Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 3- Casa de Kendra Lorrimor.

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02/07/2018, 23:10
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Réquiem se había tomado la infusión durante el camino, ya sentía la calidez en su interior y el cansancio se iba apoderando cada vez más del dramaturgo. Una vez llegó a casa de Kendra Lorrimor, el poeta saludó de forma cordial – “Saludos señorita Lorrimor, me alegra verla de nuevo”

Alexei no se percató de primeras del estado de Kendra, es más, el poeta estaba cansado y solo buscaba un lugar dónde poder dormir bien. Gracias a la infusión de Sascha las preocupaciones o dudas no abordaban su mente de forma consciente, no pensaba en nada y siempre tenía la mirada perdida en un punto fijo.

- “Si no es mucho pedir… me gustaría tomar un descanso ya sea en una cama, camastro, sofá o butaca. Cualquier cosa me vendrá bien para descansar y conciliar un sueño” – era consciente que tal vez, al despertar se encontrara de nuevo en el asilo – “Lady Kendra ¿Podríais prepararme otro petate con algo de comida o una botella de agua?” – le era extraño mendigar de esa forma – “No tengo nada con que pagarte, pero… si sobrevivo se lo devolveré con creces” – su tono demostraba sinceridad absoluta.

Réquiem esperó a que todos entraran en la casa, se propuso ayudar a descargar utensilios del carruaje si había que meterlos en la casa y en uno de esos pequeños viajes se acercó a Sascha – “Gracias Sascha, gracias por ayudarme de nuevo” – una sonrisa algo apagada por el cansancio se dibujó en los labios del poeta, después de agradecerle la infusión fue al interior de la casa de Kendra.

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03/07/2018, 00:54
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Deberían dejar a la muchacha en paz.

Parecía que los demás no se daban cuenta del estado de Kendra, y no hacían más que pedir y pedir. Por mi parte, en lugar de hacer preguntas y molestar con peticiones, sólo pedí permiso con intención de apañarmelas sola.

- Necesito darme un baño. No tardaré, y te ayudaré con lo que necesites.

Antes de subir al piso de arriba, miré de soslayo a Alexei. Mostrarse tan agradecido podía ser un signo de debilidad, más de la habitual en él, o una forma de allanar el camino para seguir pidiendo cosas, como hacía con Kendra. Claro que una infusión, algo de comida y agua no era nada comparado a lo que Velkan hizo por él tras lo de la vampiresa.

Desde luego, si hubiera sabido que el pago por rescatar al pequeño de los hermanos era aquella conexión con la niebla amarilla, lo hubiera dejado en su sitio.

De repente el mundo me pareció pequeño y ridículo al pensar que había acabado al servicio de Konrad, años después de aquello.

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03/07/2018, 08:45
(CC) Konrad Mykephoros.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Cuando Konrad bajó del carruaje lo hizo con una sonrisa tranquilizadora con el objetivo de calmar la angustia de la hija del Profesor Lorrimor. Dejó que Gruñido se ocupara de los caballos y el carruaje y se dirigió sin más al interior de la casa. Una vez dentro de la casa contestó a su pregunta.

- Gheorghe y Janos están bien, pero querían hacer guardia en la prisión para controlar mejor lo que allí está sucediendo. Nosotros decidimos volver para ver cómo estabas y descansar esta noche aquí. Cuéntanos Kendra, ¿cómo ha ido todo por aquí? - El noble asintió cuando Sascha expresó su intención de darse un baño. Se lo había ganado.- Alexei, no te preocupes por el dinero, para eso estoy yo. -Alardeó, aunque no se encontraba en su mejor momento económico. Era cierto que Kendra estaba haciendo mucho por ellos, pero también que estaban allí para cumplir con las últimas voluntades de su padre, por lo que no debían sentirse avergonzados por la ayuda recibida. Como hija del Profesor Lorrimor, Kendra sólo cumplía con su deber.- Mañana al alba partiremos de nuevo a la Prisión. La investigación está bastante avanzada, pero aún queda mucho por hacer. Será mejor que descansemos lo mejor posible. No se quede toda la noche despierto hurgando entre los papeles, Doctor. Le necesitaremos mañana con la mente despejada.- Ahora que había charlado con su hermanastro pequeño no le importaba que, al despertar, Velkan volviera a aparecer en su lugar. Sascha estaba visiblemente irritada por aquella ausencia. Además, había hecho todo lo posible porque Alexei regresara a aquel terrorífico sanatorio con alguna ventaja más de como había llegado a ellos. Esperaba poder ayudarlo y volver a formar una familia en condiciones.- Gruñido, tú también te has ganado un buen descanso en una cama.- El pobre cochero había estado de guardia en el exterior de la prisión con la sola compañía de sus propios pensamientos, unas ratas y siniestros ruidos que hubieran atemorizado a cualquiera.- Kendra, hemos traído algunas cosas de la prisión para guardar aquí hasta que decidamos qué hacer con ellas. Están en el carro, mañana las descargaremos.

