Partida Rol por web

Ithan estaba durmiendo a pierna suelta, con una de las piernas cayendo de la mesa y el chaval entremezclado con las mantas y sabanas, como si se hubiera peleado con estas por la noche. Cuando el sol incidió en su cara, frunció el ceño. Venga ya...  Se quejó, dandose la vuelta, echandose la almohada por encima, hasta que junto a él se puso Albo a dokear.

Vale... vale... tio... ya... ya voy... Se quejó, incorporandose y acariciando la cabeza del hurón. Se pasó la mano por el pelo, intentando domarlo y se miró los brazaletes de cuero que llevaba y no se habia quitado. Quien sabe que recordó, que acabó por sonreir, levantandose y quitandose la camiseta del pijama. Camiseta donde podía leerse un mensaje en inglés que decía: "Hay dos tipos de personas en el mundo: Los Irlandeses y los que quieren ser Irlandeses"

Dejó la camiseta sobre la cama, y tras recoger su ropa, se fue a la ducha. Tardó algo más de treinta minutos en salir, vestido con el uniforme, y la ropa de dormir bajo el brazo, dejandolo sobre la cama. Sonrió al pensar en el día anterior, un día redondo sin duda y cogió la mochila.

Hoy te quedas aquí, tio. Alguien se ha chivado y se ha mosqueado mil por llevarte de paseo... nos vemos después ¿Vale Albo? Acarició al animal antes de bajar las escaleras hacia la sala común.

Ithan entró en la sala común, acercandose a su cama y se paró frente a ella, abriendo el baúl. Dejó la mochila en este, y del baul sacó pluma, tinta y papel, y comenzó a escribir. Después, rebuscó en el baul su cuaderno de dibujo, y arrancó una de las hojas, y dejó ambas cosas sobre la cama.

- Despierta, Albo - Le pidió al hurón, mientras comenzaba a desvestirse, quitandose el uniforme, y poniendose ropa de calle, mucho más comoda y de su estilo. Cogió la varita, y tras jugar con ella entre los dedos durante unos segundos, acabó por apuntar al vario, y se concentro. Practicó varias veces, en silencio, los gestos y se concentró, hasta que finalmente, se puso en posición de defensa, y trazó los movimientos, y acabó por alargar el brazo con la varita. - Agotattem - El conjuro no solo salió perfecto, además, el rayo tuvo una potencia inusual. Ithan quedó más que satisfecho con ello, y con una sonrisa cargada de orgullo, guardó la varita, tomó los pergaminos y se agachó junto a Albo.

- Esperame en el Jardin - Le pidio, acariciandolo y acabando por bajar las escaleras.

Despues de cenar me dirijo al dormitorio y tras jugar un poco con Sinuhe le doy de comer y me acuesto.

Ithan entró en la habitación. Al acercarse a su cama, el hurón saltó a la cama, haciendose un ovillo. Ithan sacó las cosas de su mochila, guardandolas en el baul y sacando un libro que dejó sobre la mesita de noche. Se cambió, quitandose la ropa y guardandola en el baul, poniendose el pijama.

Antes de dormir, Ithan cogió la varita. Si soy capaz de hacerlo ahora, podría hacerlo siempre que quiera. Pensó, cogiendo la varita. Y cansado como estaba, cogió aire, frunciendo el ceño y estiró el brazo, señalando al fondo de la habitación. - Agotattem - dijo, con seguridad en si mismo, y el conjuro no solo salió, sino salió con potencia.

Agotado, bajó la varita con una media sonrisa y dejó la madera sobre la mesita de noche, cogiendo el libro y metiendose en la cama, bajando la luz para poder leer un rato el libro que había sacado de la biblioteca antes de quedarse totalmente dormido.

El final del día llegaba y Joey subió a la habitación dispuesto a descansar. Había sido un día intenso y el muchahco estaba cansado. Dejó al hurón en la jaula y se tiró a descansar.

Amanecer del día 5

Viernes

Primera Semana de Octubre

Ithan debía llevar un buen rato despierto, pues en la oscuridad de la habitación la luz de la ventana no era la única que rompía la reinante noche. Una vela en la mesita de noche permitía al rubio terminar tras una semana con el libro que había cogido de la biblioteca, Robinson Crusoe.

