Partida Rol por web

Con un renovado alivio el guerrero iba escuchando las palabras de Lyra conmovido por la generosidad de aquella mujer y por el inminente fin a los problemas de salud de su hermana. No pudo evitar unas fugaces lagrimas de alegría antes de sacar la espada con calma para acto seguido hincar la rodilla frente a la suma sacerdotisa, brindándosela con ambas manos en señal de entrega.-Ni aunque viviera diez vidas podría pagaros lo que merecéis por el alivio que me dais, no tengo palabras para expresaros la eterna gratitud que siento para con vos. Ni camino recorre el sendero de la fe de Pelor quien en su gracia me ha otorgado algunos dones, no sería justo que me asignarais un servicio por algo que me corresponde hacer de forma altruista pues mi fe así me lo dicta; no solo os ayudaré a desvelar dicho misterio sino que aquí frente a estas personas como testigos pongo mi espada a vuestro servicio y me comprometo a pagaros la cantidad que solicitáis en cuanto la tenga sin mayor falta ni demora.- dicho lo cual se levantó envainando en un fluido gesto dirigiéndose luego a su hermana quien lloraba levemente conmovida sobre su regazo. Por primera vez en mucho tiempos los rostros de ambos hermanos volvían a reflejar una autentica expresión de felicidad, parecía que al relajarse el cansancio empezaba ha hacer mella en ellos, afectando más a Margaret que al recio soldado quien entregó a la muchacha al cuidado de Lyra para que se hiciera cargo de ella.

Antes de que se marcharán y sin que su hermana pudiera escucharle se descolgó la única medalla que portaba su uniforme.-Se que no es mucho pero entiendo que al ser extranjero en estas tierras mi palabra pueda carecer de valor alguno, esta medalla es el único recuerdo que poseo de mi padre, no vale ni de lejos la cantidad que me pedís pero posee un gran valor sentimental para mi. Por favor tomadla en prenda hasta que pueda saldar mi deuda, sanadla con vuestra magia en cuanto os sea posible os lo imploro y yo haré frente a ese gasto, no os quepa duda.-una vez hubo cerrado el acuerdo con la suma sacerdotisa se volvió hacia la gente de los bosques.-Muchas gracias por vuestra mediación y consejo mis compañeros de viaje, nunca podréis imaginar cuan agradecido os estoy.- le ofreció la mano a Kranjstar con el mayor de los respetos, así como a Lomenar y Lictea.-Andrei Dragunoff es un hombre de palabra, decidme ¿a cuantos días de viaje se encuentra esa cueva de la que me hablasteis?¿tenéis algo en mente con el oso disecado?¿una buena piel siempre es un gran tesoro en invierno?Sino es que esta demasiado vieja o ajada.- ciertamente podía ser las reciente energías que le daban la alegría por la buenas nuevas sobre su hermana pero el talante de Andrei era algo juvenil para su edad.

Lomenar escuchó a Lyra. No era consciente de que los devotos de Pelor hubieran descendido en número. La verdad es que no siguiendo a ningún dios le costaba empatizar con los creyentes y por ello le sería muy difícil saber porqué la gente había dejado de venir, ella solo lo había hecho alguna vez buscando refugio.

Quizás se debía a los últimos acontecimientos, la rana gigante y la terrible plaga que está atacando las marismas de Tormentos Cristalinos. Esos temas suelen poner a prueba a fe de las personas. Liria, la mejor druida de la ciudad, era la que más éxitos había cosechado y eso podía hacer pensar a la gente que quizás había otra forma de solucionar sus problemas.

- La fe es complicada y suele ser muy frágil . - aventuró a decir - Si encontramos algún motivo por el cual sus feligreses ya no acuden se lo haremos saber. - Confiaba que Kanjstar supiera más de estos temas. Aquí Lomenar se veía perdida.

- Entonces ¿te vienes con nosotros? - Lomenar sonrió a Andrei - Si Sirlak nos paga algo podrás tener algo para ir pagando la cuenta de tu hermana y además podemos ir haciendo averiguaciones acerca del problema de Lyra.

Instintivamente tomó la mano de Kranjstar, sin pensar, de forma natural...

- No creo que venga más gente aquí hoy... ¿buscamos más gente para el grupo? ¿vamos a otro lado?

