Partida Rol por web

Diana que tenía la fea costumbre de entretenerse con el vuelo de una mosca, se dió cuenta de que sehabía quedado practicamente sola cuando vio pasar frente a ella a Sara, entonces seapresuró a guardar su varita y salir de la clase corriendo.

¡Buenas tardes, jovencitos! ¡Es un placer compartir una clase más con vosotros! Me imagino que seréis conscientes de lo importante que resulta esta asignatura, si sucede algo como lo que pasó el Lunes Sangriento. ¿verdad?

La magia nos permite realizar proezas increíbles y también nos ayuda a librarnos de criaturas que puedan amenazarnos. El mundo mágico es muchísimo más peligroso que el mundo muggle, muchos lo habréis descubierto ya. Deja una ligera pausa como esperando que asimilaran estas palabras. Por eso es importante que sepáis conjuros tanto ofensivos como defensivos, pues no sabéis cuando podéis encontraros con un peligro.

Y hoy precísamente vamos a aprender uno de esos conjuros que lo mismo vale para atacar que para defender. Fijaos.

Dice mientras apunta a las chimeneas de la gran sala. De pronto cada una de ellas se enciende con un fuego intenso y rojizo.

Luego el profesor se gira para sonreíros y mientras aún apunta con su varita a las chimenea os mira a vosotros para decir:

"Aquus Guinae" Y un poderoso rayo entre blanco y translúcido sale de su varita hacia las chimeneas, apagando el fuego y dejando la chimenea empapada.

¿Veis? Este conjuro os sirve para apagar pequeños fuegos y también para golpear con él a vuestro rival. Además si colocais de esta forma la varita. Dice colocándola de lado. El conjuro os puede valer para protegeros de este mismo hechizo o de cualquiera que sea de fuego.

Sin esperarlo ninguno, se escucha un potente chasquido procedente de las chimenea y un rayo translúcido alcanza a vuestro profesor que gritando las mismas palabras logra defenderse del conjuro lanzado por la sala.

¿Habéis visto? Es un buen conjuro, tanto ofensivo, como defensivo. ¿Qué os parece?

Bueno, continúa sin esperar a ninguna persona, preparaos y lanzaos los unos a los otros el conjuro. ¡Veamos que tal se os da!

Gabi llegó apurada al salón y se sentó en el mismo sitio de siempre. Pronto habían llegado varios de sus compañeras y así no estuvo mucho tiempo sola.

El profesor, en contraste con Longbottom, se veía bastante animado. A pesar de todo, la niña notó que todavía recordaba en la clase aquél lunes sangriento. Torció un poco el gesto al escucharlo, si fuera por ella no lo estaría diciendo a cada rato como los profesores, cada vez que lo hacían le daba una punzada en el estómago, estaba segura de que no era bueno.

-La vida continúa ¿No?- Pensó algo consternada, recordando las palabras que le dijo una vez alguien a su padre en ocasión del fallecimiento de un familiar lejano. -¿Qué dirían mis padres?- Pensó. De pronto sintió la urgencia de escribirles, aunque todavía le daba algo de miedo ir a la lechucería sola.

Retomó la atención en la clase cuando el profesor aseguraba que el conjuro servía para atacar o defenderse según fuera el caso y, acto seguido, realizó una demostración para sus adentros.

-Bien.- Pensó. -Vamos a intentarlo.- Se giró hacia Asenoc para preguntarle:

-¿Quieres probar?- Y cuando el niño estuvo listo, lanzó el conjuro:

-Aquus Guinae Asenoc.- Imitando los movimientos del profesor, pero algo hubo de hacer mal, pues de su varita no salió agua, sino un chorro de vapor que rápidamente se disipó en el aire. Gabi sonrió con cara de circunstancias y se encogió de hombros.

-Bueno, es tu turno.- Le dijo al chico.

Por fin la clase de Duelo. Sin duda es mi clase preferida.
Ese conjuro parecía muy práctico. Se me ocurrían mil oportunidades para usarlo.

¡Y llenar la piscina era una de ellas! Hehe

Gabriela lanzo el conjuro pero no tuvo éxito.
Asenoc se disponía a pronunciar las palabras mágicas pero la voz de Gabriela mientras cantaba en la sala le vino a la cabeza haciéndole perder la concentración.

Un chorrito de agua como si de una fuentecita se tratara surgió de su varita cayendo al suelo.

Bueno… si hubiese tenido un perro sediento… habría sido todo un éxito.

¿Crees que podríamos volverlo a intentar?

Al llegar a clase me había terminado el bocadillo que me había preparado para el camino. Me extrañó ser de los primeros en llegar, pero aun así no me importó. Me limité a dejar la mochila en una esquina, tomando la varita en la zurda y caminando hacia mis compañeros, que parecían haber fracasado en sus intentos por lanzar aquel conjuro. - Hola chicos. - Les saludé.

