Partida Rol por web

- Carcelero se dirige a sus dominios, las Mazmorras del Castillo.

Boru esperó a que Hakir se llevara al resto de prisioneros a las mazmorras, para ver si necesitaba de su ayuda o no para transportarlos. - ¿Necesitará ayuda para transportar a los prisioneros o puedo retirarme? - Acabó por lanzar la pregunta, no muy convencido de tener que hacerla.

- Yo me encargo de estos dos. - Respondí a Boru, sin apartar la vista de los dos prisioneros a los que apuntaba con mi lanza. - ¡Adelante! Y mucho cuidado con hacer o decir tonterías. - Les dije a la sirvienta y al lacayo. El traslado hasta las mazmorras sería a paso suave, por el poco margen que les permitían las ataduras de los pies a ambos prisioneros.

- De acuerdo. - No sería él quien deseara estar allí cuando esos pobres desgraciados fueran víctimas de la hospitalidad del carcelero. Hecho esto, el leal guardia se limitó a darse la vuelta y marchar hacia el lugar donde Elena había indicado, el salón, para presentar sus respetos a su señora.

Llego con el resto de rezagados al patio castillo, mi amigo Boru se ha encargado de relatar todo lo sucedido, cosa que le agradezco, me apoyo en mi hacha para recuperar el aliento, voy a descansar un rato, mirarme la herida y ver como está la señora.

- Hakir se lleva a Vasilov y a Enrietta a las Mazmorras.

- Los guardias Boru y Tomescu se dirigen al Salón Principal a reunirse con sus respectivas señoras.

MEDIA HORA TRAS EL OCASO.

- Hay dos guardias en la barbacana y cuatro más en las murallas. Los otros seis se han retirado a descansar a los barracones de la guardia.

- Hakir sale solo de las Mazmorras, de regreso al oscuro patio. Ve algunos criados encendiendo antorchas para colocarlas en soportes en los muros, pero son pocas y apenas iluminan un estrecho cerco a su alrededor de unos pocos metros.

- Comienza a hacer frío.

- La puerta que conduce a las habitaciones privadas del Primer Caballero se abre y por ella sale el Chambelán Otto de Sajonia, con sus elegantes ropajes impecables. Muestra un regio aspecto, aunque a juzgar por su estremecimiento ante el gélido aire nocturno y el vaho que sale de su boca al respirar, formando una nube a su alrededor, es obvio que tiene bastante frío. Es primavera, pero las noches transilvanas siempre son frías.

- El Patio del Castillo parece pobremente iluminado por algunas antorchas sujetas en soportes en los muros interiores, que los criados acaban de encender. En los muros se ve una guardia mínima de poco más de cuatro hombres, con tal vez dos más guardando la barbacana principal de entrada al castillo.

- En medio del patio están diversos individuos, siervos, criados, el Maestro de la Corte, y los dos guardias más curtidos de la Guardia Ducal: Hakir e Itsvan.

Cuando regresé al patio, procedente de las mazmorras, lo primero que vi, con disgusto, era que la orden que había dado de doblar la guardia no había sido atendida. Me dirigí entonces a los guardias.

- ¿Esto qué es? - Ladré sin remilgos. - ¡He dicho que hay que doblar la guardia! Esta noche hay que estar alerta. ¡Traed más antorchas! Hay que iluminar el patio y las murallas. ¡A PRISA!

Luego, por encima del hombro vi que el Chambelán había salido al patio, así que me personé ante él formalmente para informar de lo sucedido, tal como ordenara el Capitán que debíamos hacer.

Al poco de salir de mis aposentos escucho una voz conocida, apremiando, en un tono de voz que no admitía réplicas, a la guardia cercana. Asentí con la cabeza al Guardia Hakir al personarse y le devolví el saludo.
-Guardia ducal.
Miré a un lado y a otro, la situación parecía controlada y ello me agradaba.
-¿Cual es la situación?
Pregunté con convicción esperando recibir una respuesta positiva.

- Si, Visany... es sólo cansancio - le contesté, agradeciendo internamente su preocupación.- En cuanto haya descansado un poco me encontraré mucho mejor.

Me esforcé en sonreir y después emprendí el paso hasta mis aposentos confiando en poder encontrar al fin mi merecido descanso.

Veo pasar a Maserrak en dirección a sus aposentos.
-Perdone Maserrak, me gustaría hablar en privado con usted. Búsqueme cuando haya descansado.

- Chambelán Otto ... - digo acercándome ligeramente esperando a que me atendiera.
 

Una voz llamó mi atención y giré la cabeza, apenas pudiendo atender a la posible contestación de Maserrak.
-Visany.
Le miro a los ojos esperando a ver qué tiene que decir.

- Las Damas Dubieta y Radovina se encuentran en el Salón Principal. - le digo. Mandé a Lindor y un par de Sirvientas para que las atendiesen.

Luego me acerco un poco más al Chambelán.

- Había algo raro en la forma de proceder de la Dama Dubieta así que le dije a Lindor que no las dejasen a solas y que me mantuvieran informado. - le susurro al oido. No quería más sorpresas desagradables.

- Espero haber procedido adecuadamente.

HAKIR:

- Tirada Oculta de Carisma + Presencia. Caso de que tuvieras la habilidad de Presencia a 0, tendrías una penalización de -2 dados a la tirada. Es decir, sería Carisma -2, con un mínimo de un dado.

- Maese Maserrak se dirige a su habitación.