Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 3.3] Iglesia de Saint Paul

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27/11/2019, 22:39
Trish

Trish siguió los dedos de Morgana cuando esta comenzó a manipular las molduras del altar, y una mezcla de curiosidad y anticipación se apareció en sus ojos al oír el sonido de aquel resorte.

La muchacha dejó que tanto la militar como su hermana bajasen primero y ella se quedó unos segundos arriba, buscando el pulsador con la mirada y tratando de entender cómo exactamente funcionaba el mecanismo. Aquello era interesante, cuanto menos. Quizá no lo más interesante de la cripta, pero sí lo suficiente como para que ella se entretuviera un momento.

Pronto bajó detrás de las otras dos, con las manos a ambos lados gracias al aviso de Morgana.

—¿Y cómo os dio por buscar ahí la primera vez? —preguntó mientras descendía.

- Tiradas (1)
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28/11/2019, 16:54
Morgana Whiterocks

Mientras descendían por la escalera, Morga escuchó la pregunta de Trish. Reverberó un poco en aquel tramo de escalones hacia la cripta. Tardó unos segundos en responder.

-Clem estaba en trance. Perdida en su mundo...Algo...o alguien, la guiaba hasta la iglesia, en todos sus movimientos. En la cripta recobró su voluntad. No se acordaba de nada ni sabía qué hacíamos aquí abajo. 

"Yo le hubiese dado una hostia para que despertase". Eso se lo calló.   

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28/11/2019, 21:00
Narradora

Las tres mujeres descendieron por las escaleras hasta que sus cabezas estuvieron ocultas bajo el suelo y sólo la luz de las linternas iluminaba sus pasos. La escalera no era muy larga, no más de lo que podría ser la del sótano de cualquier casa unifamiliar, así que no tardaron en llegar abajo. 

El subterráneo estaba excavado directamente en la tierra, con el suelo y las paredes irregulares, rugosas y húmedas. Era un espacio amplio, del tamaño de la sala común del Major Morris, y lo único que los haces de luz iluminaron en él fue una puerta de arco semicircular en la pared del fondo. Era de piedra y tenía el aspecto de ser muy antigua y muy pesada. En su superficie se podían ver grabados con los mismos motivos que habían visto en el altar, las rosas de largos tallos espinosos, y dibujando un semicírculo en la parte superior había algo escrito, esas inscripciones en un idioma desconocido para ellas que Morgana había grabado en su cinturón.

Lo que no había a la vista por ningún lado era un modo de abrir la puerta. Ningún pomo, picaporte o cerradura, tan sólo la superficie áspera de la piedra. 

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28/11/2019, 21:37
Trish

A pesar de estar detrás de las tres y de que probablemente Morgana no la viera, Trish asintió ante su respuesta. Ya había escuchado aquello en la reunión, pero quiso llegar un poco más allá.

—Pero cuando estaba en trance... —empezó—. ¿Tuvo que buscar el pulsador, o palpar, o fue totalmente directa y no dudó ni un momento?

Al llegar abajo y mirar alrededor, Trish bajó la mirada. Se sentía incómoda. Había pasado un tiempo encerrada con un loco en un sótano, trabajando para él, y aquello le traía sensaciones que no le apetecía revivir. No lo había pensado hasta el momento, pero estar bajo tierra en un lugar tan cerrado no le gustaba en absoluto.

Aún así, no dijo nada. Trató de aparentar normalidad y por si le llevaba unos segundos se mantuvo fuera del alcance de las linternas. Luego se acercó a aquella puerta, decidida a verla de cerca. Miró aquellas inscripciones y luego buscó el marco de la puerta, intentando comprobar cómo de grande era el espacio entre esta y la pared, o de qué tipo eran las bisagras.

- Tiradas (2)
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28/11/2019, 21:59
Narradora

A Trish no le costó mucho entender el mecanismo que había hecho moverse el altar. Por cómo sonaban los engranajes y cómo se movía, podía deducir que había algún tipo de sistema de contrapesos dentro de la piedra. Aquello parecía muy antiguo y ella no sabía demasiado de arquitectura, pero tenía la impresión de que tal vez fuese más antiguo que la propia iglesia.

Luego, ya abajo, se fijó también en la puerta de piedra, en sus grabados y en la arcada con el texto extraño. No vio en ella cerraduras, bisagras, ni ningún tipo de mecanismo que pudiera darle una idea de cómo se abría. Ninguna muesca o señal de que hubiera sido abierta antes. Parecía, sencillamente, imposible abrirla con medios humanos. 