- Parece un poco difícil... bueno, voy a probar yo. ¿Te importa, tío? - Le pregunté a Asenoc, apartandome unos pasos de él y levantando la varita en su dirección - ¿Estás preparado? - Y esperé a tener confirmación para atacarle. - ¡Aquus Guinae! - Levanté la voz, lanzandole el hechizo con fuerza.

Solo esperaba que lo parara. No me apetecía añadir otro más a la lista de gente enviada a la enfermería...

Ithan tenia reputación de ser de los mejores.

Por favor. Será todo un placer. Espero hacerlo mejor que antes.

Asenoc visualizó el conjuro de Ithan acercándose a el.

Todavia no... todavia no...

El tiempo transcurría a camara lenta cuando se concentraba por completo.

Las palabras surgieron de sus labios con un susurro... como siempre...

Aquus Guinae Ithan

El contraconjuro impacto con fuerza sobre el conjuro de Ithan desintegrándolo por completo.
Una enorme mueca de alegría apareció en el rostro de Asenoc.

¡Bien! ¡Muchísimas gracias tío!
Gabriella. Ya se como lanzar el conjuro. Voy a intentarlo contigo de nuevo. Preparate.

De nuevo centro su atención en Gabriela. Espero poder controlar la potencia del conjuro, una dificultad añadida si tenia en cuenta que apenas controlaba su lanzamiento mas básico, pero no se perdonaría hacerle daño.

Aquus Guinae Gabriella...

Enya llegó a una clase que no le terminaba de gustar mucho y vio cómo iban llegando algunos de sus compañeros, además de con quienes había llegado, que eran Gabi y Asenoc. Hola Ithan, te he visto pasar por el comedor como una flecha. Luego el profesor empezó a hablar. Y otra vez el Lunes Sangriento. Enya estaba ya un poco cansada de aquel sintagma que se repetía una y otra vez por pasillos, aulas y habitaciones del colegio. Sí, había sido un trauma para muchos, había sido algo muy particular, pero quizás ya era hora de ir pasando un poco página. Ya sabían todos que el mal existía en el mundo y era una lección que se iba a quedar grabada sin que tuvieran que recordarlo día sí día también. Realmente no había sido hace mucho, pero con tanta mención parecía que hubiera sido hace una eternidad.

Después prestó atención a los conjuros. Bueno, realmente era una variante del mismo conjuro en defensa y en ataque. No estaba segura de sus habilidades en ataque, ya que siempre le había dado reparo hacer daño a alguien. Sin embargo, su padre tenía la poco sana costumbre de hacerle algunas bromas tirando hechizos de rayos-cosquillas y similares, de los que Enya intentaba defenderse al principio de mala manera y luego con mayor pericia. Vio que Asterope entraba en clase y, como vio que sus compañeros ya andaban ocupados, decidió acercarse a ella.

- Hola. ¿Quieres que practiquemos juntas el hechizo? He visto otras veces que eres buena en duelo, quizás me puedas enseñar algo. Y sin más dilación, Enya se preparó para lanzar el hechizo intentando reproducir gesto por gesto lo que había hecho el profesor. ¡Aquus Guinae! Y un maravilloso chorro parecido al agua aunque con color como si fuera gelatinoso salió hacia Asterope, que se preparó para recibirlo, mientras Enya esbozaba una pequeña mueca de sonrisa por la tranquilidad de haber conseguido hacer el hechizo a la primera. Ahora en ese breve segundo en el que el hechizo avanzaba pensó que esperaba no hacer daño a Asterope.

Asterope entró en clase de duelo con la misma cara con la que había entrado en el Gran Comedor: De cabreo. Pero al cruzar el umbral de la puerta, sacudió la cabeza para quitárselo de encima, pues no podría concentrarse como debía en duelo y bastante complicado lo tenía ya.

Se colocó bien delante de la clase para prestar toda la atención que pudiera. Las palabras de Knower coincidían con todo lo que había leído en el libro, que, por supuesto, estaba bien guardadito en su mochila, no fuera a ser que el profesor se lo viera y se enfadara por usarlo. Se fijó al máximo en la demostración.

Cuando leyó que el conjuro servía tanto para defensa como para ataque, no le quedó bien claro si se refería solo a las palabras o también al movimiento. Parecía que, si lo usabas para defenderte, tenías que colocar la varita de forma diferente. Vale, entendido. Si lo hago así, pensó haciendo un movimiento de mano, estoy atacando. Y si lo hago así, pensó mientras cambiaba de posición, estoy defendiendo. Esperaba acordarse.