No le dijo nada a Aire, que parecía ensimismada

Lictea refunfuñaba, pero no protestó cuando la separaron de la hermana de Andrei con muy malos modos.

-  La han criado entre algodones...- Fue la respuesta que la mujer loba le dio a Kranjstar cuando éste le preguntó si sabía lo que le pasaba a la enferma. Lictea era una lycantropoi, una pastora de lobos, y como tal, era una muer fuerte, de armas tomar. No comprendía la debilidad que demostraban las mujeres de la ciudad. Sin embargo trató de controlar su genio y el asco que le provocaban aquellas personas pusilánimes.Poco a poco iba aprendiendo las diferencias culturales que había entre su comunidad y la de Tormentos Cristalinos.

- Yo soy Lictea.- Respondió con un fuerte apretón de brazo al preocupado hombre. Tentada estuvo de advertirle sobre la Catedral de Pelor. Si no tenía cuidado acabarían desplumándole como a un pavo antes de ponerlo al fuego. Desde luego que comprendía las preocupaciones de Lyra con respecto a sus feligreses y el estado de la Catedral. Pero aún Lictea tenía sospechas de que entre sus filas de fieles habían gente con la mano muy larga.

Ya puede despedirse de su querida medalla...- De nuevo se mordió la lengua y dejó escapar el aire de sus pulmones en un fuerte suspiro. Lomenar tenía razón. Más le valía a Andrei lograr algo de dinero para ir pagando la deuda. La mujer se acercó a su grupo, incluido Andrei, y expresó su parecer de forma clara.

¿Tenéis alguna sospecha sobre quien puede estar detrás del asunto de los viñedos?

- Una minuciosa inspección de los campos de los Licorambarino nos llevó a encontrar huella de varanos, unos lagartos grandes.- Le explicó por si era desconocedor de este tipo de animales.-Me pareció un burdo intento de culpar a los hombres lagartos de los destrozos en los campos, pues en estos momentos hay conflictos con esta comunidad de híbridos. Para ojos inexpertos, sus huellas podrían confundirse. Al día siguiente vi también huellas de una sola persona, bastante corpulenta, un hombre o una semiorca,  allí donde los destrozos de los cuervos habían sido mayores. Quizá esté usando a los cuervos de alguna manera para destrozar el cultivo y utilizando los varanos para echar las culpas a los hombres lagarto. El rastro se pedía en el bosque así que lo seguimos y nos llevó a esa cueva donde una compañera perdió la vida en una desgraciada caída.

 

¿Hay alguien que salga beneficiado en crear tensiones entre los hombres lagarto y la ciudad?

- ¿Quién no? Los viñedos son un atentado contra el orden natural de las cosas.- Como druida Lictea no estaba de acuerdo con la explotación ordenada de la vides.- Podría ser un druida cabreado, sí, pero también algo mucho más complejo relacionado con intentar culpar a los hombres-lagarto. Demasiado obvio sí, como has dicho. Así que ahora hemos comprado algo de equipo para que no pueda pasarnos lo mismo que la otra vez.  Tú idea me gusta, Andrei,. Quizá podamos enfocar el problema de otra manera y vigilar la salida de la cueva para ver quién sale de allí. Lomenar y yo podemos haceros la vida más fácil en el bosque, pero debemos tener cuidado. una manada de lobos rondaba por allí.

¿vamos a otro lado?

- Yo estoy harta de esperar. Por mí nos movemos ya o se nos echará la noche encima. Si vemos que no conseguimos entrar en la cueva podríamos como dice Andrei, vigilarla  e intentar una emboscada.

El intento de Lictea por ayudar a la hermana de Adrei, no pareció ir bien y, luego de que Kranj, amablemente, pusiera su mano en el hombro de la pastora de lobos, esta se detuvo para saber a que venía a molestar el clérigo.

En breve la sacerdotisa de Pelor intervino, al ver lo mismo que Kranjstar. El poco aseo de Lictea y su brusquedad, estaban afectando negativamente el estado de la delicada chica. Aquello no pasó a mayores, pero el clérigo seguía pensando, que la pastora de lobos necesitaba un baño; mucho mas después de lo que había hecho la noche anterior. Lo que le llevó a recordar al pobre guerrero que había caído en sus brazos. El clérigo se la quedó viendo de arriba a bajo y luego bajó la cabeza negando.