Finalmente sus ojos recorrieron la superficie de aquella especie de puerta, los grabados de rosas de tallos largos y espinosos, las letras sobre la arcada en ese idioma que le resultaba totalmente ajeno... Pero tras unos pocos segundos estuvo segura de que nunca antes había visto algo así y tampoco recordaba haber leído u oído nada parecido. 

- Tiradas (3)
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01/12/2019, 23:01
Morgana Whiterocks

Morgana hizo memoria- Hum...Fue directa. Eso creo...Palpó con las manos, quizá. Pero sabía lo que estaba buscando. -La mujer no lo sabía con certeza, sin embargo tenía claro que Clem encontró lo que quería. 

También se acercó a la puerta, quedó a unos pasos de ella, la enfocó con la linterna. Se quedó mirando una vez más a los símbolos extrañísimos y después a Trish. Se giró para observar a Cass esperando ver que es lo que iba a hacer.

 

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02/12/2019, 06:49
Cassandra (Cass)

Cassandra se quedó observando aquel dintel, la inscripción era como la que Morgana le había dado y a la joven la disposición de todo le recordó a algún libro de los que había leído, como si en aquellos símbolos estuviera la clave para abrir la puerta.

Se acercó a la áspera superficie y dejó que sus manos la recorriesen por completo, sintiendo cada arruga en las yemas de sus dedos, presionando levemente cada oquedad y cada protuberancia, como si estuviera haciéndose un mapa mental, luego se deslizaron hasta el borde mismo de la piedra tratando de sentir la dirección de la fricción de apertura.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pdte. tirada cuando pille ordenador, de qué?   n.n

NdM. Para usar tu poder tienes que definir un poco hasta cuánto atrás quieres remontarte, porque de eso dependerá la dificultad. Luego te gastas un punto de Fortuna y haces una tirada de tantos dados como puntos tengas en tu don.

Si es para ver cómo funciona la puerta físicamente, tirada de Astucia. Como sea, recuerda que si quieres lanzar más dados puedes cogerlos de la reserva de Destino.

Editado: Primero tiraremos de Astucia y luego ya me desmayaré   XD (P.T. Siempre hay un 1 por ahí dando por...)

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02/12/2019, 15:38
Narradora

Cass se fijó en la puerta de piedra, en sus grabados y en la arcada con el texto extraño. No vio en ella cerraduras, bisagras, ni ningún tipo de mecanismo que pudiera darle una idea de cómo se abría. Ninguna muesca o señal de que hubiera sido abierta antes. Parecía, sencillamente, imposible abrirla con medios humanos. 

Lo que sí vio tras su inspección fue que bajo el polvo había también algunos restos de algo más oscuro. Al rascar con las uñas esos restos se desprendieron sobre su mano, como escamas de color parduzco. Era algo muy antiguo, muchísimo, y era difícil saber qué era exactamente. Podían ser restos de algún tipo de pintura... o de sangre.

- Tiradas (1)
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05/12/2019, 11:15
Cassandra (Cass)

Los ojos de la buscadora se achinaron, se detuvo en su palpar rascando con las uñas algo de la superficie de la puerta y se miró los dedos mientras los frotaba despacio unos contra otros.

—Parece que hay restos de algo...

Sin perder más tiempo volvió a meter su mano en la mochila y sacó una pequeña bombilla, la estrujó haciéndose varios pequeños cortes en la palma y soltó los trozos en el bolsillo de la chaqueta.

—Probemos con un poco de sangre.

Y sin esperar por nada más puso la palma manchada de sangre en contacto con la fría superficie.

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06/12/2019, 01:06
Trish

Tras aquel riguroso examen Trish frunció el ceño, claramente inconforme. Asintió a lo que dijo Morgana, pero su cabeza parecía ya en otra cosa. Dio un par de pasos atrás, aún mirando la piedra bajo el arco y dejando espacio a su hermana. Parecía a punto de decir algo cuando vio lo que Cassandra hacía.

—¡Cass! —exclamó al ver que su hermana acababa de cortarse—. ¿Pero qué haces?

Aquello carecía de toda lógica para el cerebro racional de Trish, que señaló la piedra.

—No hay bisagras, ni agujero por abajo ni por ningún lado. Eso no es una puerta, sólo un arco hecho por vete a saber qué.

Entonces miró a Morgana, como esperando su apoyo ante la locura que Cassandra estaba haciendo sin venir, a juicio de Trish, a cuento de nada.