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03/07/2018, 23:13
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

La voz de su hermano mayor llegó a sus oídos, el demacrado poeta se giró para observar al señor de la familia Mykephoros. Las ojeras del bardo eran visibles, su rostro algo decaído por sus facciones resentidas ante los últimos acontecimientos, reflejaban una aura bastante pésima.

Alexei escuchó la conversación que tenían los presentes con la señorita Kendra Lorrimor, miró a Sascha antes que pidiera permiso para darse un baño. La mente del dramaturgo meditó esa opción – “También agradecería un baño, cuando Sascha termine me lo daré. Mientras ella se baña os puedo ayudar en lo que necesitéis o hasta que mis fuerzas digan basta” – otra opción era cansarse más, de esa manera podría caer rendido a los sueños y dejar al destino que decida su tregua mental.

Se separó un poco para dejar que los demás acabaran de intercambiar sus peticiones, daría vueltas a todo lo que había sucedido para intentar buscar algún tipo de conexión pero sus fuerzas físicas y mentales estaban agotadas. Dedicó unos pensamientos hacia el bárbaro llamado Velkan ¿Qué sería de él? ¿Habría logrado sobrevivir a aquella bestia? Su parte cobarde desearía que no hubiera sobrevivido para no volver a ese infierno, pero no podía dejar que ese lado le pudriera por dentro; el poeta debía de reponerse lo antes posible para hacer frente al intercambio.

<< No pasaré de esta noche… la niebla me cambiará de nuevo… >>

Se giró para mirar a su hermanastro – “Gracias Konrad, te lo agradezco” – hizo un gesto de asentimiento con la cabeza, en respeto al mayor de su familia.  

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04/07/2018, 17:58
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Kendra devolvió una sonrisa cansada a Alexei y al resto de integrantes del grupo, se alegraba de verlos y también de saber que todos estaban bien a pesar de las circunstancias, tan sólo esperaba que el Paladín y su Escudero no tuvieran problemas al pasar la noche en la prisión.

- Yo también me alegro de verlo, señorito Alexei, aunque sea en estas circunstancias. ¿Cómo le van las cosas a sus compañeros en el otro lado? ¿Han podido avanzar? - Kendra se apartó de la puerta e hizo un gesto para que todos fueran pasando al interior, no era de buena educación tenerlos allí fuera.

- Por favor, pasad dentro. Todos tenéis las habitaciones listas, podéis dormir en la que queráis y estuve preparando algo de comida por si volvíais, sólo tengo que calentarla, espero que me hagáis el honor de acompañarme a la cena. Por supuesto, esperaremos a que todos hayan descansado y se hayan aseado los que quieran, pondré a calentar agua de inmediato para el baño de Sascha y después seguiremos calentando para todo el que quiera. También prepararé un petate para usted, señorito Alexei, espero que sea de mucha utilidad allí y por supuesto no hace falta que ni usted ni el Señor Konrad me paguen nada, lo hago encantada por ayudarles, se que mi padre lo habría querido así. - No era muy rica, pero tenía suficiente para poder ejercer un poco de caridad con los necesitados y en aquel caso los colegas de su padre lo estaban.

- Gracias por su explicación Señor Konrad. ¿Estarán seguros? ¿Qué pasó en la prisión? - Tenía curiosidad por lo que habían visto allí o si había pasado algo, seguramente si pues de lo contrario los dos hombres no se habrían quedado allí. - Por supuesto Señor Konrad, pueden guardar lo que deseen en sus habitaciones, no se lo impediré. - Kendra hizo una pequeña pausa antes de responder lo que había sucedido en el pueblo durante la ausencia de los aventureros para organizar los acontecimientos. Al hablar se notaba el tono de preocupación.

