Partida Rol por web

Miro a Ed mientras va tranquilizándome y poco a poco mi expresión se suaviza hasta quedar en mi cara un gesto de alivio bastante claro. 

—Fiu... Me dejas bastante tranquilo. Ya pensaba que me iba a quedar sin amigos... otra vez —contesto, bajando la cabeza, y al poco me llama la atención la voz de Helios—. Buenos días —le digo—. Estaba hablando con Ed sobre lo de anoche... lo de haber llegado tarde. ¿Tú tampoco te has enfadado por no poder ir por mi culpa?

- ¿Quedarte sin amigos? No es tan fácil, me temo -digo sonriendo a Will al tiempo que termino de vestirme.

- Buenos días, Helios, ¿qué tal la noche? - Saludo y pregunto casi de forma automática mientras me austo la parte de la cadera de la túnica que había quedado mal.

-¿Enfadarme?.-Pregunto.-¿Por no ir a la fiesta? No, la verdad es que no me enfadé en absoluto.

Me incorporo y voy al baño a cambiarme.

-Me preocupa más lo que dijo el director sobre las mascotas.-Digo desde el baño.-Pyros es un cielo y creo que está bien atendido... Siempre procuro traerle comida y cuidarlo. ¿Lo hago mal?

Byron se desperto con el murmullo de los chicos hablando. Cuando miró el reloj, agradeció que fuese el murmullo de sus voces y no el despertador que estaba por sonar en unos minutos. Paró el despertador y se levantó.

-Buenos días a todos! - dijo algo contento.

Hoy estaba algo nervioso y contento. Nervioso por la recuperación, pues no sabía que diría la proferosa Lovegood de su hechizo, pero contento porque le salía el nivel básico. Aunque había estado practicando el nivel más difícil, no había conseguido hacerlo. Aunque tampoco debía desanimarse, sólo lo había intentado ayer.

Byron se aseó y se vistió y después se acercó a sus compañeros.

- Porqué no bajáis a la sala común?- preguntó mientras observaba que estaban todos ahí, apilotonados.- Hoy toca... Transformaciones!-recordó- Deberé prestar más atención a la ejecución del conjuro.- dijo para sí.

Christopher se despertó al escuchar a sus compañeros hablar. No les dijo nada, pero se fijó que en Isidoro, que había salido de debajo de las sábanas, no les quitaba ojo y parecía molesto.

Buenos días dijo para todos, pero acariciando a su gato, que rápidamente pareció tranquilizarse. Me levanté y me metí en el baño para ducharme. Salí con una sonrisa renovada y deseando ir a clase.

Metí los libros en la mochila y me la colgué.

¿Bajáis? ¡Os veo en el Gran comedor! dijo antes de salir

Me desperté otra vez gracias a una voz. Otra vez me quedé dormido. Rápidamente me vestí y me fui hacia el comedor de Hogwarts aun con algunas legañas en los ojos.

La confirmación de Helios y el buen humor de Byron hacen que mi sonrisa termine por brillar totalmente, ahora ya convencido de que habían sido imaginaciones mías. Asiento con la cabeza a modo de confirmación de que la respuesta me ha tranquilizado mucho y termino de peinarme frente al espejo que hay en la habitación.

—No sé, yo no entiendo de... ¿fénixes? ¿fénices? No sé cómo se dice el plural —reconozco arrugando la nariz—. Pero yo te veo cuidarlo bastante bien... como cuidaría yo a un pájaro grande. O vamos, como creo que se lo debería cuidar —me encojo de hombros—. ¿Al final fuiste a hablar con el profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas?

Las palabras de Byron sobre la clase de Transformaciones hicieron que girara la cabeza. Lo cierto es que he estado tan despistado que no recordaba que hoy hubiera de nuevo clase con la profesora Bastet.

—¿Transformaciones? ¡Mola! Me gusta mucho esa clase... Y la profesora me cayó muy bien. Quizás sea porque fue justo después de que nos echara la bronca... ya sabéis... «nuestra amiga» —enfatizo con los dedos las comillas que debería haber junto a estas dos últimas palabras—, pero me pareció muy amable. Por cierto... creo que no he terminado de asimilarlo. ¿La profesora Bastet, la profesora Green y la profesora Lange? ¿Son algún tipo de... esto... —es evidente que estoy luchando por no decir una palabra ofensiva, pero finalmente desisto y lo digo bajito— criatura... legendaria? Bueno, legendaria para los muggles.

La estela de Christopher se pierde hacia las escaleras y me giro para asentirle.

—Sí, enseguida. ¡Deberíamos hacerle caso, que siempre acabamos comiendo a las prisas! Al menos yo...

Dicho eso, voy hacia las escaleras también para hacer algo de presión y que vayan yendo. Los espero, no obstante.

— Buenos días, Byron ¿qué tal?— saludo amablemente a nuestro compañero y después veo a Christopher despertarse también — Buenos días a ti también, Jamal.

— Yo creo que lo haces bien —respondo a Helios y decido ser algo más sincero a costa de que pueda enojarse conmigo—. El problema que yo le veo es que es un ave muy grande, y no creo que la sala común, los dormitorios y una jaula sean un buen hábitat para él, aunque tampoco parece molesto por ello.