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06/12/2019, 01:17
Narradora

Al principio no pasó nada. La voz de Trish protestando sonó en el silencio de aquel subterráneo. Después un segundo. Dos. La sangre que brotaba de la mano de Cass empezó a deslizarse por la superficie de la piedra, siguiendo finos regueros que formaban una especie de red. Como capilares. Pasó otro segundo. Y luego oro más. 

Fue la buscadora la primera en notar que algo estaba empezando a pasar. El vello de su brazo se erizó, como si el contacto de la piedra hubiera cargado su piel de electricidad estática. Luego lo notaron también Morgana y Trish. El suelo estaba empezando a vibrar.

Las inscripciones sobre el arco comenzaron a emitir una especie de zumbido, pero no era un sonido eléctrico, ni mecánico. Había algo disonante en él. Lo más parecido que podían recrear era el caos acústico de un enjambre de insectos. Parecía un sonido orgánico y, al mismo tiempo, no lo era. El aire mismo empezó a crepitar alrededor de ellas, la sensación ominosa de estar a punto de descubrir algo revoloteó en sus tripas. La estancia parecía estar cargándose de algún tipo de energía, podían sentirla, pero no verla.

Un chasquido en el interior de las linternas y las dos dejaron de funcionar al mismo tiempo, dejándolas a oscuras. Y entonces los extraños símbolos empezaron a refulgir con una luz iridiscente que brotaba de ellos mismos. Era una luz blanca y limpia, suave, difusa. 

Cass notó cómo la piedra se esfumaba bajo su mano. Bajo el arco ahora había un hueco y, al otro lado, se abría una estancia iluminada por esa misma luz blanca y tenue que emanaba de la inscripción. Una estancia tan amplia que desde donde estaban no alcanzaban a ver su final.

La vibración del suelo empezaba a ralentizarse, pero no llegaba a detenerse, se quedó ahí, de fondo, como un runrún continuo que recordaba al rumor irregular de un riachuelo salvaje. Las tres sintieron una misma sensación cálida que parecía estar invitándolas a pasar, como si algo en el universo creyese que necesitaban un ligero empujón para estar donde debían estar.

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07/12/2019, 11:16
Morgana Whiterocks

Al contrario de Trish, Morgana no dijo nada. Solo observó, atenta, intrigada, a las manipulaciones de Cass. Escuchó a la peliazul, sus conclusiones acerca de las características del portal, y le devolvió la mirada, una mirada que decía, “déjala, ella sabrá”. De alguna manera, la militar confiaba en la buscadora, y quería saber a dónde llevaría todo esto.

Entrecerró la mirada, inquieta y alerta, cuando empezó a sentir el zumbido. Miró en derredor, agudizando las pupilas, girando unos grados sobre sí misma, paseando la vista desde la puerta hacia el techo y a la escalera. Se mordió los labios, y la misma sensación que la dominaba ante la inminencia del combate se apoderó de ella. Sus sentidos felinos se activaron preparados para actuar, una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo de pies a cabeza cuando la oscuridad las envolvió en su manto negro.

Luego, el resto de lo que sucedió la dejó fascinada -"...sangre..." y la sonrisa torcida borró la mueca de aprensión y concentración anterior. Respiró el aire menos viciado de la cripta, una bocanada que la liberase del fugaz bloqueó que la poseía. Apretó los dientes, su ojos achinados y la mano rodeando el mango del cuchillo sin extraerlo de la vaina.

-La puta hostia.- Avanzó unos pasos hasta la altura de Cass a la que, sin brusquedad, pondría su mano en el torso para que se desplazara un poco hacia atrás. Morgana notaba su pecho agitado por la necesidad de cruzar una nueva “´linea”.

Decidió adelantarse. A fin de cuentas era la militar, la que estaba allí para eso, para repartir y comerse las hostias. Para proteger al grupo. Traspasó el umbral y se introdujo en esa estancia sin aparente fin.

- Tiradas (2)

Notas de juego

He lanzado por Astucia y Voluntad, en caso de que fuese necesario.

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08/12/2019, 17:07
Cassandra (Cass)

Cassandra había actuado movida por una intuición, por una pulsión interior que había hecho que desoyese a su yo racional, ese que en otras circunstancias habría dicho exactamente lo que oía decir a su hermana. Con el paso de los latidos en su cerebro reverberaban esas palabras y ya estaba a punto de apartar la mano cuando vio las líneas que se dibujaban, no eran los normales regueros que se esperaría se deslizasen hacia abajo, sintiendo la fuerza de la gravedad. No, éstos empezaron a formar un patrón. Uno que la buscadora no podía comprender pero eso no le impedía aceptar que era real, todavía estaba intentando descifrar ese misterio, pensando que habría algún mensaje, cuando lo sintió.

