Partida Rol por web

- ¡Auch!- Perry se levantó con un terrible dolor de cuello. Sus cervicales crujían por haberse quedado dormido toda la noche en mala postura. Inmediatamente miró a la cama de Ed y se relajó al ver que allí estaba, durmiendo como un angelico. Pero, ¿dónde se metían todas las noches?Iba a tener que hablar seriamente con él. Los de primero tienen clase los sábados por la mañana al contrario que los de segundo.

Se acercó a la cama de su hermano viendo como Will le zarandeaba y lo despertaba. Su falta de sueño era evidente.

- Ed, ¿estas bien? ¡Qué tienes clase! Si no llegaras tan tarde por las noches....Tienes que dormir más para recuperarte bien.

—Tuve que ir a la enfermería — respondo a mi hermano mientras  me pongo en pie y me quito rápidamente el pijama, no me va a dar tiempo para ducharme, aunque me duché anoche, por lo que no debería estar demasiado sucio —. En clase de duelo me hirieron de nuevo, nos tuvieron a Will y a mi hasta las tantas ahí, y luego entre cenar y ducharme para quitarme arroz del pelo por cortesía de Christopher...

Mientras me estoy aún adecentando escucho a los Ward discutir, como siempre, por sus cosas. Son discusiones amables, pero igualmente a veces pienso que le dan demasiadas vueltas a todo. Tiene guasa que yo piense esto, y me lo planteo, pero la cuestión es que estamos todos despiertos y nos dará tiempo a llegar a clase.

—Bueno, no seas así con Christopher. Estaba intentando integrarnos... de forma un poco desagradable, sí, pero no se lo tomes tan a mal. Y al menos llegamos a clase y has descansado un poco, ¿no? Pues venga, ¡a desayunar! —concluyo al terminar de colocarme el flequillo y ponerme la túnica para bajar al desayuno. Cuando estoy cerca de la puerta me doy cuenta de algo.

—¡Caracoles! ¡La escoba! —voy hacia mis cosas y cojo la escoba que me compró la tía Etta. La miro con algo de miedo y admiración a partes iguales. Si hay algo que seguramente se me dará fatal será volar en escoba: soy muy torpe. Suspiro con el pensamiento, porque a fin de cuentas me tengo que resignar a que es una clase más, y me giro entonces, haciendo gestos a los compañeros, para que nos dirijamos al Comedor.

— Espera, Will— digo mientras subo los pantalones por mis piernas y cojo la túnica para echarmela por encima mientras avanzo hasta su posición, una vez lo alcanzo me giro hacia el resto nervioso aún por haberme dormido.

— Venga, chicos, vamos a desayunar— de nuevo me vuelvo hacia Will —. Y muchas gracias por despertarme, si no lo llegas a hacer...

Perry siguió a Will y a su hermano para ir a desayunar.

-Esperadme chicos.-Digo levantandome y vistiéndome a la carrera para irme a desayunar.

Perry llegó al dormitorio rebuscando en su mochila. Pergaminos, tinta, la pluma y un libro. Se fue directo a cambiarse al pijama y saludo a Gladius que se frotaba entre sus piernas.

- ¿Qué hay?

Se puso a escribir sentado en la cama, con las piernas cruzadas.

Byron llegó silencioso al dormitorio. Musitó un "Buenas noches" y se cambió para meterse en la cama. Se quedó dormido casi inmediatamente

- Buenas noches Perry.- Le dijo a su amigo que parecía liado también con la redacción de CCM.- Yo estuve abajo haciendo la del ciempiés. Por fin domingo mañana. 

El chaval negro llegó limpiándose el sudor de la frente con la manga de su túnica. Soltó la mochila al lado del baúl y se desprendió del uniforme rápidamente. Se puso un pijama y entró en el baño.

Al salir, ya como una persona decente, se sentó en la cama. Le hubiera gustado hablar con sus compañeros, pero estaba un poco cansado y los ojos le lloraban de sueño.

Bueee... Buenas noches, chicos

Llego al dormitorio con la boca aún llena de bollo y la respiración agitada. Tengo las manos sucias, y corro al baño mientras saludo a todo el que me encuentro con la boca llenísima y las manos brillando de azúcar. En el baño termino de tragar y bebo agua del mismo grifo. Me lavo la cara por si se me hubieran quedado restos de comida y salgo de nuevo para ponerme el pijama y meterme en la cama.

—Hasta mañana, chicos —digo para todos, con la voz algo tomada porque aún noto la comida bajando por mi esófago. ¿Me sentará mal? Espero que no. Espero a que Ed se ponga en la cama de al lado como siempre y le dedico el habitual guiño de ojos de por las noches.

