Partida Rol por web

- Vasilov ayuda a su señor a retirar las piezas de la armadura, piezas que después pulirá y guardará en su soporte especial de madera, situado en un rincón de la habitación de su señor.

Otto asintió, y con gesto lánguido asió el brazo que Mikail le presentaba. Allí, azul sobre la piel pálida, se distinguían con claridad las venas abriéndose como las ramas de un árbol, transportando tras cada latido la preciada savia que él ansiaba. Tragó saliva intentando controlar el deseo que lo cegaba antes de deslizar su mano hasta el dorso de la del lacayo para cerrarla junto a la suya en un puño. Tras aquello descubrió los colmillos y sin mayores miramientos los hundió en la carne...

Cuando terminó de beber lamió con cuidado la herida para que esta se cerrara. Se sentía mucho mejor, aunque aun estaba lejos de ver su sed saciada.

- Lacayo Mikail, busca a Dagu e Innya y tráelos a mi presencia. Cuando estén aquí busca a Carcelero y dile que el Chambelán Otto solicita que le sean prestados dos de sus guardias para escoltar a dos nuevos prisioneros hasta las mazmorras.

MINUTOS PARA EL ALBA DEL PRIMERO DE MAYO.

- Siguiendo las órdenes del Chambelán de la Corte, el Lacayo Mikail regresa poco después en compañía de los criados Innya y Dagu.

- Al poco llegan dos guardias de las mazmorras del castillo.

Cuándo el Lacayo Mikail vino a sacarnos a Dagu y a mí de las habitaciones mis temores se hicieron reales. Sin duda iban a castigarme, pero ¿a Dagu también? Porqué a él, si sólo era un crío...

Le cogí por los hombros a modo de gesto protector mientras seguíamos al Lacayo Mikail. Me prometí a mí misma que no dejaría que le hiciesen daño. Nunca. El sudor frío que me había estado acechando toda la noche volvía a mi espalda y me notaba fría y temblorosa. 

Al llegar a las estancias dónde el Chambelán nos esperaba me incliné bajando la cabeza en modo respetuoso. No sólo estaba el Chambelán Otto, si no el señor Durius Tremere de Slobozia. ¿Sería el que decidiese nuestro castigo?

Durius no estaba dispuesto a esperar más. Otto mostraba un más que escaso sentido de la oportunidad y del tiempo y parecía regodearse en dilatar innecesariamente necesidades personales y del castillo.

-Guardias, conducid a Dagu el joven y a Innya a las mazmorras. Que Carcelero les disponga una celda. Es mi deseo que no sufran daño alguno hasta que se decida cuál será su suerte. Ahora, retiraos -la voz del secretario ducal era seca y no aceptaba réplica o protesta alguna. La dureza de su mirada aconsejaba una inmediata obediencia, cuyo incumplimiento prometía una severa respuesta. 

Tras aquello, dio media vuelta, para dirigirse a su aposento. Antes de cerrar la puerta a sus espaldas, pudo oírse su voz.

-Chambelán, acabad ya de una vez. Y procurad obrar con la dignidad que os corresponde. Mikail, que nadie enturbie mi descanso.

- "A la orden, mi señor." -

Los mazmorreros se llevan a los dos prisioneros.

Al Mayordomo no le dio tiempo a acabar con nada porque los guardias se marcharon como habían venido, con un suspiro. De esos que él todavía daba de vez en cuando por costumbre pues ya nada obtenía llenando sus pulmones. Le hubiera gustado poner los puntos sobre las íes a aquella traidora de toda confianza. A Innya, esa descastada que agradecía la generosidad de unos y de otros con una arrogancia impropia de su casta. Y tampoco podía olvidarse de Dagu, bueno para nada, pero rápido en coger el cuchillo con intención de usarlo no precisamente en la comida… Pero nada, no había podido porque nada en aquel mundo salía como él esperaba.

Otto suspiró.

Durius ya se había encerrado en su habitación. La noche había sido larga y él también estaba cansado, así que le tocaba hacer lo propio. Se metió en su habitación y se encerró en ella sin desearle buenos días a nadie. Después de todo para qué decirlo, de hacerlo estaría mintiendo.

TRANSCURREN LAS HORAS.

PRIMERAS NOCHES DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.

- Visany llama a la puerta exterior de la antesala de las estancias privadas del Secretario Ducal.

Mikail esperaba que las noches de mayo trajeran la calma que no habían tenido las anteriores. Llevaba unos días algo irritado pero no quería profundizar en su interior, pues le daba miedo que al revolverlo encontrara algo que lo disgustara. Así que se limitaba a pasar los días tratando de controlar su mal genio pero se le veía ligeramente alicaído. Andaba absorto en sus pensamientos, en el interior de la antesala de Durius, cuando sonó la puerta.  Esta vez la curiosidad pudo con el tedio y se levantó a abrir la puerta. Al hacerlo vio a Visany del otro lado. Se podía imaginar qué es lo que quería. Aún así preguntó con tono seco.