Estaba lista para practicar. Iba a buscar a alguien de su casa cuando se encontró de frente con Enya, que parecía con ganas de ponerse con ella de pareja-. Sí, claro, practicamos juntas –aceptó preparándose-. No exageres, no soy tan buena, soy normal –le respondió, aunque en el fondo le gustó escuchar esas palabras de ánimo.

En cuanto la metamorfomaga le lanzó el chorro de agua, Asterope pronunció:- Aquus Guinae –Pero, con tanto lío, en el último segundo no se aclaró cómo debía colocar la varita. Así que hizo una mezcla de movimientos entre ataque y defensa con los que no consiguió ni un amago de rayo defensivo. El hechizo de Enya le impactó en el hombro, dejándole una mezcla de dolor y escozor-. ¡Auch! –exclamó frotándose-. Al menos lo has conseguido.

Luego levantó su brazo para intentar atacarla. Venga, venga, venga... Sal bien-. Aquus Guinae –Pero nada. Esta vez el movimiento no le había salido tan mal, pero ese no era el problema principal. El arma de la que disponía no le escuchaba. Bruja y varita no estaban lo suficientemente compenetradas. Asterope bajó la cabeza, malhumorada. Pensaba que después del éxito de esa mañana, las cosas mejorarían. Pero nada más lejos de la realidad.

Cuando llegó a clase ya habían llegado varios de sus compañeros, Kelly dejó sus cosas y sacó su varita mientras escuchaba las palabras del profesor.

El hechizo esta vez le resultó bastante útil y polivalente, pero parecía difícil, solo esperaba que esta vez nadie acabase en enfermería, incluida ella misma.

Varios de sus compañeros ya se habían puesto en grupo, Ithan con Asenoc y Gabi y Enya estaba con Asterope. Kelly se acercó a las niñas -Hola- saludó -¿os importa si practicamos las tres juntas? A lo mejor a mi también se me pega algo.

Como vio que el hechizo de Enya habia impactado a Asterope, decidió probar el hechizo con su compañera de casa -¿Preparada?¡Aquus Guinae! -dijo y un rayo translúcido salió de su varita e impactó contra su compañera.

-Vaya, perdona- por un lado la alegraba que le salieran los ehchizos, pero odiaba hacer daño a sus compañeros, era por ello que a Kelly le disgustaban tanto las clases de duelo.

Llegue a clase, acelerada. Llegaba tarde. Salude a Ithan de nuevo y, al ver que se ponia a practicar con algunos chicos de su casa, despues de la explicacion del profesor, me volvi hacia Asterope, esperando para practicar con ella.

-Aste, ¡preparate, que voy! -la avise, sin recordar que la varita de mi amiga estaba rota. Fue en el ultimo momento cuando me di cuenta, lo que hizo que, sin querer, desviara ligeramente la varita, haciendo que el conjuro finalmente apenas saliera con fuerza- Ostras, lo siento, Aste... No me acordaba de lo de tu varita... - dije, sin ser consciente de que habia perdido una de las oportunidades para aprender bien el conjuro.

Mire entonces a mi alrededor, esperando ver a alguien libre- ¿Alguno me podeis lanzar el conjuro? Quiero ver si puedo defenderme con el... -dije, esperando que o bien alguno de los leones o alguna de las serpientes pudiera hacerme el favor.

- Tranquila Asterope, seguro que te acaba saliendo el hechizo. A la muchacha Slytherin parecía que no le acababa de hacer mucho caso la varita. Si quieres, podemos hacer un cambio de hechizos, uno que te falte a ti, como este, por otro que me falte a mí. Y le dedicó una sonrisa intentado animarla.

- Hola Kelly. Claro, practica con nosotros. A ver si me sale la defensa. Vio cómo Kelly se preparaba y lanzaba el hechizo. Le salió el chorro de agua y Enya preparó la defensa. ¡Aquus Guinae! Y pese a que el hechizo de Kelly había sido potente, Enya hizo una defensa casi perfecta, por lo que salió indemne protegida por un "escudo acuoso". Bueno, por una vez me salen las cosas bien, además de lo de dormir serpientes. Muy bien Kelly. Y de verdad, Asterope, cuando quieras lo practicamos. Enya terminaba la clase satisfecha.

- Claro. - En especial, a ella, esperaba no hacerle daño. Aunque después de verla en la clase de DCAM, sabía que podría pararlo tranquilamente. - ¡Atenta! ¡Aquus Guinae! - Avisó a Kendra, lanzandole el conjuro.

Kendra sonrio cuando Ithan se presto a lanzarle aquel ataque- ¡Aquus Guinae! - exclamo, lanzando de nuevo el conjuro.

Y esta vez sintio que las cosas habian ido mejor- Muchas gracias. - dijo, sonriendo al chico, contenta.

