Partida Rol por web

Era la primera vez que Amon entraba en enfermería, pero pasó desapercibido y vio como eran atendidos. Se fue a por una de las sillas para sentarse, pero entonces escuchó a Daphne- ¿No te quedas, Daph? -la pregunté antes de ir para sentarme cerca de donde habían puesto a Morpho.

Sí, me parece que sí jovencito. Los rasguños los curo ahora en un momento, pero para que les deje de doler los golpes tendrán que esperar a que la pomada haga efecto, dijo contestando a Cassius.

Adiós, pequeña, adiós, despidió a la pequeña Hufflepuff.

Ahora estaros quietos, murmuró cuando estuvo primero al lado de la cama de Morpho y después al lado de la de Oliver. Con un movimiento de varita y sin ninguna palabra aparente surgiendo de su boca, cerró los cortes que tenían los chicos.

La enfermera Wainscott os aplicará la pomada. Vuelvo en un rato para ver como vais, anunció la enfermera antes de reunirse de nuevo con la chica del brote alérgico.

Sara llegó a la enfermería con intención de ver a Oliver, pero se quedó mirándolo todo. Tenía el mismo aspecto que la enfermería de su orfanato, y eso la produjo un repelús. Se acercó a la cama de su compañero frotándose los brazos.

¡Oliver! ¿Cómo estás? Es una pena que no hayas podido esquivar el ataque. ¡Y eso que te avisé! dijo dándole pequeños golpes en la pierna.

Oliver se tumbó en la camilla, tal y como la señora Pomfrey le indicó, algo contrariado con tener que quedarse allí tanto tiempo- ¡Pero si no ha sido para tanto!¿En serio tenemos que quedarnos tanto tiempo?

Estaba seguro de que nunca en toda su vida había pasado tanto tiempo quieto en la misma posición. Y es que la hiperactividad de Oliver no se llevaba bien con su reposo. Miró a sus amigos, dedicándoles una media sonrisa, agitando una mano en el aire- Te veo luego, Daphne... Gracias... - dije a Daphne, aunque fue Cassius quien le sorprendió reiterando que se quedaba.

Le sonrió abiertamente, encantado con el gesto - Gracias por quedarte, Cass... - le dijo al Slytherin, contento de que al menos se quedara un rostro amigo. Con Amon no tenía tanta confianza y estaba seguro de que se aburriría más.

Fue entonces cuando Sara hizo su aparición en escena, dejándolo sencillamente boquiabierto- Sa... Sara... Si.. Estoy bien, no te preocupes... No ha sido nada... Es que... ¡Me diste con mucha fuerza! ¡Te salio superbien!

No quería que Sara se preocupara ni se sintiera culpable por haberme hecho daño. Bastante me había costado ya limar las asperezas despues de la paranoia que le habia dado el año anterior con que le había  arañado.

Al menos agradeció que los golpecitos fueran en la pierna, y no en el brazo.

-Vaya forma de empezar el curso, ¿eh? -dijo Amon- a este paso te vamos a tildar de pupas -bromeó con Morpho- aunque en realidad el que pasa más tiempo aquí es Cassius...

Mata un Gato y te llamarán matagatos... Se queja, cuando Amon dice que quien pasa mas tiempo alli es Cassius. Que conste que de las cuatro ultimas veces, tres fueron para acompañaros... Bueno, mas bien a los Huffies.

De nada, Oliver. Se recuesta en la silla, poniendola a dos patas y balanceandose, como siempre, tentanto a la suerte. Me alegra veros por aqui... ¿Como fue el verano? Lo cierto es que esperabamos que la primera clase de duelo fuera con los gatos o las aguilas... Se encoje de hombros. Si esperaba que fuera aquellas clases era por un motivo evidente, queria algo de bronca para comenzar el curso.

Bueno... contadnos... ¿Como son vuestros compañeros de primer curso?

No está de más recibir alguna vez algún susto, de ese modo no caes una segunda vez en lo mismo, aunque a veces, como es el caso, el contrincante haya lanzado mejor su carta - le dije bromeando.

Esta te la guardo, o mejor aún, la pagaré con un gryffindor - terminé de decir son sorna.

Espero que la otra enfermera sea igual de válida, porque sino...

-Es verdad, la última vez vinimos con Ardeen, en el baile, ¿Te acuerdas? - dijo, aunque no tenía muy claro si en aquella ocasión Cassius les había acompañado o no.

Se acomodó entonces, esperando a que lo antendieran, notando aún ese pinchazo en el brazo que hacía que de vez en cuando se le escapara una expresión de dolor, encubierta por su perenne sonrisa.

-Pueeees, el verano bien... Estuvimos con mi hermano y mis padres en la playa, en casa de mis abuelos... ¡Fue divertidisimo! ¿Tú que hiciste? ¿Te gusto mi postal? -dijo, con su actual hiperactividad, casi sin respirar al hacer las preguntas.

