Partida Rol por web

-Quizá pueda ayudarte a buscar tu camino si quieres compartir el mío. ¿Qué te parece?-Digo con simpatía-Así, al menos no estaras solo.  

Sonrío, cojo mi cena y me dirijo a una de las mesas para cenar. 

-Piénsalo-Digo antes de empezar a comer-Puedes darme una respuesta mañana, no hace falta que te precipites.

Me quedo mirándola. Me ofrece ayuda. Algo en mi se muere por aceptar su ayuda, contarle que no recuerdo nada anterior a esa misma tarde y que temo por mi seguridad y por la de los que me rodean. Me muero por suplicarle ayuda y decirle que creo que soy peligroso. Pero me limito a sonreír.
-Podemos compartir nuestro camino un tiempo- digo-. Me vendrá bien algo de compañía.
Y sigo con la cena.
Cuando la acabo, tras conversar un rato más con Amber, me disculpo y le pido al tabernero que me indique mi habitación.
-Estoy cansado, nos vemos mañana- me despido de Amber.
Y me marcho a dormir.

En cuanto termino de cenar, subo a mi habitación, atranco la puerta, y me acuesto.

Estabas hecha polvo y te sentías exhausta por la emociones vividas en aquella ciudad, por fin habías logrado descansar pero de pronto una voz casi proveniente de ultratumba te despertó.

<< ¿DÓNDE ESTÁN LAS DEMÁS?>> <<¿DÓNDE ESTÁN DIME?>>

<<TÚ TIENES UNA, PERO DÓNDE ESTÁN EL RESTO>>

Cuando abres los ojos te das cuenta de que sigues en tu cama, pero la habitación parece un lugar totalmente distinto, estás en medio de la nada, y a tu alrededor solo hay viento, huracanes, nubes, tempestades...

Aire abrió los ojos poco a poco debido a las voces. Maldijo por lo bajo, deseando que volviera el silencio.

Un aire atroz la golpeo e hizo que mirara hacia la puerta... Pero no había puerta. Al ver a la criatura, se quedó pensativa. Su sapo seguía dormitando a su lado, así que empezó a golpearle con el dedo para despertarlo.

Mi querido Aristóteles, creo que han venido a verte. ¿Es familiar tuyo? Porque lo que tengo claro es que no lo es mío. Fíjate que cosa más fea, ni va combinado... Claro, no lleva ropa, así que...

¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!! ¡¡ESTÁ DESNUDO!! ¡ES EL FIN DEL MUNDO! ¡YA NO QUEDA ROPA PARA NADIE!

Aire seguía gritando mientras cogía su sábana y se la lanzaba al bicho.

¡Yo no tengo nada! ¡No tengo ropa de tu gusto y tamaño! ¡Vete a las habitaciones de los hombres!

Una voz casi de ultratumba proveniente de algún lugar de la posada te despertó.

<< ¿DÓNDE ESTÁN LAS DEMÁS?>> <<¿DÓNDE ESTÁN DIME?>>

<<TÚ TIENES UNA, PERO DÓNDE ESTÁN EL RESTO>>

Instantes después un grito de una mujer se oyó:

¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!! ¡¡ESTÁ DESNUDO!! ¡ES EL FIN DEL MUNDO! ¡YA NO QUEDA ROPA PARA NADIE!

Zarus despierta un poco desconcertado, unos gritos rompen de golpe su sueño -¿Que diablos fue eso?- se pregunta desesperado por encontrarle una respuesta. Aquella voz no le dio buena espina y de inmediato surgió en él preocupación por la seguridad de Layla.

Se alista como puede llevando su arco y sus Nuchacun de hecho estos ultimos los llevaba siempre a la mano, aun cuando dormia. Sale de su alcoba cuidadosamente, pero no pudo opacar de amucho el sonido de la puerta. Le hecha una mirada a los alrededores. Su arco estaba casi que listo para lanzar una flecha ante cualquier figura amenazante.

Una voz casi de ultratumba proveniente de algún lugar de la posada te despertó.

<< ¿DÓNDE ESTÁN LAS DEMÁS?>> <<¿DÓNDE ESTÁN DIME?>>

<<TÚ TIENES UNA, PERO DÓNDE ESTÁN EL RESTO>>

Instantes después un grito de una mujer se oyó:

¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!! ¡¡ESTÁ DESNUDO!! ¡ES EL FIN DEL MUNDO! ¡YA NO QUEDA ROPA PARA NADIE!

<<NO ES ROPA LO QUE BUSCOOOO>> 
<<SOLO BUSCO LAS MONEDAS, JÚNTALAS AHORA MISMO, ESTÁN DEMASIADO TIEMPO SEPARADAS>>
<< ¡¡JÚNTALAS!!>>

Sales despacio de tu habitación y te asomas al pasillo, parece que está tranquilo pues no hay nadie allí en este momento. Después te acercas a la habitación de Layla que parece estar segura, instantes después vuelves a escuchar:

<<NO ES ROPA LO QUE BUSCOOOO>>
<<SOLO BUSCO LAS MONEDAS, JÚNTALAS AHORA MISMO, ESTÁN DEMASIADO TIEMPO SEPARADAS>>
<< ¡¡JÚNTALAS!!>>

Parece que las voces provienen de otra habitación.

Cuanto te incorporas de la cama, vuelves a escuchar a aquella criatura que parecía hablar desde el mísmisimo infierno:

<<NO ES ROPA LO QUE BUSCOOOO>>
<<SOLO BUSCO LAS MONEDAS, JÚNTALAS AHORA MISMO, ESTÁN DEMASIADO TIEMPO SEPARADAS>>
<< ¡¡JÚNTALAS!!>>

¿Monedas? ¿Qué monedas? ¿QUÉ MONED...?

De pronto, Aire comprendió lo que el demonio le decía. Rebuscó en su bolsillo y saco una de las monedas que tenía.

¿Es esto? ¿Vienes aquí a mendigarme? ¿Y encima desnudo? ¡Qué poca vergüenza!

También pensó que no sabía nada de las monedas, así que aprovecho la ocasión

Oye, querido... querido. ¿Qué son estas monedas? ¿Para qué sirven? decía mientras hacía círculos en la cama con su dedo

Ya mas aliviado por la seguridad de Layla, Zarus se dispone a ubicar a la perturbadora voz que le arrebató el sueño.

De pronto una fuerte explosión se oye en toda la posada seguida de un fuerte temblor que hace despertaros a todos de la cama. Algo ha sucedido y cuando abrís los ojos notáis que una nube de polvo ha llenado vuestra habitación. 

Salís de vuestra habitación y encontráis allí a Zarus que estaba andando por los pasillos. Un extraño humo proviene de la habitación en la que se había alojado Aire.

En cuanto muestras la moneda al demonio estas desaparecen y tu habitación explota. Por lo visto tú quedas ilesa pero la criatura deja un rastro  de fuego tras de ti. El techo ha desaparecido y puedes ver la luna en el cielo. Notas como varios temblores empiezan a sacudir la taberna y el humo invade tu habitación.

Una columna de fuego casi mágica ocupa el lugar de la criatura y se alza varios metros por encima de tu cabeza.