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Finales y principios

[Flashback] La empalizada

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25/05/2018, 15:13
Narradora

[Flashback] La empalizada

Lorde - Everybody Wants to Rule the World

Eso fue Nueva York;
toda una cacofonía de sonidos y sabores que,
de alguna manera, se unieron para formar algo hermoso.

                                                               —Aishabella Sheikh , Jungle Princess .

 

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25/05/2018, 15:48
Narradora

Major Morris. 11 de marzo, 2037.

Siempre había algo que hacer en el edificio que antiguamente albergaba un centro de salud y que con el tiempo se había convertido en un refugio. Siempre había algo que limpiar, cocinar o reparar, malas hierbas que arrancar, una bebida caliente que compartir con una buena charla o una oración elevada con una melodía de guitarra.

Siempre había que mantenía ocupados a los habitantes de aquel pequeño reducto en Sugar Hill. Pero, en las últimas semanas, la mayor parte de la actividad se había centrado alrededor de la construcción de la empalizada. Tal vez había sido casualidad que una militar se uniese al refugio sólo unos meses antes de que sufriesen el mayor ataque en años y justo cuando el líder de aquella pequeña comunidad estaba fuera. Pero fuese casualidad u obra del destino que enredaba sus hebras ajeno al ejercicio del libre albedrío, las cosas habrían sido muy distintas de haber sucedido antes. 

La seguridad de repente parecía haber cobrado importancia para aquellas gentes y así habían decidido ponerse manos a la obra y proteger lo que habían construido. Hasta ese momento el edificio sólo había estado rodeado por una valla de un metro de altura, con barrotes de hierro que aún conservaban parte de la pintura azul, ya deslucida y desconchada. Varios de los barrotes se habían ido perdiendo con el descuido de los años y ya ni siquiera tenían un valor disuasorio. 

La experiencia sobre el terreno de la mujer se había unido al cerebro privilegiado de una jovencita y así, aquella mañana en que el viento había dado un respiro y el sol comenzaba a calentar la ciudad con promesas de la cercana primavera, las dos se encontraban en el borde del perímetro que querían proteger, con planos y lápices en las manos y distintos materiales junto a sus pies. 

Notas de juego

Todo vuestro ;).

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26/05/2018, 16:04
Morgana Whiterocks

El cielo lucía un azul inmaculado, a juego con la camiseta sin mangas de Morgana, y el desgastado pantalón tejano que vestía. Sus inseparables cuchillo y pistola en el cinturón, las botas militares, la felina mirada depredadora. Concentrada, sus ojos repasaban una vez más el plano que ella y Trish habían diseñado. Su vista iba del papel al edificio, sus contornos, alrededores, el terreno, y regresaba al dibujo. Sería una obra importante, de un gran esfuerzo para el conjunto de la pequeña comunidad. Quizás demasiado pequeña, se dijo. Su número había aumentado con los dos críos y Morgana, con todo, faltaban recursos humanos.

Bueno para unas cosas, malo para otras.

Morgana tenía muy claro que habían sido admitidos gracias a la insistencia de Nick. A pocos les gustaba una militar en su casa, con sus maneras castrenses y todo lo que representaban, añadiendo un carácter las más de las veces áspero, seco, sin complejos y autoritario. Pero se ganó la confianza, o al menos el respeto de todos, en el incidente del asalto al Morris.

Giró la cabeza hacia la peliazul- Lo tenemos atado. La puta muralla china. Creo que ya podemos empezar a sudar. Y a patear traseros de los holgazanes.

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27/05/2018, 04:05
Trish

El proyecto de la empalizada ilusionaba a Trish. Incluso se alegraba de lo del ataque, si servía para que hicieran algo así. En realidad la protección no es que le diese igual, pero no era por eso por lo que la chica se alegraba, sino porque hacía tiempo que no estaba en un proyecto tan grande. Para ella era mucho más que sólo levantar una valla. Aunque sobre los planos sólo habían hablado de cómo amurallarse ella ya había pensado en cómo irla mejorando con el tiempo. Hasta había pensado en los sitios concretos en que pondrían cámaras, cuando las tuvieran. Claro que para eso antes haría falta mucha más electricidad, para empezar. Pero paso a paso.