Y fue entonces cuando Cassius le habló de clase de duelo y de los nuevos- Oh, ya ves... Yo quería ver a nuestro amigo Noah... ¡Hubiera sido divertidisimo! -aún no había superado sus deseos de venganza contra el Gryffindor por su traición el año anterior, algo a todas luces imperdonable para él. Y, cuando le preguntó por los nuevos, se encogió de hombros, sonriente- Pueeees... Son muy majos, o eso parece... ¡Casi todos son extranjeros! Hay un chico español, creo, otro que es de cerca de Mir... y parecen majos, vaya... ¡Al menos ya no soy el único que se hincha a comer en los desayunos! ¿Cómo son los vuestros? ¿Son simpáticos?

La enfermería en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería está dirigida por Madame Poppy Pomfrey. Los estudiantes (y, presumiblemente, el personal) que sufren accidentes y lesiones durante el año escolar son enviados o llevados a la enfermería para ser curados. La enfermería está bien equipada para hacer frente a todo tipo de lesiones mágicas o mundanas, desde fracturas hasta renovación de huesos. Sólo en casos más graves los pacientes son enviados al Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas para tratamiento adicional.

Mircea entró junto a Ardeen. El chico iba tratando de esconder las molestias pero a cada paso se le veía apretar los dientes. Ojala estuvieran allí solo para visitar a sus amigos, pero en realidad iban para ser atendidos también.

Hola chicos, saludó el rumano. Me parece que Ardeen ha aprendido demasiado bien el hechizo, dijo guiñándole un ojo a Oliver. ¿Como os encontráis?

Cuando Pomfrey le atendió, hablo con ella en voz baja. La enfermera asintió con la cabeza y le llevo a una camilla donde tenía colocado un biombo.

Vaya, el primer día y casi se me llena la enfermería, anunció Pomfrey. ¿Venís de visita o también habéis salido malparados de duelo?

La enfermera vio el corte que tenía Ardeen en el brazo y con un hechizo se lo curo. Ya ves que rápido, sonrió la enfermera.

Cuando atendió el chico, éste le comentó lo que pasaba. Aja. Sí, no pasa nada. Ven conmigo jovencito.

Vaya, se le oyó decir a Poppy. Aguanta un momento, comentó antes de salir y volver a entrar con la misma pomada que había usado con Oliver y Morpho.

Hola - contesté.

Esperando a que pase el tiempo para salir de aquí, no me gusta estar en la enfermería, es para débiles.

Mircea salió de detrás del biombo, ajustándose la túnica con una mano y tratando de colocarse correctamente la corbata con la otra. Gracias Madame Pomfrey.

Se sentó en una de las sillas, quedándose en el borde y evitando apoyarse sobre su espalda. Hasta que llegara la hora de la comida le tocaba quedarse allí, como Oliver y Morpho.

-Bueno, creo que va siendo la hora de comer -dijo Amon mientras se levantaba de la silla- Señora Pomfrey, ¿podemos volver ya a comer y a clase?

Sí, sí, el conjuro me salio muy bien dijo contenta la muchacha. ¡Lo que no te salió bien fue esquivarlo! Tienes que ser más rápido, Oli dijo volviendo a darle golpecitos en las piernas. Estaba muy claro que no se sentía mal por haberle atacado. En todo caso, no le gustaba ver a sus compañeros en la enfermería.

Al ver a entrar a Ardeen, dejó a Oliver y se fue corriendo con ella.

¡Ardeen! ¿Qué te ha pasado? preguntó angustiada, cogiendo de la mano a la muchacha. Pero vio que no era nada y se tranquilizó. Miró quien la acompañaba y sonrió a Mircea, viendo sus arañazos. Una mirada de complicidad se cruzó entre las dos muchachas.

Así que esta es la venganza por haberte pegado el año pasado... pensó Sara, consciente de lo que le había dicho Ardeen al principios del verano.

Si te molesta, vuelve, ¿de acuerdo?, preguntó a Mircea. Esperó a que éste se lo prometiera antes de continuar con sus labores.

La niña de sexto no parecía recuperarse. Esperaba no tener que pedir su traslado a San Mungo. Era lo que pasaba cuando un alumno trataba de usar un hechizo sobre sí mismo cuando solo debía usarse con animales...

Sí, ya os podéis marchar, sonrió Poppy a Amon, tras revisar el brazo de Oliver y la pierna de Morpho.

Espero no volveros a ver por aquí en todo el curso, comentó en tono maternal.

Haciendo la primera promesa que seguramente no sería capaz de cumplir, el chico se levantó de su asiento. No quería tener que pasarse toda el curso volviendo día a día a la enfermería por algo que no tenía remedio.

Gracias Madame Pomfrey, se despidió Mircea.

Me marché de aquel lugar, no sin antes asentir a la enfermera, como dándole las gracias.

Hay que ir a comer, vamos - les dije.

Se puso ambas manos en la tripa cuando ésta empezó a rugir, asintió a Morpho y sonrió y se fue de la enfermería- hasta otra, señora Pompfrey.