- Esta mañana ha aparecido otra letra escrita con sangre en el monumento del pueblo y aunque algunos intentaron borrarlas no fueron capaces, parece cosa de brujería... Y han estado apareciendo criaturas no muertas, han atacado a algunos vecinos, pero por fortuna no hubo que lamentar muertes aún, el Sheriff ha matado varios con la ayuda del Padre Grimfurrow y han conseguido encerrar a otros en las criptas del cementerio, pero tenemos miedo que sigan apareciendo más y que puedan matar a alguien.

Mañana se celebrará una reunión en la Casa del Pueblo para tratar el asunto, la gente está temerosa y muy preocupada, no se atreven a salir a la calle a no ser que sea absolutamente necesario.

Kendra miró temerosa alrededor, tenía prisa porque todos entraran y poder cerrar la puerta, no quería que alguna de esas terribles criaturas apareciera y los atacara.

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04/07/2018, 20:40
(CC) Doctor Querio Vandel.

Qué extraño...-dijo, rascándose el mentón-¡¿Criaturas no muertas, dices?! Mmmh... Gruñido estuvo casi todo el tiempo en el patio de la prisión. Allí vimos a esqueletos que se levantaban del cementerio inundado, pero nos ocupamos de todos, y entiendo que cuando estuvimos en las mazmorras subterráneas Gruñido no debió ver a muchos más levantándose y alejándose. Además, los muertos de Piedra Alzada no son estables, y estallan en llamas a los pocos segundos de alzarse. ¿Puede ser que los muertos que atacaron la aldea vinieran del cementerio?

Me atrevería a decir, una vez descartado el camposanto de la prisión, y en caso de que la tierra del cementerio del pueblo no esté removida, que podría ser obra de los sectarios del Camino Susurrante, que se han traído los muertos de casa. Por cierto... ¿Sabes cuales son las letras que han aparecido por el pueblo o dónde las han escrito?

Accedió a dar detalles de lo ocurrido. Si fracasaban, esa información debía llegar al grupo de aventureros que les sucediesen.

El fantasma del Alcaide Hawkran lleva todos estos años purificando el lugar para que nada maligno saliese de ella. Pero está muy debilitado. El espíritu de la esposa del Alcaide puede solucionarlo con la ayuda de la placa de su marido. Pero hay cinco espectros malignos muy poderosos, antiguos presos de la prisión, que deben ser destruídos para que Vesorianna pueda llevar esa tarea a cabo: el Padre Charlatán, el Saltador, el Merodeador de Musgo de Agua, el Flautista de Illmarsh y el Hombre Salpicadura.

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04/07/2018, 22:56
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Dejé a los hombres hablar con la muchacha y subí las escaleras. Llegué a escuchar a Kendra nombrar algo de calentar agua para el baño, y fruncí el ceño. Yo necesitaba agua fría para calmar el picor.

Tharath me siguió tranquilo, como si aquella casa hubiera sido recorrida por el lobo mil veces. Supuse que, si estábamos unidos emocionalmente, para él sería tan familiar como para mí. Aunque la ausencia del Profesor era como haber movido un gran mueble que con los años ha dejado marca en el suelo, y no tener otra cosa con lo que taparlo.

Pasé al baño y dejé que el lobo se quedara vigilando en la puerta. Abrí el grifo del agua dejando que saliera fría, me quité la mochila, las cintas, el cinturón y las botas, y me deshice rápidamente de la túnica sucia. De nuevo, su estado no me importaba, pero el roce de la tela en la piel sensible me seguía poniendo nerviosa.

Me miré en el espejo, y observé las ronchas rojizas que aún quedaban sobre la blanca pie, allí donde había caído el ácido. Acaricié una con los dedos suavemente para comprobar si tenían relieve, y sentí rabia una vez más por ser tan torpe.

Cuando la bañera estuvo llena me metí, procurando no mojar demasiado la melena, y refrescando poco a poco la piel dañada. Me di el lujo de relajarme unos minutos, recordando qué sentía cuando pasaba frío en el bosque, bañándome en el lago Lías. Después, al salir de la bañera, dudé entre volver a ponerme la túnica o buscar una muda en la habitación. Opté por la segunda opción tras secarme y sufrir con el frotar de la toalla.

Con todo, tras unos minutos, estaba lista para volver a la planta baja.

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05/07/2018, 15:19
(CC) Gruñido.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Tras la explicación de quiénes permanecerían en Piedra Alzada, y quienes viajarían a Ravengro, Gruñido había terminado de preparar el carruaje, entregado una manta limpia a Sascha para que se abrigara durante el viaje, y acomodado el interior del carruaje para sus ocupantes. Incluso se las había arreglado para echarse un trago al coleto del pequeño barrilito que tenía sin ser visto.