Afortunadamente, Lyra acepto ayudar a la hermana de Andrei y esto empezó a sentirse mas tranquilo, por lo que ahora podría concentrase en la misión de los viñedos, pero también estaba lo de la perdida de creyentes de Pelor, un asunto mucho mas complicado, pues no teníamos ninguna pista.

A esto último el clérigo dedico unas palabras a la sacerdotisa -Te seguro que encontraremos a los responsables de robar los fieles de tu iglesia. Seguramente, alguien anda vendiendo falsas promesas de prosperidad y bienestar a nombre de alguna deidad malvada. La gente es ignorante y en tiempos difíciles prefiere irse por el camino fácil. Luego de solucionar lo de los viñedos, te ayudaremos con tu problema. Sería de gran ayuda que nos dijeras quienes ya han estado investigando y que han logrado averiguar.-

Para después de escuchar a la sacerdotisa, Kranj se encontraba convencido de que esa vez lograrían llegar al fondo del problema en los viñedos. En eso Lomenar tomó su mano, lo cual le cogió por sorpresa, pero, de inmediato, una extraña sensación le contagió de alegría. -Vamos pronto.- dijo sonriendo a Lomenar; una invitación a partir rápidamente a los viñedos.

Antes de partir, Kranj debía mencionar algo mas a la sacerdotisa -Hay algo con lo que pudieras ganar algo de dinero para la catedral. El señor Tobias desea hablar con su sirviente, el cual fue asesinado la noche que entraron en su casa a robar. Yo no tengo capacidad para hacer tal cosa, por eso lo puse como una posibilidad para ti.- dijo a manera de información, el señor Licorambarino si que tenía los medio para pagarlo lo que cobrase por su ayuda.

Andrei asintió con la cabeza dando dándole a entender a Lyra que aceptaría su búsqueda antes de despedirse de ella dirigiéndose con sus nuevos compañeros hacia la puerta.-Como bien ha dicho Lomenar la fe verdadera es muy frágil y más en momentos de necesitad, tal vez los tumultuosos tiempos que corre la ciudad junto con las promesas de algún culto oscuro como ha sugerido Kranjstar sean los responsables de la crisis de fe; pero esto por ahora son solo conjeturas.

Creo que debemos ir por partes enfrentando los problemas de uno en uno, de todos modos vosotros tres lleváis mucho más tiempo que yo en la ciudad y sabréis más de lo que aquí acontece. Si me pusierais al día tal vez podría fijarme en algún detalle que se os hubiera pasado por alto a vosotros, ciertamente no me ha pasado por alto el que "los hijos del bosque".- dijo refiriéndose a ellos tres y sus lobos. Estaba claro que tenía algunas ideas sobre lo que podría estar pasando peor no quería ser grosero con sus compañeros, aunque vistas las formas de Lictea no creía que aquella mujer se lo tomase a mal pues carecía de cualquier tipo de modales, cosa que no parecía molestar a Andrei.-Estamos de acuerdo Lictea en que quien está detrás de todo esto tiene la capacidad de controlar o influir sobre los animales, parece que de una manera bastante poderosa así que me decanto en pensar que sea un Druida. No me meto donde no me llaman pero puedo entender que si es algún renegado o miembro radical de vuestro circulo eso os podría traer problemas, eso para mi carece de importancia os ayudaré de todos modos sea cual sea la situación.- al guerrero poco le importaban los entresijos de los círculos druídicos, tan solo quería dejar claro que con su ayuda y la mediación para con su hermana tenían su discreción asegurada.- Bien entonces si esta todo más o menos claro solo me quedaría saber: ¿a cuantos días de viaje está la cueva?¿con que recursos o equipo contamos?Y respecto a la manada de lobos que comentáis ¿os han dado problemas?¿no podéis amansarlos cómo esos dos?- comentó en clara referencia a los animales que acompañaban a las mujeres.-Sino imagino que en el peor de los casos el fuego les mantendrá alejados.- Andrei aceptó el apretón de Lictea de buena gana sabía que posiblemente la mujer estaba tratando de medir su fuerza y tal vez su hombría, aunque no fuera el hombre más fuerte que hubiera conocido tanto su fuerza como su fondo iban a la par. Se notaba que estaba acostumbrado a moverse con armaduras algo más pesadas.