Una vez terminado de vestirme me pongo a hacer la cama observando que Helios ha ignorado mi pregunta sobre si había dormido bien, supongo que estará pensando en otras cosas.

Veo como Colin termina de desperezarse después de que mi hermano lo despertarsase, y no puedo evitar envidiar el haberme quedado dormido diez minutitos más.

— Buenos días, Colin —lo saludo cuando se levanta.

Termino de hacer mi cama y regreso a la conversación de Helios, Byron y William.

— Green sin duda, Bastet no estoy tan seguro, puede que en su afán por el transformismo haya optado por ese aspecto híbrido, y Lange no lo creo, quizás tenga herencia de alguna criatura, pero ahora mismo ni siquiera caigo en ninguna.

— Venga, vamos al comedor —añado a lo último dicho por William.

-Gracias, chicos.-Digo una vez vestido y listo.-Vamos, os acompaño.-Añado saliendo tras ellos.

-Ahora voy, preparo las clases de hoy y enseguida os alcanzo.

Dijo mientras iba a preparar su mochila. Justo después empezó a bajar dirección el comedor

Llego al dormitorio casi arrastrándome por las escaleras, en pie, sí, pero con una pesadez que nunca antes había mostrado.

En silencio avanzo hacia mi cama y me dejo caer en ella para quedar bocabajo. Pronto mi espalda comienza a moverse delatando mi llanto con ayuda de los sollozos que se pueden escuchar pese a estar apretando el rostro contra el colchón. Las piernas y los brazos también me tiemblan de pura angustia.

Lo he fastidiado todo, ya nada tine sentido... debería ir a hablar con el director para pedirle que me deje volver a casa, este es el mundo de Perry, no el mío, y no he hecho más que hacer que todo lo que era suyo se desmorone. Iría a hablar con él dirigiente del centro, pero ahora mismo no tengo fuerzas ni para bajar las escaleras, y probablemente termianse cayéndome por ellas de intentarlo.

Llego a la habitación, pero antes de entrar del todo toco sonoramente en la puerta para avisar.

—¿Ed? ¿Estás bien? —miro hacia donde él está tirado y parece llorar.

Llego tras will al dormitorio y me quedo mirando la escena sin decir nada. No quiero poner las cosas peor de lo que puede que esten.

Aun apretado bocabajo contra la cama, niego levemente con la cabeza, aunque no sé si el gesto llega a verse.

— No... ¿cómo... cómo lo voy a estar? Mi... he... he... lo he fastidiado todo... y... y... y mi hermano me... me... me odia — Logro articular entre sollozos.

Miro a Helios un momento y hago una mueca. Entonces camino hacia la cama de Ed poco a poco y me siento a sus pies.

—Ed. Tu hermano se ha pasado mucho... cuando lo vea voy a decirle cómo ha pasado realmente, y se le va a tener que quitar el enfado, porque no tiene nada de razón. ¿Cómo ibas a adivinar lo que iba a decir el profesor Longbottom? Si de adivinar solo sabemos el Leg Magiem.

El chiste es gracioso, pero pese a ello no me entran ganas de reír, en absoluto.

— No... por favor, no le digas nada a Perry... suficiente la he fastidiado ya... — sigo llorando — voy a ir a hablar con el director... le voy a pedir que me deje volver a casa... este no es mi sitio...

No me corto un pelo y le doy una auténtica colleja a mi amigo.

—Hala. Primera colleja que te llevas en este año. Espero que sea la última... —me acabo de dar cuenta de que eso me lo hacen mis padres también, y me hace gracia ver que me parezco a ellos—. No vas a ir a hablar con el director ni mucho menos, y menos aún por esta chorrada. Y sinceramente, si tu hermano se pega todo el año cabreado por esto, es que es tonto. Lo siento, pero es así. Así que mira... ¿sabes qué? Te vas a levantar, vas a ir al baño, te vas a lavar la cara y vamos a ir a buscar a Perry. Tú también vienes —señalo a Helios—. Cuantos más mejor para que vea que no tiene razón.

Cuando recibo la colleja encojo el cuello como reacción, pero no me muevo del sitio, siguiendo bocabajo en la cama.

Escucho lo que William me dice, es un buen amigo y de verdad agradezco que me apoye, pero no por ello me convence.

Al oír el plan de ir a buscar a Perry, niego con la cabeza.

— No... no quiero molestar más a Perry... suficiente he hecho ya... — en mi voz sigue escuchándose que estoy lloriqueando.

-Entonces vamos a clase.-Digo adelantándome.-Aprende, demuestra que te mereces estar aquí. Demuestra que eres más de lo que eres ahora. No por él, sino por tí mismo y a tí mismo. Si el sombrero hubiera visto que no vales no te habría metido en Ravenclaw. Serías un Huffle o un Griffindor o te habría echado sin más. Pero el te puso aquí por algo. 

Escucho llegar a Helios, no creía que hubiese subido... también es un buen amigo, igual que William.

— Yo...— empiezo dubitativo — No me merezco estar aquí... Solo estoy por mi familia... Y el sombrero... el sombrero me puso aquí porque yo se lo pedí, si no se lo hubiese pedido... me hubiese dicho que me fuese a casa, que siguiese con mi vida muggle de siempre. Perry es el que hacía magia, no yo, yo solo quería... yo solo quería ser como él — termino de contestar aún llorando.