Pero todo esto, además de la narración de cómo trescientos caribes invadieron la isla y arruinaron sus plantaciones; cómo lucharon contra el doble de sus fuerzas y fueron derrotados la primera vez, en la que murieron tres colonos; cómo una tempestad destruyó las canoas enemigas y el hambre hizo morir a todos los demás salvajes; cómo recuperaron la plantación y siguieron viviendo en la isla; todo esto y los asombrosos incidentes que acontecieron durante los diez años de mis nuevas aventuras, lo relataré, acaso, más adelante.

Fin.

El chaval pasó la pagina, comprobando el listado de gente que había leido aquel libro, y pasó el dedo por la lista, hasta que uno de los nombres le sonó. Marcando el libro con la mano para que no se cerrara, se estiró en la cama, tumbandose parcialmente para abrir uno de los cajones y sacar los cromos que tenía. Al tercero encontro la coincidencia. Albus Dumbledore. Le preguntaría al bibliotecarío sobre él, después de todo, también figuraba el mimo nombre en su mapa, y aquello, de una coicidencia saltó a una obviedad.

Guardó las cartas, y dejó el libro sobre la mesita de noche, poniendose en pie. Su piel se puso de gallina al sentir el frio contraste de la habitación con la excelente temperatura que había entre las sábanas. Se estiró, dando un gran bostezo y finalmente, se dirigió a la ducha.

Allí pasó algo más de veinte minutos, saliendo únicamente con la toalla enrollada al torso y dirigiendose hasta su cama, donde se cambió y se puso la ropa túnica reglamentaria. Metió varias cosas en su mochila provinientes de su baúl y los cajones de la mesita de noche. Finalmente, se peinó (o lo que él llamaba peinarse), y con una enorme sonrisa, cargó su mochila al hombro. - Nos vemos después, Albo. Escucha, después de la segunda clase quedé con ella cerca del lago, así que puedes venirte ¿vale? Portate bien. - Acarició la cabeza del hurón, y se acercó a Arnold.

-Eh, tío, hora de levantarse, que llegaremos tarde. Te espero en el Comedor... ¿Vale? - Y dio una fuerte palmada para despertarlo. Acto seguido miró a los de segundo. Con Noah tuvo el deseo de darle un buen susto en respuesta a todas las mañanas que se dedicaba a despertarlos a base de zarandeos. Pero tenía mejores cosas que hacer, así que lo dejó en paz, bajando las escaleras en dirección a la sala común.

Me despierto y observo como Ithan sale de la habitación.

- Bien. - pienso. Por lo menos es aplicado que es más de lo que se puede decir de Arnold, que sigue durmiendo a pierna suelta.

Tras levantarme y asearme despierto, o lo intento, a Joey y al pelirrojo.

- Venga dormilones, llegareis tarde a clase. - les digo. Tras lo cual me dirijo al comedor.

Ithan entró en la habitación, esta vez sin mochila, pero si con un balón entre las manos. El mismo que ayer se llevó a la cena en los jardines, y que Gabi le había devuelto hoy. Se acercó hasta su baúl, abriendolo y dejandolo dentro. dio un par de palmadas sobre este y se acercó a Albo, acariciandolo un poco más y despidiendolo con la mano.

Acto seguido, volvió a bajar hasta la sala común.

Cuando Noah le despertó, Joey dió una vuelta más en la cama hasta que finalmente decidió que o se daba prisa o no llegaría a clase. Se vistió rápidamente y antes de salir vió que Arnold seguía dornido, así que se acercó y zarandeándolo comentó:

-¡Que te quedas sobado, Arnold!

Seguidamente salió en dirección al comedor.

Arnold se despertó sobresaltado, debido al grito recibido por parte de Ithan, al cual vio salir rápidamente de la habitación. -Oh…esto no…-Pensó, al mismo tiempo que salía a toda prisa de la cama, yendo a asearse, echándose agua fría sobre la cara, resoplando. Volvió hasta la cama, buscando la ropa para vestirse. Estaba completamente solo, debía ser ya, muy, muy tarde. Se vistió corriendo, dando saltos a la pata coja mientras se ponía el pantalón, se abrocho la camisa lo mas deprisa que pudo y se coloco la túnica lo mejor que podía, antes de coger sus cosas y salir corriendo del dormitorio, con Thor maullándole desde la comodidad de la cama.