No le pasó por alto la sonrisa de Kranjstar cuando Loremar le tomó la mano, era bueno ver un grupo bien avenido. Con una sonrisa sardónica continuo caminando a su altura, lo llevaban claro si pensaban que él les quitaría a Lictea de encima, ante tales pensamientos no pudo más que reírse para si mismo obviamente la mujer-lobo no era su tipo.

Agradeció la gentileza de Kranjstar para con Lyra, ciertamente el clérigo hacía honores a su título y parecía buena gente siempre dispuesto a tender una mano, la fe de Pelor estaba en buenas manos.-Vaya parece que las desgracias se ceban sobre los Licorambarino ¿a qué se dedica esta familia? Parece que tiene demasiados enemigos.-a medida que se dirigían hacia su destino Andrei pensaba en sus compañeros, entre ellos y sus animales formaban un nutrido grupo. Muy probablemente el debería ser la punta de lanza pero no le molestaba en absoluto, al fin y al cabo para eso le había requerido.

Por fin parecía que iban a tomar el camino de vuelta a la finca de los Licorambarino... Lomenar sólo pensaba en que iba a salir de la ciudad, de nuevo a los bosques que tanto ama... se sentía contenta.

- Creo que deberíamos dar una última oportunidad a Reknar... - Lomenar buscó con la mirada a uno de tantos pequeños que estaba en la catedral pidiendo... le hizo una seña mientras sacaba una pieza de plata de su bolsa - ¿Quieres ganarte esta moneda? - Observaba como el mozalbete miraba la moneda casi hipnotizado - Tienes que ir al Bote del Lagarto ¿sabes dónde es?... perfecto. Una vez allí busca a Kailee y le dices que tienes un mensaje para Reknar: "Tu chica espera tu ayuda en los campos de los licorambarino" - no pudo reprimir una sonrisa mientras miraba de reojo a Lictea... lo mismo se ganaba una bronca... pero no podía reprimir reirse un poco a costa de su amiga ¿para qué están las amigas? - Repitelo... - Otra vez...

Cuando estuvo satisfecha le dio la moneda al chaval.

- Cumple tu misión y a lo mejor si nos volvemos a ver otro día tenga otro encargo para ti.

El chico salió disparado ¿a dónde? Lomenar esperaba que cumpliera... al menos ella se sentía bien así.

Entonces fue cuando Lictea le dijo algo en un idioma que ninguno de los presentes entendía. Lomenar asintió y soltó la mano de Kanjstar. 

- Es solo un momento... las chicas tienen que hablar de sus cosas. - Le guiño el ojo a Kranjstar. Ambas mujeres se separaron un poco y se pusieron a hablar. El tono era bastante serio pero no era una discusión, parecía más bien que se estaban poniendo de acuerdo en alguna cosa. Aunque se les podía oír no se entendía una palabra de lo que hablaban.

Aire se quedó totalmente distraída, siempre le pasaba lo mismo cuando veía la catedral. Podría haber sido una gran biblioteca, y la muchacha se hubiera perdido en su interior mientras leía, no sólo conjuros, si no todo tipo de libros. Pero no era más que una catedral, y a veces le costaba recordarlo.

Las palabras de Lomenar le llegaron tarde, muy tarde, a la cabeza. Sólo salió de su mundo cuando el sapo que llevaba encima le lanzaba su lengua a la oreja

¡Aristóteles! le regañó mientras se limpiaba el golpe del sapo Estaba pensando en muchas cosas, sabes que no debes distraerme cuando estoy pensando, puede pasar algo terrible le dijo, como intentando añadir algo de misterio a la conversación.

Se acercó hasta Lomenar y le tocó con un dedo en el hombro para llamar su atención. Tu idea me parece muy buena. Ir yo sola a la aldea no puedo, así que puedo acompañaros. No se había dado cuenta de que hablaba con Lictea hasta que se fijó en ella ¡Uy, perdona! No sabía que estabais hablando. Bueno, si queréis os acompaño, yo voy a hablar con Lyra dijo, dándose la vuelta y yendo a por la sacerdotisa

Hace tiempo leí un libro, sobre un dios bueno y que quería a todos, pero que poco a poco la gente dejó de creer en él. Se descubrió que fue debido a que un dios maligno estaba captando fieles, engañándoles a todos, haciéndose pasar por el dios bueno para castigarles y no cumplir sus deseos. Eso hizo que todos se lanzaran a los brazos del malo sin pensarlo ni un segundo. Lyra, ¿no has sentido un mal poderoso en la ciudad? A lo mejor es eso lo que pasa.