Aquella mañana Trish había quedado con Morgana para rematar las cuatro cosas de diseño que quedaban, pero la muchacha esperaba empezar a construirla cuanto antes. La militar era un punto extraño en el Morris, algo distinto a lo que el refugio había conocido hasta el momento. Trish solía mirarla con una pizca de curiosidad, pues muchas veces le costaba saber si estaba hablando en serio o sólo bromeaba, y por aquel entonces eso hacía más interesantes las conversaciones con ella.

Con las palabras de Morgana Trish ladeó la cabeza, mirando los planos una vez más antes de morderse el labio, pensativa.

—Yo sigo pensando que para aprovechar bien el material podríamos dejar más baja esta zona de aquí —enunció. No le gustaba la idea de tener debilidades, pero sí la de optimizar recursos. Señaló hacia otro sitio— y hacer más alta la zona que rodea la puerta principal. Y me plantearía sellar la de atrás, o bloquearla desde dentro por si algún día la necesitamos. Si nos ponemos en plan seguridad total, más vale tener que vigilar sólo una entrada —aseguró—. Además, tendríamos que ver cómo reforzar la puerta de la valla cuanto antes. Si todo lo demás es una pieza, esa será la parte más endeble. Aunque también podemos hacer todo lo básico primero, y completar entonces.

En ese punto la muchacha se separó un poco de los planos y miró a Morgana con una media sonrisa.

—Linc y Shamira también ayudan, ¿no? —preguntó, aunque daba por hecho que sería así.

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27/05/2018, 22:47
Morgana Whiterocks

- Hasta las putas pulgas de Bentley moverán el culo, te lo garantizo -respondió, convencida y sin ápice de duda en la voz. Regresó la mirada a los planos reflexionando sobre los comentarios de su compañera y considerando las sugerencias de la animada jovencita. En el poco tiempo que llevaba en el centro se había percatado del fulgor inteligente que brillaba en los ojos de la "inventora", y el proyecto y elaboración de la valla era prueba de su intelecto.

- Mejor bloquearla. Quiero una salida alternativa. De acuerdo con elevar aquí, en la puerta principal. Pero mantenemos la altura del resto del perímetro. Conseguiremos el jodido material, aunque haya que romper algunas cabezas.

Miró de nuevo a los ojos de Trish.

- La parte más endeble es el número de efectivos con el que contáis. Sois pocos, necesitáis instrucción. Y armas. Y socios, no solo los Mc Avoy. Ni tampoco podéis tirar de los contactos de Nick. Esos cabrones os pasarán factura un día u otro.

Echó un vistazo a la calle.

- Y cuando acabemos con esta mierda habría que meterse con el puto sótano.

Notas de juego

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30/05/2018, 01:29
Trish

La primera respuesta de Morgana sacó una carcajada de Trish. Alegre, sonora y tranquila, como si el mundo en el que se había criado no fuera el summum de la decadencia. Si de verdad la mujer era capaz de movilizar a todo el mundo la verdad es que el Morris ya había ganado algo más que una militar con ella.

Acto seguido dejó que la mujer evaluase otra vez los planos mientras ella pasaba la mirada por el lugar, pensativa. Una media sonrisa se formó en el rostro de la muchacha mientras tanto, y al escuchar hablar a la militar le prestó atención. Asintió al plan de bloquear la puerta trasera, y se notó que le gustaba la idea de conseguir el material que necesitasen de donde fuese.

Luego, cuando ella siguió hablando, la expresión de Trish se torció un poco. Lo del número de efectivos, bueno... Tenía difícil solución más allá de pagar, o invitar a más gente a vivir con ellos. Lo del entrenamiento no sonaba mal... Pero lo veía complicado. Aunque bien mirado, quizá todos estuvieran bastante liados, pero era algo que merecía la pena. Y no sólo por defender el Morris.

Al hilo de lo que dijo la mujer al final Trish volvió a asentir.

