Partida Rol por web

Luego de vagar buen rato y pasear por el castillo, Edward decide ir a sus aposentos pero al llegar encuentra un escenario bastante interesante.

-Hola Amon, ¿que hechizo están practicando?- preguntó suponiendo que estaban ejecutando uno al ver las varitas en mano.

Al ver a Amon, Sam sonrió abiertamente. Se acercó hasta una silla próxima a él para sentarse

Leg Magiem, de la clase de adivinación. Arthur acaba de enseñar a James el conjuro Sonitus, porque no llegó a la primera clase. contestó Sam a Amon.

Poco después, entró Edward entró en la Sala Común

Y dice "Hola Amon". El resto debe ser que somos invisibles piensa Sam sin modificar un ápice el gesto de su cara

Sam, ¿me dejas tu libro para practicar el hechizo? Es que no tengo ganas de subir a la habitación.

Sam miró su libro. Las letras ya estaban desapareciendo

Toma James. Practica

Arthur apareció bajando la escalinata que conducía al dormitorio masculino. El muchacho alzó una ceja al ver la pequeña reunión que se había organizado en su ausencia.

-Vaya, hola. ¿Vosotros también estáis interesados en practicar un rato? -inquirió mientras volvía a ocupar un sitio en el sofá y dejaba el libro de adivinación abierto sobre la mesa central, frente a si.

-No está de mas recordarlo de vez en cuando...

Arthur alzó de nuevo su varita y, siguiendo las indicaciones de Sam, la agitó en un pequeño círculo y tocó con su extremo la primera página, ahora en blanco.

-Leg magiem -masculló con mirada atenta.

La página seguía en blanco y Arthur bufó desconcertado, pero cuando se recostó sobre el sofá pudo ver por el rabillo del ojo que unos símbolos de tinta negra comenzaban a manifestarse sobre el fondo blanco, formando palabras.

-Vaya, ¿qué os parece? -dijo satisfecho- no es que vaya a salvarme la vida pero sigue siendo un hechizo...

Sam se levantó

No es un conjuro interesante dije mientras me guardaba la varita

Me voy a la biblioteca. Acabo de recordar el trabajo que hay que hacer para la clase de Criaturas mágicas. Y creo que no estará tan lleno como ayer.

James, practica con mi libro si quieres, ya te le pediré cuando te vea

Se acercó a la puerta y se giró

¿Alguien viene?

-Gracias, Sam, pero yo lo dejaré correr por el momento... -declaró Arthur con un gesto despreocupado de la mano- aún hay tiempo y ahora mismo no me apetece.

El chico comenzó recogió su libro de la mesa y se encaminó hacia la escalinata de nuevo para guardarlo en su baúl.

-Nos veremos por la noche en el gran comedor, entonces -se despidió antes de desaparecer por el hueco.

Yo ya hice el trabajo ese mismo día, pero si quieres te acompaño. Todavía es pronto y aquí no hacemos nada...

Cojo el libro de Sam y apuntando con la varita digo:

Leg Magiem.

Veo como de forma instantánea aparece las letras del libro.

No está mal.

Escucho a Sam decir quien va con ella a hacer el trabajo de Criaturas Mágicas.

Espera Sam, voy contigo - digo recogiendo todas las cosas y devolviéndole el libro.

Cuando pasó por allí abajo ya no veía a niguno de sus compañeros, posiblemente hubieran ido ya al gran comedor, de modo que sin más preámbulo se dispuso a reunirse con ellos.

Arthur pasó por allí sin entretenerse. Tenía sueño. En cualquier caso solo encontró a un par de chicas de segundo que cuchicheaban y reían como bobas en uno de los sofás. Odiaba que hicieran eso. Ellas ni siquiera le prestaron atención y él se introdujo en el hueco de la escalera, directo a su confortable camastro.

Luego de un rato con los muchachos, Edward escuchaba como las tripas reñían dentro, debido a la falta de combustible, por lo que antes que nadie, el joven se levanta y dice -Señores, salgo para el comedor, que ya tengo hambre-

Me había vuelto a quedar un tanto ido, asique decidí subirme a dormir directamente

-Buenas noches -dije a los que quedaban presentes mientras subia a los dormitorios

Sam llegó a la sala común. Recogió el libro de adivinación que había dejado allí y se fue al dormitorio a dormir

Veo que la Sala Común está muy solitaria al entrar, así que sin detener el ritmo, subo las escaleras que llevan al dormitorio masculino.

Uff, que cansado que estoy.

como esperaba no había nadie a estas horas de la mañana en la sala común, asique me fui al comedor a desayunar tranquiiiilamente

Al bajar, encontré aquella sala desolada, al parecer Amon se había adelantado y los demás no se levantaban aun, por lo que tome la dirección a la salida para ir directo al comedor.

En la sala habían solo un par de chicas (las mismas de la otra noche), esperando a alguien...

Arthur cruzó la sala directo a la salida. ¡Era hora de desayunar!