- Entonces así será, te debo mi honor de paladín al salvarle la vida a la Druida que me acompañaba...- dije pensando que era una lástima que Lictea no nos acompañase, al fin y al cabo no todos pueden tener un sentido tan profundo del honor como otros. Saqué la espada de mi abuelo y me hice un ligero corte en la mano.- Juro por el honor de mi sangre que mientras siga en pie, me interpondré en el camino de cualquiera que quiera impedirte tu meta.
Limpié la hoja con un pequeño golpe seco al aire antes de guardarla en su hoja, ya vendría despues el remordimiento y el rechinar de dientes, había crecido fuerte en mis creencias, en mi honor y en pagar mis deudas. Ahora mismo Le debía esa deuda a Raelia y pensaba cumplirla. Una vez limpiara mis deudas podría volver a la búsqueda de mi familia.
El desgraciado sabe que llevo una poción para sanar, más les sirve esta que un aliado más en mis condiciones... Esperare cualquier ataque por la espalda...
Motivo: Averiguar intenciones Nox-Raelia
Tirada: 1d20
Resultado: 16(+1)=17
Miro a los guardias expectante. ¿Abrirán la puerta?
Vi a Jhon y sonreí. Estaba segura de que no me esperaba allí. ¿Cómo podría haber llegado antes que él? Le hice un gesto con la cabeza, dándole a entender que le había visto. Según abrieron las puertas, me adelanté y me acerqué a él.
Sabía que no habías muerto, pero no sabía que ibas a volver aquí solté sin un saludo ni nada agradable.
Las puertas ya están abiertas, lo pone en el mensaje de Raelia.
-No queda otro lugar...- Dije molesto, dado a que Tormentos era el único lugar cercano donde poder abastecerse, o en mis condiciones recuperarse, antes que caer a mitad de camino hacia cualquier otro lugar...
-Que es esta empresa?- Pregunte sin dudar...
Miré a Raelia y sonreí.
Va a cazar a una "rata", y creo que es una persona. La he dicho que la ayudaré, así me mantengo entretenida un rato.
Otwin empezó a poner gesto hosco ante la réplica del paladín, como si tantas palabras pudieran hacerle estallar la cabeza. Cuando las puertas se abrieron bajó a Askadi a un lado suyo y se estiró por completo. Una serie de chasquidos y crujidos surgieron de su columna vertebral y hombros, como si estuviera muy entumecido.
Cuando vio que volvían a pararse de nuevo a hablar puso los ojos en blanco. Parecía no dar crédito a que se tiraran tanto tiempo hablando y sin hacer nada, y entonces una niña pequeña se fue a hablar con el tipo siniestro al que no le permitían entrar.
Esto era el colmo, ahora cargaban con niñas. El hombretón se giró hacia Raelia, que era la líder del grupo- ¿Movernos ya o esperamos a que los dragones regalen flores como caballeros pijos? -parecía ser un refrán de su tribu, pero el sentido estaba claro.
-No deberia ser dificil matarlo.-Digo sonriendo.-Si quieres podemos hacerlo entre los dos. Aunque creo que la gnoma tiene cierto vinculo con el. Puede que ambos deban recibir el mismo trato... aunque lejos del puesto de la guardia, claro. Casi seguramente, si le dices al paladin que es un no-muerto o alguna memez asi lo mataría sin dudarlo.Incluso da la sensacion de que no respira... deberia dar el pego. La gnoma puede caer después. Si haces eso por mi te juro ante Heironeous que gozarás de mi lealtad y de los muchos beneficios que reporta hasta el fin de mis dias.
Respecto a la poción... creo que solo dijo poseerla para engañar a los demas y que lo sanasen... por eso no me fio de el. Si nos traiciono una vez puede hacerlo otra. Esta mejor muerto.
Al ver como Snit se acerca al extraño sujeto y habla con el, me acerco al paladin.
-Creo que el encapuchado no es trigo limpio... Míralo. Apenas si respira y no parece vivo... ¿Podria ser un no muerto?
Una vez tocó el suelo, Askadi caminó algunos pasos sobre las puntas de los pies meciéndose de forma grácil, como si comprobara que el bárbaro no la había quitado la capacidad de moverse.
Cruzó por la puerta con el resto, manteniéndose entre el paladín y el bárbaro, mirando el suelo intimidada por la figura que se encontraba fuera. No es que sus compañías fueran menos siniestras, pero al menos de entre los siniestros había conseguido simpatizar con algunos.
Un rata... parece ser algo personal más que una ordenanza, y esa no es mi incumbencia.
Ante las acusaciones me quito la capucha, dejando ver mi rostro pálido y flaco, una mirada acusadora sobre todos con mis ojos claros casi como mis blancos y largos cabellos...