—Lo del sótano está más o menos controlado —comentó—. Por ahora hemos conseguido que no afecte a lo demás, así que ya no se nos corta la electricidad por el agua de abajo. Lo que tendremos que pensar es para qué lo queremos, cuando esté listo. Lo primero que necesitaremos es una bomba de agua, pero no hay muchas que funcionen en condiciones. Las que hay suelen estar en uso para gente que quiere agua corriente, así que... —Se encogió de hombros... —. En realidad con que la tuviéramos unos días valdría, pero ya lo iremos viendo. Hasta ahora con los otros pisos nos hemos apañado bien.

—Lo otro... —Trish dio un paso hacia atrás y miró al suelo, pensativa—. Podríamos plantear lo de la instrucción en la próxima reunión. Supongo que tú podrías encargarte, ¿no? —No le dio tiempo a responder—. Lo demás podría ser más complicado. Si queremos seguir comprando material, piezas y demás, no podemos gastarnos lo que nos sobra en pagar efectivos. Pero si no los pagamos, podemos quedarnos sin nada. —Frunció el ceño—. Habrá que darle unas vueltas.

En ese punto dejó de darle vueltas a la cabeza y alzó la barbilla, dibujando una sonrisa.

—Bueno, ¿lista para empezar con el trabajo manual?

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31/05/2018, 16:10
Morgana Whiterocks

A pesar del supuesto control que mencionaba Trish, el sótano preocupaba a Morgana. Esa zona apestaba, el agua se pudría, y acabaría amenazando los cimientos. Había dejado caer el comentario y obtenido la posición de la chica. Decidió que podía contar con ella. Había mucho potencial que obtener de la peliazul.

- ¿Qué me dices de construir tú misma una jodida bomba de agua? Estoy segura que no supondrá mucha dificultad para una tía con tu coco.

Le parecía claro que Trish era un diamante en bruto. Con sus inventos y creaciones tenía futuro en este mundo. Eso era un arma de doble filo. Si la pillaba la mafia o cualquier grupo de poder, estaba jodida. La miró unos segundos con la mente en otro sitio. En la Morga capaz de traficar con un cerebro privilegiado como el de Trish. Mordisqueó sus labios y espantó la idea con una hostia mental.

Regresó al presente. La inventora hablaba. Su atención corrió para pillar el hilo de sus palabras.

- No se trata de pagar. Si pagas te van a vender a los hijos de perra que suban la oferta. -Se puso a reír, una risa corta, divertida. Caminó hacia el centro de la calle- No soy buena con las putas relaciones sociales y esas mierdas. Me esfuerzo en aplicar mi experiencia. Y aunque la cague, no cuesta una mierda intentarlo.

Señaló a los cuatro puntos cardinales.

-Usa el terreno y recursos que te rodean. El viejo parque encantado con sus elfos flipados; los Mc Avoy; la Comunidad. El mercado. Y un puñado más de grupos pequeños diseminados aquí y allá. ¿Me sigues? Este barrio es una jugosa manzana. Los gusanos acechan. Y a los putos gusanos se les aplasta hasta reventarlos. O te comen las tripas.

Se notaba que Morgana disfrutaba con aquello. No sabía estarse quieta, no importaba si mañana se tuviese que marchar del Morris. Le gustaba la dinámica y mover la gente y su entorno.

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03/06/2018, 02:17
Trish

La propuesta de Morgana de construir una bomba de agua de cero sacó una sonrisa de Trish. Le hizo un gesto, pidiéndole que fuera más despacio, pero antes de explicarse ella ya estaba hablando de otra cosa. La muchacha escuchó con atención, asintiendo.

Entendía a qué se refería con lo de las relaciones sociales. Cada vez que iba con Nick por ahí era como si algo brillase a su alrededor y todos quisieran dar la vida por él mientras ella sólo podía seguir su estela. Acto seguido siguió con la mirada los lugares a los que señalaba la militar, y cuando hizo aquella comparación Trish rió brevemente.

—Es una colina llena de manzanas azucaradas —comentó, haciendo un chiste respecto al nombre de la zona. Luego continuó hablando—. Entiendo lo que dices. Por suerte a veces no es sólo pagar-pagar. Hoy les arreglas una tostadora, la semana que viene les echas una mano con algo y ya te echan una mano.