Junto con William llego yo también en una situación parecida, aunque yo he terminado de tragar hace un rato, ya que he cogido menos comida, pero aun así he terminado muy cansado de subir todas las escaleras. Eso unido a no haber bebido nada hace que tenga que entrar a prisa al baño siguiendo a mi amigo para lavarme las manos y beber algo de agua.

Río un poco por estar haciendo lo mismo que William y al igual que él acudo a la cama.

Al desvestirme, como siempre, queda visible la tremenda cicatriz de mi espalda, que queda cubierta unos segundos después por el pijama. Una vez vestido con la ropa de cama me meto bajo las sábanas.

— Buenas noches, hasta mañana, chicos — me despdio en general de todos, pero particularmente de mi amigo y de mi hermano.

Cierro los ojos durante unos segundos, sé que no tardaré demasiado en dormrime, ha sido un día agetreado.

Amanecer del Día 7

Domingo

Tercera Semana del mes de Octubre

Acostumbrado ya al ritmo de las clases y a mantener un horario fijo, abro los ojos poco más tarde que cuando habría de haberlo hecho para acudir a desayunar un día normal de clase. No obstante, hoy me lo tomo con más calma.

Bostezo y muevo los dedos de los pies haciendo que la manta se mueva sobre ellos, después me giro hacia un lado para ver a mi hermano aún durmiendo, para un segundo después girarme hacia mi amigo y sonreír de igual modo.

De pronto algo se abalanza sobre mi, inicialmente me pego un buen susto aunque después reconozco a Gladius, nuestro gato al que acaricio con cariño.

— Buenos días, Gladius— saludo al felino un par de veces hasta que este decide que es mejor idea bajarse de la cama y me vuelve a dejar solo en esta. Me tomo unos segundos más y entonces, con lentitud, me incorporo quedando sentado en la cama durante un rato hasta que finalmente me atrevo a poner los pies sobre el frío suelo y doy un pequeño respingo al sentir el contacto. Algunas personas dicen que para evitar estas situaciones es bueno dormir con calcetines, pero personalmente me niego, los pies también tienen que estar al aire un poco, por lo que no es buena idea tenerlos enfunudados sin darles ningún respiro.

Me miro mis huesudos y delgados dedos mientras los muevo arriba y abajo haciéndome algo de gracia, mis dedos son muy raros, y bastante feos, antes del accidente los tenía algo más rechonchos y tenían más gracia que ahora, aunque desde que llegué a la escuela hasta ahora he cogido algo más de peso.

Después de otro buen rato de perderme en mis propios pensamientos, me pongo en pie con lentitud y decido ir a darme una ducha con calma, así que me quito el pijama quedando tan solo en calzoncillos, cojo una muda limpia y acudohacia el baño descalzo con pasos lentos y silencosos debido a la amortiguación propia de la planta d elos pies. Lamentablemente la horrible cicatriz de mi espalda no se ha evaporado por arte de magia. Es curioso que siendo la magia tan poderosa como es, mi madre no intentase quitármela.

Una vez llego a las duchas enciendo el agua caliente para que empieza a correr mientras me quedo delante del espejo del lavabo mirando mi delgado y enfermizo torso, un escalofrío me recorre al verme, a estas alturas debería haberme recuperado más, pero sigo pareciendo un esqueleto andante.

Aunque mis ojos se abren casi por instinto a la hora acostumbrada, el recuerdo de que es domingo enseguida vuelve a arroparme como las mantas que tengo encima y duermo más hasta que noto ruidos a mi lado, en la cama de Ed. Con los ojos entreabiertos distingo al gato de los Ward saltando de la cama, y luego a mi amigo levantándose para ir al baño. Lo sigo con la mirada y entonces veo que tiene una cicatriz muy grande en la espalda en la que no me había fijado hasta ahora. ¿Estaba enfermo de alguna cosa o había sido un accidente? Preocupado, me incorporo justo cuando él entra al baño y miro a los demás, que parecen dormir aún. Me rasco la cabeza y bostezo, esforzándome por no hacer ruido al hacerlo, preguntándome si será buena idea seguir a Ed a los baños* para saludarlo cuando él parece creerse solo.

Acabo decidiendo que, a fin de cuentas, también tengo que ir... aunque me da cosa que piense que solo estoy cotilleando, o se sienta mal. Sin embargo, acabo decidiendo que si se ha desvestido en el cuarto debe no sentirse demasiado intimidado por la idea de que los demás puedan ver sus cicatrices, y es que encima no me aguanto el pis. Me levanto, y mis calcetines resbalan un poco con el suelo mientras bostezo una vez más. Me coloco las zapatillas y en el mismo pijama me acerco al baño.

Abro con algo de timidez y encuentro a Ed frente al espejo, esperando a que se caliente el agua en una de las duchas. La luz del interior de los baños me deslumbra un poco y lo saludo con la voz pastosa y algo ronca.

