—Helios tiene razón. Si no estuvieras hecho para ser mago, ni siquiera te habría llegado la carta de Hogwarts, ¿o te crees que las mandan por compromiso? Mi tía Etta me lo explicó: tienes que demostrar potencial mágico para que te la envíen. Si no... pues nada. Y además, yo te he visto hacer magia. Y no mal. ¡Caracoles! ¡Que hemos ganado los mismos puntos en clases!
— ¿Y... — empiezo a preguntar dubitativo y temeroso de la respuesta — ¿Y si solo me la enviaron por compromiso? Mi hermano es un buen mago, mi madre también, mis abuelos y primos... Todos menos yo... Hasta... hasta hace unos meses ni siquiera había conseguido hacer nunca magia... Perry siempre fue capaz, yo nunca, nunca hasta hace muy poco... No soy un mago, estoy aquí por error.
-Lo dudo.-Respondo.-Si estuvieras aqui por error significaría que todo el colegio ha cometido un error. Incluso que la magia que busca potencial mágico en la gente ha fallado. Y eso es muy complicado.
Hasta hace poco no podias hacer magia. ¿Y que pasa? Puedes hacerla. Eso es lo importante y es la razon por la que debes estar aqui. Solo tienes que esforzarte y confiar en nuestra ayuda.
Si nunca te esfuerzas más de lo que te has esforzado nunca llegarás más lejos de donde has ido.
—Hazle caso a Helios, que es más listo que un lince —digo, señalándolo—. Además: ¡te he visto hacer magia. Así que no digas chorradas!
— Aún así... la he fastidiado con Perry... lo he fastidiado todo — sigo lamentándome, aunque cada vez con peores argumentos.
—Bueno... ya hablaremos con Perry cuando se pueda y verás tú que se le pasa pronto el enfado. Pero ahora deberíamos ir a clase, porque si no vas, entonces no es que te vayas tú del colegio, sino que te echarán. Y yo no pienso dejar que eso pase, ¿vale? Que eres muy buen amigo. ¡Venga! ¡A clase!
¿Qué sentido tiene realmente ir a clase? No me salen la mitad de los hechizos que intentamos y he conseguido que Perry me odie. Quien ha sido mi compañero y modelo toda la vida, ahora me odia. ¿Cómo puede uno vivir con eso?
— Will... Helios... gracias pero... no voy a ir hoy a comer... ya veré si voy a clase, pero no tengo fuerzas ahora mismo para moverme.
Chasqueo la lengua con frustración y miro a Helios negando con la cabeza. Me acerco a mi cama a zancadas y rebusco entre mis cosas para coger lo que me queda de las ranas de chocolate que nos dio la profesora Bastet en la primera clase que tuvimos con ella. Se la dejo a Will en la mesa de noche.
—Bueno, visto que no hay forma de convencerte, al menos cómete alguna de estas... no es bueno que no comas nada. Te puedes quedar con el cromo que haya dentro si quieres... —suspiro y desisto, así que me voy hacia la escalera—. Bueno... yo me voy a comer, ¿te vienes, Helios?
— G...— empiezo a hablar con el tono lloroso que ahora va en aumento — Gracias... que... que aproveche— termino diciendo mientras de nuevo las lágrimas salen de mis ojos.
-Si, voy.-Digo.-Pero creo que también le voy a dar las mías.-Añado acercándome a mi cama y cogiéndolas.-Después de todo, algo le alegrarán... espero.
Dicho esto, hago una señal a Pyros, que se acerca y se sitúa al lado de Ed.
-Bueno, muchacho, te dejo a Ed.-Digo acariciándolo levemente por la cabeza.-Cuídamelo.-Le digo en tono de broma.-Está un poco triste y no le vendrá mal algo de compañía.
Dicho esto, me voy con Will.
—Vamos... —digo, algo agotado, y miro a Ed una última vez antes de salir.
Al Comedor.
Con la comida aún cayéndole por el esófago Perry llegó al dormitorio. Miró el reloj y vio con preocupación que pronto tendría clase. Había cogido algo de pan de centeno, queso y membrillo para que su hermano al menos comiera algo antes de acudir a su clase.
- Ed, ¿estas bien?- Era evidente que no, pues ahí estaba tumbado en la cama.- Venga, levanta y come algo. Tienes que ir a clase.- Y yo también. Le puso la mano en la espalda frotándosela en círculos calmantes.- ¿Por qué tienes que ponerte así siempre? Tienes que ser más fuerte. - Así no iba por buen camino.- Quizás..me haya pasado un poco antes, pero es que me da rabia que se enteren de lo del abuelo. Sé que no es culpa tuya que el profesor lo dijera.- Se quedó callado esperando que su hermano diera alguna señal de vida. Le recordaba a cuando había estado en coma y no quería eso para nada.-Hagamos una cosa. Una promesa.- Perry metió la cabeza por entre los brazos de Ed para que sacara la cabeza de la protección que les daba.- Yo te prometo prestarte más atención. - Ya pensaba que lo había hecho pero quizás su débil hermano nunca fuera suficiente.-Controlarme un poco más si tu me prometes que vas a ser más fuerte. Al menos un poco. - Ya se conocían como hermanos y sabían las limitaciones y defectos de cada uno. - Estoy encantado de que estés en el colegio. Eres un gran apoyo para mí. Juntos aguantaremos lo que sea.- Incluso que nos comparen con el abuelo. Volvió a mirar el reloj con preocupación. No podemos permitirnos perder más puntos.
Te advierto que el pan de centeno sabe a rayos :P, lo probé el otro día en la realidad.