- ¿Qué quieres?

MIKAIL:

- Tirada oculta de Astucia + Investigación, dados de 10 desglosados, dificultad 7.

MIKAIL:

- Esta noche han fallecido el Senescal Stolnic, y los dos Dravescu, padre e hijo.

- Todo es un poco confuso, pero al parecer las pruebas apuntan a que los Dravescu conspiraban contra el Duque y contra tu señor Durius. Asesinaron al Senescal cortándole la lengua (que fue hallada en su habitación) y seguramente hubiesen atentado contra la vida del Primer Caballero de haber tenido ocasión. El Caballero de los Cárpatos acabó con ellos en cuanto descubrió su conjura.

- Esta tarde, Farkas Deli ha regresado al castillo. Nadie le ha barrado el paso pese a ser un hombre lobo, o tal vez precisamente por ello. Ha recuperado su espada, aunque todos saben que no la necesita para destrozar a cualquiera de los habitantes de este castillo. Hasta ahora no había nadie que inspirase tanto miedo y pavor como el Caballero de los Cárpatos, pero un hombre lobo... eso son palabras mayores.

- La Dama Dubieta ha dicho que su matrimonio con el Senescal se consumó, pero la historia no cuadra, al parecer no llegaron a estar juntos ni un minuto, y no llegaron a estar a solas.

- Innya y Dagu están en las mazmorras, aguardando su sentencia por haber provocado a los Basarab y tener parte de culpa en el desastre de las bodas. Lo sientes por Dagu, él y su hermano menor Visany te caen bastante bien y creías que podías convertirlos en compinches, enseñándoles las artes del robo y a sobrevivir en las calles. Tal vez haciendo de ellos en un futuro agentes útiles para tu señor en misiones que requiriesen habilidad para el subterfugio. En cuanto a Innya, es una pena. Ya tiene una edad, pero aún está lozana y puede tener hijos. Soltera y sin compromiso... una pérdida si al final la ejecutan.

Tras llamar a la puerta esta se abre y aparece Mikail bastante más seco de lo habitual.

- Buen día Mikail. - saludo al lacayo. Me gustaría hablar con el Caballero Durius o en su defecto con el Chambelán Otto.

- Sí...buen día, Visany, buen día.- El lacayo tira de la manga de la camisa tapandose la muñeca.- Espera aquí que anuncie tu llegada.- Sin abrir la puerta del todo a Visany, Mikail se dirige a la habitación del chambelán Otto , tocando en la puerta.

¡TOC, TOC!

- ¿Chambelan? Siento molestarle...no, no lo siento, pero  es lo que debo decir... Visany está aquí y pide ser recibido por usted.- Mikail pensaba saber lo que venía a hacer Visany, pero mientras esperaba la respuesta del Chambelán, se dirigió a hablar con él. De pronto, Mikail volvía a ser el de siempre. Zalamero y resultón, se movía con clase y con movimientos amplios y algo exagerados Quería algo.- Pasa, pasa, Visany, no te quedes en la puerta.- Guiñó un ojo al chico y bajo la voz en un susurro.- ¿A qué vienes? ¿Te has enterado de lo de Dagu e Innya?- El rostro de Mikail reflejaba seriedad.

Asiento a las palabras de Mikail y avanzo manteniéndome detrás suyo para no importunar más de lo que posiblemente ya esté haciendo.

- Más o menos puedo imaginarmelo. - le susurro a Mikail deseando que no vea que no sé de que me está hablando. ¿Qué es exactamente lo que les ha pasado?

Realmente Mikail me caía bien. Siempre se ha preocupado por nosotros, o por lo menos en apariencia lo ha hecho. Espero que en el futuro siga haciéndolo y más ahora que tengo que empezar a lidiar por mi vida y posiblemente por la del resto de mi familia.

Mientras esperan al Chambelán Otto, Mikail charla con Visany, con cara de preocupación. Ante la reacción del chico, NMikail no piensa que el pobre no tiene ni puta idea de lo que ha pasado.

- Siéntate Visany.- El lacayo le indica con el brazo extendido en un suave movimiento que tome asiento en una de las sillas libres.Confiaba en que el chico se supiera controlar y no tuviera que abofetearlo.- Innya  y ...tu hermano, Dagu, han sido llevados a las mazmorras, por haber provocado a los Basarab, a la espera de la sentencia.Yo mismo fui a buscarlos sin saber muy bien para qué se los requería. -Mikail mira inquisitoriamente a Visany.- Si no era por eso para lo que venías ¿qué es lo que querías hablar con Otto o Durius?