Mientras hablaba Trish cambió el peso de un lado a otro. Había ofrecido a Morgana ir empezando, pero ella no había contestado. Ni siquiera se le pasó por la cabeza que estuviera aplazándolo, así que cogió algunas herramientas y materiales y empezó a caminar hacia el lugar más cercano de la valla.

—Lo de hacer una bomba molaría —concordó—, pero creo que en la lista antes está el frigo. Sería guay poder usarlo para las cosas del huerto, y para las que compremos fuera. Si lo arreglásemos a lo mejor hasta podríamos guardar cosas para venderlas fuera de temporada, que fijo que serían mucho más caras.

Trish hizo una pausa para mirar con una sonrisa a la mujer. Dejó las cosas que había cogido en el suelo y tomó una de las largas varas que servirían como apoyo para todo lo que vendría después, reforzando la valla que ya tenían.

—Venga, yo sujeto y tú clavas —propuso, apoyando una punta en el suelo.

 

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04/06/2018, 14:46
Morgana Whiterocks

-Una tostadora, sí. Eso es. Un principio.

Asintió con la cabeza y se quedó observando los lindes del parque. Torció el gesto. Morris necesitaba mucho más que una mano. Los Mc Avoy servían para salir del paso. No le parecía suficiente a largo plazo.

-Oye, ¿os habláis con los buscadores del jardín del edén?

Se encogió de hombros, recordando que lo mismo solo estaba allí de paso. Salió de su nuevo ensimismamiento, imitó a Trish recogiendo herramientas y material y la siguió. También ella esbozó una sonrisa.

-Un maldito frigo...Me gusta tu forma de pensar, peliazul. Limonada jodidamente fría. Y la ropa interior fresquita cuando llegue el puto calor del verano.

Chasqueó la lengua, amplió la sonrisa. Ayudó a la inventora a colocar y ajustar la vara y se pusieron manos a la obra. La joven sujetaba y ella clavaba. Al cabo de un rato, unas pocas tablas, mucho claveteo y algunas maldiciones estilo Morga, esta retomó la conversación.

-Quizá no ha sido una mierda de idea unirme a vosotros. ¿Hace mucho que estáis aquí,tú y tu hermana? Ya sabes como es Nick, siempre vago con la puta información. Él y sus oscuras intrigas.

 

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15/06/2018, 01:53
Trish

Al ver que la idea de la tostadora era aceptada Trish pareció satisfecha. Siguió con lo que estaba haciendo mientras Morgana hablaba, y sus ojos brillaron cuando la mujer se tomó como una idea tan buena lo del frigorífico. Otros pasaban más del tema, como si hiciese lo que hiciese fuese a estar bien, pero Morgana se había permitido imaginar cómo sería. Eso había gustado a la muchacha.

Con el comentario sobre la ropa interior la miró con cierta curiosidad, aunque esperó a que la otra diera el primer mazazo antes de responder.

—Lo de la ropa interior fría no lo he probado nunca —reconoció—. Mojada, como mucho, pero no parece lo mismo. ¿De verdad mola tanto?

La muchacha hizo esa pregunta con una pequeña sonrisa antes de continuar, echando un vistazo en la dirección en la que estaban los buscadores.

—Bueno, alguna vez hemos pasado por allí, pero no son muy amistosos —enunció—. Y nosotras llevamos aquí... —Calculó un instante—. Dos años y medio. Joder, no veas cómo pasa el tiempo.—Trish hizo una breve pausa—. Y hasta el del otro día no habíamos tenido ningún ataque serio. La verdad es que cuando llegamos estaba todo hecho una mierda... Pero oye, ahora ya da para vivir bien unos cuantos. Así que por mi parte podéis quedaros todo el tiempo que queráis.

—Y el truco si alguna vez quieres que Nick te diga algo siempre va a ser emborracharlo. A la quinta o sexta cerveza ya estará contándote toda su vida, quieras escucharla o no.

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15/06/2018, 17:34
Morgana Whiterocks

-Tú misma lo probarás cuando tengamos ese frigo. Entonces me cuentas –respondió con aire distraído y la risa suave entre dientes.

