

  ...Esta...va por Lilith.

  Ya no podía detener su yoki, y eso era en parte un anuncio de lo poderosa que Riful podía volverse...cayó sobre ella con el ceño fruncido para golpearla y retirarse inmediatamente después, tenían que acabar y tenían que acabar ahora.

 Aguantad...aguantad.

Andrea escuchó a Riful sin demasiado interés, pero en el fondo le interesaba que siguiera hablando, estaba dejando caer información y eso era bueno.

Tu teoría no es mala... Frunció el ceño y de nuevo esquivó todo lo que pudo, recibiendo un pequeño rasguño y un golpe algo mas doloroso ...pero no va a ser tan fácil, Riful. Aún aguantamos, y tú ya has perdido un brazo.

Se tomó un segundo mientras preparaba el ataque en tratar de localizar a Flora, Verónica, Galatea y los Kakuseishas.
Vamos... ¿¡Dónde está esa caballería, maldita sea!? Vengaaaaaaa!!!

Resopló.
¡Está a punto de lanzar otro ataque especial! Galena, prueba a los apéndices!
Si logra cortarle uno, tendrá que sacar otro y el ataque especial quizá no sea tan demoledor...

Riful resiste el ataque de Andrea.

Galena tenía serias dudas de que el "pelo" de aquella cosa fuera literalmente "pelo". Parecía tan duro como el resto del cuerpo que por su parte más que un cuerpo de carne y hueso er aun cuerpo metálico. Además... se movían demasiado deprisa y si eran igual de duros quizá no fuese muy buena idea así que volvió a embestir contra la figura de la niña.

"¡Alguna vez tendrás que ablandarte a base de golpes, maldita sea!"

La espada de Galena alcanzó a Riful de nuevo consiquiendo un corte algo mas profundo que los anteriores, pero Riful seguía bastante confiada, confianza que le jugó una mala pasada a la hora de esquivar a Kumiko, el mal calculo de la abisal hizo que la espada de la numero 34 alcanzase de lleno el estomago de Riful y aunque una vez mas sonó un ruido metálico, la niña se llevó la mano al vientre y exclamó.

-¡Au! ¡Eso ha dolido!, agg acabas de terminar de arruinar mi vestido, esta bien, se acabó, ya me habeis enfadado y no podeis decir que no os lo advertí.

Primero de su brazo derecho, luego del muñon del izquierdo comenzaron a salir apendices metálicos, el pequeño cuerpo de Riful se elevó a mas de siete metros de altura y cientos de apendices metalicos lo embolvieron, rapidamente salieron mas y mas y la maraña comenzó a aumentar de tamaño hasta que tomaron forma humanoide, una forma humanoide de cintura para arriba cuya cabeza estaba a unos 12 metros de altura. Su aura de yoki era indescriptible, tal y como la habían notado cuando los dos abisales luchaban el uno contra el otro. Todo el humo y el polvo de alrededor se disipo por la ventisca que había desatado, hasta las piedras rodaban empujadas por la intensidad del aura.

En ese momento eran las unicas guerreras vivas que habían visto a Riful en su forma despertada, era la muerte, un sentimiento de inferioridad caló en todas y cada una de las presentes, aquello simplemente, estaba fuera de sus posibilidades.

-Bien mis valientes guerreras... ¿Quien quiere ser la primera?

Mas de 20 apendices apuntaban hacia el grupo, y era practicamente imposible saber cual se movería primero, pero Riful volvió a hablar.

-¡Ah si!, es cierto, la que quería sacrificarse por sus compañeras eras tu ¿no?

Docenas de apendices se juntaron en uno y en medio de aquel yoki colosal, Andrea pudo notar como concentraba la energía en aquella punta de taladro, esta vez el ataque sería mucho mas devastador.

  - ¡No temais! Ya sólo es un monstruo que se combulsiona agónico ante la verdad inminente de su propio fin.

 Los parpados de Catalina descendieron entrecerrando sus ojos con una mirada intimidante, era la respuesta al polvo y las pequeñas rocas suspedidas que el Abisal había levantado a su paso. Esperó a hablar cuando todo había vuelto a su lugar natural, sin alzar la voz, en un tono serio y sereno, no parecía dudar de sus opciones. Hubo de apretar un instante la madibula para contemplar con cierto pavor como aquel monstruo revelaba su verdadera forma...aquella...colosal mole de apéndices o zarcillos de oscuro brillo metálico...

  Crearon nuestros claymores para soportar los golpes de seres como tu...para cortar su carne...para derrotarlos y hacer que cayesen por siempre en el olvido...

 Catalina retrocedió dos pasos alzando la vista un instante, posicionando la figura de Riful y tratando de encontrar un lugar apropiado para realizar su verdadera tarea en aquel grupo aunque eso supusiese que alguna sufriera daño o...incluso perdiese la vida. Su conducta no era más cruel la de otros antes, otros como los mensajeros y miembros del consejo de la Organización. Un mal menor, por un bien mayor...

 Andrea tendría que ocuparse sóla de aquel problema, esta vez, la veintiseis no podía echarle una mano, sólo podía confiar en que fuese lo suficientemente hábil, diestra y rápida como para esquivarlo o bloquearlo por si misma. Mas no le dedicaría ninguna palabra, como tampoco animó a kumiko y a Galena en su precisos y certeros golpes, impactos que sin duda habían precipitado a Riful a cometer su último error...

  ...Esto me llevará un tiempo..., aguantad...

 Pero no rogaba. Lo exigía, porque confiaba en sus compañeras, en todas y cada una de ellas.

 Clavó sus iris plateados en la colosal figura abisal y permaneció inmovil en una concentración perfecta, aquello requeriría de toda su fuerza de voluntad y quizás...de algo más. Nunca pensó que aquel fuese a ser su papel cuando hablaba con Galatea en la posada de Gohan, nunca pensó que podría estar orgullosa de haber sufrido tanto, nunca...más que ahora.

Andrea lo más parecido que habia visto a aquella mole de yoki era Ishley al atacar el grupo de asalto y combatir a Teresa... y desde luego el poder de Riful en ese momento no tenia nada que ver con aquél, aún así era una presencia realmente pavorosa.

Andrea no pudo reaccionar a tiempo. Trató de leer el yoki, pero estaba demasiado asustada: El golpe fue de lleno a su cuerpo, atravesándola de lado a lado en varios puntos. Abrió mucho los ojos expulsando sangre por la boca, cayendo de espaldas, con los ojos perdidos en el cielo y la mano apenas sujetando el claymore.