El viaje se le antojó al cochero más largo de lo que realmente era debido a la continua sensación de ver movimientos en los límites de su visión, como si el viaje del vehículo fuera escoltado por criaturas que fluctuaban entre las sombras del frío invierno. Sin embargo sólo Tharath los seguía, mudo testigo de que nada les acechaba realmente. O al menos nada de los que fuera a avisar al grupo de viajeros. Sascha viajaba en silencio arropada en la manta que le resguardaba del frío, y los ocupantes del interior del carruaje tampoco tenían mucho ánimo para compartir sus experiencias. Usaban otro par de mantas para resguardarse de la garra del invierno, mientras parecía que meditaban en sus asuntos.

Nadie había explicado a Gruñido qué era lo que había ocurrido en las profundidades de Piedra Alzada ni lo que allí habían visto o hecho. Gruñido había asegurado los bultos que habían acarreado procedentes del subterráneo sin preguntar nada, ya que esa era una de sus funciones.

Ni el frío pudo eclipsar la alegría del semiorco al ver a la señorita Lorrimor, si bien su rostro estaba nublado como por una preocupación y no era para menos tras oír las historias de lo que había acaecido en el pueblo tras su ausencia. Sin duda eran noticias graves, y de nuevo parecía que una nueva tarea se añadía a las que ya tenía la compañía, porque esa cripta no retendría para siempre a los muertos encerrados en ella. Tras ayudar a  bajar a los viajeros, plegó el escalón y se dispuso a llevar a las monturas a la cuadra. Aún tendría un buen rato para almohazarlos y dejarles cómodos en aquel lugar.

Cuando volvió a la casa algo más tarde de lo acostumbrado, lo hizo en plena conversación entre los hombres allí reunidos y se decidió a intervenir brevemente.

- Grrwwwlll... Ser como Doctor dice. Nada salir por el patio en todo el rato que estar fuera. Aunque agua estar más allá de muro y si algo salir por allí, estar fuera de la vista de Gruñido. Aún así seguro que Tharath debería haber oído si algo salir del agua. -

Después Gruñido ayudó a la señorita Lorrimor en las tareas de la casa, dirigiéndose por la puerta de servicio hacia las caballerizas para echar un último vistazo a las monturas y despedirse de todas ellas hasta el día siguiente. También se preocupó de atrancar convenientemente las puertas del establo para que ningún muerto andante pudiera amenazar a los hermosos animales. Y por último descargó todo que habían traído de Piedra Alzada y lo metió en la casa por la misma puerta que había salido. A pesar de lo que dijera el señor Konrad, no dejaría cosas importantes a mano de quién sabía quién en mitad de la noche, no con esos tipos sectarios de no-sé-qué rondando por ahí.

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06/07/2018, 00:18
(CC) Konrad Mykephoros.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

- Sé que parece una locura, pero lo que dice el Doctor Vandel es verdad.- Aseguró a la hija del profesor.- Yo puedo acompañarte mañana a esa reunión y tratar de explicarlo lo mejor posible.  Hasta que no solucionemos el tema de la prisión, no dejarán de pasar cosas en el pueblo. Son...efectos colaterales del mal que allí reside. Hoy haremos guardias y descansaremos. Mañana será otro día. muchas gracias por todo, Kendra.

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06/07/2018, 07:38
EL TIEMPO TODO LO CONDENA.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

AL ALBA.

​Kendra le aclaró al noble Konrad por la noche que la reunión en la Casa del Pueblo sería al final de la jornada, cuando las gentes del pueblo hubieran terminado sus tareas cotidianas, labores y jornales. También le dio a entender que los forasteros seguramente no fueran a ser muy bienvenidos.

Kendra preparó la cena para todos, y procuró que estuvieran bien atendidos, pero desoyó por completo la petición del Doctor Vandel de enviarla en mitad de la noche en busca del alquimista local. No sólo no quería aventurarse en la oscuridad por las calles del pueblo, con la noticia de que podían acechar muertos vivientes en cualquier sombra o rincón, sino que sabía que el alquimista tampoco le iba a abrir la puerta.

Por la mañana todos se sientes más descansados, excepto Alexei, que ha tenido horribles pesadillas. Konrad estableció guardias nocturnas, aunque al final no resultaron ser necesarias pues nadie ha visto ni oído nada extraño por la noche, si bien se siente en el ambiente que todo el pueblo de Ravengro está en máxima tensión.