Su brazo se cargó de energía, como le pasó cuando el incidente con Skyler pero distinto, era más bien...

—Qué cojones —murmuró, porque se voz fue reticente a salir de su oquedad segura.

No era sólo su brazo, todo a su alrededor comenzó a vibrar con un zumbido indescriptible y las linternas petaron sin poder aguantar la tensión, una parte del cerebro de la morena maldijo porque su preciada pertenencia se había jodido, pero enseguida fue acallada por el resto cuando el fulgor de las letras grabadas inundó sus retinas.

Cuando la pared bajo su mano se esfumó, Cass dio un traspié y su cuerpo fue detenido de caer hacia adelante por la mano de la ex militar que, sin ella haberlo notado, se había posicionado a su lado y empezaba a avanzar.

Desoyendo por segunda vez en poco tiempo a su razón, la encapuchada no esperó a que Morgana inspeccionase el lugar, se adelantó mirando a su alrededor. Buscando el motivo por el que esa puerta los había llamado y se había abierto para ellas.

Notas de juego

Las tiradas, de lo que me digas, cuando pille el ordenador   ;]

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09/12/2019, 20:13
Trish

Al notar cómo el suelo empezaba a vibrar Trish agarró a su hermana, decidida a tirar hacia atrás de ella. Si era un temblor, o un terremoto, o algo así, más les valía darse prisa para salir pitando. Buscó con los ojos a Morgana, decidida a decirle que corrieran hacia la puerta. Sólo tenían que llegar allí, y ella podía encargarse de que llegasen al Morris. Podían hacerlo.

Sin embargo, antes de que llegase a levantar siquiera el primer pie del suelo, escuchó aquel zumbido. No fue el sonido lo que hizo que Trish se detuviera, sino de dónde venía. Y esa sensación en la boca de su estómago terminó de confirmárselo: tenía que quedarse.

Por un momento la preocupación, la tristeza, la angustia, el agobio... Todo quedó apartado, dejando espacio sólo para una cosa: la curiosidad. Y más aún cuando los símbolos empezaron a iluminarse. El agarre de Trish a su hermana se volvió más firme y sólido, pero ya no por querer marcharse de ahí, sino por lo impresionada que estaba. Y al ver desaparecer la piedra sus ojos se abrieron y sus pupilas se dilataron. Si alguien hubiera mirado a Trish en ese momento, habría visto también una sonrisa de completa expectación en su rostro.

Hubo una parte de ella que le dijo que quizá debía pensárselo dos veces antes de seguir. Pero era una parte tan, tan pequeña, que no le concedió ni la más mínima atención.

—Venga, vamos —dijo sin dudar ni siquiera un instante, echando a andar con las otras dos.

Sus ojos querían mirarlo todo. No sólo la estancia que tenían delante, sino lo que dejaban atrás. Cómo era la piedra por el otro lado de las inscripciones, las nuevas paredes, el origen de la luz... Todo.

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09/12/2019, 21:19
Narradora

Beethoven - Claro de luna

Las tres mujeres pasaron a una estancia tan amplia como la iglesia bajo la cual se encontraban. Una vez dentro sí podían ver su final, hacia delante y en los laterales. Las paredes y el suelo eran de piedra y una ligera polvareda flotaba en el ambiente. 

Era difícil precisar de dónde venía la luz. No había bombillas, ni focos, ni aberturas. Tampoco había sombras marcadas que pudieran indicar su procedencia.Parecía simplemente estar ahí, en el aire. Blanca, limpia, suave. Tal vez provenía de esa energía que no había desaparecido del todo y que aún continuaba rodeándolas. 

Al explorar hubo dos cosas que les llamaron la atención. La primera fue una especie de atril, o pedestal, de piedra que había al fondo. Sobre él había un baúl pequeño de metal. La superficie del baúl estaba cubierta por una capa de polvo, pero se notaban algunos grabados similares a los que habían visto en el altar: rosas de largos tallos espinosos que se entrelazaban entre sí. No parecía estar cerrado, no tenía candado ni cerradura, sino que más bien parecía que su única función era proteger lo que fuese que guardaba en su interior. 