Entró en la habitación, acercándose a su cama y descolgando la mochila de su hombro, dejándola sobre la cama, abrió su baúl, y saco de el una rana de chocolate, de su reserva. –Vamos Thor, conmigo- dijo en voz baja, sabiendo que el gato lo escucharía desde la ventana en la que estaba. Dicho esto, y con un resoplido, volvió a la sala común.

Entro en la habitación, dejando a Thor sobre la cama, cogiendo la mochila y bajando de nuevo a la sala comun

Ithan irrumpió en la habitación, caminando hasta su baúl, el cual abrió y le echó na ojeada. Frunció el ceño ligeramente, buscando algo con la mirada, y agachandose para apartar las cosas que tapaban las de abajo. Finalmente, sonrió ligeramente, y volvó el contenido de la mochila en el baúl, dejando caer en este el contenido de las cosas necesarias para las clases, y comenzó a meter dentro otras más lúdicas y menos educativas.

Cuando acabó, removió el contenido de su baúl para allanarlo y lo cerró. Sobre la cama estaba ropa mucho más cómoda. Unos pantalones con patron militar de color grisaceo y forro interior, una camiseta de manga corta sin dibujo alguno y una sudadera negra. No tardó en cambiarse, dejando la túnica del colegio sobre la cama. Se tomó unos segundos, escribiendo algo en una nota, que guardó en uno de los bolsillos. Y recordó algo más, pues sacó del baúl un cuaderno que metió en la mochila, ademas de una pequeña caja de madera llena de carboncillos.

Y tras tenerlo todo arreglado, miró a su alrededor, comprobando que estaba solo. Se remangó, y sacó la varita, cogiendo aire. Tras comprobar una vez más que estaba solo, estiró el brazo, probando lanzar el conjuro sin decir palabra. Pero como era de suponer, todo su esfuerzo, no sirvió de nada, pues nada pasó.

Frunció el ceño, suspirando por la nariz, y bajó la varita, guardandola una vez más, recogiendo sus cosas y marchandose hacia la sala común.

Al entrar en la habitación observo con gratitud que no hay nadie.

- Bien. Perfecto. - susurro. Ahora a dormir y a esperar que mañana sea mejor día que hoy.

Joey llego al dormitorio tras el largo dia. Directamente se acostó sin cenar. No tenía mucha hambre pero si estaba medio muerto.

Aun en las escaleras, subiendo los últimos peldaños, empezó a decir a decir nombres, primero, el que le parecía mas obvio, ya que la noticia había sido mas reciente. –Esa chica, la de la biblioteca…Kendra, creo…-dijo, recordando el nombre tras un segundo de duda. –y después…Dijo, llegando junto a su cama y dejando la mochila en su baul, antes de comenzar a desvestirse. –no se…algún chico de slytherin? O…quizás…- hablaba mientras terminaba de quitarse la ropa y se ponía el pijama, ofuscado, intentando encontrar a alguien mas. –Albo cuenta?- dijo, una vez hubo terminado de ponerse el pijama y apartaba las mantas para meterse en la cama.

Ithan subió las escaleras junto a Arnold. Él no se detuvo y siguió caminando un par de pasos por delante del pelirrojo, hasta su cama, donde abrió el baul y metió la mochila dentro. Albo no tardó en pegar un salto y hacerse un ovillo en los pies de la cama. El Rubio lo miró, y le dedico una calida sonrisa, antes de desviar la atenciñon a su amigo.

- Hombre, lo de Kendra era obvio. - Rio, tapandose la boca para no despertar a los otros chicos allí. - Esa chica es genial. - añadió, sin venir a cuento, mientras se quitaba la sudadera y la camiseta. - Bueno, es de Slytherin, pero es una chica. La amiga de Kendra, Asterope. - Le explicó, ya que dudaba que recordara quien era Asterope. - La otra chica morena de Slytherin. - Acabó por explicarle, mientra se quitaba el pantalón y se ponía el pijama. Un pijama que le iba algo grande, y de un rojo bastante llamativo.

- Mañana podrías venirte conmigo a hacer algo. - le ofreció, mientras caminaba hasta el lavabo, para lavarse los dientes, asearse un poco y dirigirse a la cama, abriendola. - ¿Que me dices? - le preguntó, metiendose en la cama.