Por la mañana, mientras Kendra prepara panceta frita y huevos para desayunar, Sascha se concentra durante un largo rato mirando fijamente a los ojos de su lobo, quien parece paralizado, como si le estuviera transmitiendo esotéricos conocimientos a través de la mirada. Es todo muy inquietante.

Gruñido atiende a los caballos y corrobora que se encuentran en perfecto estado, aunque nota que los nobles equinos no tienen el menor deseo de volver a la Prisión, pues allí pasan mucho miedo y tensión debido a la proximidad de bestias, monstruos y no muertos. El semiorco se pregunta si no sería mejor prescindir del carruaje. Es cierto que es más cómodo, pero también que la Prisión de Piedra Alzada no está tan lejos de Ravengro como para que no se pueda ir andando.

El Doctor Vandel ha estado horas estudiando unos amarillentos documentos sobre los presos de antaño. Puede que haya averiguado algo.

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06/07/2018, 19:32
(CC) Gruñido.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

AL ALBA.

Gruñido tomó el último turno de guardia para compaginar la vigilancia solicitada por el señor Konrad con sus deberes para con los animales. Una vez en el establo charló de trivialidades con los asustados animales tratando de apaciguar sus ánimos. Si planeaban volver a Piedra Alzada aquello no haría mucha gracia a las monturas desde luego. Había escamoteado unas manzanas secas que repartió entre los animales, dejando incluso unos pedazos a los ariscos caballos de los nobles.

Una vez volvió a la casa saludó en silencio a los presentes, sentándose a la mesa para engullir su desayuno de panceta frita y huevos con la eficiencia de quien ha pasado bastante hambre. Después da un trago de leche y limpiándose con el anverso de la mano lanza algunas palabras a la concurrencia.

- Grwwllll... Señores, ¿cuál ser el plan para hoy? ¿Piedra Alzada o reunión con los de Ravengro? Quizá ambas si darse prisa, aunque no saber si eso ser posible. Pero señor Konrad, las monturas no gustar Piedra Alzada. Si Gruñido llevar ellos ir, pero no de buen grado, si usted entender. -

Parece que el semiorco arrastra las siguientes palabras a regañadientes, como si le amargaran en la boca.

- Señor Konrad... Gruñido... Grwwwlllll... Gruñido meter cosas del carruaje en la casa ayer noche. Usted decir que mejor hoy pero mientras limpiar caballos pensar que la gente de Ravengro muy nerviosa ya, y que haber secta-no-sé-qué por ahí rondando, esa gente que hacer daño al Profesor, y no ser buen dejar todas esas cosas importantes a la mano de los dioses sabe quién... Estar todo ahí. -

Una mano garruda algo temblorosa señala una manta bajo la cual hay algunos bultos en un rincón de la cocina.

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07/07/2018, 00:37
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

AL ALBA.

La niebla envolvía a Réquiem, el poeta se había introducido en la espesa neblina y lo peor de todo es que no estaba solo. El monstruoso ser le estaba siguiendo, ahora mismo el dramaturgo era la presa y el Hombre Andrajoso el cazador. El horripilante ser había encontrado al joven de la familia Mykephoros y estaba acechándolo.

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! – el grito resonó al alba en casa de la señorita Kendra Lorrimor. El poeta se revolvió entre las sabanas y se estrelló contra el suelo, se incorporó con suma rapidez y nerviosismo, buscando la empuñadura de su espada ropera y la alzó poniéndose en guardia, mirando a su alrededor. - ¡EL HOMBRE ANDRAJOSO! ¡EL HOMBRE ANDRAJOSO! ¡EL HOMBRE ANDRAJOSO! – empezó a chillar mirando a diestra y siniestra, arriba y abajo.

- ¡Está aquí! ¡Está aquí! ¡El pueblo está en grave peligro! ¡Esos espectros no son nada en comparación al Hombre Andrajoso! ¡Son simples insectos! – El rostro resquebrajado por el horror que sentía era perceptible, no estaba bromeando y no era ninguna actuación, el miedo era pura realidad.

- ¡No podéis bajar la guardia! ¡Pueden pasar de un lugar a otro! ¡Te siguen! – Se quedó en silencio y las lagrimas empezaron a brotar por sus ojos. - ¡Es mi culpa! ¡Me ha seguido hasta aquí! ¡Yo lo he traído!  ¡Todos estamos en peligro! ¡Ha traspasado las murallas del asilo!

El poeta se quedó en la habitación gritando y entrando en pánico acabando acurrucado en una esquina con las manos en la cara.

