Partida Rol por web

En cuanto pasa el ultimo  espero  5 minutos   y vuelvo a  entrar en  el  edificio.Habrá que entrar  si queremo enterarnos de algo pero no es que me haga muy feliz la idea .

Yo me llevo a este hombre de aquí, necesitaran que le atiendan

Entraron de nuevo en el salón. Quizás ahí dentro podrían encontrar las respuestas hacia el misterioso fuego.

Aunque para empezar lo primero que encontraron fue la extraña criatura de la jaula.

Los nervios que le atenazaban el estómago hicieron que fallara en su ataque.

el ataque pillo totalmente desprevenido a kungfu,  casi tanto que le da un susto de muerte

maldicion maldito engendro

su ataque portanto no fue muy bueno

"Yo tenia interés en entrar pero no podemos dejar al Sr Anmeh solo. Vayamos a llevarlo y quizas cuando se recupere podramos preguntarle donde habia sido el origen de todo... Volver tendremos que volver, pero no dejar a nadie en mal estado asi como asi. Vamos Vamos" dice el gnomo mago con dudas e intereses de llevar al pobre Anmeh a un lugar mas tranquilo. Mientras mira de momentos el edificio del Salon de las Rareza.

Ethan recordó la sensación que había tenido al ver por primera vez a aquella criatura, dentro de la jaula y envuelta entre llamas. No era una visión demasiado agradable, sobretodo por la mirada salvaje que transmitían sus ojos. 

Desenvainó su espada larga y se lanzó a la ofensiva.

Os adentráis nuevamente en el Museo, como habíais previsto una de las criaturas había escapado. La criatura es la que estaba junto a la columna de fuego, su cuerpo se parece al de un mediano  desnudo con la carne moteada, pero sus extremidades son increíblemente largas y delgadas. Lanza un siseo mostrando unos dientes largos y afilados, un momento antes de que uno de sus brazos restalle como un látigo saltando hacia delante.

Khrim se lanza corriendo el primero contra aquella criatura pero la criatura esquiva su ataque encaramándose a una de las jaulas que hay a los laterales. Desde allá arriba alarga uno de sus brazos y toma del cuello a Khrim, lo eleva en el aire y comienza a apretarlo. Después lo suelta y lo deja caer al suelo mientras continúa moviéndose por encima de la jaula.

El enemigo está a una distancia a la que no llegáis con armas de cuerpo a cuerpo normales. Y para colmo es muy rápido.

un vistazo rápido me basta para hacerme una composición de lugar; rápida, peligrosa y fuera del alcance de las armas de mano .Desenfundo mi ballesta de mano y disparo a la criatura.

el engendro era endiabladamente rapiodo y habia herido a uno de los nuestros totalmente ileso ,pero parecia superado numericamente y reuia la batalla aun asi era peligroso 

saque mi arco yme aleje lo mas posible de los largos brazos del ser fuera de alcance ya lance mi fllecha

Mientras sus compañeros se armaban con ballestas y arcos, Ethan se situó en una posición defensiva. Él no disponía de armas a distancia y era una locura lanzarse contra la criatura, y que estaba demasiado lejos como para alcanzarla con su espada larga.

Esperó a que la situación mejorara: o el monstruo se acercaba al grupo o esperaba su ataque para contratacar.

El joven Gruguer imita los movimientos del gran guerrero Ethan, esta era un gran oportunidad de aprender de los grandes maestros que le rodeaban

Aturdido tras el golpe recibido no dudo en dar unos pocos pasos atrás mientras saco mi arco corto y tras apuntar a la criatura, disparo.

Khrim logra impactarle una flecha en la pierna de la repulsiva criatura, pero aquel ser finalmente y asediada por tantos ataques termina huyendo por los tejados del edificio, perdiéndolo de vista.

Aquella criatura tan peligrosa había huido del lugar, pero ahora estaba suelta por una ciudad que acababa de amanecer. Mucha gente corría grave peligro.

Bueno chicos por lo menos le hemos herido, abra que avisar que es peligroso a algun guardia

acto seguido espeta

me acompañais fuera?

El extraño que aparecía y desaparecía volvió a hacer acto de presencia. Curiosamente cada vez que aparecía uno de los componentes del grupo desaparecía.

Al joven Gruguer le parecía muy raro, pero al ver que los demás no le prestaba atención a tal hecho lo tomó como algo normal.

Había más criaturas aquí dentro, a lo mejor alguna necesita nuestra ayuda

Cuelgo la ballesta de mano del cinturón con cierto aire de disgusto al ver como se escapa mi objetivo .Hemos hecho mas mal que bien y es que el camino al infierno esta empedrado con buenas intenciones. Sin molestarme en responder a las palabras del monje me vuelvo discretamente al acogedor abrazo de las sombras.

-La escaramuza me ha dejado alguna que otra herida, yo lo siento mucho pero creo que saldre con kung fu- digo mientras por dentro maldigo mi destino- además ha llegado a mis oidos que en la catedral de Kord han puesto una arena y creo que me vendría bien algo de combate ya que me estoy oxidando y además tal vez curen mis heridas.

Tras lamentar tener que dejar atrás al grupo y sin olvidarme de desearles suerte me despido de ellos y me dirijo a la catedral de Kord no sin antes decir:

-Aun así esta noche espero veros por la posada y poder contar sin duda el trascurso del día.

Te alejas de ellos y sales de la ciudad ignorando al grupo con el que te juntaste y desapareciendo de su vista. Ahora debes de tomar una decisión y elegir un nuevo lugar al que dirigirte. No hay ya ni rastro de la criatura...