La otra cosa que atrajo los ojos de las tres fue el techo. Estaba lleno de frescos de aspecto antiguo, descoloridos y con la pintura algo desconchada. Aquí o allá las grietas o los huecos dejaban ver la piedra, pero los dibujos que alcanzaban a ver fueron suficientes para empezar a entender que se contaba algún tipo de historia. 

Y es que ahí, en el techo de ese subterráneo perdido y olvidado en el tiempo, había distintas figuras y símbolos que no les resultaban conocidos. Al menos hasta que miraron justo sobre el atril y se encontraron con ellas mismas. El azul que teñía los cabellos de una de las figuras estaba desvaído, pero no les costó reconocer a Trish en esa figura delgada que tenía algo parecido a un engranaje en las manos. O, más bien, parecía un engranaje dibujado por alguien que nunca hubiese visto uno. Junto a ella una figura encapuchada escondía su rostro en las sombras, con una caja negra bajo el brazo, tal vez un intento por representar un ordenador sin haber tocado nunca uno. Y ahí estaba también Morgana, con un cuchillo en la mano y una expresión fiera que se había desdibujado por el tiempo. 

No estaban solas. Unos cabellos pelirrojos hicieron fácilmente reconocible a Robin, con una especie de animal pequeño junto a los pies. Sin duda la figura que miraba hacia arriba buscando una luz que la iluminaba por entero era Clementine. Y a su lado estaba Kane, con lo que podía estar intentando simular un revólver y rostro sombrío. Daniel sin duda era reconocible por su sonrisa y porque parecía tener los pies sobre unas tablas con ruedas. A Axel costaba más reconocerlo en una figura que se perdía entre sombras, fundiéndose con ellas. Y ahí estaba también Nick, con los brazos abiertos como si con ellos pudiera abarcarlos a todos. 

Cerca de ellos había otra figura que las tres reconocieron, un hombre con un parche en el ojo y sombrero, que parecía mirarlos desde lejos. Había más figuras a su alrededor, gente que no reconocían. Algunos se agrupaban lejos de ellos, otros parecían formar parte de su mismo espacio. Pero a lo largo de toda la estancia se repetía, salpicada aquí y allá, la figura de una mujer con cabellos blancos que en todas sus representaciones estaba acompañada del dibujo de una luna en distintas fases. De contarlas, se darían cuenta de que esa mujer estaba dibujada trece veces.

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11/12/2019, 18:39
Morgana Whiterocks

Morgana caminó y se adentró varios pasos en la secreta estancia antes de notar que las dos chicas la acompañaban. Hubiese preferido que se quedasen atrás, pero tenía claro que difícilmente las convencería, más si cabe cuando fue consciente de las expresiones de determinación en ambas, y en la intensa luz de anhelo e inquietud que reflejaban las pupilas de las dos hermanas.

Lo observó todo con detenimiento, el ceño fruncido, la mirada afilada, las mandíbulas apretadas, sin soltar el mango del cuchillo. Le llegó sin previo aviso una punzada de dolor en el costado, se detuvo y tomó aire.

Pero el aire se le quedó flotando en su aliento, en derredor de su figura, paralizada, muda, atónita, cuando su cerebro procesó las imágenes de las que eran testigos las tres mujeres. Tardó unos segundos en admitir la veracidad de lo que veía. ¿Estaba drogada? ¿Algún tipo de hipnosis colectiva?

Las palabras se detuvieron en su garganta, su boca entreabierta. Un escalofrío helado igual que la escarcha la atravesó de pies a cabeza. Tragó saliva, fue consciente del agitado movimiento de su pecho y del ligero temblor en sus manos. Cerró una en un puño, y apretó más sus dedos en derredor del cuchillo.

No pronunció palabra , “Qué coño es esto”. Reanudó su avance, maravillada con el arte y la escena que se representaba a su alucinada y brillante mirada. “Somos nosotras. El Morris. Y ese es el puto tuerto de los cojones. Y esa…esa mujer representa a la puta luna”, pensó.

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12/12/2019, 11:43
Cassandra (Cass)

Los ojos de la buscadora se abrieron con asombro mientras el aire escapaba de sus pulmones en un jadeo cuando descubrió el porqué el acceso se les había abierto. Ver el atril de piedra con el baúl de metal en su cúspide hizo que sus pasos la llevasen hasta allí, pero antes de poder llegar a tocar nada las pinturas del techo que iba viendo hicieron que se detuviese, encima de donde se encontraba ese único punto que rompía la monotonía de la sala las vio. Sus ojos habituados a ver el mínimo atisbo de azul entre un mar de personas no pudieron dejar de notarlo y el resto de las figuras reconocibles saltaron a su mente como un mazazo.