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07/07/2018, 09:55
(CC) Konrad Mykephoros.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

AL ALBA.

Konrad acudió apresuradamente al cuarto de Alexei con el corazón desbocado por el escalofriante grito que había emitido su hermanastro. La Bestia rugía por salir ya de buena mañana, al igual que lo habían hecho antes sus tripas reclamando el desayuno, estimuladas por el olor de la panceta.

- ¡Hermano!- Entró en la habitación ataviado únicamente con unos calzones y con los puños apretados, en posición pugilística que no dejaba de ser algo cómica. Miró alrededor y no vio amenaza alguna, pero mantuvo la guardia un poco más hasta asegurarse.- Sólo ha sido una pesadilla, Alexei, no te preocupes, Ya estás despierto.- No lo decía muy convencido, la verdad, puesto que todo lo que les estaba pasando parecía ser parte de un macabro sueño del que no despertaban nunca.- Lávate un poco la cara con agua fresca y bajemos a desayunar. Te vendrá bien.- Ayudó a su hermanastro en todo lo que pudo y luego se dedicó a él. Se lavó, se peinó y se vistió de forma elegante antes de bajar a desayunar. Mientras lo hacía Gruñido llamaba su atención, y no sólo por limpiarse la boca con el antebrazo.

- Creo que lo mejor será que volváis cuanto antes a la Prisión. Gheorghe y Janos necesitarán vuestra ayuda. - No podían abandonarlos allí y tenían que asegurarse de que estaban sanos y salvos después de haber pasado la noche en el lugar maldito.- Esta vez podéis ir andando. La prisión no está lejos y llevar los caballos sólo os obligará a dejar a alguien vigilándolos.- Confirmó así que la idea de Gruñido le parecía la más adecuada. Lo sentía por Vandel, que tendría que ir caminando, a su edad.- Yo me quedaré con Kendra. Quiero asegurarme de que no le pase nada malo, visto lo visto.- Ravengro se estaba convirtiendo en un lugar muy peligroso.- Aprovecharé para acudir al alquimista y llevar eso que usted quería, Doctor Vandel. Con un poco de suerte esté listo por la tarde, antes de la reunión. Acompañaré a Kendra a la reunión, está decidido. No sé si seré muy bienvenido, pero la información que tenemos y lo que estamos haciendo tienen que saberlo. Si consiguierais acabar con esos espectros antes de la reunión ya sería fantástico.- Konrad se quedó mirando a su pálido hermanastro con gran preocupación reflejada en su mirada.- Alexei, ¿qué vas a hacer tú? Siéntete libre de quedarte aquí conmigo. No tienes buena cara y no has descansado apenas. Aunque puedas pensarlo no nos debes nada. No tienes que forzarte  y enfrentarse a unos peligros que no te corresponden. Suficiente tienes con lo tuyo. Si vuelve Velkan yo le pondría en antencedentes y lo mandaría a la prisión. - Siempre que hubiera vuelto de una pieza. Se quedó observando la reacción de la iracunda Sascha.

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07/07/2018, 17:48
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

AL ALBA.

La voz de Konrad hizo que el poeta alzara la vista y viera su hermanastro entrar en la habitación con los puños en alto. Réquiem se incorporó temblando – “Esta aquí… me ha seguido…” – repetía las mismas palabras una y otra vez. Las frases de su hermano llegaban a sus oídos pero el cerebro del poeta no las procesaba, simplemente afirmaba engañándose a él mismo, ya que sabía que el hombre andrajoso estaba allí, había logrado traspasar las fronteras del asilo mediante el mundo de los sueños.

- “Vale… sí… me limpiaré la cara y desayunaré algo”

Como si fuera un autómata, en sus propios pensamientos de horrores y sufrimiento fue a limpiarse la cara. Se refrescó el rostro, llenando sus manos de agua como si fuera un cuenco para esparcírselo por la cara, se la frotó y se miró al espejo. El rostro demacrado era la viva imagen del miedo y terror que sentía, las ojeras y la palidez era lo que más irradiaba aquella mañana en su cara.

Después de asearse seguía con sus murmullos y sus propios pensamientos, se iba torturando, sabía que estaba al acecho que por poco le había cazado en sus sueños, si lo hubiera hecho estaría muerto o algo peor, podría poner en peligro a toda la gente del pueblo. Tragó saliva y con nerviosismo bajó hacia la zona del almuerzo. Escuchó en un segundo plano a Gruñido que hablaba con su hermanastro, en su estado ausente se sentó en la silla para empezar a desayunar, no tenía mucho apetito.