Viendo como aquellas mujeres se comportaban como niñas o viejas alcahuetas no pudo más que suspirar y sonreír para sus adentros, quedándose junto con Kranjstar comentando con él e voz baja. Esperaba que al menos él que parecía más serio pudiera ponerlo al día, aclararle el tema de los días de viaje y las raciones.-¿Siempre son así?De Lomenar podía imaginármelo pero de Lictea, no se, me da la sensación que no es una mujer de secretos sino de impulsos. Como ya dije no quiero parecer entrometido, tienes mi palabra de que no meteré mis narices en los asuntos del bosque no creo que sea mi cometido y como recién llegado sin estar informado de nada lo más probable es que metiera la pata. Por cierto ¿quien es ese tal Reknar?¿otro de los vuestros?-se sorprendió bastante al ver la "excesiva" generosidad de Lomenar, aquel pilluelo posiblemente desapareciera para no ser visto nunca más. Con un cobre y otro en la entrega hubiera sobrado.

Luego apareció aquella chica morena ¿con un sapo a cuestas? ya podían asar vivo a Andrei sino era algún tipo de maga o hechicera, aunque no mostraba la típica actitud de soberbia de los usuarios del don parecía conocer a Lomenar y compartir ese talante infantil. Aunque parecía que la disciplina brillaba por su ausencia Andrei no dijo nada sino que seguía sonriendo al ver a aquella gente confraternizar de tan buena gana, ojala en breve pudiera unirse a sus alegrías dejando atrás los males pasados en en camino. Le encajó más la actitud cuando la chica trató de darle una lección a la suma sacerdotisa sobre dioses y fe, ahora si se había delatado como usuario de la magia pero bueno, todos parecía tener ese defecto en común.

Sin esperar a que le presentases dio un paso adelante para hacerlo él mismo.-Disculpa muchacha, la aldea a la que te refieres ¿es la Aldea de Loto? Hace poco me encontré en la puerta con un grupo de viajeros que decían dirigirse allí para socorrerla de unos apuros pero se negaron a contarme más para que no les pisará el trabajo.¿podrías decirme que sucede allí o por que está todo el mundo tan alterado?Mi nombre es Andrei, encantado de conocerte y más si vas a venir a los viñedos con nosotros.-le tendió la mano en un sobrio saludo más formal.

Lictea se vio sorprendida pro la actitud que tomaba su nueva amiga para con Reknar. A Lictea le importaba un bledo el paradero del hombre, pero debía reconocer que era un macho fuerte y que quizá les viniera bien en su tarea, pro lo que la dejó hacer.

- Cualquier incorporación es bienvenida, siempre que dejéis en nuestras manos el cómo comportarnos en el bosque.- Ahí Lictea y Lomenar eran las que más sabían hacer. Y es que no era hablar de hombres o chismorreos para lo que se reinían, sino para poner en común sus conocimientos druídicos, adquiridos de diferentes maneras. 

¿a cuantos días de viaje está la cueva?¿con que recursos o equipo contamos?

Lictea contestó a Andrei con un gruñido.

- No está a más de una jornada de camino, a las afueras de la ciudad, tras los campos de viñedos. Esta mañana estuvimos en el mercado para comprar equipo básico para acceder a la cueva. Antorchas, cuerdas, aceite...Y con respecto a los lobos son una manada que nos avistó cuando llegamos, aunque no hubo ningún problema, gracias a nosotroas.- Se pavoneó con el pecho hinchado como el de un palomo tratando de impresionar al hombre. Nunca se sabe si tendría alguna necesidad de llevárselo a la cama en algún momento durante el viaje. Quizá así al hombre se le olvidarán las penas por lo de su hermana.

Parecía que Lictea y Lomenar llegaban a un acuerdo. Se acercó de vuelta al lado de Kranjstar, como para darle explicaciones.