El trabajo al aire libre siempre le resultaba gratificante. Morga era ante todo una persona física, y allí, ahora, conversando y trabajando con Trish, se encontraba a gusto, casi contenta, disfrutando ese momento. Comprobaba ocasionalmente la calle y sus inmediaciones,  buscando merodeadores o chusma similar. La vista se le iba hacia el parque y, mientras continuaban con la colocación de las tablas, reflexionaba sobre lo que le acababa de decir la inventora, y en el interior de su cabeza se perfilaba con sentido y fuerza el plan diseñado apenas en sus cimientos.

-Así que unas putas cervezas. Eso es un tópico. Barato en otros tiempos. Coño, hoy sale caro de la hostia que suelte la lengua. -Una corta risa iluminó sus facciones.Todo el mundo tenía derecho a sus secretos e intrigas, y nadie dijo nunca que fuese gratis sacarlos a la luz.

Levantó la vista otra vez hacia el parque- Dos años y medio es una pasada de tiempo para tan pocas relaciones o contactos. -Dos años, se repitió a sí misma, preguntándose si sería posible que ella estuviese en un mismo sitio durante tan largo período- Desconfío más de los cabrones que se esfuerzan por ser o parecer amistosos, que de los que te enseñan los colmillos desde el principio -no pensó en que los Morris eran del tipo primero.

Se giró, alzó y dejó caer con fuerza un nuevo mazazo- Iré a visitar a los elfos -dijo con el tono de alguien que ha tomado una decisión firme. Mañana a primera hora antes de ponerse con la valla, se pasaría por el parque. Quizá necesitaba que la acompañase alguien por si Morgana malentendía las cosas o se le iba la pinza. Sin embargo optó por pensar que sería mejor ir sola y no meter a nadie en esa selva de la que podrían no regresar. 

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20/06/2018, 20:39
Trish

Trish asintió con una sonrisa al asunto de la ropa interior y el frigorífico. No sabía si sería para tanto, pero pensar en un futuro donde tenían aparatos como ese en funcionamiento hacía fácil estar de buen humor. Después, con el comentario sobre Nick, se encogió de hombros.

—Supongo que por eso no habla de verdad con demasiada gente —enunció en voz alta sin dejar el trabajo que tenía entre manos—. Pero lo importante es que es buen tío. Y si alguna vez quieres saber algo, tú pregúntame. A lo mejor no tengo ni idea, pero al menos te diré eso —Volvió a sonreír con cierta gracia—. Que él a veces suelta un gruñido y se va.

Después de eso, con los siguientes comentarios de la militar, la miró por un instante.

—Es que al principio éramos sólo Cass, Nick y yo —relató—. Y estábamos todo el día trabajando en restaurar el sitio sin armar mucho jaleo ni buscar problemas. Si se hubiera sabido entonces que iba a quedar así, o que aún tenía conexión, olvídate.

Trish sostuvo con fuerza la estaca ante aquel mazazo, confiando en que la mujer no erraría el golpe y acabaría por llevarse una de sus manos.

—Podemos ir juntas —propuso antes de repetir una de esas bromas del viejo mundo que había oído cientos de veces—. ¿Cómo tienes la agenda?

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24/06/2018, 16:46
Morgana Whiterocks

-¿Y de qué conocías a Nick? Tenéis algún tipo de rollo de confianza mutua, una conexión, eso se nota -incluso para una negada como ella.

Morgana detuvo su trabajo, humedeció los labios con la lengua y con el torso de la mano se apartó un mechó de la frente y se secó el sudor. Todo esto mientras miraba con cierto interés no disimulado a la joven, de manera penetrante, casi inquisitiva, evaluándola, a ella y a su oferta. No tenía la suficiente confianza en la peliazul, pero por otra parte no se trataba de cruzar las alcantarillas. A la vez que no quería meterla en líos, especialidad de la militar, si bien Trish se lo propuso con desparpajo a una mujer a la que conocía de muy poco. Entornó los ojos.

-Mañana a primera hora. Daremos un paseo, con el pulgoso de Bentley. Una puta visita de vecinos. No te sorprendas si te conocen, seguro que nos tienen controlados. Ah, no se lo digas a nadie, ni a tu hermana. Otra cosa, deja testamento -sonrió.