A Kelly no le importó haber podido ganar más puntos, estaba contenta con los resultados y contenta también de que Enya hubiese logrado repeler tan bien su hechizo.

Sin embargo Asterope no había podido conseguir, hasta el momento no se había fijado en que tenia la varita rota, además la herida también parecía que se estaba poniendo algo fea por momentos -Seguro que la próxima vez te sale genial -dijo para intentar animarla -¿Quieres que te acompañe a enfermería? -se ofreció-

Gabi logró esquivar el chorro de agua que le lanzó Asenoc, pero no alcanzó a usar la varita, todo había pasado muy rápido.

-Ups.- Dijo encogiéndose de hombros nuevamente. Ahora tenía otro conjuro más para recuperar, aunque sabía que no sería tan difícil una vez practicara con sus amigos.

-Me alegra que a todos les saliera.- Comentó a Asenoc. Luego se acercó a Kelly y Asterope, evaluando el daño que presentaba la última.

-Si, yo también te puedo acompañar si quieres.- Añadió, observando que la slytherin se veía algo adolorida, aunque no parecía ser muy grave.

Enya sintió satisfacción al escuchar que recibía los 50 ptos. Gracias profesor Knower. No tengo ningún problema en ayudaros. Además, yo también tengo mucho que aprender de vosotras.  La felicidad no era por los puntos en sí, sino porque era un chute de moral después de haber errado con su hechizo mañanero. -Vamos todas entonces, si os parece bien. Además, creo que soy la culpable de que tenga que ir a la enfermería, ¡qué menos que ir! 

La clase había sido algo caótica. Algunos solo sacaban el ataque, otro solo la defensa. Pero, para Asterope, fue desastrosa pues no pudo sacar ninguno de los dos. Y no solo eso, sino que, además, se había llevado una herida en el brazo que le escocía un montón.

Maldijo mil y una veces la mala suerte que había vuelto a ella. Y por si su humor no fuera lo suficientemente malo en ese momento, se dio cuenta de que había tres personas de su casa que habían faltado a clase: Ludmila, Linc y William. Desde luego de la primera no se lo esperaba, con lo formal y trabajadora que parecía.

- Gracias, Enya –le dijo a la leona cuando se ofreció a ayudarla con el hechizo-. Quizás en otro momento, cuando tenga mi varita de vuelta. No quiero forzarla demasiado, por si acaso –Lo que podía salir de su palito en ese momento era impredecible. Sin embargo, luego rectificó tras pensarlo dos veces-. Aunque, por otra parte, no me vendría mal practicar con ella para ver si me coge confianza.

El profesor comenzó a dar los puntos y la metamorfomaga resultó ser la mejor ese día. Una pena que la falta de compromiso de algunos Slytherin y la pésima actuación de la Bletchley en esa clase les hubiera dado tan pocos puntos a su casa. Solo los 10 de Kendra, a quien sonrió levemente y levantó el dedo pulgar para darle la enhorabuena por el trabajo.

Knower, Kelly, Gabi y Enya se ofrecieron a acompañarla a la enfermería. Se quedó sorprendida por el séquito de voluntarias. Se miró el brazo. No solo escocía, sino que tenía un aspecto un poco feo-. Eeeeh, sí, claro. Vamos todas. Espero que a la enfermera no le importe. Muchas gracias por acompañarme.

Antes de marcharse se acercó a Kendra y a Ithan-. Buena clase, chicos. Como siempre, Ithan, menuda defensa que tienes... Como para hacerte nada –dijo con media sonrisa mientras se colgaba la mochila del hombro bueno-. Voy a la enfermería a que me miren esto. Si veis a Linc, reñidle de mi parte por no venir a clase y quedarse en el comedor –Lo mismo habría hecho con Ludmila y William, pero no tenía tanta confianza con ellos como para echarles la bronca mediante intermediarios.

Gabi asintió a Asterope diciendo:

-Depende de cuál de las dos esté. De todas formas, no creo que te quedes mucho rato ahí, seguro que en dos segundos ya estás como nueva.- Añadió tratando de animar a la slytherin.

Después se despidió del resto de sus compañeros:

-Nos vemos en la cena.- Dijo a Ithan, Asenoc y Kendra.

Mientras salían Gabi recordó que aún no había escrito a sus padres. -Tengo que ir a la lechucería después de terminar en la enfermería.- Pensó mientras salían.

-Sí, vamos- dijo Kelly -Seguro que te cura en seguida- en cuanto a si le iba a importar a la enfermera o no que fueran, aunque la mujer era muy desagradable, la última vez que Erzsébet y ella habían estado acompañando a Orsolya no les había dicho nada.

Salió junto a las otras niñas, no sin antes despedirse del resto de la clase -Nos vemos en la cena- dijo a Asenoc y a Ithan-Adiós Kendra.