- Siendo dos druidas hemos complementado nuestros conjuros, es importante una buena estrategia. Creo que tú deberías centrarte en curación.

Saludó a Aire que les había seguido (o le habían seguido a ella... lo mismo daba) desde la posada. Alabó su prudencia de no seguir a la aldea del loto, pero se preocupó al oír a Andrei.

- Ya estuve allí y perdí a dos compañeros... no voy a contar una vez más la historia - hacía poco la había contado a Aire y no estaba de humor para volver a rememorar aquellos amargos tragos - pero espero que las personas con las que te cruzaste estén bien preparadas... y espero que vuelvas a saber de ellos.

Lomenar tuvo que hacer un esfuerzo para mantener el talante alegre con el que se había despertado. Rememorar el desastre de la aldea del loto justo cuando iban al lago donde se ahogó su otra compañera estaba haciendo la mañana dura... con lo bien que había empezado. No, no le iban a estropear el día...

Y, además, parecía que se había "pasado" dándole una moneda de plata al muchacho (o eso creía ver en algunas caras). Hasta hace poco no había usado nunca el dinero... tendría que llevar más cuidado con la valoración de las cosas, pero no le era algo familiar.

Tenía muchas ganas de salir de la ciudad.

Aire iba a comentar sobre la Aldea del Loto con rostro iluminado al escuchar a Andrei pronunciarse, pero se sintió cohibida cuando Lomenar concluyó sus palabras. ¿Qué hacía ahora? ¿Comentar con un desconocido lo que ella sabía o respetar a su compañera? Aristóteles croó, y le dio la solución a sus dudas. Asintió a su anfibio antes de mirar a Andrei.

Es un lugar peligroso al que no podemos ir por ahora sentenció. Quizá más adelante podría contarle lo que supiera, y deseó que él entendiera el gesto que estaba haciendo hacia Lomenar. Le dio unos golpecitos en la mano antes de continuar hablando hacia todos.

Bueno, ¿nos movemos?

Al clérigo le hizo algo de gracia las palabras de Andrei, sin embargo se mantuvo en completa seriedad. -No creo que pierdan el tiempo hablando de cosas triviales, pero supongo que ya nos enteraremos de lo que se trata.-

Sin pasar mucho tiempo, Lomenar se dirigió a Kranjstar algunas palabras que le hicieron comprender en que iba un poco lo que conversaban las druidas. -Me ocuparé de eso y de apoyar lo que mas pueda.- dice en una respuesta convencida, pues para Kranj su magia era mas útil que sus músculos.

Esta impresionante catedral se alza sobre los edificios colindantes, y quizás sea la estructura más alta de todo Tormentos Cristalinos. Desde luego, es uno de sus rasgos más impresionantes. Los muros de piedra blanca de la catedral se elevan casi 100' sobre el nivel del suelo, y la gran cúpula de metal rojo y naranja que remata su estructura cuadrada añade otros 50' más a su altura. El radiante símbolo dorado de Pelor adorna los muros del templo, proclamando su fe con orgullo y sin sombra de duda. Pero a pesar de su grandiosa apariencia, el edificio parece un tanto abandonado e incluso algo sucio.

La propia catedral es básicamente un gran espacio abierto interior, que consiste en un púlpito central rodeado de numerosos bancos. Sus grandiosos ventanales mantienen el interior bien iluminado durante el día y, por la noche, un enorme símbolo sagrado de Pelor suspendido de la cúpula irradia varias llamas continuas. Con la oscuridad, el resplandor de este símbolo brilla como un faro a través de la cúpula de metal, convirtiéndola en un punto de referencia de noche igual que de día.

Se asienta en un complejo amurallado que también actúa como hospital de la ciudad. Varias residencias de enfermos se alinean en el muro oriental; los ciudadanos enfermos o heridos convalecen aquí bajo el cuidado de los sacerdotes de la iglesia. Hasta hace poco, estos cuidados se cobraban a precios muy razonables, pero la mala racha que atraviesa a iglesia ha obligado a los sacerdotes a subir sus tarifas.