Mis labios resquebrajados por la sed hacen una media sonrisa a Snit. -Que te diviertas entonces.-
Y soltando un bufido, tras una profunda respiración, me encamine hacia la puerta con una mano agarrando las heridas de mi pecho y la otra soltando las monedas en la mano del guardia.
No te fíes de Raelia y Nox, porque algo traman contra ti.
¡Un momento, señor! Dijo mirando a los guardias y al resto de sus compañeros. Luego miró especialmente a Coran. ¿Acaso no les importa que un No-Muerto ande por la ciudad? Sobre todo tú, Coran. ¿Permites el paso a los no muertos? ¿Qué clase de servido de Pelor eres tú si permites que criaturas de esta índole campen a sus anchas por las ciudades?
Raelia estaba mirando con desaprobación a su compañero, al tiempo que se cruzaba de brazos y contemplaba como John Grimm parecía querer cruzar el portal.
Los guardias miraron al paladín. Desde luego que nuestro trabajo no es vigilar qué clase de personas entran o no. Dijo mirando precisamente a las personas con las que Raelia iba acompañada y especialmente a ella. Nuestro trabajo, aunque aburrido, es cobrar el diezmo de las personas que quieren entrar e impedir que entren ladrones o personas que molesten a los demás. Hasta ahora este señor, aunque ha tenido ciertas reticencias en pagar la entrada, no ha hecho nada malo. Así que no nos importa mucho si anda, respira o no come. Si hay problemas dentro, imagino que se encargará Iborian de ellos. Dijo uno de los guardias al tiempo que se encogía de hombros y se quitaba de en medio para dejar pasar a unos y a otros.
- Alto ahí...
El chico parpadea y mira a Raelia debía estar bastante cansado como para no haberse dado cuenta de lo que sucedía, por regla general un no muerto no hablaba ni se comportaba del modo que lo hacía tal personaje. Extrañado se plantó enfrente con la mano en la empuñadura de su espada sin desenvainarla e interponiéndose a su entrada le observó detenidamente.
Tirada oculta
Motivo: Confirmar Sospechas
Tirada: 1d20
Resultado: 16
NOTA AL MASTER:
no interpreté que fuera un NO MUERTO, sino alguien mediomuerto debido a las heridas y demas.
¿como lo haces tu Kami? ¿Chequeo de medicina para saber si es un no muerto o de religión para reconocer el tipo de criatura?
dejo un dado tirado oculto porque no se si mi juicio será erróneo o no
A sanar sumo +2
En religión +3
Otwin se cruzó de brazos, a este paso no les permitirían ir a ningún lado y se les echaría la noche encima. No es que le tuviera miedo, pero le gustaba poder ver hacia donde iba y donde ponía los pies. Cuando escuchó la increpación de Raelia a Coran no pudo evitar negar con la cabeza- parecer que joven tener más juramentos que los que poder cumplir -murmuró muy bajo viendo por segunda o tercera vez (los números no eran su fuerte) como el paladín tenía que cumplir una obligación.
Viendo que la cosa no va a ningun lado,opto por una salida fácil a la situación.
-Dejemoslo, como bien han dicho es asunto de la guardia.-Digo sonriendo- ¿No os parece? Después de todo tenemos cosas que hacer.-Digo sonriendo a Raelia.
Askadi ladeó la cabeza y dirigió la mirada hacia el supuesto no muerto de tal forma que la figura de éste se reflejó en la oscura superficie de los iris de la mujer.
-¿Coran..?-acertó a preguntar con la voz teñida de preocupación por la integridad del paladín pero también por temor al supuesto no muerto.
Otwin estaba al lado, comentando con rudeza y sin embargo, ese comentario le pareció acertado pese a que se abstuvo de decirlo en voz alta.
¿Se podía vivir con tantas promesas a las que no se podía fallar?
Con el rostro descubierto, elevo ambas cejas mirando a la cara a Coran. -Abre bien los ojos muchacho, por que pobres son las promesas de un hombre sin visión. Y una buena sentencia es la que hace a un verdugo justo...-
Sonrío rodeandolo, tras haberle pagado a los guardias entro a la ciudad, volteando y quedándome parado sobre la linea del portal, esperando su sentencia... y que continúen su camino.
Lo que habían dicho los guardias es que eso no era asunto suyo quien entraba, sino cobrar a quien lo hiciera... no sabía por que nuestro nuevo acompañante tergiversaba las palabras de los guardias. Coran sigue interponiéndose entre el individuo y su destino hasta poder discernir la verdad que espera hallar, antes que pueda rodearlo ya tiene a su espada a punto de ser desenvainada.
- No te he amenazado cual verdugo, solo te he dicho que esperes un momento sino tienes nada que ocultar no te importará hacerlo.
Los ojos del jóven no parpadearon, sea como fuere debería de cumplir sus deberes para ser digno a los ojos de su abuelo, o no podría ser digno de ser un Larmelión, sus labios rezaron en voz baja una oración en un viejo idioma que pocos conocían,