Partida Rol por web

No le parecia precisamente una buena idea el volver a la catedral ahora, pero aquella mujer parecía tener un plan. Si seguía ayudandole, quizás le ofrecería la información que tiene y podría ayudar a Lyra con este asunto de los cultistas. Miró a su alrededor, una vez más. Aquella farsa no le gustaba, pero era necesario el seguir con ella.

- Esta bien. Le acompañaremos en la catedral y ayudaremos. Esperaremos fuera, para que pueda hablar con esta persona a solas... pero debe saber que estamos confiando en usted, y lo mismo esperamos de forma retributiva. -

Señaló en dirección a la catedral, por el mismo camino por el cual habían venido. - Vamos. -

Zynna escuchó a Drogo, asintiendo a sus palabras. Lo cierto es que, llegados a ese punto, no tenian mas alternativa que seguir a la mujer, o dejarla ir y esperar a que volviera. La primera opcion, desde luego, le parecio más plausible que la segunda.

-Vamos. - dijo, sencillamente, con el ceño fruncido en aquella fiera expresion que solia ser habitual en ella y que casi parecía ir a juego con la de su marido.

Y espero a que la rubia se decidiera a llevarlos de vuelta a la catedral o expusiera sus sugerencias.

No le hacía mucha gracia que la pareja le siguiera. Quizás en la intimidad eran gente agradable, de esos que cantaba y bailaba mientras preparaba el estofado, y luego invitaban a comer a sus vecinos y conversaban sobre asuntos triviales. Pero con las expresiones que llevaban en sus rostros en ese momento, a medio camino entre la furia y la taciturnidad, daban la sensación de querer comerse a alguien, crudo.

—Vamos —asintió—, pero mantengámonos a distancia. Tengo que prepararme.

¡Lo intenté! Pero no me creyeron. En el templo, conseguí que me dejaran investigar las habitaciones del sacerdote y encontré esa nota. Fui a la casa del artista y no conseguí entrar, y eso que le engañé para que pensara que quería comprar sus obras...

-Sin duda hay que hacer algo, pero antes debo saber quien escribió la nota y quien es ese tal merrin, ademas de encontrar a alguien dispuesto a ayudar, que no pida nada a cambio, que os parece si primero vamos a los alrededores del tenplo de ese otro dios, y pensamos algo, no me gustaría que os hicieran daño, adenas debemos volver al templo en un rato, cuando todo este mas tranquilo, para que Lydia pueda hablar con Lyra.- Tirk miro a Aire.- y bien, donde hay que ir?

La nota la escribió un sacerdote de ese templo. ¡La encontramos Aristóteles y yo en su habitación! Y ahora el pobre es una estatua...

Intenté entrar con mis grandes dotes de diosa, pero no quiso dejarme entrar a su casa. ¡Tenemos que entrar por la fuerza, sí o sí!

Lydia parecía abrumada por los acontecimientos recientes.

-Parece que hay un gran número de problemas en esta ciudad... Aunque tengo la intuición de que puede que estén relacionados todos de algún modo. -miró hacia la catedral- Lyra está ahora muy ocupada, perderíamos mucho tiempo si esperamos... creo que debemos actuar por nuestra cuenta. -miró a Aire- ¿Podrías guíarnos hasta la casa de ese artista? ¿Está muy lejos?

- Aire, guianos, observaremos el lugar y pensaremos que hacer, si necesitamos ayuda o podenos solos.- tirk puso su mano en el hombro de aire. cuando dijo estas palabras.- te ayudaremos.

¡Oh, sí! ¡Yo os llevaré y derrotaremos a esa mala persona que hace que la gente se haga de piedra! Se cree que es muy bueno con su arte, ¡pero es un mentiroso!

Aire se puso delante de sus dos compañeros y, levantando las rodillas como si fuera un caballo, se puso a cantar.

Luchemos noblemente con mucha valentía.
Que no dude la gente de nuestro gran valor.

Las manchas de la ropa se lavan con jabón
Las nuestras lavaremos con sangre del corazón.

A por ellos
los valientes
con la espada
con los dientes.
Soy guerrero,
huelo a sangre,
y ya quiero combatir.

¡En marcha los luceros,
desfilen mis valientes!

¡No os vayáis valientes!

Con las balas enemigas
nos haremos los valientes
nos haremos gachas migas
y palillos de los dientes.

Con paso firme y marcial
marchemos codo a codo a luchar
y no se piense nadie rendir
y no se piense nadie rendir
que es preferible morir.

Con paso firme y marcial
marchemos codo a codo a luchar
y no se piense nadie rendir
y no se piense nadie rendir
que es preferible morir.
 

Tirk miro a Lydia algo dubitativo, la agarro de la mano y comenzo a seguir a Aire.

Los rumores que decían que Tormentos Cristalinos era peligroso por la noche eran totalmente certeros. Filos pensó que si seguía a Tobías hasta la Posada del Cuervo de Plata nada le pasaría, pero se equivocaba.

Una extraña bestia se interpuso entre el señor y él, el primero no se dio cuenta de nada, por lo que fue capaz de seguir andando directo a su objetivo. Pero Filos se dio cuenta de que una criatura le había estado acechando encaramado entre las sombras. Estaba subido a una de los farolillos de un callejón. Parecía una especie de mediano, aunque su carne estaba desnuda y era moteada, y sus extremedidades son increíblemente largas y delgadas. Dio un salto y quedó justo delante de Filos.

Entonces le lanzó un siseo, mientras le mostraba unos dientes largos y afilados, un momento antes de que uno de sus brazos restalle como un látigo saltando hacia delante para apresarle.

Filos se sorprendió al ver aparecer frente a él a aquella cosa. Desde luego, nunca había visto nada parecido y no parecí anatural. Se esforzó en recordar lo aprendido de su mentor en cuanto a criaturas sobrenaturales. Cualquier información recordad podía ser clave para el combate que se avecinaba.

Filos sacó su hacha mientras echaba a correr y cargó contra su atacante. Iba a enseñarle un par de cosas a aquel monstruo.

-ROARG!!- gritó poniendo toda su fuerza en aquel primer golpe.

Tantor, mientras tanto, emprendió el vuelo rodeando al monstruo, por si  su amo necesitara que le atacara por la espalda más tarde.

Chaol habia oido que por las noches la ciudad era peligrosa, pero creía que se debía a bandidos y ladrones, bandas y esas cosas tipicas de una gran ciudad. No a monstruos sueltos por las calles. Al ver a aquel ser que no alcanzaba a reconocer acechando a un tipo en la calle, no pude quedarme quieto y me lancé a ayudar. No tenia ni idea de lo fuerte que seria el pseudo-mediano, por lo que lo mas seguro seria atraparlo con extoplasma y huir. Pero antes tenia que llegar hasta él. 

Filos se lanzó contra aquella criatura justo antes de que ésta fuera capaz de atacarle. El monstruo esquivó el golpe con gran soltura, e inmediatamente después dio un paso hacia atrás y descargó sus dos brazos-tentáculos contra Filos.

El primero fue capaz de esquivarlo, pero el segundo no y Filos quedó atrapado por aquella criatura. Por suerte, Filos no estaba solo, un hombre de aspecto extraño pasaba por allí cuando vio el ataque. Quizá él pudiera reaccionar y ayudar a Filos, o quizá tuviera otras intenciones y prefiriese evitar el enfrentamiento, o peor, unirse a él.