Intentó centrarse en los planes de hoy, no sabía muy bien que iba hacer él aparte de dar pena. Debía de buscar algún propósito, alguna finalidad, sabía que estaba hecho una mierda, que no valía para pelear y que sus conjuros no tendrían efecto alguno. Escuchó las propuestas de Konrad Mykephoros y la pregunta que le hizo – “Iré a la prisión, ahora mismo no seré de mucha ayuda. Pero haré lo que pueda, ahora lo que puedo es que si hay el intercambio Velkan aparecerá en la prisión directamente y podrá ayudaros a terminar con esos espectros. Es lo mínimo que puedo hacer, estar en el lugar de batalla por si aparece Velkan que os pueda ayudar” – su voz era apagada, pero era el único motivo para ir a esa prisión.

- “Lo mejor que os puede pasar es que desaparezca y vuelva a ese asilo, de esa forma el hombre andrajoso no os podrá hacer daño… “-

Se quedó en silencio pero siempre murmuraba cosas incoherentes, como si hablara con él mismo, intentando tranquilizarse sin éxito, estaba psicológicamente algo tocado esa mañana. 

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07/07/2018, 19:22
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

AL ALBA.

Tras meditar con Tharath y volver a refrescarme la piel con un baño frío, me vestí y bajé las escaleras para desayunar. Volvía a tener el aspecto imponente y orgulloso de una guerrera de los Gorras Rojas, con ropa digna y limpia que tapaba aquello que debía para no distraer la atención de los demás, y ya armada con Rhakan a la espalda y la mochila hecha.

Quizás se notaba parte del cansancio del día anterior en algunos gestos que dejaban claro que algunos músculos aún me dolían, o que la piel aún me picaba aquí o allí, pero lo que estaba claro era que no iba a dejar que eso me detuviera.

Cogiendo la conversación de los hombres a medias, alcancé a escuchar las proposiciones sobre el día, y mientras me sentaba a la mesa, sin mirar a nadie en concreto, hablé, tan escuétamente como solía ser normal.

- Yo iré a la prisión.

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08/07/2018, 12:47
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

AL ALBA.

Los gritos de Alexei despertaron a Kendra, que bajó corriendo las escaleras armada con una escoba temiendo que los muertos vivientes hubieran entrado en su casa, al llegar a la habitación encontró a Konrad intentando calmar a su hermano y a Alexei algo más sosegado.

- ¿Que pasó? ¿El Señorito Alexei está bien? -

Miraba preocupada desde la puerta esperando que, como parecía, tan sólo hubiera sido un mal sueño. Entonces alguien golpeó la puerta.

- "¡Kendra! ¡Kendra! ¿Estás bien?" -

La mujer reconoció la voz y salió corriendo hacia la entrada.

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08/07/2018, 12:50
CC: Ravengro: Concejal Mirta Straelock.

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

DESPUÉS DEL ALBA.

Al abrir la puerta se encontró con su vecina, la Concejala Mirta, plantada frente a su puerta a pesar de la oscuridad y lo peligroso que era salir de su casa.

- ¡Por todos los dioses! ¿Estás bien? ¡Escuché unos gritos terribles y me temí lo peor! ¿Qué ha pasado? -

Kendra la hizo pasar y cerró la puerta, no quería que ninguna criatura apareciera de repente mientras estaban hablando; y le explicó lo que había sucedido. La Concejala suspiró aliviada y después, ya más tranquila saludó a los presentes.

- Buenos días, señores, me alegro que estén bien. ¿Otra vez por el pueblo? Pensé que se habían marchado.

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09/07/2018, 15:22
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

DESPUÉS DEL ALBA.

Alexei no se encontraba nada bien, el deterioro de su estado era más perceptible que cualquier día que había estado allí o mejor dicho, que cualquier día que recuerde después de despertarse en aquel terrorífico asilo.

El dramaturgo no respondió a las preguntas de Kendra, el joven poeta simplemente le dedicó una mirada llena de temor, miedo y angustia. Siguiendo los consejos de su hermanastro, el señor Konrad, Alexei se dedicó a centrar sus energías en poder desayunar algo. El apetito no le venía, por lo que no comió mucho aquella mañana.

