Partida Rol por web

Tras un rato despatarrado en el sofá decidí ir hacia la cristalera. Apoyé las manos en el cristal y observé todo el movimiento bajo el Lago Negro, con el calamar gigante y los otros seres, algunos de los cuales me asustaban.

Tras un rato así y un gran bostezo, decidí que era hora de irme a descansar, hoy había sido un día un poco frustrante

-AlaRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRmir -dije mientras subía por las escaleras al dormitorio.

Sam llegó a la Sala Común sin detenerse. Con un gesto de mano se despidió de los compañeros que allí estaban y, bostezando, subió a su habitación

Arthur pasó como una exhalación directo al pasadizo, fuera de la sala común. Por supuesto, allí ya no había nadie. Decidió que no pasaría por el gran comedor dado que no le quedaba tiempo suficiente para desayunar.

Al llegar a la Sala Común, veo que no hay nadie.

Supongo que estarán todos desayunando.

Tengo que ir a comer algo sin demorarme - pensé mientras me notaba el gusanillo en el estómago.

Sam bajó del dormitorio. Vio que no había nadie por allí. Sabía que quizá iba un poco justa de tiempo, pero se permitió acercarse a la ventana que daba al lago y se quedó mirando.

Al rato, decidió que ya era hora de desayunar, así que se dirigió al Gran Comedor

Sam llegó junto a Morpho y Arthur a la sala común buscando a Cassius.

Aquí tampoco está. Creo que deberíais subir a la habitación, a ver si le encontráis. Yo esperaré aquí abajo

Ufff, lo que he tardado, casi me pierdo...jeje.

Hola Sam, voy a ver si está arriba.

Llego a la Sala común y solo veo a Sam.

Hola Sam, ¿comenzamos con las clases particulares de hechizos? - digo poniendo una sonrisa.

No hay rastro de Cassius, Sam. No sé dónde se puede haber metido...

¡Buenas James!

Una vez en el interior de la sala común Arthur depositó sus libros en la mesa qe había en el centro y se acomodó en uno de ellos.

-Una clase muy gratificante, ¿no? -comentó a Los otros tres con una sonrisilla divertida- me preguntaba cuando saltaría la chispa entre esta casa y la de los leones...

Mientras Morpho subía a la habitación dirigió su atención a James.

-¿Qué asignaturas son las que tienes pendientes?, nos vendrá bien repasar un poco...

Antes siquiera de que pudieran contestarle Morpho regresaba sin noticias de Cassius.

-Quien lo diría. Parecía un chico muy formal... -comentó distraídamente mirando la chimenea apagada.

Se le habrá tragado la criatura que vive en el lago, a lo mejor dijo Sam sin darle más importancia. Cassius le caía bien, pero no llevaban ni una semana como para que le preocupase algo

Creo, James, que dijiste que faltaste a las clases del lunes, ¿verdad?

Exactamente, no pude asistir a Artes Quiméricas.

-Ese es sencillo... -dijo Arthur acomodándose en el sofá- se llama sonitus. Sirve para conjurar cualquier sonido ilusorio. Un hechizo bastante práctico...

El chico estiró un brazo y del interior de la manga sacó su varita. Le gustaba guardarla ahí, si bien resultaba algo incómodo. No le estimulaba la idea de olvdársela en cualquier lado así que solo se despegaba de ella para guardarla a cal y canto en el baúl durante la noche.

-¡Sonitus! -exclamó al tiempo que agitaba la varita tal y como les había sido impartido.

Al instante el eco de una rugiente voz resonó por toda la sala:

¡FIRME, JAMES JAKSON!

Arthur sonrió con suficiencia bajando la varita.

Tus sonidos me impresionan, Arthur dijo Sam al tiempo que se acomodaba en un sofá y sacaba su varita

¿Llegaste a ir a Adivinación? Aunque fue una pérdida de tiempo

Veo a Arthur agitar la varita de una forma especial y comienzo a imitarlo antes de pronunciar las palabras.

Así que se llama Sonitus y es para crear sonidos diferentes. Voy a ver que me gustaría que saliera.

Arthur ha sido un grito. Tal vez el aullido de un lobo quede bien.

Alzo la varita y digo:

¡Sonitus!

El aullido de un lobo se comienza a escuchar aunque el sonido era mucho más tímido que el de Arthur.

Tendré que seguir practicando.

Muchas gracias Arthur.

Me giro hacia Sam.

Sí, a Adivinación conseguí llegar y aprendí el Leg Magiem, ya solo me falta ir a tutoría para que la profesora lo veo y listo.

Por cierto, ¿seguimos buscando a Cassius?

Arthur inclinó la cabeza frente a Sam realizando una pequeña floritura con la mano que no empuñaba la varita, a modo de agradecimiento por el cumplido.

Cuando James efectuó su Sonitus le salió considerablemente bien. El eco del aullido del lobo era un sonido a la par hermoso e inquietante.

-Muy bien, James, tienes talento...

Arthur intercambió una mirada con Sam ante la propuesta de buscar a Cassius.

-A decir verdad... yo sí querría ver ese "leg magiem" que aprendísteis... -comentó un tanto incómodo- aunque no me estimula demasiado no quisiera parecer un paleto delante de la subdirectora... Además, Cassius parece ser un prófugo experimentado. Aparecerá cuando sea el momento oportuno.

Sam suspiró

En clase no conseguí que me saliera el conjuro, pero después en el lago sí. Veamos qué tal me sale ahora

Sam se levantó y se dirigió a su mochila. Cogió el libro de adivinación y lo abrió. Con un movimiento de varita, dijo

Leg Magiem y, en la página que estaba en blanco, empezó a aparecer una serie de símbolos

Bien, esta vez parece que funcionó.

Dejó caer el libro Menuda tontería de conjuro

Arthur observó detenidamente a su "tutora provisional". Por lo visto no se le daba tan mal como cabría esperar si falló en el aula.

-Aguarda. Voy a por mi libro... -dijo levantándose.

Arthur se retiró momentáneamente para recoger su libro de adivinación del baul y así de paso guardar los que había utilizado.

Entré en la sala común y me encontré a varios compañeros practicando los conjuros que no habían aprendido- Hola, ¿cómo van esas clases? -pregunté mientras buscaba un asiento libre cerca de donde estaban ellos