Estaban todos, no sólo ellas tres si no casi todos los mayores del Morris, sus ojos se cristalizaron cuando reconoció la figura de Nick que, como un padre cuidando de sus hijos, parecía querer abrazarlos y Cassandra se apoyó en el atril para no caer al suelo de culo, por las emociones que estaba sintiendo y por la postura que cada vez hacía que todo le diese un poco más de vértigo.

Había más figuras alrededor pero la única que reconoció fue la del Tuerto, se quedó mirándolas todas parpadeando para alejar las lágrimas que había logrado evitar derramar, queriendo grabar las imágenes a fuego en sus retinas para redescubrirlas cuando fuese el momento en las personas que representaban, intentando sacar el significado de cada postura y objeto, no queriendo pasar nada por alto. Hasta que su rostro empalideció más del ya pálido tono de su piel.

—Esa mujer...—murmuró por no salirle la voz no por querer no ser escuchada, porque necesitaba oír voces, quería algo sólido a lo que aferrarse y el sonido de su familia era mejor que ese extraño y frío atril Esa mujer, —volvió a repetir y su voz reverberó en la amplia estancia —la de pelo blanco acompañada de la luna, está trece veces... Tendrá algo que ver con la treceava de la que habló Clem.

Su frase no era una pregunta, porque ya las casualidades le estaban pareciendo fuera de lugar en todo aquello, parecía que excepto la pérdida de Nick todo lo demás seguía el camino que debía, sinuoso y lleno de baches pero el destino final seguía siendo el mismo.

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12/12/2019, 21:08
Trish

Al entrar en aquella estancia, lo primero que atrajo la atención de Trish no fue el altar, ni el techo, sino la propia luz, esa que parecía venir de todas partes y  de ninguna. Incluso acercó su mano a una pared, queriendo ver a qué altura se proyectaba la sombra... Y se sorprendió al ver que esta no llegaba a producirse. Era como si el propio aire fuese iridiscente, y la inventora no sabía cómo podía suceder algo así.

Acto seguido, cuando miró a la otras dos y se dio cuenta de qué cosas observaban, la muchacha siguió sus ojos para posarse primero en el atril y luego en el techo. Entonces sintió como si se detuvieran al mismo tiempo el tic tac de su cabeza y el de su corazón. Se quedó parada observando aquella imagen, recorriendo los rostros y las manos de todos los que allí estaban, e intentando descubrir quiénes eran todos y cada uno de ellos. Notó cómo se le encogió el pecho al ver a Nick. Su Nick. Y un engranaje empezó a girar en su cabeza al recordar las palabras de Skyler: ella no había visto al tuerto Jeff. Él no había hablado con ella. Y ella no estaba ahí.

Trish sólo se fijó unos segundos en la otra mujer. Una vez que estuvo seguro de que no la conocía, pasó a observar las fases de la luna que la acompañaban, buscando alguna relación. Finalmente siguió recorriendo el resto de la estancia con los ojos, y acabó por volver de nuevo al atril.

Los pasos de la muchacha fueron lentos. Seguía mirando con asombro todo lo que allí había. Cuando se detuvo ante el baúl lo primero que hizo fue soplar el polvo, como si por algún motivo aquello fuera necesario antes de abrirlo. Como una manera de traerlo de vuelta al presente, o de darle la solemnidad que merecía. Después lo abrió.

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12/12/2019, 21:30
Narradora

La tensión pareció incrementarse a su alrededor cuando Trish finalmente abrió el pequeño baúl de metal. No le costó ningún esfuerzo, la tapa se movió con facilidad. Casi parecía que él mismo estaba deseando ser abierto. 

Su interior estaba forrado con una tela suave y gruesa, una especie de terciopelo de muy buena calidad. Estaba algo ajado por el tiempo, pero se conservaba en buen estado, protegiendo el contenido del baúl. 

Dentro había una pieza, una figura tallada en hueso, o tal vez era marfil. Tenía el tamaño de un puño y representaba una cabeza esquelética de bestia, de cuya frente surgían dos cuernos doblados en espiral, como los de un carnero. La base, donde estaría el cuello, no era lisa, sino que había un hueco cuadrado de unos dos dedos de ancho, como si algo debiese encajar en ella.

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14/12/2019, 23:11
Trish
- Tiradas (3)

Notas de juego

Antes de nada, tiradas para ver si sé algo de esta cosa rara. :P

PD: Es Cultura, creo que he escrito Ciencias.