Saltó de la silla en la que estaba sentado delante de la mesa, el golpeo de la puerta le había asustado – “El hombre andrajoso…. El hombre andrajoso… seguro que es él…” – murmuró, dicho murmullo solo fue perceptible por aquellos que estaban a su lado, parecía que rezara mientras sus ojos miraban fijos un punto de la mesa. El delirio y los terrores nocturnos le habían pasado factura aquella noche, trastocándole su estado anímico hasta dejarlo por los suelos.

La voz de una mujer llegó a sus oídos, no la conocía y la pregunta que les dirigió prefirió que la respondiera otra persona, ahora mismo no era el hombre más social y estaba seguro que sus palabras no arreglarían nada, es más, empeorarían la situación y agachó la mirada con cierto temor. Sujetaba la taza del café y el recipiente le temblaba en las manos, el muchacho temblaba del miedo y el nerviosismo que sentía de pensar que el hombre andrajoso había logrado traspasar las murallas del asilo.

<< Morirán todos… si ha atravesado las murallas, todos los del pueblo están perdidos… Velkan… mátalo, mata al hombre andrajoso… >>

- "Todo va a ir bien... hay que pensar que todo va a ir bien... todo..." - sus murmullos seguían - "El hombre andrajoso acecha... si esta en el mundo onírico puede llegar aquí... esta en todos lados, somos sus presas y seremos cazados y devorados"

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09/07/2018, 22:19
SA: El Hombre Andrajoso.
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RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

DESPUÉS DEL ALBA.

Al abrir la puerta, Kendra se encuentra con su vecino, el Hombre Andrajoso, plantado frente a su puerta a pesar de la oscuridad y lo peligroso que resulta salir de casa estos días en Ravengro.

- ¡Por todos los dioses! ¿Estás bien? ¡Escuché unos gritos terribles y me temí lo peor! ¿Qué ha pasado? -

El Hombre Andrajoso habla con la voz convincente de una señora mayor y parece engañar a todos los presentes. A todos menos a Réquiem, que está alerta ante su presencia. Kendra lo hace pasar pasar y cierra la puerta, no quiere que ninguna criatura más aparezca de repente mientras están hablando; y le explica lo que ha sucedido. El Hombre Andrajoso suspira aliviado y después, ya más tranquila saluda a los presentes.

- Buenos días, señores, me alegro que estén bien. ¿Otra vez por el pueblo? Pensé que se habían marchado.

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09/07/2018, 23:06
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

RAVENGRO, CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

DESPUÉS DEL ALBA.

Tenía la mirada fija en la taza de café, ni siquiera había mirado hacia la nueva voz femenina que había en la casa de Kendra Lorrimor.

En el momento que alzó la vista para mirar a la mujer, su rostro se tornó de un pálido nunca antes visto, como si hubiera visto a un fantasma. Réquiem tragó saliva, su rostro cambio a uno de completo terror y la taza de café se le escapó de las manos estrellándose directamente contra el suelo. Había cometido un error, por su culpa el Hombre Andrajoso había pasado hacia el otro lado, estaba en esa casa. 

<< Muévete… haz algo ¡Avísales! ¡Están cayendo en una trampa! ¡REACCIONA! >>

Con un rápido movimiento y con el corazón acelerado Alexei se levantó sujetando la silla para lanzarla contra la visita de aquella mañana - "¡ES EL HOMBRE ANDRAJOSO! ¡ESTAMOS EN PELIGRO!" – entre el nerviosismo y la poca puntería en ese estado la silla pasó a metro y medio de su objetivo, la susodicha mujer que visitaba a Kendra.

- “¡Es el hombre andrajoso! ¡Está camuflado en esa mujer!” – el dedo acusador apuntaba a la mismísima concejal, si fuera una actuación hubiera sido perfecto una interpretación excelente y exquisita. Réquiem empezó a correr hacia la cocina para atrincherarse, lanzando las sillas por el medio para entorpecer el paso del Hombre Andrajoso – “¡TENEMOS QUE ATRINCHERARNOS EN LA COCINA! ¡DE ALLÍ SALDREMOS AL EXTERIOR POR LA VENTANA!” – allí daba órdenes que una vez cruzó el marco de la puerta de la cocina se giró para mirar a los presentes – “¡Qué haceis! ¡MOVEROS!” – el ímpetu de la orden era claro, volvió a mirar hacia la silueta del hombre andrajoso – “¡Corred os matará!” – se precipitó hacia la ventana, pero en medio del trayecto sintió un pinchazo en el pulmón y allí empezó a toser sangre, se puso el antebrazo en la boca y allí a duras penas intentaba salir de aquella trampa mortal.