Balanceó el mazo en su mano.

-¿Qué tal tus dotes sociales?

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10/07/2018, 03:40
Trish

Trish dibujó una media sonrisa con la pregunta de la militar, sin llegar a responder por el momento. Era fácil recordar el principio de su amistad con Nick y sentir cierta nostalgia, pero no era tan sencillo saber a partir de qué punto habían empezado a confiar de verdad el uno en el otro.

Mientras la mujer seguía hablando, la muchacha asintió a la cita que tenían de repente. No tenía nada que hacer el día siguiente a esa hora, y de haberlo tenido probablemente lo habría aplazado. Frunció un poco el ceño más tarde, ante la petición de no decir nada a su hermana, pero no respondió. Con toda la probabilidad no sólo se lo contaría, sino que le diría también aquello, pero no sería con mala intención. Simplemente, para Trish saber o pensar algo implicaba de manera casi automática compartirlo con Cassandra.

Aún así, la media sonrisa de Trish volvió a aparecer con el asunto del testamento. No se lo tomó a broma, pero tampoco es que tuviese nada que dejar a nadie realmente. Finalmente asintió antes de hablar.

—De puta madre —aseguró, más envalentonada que realista—. Verás cómo entre las dos tenemos en cinco minutos comiendo de nuestras manos.

En ese punto la muchacha miró a Morgana, sin saber si se estaba tomando un descanso breve o iban a parar un rato. Se pasó el dorso de la mano por la frente, hasta la raíz del pelo.

—Pues lo de Nick es que en su día estaban todos haciéndole caso en el mercado, y yo aproveché para comprar algunas cosas a precio rebajado —comentó con una nueva sonrisa—. Me pillaron con las manos en la masa, y sin conocerme de nada el tío me cubrió, diciendo que iba con él y que había sido un error. Probablemente me salvase al menos de que me rompieran los dedos de la mano derecha. Desde entonces le he debido más de una. —La relación era más bien recíproca, y sólo había que verlos, pero Trish no iba a entrar en las cosas que ella había hecho por Nick—. Es un tío más guay de lo que parece si una ignora sus gruñidos.

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21/07/2018, 21:33
Morgana Whiterocks

-Sí, ya. Como putas palomas picotearán en nuestras manos –respondió con torva sonrisa cínica-. Mejor eso a que nos muerdan el jodido trasero.

Relajó el cuello, a un lado  y a otro. No tenía idea de las experiencias de Trish, aunque daba por hecho que no era una ingenua que no había salido del cascarón. Lo que le narró a continuación reafirmó esa idea. Devolvió la sonrisa a la chica.

-Da por seguro que te quedabas sin dedos –se la quedó mirando- Estás buena. Si robaste a un tío te hubieran exigido una mamada o un polvo a cambio de tu mano. Lo habitual en esos cabrones. Hijos de puta de mierda.

Se estiró como una gata, cogió otra tabla –Ya he comprobado que Nick gruñe. Ese es su estilo, renegar, protestar, engatusar y embaucar. Es un maldito equilibrista de lengua hábil y astuta. Tiene multitud de contactos, le va bien. Pero demasiados hilos que manejar, coño. No se, me jode su relación con esos comeculos del puto Dima. Lo entiendo, no soy imbécil.

Se dio la vuelta para colocar bien la tabla y continuar con el trabajo.

-Quiero decir que un día le meterán el dedo por el culo y entonces lo manejarán como una mierda de marioneta.

Suponía que Nick era consciente de eso, y que guardaba un as en la manga. O eso quería creer.

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18/08/2018, 01:56
Trish

Al oír cómo Morgana decía aquello de las palomas Trish sonrió de forma genuina y expectante, ya con ganas de acudir a conocer a aquella gente sólo por ver qué era lo que sucedía realmente. No era que no creyese que las cosas podían ir mal con ellos, sino que con el tiempo había aprendido y aceptado que podían ir mal en cualquier lugar. Y fuese como fuese, ante cualquier amenaza era mejor estar pegada a alguien como Morgana, eso estaba claro.

Luego, cuando la militar respondió a su historia, la muchacha se encogió de hombros.