Asintió ante las palabras de Lictea él no tenía ninguna pega en que los druidas, expertos en los ámbitos naturales, estuvieran al cargo durante la travesía por el bosque más aún teniendo en cuenta que eso suponía mantener a los lobos alejados o bajo control; todo eran ventajas. En cierto modo las palabras de Lomenar le volvieron a penar en guardia, otros dos compañeros perdidos, ya no sabía muy bien que pensar tal vez los hados no sonriesen tanto a los hijos del bosque como el creía o no estaban tan preparados como pensaban.-Eran tres los que se dirigían hacia la Aldea de Loto: un hombre mayor llamado Rudolphus que había encontrado recientemente la fe, un hombre alto y moreno de corte elegante y un misterioso elfo también escuché que otros tres iban hacia las marismas pero a estos últimos no les presté mucha atención; por lo que me habéis contado me parecen grupos demasiado pequeños, con demasiada prisa y poco pertrechados. Espero que todo les vaya bien.-sus ultimas palabras eran más un anhelo que un pensamiento sincero, si tanta gente había perdido sus vidas enfrentándose a los males de la Aldea de Loto dudada que aquellos tres tuvieran un buen final.

Cuando Lomenar y Kranjstar terminaron de hablar Andrei pareció dispuesto a añadir algo de inmediato pero en el último momento se detuvo, le estuvo dando vueltas a la cabeza largo rato pero al final las muertes tan recientes de los compañeros de aquella gente hicieron que se sincerara con aquellos desconocidos. No quería arriesgar la vida de ninguno de forma innecesaria, como había dicho Lomenar era importante una buena estrategia y para ello era vital que conocieran sus capacidades.-Yo, yo, yo también podré sanar vuestras heridas  y dar un pequeño apoyo mágico en momentos de necesitad.-hasta ahora el militar se había mostrado serio y decidido, se notaba que no le gustaba hacer aquella revelación aunque su buena voluntad le obligaba. No estaba cómodo con ese tema pero al menos eso le debía eso a aquella gente, ya que había media ante Lyra por la salud de su hermana y eso para Andrei no tenía precio. 

No bien regresó a la Catedral, buscando un nuevo destino y un poco de cordura, Amber se encontró con un pequeño grupo de personas hablando entre ellos.

Se acercó, lentamente, para que la vieran llegar y nadie se sobresaltara. Cuando estuvo a la altura del grupo esperó a que el que estaba hablando terminara, y entonces saludó.

-Al buen cobijo de Pelor. Soy Amber, clérigo del Templo. Pero salí esta mañana, después de un extraño sueño, y ahora he vuelto para encomendar mi futuro al Dios, parece que no he de quedarme entre los muros de su Casa. ¿Qué os ha traído hasta aquí? ¿Quizá haya algo en lo que pueda ayudaros?

Andrei se giró con algo de recelo hacia la recién llegada por si hubiera podido escuchar sus últimas palabras. La dejó hablar mirándola de arriba abajo antes de tomar la palabra dando un paso al frente para dirigirse a ella.-Y que su luz te ilumine. Encantado de conocerte Amber, ni nombre es Andrei, Andrei Dragunoff recientemente llegué a la ciudad buscando una cura para la extraña enfermedad de afligía mi hermana Margaret; Kranjstar aquí presente intercedió ante por nosotros ante la suma sacerdotisa. Ahora tengo una deuda para con mi fe pero mayor para con estos viajeros, aunque cuando termine le ha dado mi palabra a Lady Lyra Ivessa de que contará con toda mi ayuda para averiguar por que los feligreses están abandonado la fe en nuestro señor de la luz; espero que tú sueño pueda revelar alguna pista sobre tal misterio pero de no ser así en un futuro será un placer colaborar contigo para poner remedio cuanto antes a esta situación. Lamentablemente son días aciagos para nuestra fe, tal vez deberías preguntar¿qué pueden hacer estos viajeros por ti?en lugar de lo que puedas hacer tú por ellos.-el hombre le tendió la mano, no había acritud en sus palabras sino sincera preocupación, parecía que últimamente aquellos que representaban a su fe tan solo se dedicaban a llegar tarde y aquella actitud empezaba a cansarle ¿donde estaban los sacerdotes de Pelor cuando la enfermedad empezó a torturar a su hermana?¿por que había tenido que renunciar a todo para encontrar la cura?Tarde, siempre tarde por un momento deseó de corazón que todo aquello llegase a su fin y que por una vez en la historia de su vida alguien llegase a tiempo de poder cambiar las cosas.