Escucho llegar a Helios, no creía que hubiese subido... también es un buen amigo, igual que William.
Al escuchar entrar a alguien en la habitación agudizo el oído, por la forma de caminar identifico rápidamente a Perry, pero soy incapaz siquiera de saludarlo, es evidente que viene a por algo y que enseguida se marchará, me odia.
Cuando empieza a hablar se me encoje el corazón, ¿qué puedo decirle? es el hermano perfecto, aunque la he fastidiado, sigue viniendo a animarme, y no contento con eso hasta me pide disculpas.
— Pe... Perry... yo...—empiezo a decir casi sin voz y en ese momento mi hermano mete la cabeza entre mis brazos, como reaccion lo abrazo con fuerza y lloro con más fuerza.
— Lo siento, lo siento muchísimo —sigo apretándolo con mi débil fuerza, tengo miedo de que me aleje, por lo que intento aferrarme tanto a él que no puede hacerlo. Durante un momento me planteo cómo sería todo si no estuviese Perry, y la mera idea me aterra.
— Y... no digas tonterías... no tienes que prometerme nada... no has hecho nada malo. Yo.. yo... yo... te prometo que intentaré ser más fuerte... e intentaré no fastidiarlo todo— continúo diciendo entre sollozos ahogados contra mi hermano.
«Si pudiese, lo que haría sería hacerme pasar por sordomudo y así no tendría que hablar. Así no tendría nada que fastidiar».
- Venga, pulpejo, sécate esas lágrimas, lávate la cara y come algo. No debes llegar tarde a tu clase. - Le sonrió amablemente mientras trataba de quitárselo de encima con esos brazos como con ventosas. -No vas a fastidiar nada, Ed, todo lo contrario. ¿Vamos a clase?- Miró a su hermano con complicidad.
Aún con los ojos muy rojos por las lágrimas acepto a separarme de mi hermano y asiento con la cabeza.
— Gracias— digo sin sespecificar por qué, Perry ya sabe que me refiero a que se preocupe tanto por mi.
Después de decir eso, tomo el pan de centeno. Mi primer impulso es escupirlo, sabe realmente mal, pero ya la he fastidiado lo suficiente como para encima no agradecer a mi hermano que me haya traído algo de comer.
— Está rico —miento tan bien como puedo y me pongo en pie y me dirijo al baño para lavarme un poco la cara. Al salir todavía se ven rastros de que me he pegado una buena llantina, y mi gesto aún no es totalmente normal, pero desde luego las lásgrimas ya han cesado.
Miró a su hermano, con aquellos ojos rojos irritados pro la llantina que contrastaban con el azul cristalino que les nvenía de familia.
Eres demasiado bueno, Ed.- La gente que eran tan buena solía pasarlo mal. Hasta que al pobre no le saliera cayo frente a la adversidad, Perry tendría que ser fuerte por los dos. Pero no quería mimarlo demasiado aunque quizás hubiera sido demasiado duro. Para Edward haberse separado tanto tiempo de los padres debía haber sido muy penoso. Ya parecía que podía ir solo, así que Perry le acompañó un rato y luego se despidió o no llegaría a clase.
- ¡Muak!- Le dio un sonoro beso.- Luego me cuentas que tal la clase, ¿ok? No te atormentes demasiado si no te sale del todo como esperas. Suficiente con que vayas y lo intentes.- Pero si encima le saliera el conjuro Perry sería el hermano mayor más orgulloso del mundo. Aunque esto último se lo ahorró para no presionar al frágil Ed. Antes de perderse de vista se volvió un segundo.
- Ah y dale las gracias a Will también. Se preocupa mucho por ti. ¡Nos vemos luego!
A clase.
Byron estaba enfadado consigo mismo. Iba a tener que hacer algo con sus despiste y de manera urgente. Sacó la varita y volvió a practicar el sonitus, esperando que el sonido de la solas lograra relajarlo antes de ir a dormir.
- Sonitus.-Dijo con un leve suspiro de su voz. Se arrebujó en la cama hasta quedarse dormido.
Motivo: Sonitus
Dificultad: 20
Habilidad: 5+8
Tirada: 1 4 6
Total: 4 +5 +8 = 17 Fracaso
Colin se consideraba tímido pero aquel chico de primero, Byron era realmente escurridizo. Le hubiera gustado ayudarle con el conjuro pero si el chico no lo pedía poco podía hacer él. Se puso su pijama y se metió en la cama.
¿Dónde estarían Perry y los demás?
A dormir
Llego al dormitorio y de nuevo vuelvo a ver que falta Ed, pero no solo él: también Helios, Perry y Christopher. Solo veo a Colin y a Byron. Me resulta extraño y me pregunto si quizás ha habido otra fiesta de la que no me he enterado... Me meto en la cama con la preocupación recuperada y la comida a medio tragar. Me tapo y sin decir nada, espero poder dormirme para mañana ver si el día será mejor o, como parece augurar esta noche tan extraña, aún peor.
Ya en el dormitorio le extraño no ver a Edward hablando en susurros con Will o tumbado en su cama durmiendo plácidamente. Solía dormir como un lirón después de haber estado llorando. Arrugó el ceño con algo de preocupación. ¿Estaría bien su hermano? Cuando le había dejado parecía ya restablecido.
- Buenas noches chicos.- Se despidió de la sala, se cambió al pijama y se quedó tumbado en la cama con los ojos abiertos pensando en sus cosas. Mañana sería un día interesante, comenzaba las clases optativas. Se dio cuenta de que coincidiría en Artes Quimméricas con Mircea y se alegró por ello. Poco a poco fue cayendo en un sueño más y más profundo.