—Y a lo mejor ni con eso habría podido conservarla —afirmó sin demasiada pena, refiriéndose a su mano.

Después de eso Trish no tardó en desperezarse tal y como Morgana acababa de hacer.

—Me parece a mí que desde el principio Nick no ha tenido mucha elección con lo de Dima —comentó entonces antes de torcer un poco la boca—. Cuando el tío quiere algo llegan los suyos, lo suben a una furgo y se lo llevan, fin de la historia. Al menos Nick ha encontrado cómo obtener algo a cambio.

En ese punto Trish buscó los ojos de Morgana.

—¿Y tú qué, de dónde has salido? —preguntó—. Viendo cómo te manejas está claro que no has aprendido en la calle.

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18/08/2018, 23:52
Morgana Whiterocks

-Yo pienso que solo hay dos formas de enfrentar la vida: patear traseros o que te lo pateen. Prefiero pertenecer al primer grupo. Quiero comprender la actitud de Nick, pero no la comparto. Se me hace difícil entender que no agarre un día una pistola y le vuele las pelotas a Dima –se encogió de hombros- Supongo que depende de las circunstancias de cada uno. Aunque tampoco me trago ese cuento.

Morga carecía de la sutileza y el don de palabra de Nick. Quizás en eso estribaba la diferencia de pensamiento.

Después, la exmilitar se quedó mirando muy fija a Trish tras la pregunta de esta.

-Del pozo del Infierno -Morga tendía al dramatismo cínico- Soy una puta marine. Fuerzas Especiales USA –respondió con seriedad extrema en su cara.

Era consciente de sobras que en esa breve frase existían varias contradicciones. USA no era un país ya. Las Fuerza Especiales habían desaparecido. Y ella quemó su ropa militar en la playa un año antes. Pero continuaba viviendo su paranoia particular: marine, guerra, territorio hostil. Justificaba sus acciones, su agresividad, su cierta carencia de escrúpulos para conseguir sus objetivos; su forma de vida.

Parpadeó, salió del corto trance mordiéndose suavemente el labio inferior. Ladeó un poco la cabeza y esbozó una ligera sonrisa. Consideró la juventud de la inventora.

-Un marine es el mejor soldado del mundo –otros no opinarían lo mismo-. Defendíamos la patria y sus intereses, salvamos el gordo culo lleno de mierda de los capullos americanos mientras nos reventaban el nuestro por medio mundo –era una manera de decirlo. Se guardó explicar que también eran perros de la guerra sedientos de sangre del enemigo. O de cualquier sangre en los últimos tiempos. Bastaba que fuese roja. Guerreros sin reparos a la hora de apretar el gatillo. Morgana frunció los labios, los relajó, apartó un poco la tabla, mantuvo el contacto visual con Trish- Desconozco qué información os habrá dado Nick sobre mí –hizo una breve pausa- Estuve en las Tres Cruces.

 

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28/08/2018, 02:55
Trish

Trish escuchó a Morgana con atención. A veces el punto de vista de la mujer le parecía de lo más común: el fin del mundo los había endurecido a todos. Sin embargo otras, como cuando decía aquello de pegar un tiro a Dima, tenía la impresión de que era única. Sobre todo porque de verdad se la imaginaba haciendo eso.

Aquello encajó un poco más cuando ella siguió hablando y le contó de dónde había salido. Trish no tenía muy claras las diferencias entre las distintas partes del ejército, pero sí sabía que eso de Fuerzas Especiales debía ser bastante gordo. Aunque con lo que explicó ella después le parecía que eso se aplicaba a todos los soldados, sin duda no era sólo una del montón y ya lo había demostrado. Sus labios se apretaron un poco mientras intentaba echar cuentas, y al final acabó preguntando.

—¿Pero cuántos años tienes?

La expresión de la muchacha, sin embargo, acabó cambiando repentinamente. Concretamente en el mismo instante en que oyó las palabras mágicas: Las Tres Cruces. Trish palideció levemente y apartó la mirada, llevándola al suelo, y metió las manos en los bolsillos. Sacó un porro ya liado y lo encendió, dando por hecho que tenía al menos unos minutos. Al volver a mirar a Morgana sus ojos reflejaban seriedad y un cierto pesar. Su tono cuando volvió a hablar fue un poco más seco, carente en parte del buen humor que había mostrado hasta el momento. No parecía molesta con Morgana, sino con el pasado.