Hablas como un fiel servidor a Pelor, dijo Lyra a Andrei, pero el estado de este templo en parte se debe a que trabajamos sin pedir nada a cambio, por eso lamentamos decirle que no podré lanzar dicho conjuro para sanar a su hermana hasta que no traigais las monedas pertinentes. Lo que sí que puedo decirle es que estará en nuestras manos, la aplicaremos continuamente sanaciones y le facilitaremos la vida lo mejor que podamos. Por el momento podéis ir en paz, dijo negando quedarse con la medalla de Andrei, eso para nosotros no tiene ningún valor, y para ti lo es y mucho. Con tu palabra de que volverás nos vale. No necesitamos recuerdos tuyos. Descuida y puedes ir tranquilo.

Lyra era olvidadiza y muchos eran los que habían dicho que le ayudarían, pero ninguno había traído resultados. No recuerdo quién me dijo que investigaría, pero han sido muchos los que se han pasado prometiendo ayuda y resolver los conflictos. A la mayoría no los he vuelto a ver nunca más y otros no han traído respuestas. Contestó a Kranjstar que parecía tener interés en resolver el conflicto que sufría la fe de Pelor.

Lyra se quedó pensando todo lo que habían insinuando todos sobre un culto oscuro en la ciudad y aquello tenía mucho sentido. Puede que tengáis razón, una nueva fe es lo más probable que esté pasando, alguien o algo que esté captando nuevos seguidores y por eso estén dejando de venir a ver a Pelor. Muchas son las familias de esta ciudad, y muchas las que han dejado de venir. Pero seguramente alguna de las más importantes estén relacionadas con ese culto, pero, ¿cómo sabríamos por dónde empezar? Aquella pregunta iba más dirigida hacia sí misma que hacia el resto. ¿Cómo iba a pedir que la ayudasen a investigar si ni ella misma sabría por dónde hacerlo.

Volvía a colocarme la medalla levemente contrariado.-Entiendo la situación pero los paliativos diarios os serán un gasto continuado creo que sería mejor zanjar su aflicción de raíz antes de que se debilite aún más, si tan solo pudierais sanarla cuanto antes su estado no seguiría empeorando yo haría frente al pago de todos modos y estoy seguro que Margaret podría ayudaros con las tareas más humildes del templo.-Andrei se sentía impotente ante aquella extraña actitud por parte de la suma sacerdotisa, la cual a su entender no tenía ni pies ni cabeza. Sin pensarlo dos veces se descolgó el mandoble que llevaba a la espalda.-Tomadlo entonces, aunque se vendiera por la mitad de lo que vale creo que da para cubrir el pago que solicitáis pero sanadla cuanto antes os lo suplico.-por el gesto de Andrei estaba decidido a darlo todo por Margaret, aunque tuviera que desprenderse del escudo y la armadura si fuera necesario pero no se marcharía sin saber que ella no se quedaría renqueando sino que sanaría por siempre jamás.

Al final, incluso su propia fe le daba la espalda, aquella mujer solo se movía por el mismo interés que aquellos menos píos, el oro. El soldado tenía sus prioridades muy claras, así como muy presente el uso que le daba a su palabra pero no le extrañaba en absoluto lo que le estaba sucediendo a la catedral, era lógica una crisis de fe cuando tú máximo representante no era más que una mera usurera. Se guardó mucho de compartir su pensamientos y a pesar de todo aquello cumpliría con su palabra dada, no por aquella mujer sino por su dios y por todas aquellas personas que se podrían encontrar alguna vez en la misma situación que él se hallaba ahora mismo envuelto. No le deseaba a nadie todas y cada una de las penurias por las que había tenido que pasar.

Esperaba poder zanjar cuanto antes la cuestión económica para partir hacia los viñedos antes de que se hiciera de noche.

La llegada de Amber sorprendió un poco a Lomenar. Además se ofrecía para ayudarles, lo que podría vernirles muy bien.

Siendo una sacerdotisa de Pelor decidió dejar hablar primero a Kranjstar que era más entendido en el mundo de los clérigos, aunque sí le susurró al oído.

- Podría ser una buena ayuda para que nos acompañe al bosque.

Sin más, quedó a la expectativa. No quería perder toda la mañana en la ciudad y empezaba a ponerse nerviosa e impaciente.