—Muenos días... —digo, moviendo la mano y entrando rápidamente para cerrar la puerta tras de mí y que no haya corriente—. ¿No tienes frío así? —me acerco al lavabo y le doy un par de palmadas en el hombro al pasar a su lado. Abro el grifo rápidamente para beber un poco de agua que me quite la sensación de la boca pastosa y aprovecho la mano empapada de agua fría para pasármela por la cara y despertarme un poco más—. Dios... me estoy meando... —me meto en uno de los cubículos y lo cierro sin pasarle el pestillo a sabiendas de que nadie va a meterse.

Colin se despertó como un resorte. ¡Por fin había llegado el domingo y tenía muchas cosas y planes que hacer! Además, tenía que seguir trabajando en las clases y aún le quedaba mucho de aquel trabajo por realizar.

Así que tratando de no hacer ruido y sin despertar a nadie, se levantó en silencio, se lavó un poco la cara y se fue corriendo al Gran Comedor a desayunar.

Cuando la puerta se abre me giro para ver entrar a William embutido en su pijama, lo miro y sonrío.

— Buenos días, Will— le digo a mi amigo con alegría antes de negar con la cabeza y volver a mirar hacia el espejo.

— Un poco, pero bueno, espero que no tarde mucho en salir agua caliente o terminaré resfriado, debería haberme venido con el pijama— bajo la mirada por mi cuerpo a través del espejo, las costillas se me marcan por todo el pecho y en la cintura, sobre mis blancos calzoncillos decorados con dibujos de cocodrilos también se me marcan los huesos de la pélbis, sobresaliendo de la cintura. Después vuelvo a elevar la mirada hasta toparme con los ojos de Will reflejados en el espejo antes de que este pase a beber un poco de agua.

No puedo evitar reír un poco cuando dice que se está meando tanto, y lo sigo con la mirada hasta que se mete en uno de los cubículos. Me percato de que no pone el pestillo, lo cierto es que yo tengo serias dificultades para hacer mis necesidades en público, aunque por la costumbre que voy adquiriendo de estar en esta escuela, poco a poco me voy haciendo más a la idea y mis esfínteres siguen mis órdenes con mayor facilidad. El sonido de la orina cayendo sobre el agua hace que me entren a mi también ganas de pasar por el baño, pero como me demore mucho más en entrar en el agua voy a ponerme malo.

— ¿Qué tal has dormido?— pregunto a mi amigo mientras abandono mi posición frente al lavabo para acercarme a las duchas y meter la mano. Una vez comprobada su temperatura, meto un pie dentro y después lo sigue el resto de mi cuerpo. Tiemblo levemente ante el contacto con el agua caliente, pero me siento reconfortado por su temperatura.

— Y hoy toca recuperación de duelo...— comento alzando la voz para que William pueda oirme por encima del sonido del agua cayendo en la ducha. No estoy acostumbrado a tener que ir a ninguna recuperación de ninguna clase, y me siento totalmente estúpido por tener que ir a una.

Fue la vejiga a punto de explotar lo que hizo levantarse a Byron. Al parecer no era el único pues cuando llegó al baño allí estaban ya despiertos Edward y Will.

- Buenos días.- Les susurró, no se sabe si por no despertar a los demás o si era su tono habitual de voz. No pudo evitar escuchar las últimas palabras de Edward acerca de las recuperaciones.- A primera hora se puede ir a repetir la clase de vuelo. - Sabía que Ed la había pasado sin problemas pero Will, al igual que Byron, bueno no tan desastrosamente, tampoco había tenido mucho éxito. - ¿Vas a ir, William?- Le dijo aguantando la respiración para evitar los efluvios de su propia orina. A él no le apetecía nada. De hecho sólo pensarlo y se le quitaban las ganas de desayunar.

—Pues corre adentro, corre —le insto mientras estoy terminando de orinar—. No cojas demasiado frío. Yo he dormido bien, ¿y tú? Viene genial esto de poder despertarte sin hora, ¿eh? —me aseguro de evitar que me quede algo que pueda mojarme el pantalón y una vez terminado salgo del cubículo y saludo a Byron—. Hola, Byron, buenos días. Yo tendría que ir a las dos recuperaciones, así que si quieres vamos juntos a la de vuelo —le comento señalándolo—. A la de duelo también tienes que ir tú, ¿no, Ed?

- Perfecto. Voy a desayunar.- Le dijo al Will y se despidió de los dos inseparables amigos con un leve gesto con el brazo. Al menos yendo acompañado le apetecería más. No dijo más y se fue a poner la ropa en silencio. tan sólo se paró para limpiar el cristal de las gafas con la camiseta del pijama.