—¿Conociste al Relojero?

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01/09/2018, 11:12
Morgana Whiterocks

La sonrisa torcida y relajada regresó a su boca.

-Treinta y tres putos años. Los llevo jodidamente bien, ¿no? –la sonrisa se agrandó, burlona- Me alisté muy jovencita –un encogimiento de hombros- A tu edad, supongo, o menos.

Luego, notó el cambio de actitud de Trish. Morga esperaba algo así. La mitad de la gente de Nueva York odiaba a los Tres Cruces. Por razones y motivos de peso; o porque detestaban a los militares. O porque sí: había gente que odiaba a todo y a todos. Morgana no iba soltando a los cuatro vientos su estancia en el grupo militar, no era sano para la salud, pero entendió que debía ser sincera con las personas con quienes estaba conviviendo.  Supuso que algo en el pasado de Trish la conectaba, para mal, con las Cruces.

Suspiró, arrugó la nariz al ver el canuto que encendía la inventora. Algunos de los inquilinos del Centro le daban a la maría. Tenía que tragar con eso, algo que desaprobaba y aborrecía. Se apartó un paso atrás, evitando el humo, aguardó, y lo que preguntó la chica hizo que entrecerrara los ojos, perpleja. El Relojero. Le sonaba. Negó con la cabeza, haciéndose eco de la seriedad que brillaba de pronto en los ojos de Trish.

-Me suena ese tipo. Un reparador de putos trastos, con buenas manos, creo. De Queens –negó de nuevo- No he tratado con él. ¿Malos rollos?

Quizá la última pregunta u observación sobraba. Morgana no tenía problema en preguntar. Además, pensaba que había que matar a los fantasmas del pasado. Negó otra vez, en esta ocasión señalando el porro.

-No deberías fumar esa mierda, te vuelve gilipollas. Dejas de ser tú, acabas como una puta marioneta idiota. Joder, tienes un cerebro privilegiado, no la vayas a cagar. Coño.

 

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06/09/2018, 21:50
Trish

La expresión de Trish mostró una sonrisa un poco torcida al escuchar a Morgana hablar de su edad de alistamiento. Sabía que no era lo mismo, pero fue inevitable pensar en que quizá era lo que pretendía con tanto entrenamiento.

Un poco más tarde, cuando Morgana reaccionó de aquella manera al asunto del porro la muchacha ni siquiera lo notó: en ese momento tenía la cabeza en otro sitio. Y al oír la respuesta de la militar exhaló lentamente, liberando la primera bocanada de un humo que mejoraba un poco las cosas. Observó a la militar durante un par de segundos antes de responder, y cuando fue a hacerla ella le hizo una recomendación que no era la primera vez que oía, ni probablemente la última, aunque solía venir de gente más mayor. La joven inventora se encogió de hombros.

—Tal y como están las cosas ahora lo más probable es que la palme antes de que dé tiempo a esas cosas —señaló ante lo de convertirse en una marioneta. Entonces forzó un poco la sonrisa—. ¿Sabes qué tiene de bueno el fin del mundo? —preguntó como si fuera un chiste, aunque seguía con el otro asunto en la cabeza—. Ahora muere mucha menos gente de cáncer.

Tras dar una calada larga Trish se dejó el porro en los labios para estirar los brazos. Luego lo tomó de nuevo con los dedos antes de responder.

—El tío sabe un huevo, eso está claro, y yo aprendí mucho con él. Tiene el chiringuito bien montado, la verdad. Pero está como una regadera —Trish se mantuvo unos segundos en silencio, pensativa. Al llevar la mente a ese punto de su pasado sentía emociones contradictorias, aunque había una que se le hizo casi inesperada. Se mordió una uña, llevando los ojos hacia Morgana antes de dar su conclusión—. Espero que siga vivo.

Y era cierto. Y aunque no se diese cuenta ni ella misma en ese momento, si miraba a Morgana de ese modo era para comprobar si ella sabía algo más.